[:es]De cocina…[:]

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De cocina…

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

En uno de esos intercambios frecuentes que realizamos en Facebook, me quedó grabada la expresión de una compañera: «vos decís que no nos están cocinando».

A partir de esa expresión, que es en su lógica inconformista, mi respuesta me ubica directamente en la realidad política de hoy.

Todos los aspectos de nuestra vida se conjugan, pero en ellos tiene un claro predominio la economía, la base material de la misma.

Hoy noviembre del 2018, la economía en el mundo se sigue concentrando en cada vez menos manos, pero eso no quiere decir que en muchos países del mundo actual muchos derechos en la vida de la gente no hayan conocido avances. Claro en medio de la tragedia, la guerra, y la miseria de la vida de la mayor parte.

Los límites de esos avances van a depender en un determinado momento de las propias condicionantes universales de la economía, que es lo que prácticamente la totalidad de los postulantes políticos en cada uno de los países trata de eludir pronunciarse en sus propuestas de futuro, como si ellos en cada país dispusieran de recursos propios e inagotables. Que eso es lo que hoy parece pasar con países como China y en determinado momento del auge de algún tipo de comoditie pasó con otros países particularmente los petroleros. La realidad se ha encargado luego de hacerse sentir.

En el Uruguay en determinado momento –Presidencia Mujica–, este declaraba que debíamos viajar en el estribo de Brasil, y no faltaban los operadores políticos que nos dijeran que con Aratirí (hoy en juicio contra el Estado), con el puerto de aguas profundas, con la regasificadora, el país tenía un gobierno estable por 50 años. Hasta algún optimista nos dijo: «hay Frente Amplio en el gobierno para 50 años». Se hablaba hasta de tener un matriz productiva propia, soñando con las posibilidades de nuestro «espacio económico». Matriz productiva propia no tiene ni siquiera China, la mayor parte de lo que en ella actualmente se planifica tiene más que ver con el desarrollo del capitalismo en el mundo que en su propio territorio aún cuando esa sea hoy la preocupación expresada por sus líderes. Es más ese será el tenor del desafío para sus dirigentes en los años próximos e inmediatos.

La burguesía paulista en un principio entusiasmada con Lula, comenzó a sentir la incertidumbre de un mundo en permanentes tribulaciones y lo que los brasileños estaban obteniendo con un Estado benefactor a serle preocupante por sus costos.

Lo que antes era el curso normal del despilfarro capitalista pasó a ser la corrupción de una izquierda que fue proclive a ello, y arrastró a sus mejores cuadros.

Hoy con Bolsonaro tratan de frenar esto último pero la incertidumbre permanece, pues el capitalismo es un sistema que extrae sus recursos en el inicio de su camino de la plusvalía pero luego necesita un mercado que consuma. Y Brasil aún teniendo un periodo de reorganización económica interna, el mundo lo espera para ajustar cuentas en un mercado mundial cada vez más exigente. Algo de esto está pasando con Trump y su economía amurallada.

Así como el centro del capitalismo pasó en el curso del siglo 20 del Reino Unido a EE.UU. hoy está pasando a China, con los cambios que ello supone en la relación económica interna de cada Estado.

Aquello de que nosotros podemos hacer lo que queramos dentro de nuestras fronteras nada tiene que ver con la realidad actual del mundo, mal que les pese a cada uno de los postulantes a regir el destino político de cada Estado.

Por supuesto que cada gobierno va a imprimir a su gestión la tónica del sector social que prevalece en su estructura.

Sin embargo los «estatistas» llevan todas las de perder, y sin duda que no pueden impedir que nos sigan «cocinando» como aseveraba la compañera que mencionábamos al inicio.

¿Qué herramientas tenemos para cambiar este curso de los acontecimientos que parece aguardarnos con cada vez más desafíos de tragedias humanas?

La economía madura rápidamente en todo el mundo hacia un cambio, por ahora predomina el concepto estatista, y cada uno de los proyectos se auto limitan sin ir más allá de los Estados y sus regiones, ¿de dónde surgirá entonces la señal para el cambio?: ese salto que tiene raíces muy profundas en el terreno ideológico en obras escritas que comienzan a ser más frecuentemente consultadas y necesita que lo mejor de la humanidad se reúna y debata hacia salidas ecuménicas, que esas obras señalaron en determinado momento en que fue necesario como hoy el esfuerzo colectivo para avanzar.

Es muy importante gestionar bien, con decencia, –no es común– ahora no alcanza con ello es necesario desarrollar ideas que permitan transitar con éxito esta etapa, con la condicionante de que ese programa deben acordarse además imprescindiblemente en el marco universal con el retraso de que quienes lo han hecho se han limitado a los intereses de sus propios Estados.

En el Uruguay rodeados por el retroceso social de Argentina y Brasil nos aprestamos a una campaña electoral que por ahora tiene en sus inicios la chatura de esto que estamos analizando, de programa nada, solo candidatos a ser buenos gestionadores desde el gobierno y con una oposición que cada día aspira menos a la Presidencia y más a los cargos en el aparato del Estado, lo que se ve como una comodidad en la atención de su clientela política directa. Lo cual no es bueno.

Los candidatos del Frente Amplio en el gobierno, que se han postulado parten de esta realidad y cada uno de ellos merece nuestro apoyo y la vez nuestra interrogante de cómo van a encarar el futuro, por ahora es su debe. Bergara ha sido tal vez el que más se ha preocupado por mostrar los desafíos tecnológicos en el mundo del trabajo, pero el debate aún no se abre y el programa que el Frente se apresta a aprobar es un saludo a la bandera en el que los impuestos y la moneda están fuera, como si el destino de la gente no dependiera de ellos. Por supuesto que la oposición lamentablemente menos que nada, y que una posible abstención –siempre amenazante– está siendo conmovida por los sucesos de Argentina y Brasil.

Jorge Aniceto Molinari.
Paysandú, 3 de Noviembre de 2018.

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[:es]En debate.[:]

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En debate.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Los intercambios en Facebook tienen ese picante que muchas veces les falta a los debates acartonados, académicos, este es uno de ellos, también con sus limitaciones.

Gabriel  Mucho Lula y Bolsonaro pero por casa entregamos el agua y le hacemos los mandados al Fondo Monetario.

Graciela  Lamentable una vez más!!!

Jorge Aniceto Molinari  No es tan sencillo por eso en la izquierda no se habla de la política actual de Cuba ni de China. Tanto es así que hoy el centro del capitalismo en el mundo tiende a ser China, que lidera en el mercado mundial el libre comercio mientras EE.UU, organiza murallas en sus fronteras.

Graciela BJorge Aniceto, podrías aclarar??? Tú decís que no nos siguen cocinando?? Sos un estudioso y tenes dignidad, pero no será demasiada teoría?? Si podes explicar se agradece

Jorge Aniceto Molinari  Lo he tratado de explicar, los complejos empresariales multinacionales en pugnas entre sí gobiernan el mundo o si te gusta mejor nos cocinan, nuestros gobiernos algo logran pero la crisis es cada vez más profunda, lo mejor del mundo debe unirse para buscar salidas posibles como qué por ejemplo los impuestos sean sobre la circulación del dinero.

Gabriel  Molina muy hábil declarante, son años pero la verdad muy profundo o muy vaga la respuesta no sé, igual siempre es según del lado que se esté parado. Opino que no se puede acomodar el discurso, después de tanta tinta gastada en prometer otras cosas.

Jorge Aniceto Molinari  Lo tuyo me dices, desde un iPhone fabricado en China, ¿cuál es tu propuesta?

Alicia  No LLEGAMOS?? LPM….

Carlos  La realidad: vivimos en un mundo globalizado por el capitalismo y las transnacionales. Es decir, estamos en una jaula a los gritos para ver si nos abren la puerta. Por supuesto, hay quien se beneficia de esto y otros que ni se preocupan.

Jorge Aniceto Molinari  Pero todos perciben la crisis, unos se preparan para matar por sus bienes, y de lo que se trata es unir lo mejor de la humanidad, y enfrentar al fascismo.

Graciela B.  Sabes que no puedo creer más en espejitos de colores. La humanidad no creo que se una. Cada uno cada día más se cuida a sí mismo y en esto le debo agradecer a la izquierda quien considero fracturó la sociedad del Uruguay. Contra el Poder, donde están metidos los poderosos psseudoizquierdistas, no se les vencerá jamás. A nadie le interesa terminar con la pobreza, el hambre, las guerras, con nada. No quiero más teorías, quiero ejecutividad

Jorge Aniceto Molinari  Hablar de ejecutividad también es teoría, el problema está en lo que se propone, mira los problemas de los países vecinos.

Gabriel  Me pregunto sin ser tan profundo, el renegar de las consultas populares, el no votar investigadoras, el proteger delincuentes, el favorecer a los familiares, el privatizar todo, etc. etc., tendrá que ver China o quizás llegaron al poder con cuentos chinos y quieren continuar con los incondicionales como también supo tener Pacheco en su tiempo, esto ya no se cambia de adentro.

Graciela B.  Me Importa mejorar mi país. Vivo AQUÍ y quiero estar bien. Ya sé que no puedo cambiar nada que estemos en un mundo globalizado. Mejoremos lo importante de este país, pero el FA está destruyendo todo. Primero nuestras empresas.

Vero  Está bien q haya pasado esto viven pendientes de lo q pasa en Argentina Brasil y de lo q pasa acá nada ahora se viene la época electoral y todos publicando contra el FA PERO DESPUES VAN Y LOS VOTAN así q ajo aguantarse y a joderse y antes de votar el próximo año PIENSENNNN !!!!

Jorge Aniceto Molinari  Graciela dice: no puedo cambiar nada. Todo está en cambio y nosotros somos parte de él. Antes usábamos una máquina de escribir y un teléfono ahora usamos un iphone. Gabriel hace la más fácil, se escuda en los errores y horrores, notorios y justifica su acción negativa, pero no hace ninguna propuesta, aún no piensa en que salida tiene esto, a no ser la clásica de que todo debe manejarlo el Estado y que nosotros debemos reclamarlo todo de quienes han asumido su manejo. Y eso que es producto de deformaciones estatistas (Trump es el último hijo de esto) que ha vivido el mundo hoy no corre en ninguna parte. Pero tampoco corre el de que cada uno haga la suya, por lo que debemos ayudar a una salida que nos beneficie a todos, si esto sigue así quienes ganan son los que más se han enriquecido.

Martha  Sin tener ninguna base ideológica, humildemente me pregunto también quien tiene una propuesta mejor. Económica y que además detenga o disminuya una inseguridad palpable y rampante. No nos engañemos con soluciones radicales ni iluminados peligrosos como Bolsonaro o Trump. Tampoco con prácticas totalitarias que no han resultado.

