[:es]La riqueza del lenguaje.[:ca]La riquesa del llenguatge.[:]

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La riqueza del lenguaje.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Jorge Aniceto Molinari.Nuestro lenguaje tiene una característica formidable, y es la que a veces una frase desnuda claramente que piensa quien la escribe, el tema está en poder desentrañar el problema y tener instrumentos para analizarlos y no siempre contamos con ellos.

Lo que viene sucediendo en España, peculiar en sus formas tiene facetas que son fácilmente identificables en otras realidades en tanto el modo de producción que tiene predominancia es el mismo en todo el mundo, con el agregado de que de acuerdo a lo que hemos venido estudiando y analizando no podría ser de otra manera.

La nota que tiene origen en Argentina, está referida, reiteramos a España, y la frase es la siguiente:

El fracaso del débil e impopular actual gobierno se llevará puesta a la coalición gobernante y dejará en inmejorables condiciones electorales a Podemos. La grieta existe en España, se respira en el aire y se observa en las calles. Cualquier semejanza con la realidad política de nuestro país no es pura coincidencia. Al fin y al cabo, la historia siempre estuvo cortada por la disputa entre modelos de distribución y de concentración.

Empecemos por el «al fin y al cabo»; la historia nunca estuvo cortada por la disputa entre modelos de distribución y de concentración. Cada modo de producción ha venido ocupando su lugar en la historia humana, en una historia signada por la lucha de clases, en tanto su origen – el de la lucha de clases – es el centro de un debate que la ciencia aún no ha revelado y que importantes corrientes – con las que no simpatizamos – la atribuyen a la condición humana y a su «natural egoísmo». Desde el primer ser humano que utilizó un arma (pudo ser un palo o una piedra), hasta el primero que pensó en que organizando el trabajo (la primer humilde plusvalía) obtenía la posibilidad de desarrollarse «empresarialmente» ha transcurrido mucha agua bajo los puentes.

Ahora es un dato de la realidad, en Uruguay, en Argentina, en España, en EE.UU., en Rusia… de que las organizaciones políticas, sindicales y de distinta índole, no caracterizan la crisis actual del modo de producción predominante, y si ejercen la competencia entre sí, hablando de modelos. Unos aprovechan su turno, los otros esperan les toque y afilan sus armas de competencia como si la crisis les diera un plazo para satisfacer sus apetencias.

Ninguna crisis local, tomemos el país del mundo que tomemos, es producto solo y exclusivamente de los errores, de los horrores, o de la corrupción de los partidos gobernantes nacionales, que ello contribuye, no cabe la menor duda, como que también hay gobiernos que la han sabido navegar, el problema es que en algún caso se creen los dueños de una verdad de gestión que tampoco puede tener una medida nacional. La crisis empresarial hace además que predominen los horrores en la gestión.

La democracia ejercida por los partidos políticos y desde los Estados ha sido sin duda una conquista para la humanidad, y aún quedan muchos tramos por recorrer en todas partes del mundo para llegar a ella. También hay que saber que el sistema empresarial que se corresponde al modo de producción predominante ya hace mucho tiempo que ha sobrepasado los límites estatales y su poder mucho mayor que el mayor de los poderes de cualquier Estado en la tierra y ello influye en todo, también en la elección de los gobiernos.

Si a eso le agregamos el desarrollo de la burocracia, inexorable, que acompaña al desarrollo de los Estados, estamos en un círculo vicioso que no se puede quebrar a nivel nacional, y que pone en peligro la existencia de las formas democráticas dentro de la predominancia del modo de producción capitalista.

Europa y en particular la izquierda europea hizo agua en sus concepciones cuando la llamada «primavera árabe». Recordemos que uno de sus pecados originales no fue precisamente el «reformismo» sino el de votar los créditos de guerra en los prolegómenos de las guerras mundiales. La democracia se conquistó en esta parte del mundo en una realidad con determinada base empresarial, esa realidad se ha ido transformando en la medida que las principales empresas que compiten entre sí son multinacionales. El vestir el intento de esas multinacionales por avasallar las fronteras árabes con los principios democráticos no ha sido solo un fraude sino una tremenda tragedia para la humanidad que hoy no se termina de entender en medio de los proyectos de construir distintos tipos de muros.

¿Entonces? Primero a caracterizar la crisis. Para nosotros es irreversible dentro de la predominancia del modo de producción capitalista. Es necesario imponer la paz, ya, e impulsar medidas de transición que ayuden a esta predominancia a morir en paz. Para los que nos consideramos comunistas es un desafío que obliga a recordar a los maestros:

«El Comunismo no es simplemente una consecuencia derivada de la situación especial de Inglaterra o de cualquier otro país por separado, sino un corolario que se desprende necesaria e inevitablemente de las premisas implícitas en las condiciones generales de la Civilización moderna».

(Friedrich Engels, 1843).

«El Comunismo no es un estado que debe implantarse, un ideal al que haya que sujetarse la realidad. Nosotros llamamos Comunismo al Movimiento real (wirkliche Bewegung) que anula y supera el estado de cosas actual».

(Engels & Marx, Die deutsche Ideologie, 1845-1846).

Y aquí surgen enfoques que nos separan aún más de los que venimos analizando al inicio de esta nota.

Cada organización política y sindical en el mundo actual, particularmente de izquierda como en el caso que da origen a esta nota reivindica su rol para hacer de su Estado el acreedor a sus más caras utopías, y no solo que ya no es posible sino que nunca fue posible en tanto el Estado tenía fines que fueron útiles a la humanidad por un determinado periodo, en tanto se realizaba el desarrollo nacional de las economías y eso se correspondió al desarrollo del capitalismo.

¿En que puede estar entonces radicado el problema? En las medidas de transición, que de ninguna manera pueden ser estatistas (esto no significa descartarlas para casos muy puntuales, coyunturales) sino que deberán ser universales sobre la base de dos herramientas: la moneda y los impuestos.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 11 de febrero de 2017.

[:ca]

La riquesa del llenguatge.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Jorge Aniceto Molinari.El nostre llenguatge té una característica formidable, i és la que a vegades una frase nua clarament que pensa qui la escriu, el tema està en poder desentranyar el problema i tenir instruments per analitzar-los i no sempre comptem amb ells.

El que ve succeint a Espanya, peculiar en sobre formes té facetes que són fàcilment identificables en una altra realitat en tant la manera de producció que té predominança és la mateixa a tot el món, amb l’agregat que d’acord al que hem vingut estudiant i analitzant no podria ser d’una altra manera.

La nota que té origen a Argentina, està referida, reiterem a Espanya, i la frase és la següent:

El fracàs del feble i impopular actual govern es traurà posada a la coalició governant i deixa en immillorables condicions electorals a Podem. L’esquerda existeix a Espanya, es respira a l’aire i s’observa als carrers. Qualsevol semblança amb la realitat política del nostre país no és pura coincidència. Al cap i a la fi, la història sempre estigué tallada per la disputa entre models de distribució i de concentració.

Comencem pel «al cap i a la fi»; la història mai estigué tallada per la disputa entre models de distribució i de concentració. Cada mode de producció ha vingut ocupant un lloc en la història humana, en una història signada per la lluita de classes, com súper origen –el de la lluita de classes– és el centre d’un debat que la ciència encara no ha revelat i que importants corrents –amb les que no simpatitzem– l’atribueixen a la condició humana i en suma a un «natural egoisme». Des del primer ésser humà que utilitza una arma (podria ser un pal o una pedra), fins el primer que penso en què organitzant el treball (la primera humil plusvàlua) obtenint la possibilitat de desenvolupar-se «empresarialment» ha transcorregut molta aigua sota els ponts.

