UN MOMENTO COMPLICADO.

UN MOMENTO COMPLICADO.-

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Ni siquiera quise titular la columna un tiempo complicado. Estoy más cerca de los 82 años de edad, que ya del pasaje de los 81, aguardando la vacuna contra la corona virus, y con muchísimas más preguntas que respuestas. Preguntas sobre todo, la vida, la política, la poesía, la familia, el destino de cada quién, etc.etc.

Nunca antes presentí como en este momento, la necesidad imprescindible de un cambio gigantesco en toda la humanidad, la predominancia del modo de producción capitalista que en forma inexorable llega a su fin, si aún no se ha producido ese fin, es por el atraso ideológico que hoy existe, luego de la enorme intensidad de obras que se escribieron en tiempos de Marx, Engels y luego de Lenin, y el enorme retroceso que significó la derrota de la dirección de la revolución bolchevique luego de la muerte de Lenin. Batlle y Ordoñez lo vio con una claridad que no fue igual en el resto del mundo, al menos que yo conozca y en particular porque el daba una idea de la contradicción en los derechos adquiridos por las masas en la revolución y por otro la debilidad burocrática de la dirección a la muerte de Lenin para poder desarrollarlos, el capitalismo de Estado fue su opción, resistido por el capitalismo en general, pero asumido como una necesidad para poner freno a las ideas revolucionarias y poder deformarlas.

Todos los análisis que hoy se hacen parten de los Estados existentes y sus fuerzas relativas, cuando el mundo si bien la referencia política sigue en los Estados, el gobierno de la economía y por lo tanto del capitalismo ha pasado a los complejos empresariales multinacionales que en pugna transitan por una tasa general de ganancia cada vez más esquiva para su búsqueda de la rentabilidad, donde claramente la tecnología hace de la eficiencia un factor determinante en ese mundo de la economía.-

De un hecho real se sacan conclusiones equivocadas, cada vez más la riqueza y las propiedades del mundo se concentran en menos manos y la pobreza, la fragmentación social, la fractura de la sociedad se ahonda.

Se nos insinúa de mil maneras que el mundo está en manos de un súper poder que lo domina todo, y todo parecería que fuera así.

Con lo que describíamos antes se está produciendo un fenómeno que desde nuestro punto de vista es particularmente el que necesita hoy orientación ideológica inmediata, es el de cientos, miles y miles de accesores que son los que realmente manejan el aparato productivo de la humanidad y cuya meta ya no puede ser el de meros propietarios cuando tienen en sus manos un formidable aparato productivo que se ve trabado y amenaza con extender los conflictos de guerra que cuestionan la existencia de la humanidad toda. En tanto la guerra y la industria que la alimentan son hoy importantes válvulas de escape para los desequilibrios constantes del sistema.

La teoría económica que hoy predomina para explicar estos fenómenos parte del desconocimiento de que la predominancia del capitalismo como tal, ya comienza a ser inviable, y que ello no supone el fin del capitalismo como sistema sino el nacimiento de una nueva predominancia que defendiendo la eficiencia busque la eliminación de la rentabilidad dentro de los objetivos de la sociedad humana, le dé forma a lo que Keynes llamaba “la eutanasia del rentista”.

Todavía no cabe en la cabeza de los cientistas económicos que con el manejo de dos herramientas que han hecho la esclavitud de la humanidad todos estos años, es posible una transformación gigantesca e inmediata, cesar esa esclavitud, abriendo un desarrollo del aparato productivo como nunca antes y para el cual están abiertas gigantescas posibilidades. Como terminar con el calentamiento global, los desiertos, la falta de agua potable, de alimentos suficientes, etc. etc.

Hoy los discursos presidenciales en los distintos países tienen como objetivo el restablecimiento de la predominancia del funcionamiento capitalista, y para ello se recurre a instrumentos que más temprano que tarde acentuarán la crisis como por ejemplo las emisiones monetarias de dólares, euros y libras que cargan en los hombros del resto de la humanidad, pero además para el restablecimiento económico que choca con lo que es hoy la zona de libre comercio más grande de la historia y que tiene su centro en China y su entorno así como el del propio funcionamiento del capitalismo. Y en las otras zonas del planeta recurriendo al cada vez más irreversible endeudamiento que también pone en jaque al sistema todo.

No hay una explicación de porque los gobiernos, los partidos, los sindicatos, la izquierda, no cuestiona el uso de estas dos herramientas en la explotación y la miseria de la gente.

Intercambio con muchos compañeros, con alguno lo he hecho desde estas mismas columnas, sin embargo lo más común es encontrar los que estando de acuerdo en general señalan que son ideas que no tienen acompañamiento, como si la economía siendo una ciencia no exigiera rigurosidad en sus conclusiones y si de los acuerdos para llevarlas a la práctica.

En lo que tiene que ver con las dos herramientas que considero fundamentales: la moneda y los impuestos aún estoy esperando que alguien refute con argumentos.

Sí, hay economistas que no comparten la tesis de Marx, sobre el agostamiento permanente de la tasa general de ganancia, luego de una etapa de expansión, -acumulación primitiva mediante -, que parece estar llegando a su fin para la mayor parte de la economía del mundo; han prometido demostrar que esto no es así. Para nosotros la obra de los maestros – Marx -, no es un credo, sino una guía para la acción.

Marx advertía que el capitalismo provocaba a través de su desarrollo la muerte de las pequeñas y medianas empresas, y ya en nuestro tiempo los monstruos multinacionales que se devoran todo lo que tienen a su alrededor, hoy hay cadenas productivas de todo y los aparatos burocráticos de los Estados hacen fervientes equilibrios entre la clientela de sus adherentes con pequeñas y medias empresas y la necesidad de impuestos para darle recursos.

Aquellas son rentables, estas necesitan de un respirador social. Cuando estaba el Frente Amplio de Uruguay en el gobierno y no tenía idea de cómo hacer, un senador de la oposición, del Partido Nacional, Dr. Larrañaga anotaba los pequeños tambos que cerraban en desmedro de la gran producción lechera que continuaba su desarrollo en el país. Ahora la situación se dio vuelta en quién gobierna, pero los cierres continúan, y es el senador Manini, político contradictorio por su defensa de los violadores de los derechos humanos que asume para su rol la defensa de esas medianas y pequeñas empresas en general, pero cuidando de no hablar de impuestos, pues todos sabemos que los mismos van a los hombros del consumo, los salarios y las pensiones, aumentando la presión social, pero que la idea insume recursos del presupuesto general de la Nación.

Lo vemos para Uruguay pero pasa de una u otra manera en gran parte del mundo, incluidos los países desarrollados, pasa con las nacionalidades. El capitalismo no tiene solución para ello.

¿Y entonces qué hacer? Algo se puede cargando al colectivo y al endeudamiento, como sucede con la crisis de la seguridad social.

Lo que eluden lamentablemente todos, y digo todos: Larrañaga, Manini, Frente Amplio,… es de donde deben provenir los recursos genuinos para cambiar esta situación, para planificar un desarrollo del aparato productivo al cual puedan integrarse las pequeñas y medianas empresas sin ser una carga para el conjunto de la sociedad.

Entonces lo del principio hay que ir a un sistema impositivo general sobre la circulación del dinero partiendo de una medida de moneda única y universal, haciendo ilegal toda transacción que no esté registrada donde la sociedad democráticamente lo determine, dando muerte a los paraísos fiscales y al lavado de dinero.

Hasta ahora se elude este debate, y cuando alguien como el entonces Presidente José Mujica lo hace en la ONU (setiembre 2013), lo rodea un manto de silencio que el propio Mujica no ha buscado quebrar.

Como antes una sola chispa puede encender toda la pradera, basta que un pequeño diga: “el Rey está desnudo” para que caiga la pesada carga que soporta la sociedad toda, al estar trabado el desarrollo del conocimiento científico de la economía.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 11 de marzo de 2021.

[:es]El capitalismo no está en su fase terminal ¿O sí?[:]

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El capitalismo no está en su fase terminal ¿O sí?

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Me envían esta nota, es ilustrativa de un pensamiento que tiene adhesión en la opinión pública y nos es útil para analizar que está pasando, sin dejar de señalar al inicio que parte de la disyuntiva de capitalismo si o capitalismo no, no es lo que está planteado, ni nunca estuvo planteado con modos de producción anteriores en la historia.

El capitalismo no está en su fase terminal ¿O sí? https://www.laondadigital.uy/archivos/52035 / Por Gilberto Lopes:

El capitalismo no está en su fase terminal, pero está irreconocible. Esa es la tesis que defiende el periodista Ricardo Dudda, en artículo en la revista Nueva Sociedad, en su edición de noviembre-diciembre pasado. Para él, pase lo que pase, el capitalismo está en su clímax. En su versión hipercomercializada, “basada en la gig economy y en la comercialización de la vida privada, ha conseguido ampliar su acción a esferas de la existencia que nunca antes habían sido mercantilizadas”.

Y asegura: –No existe alternativa al capitalismo, y cuanto antes asumamos esto, antes lo arreglaremos.

Hay que tomar en cuenta que se trata de un periodista para quien el “capitalismo” se define, en su forma “clásica”, “como lo hacían Marx y Weber”. Como si hubiese alguna definición común del capitalismo entre dos autores que abordan el tema de manera muy distinta. Pero a Dudda no le preocupan esas sutilezas.

Columnista del El País y de The Objective, Dudda hace su recorrido por el tema de la mano del economista serbio Branko Milanović, para quien el “capitalismo occidental está perdiendo sus características liberales”.

Entre las nuevas característica de ese capitalismo está el hecho de que “entre 1978 y 2012, el porcentaje de riqueza global en manos del 0,1% más rico aumentó de 7% a 22%. Si nada cambia, en 2030 se estima que el 1% más rico poseerá dos tercios de la riqueza global”.

Da datos sobre la extrema concentración de la tierra en Estados Unidos e Inglaterra. “Entre 2007 y 2017, la proporción de tierra (propiedades) en manos de los cien propietarios más ricos de Estados Unidos aumentó casi 50%. En el Reino Unido, solo 1% de la población (unos 25 mil propietarios) posee la mitad de las propiedades del país”.

Siguiendo a Milanović, teje una serie de consideraciones sobre lo que llaman “capitalismo político” chino–el imperio eficaz de la burocracia y el sistema político de partido único–, por el cual Milanović “no esconde una ligera preferencia”. Un sistema cuyo éxito, para Dudda, está basado en la “falta de democracia y el desprecio por los derechos civiles”.

En todo caso, en su opinión, no es probable que el capitalismo liberal termine por parecerse a ese “capitalismo político”. Es mucho más probable –asegura– “que el capitalismo global siga dominando el mundo, en cada región a su manera”.

Donde se juega nuestro destino

En la misma revista viene otro artículo, que aborda tema parecido. ¿Qué futuro se escribe en China?, se pregunta Simone Pieranni, corresponsal y especialista en China del diario italiano Il Manifesto y creador de la agencia de prensa China Files.

Un primer dato es el de los gastos en investigación científica, en la que Estados Unidos gastaba, en vísperas de la II Guerra Mundial, apenas 0,075% de su Producto Interno Bruto (PIB).

Al final de la guerra, en 1944, ese porcentaje aumentó siete veces, pasando a casi 0,5% del PIB, inversiones que se utilizaron para desarrollar cosas como los sistemas de radar, la penicilina y… la bomba atómica…

En las dos décadas siguientes –cuenta Pieranni– los fondos federales para investigación y desarrollo se multiplicaron por veinte. Sin embargo, agrega, “a principios del decenio de 1980, se inició un lento descenso: el gasto público en investigación y desarrollo pasó a 1,2% del PIB; en 2017 se había reducido a 0,6%.”

Luego lo contrasta con los datos de China donde, entre 1990 y 2010, “la matrícula en la enseñanza superior se multiplicó por ocho y el número de graduados pasó de 300 mil a casi tres millones por año”.

En 1990, el número de doctorados en Estados Unidos era veinte veces mayor que en China”. Dos décadas más tarde China había superado a Estados Unidos, con 29 mil nuevos doctores en 2010, en comparación con 25 mil en Estados Unidos”.

El nivel de inversión e innovación planificada de las empresas chinas y de sus padrinos políticos en ámbitos como la inteligencia artificial, el 5g, el big data, las tecnologías de reconocimiento facial o el potencial vertiginoso de la informática cuántica tiene dimensiones de ciencia ficción”, asegura el periodista italiano.

Se refiere a las prestaciones de la aplicación WeChat. “Imaginemos  que encendemos el móvil, pulsamos en el Messenger y en lugar de la pantalla que conocemos ahora, encontramos una especie de página de inicio desde la que se accede a la mensajería, redes sociales, Instagram, cuentas bancarias, compras, reservaciones, etc”. Eso es lo que hace WeChat, algo parecido a lo que Marc Zuckerberg sueña en transformar Facebook.

Pieranni introduce la idea de las “ciudades inteligentes”, un futuro que se asoma, en el que alguna gente ya está viviendo en China. No se trata solo de nuevos sistemas de planificación urbana, sino de nuevos modelos de ciudadanía, asegura Pieranni.

No es un tema carente de polémica. “La potencia de las aplicaciones chinas dedicadas al control estricto de los movimientos de la población a menudo acusadas de no ser más que un dispositivo de seguridad y el punto de anclaje de futuras ciudades inteligentes hipervigiladas, ha sido presentada por el gobierno y los operadores privados chinos como un servicio público imprescindible en una situación de emergencia”.

Se ha visto este despliegue con la crisis del coronavirus. A pesar del –grave– retraso con el que China comenzó a tratar el covid-19 y su propagación, la población china pareció dispuesta a apoyar las decisiones que venían de arriba”.

Cada ciudad hizo lo suyo, agrega: “en algunos lugares se han reducido las horas de trabajo de los supermercados o centros comerciales para evitar el riesgo de contagio, en otros –especialmente en los pueblos rurales–, todos trataron de ayudar como pudieron al personal médico encargado de ir de casa en casa para tomar la fiebre e informar sobre posibles casos de contagio”.

Carbono neutral

Por último, una referencia al problema del calentamiento global y el papel de China en las emisiones de carbono.

El presidente Xi Jinping anunció en la última Asamblea General de las Naciones Unidas, el 22 de septiembre, que China quiere alcanzar cero emisiones de carbono en 2060

Pero hay algunas contradicciones, dice Pieranni. Hoy en día, “China consume la mitad del carbón del mundo. Además, sigue construyendo nuevas centrales eléctricas de carbón y quema mucho carbón en sus fábricas de acero y cemento”, de los cuales sigue siendo el principal productor mundial.

¿Misión imposible, entonces? No, según los expertos, porque la economía china tiene muchos aspectos y facetas. Junto con su dependencia del carbón, es también un líder mundial en tecnologías limpias que podrían hacer factibles los planes –por cierto, muy ambiciosos– de Xi”.

En los proyectos de ciudades inteligentes. En muchas metrópolis chinas, “98% del transporte público ya es eléctrico, al igual que 99% de los ciclomotores y los scooters”.

Ciertamente, todo muy lejos del capitalismo político de Milanović o de Dudda y más cerca del mundo real que ya se asoma.

Al otro lado del mundo

El peso creciente de China en el escenario internacional es percibido como el mayor desafío para la política norteamericana. “Debemos enfrentar la realidad de que la distribución de poder en todo el mundo está cambiando, creando nuevas amenazas”, dice un documento donde la administración Biden establece nuevas orientaciones provisionales para la estrategia de seguridad nacional, difundido por la Casa Blanca este mes.

En su discurso del pasado 4 de febrero en el Departamento de Estado, Biden se refirió a sus dos grandes rivales: Rusia y China. Estados Unidos debe enfrentar lo que el presidente estima como una “nueva ola de autoritarismo, incluyendo la “creciente ambición de China de rivalizar con Estados Unidos y la determinación de Rusia de dañar nuestra democracia”.
“No hesitaremos en elevar los costos de esas acciones para Rusia”, agregó, y también enfrentaremos los desafíos que nuestro más serio competidor –China– representa “para nuestra prosperidad, seguridad y valores democráticos”.

Son las mismas líneas que ahora se recogen en la Guía Estratégica de Seguridad Nacional que la Casa Blanca acaba de publicar.

En los dos documentos Biden plantea que la tradicional distinción entre política exterior y política nacional tienen menos sentido que nunca y prometió reordenar

las agencias y los departamentos del gobierno norteamericano, incluyendo la organización de la Casa Blanca, para reflejar esa realidad.

Siendo la región del Asia-Pacífico el escenario más directo de la confrontación con China, Estados Unidos ha redireccionado parte de su flota a esa región mientras Biden anunciaba su decisión de rehacer los vínculos con Europa y con la OTAN, debilitados por la política de su antecesor, una alianza indispensable, sobre todo, para intentar aislar a Rusia.

