[:es]Los secretos actuales, las generaciones venideras.[:ca]Els secrets actuals, les generacions futures.[:]

[:es]

Los secretos actuales, las generaciones venideras.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Jorge Aniceto Molinari.Seguramente las futuras generaciones podrán acceder a una información que hoy a nosotros nos está vedada.

Lo mismo nos sucede a nosotros en relación a las generaciones anteriores. Hoy conocemos episodios y detalles que los contemporáneos ignoraban y sólo podían especular con la existencia de ellos.

Luego de la segunda guerra mundial, cuando el mundo para el sistema capitalista comenzó a ser un solo mercado, y los avatares nacionales a formar parte de las dificultades empresariales para mantenerse y desarrollarse, sus posibilidades reales de gobierno cada vez más acotadas, los secretos a nivel de los servicios de inteligencia constituyeron un material privilegiado al cual el común de los mortales hoy no tenemos acceso.

Podemos suponer cuantos y cuales golpes de Estado se armaron desde los servicios secretos de las grandes potencias, ahora el detalle de cada una de las acciones que seguramente han comprendido desde el armado de guerrillas, fugas de penales, atentados de la más diversa calaña por ahora es una nebulosa, manejos monetarios, de los artículos de consumo, agentes intervinientes en los mismo, etc. etc. Porque convengamos que tan importante como manejar los ejércitos nacionales y poder disponer de agentes en ellos, para las grandes potencias ha sido fundamental el poder hacer una operación en que la pinza tuviera bajo su control los dos brazos. Claro, la vida ha mostrado que esto no es lineal y siempre tiene riesgos para lo que ellos maniobran; la guerrilla cubana por ejemplo que creyeron controlar en un principio, se les fue de las manos y se convirtió en bandera de rebeldía para toda la izquierda latinoamericana, con lo cual trataron de asumir ese dato de la realidad y convertirlo en un instrumento para su táctica del aborto.

Lo mismo ha sucedido en la interna de los ejércitos, donde el soborno y el chantaje en una importante cantidad de casos han sido derrotados, ayudados también por el notorio declive económico de los otrora poderosos imperialistas.

Lo que no quiere decir que con el ascenso de Trump no renazcan los «comandos» que se ofrezcan para las nuevas circunstancias, por aquello del huevo de la serpiente, sobre el que escribía certeramente el dirigente comunista uruguayo Rodney Arismendi.

Ahora que importante que sería para la gente que todo esto fuera transparente, sabemos que no lo podrá hasta que la base económica de la sociedad no lo sea.

Un síntoma de esto es que los analistas políticos, parten siempre de los datos de su realidad política, no van al fondo de las cuestiones. Esto tiene mucho que ver también con el modo por el cual se financia su trabajo. Por ejemplo sabemos que en Rusia gobierna Putin, su gobierno además tiene presencia fuerte en los medios, ahora ¿cuál es la estructura real de su gobierno?, eso normalmente no se desarrolla y seguramente es ahí donde está la explicación de su rol en la política internacional.

Lo mismo sucede con Trump aunque en el caso de EE.UU. la novela política está más difundida. Por ejemplo se ha dicho que para el triunfo de Trump, la colaboración de Putin ha sido activa, sin embargo no conozco estudios sobre la relación económica de las dos bases de sustentación de estos liderazgos, donde seguramente habrá pistas para saber ciertamente que está pasando.

¿A qué vamos con esto? A que hoy es de una gran importancia para comprender el curso de los hechos saber realmente que características tiene la actual crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista. Tanto Trump, como Putin, son gerentes, importantes, pero las decisiones centrales se toman a otro nivel.

El problema es que ese otro nivel no encuentra salidas para la crisis, y el crecimiento de la guerra comienza a hacerse demencial para la humanidad.

