[:es]Analisis autocrítico, ya, ahora.[:]

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Analisis autocrítico, ya, ahora.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Algo para analizar hasta tanto se comience el análisis autocrítico en todos los organismos de toda esta etapa y de nosotros mismos como actores privilegiados de los hechos.

Nuestra definición es la de que pertenecemos al pueblo trabajador, al que se gana su sustento con el trabajo.

Para defender sus derechos, sus libertades, necesitamos construir sindicato y partido desde donde conducir esa defensa.

Así lo predicó y lo llevaron a la práctica los grandes maestros de la izquierda que dejaron escritos valiosos textos relatando sus experiencias.

Si bien las experiencias tienen valor universal cada pueblo ha hecho su propia valiosa experiencia.

Las revoluciones han sido jalones de triunfos y derrotas, pero como dice Batlle con referencia a la revolución rusa, esta incorporó a miles y miles de seres humanos a derechos tan elementales como la salud y la educación.

Por supuesto que los niveles han sido distintos y las experiencias de los pueblos también, construir Partido y Sindicato nunca fue fácil, la derecha además siempre trató de pudrir esos instrumentos.

El capitalismo supo a través de su desarrollo ahora en su etapa final, como conceder para poder ampliar su base.

El aparato del Estado fue y es uno de sus instrumentos favoritos. La izquierda en su inmadurez y a la vez en su crisis una vez obtiene cargos por la vía democrática rápidamente hace que el centro de la política pase del Partido o de los instrumentos políticos a los instrumentos burocráticos del Estado.

Lo hizo Tabaré, lo hizo Mujica, lo hicieron los intendentes en cada uno de los departamentos. La política era cosa de los elegidos burocráticamente para desempeñar la tarea, no del debate y el análisis de las bases «que no están preparadas para ello», la política es cosa de gente savia, no de gente sin preparación que lo que si debe hacer es juntar votos nos dicen.

Y de Lenin peleando cada una de sus ideas en medio de la gente, pasamos a Stalin y sus crímenes.

Y de Seregni analizando cada uno de los planteos de las fuerzas que integraron el Frente al gabinete de Vázquez decidiendo una política económica sin explicarla a nadie que no fuera de su entorno. Así se decidió que se mantuvieran los impuestos al consumo, y los impuestos a los sueldos, y las pensiones. No digo que se pudiera hacer otra cosa, estamos donde estamos en un sistema capitalista que abarca en su crisis a todo el planeta. Lo que digo es que no se intentó la menor explicación. Lo mismo pasó con la baja de los aportes patronales a la seguridad social –e insisto tiene una explicación– pero a la gente se le trató como ignorantes y nunca se dio una explicación sana y profunda del tema.

Es cierto también se acordó el plan Ceibal que no estaba en ningún punto programático y que fue un enorme acierto, como lo fue la reforma de la salud, aunque omitió analizar quien era cada quien en este negocio de la medicina y los medicamentos.

Luego llegó Mujica, que siempre se las supo todas, y la derecha lo trabajó en el mundo. Se le acercaron Popes del capitalismo luego de su discurso en la ONU, donde habló de moneda única y de impuesto a las transacciones financieras. Seguramente le ofrecieron de todo si dejaba de lado esas ideas juveniles inaplicables si de capitalismo hablamos.

Y de ahí pasamos a Aratirí, al puerto de aguas profundas y a la regasificadora. Algún apreciado compañero llegó a decirme: «tenemos gobierno del Frente Amplio por 50 años». No le pude explicar que la cotización del hierro en el mundo no la fija el Frente Amplio, como tampoco el valor de la celulosa –ver el análisis que del tema ha hecho el Ing. Grompone–. Eso no quiere decir que el Uruguay podía mantenerse al margen de lo que es hoy el mercado mundial que es el que ha impulsado en el agro uruguayo todo el desarrollo que hace también que sea cada vez menos viables emprendimientos que no tengan el espacio económico necesario.

Había criticado en «Pepe Coloquios» que el Partido Socialista actuaba como una secta y siempre ponía sus propios candidatos por encima del interés colectivo, para llegar a hacer lo mismo con su MPP. Y de aquel planteo en la ONU (Septiembre del 2013) pasamos a la renta básica universal –idea para nada descartable– pero financiada con los impuestos al consumo, los salarios y las pensiones.

Su objetivo construir un nuevo centro político y sindical y así nos está yendo.

Compañeros hay que retornar a los maestros, hay que retornar a Seregni, y a la construcción de dirección política y sindical unificada, aunque ello como en el 70-71 tenga sus dificultades y sus costos. Nadie puede quedar afuera, pero se exige una humildad y una paciencia como la que tuvieron aquellos grandes conductores.

Nuestra estrategia es sencilla y fácil de comprender. Vamos a debatir todo, como aconteció siempre en los grandes procesos revolucionarios. Vamos a definir donde estamos parados, en medio de un capitalismo cuya predominancia ha venido cerrando su ciclo histórico y tenemos claro que la misma debe morir en paz en un mundo donde la guerra es un negocio que equilibra los presupuestos de importantes complejos empresariales multinacionales que ejercen en la predominancia capitalista el gobierno del mundo.

A quienes nos hablan de democracia y de distintos modelos. Nosotros vamos a argumentar que la democracia esencial es la económica y que a partir de ella rigen las otras y que esta batalla se da en el marco de la lucha de clases en el que es necesario afirmar la independencia de clase en los sindicatos y los partidos.

Que el capitalismo de Estado pudo ser una variable en medio del desarrollo y crecimiento del capitalismo pero que hoy esa etapa está cerrada. El stalinismo no fue comunismo fue afirmarse en las conquistas de octubre para hacer del Estado un régimen de dictadura de la burocracia.

Que el modo de producción capitalista fue revolucionario y significó un enorme avance de la humanidad pero hoy su ciclo se está cerrando y lo que hablaba Keynes de la eutanasia del rentista hoy es una necesidad. Hoy ya comienzan a ser antagónicos conceptos como rentabilidad y eficiencia, en tanto la rentabilidad se obtiene extremando al máximo todas las lacras de la sociedad humana.

Que la necesaria muerte en paz de la predominancia del capitalismo no significa la desaparición de este modo de producción sino que la humanidad debe encontrar formas de gobernanza democrática de todo el aparato productivo atendiendo y desarrollando las necesidades humanas.

