[:es]Una columna con tres capítulos.[:]

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Una columna con tres capítulos.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Entre otras cosas porque como analiza el Ing. Juan Grompone1, parece como que los acontecimientos estuvieran pasando más rápido. Tenemos entonces EE.UU., Chile y España.

EE.UU.:

No es solo una elección presidencial, es el tomar posición de un sector de enorme importancia en el mundo sobre lo que en él está ocurriendo.

Todo indicaría que luego de un período de estancamiento del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), que ahora es crecimiento con la política de cerramiento de la economía de Trump, podría darle a este la posibilidad de reelección.

Son un conjunto de contradicciones explosivas. Trump abandona un accionar económico en el mundo liderando el libre comercio por parte de EE.UU. que le dio identidad económica y acción imperial, luego de la segunda guerra mundial.

A su vez cerrando los muros, se vuelca a un neoliberalismo interno (salud, enseñanza, vivienda, condiciones de trabajo), que amenaza reabrir en el país todas las más graves heridas de la explotación capitalista. (1° de mayo, 8 de marzo… Sacco y Vanzetti).

El discurso «socialista» de Bernie Sanders va dirigido a eso, no a cuestionar el modo de producción capitalista, no hay ninguna mención al manejo monetario ni a la base filosófica del sistema impositivo si bien se pretende gravar más a esto que a los trabajadores, cuando todos sabemos que el burgués2 descarga el costo del impuesto en la propia mercancía, lo que en el caso de la economía de EE.UU. significaría menos posibilidades de competencia en el mercado mundial, y vuelta entonces al círculo vicioso.

Sin embargo un triunfo de Sanders como lo fue el de Obama en su momento significaría un enorme acontecimiento en todo el mundo, para el que la izquierda, me atrevería a decir, no tiene un programa preparado pero que la obligaría a avanzar en su concreción.

Las dos guerras mundiales llevaron el centro del capitalismo del Reino Unido a EE.UU. en la izquierda era el derrumbe de la teoría del super imperialismo de Kautsky y la demostración de la corrección de las previsiones de Lenin, de que el gobierno de la economía mundial iba a pasar en pugna a manos de los complejos empresariales multinacionales.

Hoy Trump comanda el amurallamiento de su economía y el liderazgo del libre comercio en el mundo pasa a manos de China y su entorno gobernada por el Partido Comunista.

La estrategia de Trump está clara, es de corto alcance, y luego Dios proveerá. Sanders se limita a las reivindicaciones y no tiene programa para el mundo a no ser que con su «socialismo» piense en reactivar la economía.

En la «democracia» de EE.UU. por lo general vota poca gente, pero… estos tiempos prometen que habrá una mayor participación y en ese caso no habría que descartar un triunfo inesperado para el mundo de Bernie Sanders.

La izquierda en el mundo debe prepararse para ello y nada mejor que proponer un buen programa.

Chile:

Y al final el día llegará:

Confieso, me emocioné al leer la crónica de lo ocurrido en el Festival de Viña del Mar, no con la oficial que puso el centro en hechos de violencia y atentados que tuvieron la mano de los «servicios» como suele ocurrir lamentablemente muchas veces en nuestras comarcas.

Y soñé, trasladando a lo que va a ser la humanidad el día en que todos nos dispongamos a dar vuelta la política del Fondo Monetario Internacional, y del Banco Mundial, los principales, para que la humanidad superada esta etapa comience una nueva.

Hasta ahora sabemos lo que no queremos pero difícilmente se asuma la iniciativa para poner al servicio de la humanidad lo que la creatividad ha desarrollado.

Los jóvenes chilenos han mostrado un camino y hay que atreverse a recorrerlo, no sé si lo veré, los años no pasan en vano para cada uno de los seres humanos, si seguro estoy que ese camino se recorrerá.

Viña del Mar parte final de una crónica:

«Siempre el Festival de Viña del Mar ha sido, hasta el lunes 24 de febrero de 2020, un bastión absoluto de la derecha, de la reacción, del fascismo puro. Ha sido el bastión de propaganda absoluta y sin ninguna oposición del facherío, de la burguesía. Hasta el año pasado el locutor Martín Cárcamo se atrevió a pedir democracia para Venezuela. Claro que esta vez no pidió lo mismo para Chile. El doble estándar es abismante.

Todo esto se fue al carajo este último festival. Tanto ha sido el dolor para la derecha, que el Senador y niño símbolo de la corrupción, el del raspado de olla, el talibán fundamentalista de Iván Moreira ha hecho escándalo de proporciones porque la izquierda se ha tomado el Festival de Viña. No puede entender que después de toda la campaña en contra de Mon Laferte, de llamarla a funar, de realizar campaña para que no compren entradas para ver a las tres mujeres artistas, valientes y talentosas y con olor a comunistas de ese día. Claro, la palabra cultura y rebeldía no está en el léxico de la derecha. Aun así después de toda esa propaganda del terror igual la Quinta Vergara se llenó de juventud rebelde y valiente. Habían prohibido los cánticos, las pancartas. Habían prohíbo pensar y actuar. Pero aun así los jóvenes, con su natural rebeldía y osadía igual mostraron sus carteles y cantaron a rabiar. Lo demás todos lo vieron en la televisión, no pudieron silenciar a casi 20 mil almas demostrando su rabia.

