[:es]Impuestos a la riqueza, a las ganancias en paraísos fiscales y a las grandes compañías tecnológicas para responder a la pandemia.[:]

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Impuestos a la riqueza, a las ganancias en paraísos fiscales y a las grandes compañías tecnológicas para responder a la pandemia.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Un apreciado amigo me envía este artículo aparecido en La Diaria, señalando que va en la misma dirección de lo que hemos venido propiciando. El artículo y luego mi comentario:

La Diaria.La Diaria Política. Jueves, 12 de Noviembre de 2020.

Un informe de la organización Transnational Institute reúne propuestas de financiación para atender la crisis de manera global.

Política internacional.

«El mundo afronta una serie de crisis profundas», frente a las cuales «la peor respuesta» serían «las políticas de austeridad que fracasaron en el pasado», afirma el investigador Ben Tippet, autor del informe «Cómo pagar por la pandemia y una transición justa». En ese estudio, de la organización Transnational Institute (TNI), con sede en Ámsterdam, se plantean diez propuestas para obtener recursos que pueden dar una respuesta a esta crisis en el mundo y que fueron elaboradas antes por académicos, movimientos sociales y organizaciones internacionales.

Algunas de esas propuestas incluidas por Tippet, que actualmente cursa un doctorado en la Universidad de Greenwich e investiga las causas de la desigualdad en Reino Unido, incluyen gravámenes a distintos tipos de riqueza, condonación de deuda y reencauzamiento del gasto militar. Según el informe del TNI, estas medidas permitirían generar recursos para mitigar las crisis, y también para promover el desarrollo sostenible y descarbonizar la economía.

El informe estima que durante cada uno de los próximos diez años se requieren 9.410 billones de dólares para cumplir esos objetivos, y, según sus cálculos, una decena de iniciativas podrían solventarlos, con una recaudación de 9.457 billones de dólares anuales. Cada uno de los gastos está desarrollado en el estudio, así como una estimación de cuánto se podría recabar con cada medida propuesta.

Por ejemplo, el informe señala que los gobiernos ya anunciaron, desde el 12 de junio, «11 billones de dólares en medidas fiscales para enfrentar la pandemia». Esto «incluye todos los gastos adicionales, recortes impositivos, préstamos, inyecciones de capital y garantías» anunciados por distintos países del mundo. La mitad, 5,4 billones, consiste en «gastos adicionales e ingresos fiscales no percibidos» por el Estado, «lo que genera directamente el aumento del déficit fiscal y la deuda pública». Otros 5,4 billones de dólares se vinculan con «préstamos, inyecciones de capital y garantías» que «podrían acrecentar la deuda pública y los déficits fiscales en el futuro».

De acuerdo con el informe, «si bien la respuesta fiscal ayudó a mantener el sistema económico a flote, gran parte de ese dinero público benefició en forma desmedida a las grandes empresas y las industrias contaminantes». Por otra parte, sostiene que «el Sur Global se vio impedido de implementar el mismo nivel de apoyo estatal sin precedentes que se vio en el Norte Global». Agrega que actualmente 64 países del mundo pagan «más por el servicio de la deuda que lo que destinan a la atención sanitaria».

En cuanto a las medidas propuestas, el documento argumenta que «el 1% más rico de los habitantes del mundo posee más del doble del patrimonio que 88% de la población mundial, o 6.900 millones de personas». Este es uno de los argumentos para proponer impuestos a distintos tipos de riqueza. Otro es que el patrimonio está subgravado: «Apenas cuatro centavos de cada dólar de los ingresos fiscales proceden de impuestos a la riqueza». A su vez, «la covid-19 está exacerbando la desigualdad en razón de la riqueza», sostiene el investigador, que cita diversos estudios.

A partir de una propuesta de impuesto mundial a la riqueza que ya hizo Thomas Piketty en su libro Capital e ideología, el informe propone gravarla en forma progresiva, de tal modo que los más ricos paguen las tasas más altas. Advierte que «como no existe una autoridad fiscal internacional, esta propuesta debería plantearse a nivel nacional y redistribuirse en todo el mundo», y recuerda que «en los últimos ocho años, la idea del impuesto a la riqueza pasó de los márgenes de la economía al terreno de la realidad política». Según las estimaciones del estudio, «un impuesto a la riqueza multimillonaria podría recaudar entre 70.000 y 100.000 millones de dólares por año».

«Una propuesta más rápida de implementar, que tiene el apoyo de Oxfam, consiste simplemente en gravar todas las fortunas que superen los 1.000 millones de dólares con una pequeña tasa de 1,5%», agrega. Esta medida afectaría a apenas 2.152 personas. Ese es el número de multimillonarios según datos de 2019, agrega.

Otra de las medidas propuestas por el investigador del TNI consiste en gravar la renta del capital de la riqueza privada en el extranjero, porque «son principalmente las personas más ricas del mundo las que ocultan su patrimonio en el extranjero». Una tercera es un «impuesto a las ganancias extraordinarias de las 32 empresas más rentables del mundo». El informe argumenta que «si bien la pandemia obligó a millones de personas a vivir en la pobreza, Microsoft, Apple, Google, Nestlé y Amazon están ganando miles de millones de dólares más de lo que habrían obtenido si la enfermedad no se hubiera propagado».

Como antecedentes, recuerda que «tanto Estados Unidos como Gran Bretaña aplicaron impuestos sobre las ganancias empresariales extraordinarias después de la Primera y la Segunda Guerra Mundial, a tasas de 80% y 95%». Otro ejemplo es un impuesto de este tipo que ya fue aplicado en Indonesia a las grandes empresas tecnológicas internacionales que se beneficiaron con la crisis sanitaria, entre ellas Zoom y Netflix.

A estas propuestas se suman las de gravar las ganancias de las empresas en el extranjero, las que se transfieren a paraísos fiscales; un impuesto a las transacciones financieras; terminar con políticas de subsidios públicos a la industria de los combustibles fósiles y aplicarle a esta industria un impuesto sobre el costo de la contaminación; redirigir 10% del gasto militar a paliar la crisis sanitaria y su impacto; la condonación de la deuda, una iniciativa que promueve la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo en el marco de la pandemia; y una emisión de derechos especiales de giro, que el informe define como «la “moneda” internacional del propio Fondo Monetario Internacional». Por último, propone un nuevo Plan Marshall que redistribuya fondos desde el norte hacia el sur del planeta.