Mientras tanto la «superestructura», política, sindical, religiosa, social, vive una realidad virtual donde este proceso se vive como en una burbuja, solo muy de vez cuando el mundo de la ciencia alerta con mensajes claros –porque los tiene–, sobre la existencia de esa otra realidad, pero es muy simple comprender que hoy aún el mundo de la ciencia está desagregado de esta realidad que se vive en la «política».

¿Hasta cuando esto va a seguir así?: parte de la respuesta la tiene la «izquierda» que por su bagaje ideológico hoy tendría elementos para actuar a un nivel superior. Sus maestros siempre se preocuparon de documentar sus estudios sobre la base material de la sociedad y su desenvolvimiento.

Ahora hoy su preocupación es la chacrita, lo cual no es en sí criticable, sino de que la suerte de la chacrita va a depender en última instancia de la propia suerte de la humanidad. Hoy no hay elaboración teórica, ni ideológica, para comprender en que etapa está el desarrollo, económico, social y político del mundo.

En el Uruguay por ejemplo ha ocurrido la conmoción del cambio Nelson; los comentarios van al plano político y sus implicancias, pero estamos frente a un submundo de movimientos de capitales sin el control de la sociedad, ahora si el Uruguay toma medidas propias y se aleja de lo que hoy se hace el mundo, también se aleja de lo que hoy es la actividad empresarial con los riesgos que ello supone por la repercusión en el aparato productivo y en el trabajo de la gente. Tampoco es justificable la posición de que solo corresponde hacer lo que legalmente está aprobado. En esto también están comprendidos los llamados acuerdos bancocentralistas, importantes pero que no han podido impedir el incremento permanente de los Paraísos Fiscales, de las deudas de los Estados y de las demenciales emisiones monetarias. Es necesario actuar con un programa que involucre a toda la sociedad.

Mujica en la ONU, setiembre del 2013, tomó el toro por las guampas, e insinuó un camino –convengamos en honor a la verdad, que no era su camino habitual el hablar de la moneda y de los impuestos–, pero luego su deserción y la de sus respaldos políticos ha sido total. Su comparecencia está grabada y se accede a ella fácilmente por Internet, y son de las que no se borran.

¿Se podrá retomar ese camino y avanzar? Nosotros creemos que sí, que el destino de la humanidad no está en la confrontación de modelos sino el de hacer pesar sobre la base de lo mejor de la humanidad las medidas de transición necesarias para la muerte en paz de la predominancia del modo de producción capitalista.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 2 de marzo de 2017.

[:ca]

Els secrets actuals, les generacions futures.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Jorge Aniceto Molinari.Segurament les futures generacions podran accedir a una informació que avui nosaltres ens està vedada.

El mateix ens passa a nosaltres en relació a les generacions anteriors. Avui coneixem episodis i detalls que els contemporanis ignoraven i només podien especular amb l’existència d’aquests.

Després de la segona guerra mundial, quan el món per al sistema capitalista va començar a ser un sol mercat, i als avatars nacionals a formar part del portal les dificultades empresarials per mantenir-se i desenvolupar-se, sobre possibilitats reals de govern cada vegada més acotades, els secrets a nivell dels serveis d’intel·ligència constituïren un material privilegiat al qual el comú dels mortals avui no tenim accés.

Podem suposar quants i quins cops d’Estat es van armar des dels serveis secrets de les grans potències, ara el detall de cadascuna de les accions que segurament han comprès des de l’armament de guerrilles, fugues de penals, atemptats de la més diversa mena per ara és una nebulosa, manejos monetaris, dels articles de consum, agents que intervenen en els mateixos, etc. etc. Perquè convinguem que tan important com manejar els exèrcits nacionals i poder disposen d’agents a ells, per a les grans potències ha estat fonamental el poder fer una operació en què la pinça tingués el control els dos braços. És clar, la vida ha mostrada que això no és lineal i sempre hi ha riscos pels quals ells han de maniobrar; la guerrilla cubana per exemple que van creure controlar al principi, se’ls hi va anar de les mans i es va convertir en bandera de rebel·lia per tota l’esquerra llatinoamericana, amb la qual cosa van tractar d’assumir aquesta dada de la realitat i convertir-la en un instrument de supertàctica per l’avortar-la.

