IZQUIERDA, DERECHA; DERECHA, IZQUIERDA.
(Abordando eso gris, que parece la teoría).
A RAIZ DE LAS DECLARACIONES DEL COMPAÑERO ÁLVARO PADRÓN.
Dice el compañero:
Una falsedad de Lacalle Pou
“La política exterior de este gobierno es la política más de derecha de todas las políticas públicas” dijo el analista de Política Exterior Álvaro Padrón en su columna quincenal de M-24. ¿Nos sorprende? No, es lógico. ¿Está en su derecho como gobernante electo? Está fuera de toda discusión.
Lo que molesta, irrita y confunde, es que la política que está llevando a cabo en este rubro contradice flagrantemente lo prometido en el acuerdo programático de la coalición multicolor “Compromiso con el país” cuando dice que: “Es necesario abandonar la política de afinidades ideológicas y recuperar la capacidad técnica y el profesionalismo. La política exterior debe ser una política nacional libre de condicionantes ideológicas.
Seguramente fue uno de los más sólidos argumentos para que decenas de miles de votantes, enojados con las relaciones de Uruguay con Cuba (que nos permitió devolver la vista a miles de uruguayos), o la proximidad con el Gobierno de Chávez, apoyaran esta promesa de política exterior desideologizada.
Pero esto ha sido incuestionablemente violado en la realidad. La política exterior de Lacalle Pou ha sido claramente de derecha. Sin dudas, la renuncia de Ernesto Talvi al Ministerio de Relaciones Exteriores facilitó la expresión de su voluntad al Presidente, que desató su mano derecha para ejercer la política exterior.
De la mano del analista Álvaro Padrón, repasemos las decisiones de política internacional claramente ideologizadas en contra de lo prometido:
a) Abandonó la UNASUR al calor de un impresentable “Grupo de Lima” que proponía una invasión a Venezuela y “reconocía” a Juan Guaidó, de los que ya ni se habla (ni del Grupo de Lima ni de Guaidó).
b) Apoyar la reelección de Almagro en la OEA, pese a sus desastrosos antecedentes en el cargo, aunque contando con el respaldo de Estados Unidos.
c) Salir de los espacios que se crearon para negociar una salida de la crisis de Venezuela, en los que Uruguay había tenido un positivo protagonismo con favorables repercusiones mundiales.
d) Confrontar todo el tiempo con el Gobierno argentino, incluso con una inédita campaña de visitas y entrevistas con todos los medios argentinos opositores, comparando los gobiernos de ambos países.
e) Apoyar al candidato de Trump para la presidencia del BID contra un candidato argentino, desconociendo una tradición histórica que siempre había otorgado ese cargo a candidatos latinoamericanos (entre ellos Enrique Iglesias).
f) Mantener silencio ante el golpe de Estado en Bolivia durante todo un año.
g) No expresarse ante las cruentas represiones en Chile y Colombia por estallidos sociales, y en cambio condenar en todos los ámbitos las represiones en Cuba.
h) Apoyar al candidato del Gobierno de Colombia (de su amigo Iván Duque, con un mínimo respaldo en la opinión pública), para la presidencia de la CAF, el Banco de Desarrollo para América Latina que es muy importante en la región, en contra de un candidato argentino que había prometido fijar la sede de la CAF en Montevideo, en el edificio detrás del Teatro “Solís”.
i) El show en la CELAC provocando un escándalo preparado y en la ONU, para de alguna forma disminuir la mala imagen ante Estados Unidos por su acercamiento a China y el anunciado tratado de libre comercio.
j) La ausencia de Uruguay de la Conferencia de Durban contra el Racismo, la Xenofobia y otras formas conexas de Discriminación. Fue el único país latinoamericano ausente, en una clara intención de quedar bien con el gobierno de Israel que se siente tocado por estos conceptos, por su accionar ante los palestinos.
Y un tema mucho más complejo: su “sociedad” con el casi fascista Bolsonaro en la interna del MERCOSUR, en otra muestra clara de esa “afinidad ideológica” que prometió no asumir.
Nuestra opinión:
Debemos ser extremadamente cuidadosos en este tipo de análisis. Conozco a Álvaro Padrón desde hace muchos años, y me parece un compañero estudioso, pero proclive a los calificativos sin dar los elementos necesarios que lo avalen.
En cuanto a los ingresos en pesos de nuestra gente, tiene razón, ¿ahora China es la derecha y EE.UU. la izquierda?, porque si no nos definimos sobre lo que está pasando en el mundo podemos cometer graves errores.
Todos nosotros queremos la vuelta del Frente al gobierno, pero sabemos que el Frente hoy carece de programa para abordar temas tan graves como la moneda y los impuestos. Y a partir de ahí no tiene la menor idea de cómo resolver la insuficiencia presupuestaria del Uruguay, que no es solo del Uruguay sino de cada uno de los países en el mundo salvo aquellos donde el capitalismo aún crece. EE.UU., y Europa los están resolviendo cediendo a la presión interna con emisiones de monedas que descargan sobre el resto del mundo. Que cedan a la presión interna es de izquierda ahora emitir a mansalva pretendiendo cargar los costos sobre el resto del mundo de derecha. ¿O no?-
Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 11 de octubre de 2021.