[:es]El Partido Comunista de Rusia contra la vacuna.[:]

[:es]

El Partido Comunista de Rusia contra la vacuna.

Por favor necesito que alguien me explique esto.

En Rusia, como en otros países, también existe un movimiento de resistencia que se opone a la vacuna contra el coronavirus. Procede de las filas del Partido Comunista ruso, cuyos miembros han distribuido folletos en Moscú que alertan contra la vacunación. Su tesis es que la pandemia de coronavirus no existe.

Los comunistas rusos critican la campaña mundial de vacunación como un “renacimiento del fascismo” y se equipara la inyección con las “armas de destrucción masiva”. Las vacunas que se están comenzando a distribuir por todo el mundo serían “productos nanotecnológicos que emiten campos electromagnéticos”, que se inoculan e ingresan en el interior del cuerpo.

En abril, durante la etapa más dura de las restricciones, el Partido Comunista desafió el confinamiento y salió a la calle para celebrar el 150 aniversario del nacimiento de Lenin en plena Plaza Roja de Moscú y luego depositaron claveles rojos ante la tumba de Stalin.

Con la pandemia la aceptación del Presidente Putin ha caído en los sondeos al 59 por ciento, su nivel más bajo desde que llegó al poder hace veinte años. Según la última encuesta del Centro Levada, el político más valorado en Rusia es el dirigente del Partido Comunista, Guenadi Ziuganov, que lleva en activo desde 1993.

Los comunistas rusos siempre han defendido que la vacuna forma parte de un complot “mundialista” del multimillonario estadounidense Bill Gates para implantar microchips entre la gente. “Los mundialistas están listos para usar las tecnologías más sofisticadas de esclavitud digital: entre ellas, una implantación masiva encubierta de chips con el pretexto de una vacunación obligatoria contra el coronavirus”, escribió Ziuganov el pasado mes de mayo.

El Partido Comunista de Rusia es la segunda fuerza parlamentaria del país y la principal formación política que se opone a Putin.

Ziuganov se hacía eco de una teoría difundida previamente por un director de cine ruso, en la que apuntaba a Gates como el instigador de este supuesto complot para controlar a la población mundial en el contexto de la pandemia. Ante la ola de desconfianza que surgió en los primeros meses de la pandemia, las autoridades rusas aprobaron una ley que castiga a quienes difunden información “intencionadamente falsa” sobre el coronavirus con hasta cinco años de prisión. Varios usuarios de las redes sociales rusas han sido multados y varios manifestantes han sido acusados conforme a la ley.

Rusia ha comenzado la campaña para de inmunización gratuita y voluntaria contra la coronavirus con la distribución de la vacuna local Sputnik V, que ofrece una eficacia superior al 90 por ciento según el Gobierno ruso pero que no se ha ganado la confianza de la población rusa, que se opone mayoritariamente a ponerse la vacuna.

El mes pasado el Washington Post calificó como “conejillos de Indias” a los 1.500 rusos que participaron voluntariamente en los ensayos clínicos de la vacuna. El reportaje expresaba el amplio rechazo popular en Rusia contra la vacuna, especialmente contra la suya, a pesar de que no ha sido fabricada por una empresa comercial con ánimo de lucro.

Por supuesto que luego de pronunciarse en este sentido una delegación concurrió a depositar una ofrenda floral en la tumba de Stalin.

[:]

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *