Compañeras y compañeros del Comité “Andresito”:
La vida me ha regalado, el ser uno de los firmantes aún vivos del acta constitutiva del Frente Amplio el 5 de febrero de 1971.
Eso no me da ni me quita derechos, son los mismos que tenía en 1971: poder opinar libremente y acatar disciplinalmente lo que la fuerza política constituida resuelve en función de los acuerdos alcanzados.
Ahora en 1971 cada partido constitutivo del Frente, tenía un análisis del mundo, del país, de cada barrio donde correspondiera militar, había debate político, existía la CNT, las organizaciones sociales tenían vida política, el Frente no la anulaba por el contrario era un estímulo a estudiar, a comprender, a actuar.
Cada país reclamaba el derecho a disponer de sus riquezas en aras del bienestar de su gente. Aún había un horizonte nacional posible, no era aún visible un hecho que hoy es claro y determinante, que el gobierno de la economía del mundo ha pasado de los Estados a los conglomerados empresariales multinacionales, hecho que analizara Lenin en 1916 en su libro “el imperialismo fase superior del capitalismo”.
Ha cesado el rol imperialista de EE.UU., no el de gendarme de los grandes intereses multinacionales, y ha cesado porque ni siquiera hoy sus conglomerados empresariales son los más importantes del mundo. Hace sentir su miserable injerencia, pero su pueblo sufre el deterioro permanente ahora atemperado por una emisión monetaria coincidente con el Euro y la Libra que pretenden descargar al resto del mundo.
Ellos fueron los gestores y responsables de los golpes de Estado que han proliferado en América, con el atropello a los derechos humanos, y hasta ahora no han aportado un solo dato para ubicar a los miles y miles de desaparecidos que esto ha ocasionado en militantes sociales, siendo que es seguro que guardan archivo de todo.
No hay además un solo ejemplo de gobierno que haya prosperado en beneficio de su pueblo con su apoyo. Si no que han tratado de hacerle la vida imposible a los gobiernos que se han parado frente a su conducta.
Nosotros no podemos ser ajenos a esto, tenemos que mantener nuestras definiciones, ajustándonos a los cambios, al que en 1971 era un antiimperialismo militante.
Otro cambio imponente sobre el que hay que tomar definición es sobre las zonas de libre comercio. En 1971 los tratados de libre comercio que se proponían al país siempre tenían clausulas que impedían el desarrollo nacional, eran de supeditación a la potencia que imponía su firma.
Hoy se ha formado la zona de libre comercio más grande de la historia de la humanidad, en un marco donde su centro, así como el propio centro del capitalismo tienden hacia China, gobernada por el Partido Comunista.
¿Cuál debe ser la posición del Frente Amplio frente a estos hechos, que cambian el devenir de todo el mundo?
Cuando se formó el Mercosur era claro que era un acuerdo burgués entre Estados, pero desde todos lados se le fueran incorporando los derechos de los trabajadores y los derechos sociales.
Esta zona de libre comercio, formada ahora, no hay duda que va a transformar al mundo, y hacia ella debemos dirigirnos para imponer los derechos de los pueblos, de los trabajadores.
No tenemos dudas que la zona de libre comercio va a tender a extenderse a toda la humanidad, los abroquelamientos nacionales ya no tienen futuro, o si lo tienen es muy limitado.
Hay dos herramientas que el Presidente Mujica insinuó en la ONU en setiembre del 2013 que son esenciales para plantarse frente a este mundo: la moneda y los impuestos.
Ningún país por más grande o pequeño que sea puede asumir posición por sí solo, es necesario abrir el debate en el mundo, pero con la moneda hay que terminar con su juego de ajuste permanente contra los pueblos, hay que ir a la moneda única y universal.
Ahora EE.UU., el Reino Unido, y la comunidad europea, hablan de un impuesto a las ganancias de los conglomerados empresariales, pero envilecen su moneda y no atacan los paraísos fiscales. Es necesario que el Frente tome contacto con organizaciones similares en todo el mundo para plantear que los impuestos deben cobrarse sobre la circulación del dinero y no sobre el consumo, los salarios y las pensiones, debe darse muerte a los paraísos fiscales haciendo que ninguna transacción sea legal sino está debidamente registrada donde la sociedad democráticamente lo determine.
Compañeros, con el mismo espíritu con que abordé las tareas frentistas en 1971, pienso que no hay hoy tarea más importante que abrir instancias de debate sobre estos temas, sin los cuales es imposible encarar los graves problemas que se ciernen sobre la economía uruguaya.
Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 7 de setiembre de 2021.
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