LULA Y SU PROPUESTA.

LULA Y SU PROPUESTA.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Si fuera ciudadano de Brasil no dudaría en votar a Lula, como igual me pasa con Cristina en Argentina. Una y otra propuesta, la de Lula y la de Cristina partiendo de contemplar las necesidades de la gente, elaboran una estrategia de desarrollo económico que no tiene en cuenta la realidad del mundo hoy.

En sus orígenes el capitalismo para desarrollarse como tal necesitó de la acumulación primitiva. En el proyecto de Stalin de capitalismo de Estado esa función la cumplió la colectivización forzosa.

Tomando al capitalismo como un todo en el mundo, podemos afirmar que la etapa de la acumulación primitiva está terminada, y que por lo tanto lo que hay que proyectar con la acumulación global, un plan de desarrollo a medida de las necesitadas de las distintas nacionalidades (no nacionalismo) a lo largo del planeta.

Esa es la gran incógnita que nos plantean por un lado el desarrollo de la mayor zona de libre comercio encabezada por China y por otro el manejo monetario de EE.UU., el Reino Unido y la comunidad Europea para reactivar su propia economía a costa del resto del mundo.

¿Cómo encaja entonces en esta realidad el planteo de Lula, o es solo una especulación? Se necesita un planteo programático que tiene dos herramientas: la moneda y los impuestos.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 31 de julio de 2021.

SI, ES AHORA.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Tal vez por naturaleza, hemos desarrollado nuestra vida siendo siempre profundamente críticos. Está bien, está mal, no sé.

Lo que vemos es una profunda crisis producto de que el modo de producción predominante está llegando a sus límites, esto se traslada a la ideología, hoy no hay ideologías, hay posturas sobre la realidad, sin rigurosidad que pueden dar lugar a cualquier tipo de mistura. Hay quienes fundamentan que es al revés, son idealistas, dicen que la crisis es producto de que las ideas no pueden comandar la economía, afirman en su idealismo que la voluntad todo lo puede. Niegan a Marx, cuando este extrae del desarrollo de la economía las conclusiones programáticas para la defensa de la gente y las perspectivas de progreso.

Partimos con Marx, de que este modo de producción no va a ser sustituido por otro hasta que llegue hasta sus últimas posibilidades de desarrollo. Pero hay quienes se dicen marxistas y sostienen lo contrario, fundamentaron el stalinismo, y todas las corrientes sucedáneas de ese forma de deformar el pensamiento de Marx.

Los señores feudales, hicieron monumentales desarrollos, construcciones, también teorías, nada debía salir de sus dominios a lo sumo alguna guerra entre señores con poderes iguales o parecidos. Pero, de los talleres, de los artistas, de los hombres y mujeres que hacían con sus manos objetos que luego podían comerciar, salió el libre comercio, como también salieron los primeros burgueses, que siendo originalmente trabajadores con sus manos comenzaron el arte de la comercialización.

El capitalismo como modo de producción inició la acumulación primitiva, esa que Stalin pretendió hacer con la colectivización forzosa, llamándole socialismo y luego comunismo, y que los imperialistas del mundo tomaron para poder denigrar las teorías de Marx, Engels y Lenin.

El libre comercio horadó al feudalismo, y originó la revolución francesa, cambió de centro al capitalismo, dio nacimiento a EE.UU. y ahora se encamina a enterrar definitivamente a todos los imperialismo. Se necesita un programa, el mismo que insinuó Mujica en la ONU, y que luego no le dio para aguantarlo. Es el programa de los comunistas para esta etapa de la historia, que reivindica lo que se dijo en el Manifiesto Comunista, pero que a la vez maneja dos instrumentos fundamentales para el cambio: la moneda y los impuestos.

¿Nos costará mucho hacer que la izquierda abra este debate? ¿O seguiremos discutiendo quienes serán nuestros candidatos en la próxima elección sin importar el programa?

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 30 de julio de 2021.

[:es]“cosas vederes Sancho”[:]

[:es]

cosas vederes Sancho”

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Don Miguel de Cervantes Saavedra, el Manco de Lepanto, lo plasmó en una frase que ni siquiera sé si es verdadera en “El Quijote”: “cosas vederes Sancho”.

