Está bueno el debate: Chile, Mercosur, firmas.

Está bueno el debate: Chile, Mercosur, firmas.

(Abordando eso gris, que parece la teoría)

Jorge Aniceto Molinari

12.07.2021

Un compañero escribe en facebook: HAZAÑAS CÍVICAS Y BLINDAJES El blindaje mediático no está bueno.

El Uruguay, no importa el acuerdo o desacuerdo, realizó una HAZAÑA DE PATRIOTISMO CÍVICO en una pandemia del MIEDO reuniendo, era necesario alcanzar un 25% de firmas, ya son un 28,5% de firmas – con huellas digitales y documentación precisa – de todo un padrón no depurado de ciudadanía habilitada para votar con la finalidad de convocar un plebiscito para debatir una MEGALEY que incluye de todo como en botica. Ni el semanario Búsqueda, ni los diarios El País, El Observador, La República (ahora oficialista), ni el semanario Voces titularon con el HECHO. No fueron criterios periodísticos.

Y falta cultura democrática en las elites que sobra en abajos sociales. El Uruguay es comunidad pluralista cívica o no es.

Analizo:

Me lo comentó un vecino al saberse que las firmas para ir a un referéndum contra 135 artículos de la LUC, estaban y superaban con creces el número necesario.

Me dice: como queres que la gente no firme contra la LUC, si hay más de medio país vacunado con la vacuna china proporcionada por el Presidente comunista de ese país. Y aunque aquí los comunistas no hablan de China, el país entero está pendiente de lo que pasa por ejemplo con las exportaciones. EE.UU. por el contrario no genera ninguna expectativa, no mueve la aguja como dicen ahora los muchachos.

Los anticomunistas te dicen: andá a vivir a Cuba, a Venezuela, a Nicaragua, pero a ninguno se le ocurre decir andá a vivir a China, su propaganda por más encuestas que se hagan a favor del gobierno ya no entran frente a esta realidad.

Sin duda que juntar las firmas fue una hazaña, pero ahora habrá que transitar otra hazaña: la de pensar un país y un mundo de aquí para adelante.

Su respuesta:

Jorge Aniceto Molinari la crítica a esos regímenes en la derecha no está para nada inspirada en derechos humanos ni pluralismo en un continente cuyas naciones poseen legitimidad contractual, cívica y pluralista ANTAGÓNICA con el mundo real de desigualdades MUY profundas y atraso burgués. Por eso hay genuflexión con China que ha producido su propio tipo de capitalismo y molestia con los chiquitos como Cuba o Venezuela. Ortega – Murillo están en la galaxia de Somoza. Pero también hay una crisis de identidad comunista. ¿Que significa hoy ser comunista? Porque de la China de Mao salieron las reformas de Deng y de las reformas de Deng con privatizaciones de varios millones de empresas se construyó un andamiaje nuevo pero NO pluralista. En CHILE está naciendo un comunismo nuevo.

Mi nuevo comentario:

Apreciado compañero, volvamos a los maestros, y terminemos con las historias de los “comunismos y socialismos” nacionales. El desarrollo del capitalismo en el mundo, modo de producción predominante que condiciona todas las relaciones sociales, ha entrado en una crisis precisamente de esa predominancia. Ello determina que en la búsqueda de mantener su rentabilidad y el centro del libre comercio mundial tome como centro a China y a todo su entorno.

China escenario de una formidable revolución hoy adquiere un protagonismo, que necesitará en un corto plazo de un programa que superará sus límites nacionales. Hemos señalado que las dos herramientas fundamentales para ello son la moneda y los impuestos.

Entonces mostremos a los partidos comunistas “nacionales” y a los distintos “progresismos” cuál es el camino para una etapa que hay que encarar con pleno optimismo revolucionario, y no encerrado en los dramas nacionales de las estructuras burocráticas.

Las firmas en Uruguay como la constituyente en Chile son por ejemplo escenarios donde necesariamente habrá que dar una perspectiva programática que nos estamos debiendo.