El mateix ha passat a l’interior dels exèrcits, on el suborn i el xantatge en una important quantitat de casos han estat derrotats, ajudats també pel notori declivi econòmic dels altre temps poderosos imperialistes.

El que no vol dir que amb l’ascens de Trump no reneixin els «ordres» que s’ofereixin per a les noves circumstàncies, per allò de l’ou de la serp, sobre el qual escrivia encertadament el dirigent comunista uruguaià Rodney Arismendi.

Ara què important que seria per a la gent que tot això fos transparent, sabem que no ho podrà ser fins que la base econòmica de la societat no ho sigui.

Un símptoma d’això és que els analistes polítics, parteixen sempre de les dades de la seva realitat política, no van al fons de les qüestions. Això té molt a veure també amb la manera pel qual es finança el seu treball. Per exemple sabem que a Rússia governa Putin, el seu govern a més té presència forta en els mitjans, ara ¿quina és l’estructura real del seu govern?, això normalment no es desenvolupa i segurament és aquí on està l’explicació del seu paper en la política internacional.

El mateix succeeix amb Trump encara que en el cas dels EUA la novel·la política està més difosa. Per exemple s’ha dit que per al triomf de Trump, la col·laboració de Putin ha estat activa, però no conec estudis sobre la relació econòmica de les dues bases de sustentació d’aquests lideratges, on segurament hi haurà pistes per saber encertadament que està passant.

¿Què fem amb això? A que avui és d’una gran importància per comprendre el curs dels fets saber realment quines característiques té l’actual crisi irreversible de la predominança de la manera de producció capitalista. Tant Trump, com Putin, són gerents, importants, però les decisions centrals es prenen a un altre nivell.

El problema és que aquest altre nivell no troba sortides per la crisi, i el creixement de la guerra comença a fer-se demencial per a la humanitat.

Mentrestant la «superestructura», política, sindical, religiosa, social, viu una realitat virtual on aquest procés es viu com en una bombolla, només molt de tant en quant el món de la ciència alerta amb missatges clars –perquè els té–, sobre l’existència d’aquesta altra realitat, però és molt simple comprendre que avui encara el món de la ciència està desagregat d’aquesta realitat que es viu a la «política».

¿Fins quan això seguirà així?: part de la resposta la té l’«esquerra» que pel seu bagatge ideològic avui tindria elements per actuar a un nivell superior. Els seus mestres sempre es van preocupar de documentar els seus estudis sobre la base material de la societat i el seu desenvolupament.

Ara avui la seva preocupació és el xiringuito, cosa que no és en si criticable, sinó que la sort de la xiringuito dependrà en darrera instància de la mateixa sort de la humanitat. Avui no hi ha elaboració teòrica, ni ideològica, per comprendre en quina etapa està el desenvolupament, econòmic, social i polític del món.

A l’Uruguai per exemple ha passat la commoció del canvi Nelson; els comentaris van al pla polític i les seves implicacions, però estem davant d’un submón de moviments de capitals sense el control de la societat, ara si l’Uruguai pren mesures pròpies i s’allunya del que avui es fa al món, també s’allunya del que avui és l’activitat empresarial amb els riscos que això suposa per la repercussió en l’aparell productiu i en el treball de la gent. Tampoc és justificable la posició que només correspon fer el que legalment està aprovat. En això també estan compresos els anomenats acords dels bancs centrals, importants però que no han pogut impedir l’increment permanent dels paradisos fiscals, dels deutes dels estats i de les demencials emissions monetàries. Cal actuar amb un programa que involucri a tota la societat.