Que la crisis no es de la humanidad sino del capitalismo como sistema predominante. Que superada esta etapa los medios para un desarrollo formidable ya están dados.

Argentina:

Me ha costado, me cuesta, pero es necesario hablar de Argentina, de su crisis, de su gente, que quiero y admiro y que son nuestros hermanos en todo, desde el futbol, el tango, la historia, que sus avatares políticos nos golpean. No es casual el hecho de que los fascistas del plan Cóndor utilizaran su territorio para accionar contra los dos pueblos conjuntamente.

Argentina siempre preocupó a los líderes del imperialismo en el mundo, recordemos lo que pensaba Churchill sobre Perón, con un razonamiento donde estaba excluida toda posibilidad de desarrollo humano del gran pueblo argentino.

El problema es que hoy Argentina está en medio de una crisis que ya no tiene las “salidas clásicas”; no es posible volcarse hacia dentro y reconstruir el capitalismo como proponía la Vicepresidente la Dra. Cristina Fernández –ella hablaba del ejemplo Trump–, pero tampoco es posible estatizar la economía porque además su espacio económico aunque lo hicieran impecablemente –que tampoco es posible– está largamente superado por los que son los espacios económicos donde planifican los complejos empresariales multinacionales que gobiernan el mundo.

Donde pasó Macri ya no crece la hierba. Argentina necesita reconstruirse con la economía mundial y para ello necesita plantearle al mundo revolucionar la conducción económica del mundo tomando organismos como el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional, para hacer que cese ya la joda de las monedas contra los pueblos, hay que ir ya a una moneda única y universal –no importa su nombre, importa el concepto– y a un sistema impositivo basado en la circulación del dinero, haciendo no válida toda transacción que no esté debidamente registrada donde la sociedad democráticamente lo decida.

De ahí deben surgir los recursos para realizar las inversiones necesarias para que los pueblos satisfagan sus necesidades y planifiquen su desarrollo futuro.

Para hacerlo se necesita juntar voluntades políticas y Argentina tiene autoridad ante el mundo para hacerlo, comienzo requieren las cosas.

La pandemia agudiza la crisis, pero también obliga a que debatamos salidas porque como dice la canción española: no hay salvación sino es con todos.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 29 de Septiembre de 2020.

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[:es]Peñarol.[:]

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Peñarol.

Salud carboneros feliz aniversario. Hace 129 años los ingleses del ferrocarril central fundaban en Uruguay el Central Uruguay Railway Cricket Club –CURCC– con el objetivo de que sus directivos tuvieran en el cricket un deporte para sus momentos de recreo. Junto con el cricket trajeron un deporte que estaba en auge y que rápidamente prendió en directivos y trabajadores del ferrocarril: el football. Situación que hizo con los años que ante un balance no promisorio de la empresa se decretará que sus directivos no podían participar del club que ahora mayoritariamente practicaba el nuevo deporte.

Esto provocó que se fundara Peñarol como continuidad del CURCC en 1913, lo que hace se discuta el decanato del fútbol uruguayo que en realidad pertenece al club Albión.

Lo que es real es que Peñarol fue la primer gran nacionalización en el deporte uruguayo y que en 1928 se incorpora a las grandes justas internacionales que el país había comenzado a principios de siglo y rubricara con la obtención olímpica de 1924 y la gira de Nacional por Europa en 1925.

Jorge Aniceto Molinari.
Lunes, 28 de Septiembre de 2020.

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[:es]El Presidente en la Facultad de Medicina.[:]

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El Presidente en la Facultad de Medicina.

Lo que está haciendo el Presidente Luis Lacalle Pou no es sencillo. Encara un tema crítico en el mundo como la pandemia del coronavirus respaldado por el accionar de prestigiosos científicos, y una base que tiene el país que nos viene desde los tiempos de don José Batlle y Ordoñez y que los últimos gobiernos habían reforzado.

Pero la otra pandemia, la de la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista en el mundo no la encara de la misma manera, si usufructuando la falta de respuesta programática de todo el espectro político nacional e internacional.

Ayer en la Facultad de Medicina cuando lo encaran sobre el presupuesto de la Universidad y el Hospital de Clínicas responde: «pero este no es un problema de ahora».

La respuesta si no fuera en el marco de las restricciones a los presupuestos aludidos sería totalmente válida.

Pero hay restricciones apostando a que la actividad agropecuaria reactive el país en los años próximos. Y ello es suicida para la mayoría de la gente, salvo para una pequeña minoría asociada al sector financiero en el campo.

El desafío para el Presidente si es consciente de ello es convocar de la misma manera que se ha hecho con el covid19 a los científicos a debatir el tema.

Claro que no es fácil la izquierda está paralizada en su elaboración programática, fenómeno que no es solo nuestro sino universal donde el capitalismo solo crece en aquellas regiones comandas por China y su entorno liderando el libre comercio y además siguiendo las orientaciones del Partido Comunista de aquellas regiones que nuestra izquierda hace como que no existiera.

Es muy bueno que se reclame, que el Presidente sea receptivo, pero es necesario parar la pelota como se dice en el fútbol y buscar abrir los espacios del razano miento colectivo.

No podernos seguir los pueblos del mundo con monedas que sean variable de ajuste en los ingresos de los trabajadores y con impuestos sobre el consumo, los sueldos y las pensiones. Además ahora haciendo economías en presupuestos que son vitales para el país.

El Uruguay no lo puede cambiar solo, como se demostró claramente durante los gobiernos progresistas, tampoco puede avanzar estatizando la economía, es necesario abrir el debate en el Uruguay y en el mundo sabiendo que en la democracia existen condiciones para hacerlo.

Jorge Aniceto Molinari.
Sábado, 26 de Septiembre de 2020.

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[:es]La paz en Oriente Medio.[:]

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La paz en Oriente Medio.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Carta de Roberto Savio1 a sus amigos sobre la paz en Oriente Medio a la que agrego mi opinión.

22 de Septiembre de 2020.

Crear un Estado palestino sigue siendo una quimera.