Su nueva respuesta:

 Entiendo Aniceto. La diferencia se puede resumir en cuatro palabras: Democracias, Pluralismos, Libertades, Derechos Humanos. Luego, China ES capitalista en el sentido de propiedad de los medios de producción además de economía de mercado coordinada y no liberal, por cierto. Y además extractiva de materias primas en todas partes. África puede mostrar efectos interesantes de eso. China abre una esperanza porque propone un capitalismo diferente por Estado fuerte – aunque impuestos corporativos mucho más bajos que Estados Unidos. Pero no porque proponga emancipación social, por cierto. Y no hablo del viejo trabajo manual de la clase obrera fordista sino de las condiciones laborales para fabricar iPhone capitalistas chinos. https://nuso.org/…/asi-explota-los-trabajadores-el…/

Analizo II:

En un determinado momento un compañero me escribió: “con China los comunistas tenemos ahora un modelo para mostrar al mundo”, a lo que le respondí: China no solo que no es un modelo sino que en definitiva su aprovechamiento correcto del desarrollo capitalista que hoy hace que sea el centro del libre mercado y tienda a ser el centro del capitalismo mundial acerca inexorablemente la necesidad de un programa de los comunistas para el mundo. Programa que también en sus aspectos de desarrollo tendrá que tener pautas para el medio ambiente y utilización de los bienes naturales de que dispone la humanidad.

Pero no entender la importancia que hoy tiene el desarrollo de una economía en crecimiento y satisfaciendo las necesidades de su gente, como si hubiera otro camino posible, en la medida que el sistema predominante recién está en la etapa de agotamiento de sus posibilidades, sería un grave error.

¿Cuál será el futuro, alguno de nosotros ni siquiera tal vez lo veremos?, pero no hay duda que se debe apoyar este desarrollo y proponer un programa que inexorablemente pasa por el control social y democrático de la economía.

CHILE: SU CONSTITUYENTE.

En el Uruguay, los mayores avances sociales se realizaron a principios del siglo 20, con una constitución de 1830, y el hecho de que en ella no estuvieran los principales derechos conquistados por las masas, particularmente por la onda expansiva que provocó luego en el mundo la revolución rusa de 1917 y antes la revolución francesa y la propia constitución de EE.UU, luego de una dura guerra civil, no fue óbice para que el gobierno de José Batlle y Ordoñez, incorporara avances sociales que aún hacen del Uruguay uno de los países con mejor estructura social de esta parte del mundo.

En Chile el capitalismo se desarrolló, sin una base social estructurada, y con una población originaria, que defendía de mil maneras sus formas culturales de aparato productivo.

El gobierno de Salvador Allende, buscó salvar esta situación – su discurso ante la ONU, reclamando para su país la propiedad de los grandes bienes de producción que estaban en manos de multinacionales como el cobre, le costó ser el centro de la intervención del imperialismo yanqui a través de las fuerzas armadas de ese país que con una profunda y salvaje represión asesinando a prestigiosos jerarcas de estas fuerzas, a su propio pueblo, y al Presidente Salvador Allende, logró imponer un golpe de Estado, que fue a su manera insignia para el plan Cóndor pergeñado por EE.UU. para parar la radicalización social del continente.

Dejaron algunas prendas por el camino, el cobre pasó a ser la fuente de recursos para mantener a las propias fuerzas armadas que habían actuado contra su pueblo.

Si bien la represión fue canallesca y el objetivo era incluso constitucionalmente dejar sentada la regresión, a la larga la sociedad fue dando pasos para revertir la situación porque en definitiva el capitalismo sobre esa base de división social, reprimida y acallada la protesta, no hay ningún lugar en el mundo donde hayan podido constituir una especie de poder definitivo.

Se agrega ahora en Chile, a la tradicional organización de las poblaciones originarias, la necesidad de la izquierda tradicional en sus diversas expresiones de abarcarla. La lucha social, con el agregado de la pandemia, terminan por jaquear al gobierno de la oligarquía encabezado por Piñera, aun cuando este llegó al gobierno con la legitimidad que le daba la constitución vigente de origen pinochetista.-

La posición de los mapuches por ejemplo, está muy claro que su lucha es por incorporar a la constitución y al derecho nacional todos los derechos de sus tradiciones milenarias. Está naciendo entonces también en Chile, como antes en Bolivia, un nuevo Estado plurinacional.

Pero el objetivo no podría ser incorporar a toda la población a un funcionamiento económico similar al que realizan estos sectores, y ahí comienzan los problemas, porque el desarrollo capitalista de Chile no se puede pensar desvinculado del mercado mundial.

Precisamente es en ese terreno donde la derecha oligárquica pretende mantener sus privilegios sabiendo que la izquierda no tiene un programa para el manejo de la actividad productiva del país y que las medidas tradicionales manejadas en la izquierda de nacionalizaciones, ponen en jaque la necesidad de Chile de vincularse con el mercado mundial.

