No podemos decir que no estábamos avisados. Las administraciones frenteamplista cometieron muchos errores y horrores. Pero lo que venía no iba a ser mejor, por el contrario, nos lo dicen claramente: gobiernan para los malla oro. Admiten el lavado de dinero, con la participación de un ministro como el Dr. Pablo Da Silveira, que no debió asumir como Ministro, independiente de su derecho a defender a su pareja. Que no debió tener Intendencias donde las “pasantías” habían pasado a ser desde el punto de vista ético inaceptables. No debió admitir a gente de los dos lados del mostrador, no se puede condenar a Alfie por vender sus conocimientos, pero eso tiene un límite, el interés general representado por el Estado. Tampoco se puede cuestionar que se paguen milanesas o desayunos fuera de lo normal, ello forma parte del trabajo para los malla oro.
Ni que piensen en una seguridad social que libere a los malla oro de sus obligaciones.
Pero sería siniestro para el país sentarse a esperar que esto caiga, por el contrario hay que buscar de mil maneras rescatar lo que haya que rescatar de lo que hoy dice que gobierna, pero para ello se necesita un programa y debatir intensamente protocolos de conducta.
No vamos a repetir lo que afirmamos de mil maneras: que hay dos herramientas que el pueblo no puede dejar en manos de sus enemigos de clase: la moneda y los impuestos.
Y sobre esto hay un silencio que asusta, salvo Mujica en la ONU, pero solo duró 46 minutos.