Enlace del artículo original en castellano:

https://ladiaria.com.uy/politica/articulo/2020/11/impuestos-a-la-riqueza-a-las-ganancias-en-paraisos-fiscales-y-a-las-grandes-companias-tecnologicas-para-responder-a-la-pandemia/

Mi comentario:

Si, comparto. A ello habría que agregar que ello permitiría a los Estados desahogar los presupuestos. Eso que hacen hoy EE.UU. y la comunidad europea con las emisiones monetarias y que son una verdadera bomba de tiempo.

Sin embargo no hay que perder de vista la principal palanca del modo de producción capitalista que es la rentabilidad. Esto no la soluciona porque dentro de la predominancia de este modo de producción ya no tiene solución, su destino debe ser morir en paz.

Por eso esto es un importante inicio para procurar un gran avance, pero no es una solución en sí misma, sino que es el inicio para destrabar algo que los políticos y economistas no consiguen destrabar en tanto no asuman que la predominancia del modo de producción capitalista está llegando a su final.

Lo dramático a su vez es que en la izquierda de esto no se entiende un carajo a pesar de que los maestros lo comenzaron a analizar hace ya más de 200 años y cuando el capitalismo estaba en pleno desarrollo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 13 de Noviembre de 2020.

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[:es]Las auditorias.[:]

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Las auditorias.

Los que hemos ejercido funciones de interés público, en mi caso 11 años como Consejero en representación de los jubilados bancarios en el Consejo Honorario de la Caja Bancaria, sabemos que las auditorías son herramientas imprescindibles, sin las cuales es imposible ejercer una administración responsable. También sabemos que las hay buenas, malas y regulares. Es tarea de un administrador responsable utilizarlas y también aprender a calificarlas.

Nunca entendimos porque el Frente Amplio llegado al gobierno no había procedido a imponerlas en forma independiente1 en toda la administración, para las anteriores y para las presentes.

Y al no hacerse quedó en manos del periodismo y ahí comienzan a trabajar los intereses del periodismo empresarial que hace su juego.

Que el gobierno actual lo haga nos parece bien, lo que no nos parece bien es que no esté extendida a toda la administración incluida las municipales y que con las que se hacen –insisto está bien que se hagan– se expongan al juego periodístico sobre las mismas –que tampoco nos parece mal– pero que las limita a los intereses partidarios y no a los generales de la nación.

Jorge Aniceto Molinari.
Martes, 20 de Octubre de 2020.


Nota:

1 ¿Por qué en forma independiente? Porque en los organismos existen auditorías internas que llegan a una actividad de rutina e inocua que las hacen ineficientes.

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[:es]Peñarol.[:]

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Peñarol.

Salud carboneros feliz aniversario. Hace 129 años los ingleses del ferrocarril central fundaban en Uruguay el Central Uruguay Railway Cricket Club –CURCC– con el objetivo de que sus directivos tuvieran en el cricket un deporte para sus momentos de recreo. Junto con el cricket trajeron un deporte que estaba en auge y que rápidamente prendió en directivos y trabajadores del ferrocarril: el football. Situación que hizo con los años que ante un balance no promisorio de la empresa se decretará que sus directivos no podían participar del club que ahora mayoritariamente practicaba el nuevo deporte.

Esto provocó que se fundara Peñarol como continuidad del CURCC en 1913, lo que hace se discuta el decanato del fútbol uruguayo que en realidad pertenece al club Albión.

Lo que es real es que Peñarol fue la primer gran nacionalización en el deporte uruguayo y que en 1928 se incorpora a las grandes justas internacionales que el país había comenzado a principios de siglo y rubricara con la obtención olímpica de 1924 y la gira de Nacional por Europa en 1925.

Jorge Aniceto Molinari.
Lunes, 28 de Septiembre de 2020.

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[:es]Argentina ha firmado un acuerdo con sus acreedores.[:]

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Argentina ha firmado un acuerdo con sus acreedores.

Es una buena noticia. Argentina ha firmado un acuerdo con sus acreedores que la pone fuera de una situación de default (cesación de pagos) en que la había puesto el monstruoso endeudamiento que contrajo el gobierno anterior sin ningún beneficio para el pueblo argentino.

De todos modos siendo una buena noticia para los argentinos y los pueblos hermanos, es insuficiente y se inscribe dentro de una política de resistencia que los sectores que defienden los intereses de la gente han inscripto su accionar político en estos últimos tiempos.

En el caso de Argentina además se ha dicho que esto es necesario para una reactivación económica volcada hacia su propio desarrollo interno, lo cual podría haber sido razonable en otro contexto de la realidad económica del mundo, donde los aparatos productivos no tenían una interdependencia que los hace supeditados a lo que ocurre en el mundo con los mercados y los precios de las distintas mercancías y los estados de elaboración sobre ellas. Situación a la que tampoco es ajena Europa y EE.UU. si bien tienen un manejo monetario a costa del resto del mundo que les da un pequeño respiro.

El pueblo argentino además como sufre como el resto de los países del continente de los ajustes a su nivel de vida realizados a través del manejo monetario y de un sistema impositivo basado en el consumo, el salario y las pensiones, mientras las transacciones con capitales gozan de una casi total impunidad.

Hemos bregado desde estos humildes escritos para que Argentina y los gobiernos progresistas abandonen una política pura de resistencia (es la que se ha comenzado a aplicar en Uruguay) por una ofensiva organizada hacia los organismos financieros internacionales que tenga como objetivo una medida monetaria única y universal y sistema impositivos que vayan sobre la circulación del dinero haciendo no válida toda transacción que no tenga el registro correspondiente donde la sociedad democráticamente lo determine, dando muerte a los paraísos fiscales.

Jorge Aniceto Molinari.
Miércoles, 5 de Agosto de 2020.

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[:es]Los partidos comunistas de América del Sur.[:]

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Los partidos comunistas de América del Sur.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Comunidad de Estados Latinoamericanos y el Caribe (CELAC). Logotipo.Los partidos comunistas de América del Sur han emitido una declaración conjunta sobre la que quiero hacer un comentario:

El comunicado:

Los partidos comunistas de América del Sur destacamos con orgullo de clase el decisivo rol de los trabajadores de distintas ramas, y fundamentalmente de la salud, en el combate contra la pandemia Covid-19 que asola al mundo.

Saludamos que se haya realizado la teleconferencia de Ministros de Salud y Cancillerías convocada por la presidencia pro tempore mexicana de la CELAC, dado que este es el único ámbito donde pueden reunirse todos los países de Nuestra América con la invalorable presencia de Cuba, vanguardia mundial en innovación médica y bioquímica y en ética humanista, dando participación asimismo a la Organización Panamericana de la Salud y a una delegación de alto nivel de la República Popular China.

