[:es]Sobre el mito del «fin del trabajo».[:]

[:es]

Sobre el mito del «fin del trabajo».

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Mano sobre mano.A propósito de un muy buen trabajo presentado por Aldo Scarpa sobre el tema.

Como es nuestro método de análisis, primero el texto y luego nuestro comentario.

El texto:

El desarrollo de la ciencia y la tecnología como fuerza productiva directa. El crecimiento de la capacidad productiva del trabajo.

«El fin del trabajo». ¿Un problema de la sociedad en general, de la humanidad? ¿O el problema de un modo de producción especifico?

Por: Aldo Scarpa. Febrero de 2020.

Toda clase dominante, realmente dirigente, debe ser capaz de presentar sus crisis y desafíos como crisis y desafíos de toda la sociedad. Toda clase para dominar debe comprobar y demostrar su capacidad hegemónica. Es decir, debe lograr que el resto de las clases y grupos de la sociedad vivan e interpreten el mundo a través de los cristales de su hegemonía. Las clases subalternas deben confundir sus intereses con los intereses delas clases dominantes o, mejor dicho, alienarse asumiendo como propios los intereses de las clases dirigentes en sustitución de los suyos propios.

Tal lo que puede ocurrir con la falsa teoría, con la superficial afirmación de aparente evidencia probada sobre «el fin del trabajo». Por supuesto, no existe ningún riesgo, ninguna probabilidad, ninguna perspectiva real sobre «el fin del trabajo», pues «el fin del trabajo» sólo sobrevendrá el día del «fin de la humanidad» ya que, el hombre y el trabajo –el trabajo y el hombre son inseparables, no existe el uno sin el otro–. Y este «apocalipsis» de la humanidad es algo que, por causa naturales aclaro, como se dice ahora, no está en la agenda.

En todo caso, lo que está llegando a su «fin» histórico es, como ocurrió con tantas otras, una forma histórico-social del trabajo. O sea, el trabajo asalariado. Y, si esto es así, lo que está tocando a su fin es el modo de producción capitalista. El desarrollo tecnológico no es la premisa de «el fin del trabajo», sino todo lo contrario. El desarrollo tecnológico es la premisa de una inimaginable ampliación y elevación de los horizontes de la capacidad creadora del hombre; es decir, del trabajo, porque no otra cosa es el trabajo en sentido general, humano. Ampliación y elevación del trabajo, que no es de ninguna manera identificable en términos absolutos con el trabajo asalariado. Más aún, si bien el trabajo asalariado aparece en la historia antes del surgimiento del actual modo de producción dominante, lo que si es cierto es que sólo con el advenimiento de éste se transformó en la forma de trabajo predominante y que el capitalismo no puede existir sin ella.

El capital es acumulación de trabajo, o plus trabajo abstracto-social, en manos del capitalista que debe valorarse incesantemente. Y esta apropiación y acumulación de valor, de plus trabajo; o sea, el capital, sólo puede ser producto del trabajo asalariado. El trabajo es la única fuente de valor. Sin trabajo asalariado no hay capital ni capitalismo. Lo que el desarrollo tecnológico pone en cuestión es el trabajo asalariado y, por lo tanto, al capitalismo, o, dicho de otra manera, la evolución del capitalismo provoca un desarrollo tecnológico y una elevación de la capacidad productiva del trabajo que no tiene otro resultado que el cuestionamiento del trabajo asalariado como forma histórico-social del trabajo y, por consiguiente, del propio capitalismo. En absoluto corre el más mínimo riesgo de desaparición el trabajo; ni tiene validez alguna la superficial teoría sobre «el fin del trabajo».

¿Por qué suceden (y continuarán sucediendo durante el capitalismo) las cosas de esta manera? «El capitalismo es una contradicción en proceso» decía, más o menos, Marx. Y este entrelazamiento y sucesión irresoluble de contradicciones encuentra su explicación en la evolución objetiva del propio capitalismo. Ya hace poco más de dos siglos Ricardo advertía sobre la función del trabajo como el elemento determinante del valor de la mercancía.

Muchos siglos antes, con una impresionante capacidad de abstracción, Aristóteles llegó a vislumbrar en «La Política» el papel del trabajo en dicha determinación. Si la mercancía es la célula del modo de producción capitalista y el trabajo la medida del valor de la misma (mejor aún, la cantidad de tiempo de trabajo), esto no puede dejar de tener consecuencias insoslayables y determinantes en el desarrollo histórico del capitalismo. El trabajo pasado, muerto, no crea nuevo valor, sino que traslada un valor creado y materializado en los medios de producción a la nueva mercancía en proceso de creación; ya sea de golpe, si se trata de capital circulante, ya sea por fracciones a lo largo de un período de tiempo, si se trata de capital fijo (hay que cuidarse mucho de confundir y/o identificar estas categorías con el fundamental y genial descubrimiento de Marx expresado en las categorías capital constante y capital variable). Sólo el trabajo presente, vivo, es creador de nuevo valor, fuente de valor y, consiguientemente, de plusvalía. Mediante la introducción de tecnología el capitalista se propone aumentar la plusvalía relativa, ya que por razones naturales e histórico-sociales la plusvalía absoluta encuentra límites en sus posibilidades de incrementarse.

Sin embargo, la introducción de nuevas tecnologías desplaza fuerza de trabajo; es decir, la única mercancía cuyo uso genera trabajo vivo único elemento generador de nuevo valor. Por lo cual, si bien puede aumentar la tasa de plusvalía la tasa de ganancia tiende a caer. O sea, para la clase capitalista el desarrollo científico-tecnológico es a la vez una necesidad y una amenaza.

El objetivo de la clase capitalista es el permanente aumento de la tasa de ganancia, pero el aumento de la inversión en medios de producción, tecnología, provoca la tendencia a su descenso.

En cambio, para la clase obrera, para las masas desposeídas emancipadas de las relaciones burguesas de producción el desarrollo e inversión productiva de la ciencia y la tecnología sólo tiene un significado: crear las condiciones, las premisas, que permiten invertir menos tiempo de trabajo para satisfacer las necesidades básicas y aumentar el tiempo libre para el desarrollo multifacético de sus cualidades humanas, para alcanzar por fin la libertad, lo que realmente debe considerarse libertad. Por eso el capitalismo y la clase capitalista llegados a este punto de la evolución histórica de la humanidad son una traba para el progreso, son reaccionarios y contrarevolucionarios, su existencia ya hace tiempo ha devenido absolutamente irracional y nuestra época no tiene otra misión histórica que proclamar su irrealidad, hacerlo irreal en la realidad. Por eso, los trabajadores asalariados y las masas desposeídas de la sociedad son objetivamente democráticos, progresistas y revolucionarios.

Las leyes de la producción capitalista provocan la tendencia al crecimiento de la composición orgánica del capital, producto genuino de la evolución del capitalismo. Esta tendencia se impone y comprueba en el aumento constante de la proporción del capital invertido en capital constante (medios de producción, tecnología, etc.), respecto a la fracción invertida en el capital variable (fuerza de trabajo; capacidad de trabajar bajo la forma de trabajo asalariado; o sea como mercancía y, por consiguiente, portadora de la dualidad trabajo abstracto-trabajo concreto y, como tal creadora de valor y valor de uso). La tendencia al crecimiento de la composición orgánica del capital provoca la tendencia al desplazamiento de la fuerza de trabajo (única fuente de creación de valor y, por ende, de la forma de la riqueza del modo de producción capitalista: el capital). De aquí, como llevamos dicho la tendencia a la caída de la tasa de ganancia. Por tanto, el crecimiento de la composición orgánica del capital tiende a desplazar al trabajo vivo, precisamente la fuente de creación del capital. O sea, cuando el alienante mito sobre «el fin del trabajo» y su abstracción fantasiosa y engañosa es superado por el estudio de la realidad histórica concreta podemos comprender que en absoluto estos fenómenos expresan ni son presagios de «el fin del trabajo» en general. ¡No! Por el contrario, expresan y en términos históricos, son presagios (dependiendo de la acción de los hombres, de las masas populares), de la crisis del capitalismo y la burguesía.