Ara és una dada de la realitat, a Uruguai, a l’Argentina, a Espanya, a EUA, a Rússia… que les organitzacions polítiques, sindicals i de diferent índole, no caracteritzen la crisi actual de la forma de producció predominant, i sí exerceixen la competència entre si, parlant de models. Uns aprofiten el seu torn, els altres esperen els toqui i esmolen les seves armes de competència com si la crisi els donés un termini per satisfer les seves apetències.

Cap crisi local, prenguem el país del món que prenguem, és producte només i exclusivament de les errades, dels horrors, o de la corrupció dels partits governants nacionals, que això contribueix, no cap el menor dubte, com que també hi ha governs que l’han sabut gestionar, el problema és que en algun cas es creuen els amos d’una veritat de gestió que tampoc pot tenir una mesura nacional. La crisi empresarial fa més que predominin els horrors en la gestió.

La democràcia exercida pels partits polítics i des dels Estats ha estat sens dubte una conquesta per a la humanitat, i encara queden molts trams per recórrer a tot arreu del món per arribar-hi. També cal saber que el sistema empresarial que es correspon a la forma de producció predominant ja fa molt temps que ha sobrepassat els límits estatals i el seu poder és molt més gran que el més gran dels poders de qualsevol Estat a la terra i això influeix en tot, també en l’elecció dels governs.

Si a això li afegim el desenvolupament de la burocràcia, inexorable, que acompanya el desenvolupament dels Estats, estem en un cercle viciós que no es pot trencar a nivell nacional, i que posa en perill l’existència de les formes democràtiques dins de la predominança de la forma de producció capitalista.

Europa i en particular l’esquerra europea va fer aigua en les seves concepcions durant l’anomenada «primavera àrab». Recordem que un dels seus pecats originals no va ser precisament el «reformisme» sinó el de votar els crèdits de guerra en els prolegòmens de les guerres mundials. La democràcia es va conquistar en aquesta part del món en una realitat amb determinada base empresarial, aquesta realitat s’ha anat transformant en la mesura que les principals empreses que competeixen entre si són multinacionals. El vestir l’intent d’aquestes multinacionals per arrabassar les fronteres àrabs amb els principis democràtics no ha estat només un frau sinó una enorme tragèdia per a la humanitat que avui no s’acaba d’entendre enmig dels projectes de construir diferents tipus de murs.

Llavors? Primer caracteritzem la crisi. Per a nosaltres és irreversible dins de la predominança de la manera de producció capitalista. Cal imposar la pau, ja, i impulsar mesures de transició que ajudin a aquesta predominança a morir en pau. Per als que ens considerem comunistes és un desafiament que obliga a recordar als mestres:

«El Comunisme no és simplement una conseqüència derivada de la situació especial d’Anglaterra o de qualsevol altre país per separat, sinó un corol·lari que es desprèn necessàriament i inevitablement de les premisses implícites en les condicions generals de la Civilització moderna».

(Friedrich Engels, 1843).

«El Comunisme no és un estat que ha d’implantar, un ideal al que hagi de subjectar la realitat. Nosaltres en diem Comunisme al Moviment real (wirkliche Bewegung) que anul·la i supera l’estat de coses actual».

(Engels & Marx, Die deutsche Ideologie, 1845-1846).

I aquí sorgeixen enfocaments que ens separen encara més dels que venim analitzant l’inici d’aquesta nota.

Cada organització política i sindical en el món actual, particularment d’esquerra com en el cas que dóna origen a aquesta nota reivindica el seu rol per fer del seu Estat el creditor de les seves més estimades utopies, i no només que ja no és possible sinó que mai va ser possible en tant l’Estat tenia fins que van ser útils a la humanitat per un determinat període, en tant es realitzava el desenvolupament nacional de les economies i això es va correspondre al desenvolupament del capitalisme.

¿En què pot estar llavors radicat el problema? En les mesures de transició, que de cap manera poden ser estatistes (això no vol dir descartar per a casos molt puntuals, conjunturals) sinó que hauran de ser universals sobre la base de dues eines: la moneda i els impostos.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 11 de febrer del 2017.

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