Martha  Que necesitamos un cambio nadie lo duda, pero tampoco hemos caído en una situación desesperante…

Martha  Si nadie propone algo mejor… sigo observando los inmigrantes con sus rutas desesperadas por llegar al Uruguay y eso me hace pensar que no estamos tan mal…esos otros paraísos que muchos de ustedes admiraron se convirtieron en una trampa mortal… Creo que muchas cosas no se hicieron de mala fe, sino que simplemente no resultaron… En cuanto a los gobernantes no han sido tan malos…

Martha  Que podrían ser mejores… pero es nuestra naturaleza apasionarnos con reclamos (yo también lo hago) y a veces desconocemos cada ley y el trabajo que la precedió.

Martha  No me gustan los verticalismos vengan de donde vengan por eso no me adhiero a ningún grupo pero respeto y observo.

Alicia  Yo solamente recuerdo… del otro lado del mostrador salíamos a juntar firmas para defender las empresas públicas, decíamos NO AL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA!!! Ahora todo esto cambió y no hay explicación de globalización ni de macro economía que lo me explique…

Jorge Aniceto Molinari  Todos tenemos una base ideológica. De ella tenemos más o menos consciencia. Con ella afrontamos una realidad. Muchos se acomodan a ella, aún aquellos que hacen de la crítica su arma de autodefensa, pero acomodados a esa realidad. Nos cuesta entender que este mundo en que los uruguayos estamos relativamente bien, está en plena crisis, y que queramos o no, debemos ser participes de soluciones que hoy nos parecen ajenas o lejanas. Batlle y Ordoñez significó un cambio, el Frente en menor proporción también, pero se agotan y es necesario pensar salidas que hoy ya no alcanza con pensarlas para un país. Por ejemplo con la moneda, hay que terminar con la joda de las diferentes monedas que solo favorece a los que la manejan. Con los impuestos, en el Uruguay hasta los ultras aceptan este sistema, que el Uruguay debe adoptar obligadamente de impuestos al consumo, los salarios y las pensiones, cuando todos deberíamos estar empujando en el mundo para que los impuestos sean sobre la circulación del dinero, y que ningún movimiento de dinero sea válido sino está debidamente registrado dando muerte a los paraísos fiscales.

Alicia: Jorge Aniceto Molinari respeto profundamente tu conocimiento pero quiero respuestas a cosas concretas en las que en realidad me siento estafada…. Porque no defendemos el agua como lo hicimos hace años con todas las empresas públicas?? Por qué está guardada en el ropero la bandera de NO AL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA???

Martha  Quizá fue un error juvenil y en la práctica no sirve?

Martha  A quién le dio resultado…

Martha  Hay que ser más pragmático.

Jorge Aniceto Molinari  El país en el mundo más endeudado es EE.UU. y el que tiene mayores reservas en dólares es China, gobernada por el Partido Comunista. La crisis hoy no reconoce fronteras y si cada país se cierra en sí mismo como parece ser lo de Bolsonaro, más rápido aún vamos a ver las consecuencias, el caso inverso es el que se abrió al mundo financiero de Macri, ya estamos viendo los resultados. Por lo tanto consignas que en su momento tuvieron fundamento como la nacionalización de la banca defendida por el Frente y por Wilson, hoy necesitan ir a un plano superior como es que los impuestos se cobren sobre la circulación del dinero y se liquiden los paraísos fiscales. Mujica lo insinuó en la ONU (septiembre 2013) pero luego reculó retrocedió.

Jorge Aniceto Molinari  Lo del agua creo que muchas de las advertencias particularmente las que vienen de la cátedra son atendibles, ahora de eso se pretendió hacer una operación política para algo que el país ha garantizado en la constitución y necesita ser reglamentado para que cuando hay sequía las pérdidas no sean las de la última. Una infamia en un país en que la mayor parte del año abunda el agua. A la que también hay que cuidar, y no se lo está haciendo correctamente.

Martha  yo también me equivoqué hasta que un productor me lo hizo ver y además señaló que llevaban un año de estudio en el Parlamento.

Martha  En cuanto a comunismo en China… tu mismo dijiste que es capitalista…

Martha Yo lo que se que son pragmáticos…

Martha  De nada te sirven las ideologías si no implican avanzar. En definitiva el pueblo necesita el pan cada día y esperanza.

Jorge Aniceto Molinari  En mi última columna en Uypress (se entra con cualquier navegador) escribo sobre esto. Porqué China gobernada por el Partido Comunista tiende a ser el centro del capitalismo mundial, porque los comunistas chinos han entendido perfectamente lo que analizaba Marx de que este sistema debe desarrollarse hasta las últimas posibilidades para dar luego si paso a una transición. No hay ni puede haber países comunistas o socialistas confrontando como sistema con el capitalismo.

Martha  También respeto tu trayectoria y también tu participación actual. No debe haber confrontación sino participación productiva, más en nuestro querido país cuna de hijos y nietos.

Polaco  Leí un libro, sobre China, (que a esta altura de la vida, me removió totalmente). Es de un periodista catalán, que vivió años en esa sociedad. Una previa descripción del país: viven en China más del 25% de los seres humanos, entre ellos e India, está la mitad de nuestra especie; en la descripción geográfica, hay partes rotalmente áridas. Por nuestra cultura y nuestra historia, América, comparando, está todavía, media desierta. Concluyo, que para nosotros, tiene una importancia central, «la libertad» (agregale que soy un pequebu) para ellos es «la Vida». Tarde me día cuenta, que para cualquier ser vivo, la primer y fundamental lucha es la sobrevivencia. Somos el país más despoblado de latinoamérica, Cuba, con una superficie, que será menos de la mitad del Uruguay, tiene 11 millones y nosotros 3. En cuanto al proceso político (dice el periodista, que entrevista dirigentes de ese país) la época de Mao, fue el socialismo, un ordenamiento de la sociedad, para su desarrollo. (nada que ver reforma agraria, si estaba la tierra dividida, y solares de poco más que un solar de nuestros balnearios, Vivian abuelos hijos nietos, todos de ese pequeño pedazo de tierra) lo que sí, ordenaron, el éxodo del campo a la ciudad, que provoco la revolución industrial, de cada uno de esas familias iba uno a la ciudad, los demás lo mantenían en el campo, viendo de esos pequeños pedazos de tierra. Por 1970/80, del siglo pasado, los dirigentes del PCCh deciden, entrar al desarrollo capitalista, mandaron millones de jóvenes, a estudiar a la meca del capital, EEUU. Cuando discutían la medida, alguien planteo, pero se van a querer quedar, Le contesto el líder: no te preocupe algunos van a volver, y nos alcanza. Y la concentración hacia las fábricas fue mucho más fluida. En pocas palabras empezó el desarrollo capitalista. No sigo porque te estoy aburriendo chau.

Jorge Aniceto Molinari  Muy bueno lo del Polaco: aporta. Insisto en el estudio. Nosotros hemos repetido muchas cosas como papagayos, sin estudiar. En este país nadie conoció y aplicó las ideas de Marx mejor que José Batlle y Ordoñez. Ni Marx, ni Lenin hablaron nunca de países comunistas o socialistas, si escribieron que el mundo iba a pasar a ser gobernado no desde los Estados sino desde los complejos empresariales multinacionales que es lo que hoy ocurre, pero tiene límites y necesita de que su fin sea lo menos traumático posible luego de desarrollar todo su potencial económico. ¿Que podemos hacer desde nuestro país? Hacer que la vida de la gente sea lo mejor posible sin jodas, ni corrupción y a la vez proponer en el mundo posibles soluciones como lo hizo Mujica en la ONU, y luego se asustó o lo asustaron y no volvió a hablar del tema.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 27 de octubre de 2018.

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[:es]Educar, educar, educar…[:]

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Educar, educar, educar

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Luís Fernández (coincidimos en nuestras columnas de Uypress) me envía un interesante comentario que comparte con varios amigos, preocupado por el tema educativo:

Esto no es un comentario de política local o regional.

Surge de un hecho personal, pero demasiado real para mí que lo viví.

Como esto lo dirijo a mucha gente, a alguna de las cuales no conozco personalmente, debo contextualizar algunas cosas.

Comencé a dar clases particulares de Matemática, Física y Química en 1974 y sigo hasta hoy en día.

Hasta junio de 1973 fui estudiante de la Facultad de Química en Uruguay y esto me dio las bases para poder transmitir algunos conocimientos.

En 2013 me titulé de Profesor de Física. Desde 2012 al 2016 trabajé en la enseñanza pública. Fue el único lapso donde no di clases particulares. En España no reconocen el título de Uruguay y he vuelto a las «particulares» desde esa fecha, en Canarias.

Imaginaos la cantidad de cabecitas y de vínculos pedagógicos que experimenté en todo este tiempo. Naturalmente conocí estudiantes muy variados. A grosso modo podría clasificar a todos esos estudiantes en 4 categorías.

  1. Los que teniendo nivel de entendimiento aceptable no estudian porque no les interesa y/o les motivan otras cosas. Son los padres los que buscan la ayuda extra. Estos casos fueron siempre, la inmensa mayoría.

  2. Los que se esfuerzan por avanzar pero por algún motivo, faltas, o mala relación con su docente, u otros alumnos interfieren en el clima de la clase y no aciertan a prestarle la debida atención. Todavía son pocos, van en aumento.

  3. Los que por motivos varios están en un nivel para el que no están capacitados o darán una prueba que nunca prepararon. Estos se esfuerzan por aprender.

  4. Aquellos que tienen dificultades para el aprendizaje, que ya pasaron por otro tipo de profesionales. Son un porcentaje muy escaso.

Bien, en estos 44 años he tenido también muchos alumnos que volvieron conmigo en una segunda instancia.

O porque pasaron al año siguiente o porque aprobaron una materia y ahora buscan aprobar otra, o porque perdieron la materia, consideran que es por responsabilidad de ellos y vuelven por la «revancha».

Este último párrafo es la clave de todo este texto. En esa segunda instancia, muchas veces (casi siempre) debemos «recordar» o «recuperar», información básica perteneciente a cursos anteriores.

En España y el resto de Europa, el año escolar está desfasado 6 meses con A.L. Allí los cursos empiezan en marzo y terminan en Noviembre / Diciembre y acá empiezan en Setiembre y terminan en Junio / Julio del otro año.

Pues ahora en setiembre han vuelto a mis clases muchos de mis alumnos del curso pasado, luego de las vacaciones de verano de Julio y Agosto.

Cuando retomo las clases, observo que los que estuvieron todas las vacaciones sin venir no se acuerdan de casi nada.

Esto pasa siempre con algunos, pero esta vez es el 100%.

¡¡Algunos, estando en 3º o 4º de Liceo, no recuerdan operaciones elementales de la escuela!!