Después de la caída del Imperio Otomano al finalizar la I Guerra Mundial, Gran Bretaña fue mandatada por la Liga de Naciones para administrar Palestina. La gestión de Londres fue poco eficaz, en parte, por las promesas contradictorias que hicieron a los árabes, a los sionistas y a Francia, la otra potencia colonial con la cual dividió la zona.

Pero el conflicto es mucho más antiguo. Ya se han cumplido 30 siglos desde los primeros enfrentamientos entre filisteos y hebreos y el acuerdo de paz impulsado por el presidente estadounidense Donald Trump entre Israel y dos pequeñas dictaduras monárquicas arcaicas del golfo no será ciertamente la solución para la rivalidad milenaria.

Los filisteos se establecieron en esa zona alrededor del año 1200 a.c. A finales del siglo XI a.c, los israelitas lograron expulsarlos de gran parte de su territorio, pero siguieron siendo independientes en la franja costera. Y, a pesar de que nunca dominaron por completo todo el área, el nombre del gentilicio procede precisamente, de la palabra peleset (filisteo) y el territorio Filasṭin, Falasṭn o Filisṭin (Palestina).

Tres mil años más tarde, el conflicto parece no tener arreglo. Los Israelíes nunca han aceptado la existencia de un Estado palestino.

Por su parte, los dirigentes palestinos viven utilizando una retórica imposible, que los ha llevado a perder muchas ocasiones. La corrupción de los cuales se les acusa, es cierta, pero Israel tiene una historia bastante negra.

Los sultanes y jeques árabes son personas con mentalidad de la edad media, que lo único que les importa es el fanatismo religioso y el dinero. Trump le gusta, porque de alguna manera se les parece. Los israelíes han sabido aprovechar todo esto, y eliminar la posibilidad de un Estado palestino.

Resultado: los palestinos van a tener que vivir bajo el control israelita. Van a ser ciudadanos de segunda clase, y la composición de Israel va a cambiar ya que los ultra ortodoxos haredin, tienen una tasa de crecimiento más alta de los árabes y de los demás judíos.

Los árabes son el 20% de la población, mientras los haredin ya constituyen el 12% de la población. Al momento de la creación del Estado de Israel, eran solo el 0.2%. Son clanes medievales, que viven en un mundo especial. Por ejemplo, han logrado el derecho de no ir a la escuela, ya que sólo estudian las escrituras sagradas. No hacen el servicio militar y por derecho no trabajan, básicamente los mantiene el Estado.

Benjamín Netanyahu sobrevive gracias a los partidos ultra ortodoxos. El futuro de Israel no es un futuro de paz. Es un país que se va a derechizar siempre más, que va a tener que continuar usando la fuerza contra los palestinos, que van a convertirse exclusivamente un problema interno, ya que serán abandonado por los demás árabes. Van a vivir en condiciones económicas y sociales atroces, y vamos a presenciar como Israel va adoptando cada vez más el camino del apartheid.

Estas victorias cortas de Netanyahu, presagian un futuro negro. He visitado demasiadas veces la región como para tener un pronóstico positivo. En todo esto  Trump impulsa alianzas con los fundamentalistas religiosos sunitas liderados por Arabia Saudita, unidos en contra de los chiitas, liderados por Irán.

Irán, la antigua civilización persa, es mucho más tolerante que los sunitas. El problema es que ha sido capturada por un grupo de fanáticos, que aprovecharon de la impopularidad del Sah, Mohammad Reza Pahlaví, para tomar el poder en 1979. No son populares, pero se mantienen.

Cabe recordar que el régimen teocrático se instaló con la decisiva ayuda de Occidente.

El Ayatolá Ruhollah Jomeini volvió de su exilio en Francia a Irán en un avión puesto a disposición por el gobierno conservador del presidente galo Valéry Giscard d’Estaing. Irán hace parte de los errores de lectura de la realidad de Estados Unidos, cuya política exterior es siempre de corto plazo.

Desencadenar una escalada para sacar el Sah, utilizando el clero, creó un régimen que finalmente se invirtió contra ellos, cosa que Reza Pahlaví nunca hubiera hecho. Es el mismo error cometido en Afganistán, cuando financiaron un movimiento en contra de la ocupación rusa, creando fenómenos como Bin Laden, que terminaron en un camino opuesto.

Dicho sea de paso, es el mismo error que hizo Israel cuando apoyó al comienzo a Al Fatah, para debilitar a la Organización para la Liberación de Palestina (OLP) de Yasir Arafat.

Los mullah no son nada populares, pero se mantienen, por el apoyo de los campesinos y un fuerte aparato represivo. Sin duda en algún momento los sacarán en una crisis interna sangrienta, e Irán volverá a su normalidad.

A este respecto, deseo subrayar tres asuntos: a) Irán tiene universidades de altísimo nivel, un gran cine, una excelente arquitectura, una buena categoría científica: todas realidades desconocidas en el mundo sunita. b) En Teherán hay sinagogas e iglesias, cosa inexistente en el mundo sunita. c) En todos los atentados terroristas ocurridos en Europa y Estados Unidos, no hay un solo terrorista chiita. Y tengamos en cuenta que Irán sufre sanciones hace 40 años.

Moraleja: el desastre político del Medio Oriente es un desastre de gobernabilidad, en el cual el Occidente y Trump tienen muchas responsabilidades. Y también los europeos, que instalaron a los reyes, príncipes, emires y jeques cuando se repartieron el imperio otomano.

Y Trump, con su yerno, que a pesar de ser judío, sabe razonar en términos árabes, al fortalecer el mundo de los petrodólares y del pensamiento medieval.

En todo este panorama, los palestinos continúan como un pueblo sin patria y sin nacionalidad, y los israelíes tienen la respuesta preparada: no aceptan el plan de paz, y no tienen dirigentes que quieran la paz.

Sin embargo, persistir en mantener a millones de personas resentidas y en la pobreza no es una receta inteligente. Y es evidente que el nivel intelectual y artístico del pueblo israelita poco tiene que ver con esta fórmula.

Por lo tanto, caer en esta trampa sólo se explica por el esfuerzo de Netanyahu de mantenerse en el poder, a cualquier precio, vendiendo su alma a la ultra derecha, con una izquierda que se ha convertido en una fuerza simbólica…

Mi opinión:

Los elementos que aporta Roberto Savio son razonables, pero corresponden a una etapa del desarrollo de la economía mundial en que se razonaba en función de la construcción de Estados. Se buscaba la correspondencia entre nacionalidad y Estado.