Mujica a l’ONU, setembre del 2013, va prendre el toro per les banyes, i va insinuar un camí –convinguem en honor a la veritat, que no era el seu camí habitual el parlar de la moneda i dels impostos–, però després la seva deserció i la dels seus respatllers polítics ha estat total. La seva compareixença està gravada i s’accedeix a ella fàcilment per Internet, i són de les que no s’esborren.

¿Es podrà reprendre aquest camí i avançar? Nosaltres creiem que sí, que el destí de la humanitat no està en la confrontació de models sinó el de fer pesar sobre la base del millor de la humanitat les mesures de transició necessàries per a la mort en pau de la predominança de la manera de producció capitalista.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 2 de març del 2017.

[:]

[:es]Sólo le pido a Dios…[:ca]Sólo le pido a Dios… (Només li demano a Déu…).[:]

[:es]

Sólo le pido a Dios…

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Mundo manos.«Sólo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente
Es monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente».

Jorge Aniceto Molinari.El mundo está en guerra –y se extiende–, el capitalismo como modo de producción predominante ya no puede vivir sin ella, forma parte de sus cálculos y previsiones presupuestales.

A menos que lo mejor de la humanidad se una para poner fin a esa predominancia, cosa que hoy aparece como muy difícil –la falta de voluntad política, el atraso ideológico, la falta de rigurosidad científica en los análisis políticos, el egoísmo individual o de grupos que pretenden preservar privilegios frente al resto de la sociedad– sin embargo desde el punto de vista tecnológico la humanidad está en condiciones de abordarla en un muy corto, cortísimo plazo. Cubrir este desfasaje puede ser crucial, por eso todo esfuerzo vale para poder salir de la prehistoria y en el tránsito ingresar en la construcción de una sociedad superior.

Lo más terrible aún, es comprobar que hoy nos hacen vivir con las consecuencias, como si se tratara la violencia, simplemente e inconscientemente de un dato de la realidad. Las destrucciones, los bombardeos, las migraciones, los desplazamientos de miles y miles de seres humanos, muertes y vejaciones de todo tipo, la droga, el lavado de dinero, las acciones mafiosas, que consciente o inconscientemente se van trasladando a lo cotidiano de la información y a una forma de vida de convivencia con la violencia. Y no hay población de algún Estado que de alguna manera no lo esté sufriendo.

Si a eso le sumamos la sensación basada en los hechos reales del deterioro del sistema para proveer de trabajo digno, tenemos en si un coctel explosivo.

¿Qué es lo que no cabe en el razonamiento predominante?: de que ya no hay naciones imperialistas, si existen Estados gendarmes que cumplen la función que les asignan los conglomerados empresariales multinacionales en pugna por la tasa de ganancia en permanente agostamiento. Además de endeudarse lo que si hacen los Estados con mayor aparato productivo –y una larga historia de siniestro Imperialismo– es envilecer su moneda e imponerla a los pueblos aprovechando, particularmente en este caso la debilidad ideológica de la izquierda que aún esgrime el argumento de la soberanía monetaria y que es para la derecha un medio presupuestal nacional de bajar el nivel de vida de la gente mientras no se les vuelva inmanejable, como ya ha empezado a ocurrir. Un ejemplo es la Argentina de Macri, e incluso la Venezuela de Maduro al serle ajeno el control monetario. Son ejemplos significativos que aparecen en las antípodas ideológicas.

Entonces la radicación de la industria de guerra no depende del enfrentamiento entre naciones, y de ninguno de los tipos de confrontaciones de distinto origen, sino de la rentabilidad de este sector indicativo de la industria capitalista, que además no se puede explicar en la necesidad de los intereses nacionales de los Estados, que están aumentando permanentemente su endeudamiento y a la vez agravan la crisis en la prestación de servicios elementales para su propia población. El llamado fenómeno Trump tal vez sea una explicación por la inversa, como si existirá una inercia referida a la historia anterior del capitalismo. Trump habla además de no involucrase en guerras que no le sean rentables, como si pudiera elegir esa eventualidad.