Por si esto fuera poco. Ningún alumno ha empezado en sus cursos regulares con temas de su año. Todos los docentes de ciencia llevan casi un mes «repasando» lo que dieron ellos u otros en el curso anterior.

Cuando un alumno me contó lo que estaban dando, me dije: «Siempre hay algún profe que no hace su trabajo». Pero luego advertí que es unánime. Seguramente hay como un acuerdo entre los docentes de «reordenar las ideas, para luego poder dar parte del curso en condiciones aceptables». Digo parte del curso, porque esto implica necesariamente restar tiempo para otros temas de los que tiene cada programa.

Es muy probable que al 98% a los que les envió esto, en 1 hora o en 1 día no lo recuerden más. Siempre hay otros motivos de atención: Elecciones en Brasil o las próximas de Argentina y de Uruguay… por ejemplo.

Pero igual digo: «Se está preparando a las futuras generaciones para que pongan la mente y sus deseos no ya en temas de carácter social, sino ni siquiera en desarrollarse como individuos».

A ver; no existe otro plan «Atlanta» donde un grupo haya decidido estas cosas; creo que NO. Además los temas de «pantallas» se retroalimentan con «opiniones» acordes de usuarios.

Por tanto todos aquellos que tengan cerca a jóvenes familiares o amigos, ¡No los dejen solos frente a las pantallas, dialoguen, no importa el tema háganlos pensar por sí mismos! De afuera de las casas y de las Instituciones se los está preparando para títeres mediocres. Ese puñado de grandes empresas que dirige el mundo, no necesita inteligentes que piensen por sí mismos. Los inteligentes a su servicio ya saben cómo obtenerlos.

Mi comentario:

En varios editoriales del The New York Times, escritos por Paul Krugman quien fuera premio Nobel de Economía, referidos a la educación, hace un diagnostico bastante similar.

Salvo que Krugman relaciona esto, la crisis de la educación a la crisis en la calidad del trabajo, y aún cuando no extrae conclusiones más completas coincido en que ese es el problema.

Ahora llegar a la conclusión de que la crisis en la calidad del trabajo está directamente relacionada con el interés de quienes organizan el trabajo y que esto a su vez está relacionado con el constante agostamiento de la tasa de ganancia, parecería caer por su peso.

Alguien me podría decir y como carajo hacen desde los Estados para cambiar esta realidad, a lo que habría que responder que pueden atenuarla pero la tendencia sólo se puede cambiar a nivel ecuménico, al menos para los Estados, que ya son la inmensa mayoría, que no están en el centro privilegiado actual del desarrollo del modo de producción predominante.

«No se puede», diría la canción de Alfredo Zitarrosa, a lo que deberíamos responder «si se puede». Es simple, sencillo, si somos capaces de abandonar los proyectos de sociedad confrontativos que ahondan la grieta social y nos ponemos con esos mismos medios que hoy se utilizan para la desconcentración intelectual a buscar medidas que hagan posible una transición en paz, porque lo del plan Atlanta como en su época el plan Cóndor no son ninguna fantasía si no el resultado de quienes se preparan no para la transición sino para la confrontación, y sería hasta estúpido negarlo, como hoy se niega amparado en los errores y horrores de los gobiernos autodenominados progresistas.

«Ese puñado de grandes empresas que dirige el mundo, no necesita inteligentes que piensen por sí mismos. Los inteligentes a su servicio ya saben cómo obtenerlos».

Precisamente nuestra tarea, con la aplicación del método que en sus textos nos dejaron los grandes maestros, es impulsar a que las masas piensen por sí mismas y de la cultura de la confrontación pasemos a la cultura de construir la transición que hoy tiene en su base dos herramientas necesarias: la moneda y los impuestos.

Tanto es así que la cultura que nos imponen, primero que nada nos plantea el de quién son las cosas y en eso las capitalistas aún en plena crisis (veamos lo que sucede hoy en la Argentina, en Brasil…) son categóricos, «no me toquen el derecho de propiedad», cuando nos deberíamos plantear el cómo funcionan, porque es en definitiva esto lo que va determinar no solo la viabilidad de la humanidad sino como va a ser el futuro de la propiedad de las cosas en los años,… siglos venideros, si es que ello es importante para las futuras generaciones y su desarrollo.

Nota:

Mientras escribíamos lo que antecede sucede la primera vuelta en las elecciones presidenciales en Brasil, que arrojaron un resultado aparentemente sorprendente, lo que no hacen más que reafirmar lo que escribíamos anteriormente y mereció un comentario nuestro en Facebook:

«No nos equivoquemos por favor estudiemos. El modo de producción capitalista predomina en todo el mundo, y está llegando a sus límites en medio de una crisis irreversible. No se puede pensar una solución a la crisis con cabeza estadual, no hay soluciones estaduales. En toda Latino América las burguesías creyeron en un periodo de desarrollo e inclinaron el fiel de la balanza a la izquierda, hasta que sintieron miedo por sus privilegios ante la crisis. ¿O es que la corrupción nació con la izquierda? Pero se enredó y se dejó enredar con ella. La gran carencia es que nuestras izquierdas no han salido aún de los desarrollos estatistas y se resisten a pensar con cabeza abierta al mundo como si lo hizo Mujica en la ONU (setiembre 2013) y luego retrocedió».

Además sabemos que la abstención fue del 20% de los habilitados para votar, a lo que hay que sumar los votos anulados y en blanco.

Leo además lo que en estas columnas de Uypress escribe la profesora Adriana Marrero sobre la actual realidad de Brasil, que es muy clara y grafica en expresar como la crisis del modo de producción que predomina en el mundo da y quita oportunidades aún en estas circunstancias. Pero con el peligro siempre latente que es la extensión de la guerra, que eso es en definitiva el fascismo; hoy los bandos no tienen la definición de los colores de las banderas nacionales, aunque aún los utilizan en su oportunismo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 10 de Octubre de 2018.

Enlace del artículo original en castellano:

http://www.uypress.net/auc.aspx?90702

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[:es]Errores.[:]

[:es]

Errores.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Nuestra vida está llena de ellos, forma parte del aprendizaje, el experimentar, el ensayar, luego con los años el asumirlo ya no es tan sencillo, entran a jugar prejuicios en los que nos vamos formando o deformando.

La política forma parte de ese aprendizaje y como ciencia tal vez la más difícil en tanto estamos involucrados en ella querámoslo o no.

Lo que nos rodea en nuestros primeros años nos marca y sus enseñanzas de la que muchas veces no somos conscientes hacen a nuestra formación.

Mi padre, Aniceto José Alfredo, iba a llamarse José pero nació el día de san Aniceto, y la familia de tradición católica –no practicante– sin abandonar los otros dos nombres incorporó el del santo, mi madre María, mi viejo carpintero independiente, hacía que yo tuviera que aclarar que no era el niño Jesús. Mi viejo era anticlerical y antimilitarista, se decía seguidor de las ideas del viejo Batlle, aunque siempre aclaraba que sus seguidores no eran leales a su pensamiento, y con respecto a los partidos de «ideas» señalaba su respeto pero mantenía distancia. En Paysandú mi ciudad natal, se escuchaban las radios argentinas más que las uruguayas y en nuestra formación las revistas argentinas estaban presentes: el Billiken, luego El Gráfico, etc. etc. Mi viejo escuchaba con atención a Perón y a Evita, acentuando una frase como distintivo: Perón tiene razón cuando dice que quiere menos pobres, aunque haya menos ricos.

Sólo había hecho hasta tercero de escuela, y luego a trabajar para ayudar a la familia, su madre había muerto cuando él tenía 11 años, era el mayor de los hermanos.

Su preocupación era que sus hijos estudiaran, leyeran. Recuerdo con emoción una colección de 23 libros cuyo autor era Monteiro Lobato, dirigida a la formación de la infancia en todos los saberes del quehacer humano. Hace poco me enteré de un excelente prólogo a esa colección escrito por la ex Presidente de los argentinos la Dra. Cristina Fernández de Kirchner, coincidiendo en el destaque hacia esa colección, y con igual sensibilidad.

Sin embargo mi idea de libertad, me llevó en mis primeras incursiones en el quehacer de la política a considerarme anarquista, pero el topo de la historia comenzaría su trabajo; fue un notable militante, y ser humano: Horacio Bazzano, el que en aquellas primeras incursiones por el gremialismo estudiantil, me alcanzó para que leyera nada más ni nada menos que «El manifiesto del Partido Comunista» de Marx y Engels; «lo voy a leer y te voy a señalar en lo que estoy en desacuerdo», le dije. Como se lo devolví solo atiné a decirle: «esto es irrefutable».

Pero la historia no era tan sencilla. Había existido la revolución rusa, se había creado la Unión Soviética y su figura central ya era Stalin. En Paysandú además estaban dando batalla al stalinismo, los trotkistas. Eran muchos ingredientes para una mente en formación. Me hice fanático de la revolución rusa, y de sus líderes, Lenin, Trotsky; identificaba la formación del ejército rojo dirigido desde un tren con una de las más grandes hazañas militares del siglo XX, tal vez por eso la bandera que flameara sobre el Reichstag cuando la derrota nazi, tenía la hoz y el martillo a la usanza de los trotkistas en la foto famosa del fin de la guerra.

Sin embargo, había en el desarrollo de la compresión ideológica cosas que resolver, como por ejemplo el porqué Lenin, había «retrocedido» con la NEP, y no había estatizado toda la economía como proponía en 1938 el programa de transición de Trotsky. El accionar de los trotskistas me parecía de una pureza que el pensamiento de los que se decían aplicaban las ideas de Lenin no tenía. Fue con el correr de los años que le escuché al Dr. Carlos Quijano defender la NEP (la nueva política económica de Lenin), y no faltó alguien que me dijera que su defensa era propia de quién era abogado del Banco de Londres. Sin embargo su análisis me obligó a volver sobre las diferencias entre Lenin y Trotsky, a estudiar, volver a Marx, y también a los análisis de José Batlle y Ordóñez. Mis errores había que asumirlos, de mi batllismo familiar de la infancia, había pasado al anarquismo, de este al Manifiesto Comunista, luego a la revolución rusa y el trotskismo, para volver a través de este a Lenin, y de la mano de Lenin al reencuentro con Marx y Engels.

Con el POR trotskista participé en la fundación del Frente Amplio, como militante estudiantil y luego como militante sindical del gremio bancario en el proceso y fundación de la central sindical, la CNT; en diciembre de 1971, me aparté del POR, tal vez para madurar ideas en forma independiente; recién en octubre de 1978, me incorporé al Partido Comunista, con la idea de colaborar en la lucha contra la dictadura. En mi lugar de trabajo el Banco Hipotecario del Uruguay, la agrupación comunista nunca dejó de funcionar, lo cual no deja de ser un hecho muy significativo, pues además mis camaradas nunca cuestionaron mi forma de pensar opuesta al stalinismo y sus métodos. Fueron años de reconstrucción y de construcción, la dictadura se había dado el objetivo de barrer con las ideas de progreso humano y nosotros nos aferrábamos a lo que habíamos aprendido en el convivir democrático del gremio y de las distintas corrientes ideológicas.