La pandemia del CoVID-19 demuestra trágicamente las profundas falencias de los sistemas de salud pública en la mayoría de los países de la región, que se conocían ya antes de la aparición del coronavirus. Esas deficiencias son el resultado de las políticas antipopulares aplicadas por los gobiernos al servicio del gran capital para comercializar y privatizar la salud, respaldando la rentabilidad de los grupos monopolistas.

Esas políticas, además, han socavado las capacidades científicas y tecnológicas disponibles para satisfacer las necesidades de prevención y atención masiva a la población. La experiencia actual pone en evidencia la naturaleza antisocial y parasitaria del neoliberalismo y destaca la superioridad de la intervención del estado en las áreas vitales de cualquier nación y la planificación teniendo como criterio las necesidades populares, así como demuestra que ellas no pueden regirse por la lógica mezquina del capitalismo. Eso implica en materia de salud proporcionar atención primaria y prevención, hospitales dignos, laboratorios equipados, médicos y enfermeros, medicamentos, respiradores, testeos y exámenes y todo lo que se necesita para satisfacer las necesidades constantes y urgentes de los pueblos.

Consideramos esencial garantizar los derechos de los trabajadores, desempleados y subempleados, de los estratos sociales más pobres, como un gesto humano y solidario que, al mismo tiempo, asegura el mantenimiento básico de la actividad económica. El pago de salarios debe garantizarse, al igual que una renta mínima para todos los trabajadores informales. No son ellos quienes deben pagar la crisis. Con este fin, las políticas de austeridad fiscal deben revertirse, y el Estado debe asumir responsabilidades extraordinarias para mantener la actividad económica, incluida la garantía de la contribución de los sistemas bancarios financieros a este fin.

Es necesario de una vez terminar con el bloqueo y otras medidas coercitivas unilaterales contra Cuba y Venezuela, y con las acciones en contra de Nicaragua, cuyo carácter insolidario, discriminatorio e injusto resalta aún más en medio de esta crítica situación. En tal sentido valoramos las palabras del Presidente de Argentina, Alberto Fernández quien, además de adoptar un conjunto de medidas adecuadas en la emergencia, se ha pronunciado dignamente al respecto.

Es preciso y urgente condonar de manera definitiva las deudas externas de nuestros países con el FMI y la banca internacional usurera.

Enviamos nuestro más sincero agradecimiento a los médicos y enfermeros, al personal de los hospitales, de las unidades de salud que están luchando enfrentando grandes dificultades. Expresamos nuestra solidaridad a todos los afectados por la pandemia del CoVID-19 y les deseamos una recuperación pronta de la enfermedad.

Saludamos a los países que están llevando a cabo acciones de solidaridad con los países más afectados, como por ejemplo el envío de materiales de protección, ventiladores y profesionales de salud, como China, Cuba y Rusia, lo que contrasta con las acciones de los EE.UU. y la OTAN que persisten en desplegar tropas, como hicieron recientemente en varios países de Europa, sosteniendo ingentes presupuestos militares que se niegan a la salud y el bienestar social.

Luchamos por transformaciones profundas que vendrán de la mano de la unión de los trabajadores y los pueblos. Nos posicionamos con responsabilidad y con sentido de Humanidad. ¡Estamos presentes en la lucha para tomar medidas inmediatas para proteger la salud y salvaguardar los derechos de todos los pueblos en todos los rincones del planeta!

Partido Comunista de la Argentina.
Partido Comunista de Bolivia.
Partido Comunista do Brasil.
Partido Comunista Brasileño.
Partido Comunista Colombiano.
Partido Comunista de Chile.
Partido Comunista del Ecuador.
Partido Comunista de Paraguay.
Partido Comunista Peruano.
Partido Comunista del Perú – Patria Roja.
Partido Comunista de Uruguay.
Partido Comunista de Venezuela.

El comentario:

Que los Partidos Comunistas se hayan puesto de acuerdo para un comunicado conjunto me parece un hecho positivo, promisorio, principio quieren las cosas.

Me siento comunista, y no reniego de ello, ahora esto que es un compendio de buenas intenciones, en un mundo en plena crisis de la predominancia del modo de producción capitalista, donde el libre comercio hoy es comandado por China y su entorno gobernada por el Partido Comunista y hacia donde se desplaza el centro del capitalismo en el mundo, siento que no me representa.

Y porque además siguen pensando en el socialismo, país por país, amurallados en el aparato del Estado (Trump lo hace desde la derecha), mientras los países siguen aumentando sus deudas sin solución de continuidad, y la derecha jugada al envilecimiento de los signos monetarios, mientras ellos se manejan en «moneda fuerte».

Es que Marx, Engels, Lenin, (los más destacados), escribieron lo que escribieron y analizaron lo que analizaron, para que quienes hoy se dicen comunistas sigan reivindicando como única salida hacerse con el aparato del Estado para organizar la producción a través de él, cuando en el mundo ya se está en condiciones de medidas que cambien radicalmente la situación y ayuden a la predominancia del modo de producción capitalista a morir en paz.

Como por ejemplo la de una moneda única y universal, y la de sistemas impositivos basados en la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales, y a los sistemas impositivos basados en el consumo, los salarios y las pensiones.

Mucho se ha hecho desde el aparato del Estado y mucho seguramente se hará aún, pero señalarlo como el objetivo prioritario de los comunistas para el cambio que hoy la humanidad necesita, no está en consonancia con las enseñanzas de los maestros, que además se confirman día a día como por ejemplo la idea del superimperialismo que combatió Lenin frente a los planteos de Kausky.

Los partidos comunistas deberían tener un rol a cumplir que no es este que se señala en la declaración, sino tratando de abrir un debate que permita a la humanidad alumbrar un programa que organice la voluntad política necesaria frente a esta crisis.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 31 de Marzo de 2020.

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[:es]Efectos de una agonía ya anunciada.[:]

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Efectos de una agonía ya anunciada.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Fondo Monetario Internacional (FMI). Edificio de su sede.Nadie puede estar en contra de ayudar, de ser solidario. Tengo la satisfacción de haber militado durante más de 60 años en organizaciones políticas y sindicales y no haber ocupado nunca un cargo rentado. Tampoco condeno a quienes si lo han ocupado y han dado su vida a cumplir con sus principios.

Ahora en este caso indigna la falta de honestidad en la definición de las políticas, y no creo que lo hagan por maldad, es una filosofía de clase en última instancia.

Hace pocas horas El País informaba que el FMI calculaba que en esta crisis del coronavirus salieron hacia los centros financieros desde nuestra América la pobre 83.000 millones de dólares.

