[:es]Vale, es bueno, recordar.[:ca]D’acord, és bo, recordar.[:]

[:es]

Vale, es bueno, recordar.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

José Mujica y Tabaré Vázquez.Cuando se proyectan los presupuestos para salud, para la enseñanza, para la seguridad social, para la vivienda, para el cuidado del medio ambiente… en cada uno de los Estados en los que se divide el planeta, se percibe en perspectiva la magnitud de la crisis que vive la humanidad.

Estamos hablando de un mundo cuya economía tomada globalmente sigue creciendo y fracturándose en lo social, particularmente por el crecimiento del nuevo centro que para su desarrollo han tomado los conglomerados empresariales multinacionales sin apartarse un ápice de sus disputas por la tasa de ganancia (nos referimos a China). No podrían hacerlo, es su esencia, lo que Marx llamaba la realización de la plusvalía.

Pero el avance ideológico, el necesario debate para resolverla está estancado, o al menos no afloran las posibles salidas. Es bueno entonces recordar lo que escribíamos en setiembre del 2005, a pocos meses en el Uruguay del primer gobierno del Dr. Tabaré Vázquez, cuando uno de sus ministros, manifestaba su intención de renunciar:

¿El Pepe se va?

De Mujica a Grompone ¿cuántas leguas quedarán?

Nadie puede poner en duda la capacidad de Búsqueda y en particular de Danilo Arbilla (ex dirigente bancario –rimenber Lista 55) en poner los centros de por donde pasa el acontecer político, y con ello dar su mensaje ideológico. Así ocurrió en dictadura, así ocurre ahora en democracia.

Las notas tanto al Ministro José Mujica como al Ing. Juan Grompone, no vinculadas periodísticamente entre sí, tienen mucho que ver con lo que hoy está pasando en el país.

Dice Mujica: Ganó una concepción ideológica. Me está ganando Harvard, que es tan dogmática como Moscú. Más que Astori es el astorismo. Acá hay dogmatismo de derecha y dogmatismo de izquierda, hay dogmatismo en los dos lados.

¿Y en que ganó Harvard?, ¿en la propiedad de la tierra?, ¿en imponer las recetas de los organismos financieros internacionales?, Harvard ganó en el libre ingreso de mercaderías, incluso en el ingreso de productos competitivos con los nuestros o los de nuestra región. Esta es la batalla perdida por el Ministro que nos puede dejar sin su concurso.

Lo que nos tendría que explicar el Ministro es si esta batalla está emparentada con la otra, la de la propiedad de la tierra, la de la organización de toda la producción, porque el Uruguay tiene un millón de pobres, una dependencia cada vez mayor con el mercado mundial.

Nosotros estamos con el Ministro Mujica, en esta batalla, pero siempre y cuando nos lleve a la otra batalla, a la de la organización de la economía en beneficio de la gente, porque lo que él llama astorismo es el navegar con las coordenadas que hoy mandan en el mundo, con la prolijidad de un gobierno progresista sí, pero con coordenadas contradictorias con nuestros sueños.

Los ministros Astori y Mujica son necesarios en el gobierno, en tanto no podamos incidir en el cambio de esa realidad, pero alguien tiene que decir que otro mundo es posible. Y eso es lo que no se está haciendo. Con el agravante de que los cambios por los que se brega toda la vida solo son posibles en los momentos más cruciales de las crisis, y ello requiere una apertura de cabeza que hoy existe muy limitadamente.

El gobierno camina a pasos acelerados a una diferenciación social cada vez más pronunciada, ese es el resultado de las recetas que hoy increíblemente también intranquilizan a Harvard, el plan de emergencia social, necesario e insuficiente no remedia esta tendencia de la economía, es una tendencia empresarial que predomina inexorablemente en el mundo.

Empresas con cargos gerenciales muy bien remunerados y una masa inestable de asalariados cuanto más tercerizados e informales mejor para esta política. Esto no quiere decir que también a nivel gerencial no se tercerice (las asesorías famosas), Mujica da la batalla con un sector muy importante y muy golpeado, pero muy pequeño en su tamaño económico frente a la realidad empresarial actual.