La única referencia a América Latina en el documento está relacionada a los estrechos lazos que unen los “intereses vitales” de Estados Unidos con sus “vecinos cercanos de las Américas”. “Ampliaremos nuestros compromisos y alianzas a través del hemisferio occidental –especialmente con Canadá y México– basados en los principios de prosperidad económica, seguridad, derechos humanos y dignidad”. Esto incluye –agregó el documento– trabajar con el congreso para otorgar a América Central cuatro mil millones de dólares en asistencia por cuatro años”.

China exige dejar de intervenir

Pero pensar la política internacional de alguna forma del mismo modo que la política nacional planteará nuevos problemas, “Nuestro trabajo defendiendo la democracia no termina en nuestras costas”, señala el documento.

Biden anunció su intención de promover sus propuestas de democracia y derechos humanos en Hong Kong, la provincia de Xinjian y en el Tibet, además de reivindicar intereses más generales, como la libertad de navegación, donde el punto más sensible pone frente a frente a las dos potencias en el mar del Sur de China.

Las dificultades quedan en evidencia cuando se lee que Estados Unidos “apoyará Taiwán, una democracia líder y un socio fundamental en materias económicas y de seguridad”.

Ese es quizás el punto más sensible de las relaciones entre Bejing y Washington, que China considera una interferencia en sus asuntos de soberanía. Luego de la reincorporación de antiguos territorios como Macao y Hong Kong a la soberanía china, el último caso pendiente –y el más importante– es el de la isla de Taiwán. Un error de cálculo en el manejo de esa situación tendría consecuencias catastróficas para la humanidad.

El canciller chino, Wang Yi, advirtió que no habrá paz en el mundo hasta que Estados Unidos deje de intervenir en los asuntos internos de otros países, “una disposición clara de la Carta de Naciones Unidos y principio fundamental de todas las relaciones internacionales”.

En conferencia de prensa celebrada en el marco de la sesión anual de la Asamblea Nacional Popular china, Wang Yi afirmó que “durante mucho tiempo, Estados Unidos ha interferido de forma arbitraria en los asuntos internos de otros países bajo la bandera de la democracia y los derechos humanos, causando muchos problemas en el mundo”. «Estados Unidos debe darse cuenta de esto tan pronto como sea posible; de lo contrario el mundo no conocerá la paz».

Refiriéndose a posibles críticas de Washington a la reforma electoral en Hong Kong que discute la Asamblea Nacional Popular afirmó que dicha reforma es «absolutamente necesaria para garantizar la estabilidad en Hong Kong», y rechazó las acusaciones de “genocidio” contra la minoría uigur en la región occidental china de Xinjiang que –aseguró– “carecen de sentido y están basadas en rumores propagados con malicia».

Sobre Taiwán expresó la necesidad de que “la administración Biden se aleje claramente de las prácticas peligrosas de su predecesor”, advirtiendo que “no habrá concesiones» en esta materia.

Todo lo relacionado con Hong Kong, Tíbet, Xinjiang y Taiwán son un asunto interno de China y que solo el pueblo chino puede decidir si el gobierno chino lo está haciendo bien o mal, dijo Wang Yi.

En casa como en el exterior

Con todas las miradas puestas en las indicaciones políticas de la nueva administración, el Boston Globe publicó, la semana pasada, un artículo en el que señalaba que “Biden promete diplomacia pero ofrece más militarismo”, señalando que quienes esperaban que el gobierno tomara distancia de los conflictos del Oriente Medio se sentían decepcionados. Sobre todo después de los bombardeos realizados en Siria.

El profesor de Relaciones Internacional de la Universidad de Harvard, Stephen M. Walt, destacó que los efectos de esa política internacional intervencionista han terminado por repercutir también en casa, en un artículo publicado en la revista Foreign Policy el 3 de marzo pasado.

¿Hay alguna conexión entre lo que Estados Unidos ha estado haciendo afuera y las diversas amenazas a la libertad en casa?, se preguntó. “Yo pienso que sí”, fue su respuesta.

Durante lo que llamó el “momento unipolar”, después del fin de la Unión Soviética, los Estados Unidos parecían convencidos de que tratar de rehacer el mundo a su imagen y semejanza podría promover generaciones de paz y democracia. Pero, en vez de esto, esas acciones “terminaron causando enormes sufrimientos en otros países –mediante sanciones, acciones encubiertas, apoyo a dictadores matones y una notable habilidad para cerrar los ojos a la conducta brutal de los aliados– sin mencionar las actividades militares propias de los Estados Unidos en otras regiones”.

Lo que estoy sugiriendo –dice Walt– es que las acciones norteamericanas en el extranjero ayudaron a crear los peligros de ahora enfrentamos en casa.

Walt se lamenta de que Estados Unidos todavía gaste más en seguridad nacional que los seis o siete países que le siguen juntos. Sin duda, afirma, “esto ha proporcionado una impresionante cantidad de poder militar. Pero los Estados Unidos no tienen las mejores escuelas primarias y secundarias del mundo, ni el mejor sistema de salud, ni el mejor WiFi, ni los mejores trenes, carreteras o puentes”.

Para restaurar la credibilidad de los Estados Unidos, como pretende la nueva administración norteamericana, es necesario restaurar sus relaciones con la Corte Penal Internacional, en opinión de Sari Bashi, una abogada de derechos humanos y directora de investigación en la organización “Democracy for the Arab World Now”.

Bashi se refiere a la reacción del gobierno Biden, al día siguiente del discurso del presidente el 4 de febrero, cuando la Corte decidió abrir una investigación sobre la situación en los territorios palestinos ocupados por Israel, incluyendo la conducta de los militares israelíes durante la guerra en Gaza, en 2014, y los asentamientos  judíos en la Cisjordania ocupada, algo que el Estatuto de Roma califica de “crímenes de guerra”.