El repliegue a las fronteras nacionales (veremos cuanto de verdad hay en esto) que comparten Trump e izquierdas (clásicas y de las otras), hace que la consigna de la paz, fundamental en la revolución bolchevique y origen de la crisis de la socialdemocracia europea (votan los créditos de guerra a sus respectivos gobiernos) en el proceso de la primera guerra mundial, hoy solo esté a cargo del Papa Francisco, de Mujica en la ONU en setiembre del 2013, y de Juan Manuel Santos al recibir el premio Nobel de la Paz, no son los únicos, pero si se destacan haciendo un centro en ello en ocasiones puntuales. Cabe destacar que esta fue la preocupación fundamental del revolucionario cubano Fidel Castro en sus últimos años de vida.

La industria de guerra –otrora dinamizadora de las economías nacionales– ya no es nacional sino multinacional y hoy su curso alimenta no los presupuestos nacionales por las conquistas económicas, si que por el contrario es el pretexto para una asignación de recursos por encima de las necesidades de los pueblos haciendo mella también en los presupuestos de aquellas naciones con aparato productivo más desarrollado. Las deudas y los paraísos fiscales crecen sin solución de continuidad como si no tuvieran límite, nosotros estamos convencidos que si lo tiene, y por ello no vacilamos en plantearnos primero una política de paz, luego el manejo de dos herramientas claves, la moneda única y universal, un sistema impositivo, también universal, basado en la circulación del dinero, eliminando los impuestos al consumo, al trabajo y a las pensiones y dando muerte a los paraísos fiscales, ninguna operación en el planeta puede ser válida sin el registro que la sociedad determine. También sabemos que para ello necesitamos en primer lugar de la unión de los trabajadores del mundo, para hacer realidad aquello de que su patria es la humanidad toda, como era el objetivo de la Primera Internacional, durante la conducción de Carlos Marx y Federico Engels. De ahí la necesidad del giro en la conducción política de Estados, partidos y sindicatos, donde la clase obrera pueda hegemonizar una conducción en la cual se reconozca lo mejor de la humanidad. Debemos confesar que cuando la intervención de Mujica en la ONU, pensamos que el giro comenzaba a darse, pero luego vino el silencio, y otra vez a esperar pacientemente a que el topo haga su trabajo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 2 de febrero de 2017.

[:ca]

Sólo le pido a Dios… (Només li demano a Déu…).

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Món mans.«Sólo le pido a Dios
Que la guerra no me sea indiferente
Es monstruo grande y pisa fuerte
Toda la pobre inocencia de la gente».

(«Només li demano a Déu
Que la guerra no em sigui indiferent
És un monstre gran i trepitja fort
Tota la pobra innocència de la gent»).

Jorge Aniceto Molinari.El món està en guerra –i s’estén–, el capitalisme com a mode de producció predominant ja no pot viure sense ella, forma part dels seus càlculs i previsions pressupostàries.

Llevat que el millor de la humanitat s’uneixi per posar fi a aquesta predominança, cosa que avui apareix com molt difícil –la manca de voluntat política, l’endarreriment ideològic, la manca de rigorositat científica en les anàlisis polítiques, l’egoisme individual o de grups que pretenen preservar privilegis enfront de la resta de la societat– però des del punt de vista tecnològic la humanitat està en condicions d’abordar-la en un molt curt, curtíssim termini. Cobrir aquest desfasament pot ser crucial, per això tot esforç val per poder sortir de la prehistòria i en el trànsit ingressar en la construcció d’una societat superior.

El més terrible encara, és comprovar que avui ens fan viure amb les conseqüències, com si es tractés la violència, simplement i inconscientment d’una dada de la realitat. Les destruccions, els bombardejos, les migracions, els desplaçaments de milers i milers d’éssers humans, morts i vexacions de tot tipus, la droga, el rentat de diners, les accions mafioses, que conscient o inconscientment es van traslladant a la quotidianitat de la informació i a una forma de vida de convivència amb la violència. I no hi ha població d’algun Estat que d’alguna manera no ho estigui patint.

