[:es]Seguridad, previsión social.[:]

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Seguridad, previsión social.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Seguridad social. Grupo familiar.Tema álgido y crucial si los hay, en la actual coyuntura de la crisis irreversible en la predominancia del modo de producción capitalista. Tenemos que reunirnos y analizarlo dicen los más. Tenemos que aplicar restricciones dice la derecha. Tenemos que defender las conquistas dice la izquierda. Difícil para sagitario nos dice la astrología.

El sistema como tal, es un producto genuino de este modo de producción capitalista, con antecedentes en la historia de la Humanidad, relacionado con la ayuda a los más desprotegidos, aún en las épocas de la esclavitud o del feudalismo y más aún en el tiempo del llamado comunismo primitivo.

En el llamado socialismo real ni siquiera un esbozo de solución universal del modo de producción que quiso ser alternativo con el capitalismo de estado, su cobertura era burocrática, que no se debe menospreciar pues ocupó y ocupa un conjunto importante de Estados. Si bien hoy conocemos acontecimientos como que el capitalismo tiene ahora su centro de libre comercio en China y su entorno, gobernada por el Partido Comunista. Lo cual es de algún modo una señal muy poderosa de que se deben buscar soluciones universales a un problema de cobertura social muy generalizado.

Cuando el capitalismo en su auge necesitó agrandar la base social, rompiendo el egoísmo cerrado de la competencia, surgieron ideas de aportaciones a los efectos de mitigar los resultados penosos que imponía el régimen en la lucha de clases a las poblaciones trabajadoras y frente a los cuales revoluciones como la rusa estuvieron plenamente justificadas. Batlle lo dice con nitidez en un editorial de «El Día» a la muerte de Lenin.

En el período de ascenso del modo de producción capitalista era relativamente sencillo pensar en una solida base social. Es más, las leyes sociales impulsadas por las organizaciones de trabajadores, no sólo estabilizaban sino que daban más base al propio desarrollo capitalista.

Esto para nada niega el odio de clase y las tragedias que originaron en el mundo y particularmente en Inglaterra y luego en EE.UU. en lo que se llama la acumulación primitiva, las colonizaciones, la esclavitud de millones de seres humanos.

Cada conquista, aún sabiendo que ampliaban la base del propio modo de producción, significaron sangre, sudor y lágrimas.

Por lo cual no es difícil imaginar el nacimiento de corrientes que pensaran en una organización de la sociedad alternativa y enfrentada con ese régimen de cosas.

A ellas le dedicó especial atención Federico Engels en su obra «Del socialismo utópico al socialismo científico», en que marcaba esta diferencia entre la lucha reformista diaria por ampliar las conquistas de los trabajadores y la necesidad de prepararse para una organización superior de la sociedad, no en competencia o confrontación con el capitalismo sino preparando las condiciones para la muerte de su predominancia1.

Tal vez en esta disyuntiva trasladada a la realidad actual esté uno de los centros del problema. ¿Los comunistas buscaban solucionar el problema previsional dentro del capitalismo o pensaban ya en una sociedad alternativa y confrontativa con la actual?

Trasladada a esta época la pregunta se da vuelta y nos expresa: ¿el problema de la seguridad social y la previsión social tienen solución dentro de la actual predominancia del modo de producción capitalista? ¿O son parte de una transformación que afecta directamente a esa predominancia tomando como centro un nuevo sistema impositivo basado en la circulación del dinero?

Los empresarios capitalistas nacionales enfrentados a las aportaciones en estos rubros, optan por la evasión, la elusión, o finalmente por la disminución del número de trabajadores hoy favorecidos por el desarrollo de la tecnología. En síntesis, una carga más para estos estados encerrados en un régimen impositivo que afecta a los más, en beneficio de pocos, con intervalos menores en gobiernos progresistas.

No se trata de repartir, sino de desarrollar el aparato productivo hoy limitado por la rentabilidad que la propia crisis del agostamiento de la tasa de ganancia impone al desarrollo capitalista tal cual lo conocíamos en las épocas de auge de la seguridad y previsión social.

Nos parece muy bueno que se analice, que se debata, que se busquen salidas incluso coyunturales, paliativas. Todo ello es, en definitiva, en defensa de lo que la gente ya ha conquistado y aún falta desarrollar, como sus derechos a ser protegidos por la organización social desde el nacimiento a la muerte.

Ahora concluyamos que el problema excede las fronteras nacionales, como exceden las fronteras nacionales las mercancías que hoy se comercializan en todo el mundo. Que este sistema cuyo objetivo fue el de dar cobertura integral al ser humano hoy necesita ser reformulado universalmente sin perder nada de sus contenidos y a la vez siendo parte de una transformación que necesita la economía de toda la Humanidad.

Ya no queremos oír exabruptos como los que se le atribuyen a Christine Lagarde, anterior secretaria general del Fondo Monetario de que los viejos ahora viven mucho.

Es el concepto de que sobra gente para el capitalismo de hoy con el agravante que a la largo el cierre del circuito de los consumidores termina por condenar al propio sistema.

Nuestro debate nacional está muy acotado, porque en su marco estrictamente nacional las soluciones están acotadas, por ahora todos hablan de remiendos. Tal vez esté pesando el refrán de que mal de muchos consuelo de tontos. Sin embargo, qué mejor oportunidad para hacer pesar en el mundo la convivencia democrática en nuestro país para abrir un debate que necesitan todas las sociedades del planeta en contradicción con el demencial aumento del trabajo informal en los países desarrollados, y todas las lacras del sistema que conducen al lavado del dinero y a los paraísos fiscales.

Las salidas están ahí de mano de la tecnología y parecen tan simples que hasta parece estúpido no abordarlas, si bien la voluntad política es imprescindible.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 31 de Diciembre de 2019.


Nota:

1Iniciada la lectura del último libro del Ingeniero Juan Grompone «Marx hoy» me he visto sorprendido por una afirmación que si bien es coherente con anterior afirmaciones suyas, pensé había superado.

Dice en la Introducción página 13: «En la segunda parte se analizan los pensadores marxistas. Lenin encabeza este análisis y allí se comentan sus principales obras y los apartamientos de la teoría marxista. Para Lenin la acción de un partido revolucionario es capaz de destruir un modo de producción y construir uno nuevo. Esta idea se opone abiertamente a la evolución de todo modo de producción que describe Marx. Lenin ha tenido muchos seguidores». Seguiremos leyendo a la vez que intentando reencontrar y repasar algunos textos profusamente documentados del Profesor Julio Rodríguez que ilustran sobre el tema y creemos que no opina de igual manera.

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Ho Chi Minh.

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Ho Chi Minh.

Ho Chi Minh, en el año 1946. Autor Desconocido - This file has been extracted from another file : Ho Chi Minh 1946 and signature.jpg, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=25126454Lo que hizo Ho Chi Minh por su pueblo no está en discusión. Que ello ha significado un avance enorme tampoco. Millones y millones de seres humanos accedían así a avances ya reconocidos en gran parte de la Humanidad.

¿Qué es entonces lo que nos llama la atención y a la vez necesitamos debatir? Precisamente lo que Batlle y Ordóñez señala a la muerte de Lenin y que en la patria de Ho Chi Minh ya ha tomado otro camino. Lo de la construcción de un capitalismo de estado en oposición al capitalismo en general y como alternativa al mismo, que contradice las enseñanzas de los maestros.

La diferencia parece muy fina, hasta imperceptible, pero ahora nos hace comprender lo que Lenin escribía en 1916 sobre el Imperialismo.

Hacer todo lo necesario en defensa de la gente, hacer de ello causa del internacionalismo proletario y a la vez que defendiendo el aparato productivo de cada nación dar la pelea por incorporarse con el programa de defensa de los trabajadores en el mercado mundial. Lo hacen China y su entorno, mientras el centro del capitalismo y del libre comercio comienza a desplazarse hacia ahí.

¿Entenderán los Partidos Comunistas y las izquierdas, volcados desde la muerte de Lenin, a sus programas nacionales, de que es necesario un programa que unifique a la población trabajadora de todo el mundo?: Ese es el desafío.

Jorge Aniceto Molinari.
Jueves, 26 de Diciembre de 2019.

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Ho Chi Minh.

Ho Chi Minh, l'any 1946. Autor Desconegut - This file has been extracted from another file : Ho Chi Minh 1946 and signature.jpg, Domini públic, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=25126454El que va fer Ho Chi Minh pel seu poble no està en discussió. Que això ha significat un avenç enorme tampoc. Milions i milions d’éssers humans accedien així a avenços ja reconeguts en gran part de la Humanitat.

Què és llavors allò que ens crida l’atenció i alhora necessitem debatre? Precisament el que Batlle i Ordóñez assenyala a la mort de Lenin i que en la pàtria d’Ho Chi Minh ja ha pres un altre camí. Això de la construcció d’un capitalisme d’estat en oposició al capitalisme en general i com a alternativa a aquest, que contradiu els ensenyaments dels mestres.