En próximos apuntes seguiremos avanzando, sabiendo que en Chile pueden definirse muchas cosas, entre otras una reorientación de la izquierda en el mundo, que hoy tiene la experiencia de lo que está ocurriendo con China, Vietnam, y Cuba como los ejemplos más candentes, y el encierro en el que van cayendo otras importantes economías. China encabeza hoy la zona de libre comercio más grande conocida en la historia, mientras EE.UU. la comunidad europea, y el Reino Unido a través de una emisión monetaria sin ningún respaldo en la producción pretenden descargar sus costos presupuestales sobre el resto del mundo.

Los problemas que esta situación genera ¿podrían tener atención constitucional, a través de la moneda y de los impuestos?, que son los instrumentos que ha tenido la oligarquía para someter al pueblo a sus intereses.

MERCOSUR Y DESPUÉS.

Las ondas en la economía mundial se dan más rápidas que en la política. Además los adelantos tecnológicos como muy bien los analiza el Ing. Juan Grompone se incorporan a la economía cada vez con mayor rapidez.

El Mercosur está pagando tributo a esta realidad. En un pasado los tratados de libre comercio hacían que el sector privilegiado de la economía -tremendamente reducido – con esos tratados gozara de una posición que solo podía ser respaldada por los servicios del en ese entonces imperialismo yanqui, como ante los habían sido del imperialismo inglés y sus competidores en Europa.

El Mercosur se crea para que las burguesías nacionales amparadas en él puedan delinear su política de desarrollo interno, con un objetivo industrializador. Al él se le fueron sumando por la acción parlamentaria todas las conquistas sociales comunes, si bien las asimetrías son notorias y los atrasos se marcan claramente en la salud, la educación, la vivienda, el trabajo.

Pero los tiempos están registrando un notable cambio. El centro del libre comercio mundial, motor del capitalismo, ya no es EE.UU., y la exigencia de someterse a las reglas de la potencia central tienden a caducar. Esto que parece tan sencillo de explicar, desacomoda a todos, y más particularmente a los encargados de ejecutar la política.

En mi caso, que no soy ciudadano argentino, si me hubiera tocado votar no hubiera tenido dudas en hacerlo por Alberto y Cristina, y porque además la otra opción era desde todo punto de vista insostenible para un futuro posible del hermano país.

Sin embargo creo que la posición de cerrarse al mundo y pretender recrear una realidad industrial nacional o mercosuriana, no solo que es equivocada sino que no permite encarar el mundo hoy de acuerdo a la realidad actual.

Si, antes había que defender a brazo partido la posibilidad de un desarrollo nacional o regional al servicio de que la economía también lo hiciera.

La creación de la zona de libre comercio de mayor espacio en la historia de la humanidad, encabezada por China representa un desafío que el abanico político de estos países aún no ha entendido. Porque se sigue razonando como se razonaba antes cuando existía el imperialismo norteamericano.

Todo indica que el capitalismo centralizado con hegemonía mundial en China tiene como destino convertir al mundo todo como zona de libre comercio, la oposición de EE.UU., la Comunidad europea (euro) y el Reino Unido, con sus capitalismo en enclave nacional que ahora han recurrido a una emisión escandalosa de monedas creemos que están condenados al fracaso, y no porque unos se impongan a los otros, sino porque el mundo necesitará encarar una salida, en la que deberá abordar dos instrumentos -hoy descontrolados- la moneda y los impuestos.

Entonces el Presidente de Uruguay Lacalle Pou tiene razón, aunque no creo que haya consciencia de la trascendencia que le estoy dando. Nada impide que estos gobiernos juntos negocien con esa zona de comercio recientemente creada su lugar en el mundo. Y no para satisfacción puro y exclusivamente de minorías privilegiadas sino del conjunto de la población de estos países.

Lacalle Pou sabe que quien está sacando al Uruguay de la grave crisis de la pandemia en la que se había metido ha sido la ayuda del Presidente comunista de China. Pero sabe también que es ese país el principal destino exportador de una actividad que no ha conocido mermas y a la cual se le permitió desafiar la pandemia.

Entonces porque no agarrar el toro por las guampas y debatir el tema. Como lo proponía el senador Manini Ríos – el mismo que mantiene cuentas con la justicia por el tema de los derechos humanos- llamando a todos los científicos en economía del país para debatir el tema y asesorar a la política que se debe aplicar en esta realidad compleja.

Jorge Aniceto Molinari

Enlace del artículo original en castellano:

https://www.uypress.net/Columnas/Jorge-Aniceto-Molinari-uc113914

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