Por cierto, combatir al neoliberalismo es una tarea insoslayable en tanto estrategia política destinada a contrarrestar estas tendencias negativas para las clases dominantes y hacer recaer sus efectos sobre la espalda de los pueblos. Sin embargo, podría ser erróneo ante estos fenómenos limitar la cuestión al neoliberalismo. Esto podría generar la falsa y peligrosa ilusión de que más allá del neoliberalismo otro capitalismo sería posible. El asunto es más profundo. El problema que tiene enfrente la humanidad es el capitalismo en sí mismo. Y esta es nuestra tarea política: volver a educar a las masas populares en esta perspectiva. Porque, llegados a este punto del desarrollo del capitalismo, ¿es posible el capitalismo sin la sombra del neoliberalismo? Las políticas neoliberales pueden retroceder momentáneamente; ora pasar a la defensiva ora a la ofensiva. Pero, en todo caso el neoliberalismo retornará siempre y en breves plazos históricos. Y esto es así porque la fracción hegemónica de la clase capitalista, y esta clase ya no conocerá otra hegemonía, para la bonanza de sus intereses reclama políticas neoliberales. ¿Cuáles son las condiciones materiales de esta situación?

  1. La contradicción fundamental del capitalismo es el carácter cada vez más social de la producción y el carácter cada vez más privado de la apropiación: la globalización expresa el primer factor de la contradicción; la transnacionalización, el inmenso crecimiento de las empresas transnacionales el segundo.

  2. La tendencia a la concentración y centralización del capital continúa; la sociedad se divide cada vez más en una oligarquía, un puñado de magnates del capital, de un lado y, una masa de miles de millones de desposeídos, por otro (según datos recientes de la ONU, ocho o doce personas tienen la misma riqueza que la mitad de la población mundial, dos mil quinientos o tres mil millones de personas).

  3. Precisamente, los beneficiarios privilegiados de este proceso de concentración del capital es la oligarquía financiera. El capital financiero.

  4. El capital financiero está indisolublemente ligado a la especulación, al parasitarismo, a la riqueza y el capital ficticio; en fin, a un capitalismo parasitario y en descomposición. La crisis mundial del capitalismo, desde 1929 hasta 2008, expresan este carácter parasitario y en descomposición e imponen saltos cualitativos a la crisis en el proceso de centralización del capital.

  5. El capitalismo ha devenido imperialista y este carácter que acompañará al mundo burgués hasta la tumba está indisolublemente ligado con las cuatro características definitorias del capitalismo en su última fase anotadas en los cuatro puntos precedentes. El imperialismo ha significado: la expansión colonial en las últimas décadas del S XIX; dos guerras mundiales en cincuenta años; carrera armamentista que no cesa; según la ONU, trece guerras, invasiones, etc. en menos de tres décadas. El capitalismo en su fase imperialista no puede dejar de ser agresivo, antidemocrático, militarista, reaccionario en toda la línea.

  6. Hace por lo menos más de un siglo y medio que el capitalismo significa una traba para el desarrollo de las fuerzas productivas. Pero hoy, sin embargo, significa no sólo una traba sino una amenaza real para la destrucción absoluta de las mismas por una hecatombe nuclear y-o una catástrofe ecológica.

El mito sobre «el fin del trabajo» es un eufemismo y una falsedad, tiene un significado ideológico, de clase; promueve la transformación en la cabeza de los pueblos de la crisis de la clase capitalista y del capitalismo en crisis de la sociedad toda.

El crecimiento sostenido de la inversión en capital constante, la elevación de la capacidad productiva de la humanidad a través del desarrollo de la ciencia y la tecnología se presenta ante la burguesía como una amenaza a su existencia. Para los trabajadores, en cambio, ese desarrollo es condición de su liberación, es la premisa del triunfo de la libertad sobre la necesidad, es la condición material para que el contenido del tiempo de la vida del hombre no sea la alienación y la enajenación del producto de su trabajo y de su propia vida, sino la creación, el desarrollo espiritual, el tiempo libre para ser, precisamente, libre; es la condición para la humanización del hombre.

«La cosa está en que un día haya tiempo para todo, para hablarnos sin apuro, para compartir los hijos, para hacer fin de semana como si vivir fuera tiempo libre, espacio para estar…».

Las condiciones materiales para que se cumpla el sueño al que le canta Silvio ya existen; y su realización es una necesidad histórica de la que depende la sobrevivencia de la humanidad.

Aldo Scarpa.

Nuestro comentario:

Comencemos por el final y nuestro acuerdo. ¿Qué falta?: nada más, ni nada menos que el programa y la voluntad política organizada para aplicarlo.

Dice Scarpa y lo compartimos:

«Por cierto, combatir al neoliberalismo es una tarea insoslayable en tanto estrategia política destinada a contrarrestar estas tendencias negativas para las clases dominantes y hacer recaer sus efectos sobre la espalda de los pueblos. Sin embargo, podría ser erróneo ante estos fenómenos limitar la cuestión al neoliberalismo. Esto podría generar la falsa y peligrosa ilusión de que más allá del neoliberalismo otro capitalismo sería posible. El asunto es más profundo. El problema que tiene enfrente la humanidad es el capitalismo en sí mismo».

Más adelante agrega un concepto que mucho tiene que ver con este:

«Precisamente, los beneficiarios privilegiados de este proceso de concentración del capital es la oligarquía financiera. El capital financiero».

«El capital financiero está indisolublemente ligado a la especulación, al parasitarismo, a la riqueza y el capital ficticio; en fin, a un capitalismo parasitario y en descomposición. La crisis mundial del capitalismo, desde 1929 hasta 2008, expresan este carácter parasitario y en descomposición e imponen saltos cualitativos a la crisis en el proceso de centralización del capital».

Lenin nuestro maestro, analizó el tema y estamos hablando de principios del siglo 20:

«Una parte cada día mayor del capital industrial –escribe Hilferding– no pertenece a los industriales que lo utilizan. Pueden disponer del capital únicamente por mediación del banco, que representa, con respecto a ellos, al propietario de dicho capital. Por otra parte, el banco también se ve obligado a colocar en la industria una parte cada vez más grande de su capital. Gracias a esto, se convierte, en proporciones crecientes, en capitalista industrial. Este capital bancario, por consiguiente, capital en forma de dinero, que por este procedimiento se trueca de hecho en capital industrial, es lo que llamo capital financiero». «El capital financiero es el capital que se halla a disposición de los bancos y que es utilizado por los industriales»[1].

Scarpa agrega otro concepto que merece ser analizado porque fue un punto de discrepancia de Lenin con Kautsky que aún la izquierda no ha saldado:

«El capitalismo ha devenido imperialista y este carácter que acompañará al mundo burgués hasta la tumba está indisolublemente ligado con las cuatro características definitorias del capitalismo en su última fase anotadas en los cuatro puntos precedentes. El imperialismo ha significado: la expansión colonial en las últimas décadas del S XIX; dos guerras mundiales en cincuenta años; carrera armamentista que no cesa; según la ONU, trece guerras, invasiones, etc. en menos de tres décadas. El capitalismo en su fase imperialista no puede dejar de ser agresivo, antidemocrático, militarista, reaccionario en toda la línea».