Siempre habrá un antes y un después de este día hermoso, porque ya la Quinta Vergara no es su bastión exclusivo.

Podemos decir con orgullo: Y también nosotros estuvimos ahí ese día».

Un pueblo unido jamás será vencido.

España:

El gobierno español está analizando la aplicación de la Tasa Tobin.

La noticia en si es importante, pero más importante es el debate que genera.

En Argentina por ejemplo no hablan de Tasa Tobin, pero sí de impuestos a los dueños de la producción.

Los anuncios son más efectistas que prácticos. El burgués3 siempre va a descargar los impuestos sobre la mercancía, y cuando no le sea rentable se va o se dedica a otra cosa. O propenderá a concretar golpes de Estado.

¿Entonces no es posible aplicar este tipo de impuestos?

La responsabilidad no es de los gobiernos sino de los organismos financieros internacionales (FMI., BM.), que así como imponen los ajustes fiscales a los gobiernos nacionales, deben imponer la muerte de los paraísos fiscales y que ninguna transacción con dinero sea válida sino está debidamente registrada donde la sociedad democráticamente lo determine.

España participa de una moneda única en gran parte de Europa, fue un avance del que se beneficiaron, y en particular las economías más fuertes, hay que ir al planteo de una moneda única y universal.

Para países como Argentina esto es decisivo, porque el ajuste se hace todos los días con la cotización de la moneda nacional con respecto al dólar.

Lo bueno: abre el debate.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 2 de
Marzo de 2020.


Notas:

1 Estamos leyendo su último libro «Marx hoy» en la que hace una valoración sobre Lenin con la cual discrepamos.

2, 3 Es una forma de definir más gráficamente el modo de producción predominante, aún sabiendo la carga peyorativa que la palabra «burgués» pueda hoy significar.

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[:es]Comunistas…[:]

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Comunistas…

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

En 1781, (no hace tanto tiempo, para un ser humano es mucho, para una sociedad apenas un suspiro en el tiempo) la revolución francesa con libertad, fraternidad e igualdad, conmovía las bases feudales de la sociedad y hacía del desarrollo de la naciente burguesía un nuevo centro para el desarrollo del aparato productivo de la humanidad.

Hubo quienes idealizando esa base material se propusieron ir más lejos. Los procesos sociales no son lineales, son sinuosos.

El nuevo aparato productivo iba incorporando más y más mano de obra, aún en las peores condiciones en esa acumulación primitiva del capital que se hacía dejando de lado la vida feudal o la posibilidad de que los talleres artesanales, cuna del capitalismo junto con el rol de los comerciantes, fuera a su vez cuna para un posible cooperativismo.

Ubiquémonos en el tiempo y en las condiciones de esa época de predominancia feudal, en esa división de clases se desarrolló no sólo la base económica de la naciente burguesía sino todas las relaciones que el ámbito de la vida humana abarca.

Las posibilidades económicas estaban del lado del crecimiento, y eso era el arte de la novel burguesía, la razón de su éxito.

Los trabajadores –algunos de ellos– entonces pasaron a ser o socios en los proyectos burgueses aceptando las diferenciaciones entre los que serían sus iguales o pasar a constituir grupos de presión para obtener mejores condiciones. (El rol y evolución de las Trade Unions).

Recordemos la contradicción entre el burgués que necesitaba ahorrar en remuneraciones –la llamada acumulación primitiva– para más rápidamente capitalizarse y su necesidad de que el resto de la sociedad tuviera suficiente poder adquisitivo para consumir sus mercancías. La teoría siempre actualizada de que la sociedad humana tiende hacia una única tiranía (el super imperialismo), ya nacía muerta.

En esa lucha, episodio de la lucha de clases, destacada por su crueldad, nacieron las corrientes modernas apoyadas en el proletariado, el anarquismo, el socialismo, el comunismo.

El anarquismo idealizó la libertad y pretendió liberarla del propio proceso económico, lo que fue utilizado por la burguesía. Sin embargo su idealismo abonó muchos proyectos políticos en que se tuvo que tener en cuenta a la «masa» y también tomada como pretexto para la provocaciones de la burguesía (los mártires de Chicago, el nacimiento del día internacional de la mujer, Sacco y Vanzetti…), para imponer sus condiciones represivas.

El socialismo, mejor denominado social democracia, nació en un proceso social en que los continuos enfrentamientos sociales necesitaban de un programa para que en el plano político se reflejaran las necesidades sociales.

Su suerte inexorablemente tenía que acompañar a la del propio sistema. Mientras el sistema se expandía su rol acompañaba las mejores inquietudes sociales para incorporar avances en las distintas legislaciones.

