[:es]DOS DISCURSOS PARA ANALIZAR.[:]

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DOS DISCURSOS PARA ANALIZAR.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El 1° de marzo en Argentina el Dr. Alberto Fernández y el 2 de marzo en Uruguay el Dr. Luis Lacalle Pou Presidentes de ambos países hicieron un balance de su gestión ante sus respectivos Congresos.

Los dos trataron de dar una respuesta en lo inmediato a la crisis interna con que los desafía la economía mundial. Provienen de vertientes ideológicas diferentes, tienen mucho en común, también provienen de herencias diferentes.

Uruguay aprovechó la coyuntura para que la pobreza retrocediera ostensiblemente y la sociedad progresara en índices como salud, educación, salarios, viviendas aún cuando no logró doblegar la tendencia general del capitalismo al empobrecimiento de la gente, y mismo en el país las inversiones de los más ricos siguieron amasando fortunas, además los impuestos importantes siempre fueron sobre el consumo, los salarios y las pensiones.

En Argentina, luego de un gobierno que atendió necesidades de la gente, vino el gobierno de Macri, y todos los índices que mejoraran volvieron a retroceder y la rapiña con el FMI fue irracional, el propio fondo lo está analizando.

Hay que agregar además que durante decenas y decenas de años en Argentina ningún gobierno electo en las urnas podía completar su mandato, y fue después de la crisis del 2001 que las fuerzas armadas se replegaron a sus cuarteles y gobiernos primero peronistas y luego el propio Macri pudieron completar sus mandatos.

Sin embargo el rol de control del aparato del Estado para los intereses de los sectores más regresivos de la sociedad pasó de las fuerzas armadas al poder judicial que sustituyó a estas en sus tareas de defensa de los intereses de la oligarquía.

Tal vez sería necesario analizar como EE.UU. no solo ha ido perdiendo su rol imperialista imponiendo gobiernos en todo el continente sino que en el seno de las propias fuerzas armadas, la principal fuerza de choque del otrora imperialismo, frente a lo que fueron importantes corrientes nacionalistas antes reprimidas a sangre y fuego, ahora deben convivir con una realidad diferente.

Podría señalarse que en todos estos gobiernos ha habido irregularidades –corrupción- es cierto y es un capítulo importante en la lucha por imponer las reivindicaciones populares. Alguien intentó explicármelo: están los que roban y dejan vivir a la gente y están los que roban y la matan de hambre.

El problema es que el capitalismo salvo en su centro no crece, por el contrario su crisis se agudiza.

Es en este marco que los Presidentes debieron desarrollar en sus discursos sobre cuál es su estrategia.

Los dos parten de ignorar el carácter de la crisis mundial, Fernández aspira a una pacificación –la derecha trata de cerrarle las puertas-, para con el aval del FMI, dar un respiro que permita a Argentina recuperarse, volcándose a un desarrollo interno.

Lacalle que partió de una base distinta, en salud, en educación, en trabajo, en vivienda, y aspira a que saneando la administración del Estado los sectores a los que responde continuén sin sobresaltos su vinculación con el mercado mundial, para ello el Frente Amplio les ha dicho “endéudense, es lo que ocurre hoy en el mundo”, el problema para él es que a esta prédica se han sumando sus socios de la coalición de gobierno.

La receta aplicada parece ser la misma: “Dios proveerá”.-

La estrategia del Presidente de Uruguay sigue siendo la misma, marcar una regresión, medir y luego retroceder, hasta ahora con elegancia.

Los dos usufructúan de una larga siesta ideológica de nuestras izquierdas que aún no han salido del estatismo y no atinan a entender que está pasando en el mundo.

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 3 de marzo de 2021.

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