¿Qué ha sucedido? No sólo que hoy siendo cada vez más agresivo el accionar de los «servicios» con origen en EE.UU. y el peligro de la guerra se extiende más allá de las actuales, por otro lado el comando del libre comercio mundial pasa de EE.UU. a China y su entorno gobernada por el Partido Comunista, y el propio centro del capitalismo mundial se desplaza, mientras una facción capitalista con sede en EE.UU. y con Trump a la cabeza amuralla su economía. La vida le ha dado la razón a Lenin, no a Kautsky.

Volvamos entonces al programa que es a nuestro leal saber y entender el medio para cumplir con la última frase que compartimos del compañero Aldo Scarpa.

¿El programa sigue siendo estatizar la economía o hoy tenemos otro panorama que nos permite pensar más allá de las economías nacionales?

Que nos hace pensar que el objetivo de la izquierda hoy en el mundo es la toma del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial para cambiar su política, y que para ello disponemos de dos herramientas fundamentales: la moneda y el sistema impositivo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 16 de
Marzo de 2020.

[:]

[:es]El programa.[:]

[:es]

El programa1.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Óscar Alberto Bottinelli.El desafío: esto es lo que entre otras cosas dice Oscar Bottinelli analizando la derrota del Frente Amplio de Uruguay en las últimas elecciones:

«Entonces ¿Cómo perdió? La derrota de Mauricio Macri (Argentina) se explica en 30 segundos, sin embargo ¿cómo explica el FA su derrota? Esta derrota obliga a reflexionar y a muchos estudios, porque son muchos años los que hay que explorar.

No hemos visto al FA analizar esto, contestarse a sí mismo esta pregunta ¿Cómo es que se perdió? La explicación de “no supimos comunicar los logros” es considerar que la población es “idiota”, recibe beneficios y no los ve. Si recibe beneficios, los ve y no vota, por algo es. Hay que respetar a la gente y considerar que la gente sabe lo que hace.

Hay cuestiones que explican que gente que recibió beneficios, que vive mejor, sin embargo no votó al FA. Lo más preocupante en el FA, es que deje sin análisis la derrota y espere que la recuperación se produzca solo por errores del que está enfrente. En países donde hay partidos de derecha o de izquierda, donde esto sucedió, les va bien, vuelven a ganar pero ganan sin saber para qué y esto lleva a la desilusión de la sociedad. Si se gana y no se sabe para qué, no se le responde a la sociedad. Lo primero es un análisis de lo que se hizo y por qué pasó lo que pasó, y no reducirlo a quién puede ganar una Intendencia».

Mi comentario:

Uds. saben lo que pienso lo he desarrollado ya en cientos de notas y columnas. El programa del Frente se agotó, es necesario entender el mundo de hoy y hacia dónde va, y para ello se necesita avanzar en un programa, que tiene dos herramientas centrales: la moneda y los impuestos, y ante la pregunta:

¿Con qué medidas se avanzaría?

Creo que esta es la pregunta. Si volvemos a escuchar el discurso de Mujica en la ONU (setiembre 2013), habla de la moneda y de los impuestos, pero a la vez no avanza sobre el camino para aplicarlos, lo de él es una exhortación. He escuchado la crítica: «Mujica dice una cosa en la ONU y hace otra en el país». Cada punto de programa tiene que definirse como aplicarlo.

Lo que ha hecho el Frente en materia programática es lo que podía hacer; podía haber sido más prolijo y no cometer errores y horrores en la gestión sí. Los que critican lo realizado no definen como hacer para lo que proponen y las mayorías son planteos estatistas, que hoy no se pueden aplicar. Se pudo abrir la investigación sobre los negocios con Venezuela que poco o nada beneficiaron al Frente y si a algunos que no tienen nada de frentistas. Se pudo abrir la negociación con UPM, pero es un tema complejo y el país necesitaba la inversión, como muchas de las que se han hecho en el campo, muchas de las cuales contaminan más que la papelera.

Vencer el secretismo empresarial en el capitalismo no es un objetivo lograble en el marco nacional, es parte de la transformación en la dirección de los organismos financieros internacionales que la humanidad necesita, si la transparencia y el control sobre la gestión gubernamental, que en el Uruguay han existido, con altibajos, pero han existido y existen.

El mundo necesita que se encare el problema monetario y el impositivo. Hay dos responsables principales: el FMI y el Banco Mundial.

El programa que hoy se necesita tiene un escenario global. El Frente con lo que aplicado sobre la moneda y los impuestos, no hizo menos ricos a los ricos y ni redistribuyó riquezas, fue más justo en lo tremendamente injusto que es el sistema impositivo que se aplicó en el país y no digo que se pueda aplicar otro sin atacar con aliados a los centros que son el FMI y el BM., quedaríamos fuera del circuito financiero internacional y eso en economía es una pena casi que de muerte, por ahora y hasta que los pueblos tengan fuerzas para cambiarlo.

Porque Mujica se calló, ¿lo amedrentaron con que el país iba a quedar aislado como hicieron por ejemplo con Venezuela? No lo sé, pero ese es el camino que deben transitar las organizaciones políticas del Frente Amplio y las organizaciones sindicales con sus hermanas en el mundo.

Mujica talenteó bien en la ONU, pero no tiene cultura de Partido como la tenía Rodney Arismendi por ejemplo, y luego se llamó a silencio.

La crisis de la predominancia del modo de producción capitalista es irreversible y necesita de una respuesta programática que tiene dos herramientas centrales: la moneda y los impuestos.

Son las herramientas que no menciona en sus análisis la izquierda hoy mayoritaria en el mundo de formación stalinista que aboga por las estatizaciones, que siempre fueron una solución coyuntural para aliviar la explotación social y donde mejor se aplicaron y se aplican es en la enseñanza y en la salud. La necesaria socialización de la economía no pasa por las estatizaciones.

Es por lo tanto lógico que surja la pregunta: ¿y entonces como hacer?

En nuestro país un ejemplo ha sido la obra política, económica y social de José Batlle y Ordoñez, que correspondió a la etapa de pleno desarrollo del capitalismo en el Uruguay y en el mundo, hoy es ya otra la situación y son imperiosas las medidas a nivel ecuménico.

Como por ejemplo la toma del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial, que reorganice y democratice la economía mundial.

Insistimos esto no es el fin del capitalismo si el fin de su predominancia como ha ocurrido por ejemplo con el modo de producción anterior en la historia.

La idea de la confrontación de modos de producción por la predominancia es ajena a lo que desarrollaron Marx, Engels, Lenin, los más destacados y con aportes en una infinidad de textos, que hoy es necesario leer y estudiar, no como una expresión de fe sino para entender en qué mundo vivimos y cuáles son las herramientas para transformarlo.

Se me podría decir: estás proponiendo una utopía. No, si se conjuntan las voluntades como ayer –8 de marzo– por ejemplo se conjuntaron en las expresiones masivas por el Día Internacional de la Mujer, que expresan avances en la consciencia colectiva y abren el camino para avances programáticos.

La dificultad radica en que la izquierda en el mundo piensa en la propiedad productiva como centro de la explotación capitalista y su sustitución por el Estado, sin comprender que la gobernanza de la economía mundial ya no radica en los Estados. Y se plantea, esto si un imposible: que vuelva a los Estados.