La diferència sembla molt fina, fins a imperceptible, però ara ens fa comprendre allò que Lenin escrivia el 1916 sobre l’Imperialisme.

Fer tot el necessari en defensa de la gent, fer d’això causa de l’internacionalisme proletari i alhora que defensant l’aparell productiu de cada nació donar la baralla per incorporar-se amb el programa de defensa dels treballadors en el mercat mundial. Ho fan la Xina i el seu entorn, mentre el centre del capitalisme i del lliure comerç comença a desplaçar-se cap aquí.

Entendran els Partits Comunistes i les esquerres, bolcats des de la mort de Lenin, en els seus programes nacionals, que és necessari un programa que unifiqui a la població treballadora de tot el món?: Aquest és el desafiament.

Jorge Aniceto Molinari.
Dijous, 26 de desembre del 2019.

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[:es]Algunos apuntes al finalizar 2019.[:]

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Algunos apuntes al finalizar 2019.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Facebook. Logotipo.En Facebook intercambiamos opiniones, hasta diría que de algún modo debatimos –es lo que hay en una sociedad que es reticente a hacerlo–, estos apuntes –desordenados– son parte de lo que he venido haciendo, reflejan opinión y también estado de ánimo. Soy optimista, biológicamente optimista, pero siempre recuerdo aquella sentencia que dice que los pesimistas son aquellos que han visto como les ha ido a los optimistas.

1)

La «izquierda» se ha quedado sin programa en el mundo y no porque la derecha tenga razón. La crisis es cada día mayor en todo el mundo. Se ha quedado sin programa porque por todo un periodo en la historia luego de la derrota de Lenin en 1924, se difundió como su idea la de un capitalismo de estado. Pero a su vez ese es también el gran problema que viven los gobiernos progresistas cuando intentan desarrollar una economía nacional (Cristina, que es una suerte que haya vuelto al gobierno, dice que Argentina debería hacer lo que hace Trump), en un mundo donde el centro del capitalismo y del libre comercio está pasando a China y su entorno gobernada por el Partido Comunista.

Alberto Fernández trata de lograr cierto equilibrio y hacer que las cuentas favorezcan a las necesidades de la gente, que es a lo que en definitiva se opone Del Caño buscando capitalizar un descontento de «izquierda».

¿No debería el peronismo plantear este problema al mundo? Lula lo intentó en su primer gobierno y luego se quedó. La burguesía paulista que lo había combatido lo apoyó pensando en la marca Brasil en el mundo, pero luego a las primeras dificultades le dio un golpe de Estado y hoy tiene contra las cuerdas a Bolsonaro que ha ido a negociar con el Partido Comunista Chino. Mujica planteó el problema en la ONU (ver su intervención de setiembre del 2013 en internet), pero luego retrocedió.

Nuestros países, de la pobre América en lo social, todos sufren el manejo de las monedas nacionales que se utilizan para ajustar los sueldos y las pensiones y con ello todo lo que sea la mediana y pequeña producción. ¿Por qué hay una moneda para los dueños de la producción y otra para la gente, cuando China es el país en el mundo que más reservas de dólares tiene?

Los impuestos deben ser sobre la circulación del dinero, no sobre el consumo, los salarios y las pensiones, pero Argentina no lo puede hacer sola. Necesita planteárselo al mundo. Ninguna transacción con dinero debería ser lícita sino está debidamente registrada en los instrumentos que la sociedad democráticamente determine. Hay que dar muerte a los paraísos fiscales, entre ellos los que son destinatarios del despojo a los pueblos como el argentino.

Este es el debate que hay que abrir, es el debate que el mundo hoy necesita.

2)

Este es un asunto importante, y creo que Nelly fuerza un deseo que tenemos todos de la eliminación del narcotráfico, con la realidad.

Mujica eligió en este tema un camino y le dio publicidad en el mundo. Ese camino es el de la regulación estatal como en determinado momento se intentó con el alcohol y ahora se reintenta.

No podemos ni debemos estar en contra de ello, pero la realidad nos indica que hasta que el mundo no regule los movimientos del dinero, la actividad terapéutica que la sociedad debería realizar va a estar postergada.

3)

La riqueza del idioma español es indiscutible e invalorable, precisamente porque cada uno de esos sinónimos usados expresan a la vez matices y hasta contenidos distintos. De eso se trata el arte de utilizarlos. Arte el cual es un placer ejercitarlo porque a la vez constantemente estamos aprendiendo y reexaminando para ser más precisos. No es sencillo, más cuando a nuestras dificultades en el aprendizaje constante, se agrega el poder entender que pasa en el mundo material que nos rodea. Digo material pues el espiritual sabemos que tiene otras reglas y sus límites aún no los hemos podido descubrir.

4)

El problema de Europa no es la moneda, es su competencia con el mercado mundial, y el sistema impositivo, pero como de esto la «izquierda» no habla, la crisis es un campo fértil para el fascismo.

Acá en América, mientras se acentúan los negocios especulativos con las distintas monedas nacionales, la derecha trata de ganar tiempo y voltear gobiernos ahí donde no los tiene y la izquierda de ganar gobiernos sin saber mucho para qué.

«El rey está desnudo» decía la niña mientras los adulones, los alcahuetes, e inda mais alababan su traje. Alguien tiene que decir que la joda con las monedas debe terminar. No puede haber una moneda para los dueños de la producción y otra para la gente.

Alguien trasnochado nos podría decir: pero si adoptamos el dólar eso favorece al «imperialismo norteamericano». Sin embargo eso ignora que la principal reserva de dólares es la que está China y que su emisión, la que hace la Reserva Federal, está bajo la responsabilidad de los organismos financieros internacionales. Y que además si hoy por ejemplo la moneda de México fuera el dólar no habría muro que los pudiera separar.

Somos seres que hacemos el esfuerzo de razonar y pedimos no expliquen porque se mantiene esta absurda posición que favorece a los más ricos contra la inmensa mayoría de los más pobres.

5)

Lo que organiza es el programa. Los nombres son todos valiosos: Javier, Ernesto,…

¿Pero cuanto hace que en el Frente no se elabora una tesis sobre la situación política del mundo? Lo que llamamos programa es un compendio elaborado por gente muy valiosa en los distintos rubros, pero es eso, un compendio de buenas intenciones.

Hoy el país, ahora con gobierno multicolor, está dependiendo de la inversión de UPM2 y de los precios internacionales, pero sobre ellos y las perspectivas futuras no hay análisis.

La militancia es siempre importante, y viendo lo que pasaba en los países vecinos salió a trillar, pero no alcanza. No basta con decir vamos a hacerlo mejor, porque hemos demostrado que carecemos de rigor administrativo, ya desde los problemas con los casinos, pasando por Pluna, sobre la que se dejó caer porque se entendía que no se podía controlar y podríamos seguir.

Todo el Frente estaba embalado con Aratirí –recordemos que pusieron los inversores a Puntigliano como Gerente General– y con Aratirí iba el puerto de aguas profundas y la regasificadora. A mi algunas figuras que incluso hoy se bajaron y son críticas, me decían: «con Aratirí tenemos gobierno del Frente por 50 años», y cuando analizábamos que estaba pasando con la industria del hierro en el mundo, no se nos escuchaba.

Ahora, por ejemplo, tenemos un grave problema en los países de América con la cotización de las monedas nacionales, Chile, Colombia, Argentina, Venezuela, han sido víctimas de un deterioro del nivel de vida vía devaluación monetaria, y el Uruguay muy difícilmente se escape de ese medio de ajuste de los que manejan la producción contra el nivel de vida de la gente (la joda del llamado atraso cambiario).

Mujica en la ONU en setiembre del 2013 se lució ante el mundo insinuando la moneda única universal y el impuesto a las transacciones financieras, pero luego retrocedió y no habló más del tema y el sistema político de ello no habla.

Con todo respeto pienso que lo que se plantea es voluntarismo puro y a la larga produce un tremendo desgaste y el desaliento. Ahora si nos juntamos y empezamos a remar en este sentido las cosas van a cambiar.

6)

Entiendo y me siento solidario con este planteo pero no lo comparto.

Sería absurdo pedirle a quien está ejerciendo la medicina por ejemplo que se manejara no por sus estudios sino por sus sentimientos.

La política es una ciencia que exige estudios, y esos estudios exigen el intercambio, el debate, el análisis profundo de los temas.

La izquierda que es el instrumento que tiene la gente para defenderse se está quedando sin programa en el mundo, sin un análisis completo de la realidad en un momento crucial en que la crisis de la predominancia del modo de producción capitalista es ya irreversible y uno los hechos que corrobora esto es que el centro del capitalismo y del libre comercio en el mundo se está desplazando a China y su entorno, gobernada por el Partido Comunista, mientras EE.UU. se encierra y se amuralla en su propia economía.

Cristina Fernández que por suerte para el pueblo argentino ha vuelto al gobierno, dice que la economía argentina debe cerrarse como lo hace Trump.

¿Es que nosotros no debemos analizar esto?, ¿O es un problema que cada nación resuelve por su lado?