Hace pocas semanas tomábamos conocimiento que una contadora era requerida por Interpol por estar vinculada al lavado de 70.000 millones de dólares (no hemos chequeado las cifras) y da la casualidad de que es pareja de un ministro del actual gobierno.

¿Entonces no es hora? de que nuestro Frente Amplio y nuestro PIT-CNT, se paren de mano y se dejen de joder con sus chacritas (las últimas declaraciones del Pepe son lamentables) y exijan que nuestro gobierno se dirijan a las autoridades financieras del mundo para que paren la mano, y den un giro a su política con la moneda y los impuestos y pongan fin a los paraísos fiscales. ¿Es que no hay aliados para esto en el mundo? La nómina es enorme. La encabeza Trump (no creo que le preocupe su gente) avanzando sobre el endeudamiento de EE.UU. pero también lo hacen otros gobiernos –y no está mal que lo hagan cuando va en beneficio de su pueblo– como Alberto Fernández en Argentina, o los gobiernos de prácticamente toda Europa.

No quiero discutir si Lacalle si o Lacalle no, el tiempo que tenemos debemos dedicarlo centralmente a abordar salidas, que en definitiva son salidas para todo el mundo.

Si están de acuerdo no me le digan a mí, expandan el planteo, y si no están de acuerdo simplemente destínenlo a la papelera.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 28 de Marzo de 2020.

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[:es]Ir hacia los responsables.[:]

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Ir hacia los responsables.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

PIT-CNT. Logotipo.En mi bastante extensa vida sindical y política, pienso que tengo el legitimo orgullo de haber participado desde la modestia de mis esfuerzos en la fundación tanto de la central sindical en aquel entonces CNT, como del Frente Amplio de Uruguay.

Hoy cuando realizan un planteo ante el gobierno nacional recientemente en funciones, correspondiente a una alianza multicolor de partidos, me siento casi en la obligación de decir que se están quedando cortos.

Tanto el Frente como la Central saben que el atender los legítimos reclamos que se realizan para salvaguardar la salud y el nivel de vida de la población no son posibles sin aumentar el grado de endeudamiento del país. También lo sabe la alianza multicolor de gobierno.

También existe la posibilidad de los ajustes impositivos, que van sobre las espaldas del que trabaja, el capital siempre –y por ahora de acuerdo ha como está organizada la economía del mundo– los descarga sobre las mercancías o se va en busca de la rentabilidad.

El panorama no es diferente cualquiera sea el país que se mire, tal vez la diferencia radica en que si desde el gobierno se trata o no de satisfacer la necesidades populares.

Ahora el coronavirus que se suma al endeudamiento constante de los Estados, más allá de las causas, porque no es lo mismo el endeudamiento de los gobiernos del Frente Amplio que el endeudamiento del gobierno anterior de Macri en Argentina, este fue siniestro y mal intencionado.

El coronavirus pone la crisis al rojo vivo. Y no me parece suficiente exponer reclamos –justos, en una apreciación general, como en este caso– ante el gobierno, es necesario plantear por donde se debe ir para obtener los recursos que se necesitan para poder darles satisfacción.

Cosa en la que hoy coinciden todos los pueblos del mundo, tal vez con la excepción de los lugares donde aún el capitalismo se desarrolla como China y su entorno.

No tenemos ninguna duda de que hay que ir ya, juntando el mayor número de fuerzas posibles, ante el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, –los mayores responsables, como administradores económicos del mundo–, para que se accionen universalmente dos herramientas que liberen los billones de dólares que hoy están en los paraísos fiscales y que no se invierten porque a las empresas en el actual esquema de la economía mundial no les es rentable.

Para ello se dispone de dos herramientas: la moneda y el sistema impositivo. Precisamente hoy usados contra el nivel de vida de la gente en todo el mundo. Con las monedas nacionales se ajusta salvajemente a la baja los ingresos de los que tienen que operar con esas monedas y con los impuestos se grava el consumo, los salarios y las pensiones. Por supuesto que en algunos países existen ciertos impuestos al capital que estos descargan en las mercancías, generando un círculo vicioso pues cuando la inversión no le es rentable buscan un país donde le sea más rentable producirlas o intercambiarlas.

¿Qué se debería hacer con el control del FMI y del BM, manos de la representación de los intereses de los pueblos del mundo? Pues ir a una unidad monetaria única y universal y a un sistema impositivo basado en la circulación del dinero, haciendo invalida toda transacción que no esté debidamente registrada donde democráticamente se determine, condenando a muerte a los paraísos fiscales, y liberando así enormes recursos financieros para atender las necesidades de la gente que hoy no se atienden precisamente por la falta de rentabilidad para el sistema hoy predominante.

Atendiendo a la conservación y desarrollo del aparato productivo de la humanidad y cuidando los criterios de eficiencia y cuidado de los recursos con el control democrático de la gente impidiendo la burocratización de los mismos particularmente a través de los aparatos estatales.

La Humanidad hace esfuerzos para que el coronavirus no se extienda a la espera de que con la vacuna adecuada y por los anticuerpos generados por la misma donde ya han sufrido sus efectos se logre controlar.

Sin embargo el salto más gigantesco y necesario de esta época aún está por darse y tal vez esta sea la oportunidad para que con el control del virus la sociedad humana pueda pasar a controlar democráticamente su economía.

Entonces reiterar el llamado en particular con los que me siento partícipe, el Frente Amplio y el PIT-CNT de Uruguay, a elevar la mira para comprender que hoy siendo importante las luchas nacionales estas pueden elevar su nivel si se encaran universalmente tal vez por aquello que nos enseñaba la primera Internacional: ¡¡¡Trabajadores de todos los países Uníos!!!

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 19 de Marzo de 2020.

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[:es]Llamado urgente a mis hermanos y hermanas en todo el mundo.[:ca]Crida urgent als meus germans i germanes de tot el món.[:]

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Llamado urgente a mis hermanos y hermanas en todo el mundo.

Jorge Aniceto Molinari.El coronavirus extendido a todo el mundo. La Humanidad haciendo esfuerzos para que su expansión sea lo más lenta posible. Todos sabemos que su detención será fruto de una vacuna o no lo será, en ello se está trabajando desde varios frentes.

La agudización de la crisis de la predominancia del modo de producción capitalista está a la vista de toda la humanidad.

Hay dos grandes ausentes en esta crisis: el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, entre otros, que ya deberían haber convocado a todo el mundo a analizar las salidas posibles para la misma.