Es partir de la democratización de la gobernanza global hoy existente, dando muerte a los paraísos fiscales, que se podrá organizar la producción de tal manera en beneficio de la humanidad que unidades más pequeñas de producción y las propias cooperativas podrán formar parte de un plan global incentivando la rentabilidad y la eficiencia.

Sin embargo la propiedad de los medios de producción y cambio, merecerá notas posteriores, particularmente por la complejidad actual en que se mueven el mundo de la tecnología y de los accesoramientos, que ya comienza a llamarse con reglas propias: «accesocracia».

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 9 de Marzo de 2020.


Nota:

1Mientras redactábamos esta columna han comenzado a llegar noticias del desplome de monedas nacionales y de las más importantes bolsas de valores. Se habla como detonante el coronavirus, pero acá más que detonante convendría escribir sobre cómo está armada la bomba, y en esto nadie puede quitar responsabilidad a los organismos rectores de la economía mundial y a su errática política.

[:]

[:es]Una columna con tres capítulos.[:]

[:es]

Una columna con tres capítulos.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Entre otras cosas porque como analiza el Ing. Juan Grompone1, parece como que los acontecimientos estuvieran pasando más rápido. Tenemos entonces EE.UU., Chile y España.

EE.UU.:

No es solo una elección presidencial, es el tomar posición de un sector de enorme importancia en el mundo sobre lo que en él está ocurriendo.

Todo indicaría que luego de un período de estancamiento del crecimiento del Producto Bruto Interno (PBI), que ahora es crecimiento con la política de cerramiento de la economía de Trump, podría darle a este la posibilidad de reelección.

Son un conjunto de contradicciones explosivas. Trump abandona un accionar económico en el mundo liderando el libre comercio por parte de EE.UU. que le dio identidad económica y acción imperial, luego de la segunda guerra mundial.

A su vez cerrando los muros, se vuelca a un neoliberalismo interno (salud, enseñanza, vivienda, condiciones de trabajo), que amenaza reabrir en el país todas las más graves heridas de la explotación capitalista. (1° de mayo, 8 de marzo… Sacco y Vanzetti).

El discurso «socialista» de Bernie Sanders va dirigido a eso, no a cuestionar el modo de producción capitalista, no hay ninguna mención al manejo monetario ni a la base filosófica del sistema impositivo si bien se pretende gravar más a esto que a los trabajadores, cuando todos sabemos que el burgués2 descarga el costo del impuesto en la propia mercancía, lo que en el caso de la economía de EE.UU. significaría menos posibilidades de competencia en el mercado mundial, y vuelta entonces al círculo vicioso.

Sin embargo un triunfo de Sanders como lo fue el de Obama en su momento significaría un enorme acontecimiento en todo el mundo, para el que la izquierda, me atrevería a decir, no tiene un programa preparado pero que la obligaría a avanzar en su concreción.

Las dos guerras mundiales llevaron el centro del capitalismo del Reino Unido a EE.UU. en la izquierda era el derrumbe de la teoría del super imperialismo de Kautsky y la demostración de la corrección de las previsiones de Lenin, de que el gobierno de la economía mundial iba a pasar en pugna a manos de los complejos empresariales multinacionales.

Hoy Trump comanda el amurallamiento de su economía y el liderazgo del libre comercio en el mundo pasa a manos de China y su entorno gobernada por el Partido Comunista.

La estrategia de Trump está clara, es de corto alcance, y luego Dios proveerá. Sanders se limita a las reivindicaciones y no tiene programa para el mundo a no ser que con su «socialismo» piense en reactivar la economía.

En la «democracia» de EE.UU. por lo general vota poca gente, pero… estos tiempos prometen que habrá una mayor participación y en ese caso no habría que descartar un triunfo inesperado para el mundo de Bernie Sanders.

La izquierda en el mundo debe prepararse para ello y nada mejor que proponer un buen programa.

Chile:

Y al final el día llegará:

Confieso, me emocioné al leer la crónica de lo ocurrido en el Festival de Viña del Mar, no con la oficial que puso el centro en hechos de violencia y atentados que tuvieron la mano de los «servicios» como suele ocurrir lamentablemente muchas veces en nuestras comarcas.

Y soñé, trasladando a lo que va a ser la humanidad el día en que todos nos dispongamos a dar vuelta la política del Fondo Monetario Internacional, y del Banco Mundial, los principales, para que la humanidad superada esta etapa comience una nueva.

Hasta ahora sabemos lo que no queremos pero difícilmente se asuma la iniciativa para poner al servicio de la humanidad lo que la creatividad ha desarrollado.

Los jóvenes chilenos han mostrado un camino y hay que atreverse a recorrerlo, no sé si lo veré, los años no pasan en vano para cada uno de los seres humanos, si seguro estoy que ese camino se recorrerá.

Viña del Mar parte final de una crónica:

«Siempre el Festival de Viña del Mar ha sido, hasta el lunes 24 de febrero de 2020, un bastión absoluto de la derecha, de la reacción, del fascismo puro. Ha sido el bastión de propaganda absoluta y sin ninguna oposición del facherío, de la burguesía. Hasta el año pasado el locutor Martín Cárcamo se atrevió a pedir democracia para Venezuela. Claro que esta vez no pidió lo mismo para Chile. El doble estándar es abismante.

Todo esto se fue al carajo este último festival. Tanto ha sido el dolor para la derecha, que el Senador y niño símbolo de la corrupción, el del raspado de olla, el talibán fundamentalista de Iván Moreira ha hecho escándalo de proporciones porque la izquierda se ha tomado el Festival de Viña. No puede entender que después de toda la campaña en contra de Mon Laferte, de llamarla a funar, de realizar campaña para que no compren entradas para ver a las tres mujeres artistas, valientes y talentosas y con olor a comunistas de ese día. Claro, la palabra cultura y rebeldía no está en el léxico de la derecha. Aun así después de toda esa propaganda del terror igual la Quinta Vergara se llenó de juventud rebelde y valiente. Habían prohibido los cánticos, las pancartas. Habían prohíbo pensar y actuar. Pero aun así los jóvenes, con su natural rebeldía y osadía igual mostraron sus carteles y cantaron a rabiar. Lo demás todos lo vieron en la televisión, no pudieron silenciar a casi 20 mil almas demostrando su rabia.

Siempre habrá un antes y un después de este día hermoso, porque ya la Quinta Vergara no es su bastión exclusivo.

Podemos decir con orgullo: Y también nosotros estuvimos ahí ese día».

Un pueblo unido jamás será vencido.

España:

El gobierno español está analizando la aplicación de la Tasa Tobin.

La noticia en si es importante, pero más importante es el debate que genera.

En Argentina por ejemplo no hablan de Tasa Tobin, pero sí de impuestos a los dueños de la producción.

Los anuncios son más efectistas que prácticos. El burgués3 siempre va a descargar los impuestos sobre la mercancía, y cuando no le sea rentable se va o se dedica a otra cosa. O propenderá a concretar golpes de Estado.

¿Entonces no es posible aplicar este tipo de impuestos?

La responsabilidad no es de los gobiernos sino de los organismos financieros internacionales (FMI., BM.), que así como imponen los ajustes fiscales a los gobiernos nacionales, deben imponer la muerte de los paraísos fiscales y que ninguna transacción con dinero sea válida sino está debidamente registrada donde la sociedad democráticamente lo determine.

España participa de una moneda única en gran parte de Europa, fue un avance del que se beneficiaron, y en particular las economías más fuertes, hay que ir al planteo de una moneda única y universal.

Para países como Argentina esto es decisivo, porque el ajuste se hace todos los días con la cotización de la moneda nacional con respecto al dólar.