Apenas hecho el anuncio de que la Corte pretendía investigar el caso, el Departamento de Estado expresó su “grave preocupación” por este hecho, mientras el gobierno israelí presiona a Estados Unidos para ayudar a blindar a sus funcionarios y evitar cualquier investigación.

Un comentario:

Interesante y a la vez contradictorio.  En 1916 Lenin escribe El imperialismo fase superior del capitalismo”, vaticina lo que está ocurriendo hoy, la economía del mundo gobernada en pugna por los complejos empresariales multinacional. En esta nota se ignora y por el contrario se analiza desde el punto de vista de la potencia de las naciones la evolución de la situación del capitalismo.

Se analizan las riquezas personales su demencial incremento para un grupo muy selecto de seres humanos, sin embargo ya el poder no reside en la mera propiedad, hay miles y miles de accesores, de técnicos que han entrado en el dominio de todo el aparato productivo, y ellos no se van a suicidar, el problema es que el pensamiento necesario para superar esta etapa del capitalismo y que su predominancia pueda morir en paz, está trabado. La izquierda tiene el complejo del Estado, y todo lo que se le plantee fuera de ese marco le es inentendible. Acá en el Uruguay por ejemplo, les hablas de la moneda y de los impuestos como herramientas fundamentales y te miran como un extraterrestre. Estamos discutiendo la seguridad social sin plantear con energía el tema de los recursos, hoy el déficit de la seguridad social se paga con los impuestos al consumo, los salarios y las pensiones. Pagan miles de nuestros compatriotas que nunca se van a poder jubilar. En la izquierda estamos analizando un capitalismo viable cuando lo que se necesita es ayudar a su predominancia a morir en paz.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 10 de marzo de 2021.

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UN FRENTE AMPLIO.

UN FRENTE AMPLIO.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

“Un Frente Amplio con el excesivo número actual de distintas agrupaciones que supone también orientaciones distintas a consultar, es ingobernable”. Así lo han dicho importantes dirigentes concluyendo en que todo debería resumirse en tres corrientes básicas.

Con el respeto que estos dirigentes nos merecen, debemos decir que ese juicio es una falacia. Lo que provoca la proliferación de agrupaciones es que se deja de lado las definiciones programáticas para poner el acento en el desempeño de los cargos del Estado. Cargos que no dejan de ser importantes y más lo serían si esas definiciones existieran.

En la sociedad hay dos corrientes fundamentales que atraviesan todo tipo de conjunción en agrupaciones humana; una conservadora de la situación actual y otra que impulsa cambios, y en esta no hay posibilidad de separar a revolucionarios de reformistas, porque que los cambios que se necesitan van a la esencia de la existencia del sistema.

Ahora como no hay definiciones en que etapa de la predominancia del modo de producción capitalista estamos, cualquier elucubración es posible, pero admitamos que no es real porque no se corresponde con la realidad.

El Frente hoy analiza todo sin definiciones. Por ejemplo no se toma posición sobre la criminal intervención de los servicios en Venezuela, se los omite cuando el propio secretario general de la OEA ha declarado públicamente que su acción era coordinada con el comando sur del ejército de EE.UU. el otrora imperialismo yanqui, y se pone el centro en los errores y horrores del gobierno venezolano que se debate contra esta intervención como si la democracia pudiera ejercerse con amplitud en medio de esa criminal intervención. Cuando los camiones con “ayuda humanitaria” reventaron en la frontera, 50 de los principales diarios del mundo titularon al unísono: Maduro incendia ayuda humanitaria y un importante diario de EE.UU. desnudó la maniobra ante el mundo, y al propio intento de intervención militar. Nadie se desdijo de la canallada.

¿Qué es China? Si le preguntamos esto a cualquiera de las agrupaciones del Frente no nos podrán remitir a una análisis de lo que hoy está pasando en el mundo, porque solo han hecho declaraciones generales.

Entonces el Frente Amplio es ingobernable sin programa, y programa significa plasmar en análisis todo lo que hoy pasa en el mundo.

El número de agrupaciones se justifica en la competencia por los cargos del Estado, son candidaturas a la burocracia en tanto no se define un programa con el cual avanzar.

Un ejemplo para ilustrarnos: Mujica fue a la ONU en setiembre del 2013, y se mandó un discurso programático, está en internet, ¿y luego? Todos en silencio hasta el propio Mujica. Esta es la crisis que el Frente tiene que resolver, sin programa es imposible.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 9 de marzo de 2021.

[:es]DOS DISCURSOS PARA ANALIZAR, y una reflexión sobre el 8 de marzo.[:]

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DOS DISCURSOS PARA ANALIZAR, y una reflexión sobre el 8 de marzo.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El 1° de marzo en Argentina el Dr. Alberto Fernández y el 2 de marzo en Uruguay el Dr. Luis Lacalle Pou Presidentes de ambos países hicieron un balance de su gestión ante sus respectivos Congresos.

Los dos trataron de dar una respuesta en lo inmediato a la crisis interna con que los desafía la economía mundial. Provienen de vertientes ideológicas diferentes, tienen mucho en común, también provienen de herencias diferentes.

Uruguay del Frente Amplio aprovechó la coyuntura para que la pobreza retrocediera ostensiblemente y la sociedad progresara en índices como salud, educación, salarios, viviendas aún cuando no logró doblegar la tendencia general del capitalismo al empobrecimiento de la gente, y mismo en el país las inversiones de los más ricos siguieron amasando fortunas, además los impuestos importantes siempre fueron sobre el consumo, los salarios y las pensiones.

En Argentina, luego de un gobierno que atendió necesidades de la gente, vino el gobierno de Macri, y todos los índices que mejoraran volvieron a retroceder y la rapiña con el FMI fue irracional, el propio fondo lo está analizando.