La vida nos depararía un nuevo desafío: el derrumbe del mal llamado socialismo real. Los viejos dirigentes y también algunos de los nuevos no estaban dispuestos a reconocer que Lenin había sido derrotado en 1924 y que Batlle había tenido razón en su editorial a la muerte de Lenin. Al fallecer Arismendi, el vacío fue enorme, y figuras de un enorme valor humano fueron sobrepasadas por los hechos. Se reconocían los «errores» de Stalin, pero se hacía responsable de los mismos a Lenin, que había sido su principal víctima.

Se reinventó para el Uruguay el «socialismo democrático» como si el socialismo pudiera ser no democrático, con lo cual se pretendía desligarse del stalinismo sin analizar políticamente qué significaba. Como si con el objetivo de estatizar la economía se pudiera construir un socialismo democrático, o abandonar ese objetivo.

En lo personal quedé en el medio de las dos corrientes: una que sostenía de que socialismo es propiedad estatizada, y la otra la del socialismo democrático, sin Lenin, pero también sin Marx. Ni me fui ni me quedé, aspirando aún hasta hoy a que se reabra el debate para poder imponer el deseo de que se tome a los maestros por su verdadero valor que es lo que la humanidad tarde o temprano va a rescatar.

La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida. Seguí militando en el gremio bancario y ya en el 2000 en el sector jubilados asumiendo el desafío del posible quiebre de la Caja Bancaria.

En ese desafío me reencontré con las enseñanzas de los maestros y centré mis estudios en dos herramientas fundamentales para el cambio global de la sociedad: la moneda y los impuestos.

Por supuesto que este razonamiento, para quienes se educaron con el peso ideológico del stalinismo, es incompresible, para mí era la aplicación de lo que había aprendido de los maestros.

La Caja Bancaria creada en 1925, se correspondió a uno de los últimos sectores en vincularse a la seguridad social en el país y en sus orígenes incorporó como fuente de su financiación una especie de impuesto a las transacciones financieras. Hay que tener en cuenta que la Caja es anterior a la fundación de AEBU (sindicato bancario), que es de 1942. Esa fuente de ingreso por supuesto que resistida fue dejada de lado en una reforma de 1943, pasando a tener la fuente de recursos igual a la de los otros organismos de seguridad social.

No vamos hacer en esta nota una historia de las vicisitudes que son comunes a toda la seguridad social, si bien la actividad de los bancos no ha tenido como otros sectores directamente el informalismo aunque la tendencia a crearlo es común a todos. Bastaría con analizar cómo se realiza hoy toda la actividad financiera en el Uruguay y en el mundo. Lo cierto es que la Caja en el 2001 siente directamente el cimbronazo, y sus plazos de vida estaban acotados, para lo cual era necesario una reforma y nuestra prédica estaba orientada a una resolución unánime del PIT CNT (en su Congreso) de promover el impuesto a las transacciones financieras como una medida a la cual debía tender el conjunto de la sociedad como medio de obtener recursos con fines sociales.

La Caja logró una ley que la equilibra y le da sustentabilidad en un plazo razonable, si bien el país y el mundo deben darse una organización de la seguridad social, incluida la salud, sin duda que un nuevo marco de organización social, en este están condenadas a la larga al fracaso.

Esta experiencia me afirmó más en las ideas que he venido defendiendo, y la intervención del entonces Presidente Mujica en la ONU (septiembre del 2013) insinuando como salidas para la humanidad precisamente estas dos herramientas me afirmó más aún. Fue un discurso comunista aunque luego, ni él ni su grupo han vuelto a hablar del tema.

Hoy puedo decir con convicción que estas son ideas inspiradas en los maestros, y que en mis primeros pasos me hice eco de deformaciones que aún perduran en la generalidad del pensamiento político de los distintos sectores del abanico partidario y que mi batalla es por ayudar a restablecer el pensamiento de quienes gestaron y dejaron en textos una inmensa obra que la humanidad necesita rescatar para superar esta etapa. Porque en definitiva la ciencia es eso, partir de lo hecho, estudiarlo, aprender y construir nuevos elementos de superación, pero siempre es necesario tener en cuenta aquellos aportes que han sido pilares en la construcción humana.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 25 de septiembre de 2018.

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[:es]El imperialismo, los imperialismos.[:]

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El imperialismo, los imperialismos.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El dirigente del Partido Socialista Manuel Laguarda, dedica una nota en «La Diaria» a este tema, importante sin duda para la definición de las políticas. Tema además que en su momento originó una importante polémica entre Lenin y Kausky, en la que además no fueron los únicos destacados protagonistas de la misma.

Tal vez lo más importante al inicio del análisis es precisar de que nuestro enfoque parte de que los modos de producción como lo seres vivos nacen, se desarrollan y luego decaen hasta su desaparición, pero a diferencia de estos no se reproducen, sino que dejan paso luego de una transición a un modo de producción superior, lo cual tampoco es fatal, porque podría ocurrir que el desarrollo de un modo de producción como el capitalista en la actualidad podría poner en riesgo la existencia de la civilización humana.

Marx además agregó otro concepto fundamental, el de que la base material es la que determina todos los otros aspectos de la superesctructura social, incluida las corrientes políticas que en su seno se desarrollan.

Lenin en 1916 escribe «el imperialismo fase superior del capitalismo» en el que analizando la base material del desarrollo capitalista concluye en que el gobierno de cada Estado que hasta ese entonces (primera guerra mundial) era algo así como el comando gerencial del sistema, pasaría a un comando gerencial superior a cargo de los complejos empresariales multinacionales que es lo que el sistema capitalista protocolizó en Mont Pelerin –a la salida de la segunda guerra mundial– con el nacimiento y desarrollo de las instituciones que han caracterizado al neoliberalismo.

Aquí una precisión, pues mientras Kausky pronosticaba la creación de un super imperialismo, Lenin con este trabajo mostraba no sólo que el capitalismo no iba a tener un mando único sino que esa confrontación intercapitalista se daría como se dio, con poderes muy superiores al de los Estados.

Claro, esto da por tierra una muy extendida cultura estatal, en la que se han movido prácticamente todos los partidos políticos, alentados además por la derrota de Lenin en 1924 y el triunfo coyuntural del stalinismo, 70 años en un Estado y los coletazos subsistentes, una suerte de capitalismos de Estado.

Todos los partidos políticos sin excepción teorizan sobre el desarrollo de sus respectivos Estados. También lo hace Laguarda; ese parece ser el objetivo de la nota. El objetivo del desarrollo nacional, sin duda que compartible, choca entonces contra las posibilidades objetivas de su desarrollo. Por ejemplo no nos dice si ese desarrollo corresponde a capitalistas nacionales o a emprendimientos estatales predominantes o totales en la economía nacional. Y tampoco en que se basa para sostener que deba ser así.

Conviene aclarar que siempre estos análisis deben relacionarse con la etapa de desarrollo del modo de producción predominante. Batlle y Ordoñez, conocedor profundo de las ideas de Marx, pero no atado a ninguna organización que se autoproclamara como la aplicadora de esas ideas, cuando realizó los desarrollos estatales que le dieron al Uruguay la solidez social que aún conserva, fue muy cuidadoso en establecer los límites del Estado, sabiendo que ello era un muro de contención para los abusos capitalistas nacionales e internacionales. Era la etapa en que el capitalismo aún predominaba en su desarrollo Estado por Estado. Hoy ya no es así ni siquiera en EE.UU., aunque en los hechos este es el principal gendarme del sistema y en particular de la industria de guerra.

El documento redactado por Batlle para el diario «El Día» a la muerte de Lenin es muy preciso en este sentido.

Mientras aplicando las enseñanzas de Lenin, podemos entender como el centro más importante del capitalismo que era Inglaterra se traslada a EE.UU. luego de dos guerras mundiales, hoy ese traslado se está produciendo hacia China gobernada además por el Partido Comunista, las otras concepciones no lo pueden hacer. El capitalismo cumple así con el pronóstico de Marx de que ningún modo de producción abandona su predominancia sin agotar todas sus posibilidades. Hoy es China quién aún se las da, manteniendo un índice de crecimiento que de otro modo le sería imposible y aceleraría su crisis.

Entonces surge la pregunta: ¿Después qué? Porque además las posibilidades de desarrollos nacionales, estatales o privados, es una etapa que se está cerrando en todo el mundo. La transición que Mujica insinuó en la ONU (septiembre del 2013) y sobre la cual luego no volvió, ni él, ni los partidos que integran el Frente, efectivamente tiene dos herramientas: una la moneda única y universal, otra los impuestos que deben ser sobre la circulación del dinero dando muerte a los paraísos fiscales, y haciendo ilegal toda transacción que no esté debidamente registrada ante los organismos que la sociedad determine. No más impuestos al consumo, los salarios y las pensiones.

Los fondos así reunidos son invertidos en salud, enseñanza, vivienda, salarios en aquellos proyectos y obras que la humanidad necesita y que hoy no realiza porque al capitalismo ya no le son rentables. Hacer que el trabajo prácticamente sea obligatorio, transformando las cárceles y los centros de recuperación en eso, verdaderos centros de recuperación. El trabajo como centro de organización social.

Las discusiones que se han dado en el Frente Amplio sin tener en cuenta estas consideraciones, cuando en el mundo el libre comercio lo comanda China, y el amurallamiento el gobierno de Trump en EE.UU. parecen de una desubicación ideológica absurda, producto de la falta de profundidad de los análisis.

Inexorablemente hasta que la lucha en el mundo se encauce en estos centros, nuestros países tendrán que hacer políticas de coyuntura producto de las circunstancias y no resultado de una planificación que la humanidad necesita en forma urgente.

Necesitamos que nuestra izquierda retorne al estudio de los maestros, no para quedarse religiosamente en ellos sino para encontrar la fuente renovadora de su pensamiento.

Laguarda con su nota seguramente está contestando y polemizando con una anterior en la que el autor reivindica de algún modo el ultra nacionalismo socialista para enfrentar desde el Estado al Imperialismo y para la cual las aperturas actuales de las economías como la cubana, la china o la vietnamita son la explicación de lo que ellos podrían llegar a calificar como retroceso ideológico.