Lo bueno: abre el debate.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 2 de
Marzo de 2020.


Notas:

1 Estamos leyendo su último libro «Marx hoy» en la que hace una valoración sobre Lenin con la cual discrepamos.

2, 3 Es una forma de definir más gráficamente el modo de producción predominante, aún sabiendo la carga peyorativa que la palabra «burgués» pueda hoy significar.

[:]

[:es]EE.UU. en elecciones presidenciales.[:]

[:es]

EE.UU. en elecciones presidenciales.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

2020 presidential election.No es solo una elección presidencial, es el tomar posición de un sector de enorme importancia en el mundo sobre lo que en él está ocurriendo.

Todo indicaría que luego de un período de estancamiento del crecimiento del Producto Bruto Interno, que ahora es crecimiento con la política de cerramiento de la economía de Trump, podría darle a este la posibilidad de reelección.

Son un conjunto de contradicciones explosivas. Trump abandona un accionar económico en el mundo liderando el libre comercio por parte de EE.UU. que le dio identidad económica luego de la segunda guerra mundial.

A su vez cerrando los muros, se vuelca a un liberalismo interno (salud, enseñanza, vivienda, condiciones de trabajo), que amenaza reabrir en el país todas las más graves heridas de la explotación capitalista.

El discurso «socialista» de Bernie Sanders va dirigido a eso, no a cuestionar el modo de producción capitalista, no hay ninguna mención al manejo monetario ni a la base filosófica del sistema impositivo si bien se pretende gravar más a esto que a los trabajadores, cuando todos sabemos que el burgués descarga el costo del impuesto en la propia mercancía, lo que en el caso de la economía de EE.UU. significaría menos posibilidades de competencia en el mercado mundial, y vuelta entonces al círculo vicioso.

Sin embargo un triunfo de Sanders como lo fue el de Obama en su momento significaría un enorme acontecimiento en todo el mundo, para el que la izquierda, me atrevería a decir, no tiene un programa preparado pero que la obligaría a avanzar en su concreción.

Las dos guerras mundiales llevaron el centro del capitalismo del Reino Unido a EE.UU. en la izquierda era el derrumbe de la teoría del super imperialismo de Kausky y la demostración de la corrección de las previsiones de Lenin, de que el gobierno de la economía mundial iba a pasar en pugna a manos de los complejos empresariales multinacionales.

Hoy Trump comanda el amurallamiento de su economía y el liderazgo del libre comercio en el mundo pasa a manos de China y su entorno gobernada por el Partido Comunista.

La estrategia de Trump está clara, es de corto alcance, y luego Dios proveerá. Sanders se limita a las reivindicaciones y no tiene programa para el mundo a no ser que con su «socialismo» piense en reactivar la economía.

En la «democracia» de EE.UU. por lo general vota poca gente, pero… estos tiempos prometen que habrá una mayor participación y en ese caso no habría que descartar un triunfo inesperado para el mundo de Bernie Sanders.

La izquierda en el mundo debe prepararse para ello y nada mejor que proponer un buen programa.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 29 de Febrero de 2020.

[:]

[:es]Y al fin el día llegará.[:]

[:es]

Y al fin el día llegará.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Viña del Mar. Vista.Confieso, me emocioné al leer la crónica de lo ocurrido en el Festival de Viña del Mar, no con la oficial que puso el centro en hechos de violencia y atentados que tuvieron la mano de los «servicios» como suele ocurrir lamentablemente muchas veces en nuestras comarcas.

Y soñé, trasladando a lo que va a ser la humanidad el día en que todos nos dispongamos a dar vuelta la política del Fondo Monetario Internacional, y del Banco Mundial, los principales, para que la humanidad superada esta etapa comience una nueva.

Hasta ahora sabemos lo que no queremos pero difícilmente se asuma la iniciativa para poner al servicio de la humanidad lo que la creatividad ha desarrollado.

Los jóvenes chilenos han mostrado un camino y hay que atreverse a recorrerlo, no sé si lo veré, los años no pasan en vano para cada uno de los seres humanos, si seguro estoy que ese camino se recorrerá.

Viña del Mar parte final de una crónica:

«Siempre el Festival de Viña del Mar ha sido, hasta el lunes 24 de Febrero de 2020, un bastión absoluto de la derecha, de la reacción, del fascismo puro. Ha sido el bastión de propaganda absoluta y sin ninguna oposición del facherío, de la burguesía. Hasta el año pasado el locutor Martín Cárcamo se atrevió a pedir democracia para Venezuela. Claro que esta vez no pidió lo mismo para Chile. El doble estándar es abismante.

Todo esto se fue al carajo este último festival. Tanto ha sido el dolor para la derecha, que el Senador y niño símbolo de la corrupción, el del raspado de olla, el talibán fundamentalista de Iván Moreira ha hecho escándalo de proporciones porque la izquierda se ha tomado el Festival de Viña. No puede entender que después de toda la campaña en contra de Mon Laferte, de llamarla a funar, de realizar campaña para que no compren entradas para ver a las tres mujeres artistas, valientes y talentosas y con olor a comunistas de ese día. Claro, la palabra cultura y rebeldía no está en el léxico de la derecha. Aun así después de toda esa propaganda del terror igual la Quinta Vergara se llenó de juventud rebelde y valiente. Habían prohibido los cánticos, las pancartas. Habían prohíbo pensar y actuar. Pero aun así los jóvenes, con su natural rebeldía y osadía igual mostraron sus carteles y cantaron a rabiar. Lo demás todos lo vieron en la televisión, no pudieron silenciar a casi 20 mil almas demostrando su rabia.

Siempre habrá un antes y un después de este día hermoso, porque ya la Quinta Vergara no es su bastión exclusivo.

Podemos decir con orgullo: Y también nosotros estuvimos ahí ese día».

Un pueblo unido jamás será vencido.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 28 de
Febrero de 2020.

[:]

[:es]La pregunta es…[:]

[:es]

La pregunta es…

Monedas y billetes.La pregunta es: ¿en que beneficia a la gente de un determinado país que haya una moneda diferente para la producción y otra para los salarios y la pensiones?

Necesito respuesta a esta pregunta y no porque yo no la tenga. Mi opinión es que en nada, al contrario permite como ahora en el Uruguay una grave especulación monetaria que durante el comando de Astori se trató de mitigar.

Otra aclaración breve. Sostengo que el gobierno de la economía en el mundo lo ejercen los complejos empresariales multinacionales, sus cuerpos gerenciales y de asesores, muchas veces en pugna, por ejemplo desahogando la economía con la industria de guerra. Son el gobierno real y dictatorial del mundo.

Carlos con toda lógica me pregunta, si la moneda es el dólar y es EE.UU. quien la emite, no quedamos atados a ella.

Está sí que es una buena pregunta y necesita que nos informemos como se emite el dólar y como está regulada su cantidad. El dólar lo emite una entidad privada la Reserva Federal que cada vez dependen menos del gobierno de EE.UU. y más de los organismos financieros internacionales. Lo mismo sucede con el Euro, aunque este sea emitido por el Banco Central de Europa.

Por eso es que en las últimas décadas las emisiones gigantescas de estas monedas han sido realizadas para las operaciones de equilibrio presupuestal de las grandes potencias cada vez más endeudadas.

Y recordemos que quien tiene mayor reserva en dólares es China y su entorno, y también que en países como los nuestros cada vez más endeudados (no hay ninguna fórmula posible para salir de ello) la propiedad de la producción que se exporta que es la que genera gran parte del trabajo nacional es cada vez más producto de estos complejos empresariales multinacionales, que por razones de espacio económico son los que trabajan con rentabilidad. Esa rentabilidad que cada vez le es más difícil de obtener en el mercado mundial.