No renegamos de ello pero si busquemos entender en medio de una crisis irreversible acentuada por la pandemia de la predominancia del modo de producción capitalista.

Como defender una nacionalidad o nacionalidades en medio de esta crisis sin poder afirmar la viabilidad de la empresa que es en definitiva el Estado.

Sería un crimen imperdonable tratar de borrar de la faz de la tierra una cualquiera de las nacionalidades –se trata de un crimen fascista– pero en la actual estructura del capitalismo a ello se llega por la inviabilidad empresarial del Estado. Y a ello apunta lo más regresivo del planeta con la contra partida de que tampoco pueden abrir una perspectiva propia de largo alcance.

¿Entonces? Es un desafío para la revolución que proponemos tome el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial cambiando radicalmente su orientación económica en el mundo con dos herramientas básicas: la moneda única y universal, y el sistema impositivo basado en la circulación del dinero dando muerte a los paraísos fiscales.

Palestina necesita inversiones y eso ya no lo va a hacer con rentabilidad el modo de producción capitalista. Lo tienen que hacer con eficiencia y con formas de administración participativa estos organismos revolucionados construyendo sociedad en todos los lugares que sea necesario.

No lo más grave es que no se está haciendo y si se puede hacer ya.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 23 de Septiembre de 2020.


Nota:

1 Presidente de Other News, el ítalo-argentino Roberto Savio es economista, periodista, experto en comunicación, comentarista político, activista por la justicia social y climática y defensor de una gobernanza global anti neoliberal. Director de relaciones internacionales del Centro Europeo para la Paz y el Desarrollo. Cofundador, en 1964, y actual Presidente Emérito de la agencia de noticias Inter Press Service (IPS), que dirigió durante más de cuatro décadas.

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[:es]Mi desafío.[:]

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Mi desafío.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Corría diciembre de 1958, mi primer año de universitario –Facultad de Ciencias Económicas– lo había dedicado en gran parte a la militancia en la Federación de Estudiantes del Interior (FEI), recorriendo el interior del país en la defensa del proyecto de lo que luego sería la ley orgánica de la Universidad.

Hace muy poco tiempo atrás recuperamos el audio del acto que se realizó en Paysandú luego de levantada la ocupación del Liceo Departamental, hoy Nº 1, en que hablamos obreros, estudiantes, profesores y padres de alumnos el 9 de octubre de 1958.

No es excusa pero mi año universitario no había sido bueno y opté por dar aquellas materias que me parecían más accesibles aún en la insuficiencia de la preparación y en uno de los casos en concreto, ante la exigencia de un catedrático, el profesor Israel Wonsever, apegado a los textos.

La suerte estuvo de mi lado y el 13 de Diciembre (puede ser que la fecha no sea del todo exacta) me presenté ante la mesa examinadora integrada por el catedrático, acompañado por los profesores contadores Enrique Iglesias y Luis Faropa.

En el momento de ser convocado es llamado el Contador Faropa que debe retirarse, como era costumbre la mesa igual funcionaba comenzando a interrogarme el Contador Iglesias.

Por supuesto que no recuerdo los temas, si que ante una pregunta del profesor, contesté diciendo cual era mi opinión, lo que entusiasmó al Contador Iglesias que empezó a pasearme con preguntas sobre el conjunto del programa del año y yo respondiendo con opiniones, era algo insólito, creo sin exagerar que el diálogo debe haber durado casi 45 minutos. Cuando pasé al Contador Wonsever este se limitaba no a mis opiniones sino a que decían los autores analizados, en el año, en sus textos. No le conteste ni una pregunta, y en menos de 5 minutos terminó el examen.

El debate sobre mi examen me resultó interminable pues no entendía que se prolongara siendo mi desempeño con el profesor de la cátedra paupérrimo.

Al final se paró el Contador Enrique Iglesias y carnet en mano me dice: «Molinari el examen conmigo fue brillante, Ud. conoce la materia pero no le contestó ni una al catedrático por lo que el proponía una tercera pregunta pero como no estaba el Profesor Faropa no nos poníamos de acuerdo sobre quien hacía esa tercera pregunta, al final accedió a aprobarlo sin nota. Ahora por favor la próxima vez además estúdiele algo al Catedrático».

¿Por qué esta introducción?: para explicar que cuando llegué Marx no fue por razones universitarias sino por un deseo de entender que mierda estaba pasando en la realidad.

No fue fácil porque luego de tener una formación familiar en mi infancia valorando la obra de don José Batlle y Ordoñez, pasando por el anarquismo fui llegando a las ideas de Trotsky y particularmente a su programa de «transición» (1938) y particularmente a las ideas de Posadas que me ayudaron a comprender muchas cosas y a la vez a estar en una gran confusión con su afirmación de que «la guerra era inevitable». Era la concepción largamente refutada por Lenin en los trabajos de Trotsky y de Bujarin. Lo de Stalin («Cuestiones del leninismo») fue el uso de los trabajos de Bujarin, y no un desarrollo propio, para luego asesinarlo.

Durante todos esos años valorábamos a Lenin, pero decíamos que estaba equivocado con la NEP (Nueva economía política) y que el camino era construir economías estatizadas.

Finalizadas las elecciones de 1971, decidí tomarme un tiempo de reflexión, había trabajado intensamente desde el POR (trotkista) en la formación del Frente Amplio como antes lo había hecho desde AEBU (sindicato bancario) en pro de la conformación de una central única de trabajadores, con que se llegó a la conformación de la CNT, pero necesitaba entender que era lo que pasaba en el mundo y como parte de él en el Uruguay.

Lenin era para mí una gran incógnita y para nada aceptaba que lo de Stalin fuera su continuidad, sino más bien una traición y si se le reivindicaba como a Cristo, era para hacer lo contrario de lo que era su prédica.

Tenía además los trabajos del Doctor Carlos Quijano, que orientaba sobre la formidable lucha de Lenin por incorporar a la Unión Soviética al marco universal del desarrollo de la economía. Era además notable su comprensión del fenómeno de la revolución cubana teniendo que estatizar empujada por la acción canalla del entonces imperialismo norteamericano –hoy gendarme de las multinacionales sin perspectiva propia y con la tragedia de sus intervenciones–.