Entonces las crisis del sistema en su desarrollo se trasladarían al propio proceso de la socialdemocracia. Tal vez el más crucial llegó cuando fue impulsada a votar los créditos guerra y cómplice en impulsar así una masacre en la tragedia de la primera guerra mundial.

De la lucha por la paz, y con todo el bagaje de la labor ideológica fundamentalmente de Marx, Engels y el propio Lenin, del Partido Obrero Socialdemócrata ruso de su ala bolchevique nacería la reivindicación del comunismo.

Sin embargo la vida nos prepararía una nueva muy importante circunstancia en el desarrollo de la base material de la sociedad y su repercusión en todos los aspectos de la vida humana.

La crisis que originó la primera guerra mundial hizo que en el poderoso Imperio Ruso, se originara, como antes con la Comuna de Paris en 1871, un proceso revolucionario cuyo objetivo era la paz, y avanzar en las conquistas democráticas de las masas.

Don José Batlle y Ordoñez en el Uruguay, un estudioso entre otros de Marx, lo dice con total precisión a la muerte de Lenin en un editorial de su diario «El Día», la revolución significó para la gente acceder a avances democráticos que el mundo venía incorporando, y a la vez entrar en un proceso contradictorio de poder. La sociedad no estaba madura en el mundo para un nuevo modo de producción y menos aún en la Rusia Zarista donde el atraso era notorio.

Sin embargo, luego de la guerra, restañadas sus heridas e iniciando un nuevo proceso de desarrollo, el capitalismo como sistema reservó a la nueva Unión Soviética el papel de construir un capitalismo de Estado el que se denominó comunista en contraposición a las ideas de Marx, Engels y Lenin, mencionamos a los más destacados–, a los que decía aplicar.

«En la producción social de su vida, los hombres entran en determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a un determinado grado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales».

«Estas relaciones de producción en su conjunto constituyen la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se erige la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia de los hombres la que determina su democrático y revolucionario cada vez más pronunciado».

Estas palabras de Marx que pueden tener defectos de traducción son las que están en debate en primer lugar entre materialistas e idealistas. Junto con el concepto de que los modos de producción también nacen, se desarrollan e inician su proceso de extinción.

Si bien hoy la crisis nos hace temer incluso por la continuidad de la propia Humanidad, su esencia no es otra que la del agostamiento de la tasa general de ganancia del modo de producción capitalista que cuestiona la continuidad de su predominancia al cuestionar la continuidad de la rentabilidad en sus inversiones. Así de sencillo.

Y mientras el hoy mal llamado comunismo está cada vez más lejos de un Estado que realmente lo sea, la humanidad se aproxima con una contradicción incomprensible para estos teóricos «comunistas»: China gobernada por un Partido Comunista líder del libre comercio en el mundo y convirtiéndose en un nuevo centro para el desarrollo y EE.UU. teniendo que recurrir a un amurallamiento para preservar al sector de la burguesía de ese país que hoy está en el poder, en creciente contradicción con lo que fue en su tiempo la expansión imperialista de sus empresas multinacionales.

Esto hace que nuestra gran preocupación sea la de retomar los análisis científicos de los maestros sobre el desarrollo de la sociedad para incidir en la formación de la voluntad política que permita a través de un programa organizar a lo mejor de la humanidad para superar esta etapa y entrar en una transición que ayude a la predominancia del capitalismo a morir en paz y estimule el nacimiento del socialismo.

Ese programa desde nuestro humilde conocimiento tiene dos herramientas centrales: la moneda y los impuestos.

Hoy por ejemplo en el Uruguay desde sectores de la izquierda se cuestiona que el Gobierno se embarque en una nueva planta de celulosa, la mayor inversión en la historia del Uruguay, argumentado además que se les da a los inversores enormes ganancias, sin las cuales seguramente no invertirían.

El problema es que estos sectores siguen idealizando las posibilidades nacionales y extrapolan al país de la economía real del mundo, es por eso además que de moneda y de impuestos no hablan y en eso comparten la política del gobierno a no ser la de un sistema impositivo que haga inviable la inversión de fuera de fronteras, política que hoy ni siquiera se puede aplicar en Cuba que cada vez participa más del mercado mundial donde ha entrado fundamentalmente con sus avances científicos.

El Frente Amplio de Uruguay que ha venido siendo ejemplo en el mundo de convivencia de distintas corrientes seguramente en los tiempos que vienen tendrá que afrontar este desafío ideológico, más allá de un cuarto periodo de gobierno, en un mundo donde la crisis crece y la necesidad del programa para afrontarla es esencial.

Esta es la sencilla razón por la cual una vez comprendidos estos temas y más allá de las circunstancias no he renunciado nunca a mi militancia comunista por el socialismo e invito a quienes han leído y están cerca de los maestros a reflexionar sobre el curso actual de los acontecimientos donde todos los esfuerzos deben ser bienvenidos.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 28 de Mayo de 2019.

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