Nuestro Presidente, un “Lacalle”, negocia y consigue en una relación directa con el principal dirigente comunista del mundo, el Presidente de China, las vacunas para que Uruguay pudiera salir de un pozo de contagios y muertes en el que estábamos sumergidos.

Ahora el Dr. Javier García, Ministro de Defensa, procede con agilidad y corrección y puesto en conocimiento de un expediente en que se compromete la participación del Presidente del “Supremo” tribunal militar, en la tortura y asesinato del médico de San Javier Wladimir Roslik, inmediatamente separa al implicado del cargo dando conocimiento al Poder Legislativo y a la opinión pública.

Soy frenteamplista, participé en la fundación del Frente Amplio y antes en la CNT, pero déjenme el derecho a dudar de que por los antecedentes que hemos vivido, si un gobierno del Frente hubiera actuado de la misma manera. ¡¡Si habrá que hacer autocrítica al menos que sea para evaluar lo que está pasando!!!!

Lacalle y García son “pragmáticos” en un mundo que está a la deriva en ideología, y no porque no la haya, sino porque su uso ha sido miserable en función de las necesidades que hoy tiene la humanidad.

Por otro parte el senador Manini, comprometido con esto, ha hecho de la propuesta de un GACH económico, y si en los derechos humanos su debe es enorme, en economía el planteo es necesario.

Hay que abrir el debate, nada puede quedar fuera de él, eso es más democracia, no es más democracia que no se hable por ejemplo del lavado de dinero, y que cuando haya delitos de esa naturaleza, nuestro más destacado abogado colabore con sus conocimientos en que la implicada no sea deportada como hubiera correspondido.

Me duele el Frente, pero aún más me duele la falta de debate, de análisis, de construcción de programa para estos tiempos que lo requieren con urgencia. Me duele el silencio de Mujica luego de su discurso en la ONU y su pontificado actual.

Cervantes en su novela hizo en la parte final volver a la realidad al ilustre Quijano, ya no había nada que hacer.

Pero estos son otros tiempos y a la vez que nace la zona de libre comercio más grande de la historia de la humanidad teniendo como centro a China gobernada por el Partido Comunista, por otro los otrora Imperialismos emiten sin ningún respaldo dólares, euros, libras a mansalva y sobre las espaldas del resto del mundo.

Para abordar la realidad tal cual es, de nada valen las etiquetas, si valen las ideas, y son ellas las que aún están faltando a la cita.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 28 de julio de 2021

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Nadie puede desconocer.

 

Nadie puede desconocer, que lo que hoy predomina son las desigualdades, en el desarrollo, en la madurez de los distintos procesos. Por eso el programa debe tener la amplitud y la profundidad de contemplar todas las situaciones.  Hasta ahora y a partir de 1924, en la izquierda se privilegió el proyecto de Estados con economía predominantemente estatizada. Lo que no niega el rol que las estatizaciones han jugado en cada etapa para el desarrollo de la gente en salud, en educación, en vivienda, en salario, en seguridad social.

Estamos hablando de los partidos con arraigo stalinista, pero también del proceso que se dio en todas las corrientes, comunistas, socialistas, socialdemócratas, progresistas.  Por eso la importancia del programa que atienda la amplitud y tenga la profundad necesaria para atender las necesidades de la gente, por eso nuestra insistencia machacona de que ese programa tiene dos herramientas fundamentales: la moneda y los impuestos. Si las “burguesías nacionales” tienen la posibilidad de maniobrar con la moneda y con los impuestos, difícil pueda darse un equilibrio social, y no arremetan contra las conquistas de la gente para mantener su “rentabilidad”.

Ahora puede haber un acuerdo universal para ayudar a la predominancia del capitalismo a morir en paz, dando muerte a los paraísos fiscales y haciendo ilegal toda transacción no debidamente registrada donde la sociedad democráticamente lo determine, dando muerte a los sistemas impositivos basados en el consumo, los salarios y las pensiones, si no la hay la crisis va a seguir agravándose, porque no se puede desconocer que el desarrollo actual que tiene a China y su entorno como líderes del libre comercio mundial y del desarrollo económico eso también tiene límite y la necesidad de superar esta etapa. Ello supone concentraciones en las herramientas necesarias para el salto histórico pero a la vez la absoluta libertad de cada quién para labrar la mayor amplitud en las características propias de cada una de las nacionalidades que pueblan el mundo.