Hay que agregar además que durante decenas y decenas de años en Argentina ningún gobierno electo en las urnas podía completar su mandato, y fue después de la crisis del 2001 que las fuerzas armadas se replegaron a sus cuarteles y gobiernos primero peronistas (los Kirchner) y luego el propio Macri pudieron completar sus mandatos.

Sin embargo el rol de control del aparato del Estado para los intereses de los sectores más regresivos de la sociedad pasó de las fuerzas armadas al poder judicial que sustituyó a estas en sus tareas de defensa de los intereses de la oligarquía.

Tal vez sería necesario analizar como EE.UU. no solo ha ido perdiendo su rol imperialista imponiendo gobiernos en todo el continente sino que en el seno de las propias fuerzas armadas, la principal fuerza de choque del otrora imperialismo, frente a lo que fueron importantes corrientes nacionalistas antes reprimidas a sangre y fuego, ahora deben convivir con una realidad diferente.

Podría señalarse que en todos estos gobiernos ha habido irregularidades –corrupción- es cierto y es un capítulo importante en la lucha por imponer las reivindicaciones populares. Alguien intentó explicármelo: están los que roban y dejan vivir a la gente y están los que roban y la matan de hambre.

El problema es que el capitalismo salvo en su centro (China y su entorno) no crece, por el contrario su crisis se agudiza.

Es en este marco que los Presidentes debieron desarrollar en sus discursos sobre cuál es su estrategia.

Los dos parten de ignorar el carácter de la crisis mundial, Fernández aspira a una pacificación –la derecha trata de cerrarle las puertas-, para con el aval del FMI, dar un respiro que permita a Argentina recuperarse, volcándose a un desarrollo interno con aspiración industrial. Se la califica como el granero del mundo, y su dependencia del precio de los commoditis siempre apunta al equilibrio interno.

Lacalle que partió de una base distinta, en salud, en educación, en trabajo, en vivienda, y aspira a que saneando la administración del Estado los sectores a los que responde continuén sin sobresaltos su vinculación con el mercado mundial, para ello el Frente Amplio les ha dicho “endéudense, es lo que ocurre hoy en el mundo”, el problema para él es que a esta prédica se han sumando sus socios de la coalición de gobierno.

La receta aplicada parece ser la misma: “Dios proveerá”.-

La estrategia del Presidente de Uruguay sigue siendo la misma, marcar un ajuste regresivo, medir y luego retroceder, hasta ahora con elegancia.

Los dos usufructúan de una larga siesta ideológica de nuestras izquierdas que aún no han salido del estatismo y no atinan a entender que está pasando en el mundo.

La reflexión:

SI CON EL PUÑO EN ALTO: SALUD COMPAÑERAS:

El patriarcado no nació con el capitalismo, nació con la lucha de clases cuando se empezaron a diferenciar tareas, ¿debió ser necesariamente así?, es un debate que aún está abierto y que vemos como se viene desarrollando en cada una de las actividades de nuestras vidas.

Con la necesaria sepultura del concepto de rentabilidad, seguramente la relación humana será distinta, pero el concepto de patriarcado obliga a una lucha especial como la que hoy se está dando.

Ahora no son independientes una va de la mano de la otra. Cuando se discuten los derechos, los salarios por ejemplo, el empresario tiene en cuenta no lo justo sino lo rentable; y lo mismo sucede a nivel de Estado- también empresa- con un agravante que es de donde provienen sus recursos, hoy en el impuesto al consumo, los salarios y las pensiones.

Eh aquí lo valioso de la llamada lucha feminista, porque no es lo mismo para en las condiciones de la lucha de clases partir de la igualdad de derechos, que la situación anterior donde se partía de la desigualdad como una realidad. Sin embargo es necesario que se sume en la lucha por las reivindicaciones de todos. Lo que no se puede hacer sin discutir los sistemas impositivos y la moneda.

Este 8 de marzo nos encuentra en medio de una pandemia, pero sabiendo que se ha avanzado en derechos en todo el mundo y a la vez entramos en una fase crítica de la cual sin programa la humanidad no podrá salir, lo cual es un desafío para el propio movimiento feminista y su integración a la lucha por liberación social de la cual han sido siempre tal vez su más importante sostén.

Compañeras salud!!!!!!!!

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 8 de marzo de 2021.

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[:es]AGREGANDO ELEMENTOS PARA EL ANÁLISIS ECONOMICO.[:]

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AGREGANDO ELEMENTOS PARA EL ANÁLISIS ECONOMICO.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

César Failache

COMENTARIO AL COMENTARIO de 

Jorge Aniceto Molinari

El pasado 22/2/2021 en su columna de UyPress (Agencia Uruguaya de Noticias), Jorge A. Molinari se toma el trabajo de comentar la nota que colgué en mi fb . Le agradezco se haya tomado el trabajo de leer dicha nota, que consiste en una traducción libre de la audición del economista O. Passet . Molinari toma el título de la nota agregándole entre paréntesis la frase que sirve de título a su columna, – que me parece – rememora los versos en que Mefistófeles se lamenta de forma ponzoñosa de ¨eso gris, que parece la teoría¨ respecto del verde árbol áureo de la vida. https://www.uypress.net/Columnas/Jorge-Aniceto-Molinari

https://www.xerficanal.com/…/Olivier-Passet-Le-silence….

Molinari observa que acuerdo con Passet al concederle al Estado un papel clave para superar la crisis actual. Se lamenta que: ¨si nuestros partidos, nuestros economistas, nuestros intelectuales siguen anclados en los desarrollos nacionales va a resultar imposible una solución¨. Sostiene Molinari que: ¨el Estado puede hacer aún muchas cosas menos burocratizar la economía que es a lo que tiende actualmente cerrando la posibilidad de salidas¨. Destaca que ¨No se puede negar el valor para el progreso de la sociedad del Estado¨, pero el Estado se convierte en una rémora cuando solo garantiza privilegios de un sector de la sociedad.