Mujica hizo en discurso lleno de contenido en la ONU. Lo compartimos pero luego nadie, ni él mismo volvieron sobre los puntos de esa intervención, y su grupo lo ignora y plantea temas que están fuera de su contenido.

En Argentina, en Chile, en Colombia, en Venezuela, el manejo de la moneda: una para los que negocian la producción y otra la moneda nacional para retribuir los salarios y las pensiones, ha provocado una tremenda miseria del pueblo y el enriquecimiento de los menos.

Los impuestos son sobre el consumo, los salarios y las pensiones, mientras el gran negocio capitalista está exonerado por la necesidad de que se invierta.

¿Sobre todo esto no tenemos nada que decir?

A mí la vida me dio el privilegio de participar en la fundación de la CNT y del Frente Amplio, y no reniego de nada de lo que he defendido, por eso digo que hay que abrir el debate.

7)

La base material es siempre lo que cuenta. No dejamos de señalar que el triunfo de Alberto Fernández en Argentina era un hecho positivo, y que el triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil negativo. Pero a la vez señalamos las contradicciones y los desafíos, Fernández era la reacción ante el caos de Macri y su banda, y Bolsonaro la reacción de la burguesía brasileña ahogada por la crisis y ajustando a su propio pueblo. Sin embargo la vida te da sorpresas. El mundo, el mundo del libre comercio que comanda el capitalismo, está trasladando su centro a un país gobernado por el Partido Comunista, y hacia ahí va Bolsonaro presionado por su burguesía y por sectores del propio ejército que miden la crisis de EE.UU. Por el contrario, Fernández a la vez que toma medidas para aliviar el deterioro del nivel de vida de la gente, centra su accionar económico en cerrar su economía, lo cual hoy puede traer beneficios coyunturales como los están usufructuando Trump, pero son eso sólo, coyunturales.

Es necesario hacer el esfuerzo y tomar la economía como lo que es un hecho universal y que necesita que la política a través del programa lo aborde. Estamos en medio de una crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista y para que esta muera en paz necesitamos la voluntad política expresada en un programa y en decisiones colectivas.

La moneda y los impuestos son las herramientas que hay que utilizar ya por parte de partidos, sindicatos, organizaciones sociales, Estados, para hacer la tarea que hoy es imprescindible para que el mundo salga de esta crisis.

8)

¿El fenómeno de la dolarización llegó para quedarse en Venezuela?

De acuerdo a los más recientes estudios, actualmente un 53,8 % de las transacciones en el país se realizan en la divisa estadounidense.

Desde el sector oficial no existen cifras al respecto. Sin embargo, el pasado 17 de noviembre, el presidente Nicolás Maduro, evidenció por primera vez que el gobierno se encuentra al tanto de la situación.

«Yo, quizás lo que diré será un pecado para los dueños de los dogmas, no lo veo mal. Me declaro pecador: no lo veo mal. Evaluar cómo ese proceso, que llaman de dolarización, puede servir para la recuperación y despliegue de las fuerzas productivas y el funcionamiento de la economía. Es una válvula de escape, gracias a Dios existe», indicó Maduro, en unas declaraciones que repetiría el pasado martes.

El mandatario venezolano sostiene que la dolarización surgió por la «autoregulación necesaria» de la economía venezolana para procurar la «desaceleración de la inflación criminal inducida».

9)

El Partido Socialista en el Uruguay cumple 109 años. Felicitaciones y a recordar con orgullo su trayectoria. Es uno de los Partidos fundadores del Frente Amplio.

Su trayectoria está signada por los avatares del quehacer político en el país y en el mundo. Es verdad, sentimos cierta nostalgia de lo que llegó a ser en un determinado momento su vida política, signada por el desarrollo de tesis muchas veces contrapuestas que daban lugar a corrientes de pensamiento que tuvieron repercusión en la vida completa de la sociedad uruguaya.

De su seno nace en 1920 el Partido Comunista del Uruguay y ya eso hecho daría para un intenso análisis de cómo ocurrieron los hechos. El análisis de las 21 condiciones de la Tercera Internacional e incluso el augurio de la crisis en la revolución rusa que analiza Batlle y Ordoñez en un editorial de «El Día» a la muerte de Lenin.

Pero también lo que significó en su seno el triunfo de la revolución cubana y luego su integración en la construcción del Frente Amplio.

La influencia polémica de las distintas corrientes del llamado campo socialista y el accionar de dirigentes como Vivían Trias, lleno de elaboración teórica, en que cada paso que se daba se hacía aportando la misma. Tal vez hoy con la valoración actual se pueda tener una visión cuestionadora de lo que fue su accionar, preferimos rescatar el hecho de que cada paso se fundamentaba y en el error o en el acierto se actuaba de acuerdo a como se pensaba.

En el pensamiento socialista revolucionario ha hecho mucho daño el stalinismo y hay confusiones que aún perduran. Por ejemplo, cuando un compañero dice que primero discute en su organismo y luego en función de ello actúa. NO, las ideas se analizan siempre en cualquier marco, no necesitan del secretismo, lo que tiene cabina interna y el respecto a las resoluciones son las medidas administrativas. Claro, hoy a falta de análisis y de debate todo queda reservado para el ámbito administrativo.

La izquierda necesita del Partido Socialista porque necesita de ámbitos donde enriquecer sus ideas, porque así lo fue con el nacimiento del Frente Amplio y debe volver a serlo para que nuestro pueblo recupere protagonismo.

10)

Nadie puede hacerse ilusiones sobre que las intenciones de la derecha ante un ahogo presupuestal son inexorablemente los ajustes. Y los caminos para ello pueden ser varios. Tal vez el que tengan más a mano sea el que están usando en varios países y es el del juego con el valor de la moneda, al que presentan como «un hecho de la realidad».

Nosotros no tenemos otro camino que denunciarlo y a la vez hacer propuestas que vayan al centro del problema. No puede haber una moneda para los «negocios» y otra para los laburantes. Y los impuestos deben ser sobre el movimiento del dinero, buscando dar muerte a los impuestos al consumo, los salarios y las pensiones y a los paraísos fiscales.

¿Por qué en la izquierda de esto no se habla? Ellos hasta quieren eliminar la bancarización y nos hablan de la libertad individual. Confunden la libertad empresarial con la libertad individual, como confunden la libertad de prensa con también la libertad empresarial de los medios monopólicos de difusión.

11)

Las ideologías no son instrumentos que se compran en un comercio del ramo. Son una elaboración permanente de la sociedad y de cada uno de nosotros. Hablar de una cosa adquirida y cerrada para siempre es un tremendo error. Si, es cierto, cada uno se presenta a la faena diaria con lo que ha venido adquiriendo, pero luego los hechos ponen en juego lo que sabemos y como los enfrentamos. Por eso hoy la crisis pone a prueba todos los conocimientos y todas las estructuras culturales que poseemos, y lo primero es comprender que hablar de una ideología completa es imposible. Lo que si deberíamos hablar es de guías para comprender la realidad y actuar en ella.

El modo de producción que predomina y en el que vivimos actualmente fue estudiado minuciosamente por Marx, Engels y Lenin –los más destacados que dejaron una obra inmensa–. De ellos se desprendió una guía para la acción que en particular se manifestó con una enorme fuerza en la revolución rusa, pero luego esa conducción fue derrotada en 1924 y sus componentes asesinados.

Ahora los problemas se agravan porque este modo de producción se encamina a perder su predominancia o a generar una tragedia aún mayor que la que vivimos actualmente, y es cuando surge la necesidad de volver a analizar aquellos textos que enseñaban a comprenderla.

Y por si fuera poco para los que se enredan con esto de las ideologías, el modo de producción capitalista ahora tiende a tener un nuevo centro, del libre comercio mundial en China y su entorno gobernada por el Partido Comunista mientras EE.UU. se amuralla.

12)

Dentro de la modestia de mis conocimientos considero que es muy bueno para él, para el Frente y para la sociedad toda, que el compañero José Mujica haya pedido disculpas. Y mucho más cuando su accionar se valora fuera de fronteras.

Admito su justificación, pero no comparto la explicación política. El Frente pudo desde el gobierno no haber cometido ningún error u horror, pero aún así hubiera sido insuficiente porque la crisis que se traslada al Frente y particularmente a su conducta en el accionar político, abarca a toda la humanidad. Y también llega a los nuevos gobernantes, que aún creen que con algunos ajustes se sale.

Esto no justifica lo que está sucediendo que no se resuelve con más voluntad –que siempre es importante– sino yendo al fondo del asunto: el programa.

El Pepe que hizo un brillante discurso en la ONU que no fue comentado, pero que llegó a todo el mundo, luego se ha cerrado en forma sistemática volver a encararlo y todas sus explicaciones y hasta diríamos sin despreciarlos sus sermones, tienen destino individual en el ser humano quién es quien sufre las condiciones que impone el sistema, imposible de cambiar sólo por el esfuerzo individual, que nunca deja de ser importante.