Jorge Aniceto Molinari.

[:es]A propósito de una nota del compañero y amigo.[:]

[:es]

A propósito de una nota del compañero y amigo.

La realidad es que personas de diversos orígenes e ideologías se han citado en la capital de Alemania en favor de la salud de las personas y en contra de un Nuevo Orden Mundial totalitario que se quiere imponer a base de engaños que se han ido acumulando en Occidente a lo largo de los siglos, engaños que científicos rigurosos y éticos están denunciando. Pero Agustí Chalaux insistió mucho en que un movimiento político no sólo se tiene que limitar a defender unos nobles ideales, sino que tiene que ir teniendo claras las propuestas concretas a aplicar. No caigamos en la trampa de clasificar este movimiento por fantasmas del pasado y sí por propuestas concretas, las cuales serán necesarias para elaborar una alternativa programática completa, viable y mucho más ética a nivel mundial. Es la actual esperanza de la Humanidad.

Brauli Tamarit Tamarit.
Fecha de creación: Domingo, 2 de Agosto de 2020.
Última versión: Domingo, 25 de Julio de 2021.

un Nuevo Orden Mundial totalitario que se quiere imponer a base de engaños que se han ido acumulando en Occidente a lo largo de los siglos, engaños que científicos rigurosos y éticos están denunciando”.  ¿Esto es así?, decíamos en una reciente nota:

En política como en cualquier otra ciencia, siempre es necesario ir a desentrañar los hechos reales. Hay dos corrientes necesarias en el pensamiento humano: el idealismo y el materialismo. Las dos se necesitan para poder conocer la realidad de los hechos.

Pero que difícil resulta siempre separar a una de la otra.

Todos los modos de producción a lo largo de la historia han tratado de centralizar su poder. Nunca lo han podido lograr más allá de episodios dolorosos de domino sobre la sociedad.

Los nazis lo intentaron, así les fue.

Algunos compañeros afirman : son las vacunas, pero vacunas ha habido siempre, y ahora para esta plaga son más de mil diferentes, y además desde el punto de vista científico está demostrado que si la sociedad actuara en su conjunto de otra manera podría eliminar su uso, cosa que con la situación actual de la economía no puede hacer.

¿Son las monedas?: existe el kilo, el litro, el metro, porque no una medida unica para medir la economía, por el contrario cada moneda es un proyecto propio de dominio sobre el resto de la sociedad.

¿Y con los impuestos que pasa?  ¿Hay un predominio mundial que se ejerce a través de ellos? Si es el predomino de una clase, que está llegando a sus límites, pero no porque pueda ejercer una hegemonia universal.

Es  imprescindible para poder culminar un analisis, definir que pensamos que está ocurriendo con el capitalismo en el mundo, porque de lo contrario estamos dando por válido que la forma de explotación capitalista llegó a la humanidad para quedarse y no creo que nadie hoy esto pueda afirmarlo.

Un abrazo.

Jorge Aniceto Molinari.

[:]

Me siento identificado con los trabajadores

Me siento identificado con los trabajadores, pero el defender las conquistas sociales, no me exime de comprender que en la actual etapa del desarrollo capitalista hay gente que se enriquece, y a la vez hay gente, cada vez más, que se empobrece trabajando. Este es el origen de movimientos como un solo Uruguay.

También es cierto que los que se enriquecen, siempre muy emparentados con los prestamistas, con el capital financiero, políticamente dan manija para que estos sectores arremetan cuestionando las reivindicaciones populares, y exigiendo del gobierno que apreté con la moneda y con los impuestos a los sectores populares.

No es un fenómeno nacional, ocurre de una u otra manera en todo el mundo y tiene que ver con el sistema de producción capitalista.

Y en tanto el problema lo genera el sistema, encarar su solución va más allá de las fronteras nacionales, tiene que ver con la moneda –con la cual la burguesía hace los ajustes a salarios y pensiones,- y con los impuestos que necesitamos se apliquen sobre la circulación del dinero y no sobre el consumo, los salarios y las pensiones, dando muerte al cáncer que para la economía del mundo significan los paraísos fiscales, origen de cuanta la lacra se financia en el mundo.