A juicio de Molinari, ¨Estamos en medio de una crisis (…) irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista, de la que no se sale con las recetas nacionales¨. La salida requiere ¨… un programa político que se proponga liberar el aparato productivo del conjunto de la humanidad de la rentabilidad, utilizando dos herramientas que se pueden aplicar de inmediato, como la unidad de moneda única y universal, y la aplicación de los impuestos sobre la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y a los sistemas impositivos basados en el consumo, los salarios y las pensiones¨. Molinari considera que ¨Para esto basta con declarar ilegal toda operación que no tenga registro donde la sociedad democráticamente lo determine. Se ahoga así la base financiera que sustenta a todas las lacras sociales. ¨

Es verdad, creo que el Estado es la herramienta para afrontar la salida de la crisis, especialmente relevante para un país pequeño como el nuestro. Considero que siempre lo ha sido y lo continuará siendo, a menos que cunda una crisis de disolución social sin precedentes. Por supuesto, no considero al Estado como un agente desligado de los propios intereses de la burocracia que lo sostiene en pie, ni de los grandes grupos de interés de la economía, ni de los intereses de los grandes países, especialmente de EEUU. En este sentido, la lucha política no se remite exclusivamente a la acción parlamentaria, ni a un nivel nacional, sino que comprende a la comunidad organizada, y a diferentes niveles territoriales.

Me parece que los siglos de desarrollo capitalista, en particular la reciente fase financiera y de incorporación de tecnologías de la información y comunicaciones, y actualmente de la biotecnología, la robótica, etc., no se comprenden sin asociar dicha lógica también a la acción del Estado, en particular en los grandes centros de acumulación capitalistas.

La salida de crisis comprende la propuesta de poner las finanzas al servicio del desarrollo, y el impuesto a las transacciones financieras internacionales puede convertirse en un fondo financiero para llevar adelante políticas de desarrollo amigables con el medio ambiente y la justicia social.

La organización y discusión pública, basada en datos y análisis sólidos, lejos de la improvisación, siguen siendo las herramientas de cambio. Comparto con Molinari el ensordecedor silencio que sostiene el estado actual de las finanzas mundiales. No obstante, los escándalos de la crisis del 2008, que bien conocemos los uruguayos, si hacemos memoria de la crisis del 2002-2005, han puesto al desnudo los riesgos sistémicos financieros. A este problema se suman los problemas ambientales, las dificultades en la generación de empleo, frente a la creciente robotización y especialización de las tareas laborales, y la desigual distribución de activos e ingresos, que alerta respecto a colectivos de personas que enfrentan flagrantes situaciones de injusticia social.

https://www.uypress.net/…/Jorge-Aniceto-Molinari-uc110794

Mi nuevo comentario:

Cuando un apreciado amigo: Juan Pedro Ciganda, me hizo una importante crítica desde una columna de Uypress (*), se que a algún compañero no le gustó el “tono” de la crítica, sin embargo uno de mis hijos me dijo: “aprovéchala te está levantando un centro”, y conociendo a Juan Pedro, su capacidad de crítica no dudé en que se trataba de recoger el guante y desarrollar elementos.

En este caso se trata del profesor César Failache que desde su cátedra en facultad fue de los primeros en tomar contacto con el mundo para saber de las repercusiones de los planteos de James Tobin, haciéndose eco de ellos en el Uruguay.

César dice en su respuesta: “Me parece que los siglos de desarrollo capitalista, en particular la reciente fase financiera y de incorporación de tecnologías de la información y comunicaciones, y actualmente de la biotecnología, la robótica, etc., no se comprenden sin asociar dicha lógica también a la acción del Estado, en particular en los grandes centros de acumulación capitalistas.”

No cabe la menor duda es un punto a desarrollar, que para hacer inversión capitalista hay que partir de la acumulación capitalista. El capitalista hasta ahora con un mundo a ganar, el Estado cada vez más condicionado por el sistema impositivo, que entre otras cosas marca su carácter clasista.

Es cuando el Estado comienza a perder pie, no como organizador social, sino como emprendedor económico, pues para acumular e invertir necesita de un sistema impositivo, sistema impositivo que necesariamente va a mostrar como ahora en el Uruguay su orientación de clase. Lacalle lo dijo claramente, vamos a proteger a los malla oro, mientras el grueso de la recaudación impositiva se hace sobre el consumo, los salarios y las pensiones.

Cuando el capitalismo estaba en pleno desarrollo, ahora ese desarrollo está focalizado en un nuevo centro: China, y una zona de libre comercio, la mayor de la historia, la acumulación era visible en todas partes. Esto es lo que nos permite afirmar que la acumulación primitiva de capital está llegando a su fin, que no es por casualidad que coincide con el ahogamiento cada vez más persistente por el agostamiento de la tasa de ganancia.”La eutanasia del rentista”al decir de Keynes.

Entonces el Estado como herramienta económica al servicio de su gente es un imposible, lo que no quiere decir que como herramienta social tengo un inmenso terreno a desarrollar uniendo a todos los factores de la sociedad para impulsar un programa que necesariamente tiene que tener dos herramientas centrales: la moneda y los impuestos.

Gracias César, esto por suerte para los que amamos la ciencia económica, recién empieza.

(*) https://www.uypress.net/…/Jorge-Aniceto-Molinari-uc110668

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 5 de marzo de 2021.

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[:es]DOS DISCURSOS PARA ANALIZAR.[:]

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DOS DISCURSOS PARA ANALIZAR.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El 1° de marzo en Argentina el Dr. Alberto Fernández y el 2 de marzo en Uruguay el Dr. Luis Lacalle Pou Presidentes de ambos países hicieron un balance de su gestión ante sus respectivos Congresos.