Pero también están ausentes los gobiernos, los partidos políticos, las organizaciones sociales, sindicales, vueltas hacia dentro de sus respectivas chacritas.

Falta el llamado a la Humanidad a hacer un esfuerzo para salir todos de la crisis. Es notorio que los paraísos fiscales y los desniveles monetarios siguen creciendo junto con la concentración insultante de la riqueza.

Porqué no debatir terminar de una vez y para siempre con esta situación, hay dos herramientas simples y rápidas de aplicar que deberían emplearse ya. Ir a la moneda única y universal, y a un sistema impositivo basado en la circulación del dinero dando muerte a los paraísos fiscales.

Porqué no todas las eminencias mundiales debatiendo el tema, hoy ya ni siquiera es necesario juntarse la tecnología permite hacerlo.

Pues entonces manos a la obra y desde todos lados a soplar juntos para este objetivo. La Humanidad de esto sale unida o no sale. Desde donde sea a pronunciarse y empujar hacia este objetivo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 19 de Marzo de 2020.

[:ca]

Crida urgent als meus germans i germanes de tot el món.

Jorge Aniceto Molinari.El coronavirus estès a tot el món. La Humanitat fent esforços perquè la seva expansió sigui el més lenta possible. Tots sabem que la seva detenció serà fruit d’una vacuna o no ho serà, en això s’està treballant des de diversos fronts.

L’agudització de la crisi de la predominança de la manera de producció capitalista està a la vista de tota la Humanitat.

Hi ha dos grans absents en aquesta crisi: el Fons Monetari Internacional i el Banc Mundial, entre altres, que ja haurien d’haver convocat a tothom a analitzar les sortides possibles per a aquesta.

Però també estan absents els governs, els partits polítics, les organitzacions socials, sindicals, mirant cap a dins de les seves respectives paradetes.

Falta la crida a la Humanitat a fer un esforç per a sortir tots de la crisi. És notori que els paradisos fiscals i els desnivells monetaris continuen creixent juntament amb la concentració insultant de la riquesa.

Perquè no debatre acabar d’una vegada i per sempre amb aquesta situació, hi ha dues eines simples i ràpides d’aplicar que haurien d’emprar-se ja. Anar a la moneda única i universal, i a un sistema impositiu basat en la circulació dels diners donant mort als paradisos fiscals.

Perquè no totes les eminències mundials debatent el tema? Avui ja ni tan sols és necessari ajuntar-se, la tecnologia permet fer-ho.

Doncs llavors som-hi i des de tots costats a empènyer junts per a aquest objectiu. La Humanitat d’això surt unida o no surt. Des d’on sigui a pronunciar-se i empènyer cap a aquest objectiu.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 19 de març del 2020.

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[:es]Sobre el mito del «fin del trabajo».[:]

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Sobre el mito del «fin del trabajo».

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Mano sobre mano.A propósito de un muy buen trabajo presentado por Aldo Scarpa sobre el tema.

Como es nuestro método de análisis, primero el texto y luego nuestro comentario.

El texto:

El desarrollo de la ciencia y la tecnología como fuerza productiva directa. El crecimiento de la capacidad productiva del trabajo.

«El fin del trabajo». ¿Un problema de la sociedad en general, de la humanidad? ¿O el problema de un modo de producción especifico?

Por: Aldo Scarpa. Febrero de 2020.

Toda clase dominante, realmente dirigente, debe ser capaz de presentar sus crisis y desafíos como crisis y desafíos de toda la sociedad. Toda clase para dominar debe comprobar y demostrar su capacidad hegemónica. Es decir, debe lograr que el resto de las clases y grupos de la sociedad vivan e interpreten el mundo a través de los cristales de su hegemonía. Las clases subalternas deben confundir sus intereses con los intereses delas clases dominantes o, mejor dicho, alienarse asumiendo como propios los intereses de las clases dirigentes en sustitución de los suyos propios.

Tal lo que puede ocurrir con la falsa teoría, con la superficial afirmación de aparente evidencia probada sobre «el fin del trabajo». Por supuesto, no existe ningún riesgo, ninguna probabilidad, ninguna perspectiva real sobre «el fin del trabajo», pues «el fin del trabajo» sólo sobrevendrá el día del «fin de la humanidad» ya que, el hombre y el trabajo –el trabajo y el hombre son inseparables, no existe el uno sin el otro–. Y este «apocalipsis» de la humanidad es algo que, por causa naturales aclaro, como se dice ahora, no está en la agenda.

En todo caso, lo que está llegando a su «fin» histórico es, como ocurrió con tantas otras, una forma histórico-social del trabajo. O sea, el trabajo asalariado. Y, si esto es así, lo que está tocando a su fin es el modo de producción capitalista. El desarrollo tecnológico no es la premisa de «el fin del trabajo», sino todo lo contrario. El desarrollo tecnológico es la premisa de una inimaginable ampliación y elevación de los horizontes de la capacidad creadora del hombre; es decir, del trabajo, porque no otra cosa es el trabajo en sentido general, humano. Ampliación y elevación del trabajo, que no es de ninguna manera identificable en términos absolutos con el trabajo asalariado. Más aún, si bien el trabajo asalariado aparece en la historia antes del surgimiento del actual modo de producción dominante, lo que si es cierto es que sólo con el advenimiento de éste se transformó en la forma de trabajo predominante y que el capitalismo no puede existir sin ella.

El capital es acumulación de trabajo, o plus trabajo abstracto-social, en manos del capitalista que debe valorarse incesantemente. Y esta apropiación y acumulación de valor, de plus trabajo; o sea, el capital, sólo puede ser producto del trabajo asalariado. El trabajo es la única fuente de valor. Sin trabajo asalariado no hay capital ni capitalismo. Lo que el desarrollo tecnológico pone en cuestión es el trabajo asalariado y, por lo tanto, al capitalismo, o, dicho de otra manera, la evolución del capitalismo provoca un desarrollo tecnológico y una elevación de la capacidad productiva del trabajo que no tiene otro resultado que el cuestionamiento del trabajo asalariado como forma histórico-social del trabajo y, por consiguiente, del propio capitalismo. En absoluto corre el más mínimo riesgo de desaparición el trabajo; ni tiene validez alguna la superficial teoría sobre «el fin del trabajo».

¿Por qué suceden (y continuarán sucediendo durante el capitalismo) las cosas de esta manera? «El capitalismo es una contradicción en proceso» decía, más o menos, Marx. Y este entrelazamiento y sucesión irresoluble de contradicciones encuentra su explicación en la evolución objetiva del propio capitalismo. Ya hace poco más de dos siglos Ricardo advertía sobre la función del trabajo como el elemento determinante del valor de la mercancía.