Fue un tiempo de encuentro con Lenin, y a través de él a la médula de las enseñanzas de Marx y de Engels, y a replantearme todo el contenido humano y social de sus trabajos.

Me encontré además con el trabajo de Rodney Arismendi, del profesor Julio Rodríguez, los más destacados, para valorar lo que significa ese pensamiento hoy.

No me costó trabajo entender que el concepto de los maestros sobre Dictadura del Proletariado, nada tenía que ver con defender la burocracia estatal del partido sino como los trabajadores defendían sus derechos frente al derecho burgués que amparaba la dictadura en declinación de la clase dominante. En el Uruguay un ejemplo brillante, reciente, fue la acción de los trabajadores de la construcción (SUNCA), imponiendo una ley de responsabilidad empresarial ante los accidentes que sufren los trabajadores. Sin su acción la ley jamás se hubiera aprobado, como tantas conquistas en la historia del movimiento obrero y de los derechos humanos, entre ellos en especial los de las mujeres.

Y también comprender que en 1924, Lenin había sido derrotado en su concepción de dirigir el Estado Soviético aún cuando las conquistas de este persistieron tal como lo analizara Batlle y Ordóñez a la muerte del líder de la revolución, Lenin.

¿Cómo se dividen hoy las aguas y cómo encarar lo que tenemos por delante y cuanto me costó entender esto?:

«(…) en la producción social de su vida los hombres establecen determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción que corresponden a una fase determinada de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. El conjunto de estas relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se levanta la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de la vida social política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia».

Karl Marx, Prólogo a la Contribución a la crítica de la economía política (1859).

¿Y entonces como nos plantamos hoy con estas enseñanzas y con la crisis del capitalismo tal como está planteada?

Lo primero: el objetivo no es construir un Estado alternativo, que compita con el Estado de los capitalistas. Es necesario comprender lo que ya Lenin decía en 1916 «El Imperialismo fase superior del capitalismo» en que preveía que la humanidad dentro del capitalismo se encaminaba a ser gobernada por los complejos empresariales multinacionales, que es lo que hoy pasa.

Lo que se trata es de luchando por imponer la paz, obligar a la «predominancia del capitalismo» a cerrar su etapa histórica que surge como una necesidad de toda la sociedad y de las propias relaciones de producción en su estado actual.

El aparato productivo y la técnica de su manejo es cada vez más universal, ningún país, ni aún China son dueños de su producción, hoy por encima de los «propietarios» hay una élite de técnicos, asesores de toda clase que son los que le dan a esa producción continuidad y desarrollo. Hoy esa elite no tiene expresión propia y llama poderosamente la atención que ante la crisis destacadas personalidades del pensamiento humano solo atinan a una tibia crítica sin ir a la médula del problema.

El corset es el concepto de rentabilidad, que ya no tiene que ver con el concepto de eficiencia. Keynes hablaba al final de la segunda guerra mundial de la «eutanasia del rentista».

El problema es que para liberarse de ese corset la humanidad necesita de una revolución que tome al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional obligando a cambios fundamentales: como la moneda única universal y un sistema impositivo basado en la circulación del dinero, que dé muerte a los paraísos fiscales y haga que ninguna transacción sea válida si no está debidamente registrada donde la sociedad democráticamente lo determine.

Hoy llegamos a enormes contradicciones, por ejemplo acá en el Uruguay el Frente Amplio y la Central de trabajadores se organizan para resistir las medidas de un gobierno de estructura conservadora que intenta organizar la actividad económica fuera de las necesidades de la gente. Pero no dicen una sola palabra sobre el manejo monetario, los negocios se hacen en dólares y la gente cobra en pesos y tampoco se habla del sistema impositivo; el Contador Astori nos anunció el proyecto de un impuesto a las grandes fortunas, pero hasta ahora no sabemos en qué consiste, si que en su gobierno bajaron los aportes patronales de la seguridad social y se logró una muy débil rebaja del IVA, en tanto los impuestos al consumo (60% del presupuesto) a los sueldos y las jubilaciones siguieron siendo los principales. Y todos sabemos que este gobierno actual inexorablemente por distintas vías va a recurrir no solo al endeudamiento si a acentuar los impuestos actuales.

Ningún país puede por sí y ante si cambiar su matriz económica. Antes pensábamos que las revoluciones estatizando la economía si lo podían hacer. China, Vietnam, Cuba… nos muestran hoy que se apoyaron en las estatizaciones pero hoy conquistan el mundo con su actividad económica y el libre comercio que han pasado a encabezar.

No sé si hay conciencia de ello pero están aplicando las ideas de Lenin desarrolladas en cada uno de sus trabajos.

La dificultad consiste hoy en la falta de consciencia del hecho en sí, que está exigiendo un programa universal, no de estatizaciones sino dirigido a la moneda y los impuestos que ayude a la predominancia del capitalismo y su hija: la rentabilidad, a morir en paz.

Y a proyectar con esa inmensa masa de riqueza el desarrollo de la economía universal, elevando la educación, la salud, el trabajo, la vida de todos los seres humanos. Con eficiencia dando sepultura al burocratismo y a todas las lacras sociales. Pasar de la prehistoria a la verdadera historia de la humanidad, con seres humanos que tendrán todo para desarrollarse y convertir la tierra en un verdadero paraíso del pan y de las rosas.

Cuando recuerdo aquel examen de 1958, sigo pensando en las respuestas a los desafíos que la economía nos hace todos los días y que no tienen respuesta organizada, que no consiste en saber que dice cada autor sino en plantearse realmente los problemas.

Albert Einstein afirmaba que el destino de la humanidad era el socialismo, y que el ser humano incapaz de fabricar una manzana era, si, capaz de destruir lo construido con la energía nuclear.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 16 de Septiembre de 2020.

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[:es]Pepito.[:]

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Pepito.

Tengamos presente el llanto de Manini en el velorio del Ñato.

Tengamos presente las afirmaciones de Lucía de que con Manini se podían llegar a acuerdos.

Hace poco cuando se habló del desafuero a Manini el Pepe dijo que no lo votaría porque si le quitaban los fueros «se iba a hacer la víctima».