A ello se agrega un condimento: ¿la lucha feminista está por encima de la lucha de clases? Sin duda que trasvasa las distintas clases sociales y aporta justicia, como aporta justicia la lucha sindical, la lucha por los derechos humanos en general, pero sería imposible pedirle que resolviera los problemas de rentabilidad del modo de producción actualmente predominante. Ese es el rol que hoy no se está cumpliendo y que corresponde a la necesidad del programa que contemplando estas realidades aborde una salida.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 24 de Diciembre de 2019.

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[:es]El escándalo en la ideología.[:]

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El escándalo en la ideología.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Jorge Aniceto Molinari.Si bien hay muchos hechos puntuales en la realidad actual, entendemos de un gran valor volver e insistir sobre aquellos aspectos de la teoría que en su momento significaron y significan de alguna manera, una guía para la formación de generaciones de militantes de la izquierda y de la sociedad toda.

No hay mejor antídoto para el proceso de derechización y fascismo que provoca en la sociedad la crisis actual y la falta de respuestas programáticas frente a ella, que analizar las experiencias que nos da la historia.

La revolución rusa llegó a su cima con la conducción del Partido Bolchevique y el trabajo ideológico formidable, fundamental de Lenin. Ha sido el único Partido en la historia de la humanidad hasta hoy, que se construyó atendiendo a lo que estaba elaborado en textos magistrales que analizando el capitalismo había dado toda una guía para la acción política, y en lo que se destacaban los estudios de Marx y Engels. Lenin no solo que no se apartó un ápice de ellos sino que con un espíritu crítico y a la vez analítico incorporó nuevos elementos que hicieron de su aporte algo fundamental para entender lo que hoy está pasando.

Sus polémicas con Plejanov en la formación del Partido y luego en la tarea de construcción en revolución con Trotsky y Bujarin, son enseñanzas que hoy hay que tener presente. No para tomar como una verdad revelada sino como una guía para aprender a aplicar un método en el accionar social y político.

Lenin fue derrotado en 1924 cuando su intento de separar de la dirección del Partido a Stalin fracasó. La burocracia había dado un golpe y los textos de Lenin sobre estos hechos se conocieron 30 años después.

El capitalismo con sus liderazgos maltrechos salía de la tragedia de la primera guerra mundial y reconstituía sus fuerzas en las que preferían en la pugna que significaba su desarrollo y el egoísmo de clase, tener como rival a un capitalismo de Estado y no al de las conquistas sociales por parte del proletariado en el mundo. Vivía en medio de un peligroso equilibrio social. Más de uno de sus estadistas buscó por medio de los seguros sociales (seguridad social, previsión social) ese equilibrio.

El stalinismo mientras perseguía y asesinaba a los bolcheviques, heredaba como ejemplo para el mundo, las conquistas de la revolución de octubre.

A Trotsky mismo, no fueron pocos los militantes que lo increparon por defender a la Unión Soviética a pesar de Stalin. Su defensa era muy clara: «la Unión Soviética es una conquista de la humanidad».

Es como si hoy no entendiéramos que la caída de Venezuela, o de Cuba significarían un gran retroceso aún cuando pudiéramos señalar errores y hasta horrores burocráticos que nada tienen que ver con lo que fue el stalinismo, aunque hay mucho de lo que fue su origen.

El horror que significa en el mundo actual la promoción y la derrota de la llamada «primavera árabe» en la que participaron intelectuales europeos de izquierda, que no entendieron que sin desarrollo de una base social que lo posibilite, es imposible hacer un proyecto de sociedad nacional democrática. Introdujeron la inestabilidad social y el caldo de cultivo para la industria de la guerra, para la tragedia social actual y el padecimiento de las migraciones.

El propio fomento de los nacionalismos sin una base económica democrática a nivel mundial, tiene el marco de intereses sectoriales que pugnan por un desarrollo capitalista propio y en definitiva van en contra de la defensa misma de la razón de ser de las nacionalidades, como lo analizaba Lenin.

Rodney Arismendi, conductor del Partido Comunista uruguayo, constructor fundamental de la unidad sindical y política en el país, hablaba para interpretar los acontecimientos de la revolución de rusa de que Lenin había producido un escándalo en la ideología, pues había acercado los textos de los maestros a lo que estaba pasando con la construcción del llamado socialismo real y originado la reacción de la socialdemocracia europea, comprometida con los créditos para la guerra de sus respectivas burguesías.

Permítasenos, en nuestra modestia de conocimientos, señalar que dentro de sus enormes valores y aportes, esa fue una idea que aún sigue haciendo daño a la izquierda y es sobre ello que queremos hacer algunas puntualizaciones para enriquecer el debate importante que tarde o temprano se debe dar sobre la ideología.

Lo cual conlleva nuestra propia autocrítica, pues en 1971 muchos de estos temas nos eran confusos y aún no teníamos una base ideológica suficiente como para entender porque el camarada profesor Julio Rodríguez afirmaba que el stalinismo era el trotskismo sin Trotsky. Seguramente a su tiempo volveremos a examinar estos temas, ya que con Batlle y Ordoñez, con el Doctor Carlos Quijano y con el propio Julio, creemos haber aprendido a valorar a los maestros en una dimensión que antes no comprendíamos y que en la etapa actual resulta fundamental para poder entender que está pasando.

No hay texto, análisis, desarrollo, en la obra de Marx, Engels y Lenin, donde se analice la posibilidad de construir un modo de producción alternativo –no es otra cosa el capitalismo de Estado– en competencia y confrontación con el capitalismo que es lo que se propuso el stalinismo usufructuando las conquistas formidables de la revolución de octubre. Capitalismo de Estado coyunturalmente necesario para defender el propio aparato productivo en beneficio de la gente en cada una de las crisis anteriores en el desarrollo y crecimiento del modo de producción predominante.

Para esa defensa de las conquistas, el ejercicio de la Dictadura del Proletariado, en contraposición a la dictadura ejercida dentro del modo de producción capitalista por la burguesía y sus formas imperialistas. Dictadura del Proletariado a la que se recurre con las huelgas, con las ocupaciones, incluso con las revoluciones cuando las masas se sienten ahogadas por la explotación como ocurre hoy en muchos países y la burguesía trata de meterlas dentro del corset de su propia dictadura.

Sabiendo que dentro de esas conquistas están los derechos democráticos de las masas, el derecho a la salud, a la enseñanza, el voto, el voto secreto, los derechos de la mujer, de los niños, de los ancianos…

Está fuera de esos objetivos hacer de cada Estado centro de la economía en confrontación con el desarrollo ecuménico de la misma.

El capitalismo como sistema trató de circunscribir los problemas a cada país y los revolucionarios fueron coptados por el aparato del Estado y llamaron a eso socialismo y sus programas ya no tuvieron la dimensión universal con la que fueron desarrollados en los textos de los maestros.

Estamos hablando a principio del siglo 20 de crisis iníciales de un modo de producción predominante, con situaciones de una gravedad tal que determinaron la existencia de tragedias como las guerras, dos de ellas mundiales.

El modo de producción capitalista se repuso y continuó su desarrollo, de un centro inicial: el Reino Unido con su saturación, pasó a un centro que se desarrolló con el encabezamiento de EE.UU. como nación emergente, fue en su momento el nuevo «súper imperialismo».

Hoy EE.UU. también se ha saturado y su lucha interna que se extiende a lo que ha sido su influencia en el mundo comandando en su momento el libre comercio y la diversidad de monedas pero imponiendo la hegemonía del dólar; confronta con complejos empresariales multinacionales que ya se van desplazando a hacia un nuevo centro: China y su entorno.

Mientras tanto corrientes «nacionales» de capitalistas se amurallan para desarrollar lo que queda del aparato productivo nacional, usando como estandarte a Trump y al ala más conservadora del Partido Republicano.

De aquel imperialismo quedan «servicios» que actúan como gendarmes manteniendo y aumentando sus características criminales en la defensa de una de las válvulas de escape del sistema a la crisis: la industria de la guerra.

Hoy la crisis de la predominancia del modo de producción capitalista es tal que se da esta situación insólita e incompresible sin recurrir a lo que los maestros analizaron en su momento.

El capitalismo no va a ser sustituido por un sistema alternativo que lo derrote en una confrontación. Por el contrario, su predominancia necesita morir en paz, para evitar una tragedia mayor aún a la Humanidad y eso que hoy hace que la tasa general de ganancia haga cada vez más difícil su actividad productiva. Va a pasar a las manos de la organización democrática de la sociedad para que esta determine no el fin del capitalismo como modo de producción sino que con una nueva predominancia de la sociedad, esta planifique una actividad global que atienda a las necesidades del conjunto de la sociedad humana.

Ocurrió con la esclavitud, con el feudalismo, también ocurrirá con el capitalismo. De esa nueva realidad resurgirán las ideas socialistas y el «hombre» nuevo será producto de nuevas relaciones de producción a las que la sociedad podrá llamar «socialista» por su carácter liberador del ser humano dando inicio a la verdadera historia de la Humanidad.