Pero para que movimientos como un solo Uruguay no terminen reclamando contra el resto de los trabajadores del país es necesario que estos se expresen en el programa.

Los hechos en la crisis del 2002.

Los hechos en la crisis del 2002.

La seriedad con la que Bottinelli encara sus notas hace que anotemos que en esta oportunidad su relato no se ajusta a lo que conocemos del tema. Y a la vez desafía a quienes si vivieron directamente los hechos a dar testimonio de los mismos.  Me refiero a cómo ocurrieron los hechos en la crisis del 2002.

La nota en “La Diaria”:

Para Bottinelli, en el Ejecutivo no hay una coalición y Lacalle Pou ejerce un liderazgo absoluto

20 de marzo de 2021 · Escribe Belén Riguetti en Política nacional

El politólogo dijo que el quiebre más fuerte se dio cuando Uruguay votó al candidato de Trump en el BID con la manifiesta oposición de Sanguinetti.

Una coalición es, en esencia, cuando los partidos o facciones cogobiernan y toman las grandes decisiones juntos, explicó a la diaria el politólogo y director de Factum, Óscar Bottinelli. De esa manera funcionó la coalición durante el segundo gobierno de Julio María Sanguinetti (1995-2000), cuando había un diálogo permanente entre Sanguinetti y el presidente del Partido Nacional (PN) Alberto Volonté. “Lo mismo pasó en el gobierno de Jorge Batlle [2000-2005]”. Cuando a mediados de 2002 “el PN consideró que era necesario un cambio en el equipo económico”, en plena crisis económica, Sanguinetti, Batlle y Luis Alberto Lacalle acordaron que asumiera Alejandro Atchugarry.

Hasta aquí la nota periodística, ahora lo que conozco de cómo ocurrieron los hechos:

Cuando el dirigente de AEBU concurrió al domicilio del Presidente de la República Dr. Jorge Batlle, luego de que este recibiera la negativa del Economista Ernesto Talvi a hacerse cargo de la cartera de economía, este ya tenía redactada la renuncia, – había sectores en el Frente que la reclamaban-, pero Juanjo con el respaldo del General Seregni, le propuso afrontar la situación y encarar al FMI obligándolo a una negociación y que para ello contaba con el aval del Dr. Alejandro Atchugarry para afrontar las negociaciones haciéndose cargo del la cartera de Economía. Como vemos muy lejos de la idílica reunión de líderes para afrontar la crisis.

Por eso más allá de los ejemplos con los que avala Bottinelli su tesis, en este caso el ejemplo no es el correcto, y hoy más que nunca se necesita de los testimonios fundamentales, más sabiendo que existen publicaciones que deforma groseramente los hechos.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 23 de marzo de 2021

[:es]EN BRASIL.[:]

[:es]EN BRASIL.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

En Brasil por sus características siempre ha sorprendido, al no analizarse las vicisitudes de su economía, Brizola de derecha termina en la izquierda, Lacerda de izquierda termina en la derecha.

El empresariado de San Pablo que combate a Lula como dirigente sindical luego lo apoya para propagandear la marca Brasil en el mundo, pero luego lo hace caer y ahora no sabe qué hacer.

Hoy Bolsonaro está en medio de una crisis muy profunda, que para un sector de la economía de Brasil ya se vislumbra como la necesidad de incorporarse al libre mercado mundial comandado entre otros por China, y para otros como la mera disputa de cargos en un gobierno que por ahora no tiene rumbo.

Si hacemos una “abstracción” equivocada la disyuntiva es entre democracia y dictadura, cuando lo que está en juego antes es el rumbo económico de Brasil, sin cuya solución la democracia no es posible.

Por ahora la izquierda posterga la discusión programática en aras a que es posible recuperar cargos, y puede llegar a ser trágico, porque no importa –aunque si importa- quien lo haga, porque si Brasil se incorpora a la zona de libre comercio e impone sus condiciones – que la zona de libre comercio está en condiciones de aceptar- arrastra al conjunto del continente y pone ante EE.UU. ante una tremenda disyuntiva, incluso estos adalides de dictadura en América podrían llegar a hablar de democracia si conviniera para sus interese espúreos.

Lamentablemente no tengo noticias de que la izquierda esté analizando esto.