Si a això li sumem la sensació basada en els fets reals de la deterioració del sistema per proveir de treball digne, tenim en si un còctel explosiu.

Què és el que no hi cap en el raonament predominant?: que ja no hi ha nacions imperialistes, sí hi ha Estats gendarmes que acompleixen la funció que els assignen els conglomerats empresarials multinacionals en pugna per la taxa de guany en permanent esgotament. A més d’endeutar-se el que si fan els Estats amb més aparell productiu –i una llarga història de sinistre Imperialisme– és envilir la seva moneda i imposar-la als pobles aprofitant, particularment en aquest cas la debilitat ideològica de l’esquerra que encara esgrimeix l’argument de la sobirania monetària i que és per la dreta un mitjà pressupostari nacional de baixar el nivell de vida de la gent mentre no se’ls torni immanejable, com ja ha començat a ocórrer. Un exemple és l’Argentina de Macri, i fins i tot la Veneçuela de Maduro en ser-li aliè al control monetari. Són exemples significatius que apareixen a les antípodes ideològiques.

Llavors la radicació de la indústria de guerra no depèn de l’enfrontament entre nacions, i de cap dels tipus de confrontacions de diferent origen, sinó de la rendibilitat d’aquest sector indicatiu de la indústria capitalista, que a més no es pot explicar en la necessitat dels interessos nacionals dels estats, que estan augmentant permanentment el seu endeutament i alhora agreugen la crisi en la prestació de serveis elementals per a la seva pròpia població. L’anomenat fenomen Trump potser sigui una explicació a la inversa, com sí hi haurà una inèrcia referida a la història anterior del capitalisme. Trump parla més de no involucrar-se en guerres que no li siguin rendibles, com si pogués triar aquesta eventualitat.

El replegament a les fronteres nacionals (veurem com de veritat hi ha en això) que comparteixen Trump i esquerres (clàssiques i de les altres), fa que la consigna de la pau, fonamental en la revolució bolxevic i origen de la crisi de la socialdemocràcia europea (voten els crèdits de guerra als seus respectius governs) en el procés de la primera guerra mundial, avui només estigui a càrrec del Papa Francesc, de Mujica a l’ONU al setembre del 2013, i de Juan Manuel Santos en rebre el premi Nobel de la Pau, no són els únics, però si es destaquen fent un centre en això de vegades puntuals. Cal destacar que aquesta va ser la preocupació fonamental del revolucionari cubà Fidel Castro en els seus darrers anys de vida.

La indústria de guerra –en altre temps dinamitzadora de les economies nacionals– ja no és nacional sinó multinacional i avui el seu curs alimenta no els pressupostos nacionals per les conquestes econòmiques, si que per contra és el pretext per a una assignació de recursos per sobre de les necessitats dels pobles fent efecte també en els pressupostos d’aquelles nacions amb aparell productiu més desenvolupat. Els deutes i els paradisos fiscals creixen sense solució de continuïtat com si no tinguessin límit, nosaltres estem convençuts que si el té, i per això no dubtem en plantejar-nos primer una política de pau, després el maneig de dues eines claus, la moneda única i universal, un sistema impositiu, també universal, basat en la circulació dels diners, eliminant els impostos al consum, al treball i a les pensions i donant mort als paradisos fiscals, cap operació al planeta pot ser vàlida sense el registre que la societat determini. També sabem que per a això necessitem en primer lloc de la unió dels treballadors del món, per fer realitat allò de que la seva pàtria és la humanitat tota, com era l’objectiu de la Primera Internacional, durant la conducció de Karl Marx i Frederic Engels. D’aquí la necessitat del gir en la conducció política dels Estats, partits i sindicats, on la classe obrera pugui hegemonitzar una conducció en la qual es reconegui el millor de la humanitat. Hem de confessar que quan la intervenció de Mujica a l’ONU, pensem que el gir començava a donar-se, però després va venir el silenci, i una altra vegada a esperar pacientment que el talp faci la seva feina.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 2 febrer 2017.