Ahora en la semana previa dice la enorme falsedad como que si lo desafueran el FA no le votará el reintegro si la Justicia no encuentra motivos para enjuiciarlo.

Esto es terrible por donde se lo mire.

  1. Se mete a adelantar una acción del FA sin haber consultado a nadie.

  2. Le adjudica al FA una acción totalmente antidemocrática como la de no devolver los fueros si no hay lugar a nada.

  3. Eso va contra todas la historia parlamentaria del FA y de los demás partidos. Eso jamás ocurrió.

  4. La única intención es entreverar bien la madeja para que el desafuero no prospere. Ahora le está dando a unos cuantos el enfermizo argumento de que: «Ah! Si no le devuelven los fueros cuando acabe la acción de la Justicia, entonces no lo desaforamos nada».

Me pregunto ¿hasta cuándo esta persona nos va a seguir entregando a todos los uruguayos atados de pies y manos a Cabildo Abierto o sea al núcleo duro de la más sangrienta dictadura que tuvo nuestro país?

Mi reflexión:

El camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. En este caso es al revés. Comparto tu análisis salvo como lo culminas. El único antídoto contra las debilidades humanas es el programa y la lucha por él, así el ser humano se dignifica. Artigas un genial conductor en sus tiempos, hizo de los corsarios –sus calañas no las desconocía–, seres humanos capaces de colaborar en los mares del mundo con la lucha del protector de los pueblos libres. Mujica ha hecho de su vida un compendio de todo tipo de intenciones, pero lo más grave es como llega a defender un programa y luego con la misma facilidad, lo abandona.

Hoy en la izquierda esto no se entiende, y solo se atina a reivindicar cargos, así nos va. Hagamos el esfuerzo por volver al método de los maestros.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 8 de Septiembre de 2020.

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[:es]Energúmenos.[:]

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Energúmenos.

Jorge Zabalza.Al declarar ante sus cómplices, Gilberto Vázquez aprovechó la oportunidad y les recordó que estaba encarcelado por crímenes cometidos por todos. Mientras los generales disfrutaban su buen pasar, el asesino la pasaba mal en Domingo Arena: «deben protegerme o los mando en cana». Quisieron que se callara la boca, pero el muy energúmeno continuó con la lista de las aberraciones, recordándoles a los del tribunal de honor que la política de exterminio y el plan cóndor no eran inspiración de unos pocos. «Todos somos asesinos», parecía sentenciar, parafraseando el título de la inolvidable película de André Cayatte.

No le busquen más vueltas, a Gilberto no le interesaba que se supiera la Verdad, lanzaba sus dardos contra los mandos porque los quería chantajear. Alguna tajada habrá sacado, pero, para saber su monto, habrá que esperar que se descubran nuevas verdades ocultas. Parece mentira, pero la Verdad quedó comprobada gracias a una vulgar rencilla carcelaria entre delincuentes.

Escribir sobre este escándalo no es nada fácil. Revuelve las entrañas, pero, no de horror, sino de bronca e impotencia. El acta con las declaraciones del energúmeno reconfirma que los crímenes aberrantes obedecieron a una política sistemática de las fuerzas armadas, cuyos mandos ocultaron y ocultan toda la información al respecto. ¿Cómo hacer para que revelen la Verdad y se haga Justicia?

Nadie ignora la responsabilidad de la institución armada, pero, hay genios de las maniobras «políticamente correctas» que apostaron a que el pasaje del tiempo trajera el olvido de unos y el perdón de los otros. Querían convencer a sus fieles de que la cuestión se resolvería por sí sola al morir los verdugos y las víctimas. Sin embargo, aunque de coronel para arriba ya murieron casi todos los culpables, estas actas confirman que la paz solamente llegará cuando se sepa toda la Verdad. El asunto no se resuelve sólo entre verdugos y verdugueados, porque la barbarie intentó esclavizar el pueblo entero. Los efectos del terrorismo no están sólo en los costurones que uno lleva en la piel y en el corazón.

Asumir el ministerio de defensa el 1° de marzo de 2005 no era sencillo, más aun, siendo civiles, frenteamplistas y comprometidos con la Verdad y la Justicia. Cayeron, como peludo de regalo, a una institución en manos del terrorismo de Estado, donde predominaba su modo de interpretar la realidad y la historia reciente. El universo dividido en amigos y enemigos, los militares eran más leales a la doctrina de seguridad nacional que a las autoridades civiles. Fue el legado que dejó el general Medina, desacatos y amenazas al por mayor.

Un imperativo ético obligaba a los intrusos civiles, debían horadar muralla de impunidad que protegía a los criminales. Afectase a quien afectare. Provocase la reacción que fuera. Con ese impulso moral, la compañera Azucena logró descubrir, en el año 2007 los más de 14.000 documentos del titulado «archivo Berruti», que estaban escondidos en el ex CGIOR, ex Escuela de Inteligencia del Ejército. Abrirlos al conocimiento público era el modo más directo de quebrar la cultura de la impunidad dentro y fuera del ministerio, de demostrar que la Verdad no era un mito sino realidad oculta. Sin embargo, después que Azucena renunció al ministerio debieron pasar más de 10 años para que el contenido de los archivos quedara librado al conocimiento del público. ¿Fue una especie de frenazo, un anticipo de la voltereta que dio Fernández Huidobro como ministro? Es inexplicable que un gobierno progresista haya mantenido en carácter de reservados documentos tan esclarecedores de la Verdad. Los periodistas debieron reemplazar a los gobernantes omisos en el deber de informar a la población.

Tampoco convencen esas explicaciones de «no tengo conocimiento, porque los militares debían informarme y no lo hicieron». Denota mucha pasividad. El hecho evidente es que los militares, hipotéticamente subordinados del poder civil, les pasaron por el moño las actas con las confesiones de Gilberto. ¿Dónde está la responsabilidad individual del militante? ¿no se debería haber estado mucho más alerta cuando se trataba de tamaño energúmeno? ¿no debían haber leído y releído hasta descifrar el significado de cada punto y coma? ¿o, simplemente, se conformaron con homologar los expedientes que los coroneles pusieron para la firma?