Confieso que no es un tema sencillo de explicar, voy con un ejemplo:

Un querido compañero, coterráneo además, sobre el tema China me escribe esto:

Lo de China, en tu análisis queda claro, «desarrollar el capitalismo, vanguardizar para luego dejarlo morir». Leer a Marx, se puede… lo difícil es aplicarlo… Falta conciencia y lealtad a sus ideales… seguiremos remando…

Mi respuesta:

«Desarrollar el capitalismo, vanguardizar para luego dejarlo morir». No es esta precisamente una expresión correcta y en estas cosas conviene ser preciso.

Para vanguardizar es necesario tener consciencia de lo que se está viviendo, y la construcción económica actual no se hace conscientemente sino por normas que el propio capitalismo en su predominancia ha ido creando. Contrariamente a lo que piensa la generalidad de la gente el gobierno en el mundo no radica en los Estados, sino en los complejos empresariales multinacionales que a su vez están en pugna entre si (Lenin, 1916).

La adquisición de la consciencia, para la muerte en paz de la predominancia capitalista, depende de la capacidad de construir la voluntad política a través del programa. Por lo tanto lo que hoy hace el capitalismo es producto de sus propias necesidades que predominan y no porque esté vanguardizando, y por otro lado esperar su muerte puede ser suicida. Marx lo decía en una frase: la humanidad necesita pasar de la pre-historia a la historia.

Que el Frente no discuta en su programa la exposición de Mujica en la ONU, en la que se insinúan puntos como la moneda única y universal, que los impuestos se hagan sobre la circulación del dinero, danto muerte a los paraísos fiscales, a los actuales impuestos sobre el consumo, los salarios y las pensiones, sabiendo además que eso no se puede aplicar por separado en cada Estado, es hoy un tremendo atraso.

En los hechos el programa que se está discutiendo (próximo Congreso del Frente Amplio) es un saludo a la bandera. No discute los problemas reales que hoy vive la economía global.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 7 de setiembre de 2018.

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[:es]Facebook.[:]

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Facebook.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Facebook es una técnica atrapante, desnuda todo el pensamiento humano, desde el más bajo y ruin al más altruista, pero así somos y lo bueno es debatir.

El comunismo es uno de los temas más envolventes por aquello de que es un fantasma que sigue recurriendo el mundo.

Hay una publicación digital en facebook que se auto denomina Debate Batllista que dice esto que reproducimos y que motiva un intercambio del cual podemos sacar enseñanzas.


Debate batllista.

El dilema existencial del comunismo…

El Comunismo en su modelo que a nivel mundial prácticamente no existe. Sólo quedan algunos bastiones y nada más… aquellos países que lo padecieron sucumbieron en la miseria y en la pobreza absoluta padeciendo sus pueblos auténticas penurias…, pero el Comunismo es alrededor del Mundo con sus colectividades una extraña mezcla de personas que poco bueno le han brindado a la Sociedad que componen y que además están impregnados de «odios y resentimientos» hacia el prójimo, a veces poco explicables racionalmente, teniendo características muy peculiares, entre otras por ejemplo:


Sueñan, ambicionan y anhelan con repartir la riqueza… pero la ajena, no la propia. Jamás han dado un ejemplo propio de reparto de su propia riqueza por más pequeña que sea en pos de ayudar al otro y por más difíciles que sean las circunstancias que este tenga…

Siempre se sienten perseguidos y se victimizan, cuando en realidad imparten siempre «soberbia y prepotencia» cuando hablan y se refieren a los demás…

Siempre sus Derechos para ellos están por encima del resto, sino ya dicen ser discriminados… quedando claro que para los comunistas nunca sus Derechos terminan cuando empiezan el del otro…

Se creen los dueños de la «razón» por más que la verdad y la realidad demuestren lo contrario. A tal punto que usan el agravio, la mentira y el insulto para desvirtuar al prójimo mezclando muchas veces temas que no vienen al caso…

Odian a aquel que usa a la «verdad» con argumentos valederos cuando se debate una idea…

Odian a las dictaduras militares de Derecha pero idolatran y veneran a los dictadores militares de Izquierda que han hecho pasar penurias y angustias a sus Pueblos, como por ejemplo a Castro en Cuba, Chávez en Venezuela, etc…

Tienen un concepto distinto de democracia al resto de la Sociedad, dicen que existe la democracia unipartidaria cosa que va en contra del auténtico concepto de ésta o por ejemplo en Venezuela que según para ellos hay democracia pero con «presos políticos» que fueron detenidos por el solo hecho de pensar distinto y con ello bastó para encarcelarlos, cuando el verdadero concepto de democracia es otro muy distinto, lo que hay es una anarquía a lo cual los Comunistas gustan de esta palabra…

No aceptan muchas veces críticas ni opiniones de aquellos que piensan distinto a ellos, pero si ellos pueden criticar y opinar de los demás libremente si nos oponemos a que lo hagan nos argumentan que violamos la «Libertad de Expresión y Pensamiento»…

Tienen en su estigma una ambición desmedida por el «Poder»…

Dicen a los suyos odiar al «Capitalismo», pero viven, andan, y disfrutan de un bienestar como «Capitalistas»…

Muestran poca empatía por aquellos que están pasando por momentos difíciles y cuando aquellos que ya no los acompañan con sus propósitos son rechazados y dejados de lado…

Para los comunistas, hay ciertas «Libertades» que les molestan…

Viven atados y ligados al pasado en forma constante no permitiéndoles ver el presente tal cual es y menos proyectarse al futuro…

Usted votaría a un comunista de presidente… Yo no, y las razones para ello ya las nombré.

Gracias.


Buen descanso para todos…

Jorge Aniceto Molinari: Marx analizó el capitalismo como un modo de producción que iba a llegar a todo el planeta, que como los modos de producción anteriores, nacía, se desarrollaba y luego declinaba que es lo que hoy está sucediendo, pero jamás propuso un sistema competitivo con el capitalismo sino defender al pueblo de sus consecuencias para preparar la transición futura a un sistema superior. Tanto es así que hoy el centro del capitalismo está pasando a ser China que está gobernada por el Partido Comunista. El problema es que la mayoría de los que hoy se dicen comunistas nunca han leído y estudiado a los maestros y se manejan por las idioteces que hoy dice la derecha.

Guillermo: Idioteces que le escuché en innumerables ocasiones a Rodney Arismendi, que por supuesto de esto algo sabía y conscientemente nos engañaba a todos. Evidentemente no había leído ni analizado a Marx, por favor Molinari no culpes a la derecha de culpas del PC.

Jorge Aniceto Molinari: Querido Guillermo, deberías hacer un exámen de tu vida, para valorar lo que has aprendido y de lo que nos queda por aprender. Cuando se dicen cosas de Marx que son falsas, y las dice la derecha y la izquierda, las marco y tú me hablas de culpas pero una vez más omites analizarlas. Lo que repite Ramón de Marx es falso y no es él el culpable cuando tipos como vos que siguieron a Arismendi en su momento, reparten culpas.

Guillermo: Para recordar lo que Arismendi y otros nos decían de Marx no necesito examinar mi vida y menos toda mi vida. Tanto la derecha como la izquierda me han mentido, cosa que hoy en día no me sorprende, pero lo que más me pesa es haberlas creído en su momento. ¿Cómo puedo analizar algo que en el fondo es mentira y además me interesa muy poco?

Jorge Aniceto Molinari: Es importante, pero casi seguro que no me expresé bien. En el Uruguay quienes mejor conocieron el pensamiento de Marx, fueron José Batlle y Ordoñez y Carlos Quijano. Batlle además tuvo posibilidad de aplicarlo y lo aplicó, pero como Marx nunca se dijo «marxista» y tipos como vos que se dijeron marxistas nunca estudiaron a Marx se manejaron por sus supuestos mentores. No es nuevo esto. Los cristianos pocas veces tienen que ver con Cristo.

Guillermo: Y lo que pasó pasó, me alegro que Marx no sea Marxista, Lenín no es leninista y Batlle no es batllista, si marxista y Quijano no es blanco sino filocomunista. Me vas a enloquecer…

Jorge Aniceto Molinari: Ese es tu problema por seguir la corriente y no analizar dónde estás parado. No me creas a mí, estudia. Hoy hay muchos anticomunistas que de China no se animan a hablar, no entienden. Ahora que en supuestos izquierdistas ocurra lo mismo es de terror. Y te repito, China es en desarrollo el centro del capitalismo mundial y eso no niega los análisis de Carlos Marx, los confirma, pero obliga además a pensar una transición que Mujica insinuó en la ONU –septiembre 2013– y que luego reculó en chancletas.

Hasta aquí el intercambio.

Producto de la crisis la ciencia que hoy está más retrasada es la economía. Ahora como esa misma crisis golpea duramente, nosotros sentimos la necesidad de poner en discusión centros que necesariamente deben debatirse para entender dónde estamos y que medidas hay que adoptar.

Con el juego de las monedas la derecha creía que solo iba a acogotar a Venezuela y hoy surge lo de Argentina que a nosotros no nos toma de sorpresa en tanto lo venimos analizando.

En las últimas horas ha estado en el tapete en Argentina la dolarización, y aparentemente han optado por la política de retenciones tan vapuleada por la derecha en el gobierno de Cristina Fernández.

Solo aparentemente porque el impuesto que ahora se instrumenta se licua con el aumento del dólar, el impuesto es en pesos argentinos, un siniestro pasaje de recursos del pueblo a la oligarquía, que es lo que hoy hace también en América una derecha alentada por la incapacidad de gestión de la izquierda donde pululan los oportunistas, ante la falta clara y precisa de un programa que defina en forma concreta su conducta frente al manejo de las monedas y de los impuestos (Mujica septiembre del 2013 en la ONU).

Recordemos que EE.UU. es el país más endeudado en dólares y que China es a su vez el que tiene mayores reservas en esa moneda. Hemos dicho además que si por ejemplo México dolarizara su economía no habría muro posible de separación entre esos dos países y quienes hoy se oponen a esa medida son precisamente los que usufructúan del juego de que haya diferentes monedas.

Argentina hoy juega al borde del precipicio con las penurias del propio FMI que no la puede dejar caer, pero tanto da el cántaro a la piedra que al final…

De todos modos lo prioritario es analizar y concluir en un programa ecuménico para afrontar la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista que tan magistralmente analizara Carlos Marx y Federico Engels y posteriormente Lenin, mal que les pese a los analistas de derecha y a los malos izquierdistas.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 1º de setiembre de 2018.

Enlace del artículo original en castellano:

http://www.uypress.net/auc.aspx?89631

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[:es]El aporte patronal.[:]

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El aporte patronal.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

La senadora Verónica Alonso destapó la olla: «Debemos analizar la posibilidad de que la edad jubilatoria vaya a 65 años, el déficit de la seguridad social es a la larga insostenible». Puede no ser textual, si el concepto.