Muchos siglos antes, con una impresionante capacidad de abstracción, Aristóteles llegó a vislumbrar en «La Política» el papel del trabajo en dicha determinación. Si la mercancía es la célula del modo de producción capitalista y el trabajo la medida del valor de la misma (mejor aún, la cantidad de tiempo de trabajo), esto no puede dejar de tener consecuencias insoslayables y determinantes en el desarrollo histórico del capitalismo. El trabajo pasado, muerto, no crea nuevo valor, sino que traslada un valor creado y materializado en los medios de producción a la nueva mercancía en proceso de creación; ya sea de golpe, si se trata de capital circulante, ya sea por fracciones a lo largo de un período de tiempo, si se trata de capital fijo (hay que cuidarse mucho de confundir y/o identificar estas categorías con el fundamental y genial descubrimiento de Marx expresado en las categorías capital constante y capital variable). Sólo el trabajo presente, vivo, es creador de nuevo valor, fuente de valor y, consiguientemente, de plusvalía. Mediante la introducción de tecnología el capitalista se propone aumentar la plusvalía relativa, ya que por razones naturales e histórico-sociales la plusvalía absoluta encuentra límites en sus posibilidades de incrementarse.

Sin embargo, la introducción de nuevas tecnologías desplaza fuerza de trabajo; es decir, la única mercancía cuyo uso genera trabajo vivo único elemento generador de nuevo valor. Por lo cual, si bien puede aumentar la tasa de plusvalía la tasa de ganancia tiende a caer. O sea, para la clase capitalista el desarrollo científico-tecnológico es a la vez una necesidad y una amenaza.

El objetivo de la clase capitalista es el permanente aumento de la tasa de ganancia, pero el aumento de la inversión en medios de producción, tecnología, provoca la tendencia a su descenso.

En cambio, para la clase obrera, para las masas desposeídas emancipadas de las relaciones burguesas de producción el desarrollo e inversión productiva de la ciencia y la tecnología sólo tiene un significado: crear las condiciones, las premisas, que permiten invertir menos tiempo de trabajo para satisfacer las necesidades básicas y aumentar el tiempo libre para el desarrollo multifacético de sus cualidades humanas, para alcanzar por fin la libertad, lo que realmente debe considerarse libertad. Por eso el capitalismo y la clase capitalista llegados a este punto de la evolución histórica de la humanidad son una traba para el progreso, son reaccionarios y contrarevolucionarios, su existencia ya hace tiempo ha devenido absolutamente irracional y nuestra época no tiene otra misión histórica que proclamar su irrealidad, hacerlo irreal en la realidad. Por eso, los trabajadores asalariados y las masas desposeídas de la sociedad son objetivamente democráticos, progresistas y revolucionarios.

Las leyes de la producción capitalista provocan la tendencia al crecimiento de la composición orgánica del capital, producto genuino de la evolución del capitalismo. Esta tendencia se impone y comprueba en el aumento constante de la proporción del capital invertido en capital constante (medios de producción, tecnología, etc.), respecto a la fracción invertida en el capital variable (fuerza de trabajo; capacidad de trabajar bajo la forma de trabajo asalariado; o sea como mercancía y, por consiguiente, portadora de la dualidad trabajo abstracto-trabajo concreto y, como tal creadora de valor y valor de uso). La tendencia al crecimiento de la composición orgánica del capital provoca la tendencia al desplazamiento de la fuerza de trabajo (única fuente de creación de valor y, por ende, de la forma de la riqueza del modo de producción capitalista: el capital). De aquí, como llevamos dicho la tendencia a la caída de la tasa de ganancia. Por tanto, el crecimiento de la composición orgánica del capital tiende a desplazar al trabajo vivo, precisamente la fuente de creación del capital. O sea, cuando el alienante mito sobre «el fin del trabajo» y su abstracción fantasiosa y engañosa es superado por el estudio de la realidad histórica concreta podemos comprender que en absoluto estos fenómenos expresan ni son presagios de «el fin del trabajo» en general. ¡No! Por el contrario, expresan y en términos históricos, son presagios (dependiendo de la acción de los hombres, de las masas populares), de la crisis del capitalismo y la burguesía.

Por cierto, combatir al neoliberalismo es una tarea insoslayable en tanto estrategia política destinada a contrarrestar estas tendencias negativas para las clases dominantes y hacer recaer sus efectos sobre la espalda de los pueblos. Sin embargo, podría ser erróneo ante estos fenómenos limitar la cuestión al neoliberalismo. Esto podría generar la falsa y peligrosa ilusión de que más allá del neoliberalismo otro capitalismo sería posible. El asunto es más profundo. El problema que tiene enfrente la humanidad es el capitalismo en sí mismo. Y esta es nuestra tarea política: volver a educar a las masas populares en esta perspectiva. Porque, llegados a este punto del desarrollo del capitalismo, ¿es posible el capitalismo sin la sombra del neoliberalismo? Las políticas neoliberales pueden retroceder momentáneamente; ora pasar a la defensiva ora a la ofensiva. Pero, en todo caso el neoliberalismo retornará siempre y en breves plazos históricos. Y esto es así porque la fracción hegemónica de la clase capitalista, y esta clase ya no conocerá otra hegemonía, para la bonanza de sus intereses reclama políticas neoliberales. ¿Cuáles son las condiciones materiales de esta situación?

  1. La contradicción fundamental del capitalismo es el carácter cada vez más social de la producción y el carácter cada vez más privado de la apropiación: la globalización expresa el primer factor de la contradicción; la transnacionalización, el inmenso crecimiento de las empresas transnacionales el segundo.

  2. La tendencia a la concentración y centralización del capital continúa; la sociedad se divide cada vez más en una oligarquía, un puñado de magnates del capital, de un lado y, una masa de miles de millones de desposeídos, por otro (según datos recientes de la ONU, ocho o doce personas tienen la misma riqueza que la mitad de la población mundial, dos mil quinientos o tres mil millones de personas).

  3. Precisamente, los beneficiarios privilegiados de este proceso de concentración del capital es la oligarquía financiera. El capital financiero.

  4. El capital financiero está indisolublemente ligado a la especulación, al parasitarismo, a la riqueza y el capital ficticio; en fin, a un capitalismo parasitario y en descomposición. La crisis mundial del capitalismo, desde 1929 hasta 2008, expresan este carácter parasitario y en descomposición e imponen saltos cualitativos a la crisis en el proceso de centralización del capital.

