Un ingrediente más

Un ingrediente más, desde mi modesto punto de vista el más importante. En 1916, un año antes del triunfo de la revolución rusa, Lenin escribe “El imperialismo fase superior del capitalismo”, en el que analiza que el gobierno de la economía del mundo se iba a desplazar hacia los conglomerados empresariales multinacionales, pasando la economía de los Estados a un segundo plano, incluidos los imperialistas.

No es que China comunista haya encontrado la llave de un crecimiento que es difícil de ser imitado. Sino que el capitalismo desplazó su centro del Reino Unido al final de la segunda guerra hacia EE.UU. y ahora lo está haciendo hacia China y su entorno, desplazando además por la propia crisis de EE.UU., el centro del libre comercio mundial. China está formando parte de la zona de libre comercio más grande de la historia de la humanidad, mientras EE.UU., el Reino Unido y la Comunidad Europea se repliegan con emisiones de monedas sin respaldo que cargan sobre el resto del mundo.

Esto significa para la humanidad la posibilidad real de convertir al mundo todo, libre de fronteras arancelarias, y a la vez determinar por ejemplo, herramientas programáticas que permitan un desarrollo en beneficio de los pueblos como lo son la moneda única universal y que los impuestos se apliquen sobre el giro del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales, y a los sistemas impositivos clasistas basados en el consumo, los salarios y las pensiones, abocando el sistema productivo en beneficio de la humanidad.

Ahora hablar de desarrollos de Estados sin tener en cuenta esta realidad y las tareas programáticas que nos plantea, es desde mi punto de vista equivocado.

Muchas veces se invocan las nacionalidades, como pretexto para falsos e inconducentes nacionalismo, no es lo mismo nacionalidad que nacionalismo. Las nacionalidades deben respetarse los nacionalismo que pudieron ser progresivos en toda una etapa de la historia hoy comienzan a ser una rémora, en tanto el capitalismo ha alcanzado su desarrollo en todo el planeta y entra en la etapa en que es necesario a través del programa planificar la muerte de su “predominancia” en paz.

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