SIEMPRE ES BUENO.

SIEMPRE ES BUENO.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Siempre es bueno o por lo menos aconsejable analizar a Marx haciendo referencia directa a sus textos.

Nada indica en el mundo que la concentración de la riqueza se haya detenido y que los bolsones de pobreza no aumenten.

Si es cierto, el burgués aprendió que entre él y el trabajador debe establecer una capa que atempere los enfrentamientos. Y ello sigue ocurriendo aunque transformado por la tecnología.

Hoy la dependencia hacia los técnicos y asesores es aún mayor.

Por otra parte se puede afirmar que la acumulación primitiva que fue necesaria para el desarrollo de la empresa está terminada, y sobre eso sería oportuno en algún momento poder abundar porque determina características de esta época.

¿Cuándo se va a dar la eutanasia del rentista de la que hablaba Keynes o el fin de la predominancia del capitalismo, con su motor, la rentabilidad y el libre comercio?

Son respuestas que en el mundo de la social democracia, la misma que hoy no habla de las emisiones de las “monedas fuertes”, y antes votaba los créditos de guerra (1914), se busca dar negando la esencia del capitalismo y la necesidad de que su predominancia muera en paz.

Lo de Venezuela ya es otro capítulo. Chávez actuó sobre las fuerzas armadas y quebró la posibilidad del imperialismo de intervenir. Pero su proyecto de desarrollo de una unidad económica de América latina sobre la base de los gobiernos de estos países, ya es inviable.

Maduro, contra viento y marea, se sostuvo, entre otras cosas porque el comando sur de EE.UU. no encontró socios para invadir. Hoy Biden reconoce en los hechos la impotencia, y si no puedo derrotar a mi enemigo me uno a él.

Pero, siempre hay un pero, en la economía del mundo se ha constituido la zona de libre comercio más grande de la historia, y eso succiona al resto de las economías, incluidas las mantenidas a costa de emisiones demenciales sin ningún respaldo, sobre las que ahora está actuando descaradamente la industria de guerra como si faltara algún ingrediente.

El miedo a esa succión es la que ahora está actuando, tanto en Venezuela, como en las negociaciones del FMI con Argentina. Lo duro, lo triste, es ver a una izquierda al margen de todo esto sin propuesta y atada a sus límites nacionales.

Se me podría decir: “Marx no previó nada de esto” y es verdad; lo que si afirmó es que ningún modo de producción abandona el escenario sin agotar todas sus posibilidades que es lo que hoy está haciendo y sin cambiar ninguna de las características que el maestro señalara en sus estudios.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 9 de marzo de 2022.

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