De aquel viejo programa apoyado en estatizaciones para mantener el funcionamiento del aparato productivo mientras desde el poder se defendían los derechos y conquistas de los trabajadores, pasaremos a este que tiene como herramientas la medida monetaria única y universal, y como modo de obtener fondos para el desarrollo de la sociedad un sistema impositivo basado en la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales, y a los sistemas impositivos basados en el consumo, los salarios y las pensiones.

Seguramente para ello será necesario tomar la conducción de la economía mundial desde el Banco Mundial y desde el Fondo Monetario Internacional como los medios más importantes para imponer desde ellos estás líneas programáticas.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 16 de Diciembre de 2019.

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[:es]La grieta de la falacia.[:]

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La grieta de la falacia.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Grieta.Es muy común en estos días de fines del 2019 oír hablar o leer sobre que existe una grieta en la sociedad por «el accionar de los partidos políticos». Entonces surgen los comedidos en solucionar este tipo de problema «coyuntural» por la vía de hablar, de pactar, de ponerse todos de acuerdo en que con buena voluntad esto se soluciona. Chile parecería ser el ejemplo más paradigmático y a la vez más preocupante.

Ergo quien no está a tono con esta máxima, se está poniendo fuera del sistema haciendo de su accionar la grieta. Parte de una falacia muy trabajada desde los medios empresariales de difusión, de que el sistema es un hecho de la realidad y no se puede cambiar. Entonces proponer el cambio en beneficio de la gente es antisistema, y eso nos advierten, el pragmatismo de la vida nos indica de que «no se puede».

Ahora se da una primera contradicción, la que indica la consigna del sí se puede que tiene como objetivo, que si se puede encauzar a todos dentro del sistema. Tiene a su favor que los que pretendemos defender los intereses generales de la población y en particular los de la población trabajadora, al administrar –el capitalismo, que es lo que hay para administrar– somos cómplices de errores y horrores que rápidamente son capitalizados por quienes tienen como objetivo preservar los bienes y las acciones de los sectores privilegiados del capitalismo. Y cuando los errores no existen tienen los medios para crearlos artificialmente y hacerlo pasar como tales. El ejemplo Lula parecería ser el más gráfico.

En síntesis la derecha nos dice «si se puede» conservar lo que tenemos y no se puede abrir una grieta para hacer de los que no tienen una forma de cuestionar todo el sistema. Este sistema es bueno, nos dicen y los errores que él comete son humanos, por eso todo intento de hacer otro sistema ha fracasado, o está fracasando, y esto haciendo caso omiso al proceso que vive el capitalismo en el mundo, que está haciendo que su centro sea China y su entorno, gobernada por el Partido Comunista y liderando el libre comercio mundial en contraposición a EE.UU. con su economía amurallada.

En este mar de absurdos se nos dice por ejemplo: «pero China es capitalista, no es comunista», como si hoy todavía no se entendiera que los modos de producción no son modelos que se adquieren en el comercio del ramo, sino procesos que vive la Humanidad en la que los modos de producción, que se suceden a lo largo de la historia, nacen, se desarrollan, llegan al límite de su capacidad y comienzan un proceso de desaparición que puede llevar siglos pero que comienza con la necesaria muerte de su predominancia, que es lo que hoy está ocurriendo con el modo de producción capitalista. Y que en China en medio de su crecimiento –reconocido por todos– ni siquiera ha comenzado, aún con los índices formidables que marcan el progreso de su pueblo, y el éxito de una revolución socialista que nació en medio de marcas sociales donde normalmente existían las hambrunas y el analfabetismo, y enormes carencias sanitarias y habitacionales.

Ahí está el origen de la grieta. La necesidad que tiene hoy la Humanidad de dar muerte a la predominancia del capitalismo y abordar un programa que permita a la Humanidad toda abrir el desarrollo hoy contenido por la incapacidad cada vez más generalizada en la rentabilidad de las inversiones en la predominancia actual del modo de producción del capitalismo.

O como analizara Carlos Marx, la baja tendencial en la tasa general de ganancia del modo de producción capitalista cuando este predomina y en su expansión abarca todo el planeta. Y como contrapartida la acumulación monstruosa de capitales en los paraísos fiscales sin posibilidades reales de invertirse con rentabilidad. Entonces la válvula de escape: el incremento de la guerra y su industria y de todas las lacras sociales que asolan a la Humanidad, lo cual provoca una tragedia aún mayor.

Podríamos abrir todo un capítulo de análisis para estudiar cómo ha llegado China a la posición actual y como se han dado en su seno las distintas corrientes de pensamiento que han tenido un vasto escenario como en todo el desarrollo de las distintas revoluciones sociales de esta época. Si, llegamos a la conclusión de que ni el propio Lenin hubiera soñado con un desarrollo revolucionario como el que lideran los chinos encabezando el capitalismo y el libre comercio en el mundo. Ya estaría trabajando en el programa de esta etapa del mundo que se viene y que no tiene como objetivo proponer el desarrollo de una economía estatizada, sino liberar la economía mundial para que en su desarrollo comience a generalizar los derechos fundamentales de las masas.

Objetivo de masas, tarea primordial en esta época, plenamente realizable, y pudiendo poner a full el aparato productivo de la Humanidad.

¿Y entonces por dónde empezar?: por la moneda y los impuestos. Y para ello generar la voluntad política que tenga como objetivo tomar el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional para que desde su seno se generen las política que la Humanidad reclama imperiosamente en medio de una grieta que se agranda en forma constante.

¿Existe otra posibilidad?: NO y las políticas de acrecentamiento de la guerra están jugando al borde de una tragedia mayor, que la Humanidad tiene herramientas para cambiar de inmediato.

¿Qué nos duele?: la inercia de la sociedad, de sus partidos, de sus intelectuales, que cuando se habla de estos temas parecen entrar en un limbo donde lo que interesa es lo inmediato, el cargo, el negocito, lo individual.

¿Es posible cambiar esta realidad en el mundo de las ideas? Si, sin duda y los ejemplos se viene dando a diario, pero aún como expresiones aisladas, y la necesidad no es administrativa, es ideológica, y va de una punta a otra de toda las sociedades.

Un mundo mejor es posible, dice la consigna central del Foro Social Mundial. Ese mundo posible no puede ser en contraposición al que hoy existe, sino ayudando a la predominancia del modo de producción actual a morir en paz, desarrollando el aparato productivo, que hoy está trabado por el agostamiento de la tasa general de ganancia y la imposibilidad de invertir todos los capitales que se acumulan con rentabilidad. No se puede repartir y dar de nuevo como se pensaba en los primeros tiempos del cristianismo: el Jubileo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 23 de Noviembre de 2019.

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[:es]Esto es ahora: 2019.[:]

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Esto es ahora: 2019.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias dándose un abrazo.Se perfila como novedad un gobierno en España del PSOE y Podemos. Se están discutiendo cargos lo cual no es novedad, pero la preocupación es que programa para España y ahora ya con eso no alcanza, es necesario avanzar en un programa para el mundo.

No somos optimistas. Ahora la situación va agregando cada vez más ingredientes en la crisis en un mundo cuyo gobierno y en la pugna está en manos de los cuerpos gerenciales de los conglomerados empresariales multinacionales, sus instrumentos para aplicar su política a los Estados son el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Es una dictadura por ahora no cuestionada y donde todo lo demás viene por añadidura.

Tal vez la historia nos esté reservando novedades, son demasiados los ingredientes que se le vienen poniendo a la olla de la crisis, para que de ella la humanidad no saque enseñanzas para avanzar.

Y porque no, desde España, desde Uruguay; miren lo que está pasando en Bolivia, todo el odio de clase al desnudo como que hubiera estado escondido por la afrenta que para ellos significaba que un «Indio» fuera Presidente, con el apoyo del pueblo.

Hasta la sociedad en EE.UU. parece más tolerante luego del gobierno de Obama, ahora el problema sigue siendo el mismo: ¿cuál es el programa que necesitamos para abordar la crisis y sus consecuencias?

La derecha lo quiere todo aunque no sabe para qué. En el poder se siente segura. En Venezuela ganaron una elección entre más de 10 (la abstención de la izquierda fue notoria). En Bolivia aún con crecimiento económico importante, Evo dio un paso en falso, y fuera, sus mayorías no califican en el mercado capitalista. Recordemos que su derrota en la propuesta constitucional de continuidad fue precedida de una campaña de prensa, sucia sobre su moralidad, que luego se demostró falsa.

Un amigo me escribe coincidiendo con mis enfoques, pero me señala que insisto con la revolución bolchevique que está fuera del conocimiento de las generaciones actuales.

Tal vez tenga razón en que me faltan elementos en el desarrollo, y que no explique suficientemente en que todos los cambios sociales para afirmarse necesitan de la teoría y del conocimiento profundo de la realidad. En 1917 llegó en plena crisis al poder, un partido que tenía toda una estructura ideológica que no la enarbolaba como dogma sino como guía para la acción y a su vez la enriquecía permanentemente con nuevos textos. Eso se cortó en 1924 y aún hoy la humanidad lo sufre porque no ha podido reemplazarlo y continuar la tarea de elaboración que es lo que hoy necesitamos imperiosamente. Hoy la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista abarca a todo el planeta.