A partir de allí hemos escuchado y leído de todo. Ramón Ruiz delegado de los trabajadores en el Directorio del Banco de Previsión Social, remarcó la necesidad de analizar todas las variables y no alguna por separado, de todos modos puso énfasis en lo que llamó una incorrección, lo que fue una medida propuesta en su momento por el Ministro Astori, llevando los aportes patronales del 15% al 7,5% del salario. Recordemos que la justificación a esta medida como lo de no acentuar los impuestos sobre el capital tienen explicación en el objetivo de facilitar una política de inversiones que cree puestos de trabajo.

En el mismo sentido que Ruiz la Central Sindical el PIT-CNT, volvió a remarcar la necesidad de más aportes patronales, tanto en el tema previsional como directamente a Rentas Generales para el Presupuesto General de la nación.

Es cierto que la Central Sindical ha estado omisa en su capacidad de analizar el sistema impositivo que rige en el país, y cuando lo han hecho, sus observaciones parecen hechas más que para integrar un programa a justificar su estado crítico sin ir al fondo del asunto.

Es una verdad de Perogrullo pero conviene repetirla porque muchas veces parece como que se ignorara: todo aumento en el costo de la cadena productiva se carga al producto, a la mercancía, e inmediatamente el capitalista mide las consecuencias de ella en la rentabilidad, y cuando ella cae llega para él el momento de cambiar el rumbo. No precisa que recuerde aquí cada una de las veces que eso ha sucedido o está sucediendo. Es además una regla sin la cual el capitalismo no podría funcionar.

Entonces ¿qué piensan políticamente quienes tienen responsabilidades de dirección sindical en estas circunstancias? Se insiste o se cambia el rumbo. Algunas veces incluso hemos oído que se debe hacer cargo el Estado de lo que no funcione por estas circunstancias y de lo nuevo, para generar puestos de trabajo o conservar los existentes.

Esto en el mundo ya no tiene teoría que lo avale; el último «teórico» fue Stalin y poco o nada pudo aportar, a no ser el haber dejado una profunda confusión en la izquierda y una injustificada resistencia a volver a los textos de los maestros, y en nuestro Uruguay a las enseñanzas de José Batlle y Ordoñez. Cada uno en su momento apoyados en el rol del Estado, con funciones coyunturales de empresario, pero advirtiendo de la necesidad de defenderse del estatismo y de la función coyuntural de su rol empresarial.

La seguridad social, la previsión social luego, nacieron como el resultado de duras luchas sociales en que la explotación capitalista se hacía sentir. Aún en estas etapas de pleno desarrollo capitalista, era tal la competencia y la avidez por la plusvalía y su reinversión que la atmosfera de confrontación llegó a preocupar a quienes tenían la responsabilidad de la conducción de los Estados aún en su función de comando gerencial del capitalismo. La revolución no se iba a hacer esperar, y para prevenirla el sacar de la rueda de la acumulación capitalista el monto necesario para construir un almohadón frente a los problemas sociales, pareció –no sin resistencias– saludable a todos.

Tal vez es en ese clima donde mejor se pueda entender lo que pensaba Marx sobre la dictadura de la burguesía y la dictadura del proletariado.

El aporte patronal nunca fue una iniciativa personal del capitalista, sino una necesidad de su propio desarrollo impuesta por el propio curso de los acontecimientos. El burgués no renuncia a ser capitalista, hace el cálculo político, renuncia conscientemente a la velocidad en que concentra sus recursos para la competencia.

El problema es que hoy el marco de las inversiones y su rentabilidad no es un país, es el mundo. Las reglas entonces son claras y las consecuencias también. Los sistemas nacionales de seguridad social están condenados en el tiempo a ser deficitarios e insostenibles, dentro de la forma actual en que su proceso de capitalización se desenvuelve.

Alonso destapó la olla, e hizo una propuesta absolutamente insuficiente frente a tamaña problemática.

Restablecer el funcionamiento capitalista clásico, es como pretender a mis casi 80 años, volver a ser joven. Se trata entonces de entender que los aportes patronales clásicos ya no van a volver y de lo que tenemos que hablar es de cómo encarar una problemática cada vez más acuciante desde el punto de vista social y humano.

Queda claro –al menos para mí– que hay que eliminar los impuestos al consumo, a los salarios y a las pensiones e ir al impuesto sobre la circulación del dinero. Que lo recaudado atienda directamente con una administración social –en lo posible no estatal– las necesidades de la salud, de la enseñanza, y del trabajo. Trabajo este que debería ser obligatorio para todos, así como obligatoria la preparación para el mismo. Tamaña tarea necesita de un encare ecuménico y los Estados pueden aportar en la medida que sus propias estructuras no se conviertan en una traba.

¿Estamos soñando? No, estamos dando ideas frente a una realidad dramática que va llevando al mundo a un estado de crisis insostenible, donde la muerte en paz de la predominancia del modo de producción capitalista necesita que se pare la guerra y empiece a primar la paz.

Es esta nueva realidad que debemos construir que el mundo podrá hacer realidad obras de bien común que hoy al capitalismo como sistema predominante ya no le son rentables y la humanidad necesita para seguir su avance. No estamos hablando del fin del capitalismo, estamos hablando del fin de su predominancia, como ha ocurrido con los modos de producción anteriores, salvo que este llegó hasta los confines mismos del planeta y lo que viene parte ya de ese nivel.

Mujica insinuó este camino en la ONU en setiembre del 2013, y después se quedó. Nunca llegué a entender el porqué, incluso en bromas algunos amigos me dijeron que su discurso era de mi autoría lo cual implicaba un gran desconocimientos de los importantes alcances intelectuales de quién fue Presidente de la República, y de exagerar los míos, si bien –es cierto– nos debe todavía reflexiones sobre su vida de militancia tupamara y no lo digo por mí que poco importaría sino por las futuras generaciones que necesitan de todos los elementos para abrirse camino, y la verdad es una herramienta insustituible.

¿Podremos abrir el debate? Nosotros estamos dispuestos, pero con eso no alcanza. Es necesario que se comprenda su necesidad, y ganemos voluntades para hacerlo, ¿habrá un debate político más importante? Ahora sólo se está hablando de cargos y de listas, y de vez en cuando surgen campanazos como éstos de la seguridad social, que nos advierten que hay algo más de lo que ocuparse y preocuparse.

Jorge Aniceto Molinari.
Paysandú. Jueves, 23 de agosto de 2018.

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[:es]170 años.[:]

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170 años.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Los humanos, nacemos, nos desarrollamos, morimos, así de simple, pero lo que es ya más difícil entender es que esto mismo sucede con los modos de producción, aún cuando la dinámica de su proceso sea diferente.

Los modos de producción no se reproducen, se retroalimentan y preparan las condiciones para la predominancia del nuevo, aún cuando muchas de las formas anteriores perduran antes de desaparecer y se solapan en el tiempo.

Esto deberíamos debatirlo para desarrollar nuestro conocimiento, ahora no siempre es así.

No está además en nosotros el menor atisbo de pensar que deberíamos impedir o cuestionar pensamientos que puedan contradecir esto que estamos afirmando. Por el contrario sería muy ilustrativo que desarrollaran sus ideas.

Para este debate además nuestras herramientas son el materialismo, dialéctico e histórico. Sabemos además que hay quienes tienen sus argumentos para cuestionar estas herramientas, o lo que desde nuestro punto de vista es más grave los que dicen utilizarlas y las utilizan mal o parcialmente, para justificar razonamientos idealistas, que toman muy parcialmente estas herramientas; en este grupo reconocemos a muchos de los que se auto clasifican como marxistas y/o como marxistas leninistas. Tal vez lo que más identifica a este tipo de posiciones es la afirmación de que socialismo es propiedad estatizada, que ha predominado por mucho tiempo y hoy está en retirada aún cuando el duelo por la crisis de este tipo de razonamientos no está procesado.

Junto con esta constatación hay otra que también nos preocupa: el pensamiento de que todo se resuelve en competencia. La propia dialéctica es explicada por la competencia y no por la necesidad de la síntesis. Es cierto desde que nacemos se nos educa en competir, la sociedad misma es el resultado de la competencia entre distintas opciones: hay triunfadores y derrotados. El capitalismo, se afirma, como modo de producción para ser superado necesita ser derrotado; se nos explica que para eso son las revoluciones y que cuando una revolución es derrotada es porque el capitalismo ha logrado superar el desafío.

Nosotros nos negamos a razonar de esa forma.

En 1848, Marx y Engels, escriben el Manifiesto Comunista y en él surge claramente un programa para toda una etapa reivindicativa de la clase obrera en la historia de la humanidad.

De 1848 a 2018, 170 años.

En abril de 1917 en Rusia la caída del zarismo, era solo un eslabón, las nuevas autoridades no conseguían ni parar la guerra y sus masacres, y tal vez lo más importante, no podían reorganizar el aparato productivo, Lenin aborda esa realidad proponiendo un programa de aplicación inmediata: hacer la paz, entregar las tierras, nacionalizar la banca y el comercio exterior. Ese programa las masas lo llevan al poder y realizan durante 7 años una obra inmensa, que don José Batlle y Ordoñez en el Uruguay, no dudó en resaltar.

Las luchas obreras, las luchas sociales, producto de gigantescos esfuerzos sociales organizativos, y no exenta del sufrimiento de tremendos crímenes, como los que dieron origen a fechas como el 1° de mayo y el 8 de marzo, dieron contradictoriamente, para quienes no han asumido un estudio más riguroso de la realidad, una base mayor al propio desarrollo del capitalismo, como hoy ocurre por ejemplo con China. Por aquello de que ningún modo de producción abandona su predominancia sin agotar sus posibilidades.

El capitalismo además como modo de producción nació con la vocación de extenderse hasta los límites mismos del planeta y dar denominadores comunes en un mar rico de nacionalidades y culturas diferentes, que han adornado y enriquecido el convivir humano, cuando eso se ve desde el punto de vista positivo, que particularmente caracterizó a la etapa de auge del modo de producción en su predominio. Ahora cuando la predominancia del modo de producción capitalista comienza a agotar sus posibilidades (agostamiento de la tasa general de ganancias), la crisis con sus constantes desequilibrios comienza a ser irreversible para la continuidad de esa predominancia, cada uno de esos componentes de nacionalidades y culturas pasan ser circunstancialmente críticos.

Los sueños a partir de las luchas sociales dieron nacimientos a corrientes idealistas, comúnmente llamadas utópicas, donde su principal características es desprenderse de la realidad e imaginar un sistema sobre la base de un ser humano muy cercano a la perfección.

A esto respondió en particular Federico Engels con un texto «del socialismo utópico al socialismo científico», que trata de bajar a tierra este tipo de elucubraciones.