Por otro lado Grompone confronta con el planteo del Cr. Enrique Iglesias que ató el crecimiento económico de Uruguay a la posibilidad de que aproveche sus recursos naturales, ante las enormes posibilidades que genera el mercado asiático. Dijo Iglesias, que el país tiene una especial dotación de recursos naturales sobre todo aquellos que provienen de la base agraria. Grompone por el contrario llamó el dilema básico para el futuro uruguayo: la agropecuaria o la tecnología.

El Ministro Mujica habla a nombre de su gente que tiene que perdurar en una realidad económica adversa, más allá de las previsiones hechas a medida de las grandilocuentes conferencias internacionales del Cr. Enrique Iglesias. El ministro siente a la gente que va quedando a la vera del camino.

Grompone habla en nombre de los jóvenes que quieren abrirse paso, y augura un mundo tecnológico irrebatible desde el punto de vista pragmático de lo que está sucediendo hoy en el mundo. Pero es un terreno para pocos que se destaquen y sean reconocidos por las multinacionales o los contratistas de las multinacionales, es un mundo para pocos, para los pocos que puedan acceder a la accesocracia.

El tema es que necesitamos de Mujica, de Astori, de Iglesias y de Grompone entre otros, para romper el círculo vicioso a donde nos conduce el capitalismo actual. Y la realidad es tan cruda que no admite bolazos.

Mujica sabe que no puede delinearse en el país una política distinta a la diseñada por Astori y su equipo, más allá de errores de concepto en aspectos si se quiere menores aun cuando en su momento puedan tener graves consecuencias como por ejemplo la política con la Dirección General Impositiva, donde se privilegió la remuneración elitista por sobre la necesidad de instrumentos de la sociedad como la bancarización.

Pero frente a ello se nos podrá decir que no era correcto crear otro frente en las negociaciones con el Fondo.

Nosotros pensamos por el contrario que hay que ir preparando las condiciones políticas para dirigir los dardos hacia el conjunto de la política económica universal.

Fracasos como los del Mercosur eran totalmente previsibles en la medida que los organismos internacionales presionan de mil maneras para que no se produzcan avances como el de la comunidad económica europea. Y hablar de Mercosur sin un sistema impositivo común y una moneda común es no hablar.

Pero tal vez lo más grave es que unos y otros piensan en un sistema capitalista sin grandes convulsiones, y nosotros por el contrario vaticinamos una crisis superior a la 1929, y para la cual hay que preparar medidas de transición.

Aterra la pasividad del gobierno y de las fuerzas políticas ante el derrumbe monetario, y que no salgan de las expresiones de atraso cambiario o su reverso la inflación en dólares. Yo no les pido que se acuerden de Marx, sería demasiado pero por lo menos que alguien se preocupe por las opiniones de Keynes al finalizar la segunda guerra mundial de que era necesaria una única moneda universal.

Es muy posible que una vez desatada la crisis, el tema este en debate.

Para hacer lo que plantea Mujica, o para hacer lo que plantea Grompone, los reparos de Astori necesariamente van a ser los recursos. Y los recursos provienen de los impuestos, en una realidad de un millón de pobres y del 40% de informalismo. ¿Pero es que Uruguay puede cambiar su sistema impositivo, sin que el tema este debatido en el centro mismo del sistema económico mundial?. Jeremy Rifkin dice que el capitalismo es cada vez más un juego para pocos, Stiglitz analiza como las capas superiores del capitalismo, sus cuerpos gerenciales se van comiendo a las capas inferiores, pero todos son contestes en que es necesario un cambio.

Jueves, 28 de setiembre de 2005.

Mi comentario.

Jorge Aniceto Molinari.Han transcurrido 12 años, y más allá de los ajustes y desajustes que impone el tiempo, hoy podríamos escribir prácticamente lo mismo, salvo que hemos pasado por la Presidencia de José Mujica y de su discurso en la ONU, que como en el film de Marcelo Mastroiani: de eso no se habla.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Sábado, 25 de noviembre de 2017.