  5. El capitalismo ha devenido imperialista y este carácter que acompañará al mundo burgués hasta la tumba está indisolublemente ligado con las cuatro características definitorias del capitalismo en su última fase anotadas en los cuatro puntos precedentes. El imperialismo ha significado: la expansión colonial en las últimas décadas del S XIX; dos guerras mundiales en cincuenta años; carrera armamentista que no cesa; según la ONU, trece guerras, invasiones, etc. en menos de tres décadas. El capitalismo en su fase imperialista no puede dejar de ser agresivo, antidemocrático, militarista, reaccionario en toda la línea.

  6. Hace por lo menos más de un siglo y medio que el capitalismo significa una traba para el desarrollo de las fuerzas productivas. Pero hoy, sin embargo, significa no sólo una traba sino una amenaza real para la destrucción absoluta de las mismas por una hecatombe nuclear y-o una catástrofe ecológica.

El mito sobre «el fin del trabajo» es un eufemismo y una falsedad, tiene un significado ideológico, de clase; promueve la transformación en la cabeza de los pueblos de la crisis de la clase capitalista y del capitalismo en crisis de la sociedad toda.

El crecimiento sostenido de la inversión en capital constante, la elevación de la capacidad productiva de la humanidad a través del desarrollo de la ciencia y la tecnología se presenta ante la burguesía como una amenaza a su existencia. Para los trabajadores, en cambio, ese desarrollo es condición de su liberación, es la premisa del triunfo de la libertad sobre la necesidad, es la condición material para que el contenido del tiempo de la vida del hombre no sea la alienación y la enajenación del producto de su trabajo y de su propia vida, sino la creación, el desarrollo espiritual, el tiempo libre para ser, precisamente, libre; es la condición para la humanización del hombre.

«La cosa está en que un día haya tiempo para todo, para hablarnos sin apuro, para compartir los hijos, para hacer fin de semana como si vivir fuera tiempo libre, espacio para estar…».

Las condiciones materiales para que se cumpla el sueño al que le canta Silvio ya existen; y su realización es una necesidad histórica de la que depende la sobrevivencia de la humanidad.

Aldo Scarpa.

Nuestro comentario:

Comencemos por el final y nuestro acuerdo. ¿Qué falta?: nada más, ni nada menos que el programa y la voluntad política organizada para aplicarlo.

Dice Scarpa y lo compartimos:

«Por cierto, combatir al neoliberalismo es una tarea insoslayable en tanto estrategia política destinada a contrarrestar estas tendencias negativas para las clases dominantes y hacer recaer sus efectos sobre la espalda de los pueblos. Sin embargo, podría ser erróneo ante estos fenómenos limitar la cuestión al neoliberalismo. Esto podría generar la falsa y peligrosa ilusión de que más allá del neoliberalismo otro capitalismo sería posible. El asunto es más profundo. El problema que tiene enfrente la humanidad es el capitalismo en sí mismo».

Más adelante agrega un concepto que mucho tiene que ver con este:

«Precisamente, los beneficiarios privilegiados de este proceso de concentración del capital es la oligarquía financiera. El capital financiero».

«El capital financiero está indisolublemente ligado a la especulación, al parasitarismo, a la riqueza y el capital ficticio; en fin, a un capitalismo parasitario y en descomposición. La crisis mundial del capitalismo, desde 1929 hasta 2008, expresan este carácter parasitario y en descomposición e imponen saltos cualitativos a la crisis en el proceso de centralización del capital».

Lenin nuestro maestro, analizó el tema y estamos hablando de principios del siglo 20:

«Una parte cada día mayor del capital industrial –escribe Hilferding– no pertenece a los industriales que lo utilizan. Pueden disponer del capital únicamente por mediación del banco, que representa, con respecto a ellos, al propietario de dicho capital. Por otra parte, el banco también se ve obligado a colocar en la industria una parte cada vez más grande de su capital. Gracias a esto, se convierte, en proporciones crecientes, en capitalista industrial. Este capital bancario, por consiguiente, capital en forma de dinero, que por este procedimiento se trueca de hecho en capital industrial, es lo que llamo capital financiero». «El capital financiero es el capital que se halla a disposición de los bancos y que es utilizado por los industriales»[1].

Scarpa agrega otro concepto que merece ser analizado porque fue un punto de discrepancia de Lenin con Kautsky que aún la izquierda no ha saldado:

«El capitalismo ha devenido imperialista y este carácter que acompañará al mundo burgués hasta la tumba está indisolublemente ligado con las cuatro características definitorias del capitalismo en su última fase anotadas en los cuatro puntos precedentes. El imperialismo ha significado: la expansión colonial en las últimas décadas del S XIX; dos guerras mundiales en cincuenta años; carrera armamentista que no cesa; según la ONU, trece guerras, invasiones, etc. en menos de tres décadas. El capitalismo en su fase imperialista no puede dejar de ser agresivo, antidemocrático, militarista, reaccionario en toda la línea».

¿Qué ha sucedido? No sólo que hoy siendo cada vez más agresivo el accionar de los «servicios» con origen en EE.UU. y el peligro de la guerra se extiende más allá de las actuales, por otro lado el comando del libre comercio mundial pasa de EE.UU. a China y su entorno gobernada por el Partido Comunista, y el propio centro del capitalismo mundial se desplaza, mientras una facción capitalista con sede en EE.UU. y con Trump a la cabeza amuralla su economía. La vida le ha dado la razón a Lenin, no a Kautsky.

Volvamos entonces al programa que es a nuestro leal saber y entender el medio para cumplir con la última frase que compartimos del compañero Aldo Scarpa.

¿El programa sigue siendo estatizar la economía o hoy tenemos otro panorama que nos permite pensar más allá de las economías nacionales?

Que nos hace pensar que el objetivo de la izquierda hoy en el mundo es la toma del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial para cambiar su política, y que para ello disponemos de dos herramientas fundamentales: la moneda y el sistema impositivo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 16 de
Marzo de 2020.

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[:es]El programa.[:]

[:es]

El programa1.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Óscar Alberto Bottinelli.El desafío: esto es lo que entre otras cosas dice Oscar Bottinelli analizando la derrota del Frente Amplio de Uruguay en las últimas elecciones:

«Entonces ¿Cómo perdió? La derrota de Mauricio Macri (Argentina) se explica en 30 segundos, sin embargo ¿cómo explica el FA su derrota? Esta derrota obliga a reflexionar y a muchos estudios, porque son muchos años los que hay que explorar.