En el segundo gobierno del Frente, Luis Rosadilla y Eleuterio Fernández rindieron sin condiciones el imperativo ético. Culminación bizarra de la derrota de la Verdad, se convirtieron en un engranaje más de la maquinaria burocrática de impunidad, abogados honorarios y voceros de los criminales con los que bebían whisky. Se pasaron los principios por allá abajo. Para que esta historia Nunca Más se repita debe ser la madre de todas autocríticas: ¿qué apoyos fueron necesarios para defraudar la confianza de los que marchan cada 20 de Mayo?

Por cierto, si se elude la reflexión sobre las condiciones en que la impunidad se va imponiendo, se seguirán alimentando aves de rapiña y, el día menos pensado, los cuervos nos comerán los ojos. Las cosas deben quedar en blanco y negro, como la tropilla de la muerte.

Jorge Zabalza.
Jueves, 3 de Septiembre de 2020.

Enlace del artículo original en castellano:

https://elmuertoquehabla.blogspot.com/2020/09/energumenos.html

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[:es]Faltan informes (actas) fundamentales.[:]

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Faltan informes (actas) fundamentales.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Mientras el debate político en nuestro país –Uruguay– gira en torno a las actas de los tribunales militares y los procedimientos seguidos con ellas, permítasenos recordar que el actor fundamental en todo el proceso militar vivido en el país pero también en toda América y que han tenido durante años el rol protagónico, son los servicios del otrora imperialismo yanqui.

Y decimos otrora imperialismo yanqui, porque EE.UU. ha ido perdiendo su rol como centro del libre comercio y del capitalismo mundial sin perder el rol de gendarme, ahora al servicio de los complejos empresariales militares multinacionales, lo cual no significa que haya disminuido su rol trágico sobre los pueblos.

Sin duda que cada quién haya tenido responsabilidad en esta tramitación de las actas debe dejar claro cuál ha sido su actuación. También señalar que no hemos perdido nuestra confianza en la ejemplar conducta de la compañera Doctora Azucena Berrutti y en su desempeño en el Ministerio de Defensa Nacional, como en su permanente militancia socialista al servicio de la sociedad.

Siendo importantes cada uno de estos hechos, lo primero es lo primero, y sin el rol de los «servicios» preparando, interviniendo directamente, induciendo las conductas delictivas, hubiera sido imposible un golpe de Estado en el Uruguay en 1973, como hoy incluso sucede con la plena posibilidad de realizar elecciones democráticas en la mayoría de los países de nuestra América.

Pero además porque en el seno de las fuerzas armadas para que ello pudiera producirse existió la persecución –por parte de los «servicios»– a los militares apegados a la constitución y con una sólida formación en los principios del artiguismo.

No estamos hablando de un proceso rectilíneo como tampoco lo es cada uno de los procesos sociales. Para que ello pudiera existir los servicios cumplieron en cada uno de los países y en escuelas de formación militar a nivel general con acciones destinadas ya desde los años posteriores a la finalización de la Segunda Guerra Mundial en 1945.

A ello contribuyó la política errónea de los partidos de la izquierda y particularmente de los Partidos Comunistas en duro procesos internos de copamiento por parte de las concepciones stalinistas que indujeron a error en la comprensión de los movimientos sociales, particularmente a las expresiones en todos los sectores, de movimientos que desembocaron en guerrillas al no tener instrumentos organizativos de masas en el seno de la sociedad que permitiera desarrollo de masas políticos y/o sindicales.

Un instrumentos que resultó eficaz a la política de los servicios fue el estimulo a la acción guerrillera sabiendo que era un medio de captar las fuerzas sociales que la juventud no lograba encauzar políticamente en un instrumento que las representara en la estructura democrática de las instituciones políticas y sindicales de la sociedad; ya comenzaba a expresarse también de esta manera la falta de un programa.

Los partidos políticos que habían conducido a las masas populares se fueron vaciando de contenido y agotando sus programas. Lo que surgía trataba de ser algo nuevo sin poder comprender la importancia de los movimientos emancipatorios en la historia de la humanidad.

La diferencia con una organización sindical y/o política está dada porque en estas siempre es necesario dar una explicación que a su vez el mayor o menor desarrollo democrático de la misma permite calibrar y hacer nulo todo intento de infiltración en ellas aunque es notorio que los servicios lo intentaron y lo siguen intentando. Por eso, aunque pueda parecer contradictorio, una organización socialista que mejor defina su programa y sus fines hace de su democracia interna un escudo contra todo intento de desviación de sus fines.

Hay dos ejemplos paradigmáticos: la guerrilla cubana y la guerrilla colombiana. En Colombia cuidando la integridad del ejército a pesar de su descomposición interna, lograron polarizar duramente a la sociedad colombiana logrando hasta ahora sus objetivos, a pesar de los enormes esfuerzos que se han realizado por parte de las fuerzas democráticas en Colombia y fuera de ella.

En Cuba la realidad fue distinta. La guerrilla pretendió ser usada en lo que los yanquis querían, que era deshacerse de Baptista y sus secuaces y luego un mero cambio de gobernantes. El tiro les salió como se dice popularmente por la culata. Y a su vez la dirección de la revolución cubana con una disciplina revolucionaria no exenta de errores, llegó a estar a los niveles de la revolución china y posteriormente la vietnamita.

Pero de su derrota ante la dirección de la revolución cubana, los yanquis aprehendieron e imprimieron a su accionar una agudeza que ha llegado a acciones de persecución política directa contra los cuadros que el desarrollo social iba formando en cada uno de los países particularmente en Chile, Venezuela, pero cada uno con sus peculiaridades diferentes en toda América.

Hoy la peligrosidad del accionar de estos servicios sin disminuir su intensidad se muestra cuestionada por una realidad interna en EE.UU. como la pérdida del comando del libre comercio mundial y del propio centro del capitalismo, y si para contradicción no fuera bastante, el centro del libre comercio y del propio capitalismo están pasando a ser comandados por China y su entorno gobernada por el Partido Comunista.

En el Uruguay pretender demarcar los campos previamente, catalogando a unos de demócratas y otros de fascistas, nos puede llevar a consideraciones profundamente equivocadas.