Jorge Aniceto Molinari.
Viernes, 7 de Febrero de 2020.

[:]

[:es]Declaración con puntas.[:]

[:es]

Declaración con puntas.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Richard Hayden Black.Reproduzco estas declaraciones que se han difundido del senador republicano (EE.UU) Richard Black que no he podido chequear totalmente su veracidad o su desmentido1.

Que esta poderosa nación del norte ya no sea en el mundo la líder del libre comercio, si bien no se hacen sobre ello valoraciones, en lo personal entiendo es uno de los acontecimientos económicos del mundo actual que trae con ello de seguro, importantes transformaciones, y rica en pronunciamientos desde los más variados orígenes.

Richard Black, senador republicano por el estado de Virginia, Coronel retirado del ejército de EEUU y ex funcionario de la OTAN, declaró que tienen que terminarse las operaciones de cambio de régimen que ha emprendido Estados Unidos contra Venezuela y también en otros países del continente americano, y las sanciones que están provocando «sufrimientos inimaginables» a mucha gente, deben ser derogadas.

Estados Unidos ha «satanizado» la moneda venezolana, haciéndola «inservible», y luego decimos: «Miren qué mal gobierno es éste, su moneda no vale nada». Y no fueron ellos los que la hicieron inservible, sino que «nosotros hicimos que no valiera nada», argumentó Black.

«Luego, tenemos un bloqueo, de hecho, a sus exportaciones petroleras… y entonces decimos: “Pero fíjense, no pueden dar de comer a su población”. Y ¿saben qué?, no pueden dar de comer a su población porque nosotros hemos cortado toda su fuente de ingresos».

«Nosotros (EEUU) sencillamente tenemos que dejar tranquila a Venezuela. Déjenlos ser. Déjenlos ocuparse de su gobierno. Creo que eso sería mejor para el mundo entero… No es mi gobierno, y no soy yo, o algún estadounidense, quien deba determinar cómo van a ocuparse los venezolanos de sus asuntos internos», señaló Black.

Ah, pero entonces «vamos de nuevo, y nos involucramos en Bolivia», y «seleccionamos a un candidato escogido por nosotros…». «Hubiese sido mucho mejor que los bolivianos decidieran ellos mismos, su situación», declaró Black.

«El problema con toda esta desestabilización, donde se derrocan gobiernos, uno tras otro, es que se exacerban los enredos migratorios y los problemas con los carteles de las drogas. Y hace que esa desestabilización en Latino América cree las condiciones para la enorme y descontrolada migración hacia los Estados Unidos, a través de su frontera sur», señaló.

«Yo creo que si dejamos de micro gestionar la región y dejamos que su población pruebe con la forma de gobierno que ellos quieran, nosotros estaríamos mucho mejor. Creo que Latino América sería mucho más próspera y mucho más estable, y así se eliminarían muchas de las presiones qué hay sobre Estados Unidos», terminó diciendo el senador Black.

Comentarios:

Alguien me comentó: lo de Venezuela es culpa de Maduro. Otro amigo, que es reconocer hechos reales que están sucediendo y son la causa del agravamiento de la crisis en estos países.

Sin embargo en lo personal creo que tienen aún un valor mayor. Lo de Trump es un repliegue oportunista de lo que fue un sector de la oligarquía imperialista hacia un capitalismo de Estado, sin tener el aparato político propio suficiente para poder bancarlo por mucho tiempo, y sin que el Estado pueda resolver los problemas de la gente.

Tal vez el ejemplo más notorio y duradero de capitalismo de Estado, ha sido en la historia el encabezado por Stalin y la Unión Soviética, que no terminó en una tragedia aún mayor por el rol cumplido –muy cuestionado en la izquierda– de Gorbachov.

Ese capitalismo trágico en múltiples aspectos –desarrollo y represión– pudo llevarse a cabo porque nació de la revolución social más profunda que ha conocido la historia.

Se podría decir que a Lenin no le dieron las fuerzas para poder abordar el ensamble de la revolución con una realidad mundial que necesitaba un programa para ello. Las famosas 21 condiciones2 en definitiva sirvieron para dividir a la izquierda porque su programa no lograba la unidad de objetivos que era necesario.

La preocupación de Lenin reflejada en una enorme cantidad de textos era sobre sus dos principales dirigentes con gran capacidad ideológica, tanto Trotsky como Bujarin. Su principal organizador había fallecido de tifus en 1921 (Svedrov) que motivó la llegada a la dirección del aparato partidario de una figura que resultaría nefasta en la historia de la revolución como lo fue Stalin, al que intentó separar de las tareas de dirección y fue derrotado con las consecuencias ya conocidas. La opinión de Lenin permaneció oculta y se conoció 30 años después.

Esto es tan así, que la izquierda en el mundo aún hoy es incapaz de elaborar un programa que vaya más allá de la estatización de la economía o con algunos atenuantes a los que se llama erróneamente socialismo, pero que en esencia es lo mismo: el control del aparato del Estado cuando el desarrollo económico de la humanidad ya superó largamente las fronteras de los Estados como lo vaticinara Lenin en «El imperialismo fase superior del capitalismo» (1916).

Lo que está diciendo Richard Black es que aquellas personas que han hecho tareas para la derecha en el mundo, y no son guerreristas o no son criminales de guerra sienten la necesidad de una salida que hoy no se las brinda nadie.

Vamos entonces a lo que en determinado momento sostenía Marx, el programa de la izquierda deberá convertirse en el programa de toda la Humanidad.

Hoy la izquierda no está a la altura de esa necesidad y nuestra tarea es abrir el debate para que se pueda llegar a ello, pues los elementos ideológicos para poder hacerlo ya existen.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 3 de Febrero de 2020.


Notas:

1Las fuentes de información han sido varias, pero en estas cosas la seguridad solo la da el que se supone es el propio autor de las mismas.

2Las 21 condiciones eran la base programática en el mundo para constituirse en Partido Comunista y adherir a la Tercera Internacional.

[:]

[:es]Se trata de explicar.[:]

[:es]

Se trata de explicar.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Facebook. Logotipo.La tecnología se ha incorporado a nuestras vidas. En uno de esos intercambios por Facebook en que tratamos de explicar nuestros puntos de vistas, un amigo nos solicita que explicitemos más nuestros conceptos. Tal vez es lo que más necesitamos junto con la crítica «implacable» que nos ayude a un mayor desarrollo o a entender o no la validez de nuestros argumentos.

Entre las dificultades está sin duda de que partimos de preconceptos muy incorporados en la sociedad como por ejemplo el tema de las nacionalidades, muchas veces confundidos con el tema de los nacionalismos que a esta altura del desarrollo económico de la humanidad, no es otra cosa para cada nacionalismo, que intentar refundar el capitalismo en un marco más restrictivo con el agravante de que este modo de producción está llegando en el mundo a la etapa más crítica de su predominancia.

Nacionalidades y nacionalismos no son lo mismo. Nacionalidad es un signo identificatorio que se manifiesta con legítimo orgullo y que debe hacerse respetar. Nacionalismo por el contrario es el intento de edificar una construcción económica al margen de lo que la Humanidad ha venido desarrollando. La primera integra, lo segundo lleva a la discriminación.