Los partidos actuales, todos, elaboran programas para su país como si el resto del mundo no existiera y no fuera determinante.

Sin embargo el propio Marx tenía una respuesta para esta interrogante:

«…El conjunto de las relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se eleva un edificio (Uberbau) jurídico y político y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material determina (bedingen) el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia».

Esta estructura económica es hoy ecuménica. De eso la conciencia social ha comenzado a tomar nota y necesita tiempo y experiencia para conformar la voluntad política necesaria para avanzar.

Estamos en presencia de una crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista y no solo necesitamos que su muerte sea en paz, sino que sea reconocida como tal.

Cuánto ha costado en términos de desarrollo de la economía, que se entendiera que tal como venía el desarrollo económico de la humanidad, el capitalismo que conociera uno de sus centros de mayor desarrollo en el Reino Unido, necesitó, en una determinada etapa, construir un nuevo centro sobre la base en gran parte de la herencia cultural del propio Reino Unido en EE.UU., rica en luchas sociales y la aplicación de todos los avances de la tecnología, recordemos el rol del ferrocarril en medio de la guerra civil en la construcción de la unidad nacional.

Similitud en la utilización de ferrocarril para construir el ejército rojo, y la propia unidad de la Unión Soviética sobre esa base en medio de la guerra civil.

La vida hacía añicos la teoría del súper imperialismo y daba la razón a los análisis de Lenin.

Sin embargo, la vida iba a depararnos nuevas vueltas, EE.UU. comandaba el libre mercado en el mundo, y a la vez la Unión Soviética, luego de la derrota de Lenin, se convertía en el modelo alternativo al capitalismo que se esboza desde un capitalismo de estado y se amuralla.

Renacía nuevamente la teoría del súper imperialismo. Y otra vez la vida no sólo que da por tierra con esta teoría sino que nos hace vivir hoy la paradoja en la construcción de un nuevo centro predominante del capitalismo mundial en China y su entorno, gobernada esta por el Partido Comunista y liderando el libre comercio mundial.

El ministro del área en el gobierno Bolsonaro de Brasil acaba de informar –no ocultando su satisfacción– que ese país va a firmar un tratado de libre comercio con China. Cosas vedere Sancho, le haría decir don Miguel de Cervantes a don Quijote.

Y por si esto fuera poco es EE.UU. ahora el que se amuralla, y no son pocos los izquierdistas que sueñan en el mundo con sus propias murallas con el objetivo de desarrollos nacionales.

«El modo de producción de la vida material determina (bedingen) el proceso de la vida social». El proceso de la economía china y su entorno necesariamente luego de su auge va a conocer la necesidad de planificar su vida posterior, se pondrá en juego en el nuevo centro del capitalismo la capacidad de los comunistas para rectificar una compresión de los fenómenos sociales luego de la derrota de Lenin, que no ha permitido comprender en su plenitud el pensamiento de los maestros y frenó por todo un período la compresión de los fenómenos que estábamos viviendo.

Tal vez lo que ha costado pasar de los límites nacionales a los internacionales, para elaborar respuestas en beneficio de la gente. Hoy todavía los comunistas y los socialistas son nacionales. La literatura sobre la derrota de Lenin en 1924, es aún muy escasa. En el Uruguay tenemos el privilegio de tener un texto de José Batlle y Ordoñez sobre el tema.

Sin embargo, la tarea central para procesar este cambio aún no está planificada –falta la voluntad política que lo realice y es nada más ni nada menos que la toma del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional para imponer un cambio sustancial en su política, que necesitará de dos herramientas primarias para poder ser aplicada: la moneda y los impuestos.

Ahora creo entender que está pasando con quienes leen mis notas: Toda la vida se basaron en la idea de que socialismo es propiedad estatizada, y que alguien venga y les diga que eso es un error, que el socialismo se construye no creando un modelo alternativo al capitalismo, sino desarrollando éste hasta sus límites, para luego ayudar a que su predominancia muera en paz y se comience a planificar la economía con un carácter mundial y sobre la base de una moneda única universal y que los impuestos que la sociedad necesita para abordar las necesidades de este etapa deben provenir de la propia circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y haciendo no válida toda transacción que no esté debidamente registrada en los instrumentos que la sociedad democráticamente determine.

No desconocemos que en toda una etapa de la historia, el Estado cumplió una función y muchas veces fue el escudo de los débiles, cuando los débiles pudieron hacerse fuertes para defender sus derechos. Ahora, siempre fue un medio y no un fin en sí mismo.

No renegamos de ninguno de los programas nacionales que en su momento reivindicó la izquierda en la lucha de clases, si aportamos que estos tenían y tiene un período a cumplir que hoy necesita de una perspectiva superior.

Y nos hacemos cargo, ahora que está de moda decir que uno se hace cargo, de todos los errores cometidos en el capitalismo de estado con el objetivo de contribuir a liberar a la sociedad de las consecuencias de la explotación capitalista. De lo que no nos hacemos cargo es de convertir esas acciones en la teoría necesaria para superar la etapa capitalista de la sociedad, y menos de emparentarla con las ideas que en su momento desarrollaron los maestros. Y menos aun de la corrupción y de los crímenes que se cometieron en nombre de los ideales revolucionarios.

La vuelta a esas ideas es lo que nos permite pensar que un mundo mejor es posible.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 14 de Noviembre de 2019.

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[:es]El ejercicio del gobierno estadual quema.[:]

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El ejercicio del gobierno estadual quema.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El gobierno de la economía del mundo ya no está en los Estados sino que radica en las direcciones gerenciales de los complejos empresariales multinacionales. Desde los Estados alguna cosa se puede hacer aún (y es importante) en beneficio de la gente en general o en beneficio de los grupos que desde el poder estadual buscan el provecho propio.

Cuando hablamos de direcciones gerenciales, estamos hablando de un complejo entramado, que no siempre está a la luz pública pero que tiene en la práctica una responsabilidad cada vez mayor sobre los destinos de nuestro planeta. En él se mezclan propiedades y conocimientos siendo estos últimos los que predominan aún con la visión propietarista en la que nos hemos educado la inmensa mayoría de los seres humanos que hoy habitamos la tierra. El avance tecnológico es tal, que el más avaro de los seres humanos sin asomarse a su conocimiento no sería más que un mendigo tecnológico.

Es en ese mundo en el que se deciden gobiernos por la vía democrática o no democrática, como sucede en la casi totalidad de los países.

Se nos podría decir que en China y en los países de su entorno aún se mantienen los rasgos gubernamentales a nivel de Estado. Y que EE.UU., ahora amurallándose, ha logrado reactivar su economía.

Hay un hecho que ya se comienza a notar en todos lados y es la decisión del capitalismo como sistema de desplazar su principal centro de desarrollo hacia China. No es que China gobernada por el Partido Comunista haya decidido hacerlo sino que es el propio sistema más poderoso económicamente, que cualquier Estado, el que necesitado de equilibrios en el desarrollo ha optado por este centro. A la vez es un enorme desafío para el Partido Comunista chino para comprender, interpretar y actuar en esta etapa de la historia.

Los textos de los maestros, que fueron tergiversados, y se les tomó como la base del capitalismo de Estado, diciendo que eso era el comunismo, el socialismo, comienzan a ser reexaminados, de sus lecturas se desprende en primer lugar que el capitalismo no puede ser sustituido por el Estado, que necesita de un programa universal de transición que aún hoy no existe.

No fue pretensión de los maestros crear una especie de verdad revelada, sino de la trabajar aportando a la ciencia humana en un terreno de no fácil acceso como son las relaciones sociales. Fue después del triunfo de la revolución rusa en que el auge de las ideas que condujeron al triunfo de esa revolución entraron en un largo periodo de frustración y deformación que es del que ahora comienza a salirse. La derrota de Lenin fue en 1924 y no en 1992 cuando cayó el «socialismo real». Demoraron 30 años en conocerse los documentos de 1922 a la muerte de Lenin, en que se hacían propuestas que fueron guardadas en secreto.

¿Tendrán los comunistas chinos la capacidad de convocar a los comunistas y a la izquierda del mundo a debatir tamaño tema? Tema además en el que están involucrados todos los que tienen que ver con el gerenciamiento de empresas y de complejos empresariales multinacionales, aún sin estar emparentados con los ideales socialistas, como sí lo estaba Albert Einstein.

En el 2001 al influjo del liderazgo del PT de Lula, en la ciudad de Porto Alegre se convocaba al primer foro social mundial, miles y miles de activistas se concentraron y debatieron en cientos de talleres de los más diversos temas, al influjo de Lula y del surgimiento de Hugo Chávez parecía como que el avance social en el mundo iba a conocer un periodo de formidables realizaciones, sin embargo no llegó a concretar un programa que ayudara a la transición, se perdió en un mar de declaraciones y buenas intenciones.