Al Fondo Monetario Internacional, aliado ahora circunstancial de los intereses de EE.UU. le convienen los sueños de Alberto y Cristina de un plan propio de desarrollo que les impide ver lo que pasa en el conjunto de la economía del mundo.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 22 de julio de 2021.

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[:es]EL DESAFÍO ES ENORME.[:]

[:es]

EL DESAFÍO ES ENORME.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El desafío es enorme, creo que en la izquierda en general no hay consciencia de lo que está pasando y por lo general se pretende abordarlo con los viejos esquemas.

Se ha generado en el mundo la zona de libre comercio más grande en la historia de la humanidad, la encabeza China gobernada por el Partido Comunista.

Para el capitalismo con su nuevo centro en el mundo, es una posibilidad de rentabilidad que cada vez les es más esquiva, pero a la vez supone una política de inversiones y desarrollo que necesita ser controlada por las organizaciones de la sociedad para que ella sea beneficiosa al conjunto. Algo de lo que ha venido pasando en la interna de la economía de China y Vietnam, para tomar los ejemplos más paradigmáticos.

El desarrollo necesita entonces de un debate democrático que aún no se está dando para ensanchar la base social que se debe atender en todas sus necesidades esenciales.

En el mundo y en esta crisis acelerada por la pandemia, también están EE.UU., Europa y el Reino Unido, el dólar, el euro y la libra, que se han puesto de acuerdo para sobre la base de emisiones monetarias incentivar lo que tienen de aparato productivo, cediendo a conquistas de la sociedad pero a la vez volcando los costos sobre el resto del mundo.

Lo he escrito: esto es comparable a lo que pasó antes de la primera guerra mundial cuando la izquierda europea votó los créditos de guerra, nadie dice esta boca es mía.

La situación en este marco inevitablemente va a llegar ser insostenible.

Las burguesías y particularmente a los que desarrollan su producción altamente tecnificada en el sector agropecuario, van a propender a que los países de esta zona se vinculen con la zona de libre comercio que encabeza China, por otro lado las burguesías industriales de estas naciones también van a pujar por salir de una encrucijada para la cual sin esta alternativa no tienen salida.

En la izquierda por ahora de esto no se habla, y todo lo que se demore en hacerlo luego habrá que recuperarlo, porque el camino es integrarse al debate y a las organizaciones de las asociaciones civiles y de gobierno, para que se incorporen al mismo.

Compañeros han apuntado a como se explota el trabajo en China, pero estamos hablando de una realidad social en pleno desarrollo, China salió de la zona de mayor explotación en el planeta, con hambrunas anuales, y la gente se adhiere al progreso.

Es capitalismo, y como tal tiene límites y eso hay que debatirlo en la izquierda para proponer un programa que le permita a la predominancia del capitalismo morir en la mayor paz posible.

Nos ha tocado vivir una etapa en que inexorablemente la humanidad dará un salto en la construcción social de su economía o entrará en una tragedia irrecuperable. Están todas las condiciones para que se pueda dar ese salto, el problema es que hay una miopía muy extendida producto del daño que causó a las ideas de izquierda la derrota de Lenin en 1924, pero si repasamos los textos de los maestros veremos como ellos ya intuían –no lo podían prever- el camino que la humanidad iba a tomar para dar el salto entre un sistema y otro.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 19 de julio de 2021.

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TENDREMOS QUE VOLVER AL PROGRAMA.

TENDREMOS QUE VOLVER AL PROGRAMA.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El compañero Jorge Zabalza, me envía este texto que comparto con Uds. y al que me permito hacer un breve comentario:

Tendremos que volver al futuro

Editorial de La Tizza

Jul 15 · 2021

Suenan otra vez las campanas por “el fin” del socialismo en Cuba. Salivaron seguro algunas bocas desde los balcones del imperio — y más allá o acá del mar que separa esta isla del resto del mundo — , y también desde algunas alcantarillas. Los que siguen leyendo a Cuba como si el Caribe fuera el Báltico comparten jubilosos en sus redes imágenes de Berlín o de Praga, en aquellos días de hundimiento. No saben que la Revolución cubana no se puede “desmerengar”, porque nunca ha sido de merengue. No porque no haya sido dulce, sino porque ha tenido también sus tragos amargos, que hasta ahora hemos sabido convertir en fuerza.