Una vez más el rol del trabajo es insustituible. Lo promuevan las empresas, lo promueva el Estado, lo promuevan las diferentes nacionalidades; la solución que en su predominancia ha ido encontrando el capitalismo es cada vez más conflictiva por los intereses contrapuestos en juego y los ejemplos, muchos de ellos diferentes, abundan. Lo que ya no abunda es la creación de trabajo rentable para quien asuma la responsabilidad de invertir.

Agravado por querer resolver por zonas, países o regiones lo que ya son consecuencias de un problema que involucra a la Humanidad toda como es la economía y sus envolventes entornos. Ahora más que nunca es verdad lo que dice la canción española: «no hay salvación sino es con todos».

Con la moneda y los impuestos hay una historia llena de vueltas, de idas y venidas, que debemos analizar.

Estamos organizados en sociedad, es nuestra herencia. Esa sociedad está organizada en un modo de producción predominante –no único–, que es el resultado de múltiples factores, y que como los seres vivientes, nace, se desarrolla y comienza a fenecer. El modo de producción hoy predominante ha entrado en la etapa donde debe morir, la sociedad necesita que esa muerte sea en paz. Para ello la sociedad misma ha creado dos instrumentos: la moneda y los impuestos. A ellos se debe recurrir para hacer posible la necesaria transición. La defensa de la libertad humana es el gran tema. Por ejemplo, la moneda se nos impone, como se nos imponen las normas fiscales. El que haya un metro, un kilo, un litro… son algunas imposiciones que aseguran nuestra mayor libertad, ¿por qué no entonces una medida monetaria única y universal? Con el sistema impositivo pasa algo parecido. ¿Por qué tengo que pagar IVA? El 60% de la recaudación del Estado proviene de este impuesto. Sería mucha mayor libertad que los impuestos se aplicaran sobre la circulación del dinero porque ello implicaría además la muerte de los paraísos fiscales y el centro de financiación de las mayores lacras de la sociedad.

Que la dictadura ejercida por como hoy está organizada la economía pase a manos de organizaciones que democráticamente la sociedad controle y determine, va a significar un salto que permitirá invertir en las necesidades reales de toda la sociedad, y que hoy ya no se hacen porque al modo de producción predominante no le son rentables. Hablo de la educación (educar para que el trabajo sea obligatorio y lo haya en número y remuneración suficientes) salud, vivienda…

Esto no lo puede hacer ningún país por separado, pero nada impide que sea el centro de las intensas movilizaciones que hoy provoca la crisis en todo el mundo.

En 1789 fue la toma de la Bastilla, en 1917 el Palacio de Invierno, ¿por qué no en el 2020, la toma del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional para imponer la democracia en la economía del mundo?

El amigo con humildad nos pide que lo desasnemos.

No se trata de desasnar sino de explicar aspectos que por la propia imposición normal del sistema no se estudian. También es un problema a nivel universitario.

Si bien debemos ser conscientes de nuestras limitaciones, lo que conocemos a nivel universitario es de una basto desarrollo técnico en esta materia sin ir al fondo de porque es así. Recordemos que a la salida de la segunda guerra mundial el tema estuvo planteado y el economista John Maynard Keynes quedó en minoría en su propuesta de una moneda única y universal ante la imposición del dólar como moneda predominante, el capitalismo que había vivido una intensa crisis –dos guerras mundiales– se sentía con fuerzas para la postguerra, y el nuevo centro –EE.UU.– imponía sus condiciones. EE.UU. lideraba el libre comercio en el mundo. Hoy ya no es así.

Cuando –siglos atrás– se inicia la producción de mercancías ya no para el consumo del grupo sino para comercializarlo, primero nace el trueque pero luego se requiere un instrumento que permita hacer los canjes no ya entre mercancías que se necesiten por otras, que sean excedente del grupo de la familia o de la tribu. Así nacen los metales preciosos como instrumentos para facilitar el comercio, y luego la moneda, y más tarde el papel moneda. Todo esto Marx lo analiza notable en particular en los «Grundrisse».

La diferencia entre el IVA y un impuesto sobre la circulación del dinero, es que el IVA grava la mercancía, la tecnología y todo el andamiaje jurídico ha hecho que este hoy sea el principal impuesto en el mundo, pero también el más evadido y eludido y a la vez injusto. El empresario descarga los impuestos que se le puedan aplicar y que no pueda evadir o eludir en la propia mercancía, midiendo siempre la rentabilidad.

En la época de Artigas –inicios del siglo XIX– el principal lugar de recaudación para esos nacientes Estados eran las aduanas y como les birlaban a ellos esos impuestos, Artigas organiza a los corsarios –las patentes de corso– para que además de hacer la guerra cobraran impuestos en los mares a las mercancías que circulaban. Recordemos que nuestro Artigas fallece en 1850 en Paraguay, y que en 1830 se constituye la República Oriental del Uruguay, a ella llegan tributos de los corsarios hasta 1856.

Para ello Artigas recibió apoyo del Libertador Simón Bolívar y de los revolucionarios norteamericanos desde el puerto de Baltimore.

Hoy lo principal es el movimiento de capitales y las llamadas transacciones financieras, que buscan eludir los controles de los Estados a través de mil formas respaldadas por los principales gobiernos del mundo. Pero vayamos a un ejemplo concreto: en el Uruguay no es obligatorio registrar los documentos que se necesitan realizar en este tipo de transacciones, pero esos documentos –vales, pagaré, conformes, etc.– tienen en caso de incumplimientos valor ante la justicia.

La llamada ley de inclusión financiera fue en el Uruguay un avance que ahora en el marco del nuevo gobierno se proyecta derogar.

Si el mundo estableciera que ninguna transacción con dinero sea válida sino está debidamente registrada en el medio que la sociedad democráticamente determine, se daría muerte a los paraísos fiscales y podría dar nacimiento a un sistema impositivo basado no en las mercancías y la producción sino en la propia circulación del dinero por lo cual tendría mucho más carga lo meramente especulativo y se podría financiar un gran desarrollo de la sociedad.

En la nota que nos hicieron en Buscadores en Febrero del 2006, por el tema pasividades referido a Caja Bancaria explico esto con detalles. Se puede ver y escuchar está en Youtube: «Caja Bancaria en Buscadores» o se puede acceder en Internet a través de la página del Centro de Estudios Joan Bardina.

El amigo me envía un trabajo de economistas que analizan las dificultades de este tipo de impuestos pues trabarían lo que ellos llaman la inversión, a lo cual respondemos:

El análisis de los economistas sobre el impuesto a las transacciones financieras, parte de la incomprensión de que etapa estamos viviendo en el desarrollo capitalista y sometidos a que las iniciativas de la inversión son de capitalistas o son del Estado.

Y nosotros pensamos en que nos aproximamos a la etapa en que ya no pueden a ser de ninguno de los dos, y eso es lo que tratamos de explicar. El nacimiento de lo que ya está en germen, un nuevo modo de producción que supere al modo de producción capitalista, utilizando el aparato productivo al que este ha llegado, determinando el fin de su predominancia, en beneficio de una organización superior de la sociedad.

Sin duda que ello será motivo de próximas notas.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 2 de Febrero de 2020.

[:]

[:es]Propuesta.[:]

[:es]

Propuesta.