Sin embargo la vida y el desarrollo capitalista presentó un nuevo desafío, la burocracia estatal, la vieja y la nueva creada por la propia revolución rusa sobre la derrota de las ideas y del Partido de Lenin pero vistiéndose de sus propias pieles, y no renegando de mucho de lo conquistado, hicieron que el mundo llamara modelo «comunista» al engendro stalinista. Los ideólogos del capitalismo encantados con el giro de los acontecimientos tenían para mostrar al mundo que ese era el modelo comunista mientras los revolucionarios del 17 eran asesinados por el aparato del nuevo Estado.

¿Entonces? ¿Si no se trata de crear un modelo competitivo con un ser humano perfeccionado, de que se trata? Porque a lo que estamos acostumbrados o nos han acostumbrado, es a pensar en crear un modelo competitivo que barra con el capitalismo, es más se nos dice que en esto consiste la revolución y el ser revolucionario y que lo que no esté en esa línea es reformista.

Pero además confundiendo lo que en 1917, era la diferencia entre los que apoyaban desde la «izquierda» los créditos de guerra, y los que dirigían su accionar político a lograr la paz.

Hemos afirmado que lo que insinuó Mujica en la ONU (setiembre del 2013, se puede acceder a través de Internet) era la visión comunista necesaria de este tiempo. Mujica no volvió sobre esa intervención y sus propios seguidores están programáticamente en otra, allá ellos y sus cálculos políticos.

¿Por qué, de nuestra afirmación? Porque el capitalismo está llegando en su predominancia a los límites posibles, y necesita que la transición se haga imponiendo la paz, deteniendo a los que llevados por la desesperación de la crisis de un sistema que creían eterno, se inclinan por el suicidio, por la barbarie.

¿De qué se trata entonces la transición, o el inicio de la transición?: de manejar dos herramientas fundamentales en el funcionamiento de la economía: la moneda y los impuestos. Para las dos herramientas construir la voluntad política que las concrete necesita la conjunción de fuerzas, políticas, sindicales y sociales de todo el planeta.

Hacia China gobernada por el Partido Comunista se encamina el centro del capitalismo mundial, Cuba suprime de su constitución la definición de sociedad «comunista», Venezuela, Nicaragua, y por lo general los gobiernos y Estados que han pretendido una política diferente a la neoliberal, son el símbolo de lo que en la «izquierda» predominante califica, es una ofensiva de la derecha y de alguna manera un retroceso de la «izquierda», que es en definitiva su negativa a calificar la crisis y darse el programa que esta necesita para iniciar la transición entre la predominancia de un modo de producción a otro.

Es la distancia entre el programa de estatizaciones del stalinismo al programa de moneda única universal y de imponer un sistema impositivo basado en la circulación del dinero que de muerte a los paraísos fiscales y derogue las imposiciones al consumo, los salarios y las pensiones. Que admita que los fondos de ellos provenientes, aborden en forma universal los problemas de la salud, la educación y el trabajo, eje de una matriz económica que la humanidad está en mejores condiciones que nunca de construir, muy por encima de cualquier matriz económica nacional.

Recordemos lo que escribía Carlos Marx en su crítica a la economía política:

«En la producción social de su vida, los hombres entran en determinadas relaciones necesarias e independientes de su voluntad, relaciones de producción, que corresponden a un determinado grado de desarrollo de sus fuerzas productivas materiales. Estas relaciones de producción en su conjunto constituyen la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la cual se erige la superestructura jurídica y política y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material condiciona el proceso de vida social, político y espiritual en general. No es la conciencia de los hombres la que determina su ser, sino, por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia. En cierta fase de su desarrollo, las fuerzas productivas materiales de la sociedad entran en contradicción con las relaciones de producción existentes, o bien, lo que no es más que la expresión jurídica de esto, con las relaciones de propiedad en el seno de las cuales se han desenvuelto hasta entonces. De formas de desarrollo de las fuerzas productivas, estas relaciones se convierten en trabas suyas. Y se abre así una época de revolución social. Al cambiar la base económica, se transforma más o menos rápidamente toda la superestructura inmensa. Cuando se examinan tales transformaciones, es preciso siempre distinguir entre la transformación material -que se puede hacer constar con la exactitud propia de las ciencias naturales- de las condiciones de producción económicas y las formas jurídicas, políticas, religiosas, artísticas o filosóficas, en breve, las formas ideológicas bajo las cuales los hombres toman conciencia de este conflicto y luchan por resolverlo. Del mismo modo que no se puede juzgar a un individuo por lo que piensa de sí mismo, tampoco se puede juzgar a semejante época de transformación por su conciencia; es preciso, al contrario, explicar esta conciencia por las contradicciones de la vida material, por el conflicto existente entre las fuerzas productivas sociales y las relaciones de producción. Una formación social no desaparece nunca antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen relaciones de producción nuevas y superiores antes de que hayan madurado, en el seno de la propia sociedad antigua, las condiciones materiales para su existencia. Por eso la humanidad se plantea siempre únicamente los problemas que puede resolver, pues un examen más detenido muestra siempre que el propio problema no surge sino cuando las condiciones materiales para resolverlo ya existen o, por lo menos, están en vías de formación. A grandes rasgos, el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el burgués moderno pueden designarse como épocas de progreso en la formación social económica. Las relaciones de producción burguesas son la última forma antagónica del proceso social de producción, antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que emana de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para resolver dicho antagonismo. Con esta formación social se cierra, pues, la prehistoria de la sociedad humana».

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 13 de agosto de 2018.

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[:es]El programa: una necesidad.[:]

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El programa: una necesidad.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Si acordamos que sin programa revolucionario no hay acción revolucionaria, y que son necesarios cambios para que la sociedad salga de la crisis actual, es indudable que la primera tarea es analizar de la manera más completa posible la realidad y concluir en qué programa necesitamos.

Salvado el torpe dilema de que un programa que se proponga estatizar a la sociedad es revolucionario y por el contrario quién no lo haga es reformista o conformista con el sistema vigente, pasemos a analizar que el hoy para superar una crisis irreversible en la predominancia del capitalismo, sin encarar medidas económicas universales no es posible.

Aún cuando puedan existir circunstancias coyunturales de agudeza en los conflictos en los cuales tampoco están descartadas las estatizaciones o la constitución de cooperativas dentro del ordenamiento capitalista de cada Estado y con un objetivo claro de cara a la gente: mantener el funcionamiento del aparato productivo y no causar aún mayores perjuicios.

Ahora analizar todo el funcionamiento del aparato productivo, nos lleva a comprender la supeditación del mismo a lo que en el capitalismo se llama el mercado mundial. Podemos hablar de la reforma agraria, de la distribución de la tierra, de las distintas matrices productivas posibles, pero la voluntad de establecer parámetros propios en cualquiera de estos términos desvinculados del mundo, es actualmente más que una utopía, supone una quimera irrealizable.

Carlos Marx y Federico Engels, fueron sin duda –y aún hoy no han sido superados– los que siempre culminaban sus análisis sobre el desarrollo del capitalismo con puntos programáticos para que la clase obrera, los trabajadores, hicieran centro con sus objetivos de mejoras en su situación. La historia de la humanidad está llena de hechos en que las conquistas que beneficiaron a millones de trabajadores, (mientras, aunque parezca contradictorio, que no lo es, pues en ello radica el crecimiento natural del sistema) a la vez dieron una mayor base de sustentación al propio capitalismo en el cumplimiento de su ciclo histórico. El voto, las 8 horas, los derechos de la mujer, etc. etc. etc., en suma la conquista de la democracia en cada uno de los Estados.

Lenin, ya en otra etapa del desarrollo capitalista, agregó partiendo de esos análisis nuevos elementos, particularmente en lo que tiene que ver con el pasaje del gobierno del modo de producción, (el llamado mando gerencial de las empresas) de los Estados a los conglomerados empresariales multinacionales, transformación que ha ido sufriendo en su desarrollo ascendente el capitalismo.

Recordemos que el basamento ideológico de este proceso tuvo su culminación a la salida de la segunda guerra mundial en Mont Pelerin (Friedrich Hayek y Milton Friedman, entre otros, como el uruguayo Ramón Díaz), con el nacimiento del neo-liberalismo, dando una vez más razón a los maestros en que los cambios en la economía son los que determinan los cambios ideológicos en la organización social, todo lo que vino después es historia conocida.

Avance planetario que hace al retroceso de las conquistas democráticas a nivel de los Estados y, a la vez, impone la dictadura de las condiciones globales de la economía que en su primera etapa significó un adelanto impresionante en el marco de la tecnología y ahora, en la agudización de la crisis, situaciones trágicas que están superando a las peores vividas en la historia humana.

Recordemos que una de las premisas era y es que ningún modo de producción abandona el escenario de la historia humana sin agotar todas su posibilidades pero a la vez viviendo también una ley que hace que los modos de producción, como los seres humanos nazcan, se desarrollen y mueran, aún cuando su dinámica no es la misma que acompaña a éstos, los seres vivos.

Por lo tanto no puede ser igual el programa «marxista» en tiempos del Manifiesto, en tiempos de Lenin, o en los tiempos actuales, donde el modo de producción predominante ha llegado a los límites del planeta.

Tal vez el problema más grave desde el punto de vista ideológico, es que esto en la generalidad de las inteligencias partidarias no se encara así y por el contrario se entra en la variante ideológica propia al capitalismo de la confrontación de «modelos», algo así como la competencia de ideologías trasladada a la competencia de «modelos». De ello, sectores conservadores deducen la siguiente afirmación: el modelo capitalista: EE.UU., ha sido superior al modelo comunista: Unión Soviética; el capitalismo ha vencido al comunismo. Claro, ahora en tiempos del Estado amurallado de Trump y de China bajo la dirección de su Partido Comunista liderando el capitalismo, los naipes están entreverados.

Álvaro García Linera –Vicepresidente de Bolivia– analiza que vivimos tiempos de gran confusión donde el principal enemigo del libre comercio es el jefe del «Imperialismo» Yanqui, Donald Trump, y que a su vez quién comanda el libre comercio en el mundo es China, gobernada por un poderoso Partido Comunista. Es cierta la inserción en el mundo de países como Bolivia parecería ser a primera vista que son beneficiados por una actitud comercial que hoy proviene de China. Sin embargo, no deja de advertir que estas incertidumbres son graves para el mundo todo.

Es aquí donde surge el principal problema que hoy no se encara política e ideológicamente por los Partidos que quieran establecer lineamientos programáticos, no existe una caracterización de la etapa actual, y sin ello es absolutamente imposible establecer bases programáticas con solidez.

Lo que hacen todos los partidos es establecer, en una perspectiva de tiempo sumamente acotada, aspiraciones programáticas que no van más allá de eso, dejando para los saludos a la bandera todo el bagaje de estatizaciones que adornaron los programa stalinistas y no sólo stalinistas, luego de la derrota de Lenin en 1924. No decimos que no sea importante esto para la democracia, si decimos que es completamente insuficiente.