Los que salieron a protestar contra el Estado y el socialismo en Cuba eran pueblo. Podemos asegurar incluso que muchos pertenecen a esa parte del pueblo que más ha sufrido los efectos de la crisis que la pandemia, el bloqueo, las nuevas sanciones norteamericanas y la gestión desesperada e insuficiente de lo que podemos conseguir, en medio de tanta escasez y problemas acumulados, han provocado. Son también esa parte del pueblo que ha sido más desfavorecida con el inevitable aumento de la desigualdad social con que el avance de reformas de mercado ha lacerado y segmentado nuestra sociedad. Nos atrevemos a asegurar, incluso, que estas desigualdades múltiples, a veces invisibilizadas, pero siempre sentidas y tan lesivas a la justicia social, han producido una desconexión. Una desconexión entre aquellos que gritaban “Patria y Vida” en las calles, y el proyecto revolucionario. Y esa desconexión, que siempre deja como saldo cierto sentimiento de abandono, de orfandad política y económica, tarde o temprano se ha convertido en rencor y hasta en odio.

Si soslayamos esta complejidad, si pensamos simplemente que son “delincuentes” o “marginales”, si nos resistimos a entender los procesos de marginación y si no reconocemos las deudas con los más humildes hacia lo interno de nuestra sociedad nunca vamos a entender qué ocurrió ese domingo.

Este sector más marginado del pueblo — al menos en La Habana — fue activado por la agenda política de la contrarrevolución. Esta supo catalizar su malestar y proyectar su deseo como deseo capitalista. No es de extrañar que los que protestaban por “hambre” saquearan de las tiendas no solo comida, sino suntuosos artículos electrodomésticos, para satisfacer ansiedades largamente aplazadas de consumo, construir la vida que han aprendido a imaginar y desear sin ningún contrapeso efectivo de una cultura distinta emancipada.

Hubo espontaneidad y hubo efecto cascada y de contagio en los sucesos del 11 de julio, pero pensar que esta apareció “pura” es algo que solo verán aquellos para los que la verdad no importa.

Hubo espontaneidad, pero también hubo una operación política y de inteligencia, ejecutada por actores que sí comprenden perfectamente la agenda en juego.

¿Acaso a alguien le parece casual la repentina preocupación de varios influencers con respecto a Cuba? ¿Y la petición del alcalde de Miami? ¿La articulada campaña en las redes? ¿La simultaneidad de las acciones?

No obstante, hablar de golpe “blando” y guerra no convencional cómo únicas causas de esta revuelta reaccionaria es un error. Una perspectiva que se limite a ello colocaría al bloque de la Revolución en un (in)cómodo fatalismo: convierte estas tragedias en destinos inevitables. Además, puede inducir a creer que solo estamos en presencia de un problema de seguridad del Estado.

Si lo que ha ocurrido fuera solamente un problema de Estado — así con mayúsculas — , tendrían razón los que creen — o quieren hacer que otros crean — que el 11 de julio ocurrió un enfrentamiento entre el pueblo y el Estado.

Nada más falso.

El domingo no ocurrió un enfrentamiento entre el pueblo y el Estado como entelequias — aunque más de algún teórico gaste tinta en pretender demostrarlo — . El domingo ocurrió un enfrentamiento entre dos partes del pueblo, entre dos proyectos: una parte que ha sucumbido, que se ha rendido, a la agenda de los que siempre han pretendido precisamente rendirlos por hambre y necesidad, y que están dispuestos a renunciar a la soberanía y al socialismo porque entienden, o perciben, no solo que ya no tienen nada que perder sino que no les queda nada por ganar, y por otro lado, la parte del pueblo que no está dispuesta a renunciar ni al proyecto revolucionario que ha construido durante generaciones ni a la legalidad de la Constitución socialista por la que votaron democráticamente, ni de la sociedad emancipada que imaginan en su porvenir más allá del actual Estado heredero de la Revolución, y sus falencias. Los que crean que solo los militares, los dirigentes y los poseedores de MLC tienen razones para defender el socialismo, están muy equivocados. Millones de personas en Cuba hoy no están dispuestos a perder una sociedad de paz, un proyecto de justicia social, y una dignidad nacional que solo ha dado a este pueblo, a todos, una Revolución que no se agota en lo conquistado, sino que debe abrir nuevos caminos.