[:]

[:es]Bienvenido ¿o no?, a la crisis: Presidente Trump.[:ca]Benvingut o no?, a la crisi: President Trump.[:]

[:es]

Bienvenido ¿o no?, a la crisis: Presidente Trump.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Jorge Aniceto Molinari.La crisis omnipresente abarca como el capitalismo prácticamente todo el planeta. Sus desequilibrios son el comentario diario en el quehacer político de cada Estado, un mundo de relativas sorpresas como esta elección en Estados Unidos.

¿Qué es lo que con ello se intenta generar, como en este caso?: en primer lugar un proceso de cambios en el aparato económico de la sociedad. Si bien hoy en los análisis más importantes se reconoce la gobernanza, en medios de sus disputas, de los conglomerados empresariales multinacionales; en los Estados quedan los aparatos económicos nacionales, y son ellos los que dan la batalla en el primer frente de acción de los partidos políticos. Nadie ignora que son estos conglomerados multinacionales los que más aportan e imponen, en costosísimas campañas electorales y que los aparatos reaccionan buscando agradar a esas exigencias. Algo de esto hemos visto en un Partido Republicano despegado de la candidatura Trump, cuando ésta de alguna manera expresaba la voluntad del empresariado de EE.UU. de mejorar las condiciones en las que hoy lo ubica la crisis, con un Estado terriblemente endeudado incapaz de abordar necesidades elementales, más aún los apetitos empresariales. No estamos definiendo fronteras nítidas entre una cosa y la otra, porque además todo el marasmo de notas sobre el tema poco o nada contiene sobre la relación económica de Trump con todos estos mecanismos. Además, el sistema electoral de EE.UU., facilita este tipo de resultados.

Cuando los aparatos económicos nacionales sin ninguna independencia posible frente al desarrollo económico del mundo, se sienten ahogados se facilita este tipo de maniobras, en similar sentido es lo que ha venido ocurriendo, por ejemplo en Brasil, donde el retiro del apoyo del aparato económico al PT, ha dado paso a un proceso de retroceso en el que la propia burguesía se siente insegura. O el caso argentino donde los números cada vez cierran menos. Conclusión, si el marco para estos cambios ha sido «democrático» su fracaso va camino de hacer «a peligrar» la democracia, juicio que suena fuerte dicho por Dilma pero que es real, más allá, precisamente por eso, de que no haya una respuesta política viable, al menos que se pueda proyectar en el futuro.

Trump arriba a la Presidencia en medio de esta realidad, más producto de los errores del actual Partido gobernante, que a sus propios méritos e ideas que tienen un campo estrictamente acotado para llevarse a la práctica.

Acá algunas reflexiones: los errores del actual Partido gobernante son particularmente los que comenten intelectuales de primera línea en todo el mundo, en no visualizar la crisis en su conjunto y apelar siempre a soluciones paliativas –algunas veces necesarias pero que son paliativas– a los que siempre hay que agregar los oportunismos de una lumpen burguesía que en cada país tiene características propias, insaciables y con la característica de acompañar prácticamente a todo el espectro político.

En cuanto a meritos e ideas, es como pedirle a Trump que razone distinto a como razonan Macri, Temer, Rajoy o el propio Putin,… etc., etc. Tienen en común un abanico de necesidades empresariales, que les complican las propias necesidades del funcionamiento del aparato económico del Estado.

Es poco lo que gobiernos como el de Trump, si uno ve la realidad de hoy, pueden modificar, pero es una «gotita» más que acumula en una realidad insostenible, si aumenta, la preocupación por la paz porque son gobiernos que están caminando por el pretil.

El de generar la voluntad política que aborde la crisis con el concepto de que hoy la humanidad ya tiene las herramientas para superarla rápidamente, sigue estando en el debe, apenas si las insinuó Mujica en la ONU en setiembre del 2013, y luego el silencio: «de eso no se habla».