[:ca]

D’acord, és bo, recordar.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

José Mujica i Tabaré Vázquez.Quan es projecten els pressupostos per salut, per a l’ensenyament, per a la seguretat social, per a l’habitatge, per a la cura del medi ambient… en cadascun dels estats en què es divideix el planeta, es percep en perspectiva la magnitud de la crisi que viu la humanitat.

Estem parlant d’un món amb una economia presa globalment que segueix creixent i es fractura en allò social, particularment pel creixement del nou centre que per a desenvolupar han pres els conglomerats empresarials multinacionals sense apartar-se una mica de les seves disputes per la taxa de guany (ens referim a la Xina). No podrien fer-ho, és la seva essència, el que Marx anomenava la realització de la plusvàlua.

Però l’avenç ideològic, el necessari debat per resoldre-la està estancat, o almenys no afloren les possibles sortides. És bo llavors recordar allò que escrivíem al setembre del 2005, a pocs mesos en l’Uruguai del primer govern del Dr. Tabaré Vázquez, quan un dels seus ministres, manifestava la seva intenció de renunciar:

El Pepe se’n va?

De Mujica a Grompone quantes llegües quedaran?

Ningú no pot posar en dubte la capacitat de Recerca i en particular de Danilo Arbilla (exdirigent bancari -rimenber Llista 55) a posar els centres de per on passa l’esdevenir polític, i amb això donar el seu missatge ideològic. Així va passar en la dictadura, així passa ara en democràcia.

Les notes tant al ministre José Mujica com a l’Ing. Joan Grompone, no vinculades periodísticament entre si, tenen molt a veure amb allò que avui està passant al país.

Diu Mujica: Va guanyar una concepció ideològica. M’està guanyant Harvard, que és tan dogmàtica com Moscou. Més que Astori és l’astorisme. Aquí hi ha dogmatisme de dreta i dogmatisme d’esquerra, hi ha dogmatisme en els dos costats.

¿I en què va guanyar Harvard?, en la propietat de la terra?, en imposar les receptes dels organismes financers internacionals?, Harvard va guanyar en el lliure ingrés de mercaderies, fins i tot en l’ingrés de productes competitius amb els nostres o els de la nostra regió. Aquesta és la batalla perduda pel Ministre que ens pot deixar sense el seu concurs.

Allò que ens hauria d’explicar el ministre és si aquesta batalla està emparentada amb l’altra, la de la propietat de la terra, la de l’organització de tota la producció, perquè l’Uruguai té un milió de pobres, una dependència cada cop més gran amb el mercat mundial.

Nosaltres estem amb el ministre Mujica, en aquesta batalla, però sempre que ens porti a l’altra batalla, a la de l’organització de l’economia en benefici de la gent, perquè el que ell anomena astorisme és el navegar amb les coordenades que avui manen al món, amb la prolixitat d’un govern progressista sí, però amb coordenades contradictòries amb els nostres somnis.

Els ministres Astori i Mujica són necessaris en el govern, fins que no puguem incidir en el canvi d’aquesta realitat, però algú ha de dir que un altre món és possible. I això és el que no s’està fent. Amb l’agreujant que els canvis pels quals es brega tota la vida només són possibles en els moments més crucials de les crisis, i això requereix una obertura de cap que avui existeix molt limitadament.

El govern camina a passos accelerats cap a una diferenciació social cada cop més pronunciada, aquest és el resultat de les receptes que avui increïblement també intranquil·litzen a Harvard, el pla d’emergència social, necessari i insuficient no posa remei aquesta tendència de l’economia, és una tendència empresarial que predomina inexorablement al món.

Empreses amb càrrecs gerencials molt ben remunerats i una massa inestable d’assalariats com més terceritzats i informals millor per aquesta política. Això no vol dir que també a nivell gerencial no terceritzi (les assessories famoses), Mujica dóna la batalla amb un sector molt important i molt copejat, però molt petit en la seva grandària econòmic enfront de la realitat empresarial actual.