Algunos ideólogos de la restauración liberal proponen la conformación urgente de mesas de diálogo entre las fuerzas de la contrarrevolución y el bloque revolucionario — al que solo entienden como Estado — .

Quizás piensan esto como una oportunidad de hacerse de una rebanada del pastel en el contexto de una disputa abierta del espacio público. ¡Cómo se nota que sus balcones están muy lejos de las calles! En las calles reales, los manifestantes mostraron su falta total de voluntad de diálogo. Ahí se evidenció que su programa, que es exclusivamente la destrucción del socialismo, es irreconciliable con la profundización de toda la justicia social, y que embriagados por la euforia de disolución y destrucción eran incapaces de ver las sombras de una intervención en ciernes o su miseria probable en una Cuba totalmente devastada por el capitalismo. Esos manifestantes, a fin de cuentas, fueron agentes de un programa que no era suyo.

En los 2000, ante la desconexión y marginación producida por los años más duros de la crisis de los noventa, Fidel emprendió la Batalla de Ideas. En este proceso, luego desdeñado por algunos que no hablan más que de sus fallos y pierden por completo su sentido, miles de jóvenes que vivían en entornos marginados, como los que pueblan con sus rostros las fotos de este día 11, lograron estudiar o reinsertarse laboralmente.

Fue entonces que la universidad llegó a todas partes de veras, y no quedó reservada para el grupo selecto de los que aprueban unos exámenes y reciben un “permiso para estudiar”. Instructores de arte, trabajadores sociales y maestros se lanzaron a recobrar y reconstruir una cultura distinta, general, para todos: tareas con las que Fidel elevó la autoestima de los jóvenes, especialmente de los más desfavorecidos, y logró reconectarlos con el proyecto revolucionario.

Fidel regeneraba entonces parte del tejido social de esta Revolución que ha buscado ser de los humildes, por los humildes y para los humildes. Sin Batalla de Ideas, quizás, lo que vivimos el domingo hubiera ocurrido una década antes. En horas como estas, muchos revolucionarios hemos pensado en Fidel, y no solo por aquel episodio ya antológico de agosto de 1994, aunque también por ese. Hemos pensado en Fidel porque nadie como él sabía convertir los reveses, las múltiples derrotas, en nuevos caminos, en victorias. Si los revolucionarios cubanos, si los comunistas cubanos queremos vencer, no podemos dejar nuestras miradas fijas en lo que ha sido, o recorrer los viejos caminos.

Si queremos vencer tendremos que volver a Fidel; es decir, volver al futuro.

Mi comentario:

Comparto, excelente. Ahora si los comunistas no comprendemos en qué mundo hoy estamos parados, será difícil para con solo la voluntad de atender los problemas de las gentes resolverlo.

Cuando en 1924 Lenin fue derrotado, y durante un importante periodo histórico sus ideas fueron deformadas, la lucha por el socialismo como organización superior al capitalismo e inevitable luego de que este agotara sus posibilidades, se convirtió en la idea de que socialismo era propiedad estatizada.

El Che sabía que esto era así, pero confiaba que las luchas de los pueblos volverían a las ideas de los maestros, era su opción y se la jugó con la vida. Nosotros hoy sabemos que no alcanza es necesario el programa.

El problema es que hasta ahora los partidos comunistas han renunciado a enfrentar al stalinismo que perdura en su seno, y encarar el análisis de un programa para el mundo, como lo fue el Manifiesto Comunista en su momento.

Además el desafío actual nadie se lo hubiera imaginando. El capitalismo para su desarrollo, para poder usufructuar lo que hay de rentabilidad en el mundo actual ha tomado como centro del libre comercio mundial y de su propio desarrollo a China gobernada por el Partido comunista.

Por otro lado los viejos estados otrora imperialistas han asumido sobre la base una emisión monetaria sin ningún respaldo, volcándose hacia dentro tratar de activar su economía que ya a nivel mundial no resiste el libre comercio.

El mundo vive los prolegómenos de una gran crisis, es frente a ella que los comunistas deben reivindicar su programa, programa que tiene como herramientas fundamentales la moneda y los impuestos, ya no la estatización de la economía que en su momento pudo significar alivio a la presión económica sobre los pueblos.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 18 de julio de 2021.