[:es]A PROPÓSITO DE UNA SINTESIS.[:]

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A PROPÓSITO DE UNA SINTESIS.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Vamos a utilizar una síntesis realizada por Marcelo Pereira en “La Diaria” para dar una opinión sobre en que está hoy el tema de la seguridad social.

Apuntes del día

por Marcelo Pereira

Buenos días. Les comento algunas noticias que pueden leer hoy en la diaria. Los partidos que apoyaron a Luis Lacalle Pou en el balotaje de 2019 declararon, en el documento “Compromiso por el país”, su intención de “iniciar un proceso que conduzca a una reforma de la seguridad social con sólida base técnica y amplio apoyo político, con el fin de lograr un sistema previsional moderno, financieramente sostenible y menos dependiente de los tiempos políticos, que vele especialmente por los pasivos con mayores niveles de vulnerabilidad”.

No se puede decir que haya sido una promesa muy concreta, y figuraba en el capítulo 9 de un total de 13, como punto 19 de un total de 21. El común denominador alcanzado no llegó, por falta de tiempo o de acuerdos, más allá de propósitos aceptables por cualquiera.

La parte de “iniciar un proceso” se cumplió mediante la Ley de Urgente Consideración, que dispuso en julio del año pasado la formación de una Comisión de Expertos en Seguridad Social (CESS) integrada por representantes de partidos y organizaciones sociales, para plantear un diagnóstico y recomendaciones al Poder Ejecutivo (que es, según el artículo 86 de la Constitución, el único que puede presentar un proyecto de ley en esta materia).

La CESS comenzó a reunirse en noviembre del año pasado, y estaba previsto que trabajaría durante seis meses, con un plazo de 90 días para el diagnóstico y otro igual para las recomendaciones. El primer plazo se extendió, y el segundo va por la segunda prórroga, ahora hasta mediados de setiembre.

Hace semanas que la CESS no sesiona, y los representantes del oficialismo necesitan más tiempo para ver hasta qué punto se pueden poner de acuerdo. El nivel de concreción de las recomendaciones dependerá de ese debate, que se viene desarrollando con mucha discreción.

Hasta ahora, los partidos integrantes de la coalición de gobierno no han querido que sus discusiones se realicen delante de los demás integrantes de la comisión, ni han dado a conocer la posición de cada uno. Lo que resulta fácil imaginar es cuáles son los temas de los que están hablando.

Una iniciativa de reforma del sistema de seguridad social podría plantearse a partir de definiciones sobre la necesidad de mejorar las actuales condiciones de retiro, que en la gran mayoría de los casos están muy lejos de permitir una vida autónoma y digna. En este caso, sin embargo, todo indica que el objetivo predominante es intentar que las cuentas cierren.

Como no se considera viable incrementar los aportes de patrones y empleados, y el del Estado se quiere reducir, las propuestas tienden a concentrarse, antes que nada, en disminuciones del desembolso. La primera medida, para postergar egresos de dinero, sería un aumento de la edad mínima jubilatoria, y esto ya implica, por supuesto, costos políticos, pero luego viene lo más difícil. Hay que decidir qué pasará con las AFAP, y si se recortarán los beneficios actuales, incluyendo los de la llamada Caja Militar, la Bancaria, la de Profesionales y la Notarial. Para todo esto hay que prever, además, transiciones.

Una ley de reforma no podría ser sometida a referéndum, pero la cuestión es lograr mayorías para aprobarla, y eso va a ser más difícil a medida que se acerquen los tiempos electorales.

Hasta aquí Marcelo Pereira en “La Diaria”

La frase crucial es esta: “iniciar un proceso que conduzca a una reforma de la seguridad social con sólida base técnica y amplio apoyo político, con el fin de lograr un sistema previsional moderno, financieramente sostenible y menos dependiente de los tiempos políticos, que vele especialmente por los pasivos con mayores niveles de vulnerabilidad”.

Y aquí define el problema: “Una iniciativa de reforma del sistema de seguridad social podría plantearse a partir de definiciones sobre la necesidad de mejorar las actuales condiciones de retiro, que en la gran mayoría de los casos están muy lejos de permitir una vida autónoma y digna. En este caso, sin embargo, todo indica que el objetivo predominante es intentar que las cuentas cierren”.

Son objetivos contrapuestos que solo tienen solución en el mundo en aquellas zonas donde el capitalismo se estén aún desarrollando o como EE.UU., Reino Unido y Unión Europea, donde están gozando del privilegio de emitir moneda y hacerlo pagar al resto del mundo, aunque el horizonte de crisis es muy cercano.

Creo que los miembros de la comisión “expertos” ellos la tienen clara: joden a las empresas o joden a la gente. El sistema previsional moderno en la nuestra realidad actual es inviable en la medida que en sus orígenes fue hijo del desarrollo capitalista de otra etapa de la historia.

En nuestro Uruguay aún durante los 15 años de gobierno frenteamplista, hemos tenido un sistema tributario clasista e injusto, donde grandes sectores alejados de la posibilidad de jubilarse contribuían con los impuestos a través del IVA a financiar la jubilaciones de otros sectores. No estamos diciendo que hubiera sido posible otro mejor, en un mundo que se mueve por coordenadas universales que nuestros políticos dicen superar, si decimos que es clasista e injusto y que su cambio supone plantearse un encare de la política económica universal que nuestros partidos han rehusado por ahora encarar, salvo los 46 minutos de Mujica en la ONU, de los que luego no volvió a hablar.

El gobierno querría la complicidad del Frente para un sistema paliativo que lo libere en el campo empresarial y le permita afrontar los costos políticos de bajar las prestaciones de la seguridad social, aunque más no sea en la edad de retiro.

Nosotros desde nuestro humilde rincón seguimos en que es necesario encarar las dos herramientas centrales para hacer del sistema económico algo beneficioso para la gente: la moneda y los impuestos. Los “expertos” están en otra cosa, y así les va a ir a ellos y quienes los apadrinan.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 4 de agosto de 2021.

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