Los dos trataron de dar una respuesta en lo inmediato a la crisis interna con que los desafía la economía mundial. Provienen de vertientes ideológicas diferentes, tienen mucho en común, también provienen de herencias diferentes.

Uruguay aprovechó la coyuntura para que la pobreza retrocediera ostensiblemente y la sociedad progresara en índices como salud, educación, salarios, viviendas aún cuando no logró doblegar la tendencia general del capitalismo al empobrecimiento de la gente, y mismo en el país las inversiones de los más ricos siguieron amasando fortunas, además los impuestos importantes siempre fueron sobre el consumo, los salarios y las pensiones.

En Argentina, luego de un gobierno que atendió necesidades de la gente, vino el gobierno de Macri, y todos los índices que mejoraran volvieron a retroceder y la rapiña con el FMI fue irracional, el propio fondo lo está analizando.

Hay que agregar además que durante decenas y decenas de años en Argentina ningún gobierno electo en las urnas podía completar su mandato, y fue después de la crisis del 2001 que las fuerzas armadas se replegaron a sus cuarteles y gobiernos primero peronistas y luego el propio Macri pudieron completar sus mandatos.

Sin embargo el rol de control del aparato del Estado para los intereses de los sectores más regresivos de la sociedad pasó de las fuerzas armadas al poder judicial que sustituyó a estas en sus tareas de defensa de los intereses de la oligarquía.

Tal vez sería necesario analizar como EE.UU. no solo ha ido perdiendo su rol imperialista imponiendo gobiernos en todo el continente sino que en el seno de las propias fuerzas armadas, la principal fuerza de choque del otrora imperialismo, frente a lo que fueron importantes corrientes nacionalistas antes reprimidas a sangre y fuego, ahora deben convivir con una realidad diferente.

Podría señalarse que en todos estos gobiernos ha habido irregularidades –corrupción- es cierto y es un capítulo importante en la lucha por imponer las reivindicaciones populares. Alguien intentó explicármelo: están los que roban y dejan vivir a la gente y están los que roban y la matan de hambre.

El problema es que el capitalismo salvo en su centro no crece, por el contrario su crisis se agudiza.

Es en este marco que los Presidentes debieron desarrollar en sus discursos sobre cuál es su estrategia.

Los dos parten de ignorar el carácter de la crisis mundial, Fernández aspira a una pacificación –la derecha trata de cerrarle las puertas-, para con el aval del FMI, dar un respiro que permita a Argentina recuperarse, volcándose a un desarrollo interno.

Lacalle que partió de una base distinta, en salud, en educación, en trabajo, en vivienda, y aspira a que saneando la administración del Estado los sectores a los que responde continuén sin sobresaltos su vinculación con el mercado mundial, para ello el Frente Amplio les ha dicho “endéudense, es lo que ocurre hoy en el mundo”, el problema para él es que a esta prédica se han sumando sus socios de la coalición de gobierno.

La receta aplicada parece ser la misma: “Dios proveerá”.-

La estrategia del Presidente de Uruguay sigue siendo la misma, marcar una regresión, medir y luego retroceder, hasta ahora con elegancia.

Los dos usufructúan de una larga siesta ideológica de nuestras izquierdas que aún no han salido del estatismo y no atinan a entender que está pasando en el mundo.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 3 de marzo de 2021.

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[:es]A propósito de una nota de Esteban Valenti.[:]

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A propósito de una nota de Esteban Valenti.

https://www.uypress.net/Columnas/Esteban-Valenti-uc110963

Es una muy buena base para debatir. No es la interpretación de la historia a la que adhiero. Por suerte estas épocas tienen muchos problemas pero no son aquellas en que con una calificación descalificábamos: “es una interpretación burguesa de la historia”.

Me parece más comprensible y humana la interpretación que de la misma hacen Marx, Engels, Lenin, por nombrar a los más destacados.

¿Cuál es la diferencia?: que un modo de producción nace, se desarrolla y comienza a ser superado por el germen de un nuevo modelo de producción.

De la modesta plusvalía nace el empresario, en un medio donde el libre comercio comienza a vulnerar las bases del feudalismo. De aquello se llega a esto de hoy en que el capitalismo abarca a todo el planeta, y se defiende defendiendo el libre comercio aún cuando su centro comienza a trasladarse a China y su entorno gobernada por el Partido Comunista.

Lo que comienza como una formidable revolución liberadora, con una sólida base ideológica, su dirección en pleno desgaste es derrotada por el capitalismo de Estado que toma sus primeros cuadros de algunos de los revolucionarios cuya solidez ideológica es avasallada por el ejercicio burocrático del poder.

El problema es que el capitalismo global, no podía ni tenía condiciones inmediatas por sus límites nacionales y sus necesidades imperialistas de ahogar a esos capitalismos de Estado. De todos modos esa organización-arteramente llamada socialista e incluso comunista- no tenía en el largo plazo posibilidades de subsistir en tanto ni siquiera podía desarrollar fundamentos ideológicos.

Ahora hoy ¿Cuál es el futuro del mundo empresarial? No estamos cuestionando lo inmediato, pero hablemos de las proyecciones, Grompone por ejemplo analiza para un corto periodo de años el desarrollo de las papeleras. ¿Qué pasa con la rentabilidad?, ¿Marx estaba equivocado? ¿Por qué Keynes planteaba la necesidad de la eutanasia del rentista? ¿Esteban en su defensa de un mundo empresarial, – no hay dudas ha llenado una necesidad -, tiene en cuenta esto?  En la época de Batlle y Ordoñez, esto se discutía en el Ateneo, hoy no.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 1 de marzo de 2021.

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