Frente a ello y en polémica, que asumimos, decimos que hoy ningún programa es válido desde el punto de vista de las enseñanzas del marxismo que no contemple una posición con respecto al tema de la moneda y al de los impuestos. Por supuesto, que cada quién puede hacer el programa que le plazca y lucirlo en las ceremonias que correspondan para defender su «pureza».

¿Qué está asumido hoy con el valor de un catecismo en la izquierda?: que la revolución debe expropiar a los expropiadores, y entonces toda base programática en lugar de abordar el desarrollo de la economía aborda los problemas del derecho de propiedad dentro de la legalidad «burguesa».

Lo que no se entiende desde nuestro modesto punto de vista, es que un solo punto de diferencia en la bolsa de valores de los principales centros del capitalismo mundial hace que se modifique la propiedad en un monto mayor al que se produjo con la revolución rusa. O que las emisiones monetarias billonarias, sin ningún respaldo del dólar y el euro, en distintas circunstancias, hacen en definitiva del derecho de propiedad algo que hoy el capitalismo maneja agitadamente en medio de la crisis y de la amenaza constante y trágica de extender la guerra, como único desahogo posible en su manejo de la economía.

Para que este modo de producción que hoy predomina en el planeta pueda morir en paz, la humanidad necesita de la voluntad política que le imponga medidas de transición, que hasta ahora documentadamente nadie nos convence que no sean las que proponemos.

El derecho de propiedad hay que entender que no lo cuestiona una revolución que pretenda sobre la base de la propiedad estatizada competir con el capitalismo, lo cuestiona el desarrollo tecnológico de la humanidad, que hace que si esta dispusiera socialmente de los medios necesarios podría hoy poner en marcha planes para terminar con la violencia, con la guerra, con las cárceles, con la falta de trabajo, organizando con la mayor eficiencia el trabajo, la educación necesaria, y la salud de todos los seres humanos, y que hoy no se hace porque al capitalismo ya no le son rentables.

¿Es esto una utopía? No, utopía es lo otro, cuando se cree que un sistema a imagen y semejanza al que se quiere superar, como lo es el capitalismo de Estado, puede ser la solución.

Ahora, ¿cual es el principal problema?: Que hoy tenemos en las formas, luchas Estado por Estado, y sin abandonar lo conquistado para la gente –que hoy resulta muy difícil mantener, aún con triunfos electorales–, debemos ampliar para defender a la propia gente, el frente de lucha ideológica a la humanidad toda.

Cuando el entonces Presidente Mujica abordó de esta forma su análisis en la ONU (septiembre 2013), creímos ver que se retomaba el camino correcto. Por eso dijimos que era un discurso comunista en la línea de Marx, Engels y Lenin. Sin embargo, luego volvió el silencio, como que lo dicho era sólo para la solemnidad del momento. Además comunistas, con excepciones que me constan, no se sintieron tocados por el discurso, lo que expresa una pérdida notoria de sensibilidad.

De todos modos que quede claro. Es el momento de reivindicar la moneda única y universal, la eliminación en su mayoría de los sistema impositivos actuales, por el impuesto al movimiento del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales en tanto para que una transacción sea válida necesita del registro en la forma que la sociedad determine. Establecer el gobierno de esos fondos a través de instrumentos universales, cuyo objetivo sean las necesidades de la gente, en salud, en educación, en trabajo, en vivienda, en su atención social, en el desarrollo cultural de cada una de sus nacionalidades para ampliar el desarrollo cultural de toda la humanidad.

No es el fin del capitalismo que seguramente como modo de producción y como ha ocurrido con los modos de producción anteriores irá dejando culturalmente su influencia al perder su predominancia en el transcurso de los años, tal vez siglos. Si de la gestación de una sociedad superior que podrá abordar sanamente todos los males que hoy el capitalismo muestra en la crisis irreversible de su predominancia. Si de la muerte de los paraísos fiscales y de la acumulación de capitales sin un fin social.

Escritas estas líneas nos llega la noticia del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales de México. Sin duda que es una buena noticia para las causas populares, pero a la vez sentimos como más imperiosa la necesidad del programa que tratamos de identificar en esta nota.

Las causas populares convocan multitudes en todo el mundo, como ahora en las elecciones mejicanas, sus dificultades vienen acompañadas de las oscilaciones de los «capitalistas nacionales» que han sido prácticamente en todos los casos los que han ido inclinando la balanza hacia un lado o hacia el otro. Primero apoyan, como ha sucedido con Chávez, con Lula, con Cristina. Luego golpean y buscan hacer retroceder las conquistas populares, pero si la izquierda no eleva su mira a la concreción de un programa universal, será imposible sacar a la humanidad de la crisis actual, y de estos vaivenes, que también son una expresión de la misma.

Hoy Trump conmueve a los burgueses de todo el mundo, y conmueven todas las murallas ideológicas donde la desorientación se generaliza y donde se pasa de las volcadas como esta de ahora en México a las abstenciones que en el último periodo han venido marcando las elecciones nacionales.

En definitiva, queda la perspectiva de encontrar puntos programáticos de avance o el avance de la tragedia de la guerra, con el aumento de sus terribles consecuencias en la vida de millones y millones de seres humanos.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 2 de julio de 2018.

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[:es]La moneda en debate.[:]

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La moneda en debate.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Reproducimos y luego comentamos una interesante nota de Pascualina Curcio.

¡Esto hay que hacero pero ya!

¿Qué hacer?

06/05/2018

Por: Pascualina Curcio.

  1. Detener la hiperinflación es la tarea urgente en este momento, no solo porque pulveriza el salario real, también contrae la producción nacional (la pérdida del poder adquisitivo disminuye la cantidad de bienes demandados y los oferentes reducen las cantidades producidas); estimula el acaparamiento por las expectativas de aumentos de precios; alimenta el contrabando de extracción; hace insuficiente el presupuesto público.

  2. La causa de la escalada de precios desde el 2013 (no la única, pero sin duda la determinante) es la manipulación del tipo de cambio en los mercados ilegales. Es imprescindible y estratégico evitar que, terceros, marquen un supuesto valor del bolívar. La tarea es destruir la principal y más poderosa arma de la guerra económica: el ataque a la moneda.

  3. Para impedir que arbitrariamente las manos de papel del imperialismo marquen el supuesto valor del bolívar y generen desconfianza hacia la moneda, se sugiere anclarlo a la cantidad de oro que está en las bóvedas, cuyo precio solo se fija en el mercado internacional. Los chinos, los rusos y hasta los norteamericanos están haciendo lo propio. Con la diferencia que mientras ellos deben comprar el oro, nosotros lo tenemos en las minas.

  4. Hoy, 1 onza troy de oro equivale a 87.662 bolívares soberanos (tenemos 162,2 TN en la bóveda). Haciendo la conversión en divisas: 1 dólar equivale a 65 BsS (1 onza de oro vale $1.343); 1 yuan son 10 BsS; 1 euro son 78 BsS. Cada vez que 1 TN de oro viaja de las minas hasta el BCV, el bolívar se aprecia 1%.

  5. Dolartoday podrá intentar marcar el precio que desee, pero el valor del bolívar-oro soberano, dependerá del precio internacional y de la cantidad que tengamos en las bóvedas.

  6. Son condiciones necesarias:

    1. No vender nuestro oro, ni en dólares ni en bolívares. Es nuestro respaldo. Debemos guardarlo debajo del colchón, es decir, en nuestras bóvedas y en las minas, las cuales deben ser cuidadas como lo que son: minas de oro.

    2. Aumentar las reservas internacionales: este año, con un precio del petróleo en 50 $/barril, incluso con un paro silencioso de 1.500.000 de barriles diarios de producción, deberían ingresar por lo menos $30.000 millones. Los compromisos de deuda no llegan a $10.000. Debemos ajustar las importaciones a $15.000 (más que suficiente). Mantener el control cambiario. Evitar la fuga de divisas. Cerrar, de una vez por todas, las venas que aún siguen abiertas.

    3. Recuperar la producción de petróleo: cada 100.000 barriles diarios adicionales equivalen a $1.000 millones anuales.

    4. Vender el petróleo en petroyuanes para sortear el bloqueo financiero.

    5. Recomponer nuestras relaciones comerciales con países aliados.

    6. No endeudarnos. No es necesario.

Mucho más debemos hacer, la realidad es compleja. En estos momentos de guerra económica, esto es estratégico.

Nuestro comentario:

La crisis general irreversible del capitalismo abarca todo el planeta. El problema con la moneda no es exclusivo de Venezuela, hoy por ejemplo se manifiesta en Argentina, pero también lo tiene EE.UU.

La existencia de monedas nacionales es el resultado de la competencia entre Estados y para defender intereses de los sectores que gerencian la dirección de esos Estados, y comprendido en una determinada época histórica.

Cuando la potencia económica del desarrollo radicaba en determinados Estados que actuaban como cabeza imperial, estos sometían al resto de los Estados a sus decisiones y sus conveniencias, ocurrió por ejemplo con la Unión Soviética donde había una moneda oficial pero la que circulaba en el mundo del gobierno y de las autoridades diplomáticas era el dólar.

Esa diferencia como ahora en Venezuela, era una fuente permanente de irritación social.

En Ecuador ahogados en extremo, la derecha en su momento lo resolvió con la dolarización, no fue una propuesta de los yanquis como se propagandea falsamente, sino una necesidad ante la asfixia económica, que luego fue beneficiosa para el país, donde sus ingresos se manejaban en dólares, claro luego vino toda la historia de la caída del precio del petróleo. Es más, aún actualmente es más beneficiosa para el gobierno de EE.UU. la existencia de monedas diferentes pues facilita sus políticas de provocación política de sus servicios.

¿Y entonces qué hacer? Lo que plantea Pascualina Curcio es razonable, aunque insuficiente.

Mujica, Lula, incluso Fidel hablaron, en su momento del tema de la moneda, y de la necesidad de que esta en el mundo fuera una medida única y universal, sin embargo hoy no se habla del tema.

¿No será el momento de pasar a la ofensiva y proponer al mundo, a sus organizaciones, políticas, sociales, sindicales, religiosas, de que haya una medida única y universal?

¿No será el momento de proponer al mundo la muerte de los paraísos fiscales, y de que el sistema impositivo se maneja sobre la base de la circulación del dinero?

Respetamos el planteo de Pascualina Curcio que lo consideramos a la defensiva, nosotros pensamos que es el momento ante la crisis que no cede en el mundo, de pasar a la ofensiva con propuestas universales, para las cuales Venezuela tiene una enorme autoridad ganada en su lucha por darle formalidad a una economía que se mantuvo durante años bajo la bota de la usurpación económica.

Jorge Aniceto Molinari.
Paysandú, 8 de Mayo de 2018.

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