No hemos visto al FA analizar esto, contestarse a sí mismo esta pregunta ¿Cómo es que se perdió? La explicación de “no supimos comunicar los logros” es considerar que la población es “idiota”, recibe beneficios y no los ve. Si recibe beneficios, los ve y no vota, por algo es. Hay que respetar a la gente y considerar que la gente sabe lo que hace.

Hay cuestiones que explican que gente que recibió beneficios, que vive mejor, sin embargo no votó al FA. Lo más preocupante en el FA, es que deje sin análisis la derrota y espere que la recuperación se produzca solo por errores del que está enfrente. En países donde hay partidos de derecha o de izquierda, donde esto sucedió, les va bien, vuelven a ganar pero ganan sin saber para qué y esto lleva a la desilusión de la sociedad. Si se gana y no se sabe para qué, no se le responde a la sociedad. Lo primero es un análisis de lo que se hizo y por qué pasó lo que pasó, y no reducirlo a quién puede ganar una Intendencia».

Mi comentario:

Uds. saben lo que pienso lo he desarrollado ya en cientos de notas y columnas. El programa del Frente se agotó, es necesario entender el mundo de hoy y hacia dónde va, y para ello se necesita avanzar en un programa, que tiene dos herramientas centrales: la moneda y los impuestos, y ante la pregunta:

¿Con qué medidas se avanzaría?

Creo que esta es la pregunta. Si volvemos a escuchar el discurso de Mujica en la ONU (setiembre 2013), habla de la moneda y de los impuestos, pero a la vez no avanza sobre el camino para aplicarlos, lo de él es una exhortación. He escuchado la crítica: «Mujica dice una cosa en la ONU y hace otra en el país». Cada punto de programa tiene que definirse como aplicarlo.

Lo que ha hecho el Frente en materia programática es lo que podía hacer; podía haber sido más prolijo y no cometer errores y horrores en la gestión sí. Los que critican lo realizado no definen como hacer para lo que proponen y las mayorías son planteos estatistas, que hoy no se pueden aplicar. Se pudo abrir la investigación sobre los negocios con Venezuela que poco o nada beneficiaron al Frente y si a algunos que no tienen nada de frentistas. Se pudo abrir la negociación con UPM, pero es un tema complejo y el país necesitaba la inversión, como muchas de las que se han hecho en el campo, muchas de las cuales contaminan más que la papelera.

Vencer el secretismo empresarial en el capitalismo no es un objetivo lograble en el marco nacional, es parte de la transformación en la dirección de los organismos financieros internacionales que la humanidad necesita, si la transparencia y el control sobre la gestión gubernamental, que en el Uruguay han existido, con altibajos, pero han existido y existen.

El mundo necesita que se encare el problema monetario y el impositivo. Hay dos responsables principales: el FMI y el Banco Mundial.

El programa que hoy se necesita tiene un escenario global. El Frente con lo que aplicado sobre la moneda y los impuestos, no hizo menos ricos a los ricos y ni redistribuyó riquezas, fue más justo en lo tremendamente injusto que es el sistema impositivo que se aplicó en el país y no digo que se pueda aplicar otro sin atacar con aliados a los centros que son el FMI y el BM., quedaríamos fuera del circuito financiero internacional y eso en economía es una pena casi que de muerte, por ahora y hasta que los pueblos tengan fuerzas para cambiarlo.

Porque Mujica se calló, ¿lo amedrentaron con que el país iba a quedar aislado como hicieron por ejemplo con Venezuela? No lo sé, pero ese es el camino que deben transitar las organizaciones políticas del Frente Amplio y las organizaciones sindicales con sus hermanas en el mundo.

Mujica talenteó bien en la ONU, pero no tiene cultura de Partido como la tenía Rodney Arismendi por ejemplo, y luego se llamó a silencio.

La crisis de la predominancia del modo de producción capitalista es irreversible y necesita de una respuesta programática que tiene dos herramientas centrales: la moneda y los impuestos.

Son las herramientas que no menciona en sus análisis la izquierda hoy mayoritaria en el mundo de formación stalinista que aboga por las estatizaciones, que siempre fueron una solución coyuntural para aliviar la explotación social y donde mejor se aplicaron y se aplican es en la enseñanza y en la salud. La necesaria socialización de la economía no pasa por las estatizaciones.

Es por lo tanto lógico que surja la pregunta: ¿y entonces como hacer?

En nuestro país un ejemplo ha sido la obra política, económica y social de José Batlle y Ordoñez, que correspondió a la etapa de pleno desarrollo del capitalismo en el Uruguay y en el mundo, hoy es ya otra la situación y son imperiosas las medidas a nivel ecuménico.

Como por ejemplo la toma del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, que reorganice y democratice la economía mundial.

Insistimos esto no es el fin del capitalismo si el fin de su predominancia como ha ocurrido por ejemplo con el modo de producción anterior en la historia.

La idea de la confrontación de modos de producción por la predominancia es ajena a lo que desarrollaron Marx, Engels, Lenin, los más destacados y con aportes en una infinidad de textos, que hoy es necesario leer y estudiar, no como una expresión de fe sino para entender en qué mundo vivimos y cuáles son las herramientas para transformarlo.

Se me podría decir: estás proponiendo una utopía. No, si se conjuntan las voluntades como ayer –8 de marzo– por ejemplo se conjuntaron en las expresiones masivas por el Día Internacional de la Mujer, que expresan avances en la consciencia colectiva y abren el camino para avances programáticos.

La dificultad radica en que la izquierda en el mundo piensa en la propiedad productiva como centro de la explotación capitalista y su sustitución por el Estado, sin comprender que la gobernanza de la economía mundial ya no radica en los Estados. Y se plantea, esto si un imposible: que vuelva a los Estados.

Es partir de la democratización de la gobernanza global hoy existente, dando muerte a los paraísos fiscales, que se podrá organizar la producción de tal manera en beneficio de la humanidad que unidades más pequeñas de producción y las propias cooperativas podrán formar parte de un plan global incentivando la rentabilidad y la eficiencia.

Sin embargo la propiedad de los medios de producción y cambio, merecerá notas posteriores, particularmente por la complejidad actual en que se mueven el mundo de la tecnología y de los accesoramientos, que ya comienza a llamarse con reglas propias: «accesocracia».

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 9 de Marzo de 2020.


Nota:

1Mientras redactábamos esta columna han comenzado a llegar noticias del desplome de monedas nacionales y de las más importantes bolsas de valores. Se habla como detonante el coronavirus, pero acá más que detonante convendría escribir sobre cómo está armada la bomba, y en esto nadie puede quitar responsabilidad a los organismos rectores de la economía mundial y a su errática política.

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