MUERTES EVITABLES.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Si revisamos los archivos de estas columnas donde hemos venido dando nuestra opinión sobre cada uno de los temas candentes en el diario vivir de la humanidad, se encontraran ya hace varios años, que dimos nuestra opinión en cómo encarar en el mundo el problema de la salud.

Señalábamos el papel regresivo de la industria del medicamento y el rol de algunas asociaciones médicas para que no se instrumentaran medidas más eficientes de preservar la salud humana, que ya la tecnología estaba en condiciones de ofrecer e instrumentar.

Decíamos que así como existen para el mundo de las relaciones públicas documentos de identificación personal, también adosado a ellos se podía instrumentar que cada ser humana tuviera su historia clínica digital accesible en cualquier lugar del planeta.

Pero además dábamos cuenta de que con un examen económico, accesible, y no invasivo, ya se estaba en condiciones de completar esa historia clínica digital con un mapa de las enfermedades sufridas y posibles a sufrir, de cada uno de nosotros, y que si no se hacía era precisamente por el negocio existente con la salud.

No es ser ningún vidente para comprender que las actuales formas intensivas de explotación de la producción con el sector animal, pero también con el vegetal, no tardarían en producirse epidemias vinculadas a las trasmisiones de virus que siempre han existido pero que ahora encuentran posibilidad de expansión en los desequilibrios provocados por esas nuevas formas de producción intensiva.

Producida la crisis, tanto la tragedia, como la respuesta científica han sido tremendas. Las vinculaciones actuales en el mundo hacen que solo existan fronteras para las especulaciones de las burocracias nacionales, no para los virus ni para el conocimiento científico.

El intercambio de los científicos pero también el de las multinacionales del medicamento ha hecho que existiera una respuesta viable en un tiempo record. Si estamos pagando tributo a que la humanidad no tenga

instrumentada la previsión de la que hablamos al inicio de esta nota: de eso se tratan las muertes evitables, que todavía para la mentalidad que genera la predominancia del modo de producción capitalista no cuentan.

Keynes hablaba de la eutanasia del rentista, como una necesidad en el desarrollo del propio sistema, pero aplicado a la vida y en este caso a la diferencia para los presupuestos estatales es la que media entre una inversión y un gasto. Un cerdo burgués nos dirá: produzco lo que rinde, lo demás es todo gasto. La gente sobra, claro siempre y cuando tengamos mercado para colocar la producción y no importa que ello sea en un país donde la revolución socialista sacó del hambre a millones de seres humanos.

Nuestros compañeros en la izquierda atribuyen al Presidente de Uruguay haber actuado en función de los intereses de un sector de la economía, contribuyendo así con la movilidad a la expansión del virus.

Es un punto de vista razonable, que mayor vigor adquiere cuando se constata que el Presidente se mueve sin los necesarios consensos en la sociedad.

De todos modos el panorama general en el mundo no es más auspicioso, aunque en nuestro caso duelen las muertes y su número muy por encima del promedio general, pero sin dejar de poner en el análisis las características propias de convivencia social de nuestro pueblo.

Sin embargo en mi caso – soy nadie- aplaudo la actitud y resolución del Presidente, luego del trancazo con la vacuna rusa, de tomar él la iniciativa de llamar directamente al principal dirigente comunista del mundo, al Presidente de China y solicitarle vacunas para toda nuestra gente. En la izquierda de esto nadie ha dicho una palabra: “de eso no se habla”.

El hecho no pasó inadvertido para el jefe del comando sur del ejército de EE.UU. que reaccionó frente al desarrollo de las relaciones con China cuestionando además la tecnología 5G. Se mueve sin exigencias porque por aquí nadie le pide que abra los archivos del plan Cóndor, donde seguramente habrá elementos para ubicar a cada uno de los desaparecidos, son conscientes de que sin su intervención jamás se hubiera producido una dictadura militar en estas tierras de tradición artiguista.

Para nosotros que como viejos frenteamplistas hemos aprendimos con Seregni, que siempre hay que mirar que se hace a la mañana siguiente, señalamos que es necesario doblar la apuesta, abordando hacia el futuro un desarrollo que a la vez que aparece comprometido nos abre caminos posibles de transitar.

Las muertes evitables del futuro, son las que se deben evitar trazando un camino económico posible.

Hoy en el mundo, se ofrecen dos caminos, o mejor dicho se ofrece un camino posible. Está por un lado la emisión desenfrenada de moneda sin respaldo en la producción, de dólares, euros y libras, que se cargan a la economía del mundo, y hacen que el panorama de la economía de estos sectores en el mundo sea impredecible.

Y por otro lado la construcción de la zona de libre comercio más grande de la historia de la humanidad que encabeza China y su entorno.

Por lo tanto es necesario analizar, que el mundo debe plantearse el incorporarse a esa zona o quedar a merced de quienes con las emisiones monetarias nos prepara una nueva gran crisis de la economía, sin soluciones posibles en ese marco.

En la izquierda de esto no se habla, se derrumban esquemas y esquemones, Marx, Engels, Lenin, y hasta Batlle y Ordoñez y Quijano nos esperan en una esquina para debatir como va a ser el mundo que viene.

¿La dará la nafta al señor Presidente –ahora que subió de precio en moneda nacional- para llevar hasta las últimas consecuencias su planteo? Hay compañeros que ponen en duda su capacidad, en mi caso prefiero no subestimar a nadie, el topo de la historia no reconoce fronteras ideológicas y empuja a todos.

Jorge Aniceto Molinari.

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