D’altra banda Grompone confronta amb el plantejament del Cr. Enrique Iglesias que va lligar el creixement econòmic d’Uruguai a la possibilitat que aprofiti els seus recursos naturals, davant les enormes possibilitats que genera el mercat asiàtic. Va dir Iglesias, que el país té una especial dotació de recursos naturals sobretot aquells que provenen de la base agrària. Grompone per contra va cridar el dilema bàsic per al futur uruguaià: l’agropecuària o la tecnologia.

El ministre Mujica parla en nom de la seva gent que ha de perdurar en una realitat econòmica adversa, més enllà de les previsions fetes a mida de les grandiloqüents conferències internacionals del Cr. Enrique Iglesias. El ministre sent a la gent que va quedant a la vora del camí.

Grompone parla en nom dels joves que volen obrir-se pas, i augura un món tecnològic irrebatible des del punt de vista pragmàtic del que està succeint avui al món. Però és un terreny per pocs que es destaquin i siguin reconeguts per les multinacionals o els contractistes de les multinacionals, és un món per a pocs, per als pocs que puguin accedir a la accesocràcia.

El tema és que necessitem de Mujica, d’Astori, d’Iglesias i de Grompone entre d’altres, per trencar el cercle viciós a on ens condueix el capitalisme actual. I la realitat és tan crua que no admet tonteries.

Mujica sap que no pot dissenyar al país una política diferent de la dissenyada per Astori i el seu equip, més enllà d’errades de concepte en aspectes si es vol menors tot i que en el seu moment puguin tenir greus conseqüències com ara la política amb la Direcció general Impositiva, on es va privilegiar la remuneració elitista per sobre la necessitat d’instruments de la societat com la bancarització.

Però enfront d’això se’ns podrà dir que no era correcte crear un altre front en les negociacions amb el Fons.

Nosaltres pensem per contra que cal anar preparant les condicions polítiques per dirigir els dards cap al conjunt de la política econòmica universal.

Fracassos com els del Mercosur eren totalment previsibles en la mesura que els organismes internacionals pressionen de mil maneres perquè no es produeixin avenços com el de la Comunitat Econòmica Europea. I parlar de Mercosur sense un sistema impositiu comú i una moneda comuna és no parlar.

Però potser allò més greu és que uns i altres pensen en un sistema capitalista sense grans convulsions, i nosaltres per contra vaticinem una crisi superior a la de 1929, i per a la qual cal preparar mesures de transició.

Aterra la passivitat del govern i de les forces polítiques davant l’ensorrament monetari, i que no surtin de les expressions d’endarreriment canviari o el seu revers la inflació en dòlars. Jo no els demano que es recordin de Marx, seria massa però almenys que algú es preocupi per les opinions de Keynes al final de la segona guerra mundial que era necessària una única moneda universal.

És molt possible que un cop deslliurada la crisi, el tema aquest es debateixi.

Per fer allò que planteja Mujica, o per fer allò que planteja Grompone, les objeccions d’Astori necessàriament seran els recursos. I els recursos provenen dels impostos, en una realitat d’un milió de pobres i el 40% de mercat negre. ¿Però és que Uruguai pot canviar el seu sistema impositiu, sense que el tema aquest sigui debatut en el centre mateix del sistema econòmic mundial?. Jeremy Rifkin diu que el capitalisme és cada cop més un joc per a pocs, Stiglitz analitza com les capes superiors del capitalisme, els seus cossos gerencials es van menjant a les capes inferiors, però tots són contestacions en que cal un canvi.

Dijous, 28 de setembre del 2005.

El meu comentari.

Jorge Aniceto Molinari.Han transcorregut 12 anys, i més enllà dels ajustos i desajustos que imposa el temps, avui podríem escriure pràcticament el mateix, llevat que hem passat per la Presidència de José Mujica i del seu discurs a l’ONU, que com en el film de Marcelo Mastroiani: d’això no se’n parla.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Dissabte, 25 novembre de 2017.

[:]