SI, ES AHORA.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Tal vez por naturaleza, hemos desarrollado nuestra vida siendo siempre profundamente críticos. Está bien, está mal, no sé.

Lo que vemos es una profunda crisis producto de que el modo de producción predominante está llegando a sus límites, esto se traslada a la ideología, hoy no hay ideologías, hay posturas sobre la realidad, sin rigurosidad que pueden dar lugar a cualquier tipo de mistura. Hay quienes fundamentan que es al revés, son idealistas, dicen que la crisis es producto de que las ideas no pueden comandar la economía, afirman en su idealismo que la voluntad todo lo puede. Niegan a Marx, cuando este extrae del desarrollo de la economía las conclusiones programáticas para la defensa de la gente y las perspectivas de progreso.

Partimos con Marx, de que este modo de producción no va a ser sustituido por otro hasta que llegue hasta sus últimas posibilidades de desarrollo. Pero hay quienes se dicen marxistas y sostienen lo contrario, fundamentaron el stalinismo, y todas las corrientes sucedáneas de ese forma de deformar el pensamiento de Marx.

Los señores feudales, hicieron monumentales desarrollos, construcciones, también teorías, nada debía salir de sus dominios a lo sumo alguna guerra entre señores con poderes iguales o parecidos. Pero, de los talleres, de los artistas, de los hombres y mujeres que hacían con sus manos objetos que luego podían comerciar, salió el libre comercio, como también salieron los primeros burgueses, que siendo originalmente trabajadores con sus manos comenzaron el arte de la comercialización.

El capitalismo como modo de producción inició la acumulación primitiva, esa que Stalin pretendió hacer con la colectivización forzosa, llamándole socialismo y luego comunismo, y que los imperialistas del mundo tomaron para poder denigrar las teorías de Marx, Engels y Lenin.

El libre comercio horadó al feudalismo, y originó la revolución francesa, cambió de centro al capitalismo, dio nacimiento a EE.UU. y ahora se encamina a enterrar definitivamente a todos los imperialismo. Se necesita un programa, el mismo que insinuó Mujica en la ONU, y que luego no le dio para aguantarlo. Es el programa de los comunistas para esta etapa de la historia, que reivindica lo que se dijo en el Manifiesto Comunista, pero que a la vez maneja dos instrumentos fundamentales para el cambio: la moneda y los impuestos.

¿Nos costará mucho hacer que la izquierda abra este debate? ¿O seguiremos discutiendo quienes serán nuestros candidatos en la próxima elección sin importar el programa?

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 30 de julio de 2021.

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