Un sector importante de la burguesía brasileña que antes había intentado frenar a Lula de mil maneras, ahora veía en él una marca con la cual comerciar en el mundo sus productos. Lo empujó hasta que sintió temor por la crisis del mercado y los avances sociales de Brasil, y promovió su salida. Sin embargo, hoy con Bolsonaro la reactivación no llega y la inquietud social aumenta.

No es este un impulso diferente al que siente el capitalismo como sistema en el mundo cuando empuja en China la construcción de un nuevo centro de desarrollo. Ahora comprendamos que la fuerza de la burguesía brasileña, poderosa, es inferior fundamentalmente en espacio económico a la que se maneja a nivel planetario. Y no son los únicos ejemplos, los deseos de un desarrollo nacional surgen naturalmente de mano de quienes en el terreno empresarial buscan su desarrollo. Están en la base de las corrientes nacionalistas que hoy se expresan.

Lo que en la izquierda no se ha entendido es que el modo de producción capitalista tiene límites y que a esos límites se avanza a pasos agigantados y que la humanidad toda necesita que la predominancia de este modo de producción pueda morir en paz, para ello necesita hacer una transición cuyo programa aún no ha resuelto.

En la actualidad en cada uno de los países el gobierno quema, pues es imposible pensar en el futuro sin encarar las cosas tal cual son. Es por eso que en las campañas electorales actuales escuchamos los más reverendos disparates.

En el Uruguay en estos días se ha estado debatiendo sobre estas declaraciones de la economista Azucena Arbeleche: «Como equipo de economía de Lacalle Pou (candidato opositor con más chance) hemos tenido diálogo constante con las agencias calificadoras de riesgo en estos cinco años, y lo que más pedimos es que no nos bajen la nota porque necesitamos tiempo. No nos bajaron la nota porque nos han dado tiempo».

Declaraciones que no resisten el menor análisis democrático, pues de las gestiones nadie asume que haya sido consultado para que las mismas se realizaran. Pero además por lo absurdo de la naturaleza del planteo ante la realidad que venimos analizando del propio desarrollo del capitalismo en el mundo.

El tema de las nacionalidades que tanto sigue pesando en el mundo actual. Hubo un periodo de la historia humana que estuvo matrizado por estas características, que eran las que se trasladaban a la actividad productiva. De las nacionalidades exitosas nacieron los imperialismos modernos, hasta que los Estados fueron superados por el propio desarrollo empresarial.

El capitalismo tiende a generalizar todo, es la dictadura de la rentabilidad y del espacio económico que la determina. ¿Qué va a pasar entonces con las nacionalidades cuando la humanidad logre entrar en una transición? Nosotros además, desde la modestia de nuestros conocimientos, creemos que las herramientas para ello son la moneda única universal y un sistema impositivo basado en la circulación del dinero. Pensamos entonces que en un nuevo marco de desarrollo donde la rentabilidad ya no esté al servicio de una clase social sino de la sociedad toda, las nacionalidades se van a proyectar en beneficio del desarrollo general.

La crisis es tan profunda que el ejercicio de las responsabilidades de gobierno queman, se prefieren los cargos para el control y no el ejercicio ejecutivo. Los que están tratan de conservar sus cargos y rogar para que la crisis ceda. Ya no puede tardar el debate de los graves problemas por los que atraviesa la humanidad, que en las campañas electorales actuales están ausentes.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 8 de Octubre de 2019.

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[:es]Propuestas económicas para la crisis. Entrevista a Jorge Aniceto Molinari. La Voz de Paysandú, 24‑9‑2019.[:]

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Propuestas económicas para la crisis. Entrevista a Jorge Aniceto Molinari. La Voz de Paysandú, 24‑9‑2019.

https://www.ivoox.com/propuestas-economicas-para-crisis-entrevista-a-jorge-audios-mp3_rf_42634107_1.html

Néstor Gerardo Vanzini entrevista a Jorge Aniceto Molinari, colaborador del Centro de Estudios Joan Bardina en Uruguay. Propuesta de un patrón o una medida monetaria única para todo el Mundo, una moneda telemática que ayude a resolver diferentes problemas económicos: Deuda de los estados y carencias presupuestarias, posible quiebra de los servicios sociales, paro, fraude fiscal, especulación de divisas, corrupción, falta de protección al medio ambiente, etc. Como el Presidente de Uruguay José Mujica planteó esta solución en la Asamblea General de la ONU, el martes, 24 de Septiembre del 2013.

Emisión radiofónica del martes, 24 de Septiembre de 2019. CW39, La Voz de Paysandú, Uruguay. Duración: 37 minutos y 11 segundos. Idioma: castellano.

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[:es]Hagamos volar la imaginación.[:]

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Hagamos volar la imaginación.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Los jalones que conocemos en la historia tienen acontecimientos que marcan luego los tiempos. Por ejemplo la toma de la Bastilla en la revolución francesa, el asalto al Palacio de Invierno en la revolución rusa. Eclosión de procesos.

Nosotros en nuestra humildad vamos a intentar hacer volar la imaginación y nos planteamos, como un signo de estos tiempos, la toma de los organismos financieros internacionales, en particular el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

En este caso no se trata de la toma física sino en la toma ideológica de los mismos y lo que ello significa para la política económica que se desarrolla en el mundo.

Una primera dificultad, existe la creencia bastante arraigada de que la realidad se cambia Estado por Estado, y que el gobierno del mundo radica en los Estados. Y eso ya no es así, el gobierno del mundo, y lo que es fundamental el de su economía, no reconoce a las autoridades estaduales –que incluso selecciona (y para ello usan la democracia, la dictadura, los golpes de Estado, según los convenga) en función de sus intereses– sino a los estados mayores gerenciales de los complejos empresariales multinacionales que además están en pugna por la rentabilidad que se va agostando permanentemente en la medida que la expansión del modo de producción capitalista alcanza los límites planetarios.

Es en esta realidad en la que se han creado dos organismos encargados de regir las políticas necesarias a las corporaciones y a los propios Estados en línea con ellos, son el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional.

Entonces para la política que rige en los Estados surgen dos posiciones, una que nos plantea que debemos seguir al pie de la letra sus recomendaciones para entonces acceder al desarrollo económico (el llamado flujo de capitales) y otra la de que debemos romper con estas instituciones porque proponen una política de ajuste en las economías, que conduce al hambre y la desocupación de los pueblos. De más está decir que las dos posiciones sufren los avatares de la crisis actual.

No compartimos ninguna de las dos posiciones. Creemos que la voluntad política organizada en el mundo debe plantearse el tomar la dirección del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, para aplicar un programa de transición que nos saque de esta crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista y la ayude a morir en paz.

Me imagino el escándalo y más bien el ignorar este planteo, (esto sucedió con el discurso del entonces Presidente Mujica en la ONU en setiembre del 2013, lamentablemente única oportunidad en que encaró el tema con la seriedad que requiere) de todas las corrientes políticas que han hecho parte de su transitar en el mundo el ocupar los cargos estatales, el dulce encanto de la burocracia. Lo que no quiere decir que no haya sido necesaria para determinada etapa de la historia humana que ahora está llegando a su fin.

Imagino a estos organismos o a otros similares en esta su función actual, determinar por ejemplo, la muerte de la multiplicidad de monedas, y así como existe, el kilo, el litro, el metro… que exista en la economía una medición única y universal, y con ello cerrando la etapa de las maniobras estaduales y de empresas dedicadas a ello, contra la gente con las mismas. Y luego establecer que los sistemas impositivos deban establecerse sobre la circulación del dinero, haciendo no válidas las transacciones que no estén registradas en los organismos que la sociedad determine, dando muerte a los paraísos fiscales y a los impuestos basados en el consumo, los salarios y las jubilaciones.

Cuantos «marxistas» nos dirán: pero esa no es la revolución que planteaban Marx, Engels y Lenin. Es el problema que podemos tener con los «marxistas» mal leídos, pero es hora que a los maestros –con una formidable obra que ha enriquecido a la humanidad–, se les valore por el verdadero valor de las mismas.

El capitalismo como modo de producción predominante ha preparado las condiciones para ser superado. Pero no va a ser sustituido por un modo de producción que lo confronte y lo derrote como fue lo que la concepción stalinista desarrolló en toda una etapa en que el desarrollo del capitalismo de Estado (no se trataba ni se trata de un modo de producción diferente) se presentaba como alternativa. No renegamos de esa etapa de la historia, entre otras cosas porque usufructuó la herencia de la revolución rusa y permitió con mucho sacrificio construir experiencias importantes para la humanidad como fueron por ejemplo la revolución china y la cubana que luego empezaron a reencaminar su andar hasta llegar a lo que sucede hoy en que el propio capitalismo se encamina a establecer a China y su entorno como un nuevo centro en la actual etapa de su desarrollo.

Cuánto costó y con qué sacrificio la gente agobiada por el hambre, empujó para que se tomara la Bastilla, otra cosa –también existía el hambre– fue la toma del Palacio de Invierno, en que un Partido organizado y con base ideológica iba dando los pasos para que el accionar popular se plasmara en lo que fue el primer gobierno bolchevique.