Creo que con el gobierno del Frente Amplio y el apoyo de la central sindical a su gobierno, el país avanzó en todo sentido pero eso no quita la responsabilidad de la claridad del papel de cada uno en el proceso. Creo que el papel de Seregni, Arismendi, D’Elía –tal vez los más destacados–, fue fundamental, pero la realidad sigue su camino y hoy hay una profunda desorientación ideológica porque además los fenómenos que presenta la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalistas nunca han sido abordados, salvo insinuaciones como las de Mujica en la ONU que luego nadie, ni el mismo Mujica lo han reivindicado.

Cuando los comunicados 4 y 7 de las fuerzas armadas nuestra desorientación fue enorme, pero no todos se desorientaron. El Doctor Carlos Quijano por ejemplo, sin desconocer las distintas corrientes en las fuerzas armadas, siempre previno sobre el hecho de que en ese juego se le hacía el campo orégano a los sectores, con logística superior directamente vinculados con los servicios de EE.UU. La propia redacción de los comunicados 4 y 7 conoció un proceso sinuoso donde la participación de agentes de los servicios incidieron en modificaciones que cambiaron el sentido inicial de los mismos si bien ello no modificaba el juicio que el Doctor Quijano hacía del movimiento de las fuerzas en su seno.

Tampoco los generales Seregni, Licandro, Baliñas, entre los más destacados sembraron ninguna expectativa sobre los mismos. Si eran elementos políticos, sobre los cuales se debía intervenir, y el error grave que se cometió en el movimiento popular fue el de que no identificamos, para resaltarlos, los valores democráticos institucionales aún después de las graves irregularidades del proceso electoral de 1971. Si lo había hecho Ernesto «Che» Guevara en el Paraninfo de la Universidad.

La salida institucional a la dictadura si bien es cierto fue fundamental la lucha de las organizaciones y el movimiento social, también es cierto que también fue fundamental el cambio de posición del gobierno de EE.UU. y su experiencia de derrotas en América.

Lo cual tampoco es un proceso rectilíneo, recordemos el asesinato de Kennedy como directa consecuencia de su negativa a invadir Cuba a manos de los sectores fascista del Estado norteamericano.

Esto que hoy sucede en el Uruguay no es ajeno a todo eso. Pretender meter en una misma bolsa al General Manini y a los militares terroristas de Estado, si bien el tampoco hace nada por diferenciarse y si el cumplimiento de su palabra empeñada que está por encima de una lealtad institucional que debería ser privilegiada, es a nuestro humilde saber y entender un grave error.

Recordemos el asesinato del Doctor Roslik con el objetivo interno al ejército de dejar mal parados a los militares que habían comprometido una salida institucional e intentar reinstaurar el terrorismo de Estado. Muy similar a los objetivos de Gavazzo y Vázquez contra el conjunto de los mandos militares, ya sin perspectiva alguna haciendo el mal por el mal mismo. Como venganza personal frente a su propia institución1.

Sin embargo, nuevamente aprendiendo la lección de Quijano, si el conjunto de la sociedad no se encamina con un programa de salida a la grave crisis actual, estamos nuevamente en la disyuntiva de que primen las debilidades y apetitos personales por encima de las necesidades políticas y sociales del conjunto de la población.

En este momento no hay un programa de salida a la crisis –más aún agravada por la pandemia– y si el Frente Amplio estuviera en el gobierno se daría una situación bastante similar. Si bien no podría tener como objetivo hacer Caja en el Estado ahorrando en sueldos y retribuciones a los trabajadores, que ese parece ser el objetivo Arbeleche.

Pero el objetivo de saber de dónde recaudar, la sociedad no se lo ha propuesto y cuando nosotros hablamos de los impuestos basados sobre la circulación del dinero nos miran como marcianos, aunque no va a pasar mucho tiempo en que podamos decir como Galileo Galilei «e pour se mouve».

El conjunto de la izquierda se encamina a un programa de resistencia social sin comprender la importancia de organizar un movimiento internacional que reivindique el desarrollo de la economía –hoy en retroceso por la pandemia en la mayor parte del mundo– que determine un funcionamiento del aparato global, en beneficio de la gente, sobre la base de instrumentos institucionales globales como la moneda única universal y un sistema impositivo basado en la circulación del dinero –eliminando los sistemas fiscales basados en el consumo, los salarios y las pensiones– dando muerte a los paraísos fiscales, haciendo ilegal toda transacción que no esté debidamente registrada donde la sociedad democráticamente lo determine. El desarrollo de la eficiencia en la actividad económica eliminando el burocratismo, el estatismo en lo que no sea indispensable para garantizar el desarrollo social de las masas.

Debemos hacer realidad el sueño de Keynes de que la eutanasia del rentista ha llegado, y que los pueblos están en condiciones de tomar en sus manos democráticamente la economía cambiando radicalmente la orientación del FMI y del Banco Mundial.

Hay que romper el dique que hoy contiene la capacidad creadora de millones de seres humanos, orientados a obtener su satisfacción individual, en una sociedad que necesita instrumentos para sacar del atraso y la pobreza a millones y volcarlos a construir una nueva humanidad. Imponiendo la salud, la enseñanza, el alimento hacia todos.

Nosotros asumimos nuestra propia responsabilidad y no estamos dispuestos a exonerar a nadie de la suya, pero es absolutamente necesario concentrarse en el objetivo de un programa como el que puntuamos, capaz de sacar a la humanidad de esta crisis.

Eso nos pareció que insinuaba Mujica en la ONU en 2013 –tal vez le tengamos que dar la razón al Tambero Zabalza- de que nos engañó y sólo era vestirse de gala para un día de fiesta. Nuestra esperanza no se centra en individuos sino en las ideas capaces de hacer carne en las masas y permitirnos construir la sociedad del pan y de las rosas.

Cuando decimos que estos informes que faltan deben ser exigidos al gobierno de EE.UU., al Estado, sabemos que estamos generando un hecho político nuevo, del que nosotros no conocemos precedentes, pero también era nuevo el plan Cóndor y las responsabilidades frente al mismo no han sido respondidas.

Por lo que sabemos los gobiernos del Frente Amplio en esto fueron omisos, pero la realidad como esta de los tribunales militares en el Uruguay, exigen una respuesta política y si no se hizo antes no quiere decir que invalide que se reclame se haga ya.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 2 de Septiembre de 2020.


Nota:

1 El tema lo aborda con claridad Jorge Zabalza en un artículo titulado «Energúmenos», publicado en «Voces».

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