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 10 de noviembre de 2016.

[:ca]

Benvingut o no?, a la crisi: President Trump.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Jorge Aniceto Molinari.La crisi omnipresent abasta com el capitalisme pràcticament tot el planeta. Els seus desequilibris són el comentari diari en el quefer polític de cada Estat, un món de relatives sorpreses com aquesta elecció als Estats Units.

¿Què és el que amb això s’intenta generar, com en aquest cas?: en primer lloc un procés de canvis en l’aparell econòmic de la societat. Si bé avui en les anàlisis més importants es reconeix la governança, en mitjans de les seves disputes, dels conglomerats empresarials multinacionals; als Estats queden els aparells econòmics nacionals, i són ells els que donen la batalla al primer front d’acció dels partits polítics. Ningú ignora que són aquests conglomerats multinacionals els que més aporten i imposen, en costosíssimes campanyes electorals i que els aparells reaccionen buscant agradar a aquestes exigències. Una mica d’això hem vist en un Partit Republicà apartat de la candidatura Trump, quan aquesta d’alguna manera expressava la voluntat de l’empresariat dels EUA de millorar les condicions en què avui es situa la crisi, amb un Estat terriblement endeutat incapaç d’abordar necessitats elementals, més encara les ànsies empresarials. No estem definint fronteres nítides entre una cosa i l’altra, perquè a més tot el marasme de notes sobre el tema poc o gens conté sobre la relació econòmica de Trump amb tots aquests mecanismes. A més, el sistema electoral dels EUA, facilita aquest tipus de resultats.

Quan els aparells econòmics nacionals sense cap independència possible enfront del desenvolupament econòmic del món, se senten ofegats es facilita aquest tipus de maniobres, en similar sentit és el que ha passat, per exemple al Brasil, on la retirada del suport de l’aparell econòmic al PT, ha donat pas a un procés de retrocés en el qual la pròpia burgesia se sent insegura. O el cas argentí on els números cada vegada tanquen menys. Conclusió, si el marc per a aquests canvis ha estat «democràtic» el seu fracàs va camí de fer «perillar» la democràcia, judici que sona fort dit per Dilma però que és real, més enllà, precisament per això, que no hi hagi una resposta política viable, almenys que es pugui projectar en el futur.

Trump arriba a la Presidència enmig d’aquesta realitat, més producte dels errors de l’actual Partit governant, que als seus propis mèrits i idees que tenen un camp estrictament delimitat per portar-se a la pràctica.

Aquí algunes reflexions: els errors de l’actual Partit governant són particularment els que comenten intel·lectuals de primera línia en tot el món, en no visualitzar la crisi en el seu conjunt i apel·lar sempre a solucions pal·liatives –algunes vegades necessàries però que són pal·liatives– als quals sempre cal afegir els oportunismes d’una lumpen burgesia que a cada país té característiques pròpies, insaciables i amb la característica d’acompanyar pràcticament a tot l’espectre polític.

Pel que fa a mèrits i idees, és com demanar-li a Trump que raoni diferent a com raonen Macri, Témer, Rajoy o el mateix Putin,… etc., etc. Tenen en comú un ventall de necessitats empresarials, que els compliquen les pròpies necessitats del funcionament de l’aparell econòmic de l’Estat.

És poc el que governs com el de Trump, si hom veu la realitat d’avui, poden modificar, però és una «goteta» més que s’acumula en una realitat insostenible, si augmenta, la preocupació per la pau perquè són governs que estan caminant per l’ampit.

El de generar la voluntat política que abordi la crisi amb el concepte que avui la humanitat ja té les eines per superar-la ràpidament, segueix estant en el deure, amb prou feines les va insinuar Mujica a l’ONU al setembre del 2013, i després el silenci: «d’això no es parla».

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 10 de novembre del 2016.

[:]