Quiero ir del siguiente planteo a la construcción de una organización política:

Jorge Aniceto Molinari.«Hay una inclinación por entender que los hechos en la historia, se pueden estudiar, analizar, llegar a conclusiones sobre posibles caminos, pero no predeterminar. El FA está predeterminado como la herramienta capaz de responder a las necesidades de la gente, pero no tiene un análisis de donde está parado y para donde va el mundo. Esto lleva a lo que ha ocurrido, al agotamiento de su desarrollo. El problema es que el país y el mundo están en una crisis, con problemas en la salud, en la educación, en la vivienda, en el trabajo, y todo eso a pesar de que haya zonas en crecimiento. Ahora se puede pensar en donde hay mejores condiciones para generar una voluntad política que lidere el cambio, pero no donde precisamente se va a producir. Por ejemplo, hace unos días me enviaban un análisis de un chileno sobre el tema de la moneda y llegaba a la conclusión de que la existencia de diferentes monedas no podía ser en beneficio de la gente. Pero luego eso no lo unía a lo demás.

El sistema impositivo. No has visto que nadie hable del tema. Las organizaciones que se proclaman en defensa del consumo no cuestionan el impuesto al valor agregado. Mañana puede surgir en el lugar menos pensado alguien que diga: los impuestos tienen que ser sobre la circulación del dinero.

O es que el discurso de Mujica en la ONU alguien lo previó. A esta altura creo que ni el mismo.

Marx decía que hay topo que se mueve por debajo, y que aparece gestando acontecimientos que marcan la historia.

El planteo de moneda única universal e impuesto a las transacciones financieras, no es para solucionar la crisis de ningún país en particular sino para dar un giro en la economía mundial. Ahora eso no quiere decir que abandonemos la lucha diaria por defender el nivel de vida de la gente”.

¿Entonces por qué no reunir a la gente que pueda estar de acuerdo con esto? Eso es lo que me propongo, y el Frente Amplio no puede ser una traba. Al contrario, puede ser un punto de encuentro en estos tiempos que vienen.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 30 de Enero de 2020.

[:]

[:es]Preocupante: coronavirus.[:]

[:es]

Preocupante: coronavirus.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Personal sanitario con mascara anticontagio. Soe Zeya Tun. Reuters, para «La Vanguardia».Parto del conocimiento de una constatación que he venido desarrollando, de que China y su entorno se van convirtiendo en el centro del libre comercio mundial y como consecuencia de ello también en proceso un nuevo centro del propio desarrollo capitalista.

Todo ello con consecuencias de alguna manera imprevisibles sobre el curso de los acontecimientos políticos y sociales próximos, para el conjunto de nuestra Humanidad.

Entre otras cosas cual va a ser el papel de EE.UU., centro en declive y a su vez amurallando su economía, convertido de su anterior rol imperialista en un centro de los servicios represivos y de la industria de la guerra en todo el mundo, con lo que ello significa de costo presupuestal hoy volcado a un endeudamiento también explosivo y a un empapelamiento que ha encendido las alarmas de los centros financieros; las monedas han perdido su equilibrio cualquiera sea el país que se mire.

No descubro la pólvora si escribo que China es un país capitalista gobernado por el Partido Comunista. Salvo que luego del golpe que encabezó Stalin contra Lenin en 1924, en el mundo se construyó la falacia de la existencia de Estados capitalistas y de Estados comunistas como si esto fuera posible, cuando lo correcto era hablar de capitalismo de Estado como efectivamente lo hacían los maestros (Marx, Engels, Lenin…).

Esto que en el Uruguay manejó magistralmente José Batlle y Ordoñez, haciendo del Estado «el escudo de los débiles», pero tratando de controlarlo como instrumento al servicio del desarrollo económico frente a la avaricia capitalista. Lo que vino después de su muerte ya es otra historia, con similitudes a la crisis en la Unión Soviética y a lo que se llamó el «socialismo real».

Entre otras cosas hoy nos parece «delirante» apuntar hacia una economía nacional a largo plazo sin tener en cuenta estas circunstancias decisivas sobre el próximo desarrollo económico. No creo que haya ningún economista que se atreva a afirmar cuales son los próximos pasos a dar. Hoy la estrategia es ordenar la casa para afrontar las consecuencias de los acontecimientos que todos vemos como previsibles atendiendo cada uno su grupo de intereses y sin propuestas para una situación cuya resolución va más allá de las fronteras. Situación ya de por sí muy conflictiva.

Es muy ilustrativa por ejemplo, la posición de la Directora Gerente del FMIKristalina Gueorguieva, con respecto a la deuda gigantesca contraída por Argentina durante el gobierno de Macri.

En Davos es un mensaje al mundo no de que van a perdonar la deuda, sino de que tienen que actuar con pies de plomo, porque como dicen en el barrio: el horno no está para bollos o como se decía antes: una sola chispa puede encender toda la pradera, sin hacer alusión a la tragedia australiana.

Es entonces en esta realidad que nos sorprende y preocupa, noticias que vienen de China, en que nos muestran su notable capacidad para construir un gran hospital en 15 días, para atender en forma especializada los casos de «coronavirus» y la falta de información sobre cómo se previenen este tipo de afecciones teniendo en cuenta el gigantesco desarrollo que en este plano puede desarrollar ya la Humanidad. Desarrollo al que no está ajeno China y tampoco Cuba.

¿A que nos referimos en concreto? A la oposición de intereses entre los seres humanos y los grandes centros mundiales de la industria del medicamento. A ellos van dirigidos los grandes capitales y sus cada vez más escasas inversiones rentables, como un lugar seguro donde aún hay una rentabilidad importante.

Que China sea o no centro de maniobras en este sentido, depende no sólo de su capacidad productiva, demostrada en infinidad de ejemplos de los que este hospital es uno más, sino de medidas políticas de profundo contenido social y de su capacidad para desarrollar una política de cara al interés de la gente.

China está en condiciones de instrumentar una historia clínica digital de cada uno de sus habitantes e incorporarla por ejemplo al documento de identificación personal respetando la reserva personal, así como con un examen de escaso costo –también voluntario– determinar en cada persona cual han sido sus enfermedades y las que está propensa a contraer. Abriendo un abanico de prevención que ya se está técnicamente en condiciones de hacer.

De esto se desprende, que siendo destacada la capacidad de construir un hospital para la atención directa de la enfermedad –decisión importante pero que no va en contra de los grandes intereses que se mueven en la industria del medicamento– lo otro que señalamos va resultando fundamental para salud en todo el mundo.

No tengo la información necesaria para saber en qué nivel está esto en el Estado chino, si puedo acceder a como está en el Uruguay por ejemplo, en que se han hecho avances aún cuando la colisión entre interés privado de las corporaciones vinculadas a la medicina y el de la sociedad, lo encontramos más a menudo de lo conveniente. Más cuando los recursos presupuestales provienen de los impuestos al consumo, los salarios y las pensiones, como lo imponen las pautas centrales de la conducta económica del modo de producción provenientes de organismos centrales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial.

Todos sabemos o deberíamos saberlo que la dependencia a estos organismos no es sólo producto del endeudamiento ante ellos sino además en lo fundamental de las líneas en las que se maneja el crédito y las distintas operaciones con dinero e instrumentos de deuda a ese nivel y de la cual dependen todos los Estados.

¿Qué es lo preocupante?: la falta de una respuesta política, que hoy la Humanidad ya está en condiciones de dar, en este caso ante un problema sanitario concreto expresada en la peligrosidad del desarrollo de enfermedades en un mundo donde la mayor parte de su población vive en condiciones de indigencia que indignan ante la capacidad ya desarrollada por el aparato productivo del planeta, para disponer de soluciones en todos los casos.

Con la rémora que significa invertir sólo en aquello que al modo de producción le resulta rentable.

Contradicción entre la economía y la política que el programa de avance de la sociedad necesita resolver con urgencia, con el drama e incertidumbres que hoy significa esta crisis no resuelta.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 27 de Enero de 2020.

[:]