Esta época en muchos aspectos es diferente, la humanidad conoce un desarrollo del modo de producción capitalista que hace maravillas con la tecnología y llega a los confines de todo el planeta. Pero la tasa general de ganancias se agosta, y la rentabilidad comienza a buscarse en los peores incentivos contrarios al desarrollo humano, agravando además la llamada grieta social, que no es otra cosa que la propia crisis del sistema. A la vez aumentan, el déficit fiscal, los endeudamientos y el monto en los paraísos fiscales. Hay una capacidad productiva que va quedando a la vera del camino rápidamente y se vuelve rápidamente obsoleta y otra nueva rápidamente se incorpora. Desde el punto de vista humano –tal vez lo más grave, con tremendo peso en la consciencia colectiva– millones de seres que pasan por la vida en muy malas condiciones y sin tener de parte de la sociedad una respuesta que le permita realizarse como seres humanos.

Los stalinistas y neostalinistas no dan pie en bola, y es hora de recurrir al bagaje de conocimientos que la humanidad atesora en la obra de los maestros para poner en práctica no el de crear un régimen alternativo y de confrontación sino para desarrollar las herramientas que permitan la transición en paz, sin desconocer los riesgos que significa una agravación de la guerra que el negocio de esa industria está realizando.

Aspiramos a que el mundo tenga una respuesta antes de que la crisis tenga consecuencias aún más graves, pero no tenemos duda de que este camino, el que hemos venido desarrollando, es el que hay que recorrer, para iniciar una tarea gigantesca para el porvenir, para lo cual están todas las condiciones. Porque un mundo y una humanidad mejor es posible.

Jorge Aniceto Molinari.
Lavalleja, 6 de Septiembre de 2019.

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[:es]El derecho a criticar.[:]

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El derecho a criticar.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El haber sido por muy poco tiempo universitario en mi juventud tal vez me restrinja el derecho a ser crítico con los universitarios de hoy. No me ocurre lo mismo con la militancia política que la he asumido en sus distintos niveles prácticamente desde que tengo uso de razón.

¿A qué quiero llegar? A que siento la necesidad de hacer una fuerte crítica a los sectores universitarios que tienen que ver con la ciencia política –no conozco que el fenómeno se extienda a otras disciplinas– por su falta de iniciativa para promover en la sociedad nuestra y en su vinculación con el mundo, el debate de los problemas graves que hoy se viven.

No escapa a mi conocimiento que en el mundo actual los motores generadores de ideas deberían ser los partidos políticos (en especial los llamados de ideas, aunque en definitiva todos deberían serlo) y que ello no está ocurriendo.

Tomemos el ejemplo de nuestro Partido Comunista, fundador del Frente Amplio, de la Central Sindical, participe activo bajo el liderazgo de Rodney Arismendi de la vida política de toda nuestra América. De activa incidencia además en la propia vida universitaria. Hoy es un partido nacional, sin opinión sobre cómo transcurre el desarrollo capitalista en el mundo. Tienen declaraciones donde ubican siempre el bando al que apoyan, pero todos sabemos que en política esa no es la enseñanza de los maestros y que no alcanza.

Nuestro Partido Comunista aún no reconoce que Lenin fue derrotado en 1924 y que la vida confirmó el juicio de José Batlle y Ordoñez a la muerte de Lenin. En que además Batlle valoró lo que significó para el pueblo ruso y para la humanidad el triunfo de esa revolución.

El no hacerlo le trae consecuencias como el de tener que explicar permanentemente por ejemplo la dictadura del proletariado, que para los maestros era la necesidad de los trabajadores de arrancar conquistas elementales para el desarrollo de su vida a la dictadura de la burguesía. En cosas tan elementales como por ejemplo acá, en el Uruguay reciente, la responsabilidad empresarial frente a los accidentes en el trabajo. Es cierto esa conquista se plasmó a través de la ley, ¿pero hubiera sido posible sin los trabajadores movilizados?

Los sectores conservadores de la sociedad admiten la organización de los trabajadores como una imposición de la que siempre buscan liberarse o de buscar sectorialmente de asociarlo a sus fines, cosa que muchas veces han logrado, a través de la burocratización del aparato sindical.

Confundir el trabajo de Lenin en el desarrollo de las libertades democráticas en el propio Estado soviético, e incluso en todo ese periodo de lucha ideológica en que combatió con las ideas de Trotsky sobre el comunismo de guerra (Trotsky reconoció luego su error) y de Bujarin sobre el socialismo a paso de tortuga, cuyo desarrollo teórico fuera tomado como propio por Stalin en el texto «Cuestiones del leninismo» –Stalin era incapaz de desarrollar un planteo teórico de esa entidad– que culminaron también con el asesinato del propio Bujarin, y el desarrollo a ultranza del capitalismo de estado. Recordemos que Lenin en sus análisis le daba al capitalismo de estado un valor coyuntural, necesario para salvar el aparato productivo de la destrucción de la burguesía.

Trotsky, uno de los grandes líderes de esa revolución y uno de los perseguidos hasta el asesinato por Stalin, siempre supo diferenciar la dirección enfermiza de ese Estado de lo que significaba la Unión Soviética como conquista para la humanidad, como sustento para otras revoluciones, y para llegar a lo que es hoy, en que el desarrollo capitalista, con su predominancia en una crisis irreversible, a tener a China gobernada por un Partido Comunista como el nuevo centro de su actividad actual. Liderando además el libre comercio mundial que fue lo que en sus inicios (el comercio) dio origen a la etapa capitalista de la humanidad y a la superación del feudalismo.

Hoy no hay una explicación a esto, y ello se siente también en el ambiente universitario y no solo ahí, en las investigaciones, en la actividad de las distintas cátedras. No es lo mismo reunir datos e investigar que tener la iniciativa de caminos a recorrer. A esto están referidos en gran parte los aportes de Antonio Gramsci. No es otra cosa la hegemonía de la que él habla.

Es muy común escuchar y leer opiniones en las que se dice, por ejemplo: hay que juntarse y estudiar un camino para la crisis de la seguridad social.

Y está bien. Ahora eso no es lo más importante, lo más importante es tener una posición y jugarse documentada por ella, sin la cual las reuniones, los congresos, las conferencias transcurren sin consecuencia.

Es cierto para ello se necesita estudio, certezas, intercambios, pero el problema es pegar el salto y jugarse por una posición, eso hacían los maestros, eso hacía Batlle, Quijano, Seregni, Arismendi.

Eso es lo que explica la necesidad de la lucha de tendencias en cualquier organización que tenga vida activa. Trotsky explicaba que esto es necesario como el aire que respiramos, donde también absorbemos toxinas pero si dejamos de respirar morimos.

El capitalismo en sus inicios también fue pujante, y continuó, conquistando todo el planeta, en su predominancia la humanidad ha conocido avances increíbles, la rentabilidad lo explicaba todo y el mercado regulaba esa rentabilidad que era la madre de todas las realizaciones.

El llegar a los límites posibles trae como consecuencia que esa rentabilidad, comienza a agostarse, y con ello el crecimiento de todas las lacras de la decadencia, uno de cuyos ejemplos más dramático es el permanente crecimiento de los paraísos fiscales, el endeudamiento frenético de los Estados, la industria de la guerra, los juegos, la droga. La corrupción comienza a ser una necesidad para la subsistencia del sistema, una especie de opio. En eso cayó Lula, Correa, la propia Cristina, y podríamos seguir. Muchos de los juicios contra ellos son inventados por la propia corrupción capitalista, como está saltando hoy en cada uno de estos Estados. También ha pasado y pasa en nuestro Uruguay con otra intensidad y tal vez con otro traqueteo.

Una de las críticas más comunes es de que la izquierda gobernando también es corrupta, o de que no ha podido gobernar sin corrupción y es correcta la crítica, salvo que la humanidad no ha salido del capitalismo y de él no se puede salir por Estados. Con el agravante de que el gobierno de la economía del mundo ya no radica en los Estados.

Es aquí donde llegamos al meollo del asunto.

Chávez nos dijo en una oportunidad: la campaña electoral que me llevó a la Presidencia de la república de Venezuela la financió el Zar de las comunicaciones Cisneros. Ganadas las elecciones se presentó Cisneros ante Chávez y le dijo: «los ministros van a ser tal y cual», a lo que Chávez respondió: «el Presidente soy yo y a los ministros los designo yo», y ahí comenzó otra historia que Uds. Conocen.

Se está dando un fenómeno democrático formidable en México con Andrés Manuel López Obrador. Ahora la económica está estancada o tiende a estancarse. La derecha espera su momento porque las contradicciones de esta sociedad son enormes.

Entonces no hay nada más importante –no importa el lugar desde donde desarrolle la actividad– para quién siente la causa de la humanidad, que ayudar a preservar lo conquistado, sabiendo a la vez que ello no va a ser posible si no se avanza en un programa de transición que permita a la humanidad ayudar a la predominancia del modo de producción capitalista a morir en paz.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 24 de Agosto de 2019.

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