LA PRESIDENCIA DEL FRENTE AMPLIO.
No comparto esta feria de nombres, y conste que tengo una inmejorable opinión de cada uno de los nombres que se han “manejado”.
No comparto tampoco de que el Frente es un acuerdo inteligente de distintos grupos. El Frente es la síntesis de la lucha que distintos sectores de la sociedad ha llevado a lo largo de años y años contra una realidad del mundo cada vez más en crisis y donde la predominancia del modo de producción capitalista necesita morir en paz. Esa lucha fructificó en un programa común que acaudilló Seregni y su grupo de excelentes seres humanos.
El problema es que ese programa que tenía como eje el desarrollo del Estado se agotó; pero no se agotó solo para el Uruguay sino para el mundo. Y no porque el Estado no deba seguir cumpliendo un rol de control, eficiencia y desarrollo de la sociedad.
Y el Frente, sus partidos deben refundarse tomando consciencia de la realidad actual del mundo en que el centro del libre comercio y del propio capitalismo tienden a desarrollarse en China y su entorno gobernada por el Partido Comunista.
Los planes económicos tienen obligatoriamente el marco de todo el planeta, y la rentabilidad necesita morir (la eutanasia del rentista de que habla Keynes), para dar paso a la eficiencia y a la gestión en beneficio de la sociedad toda.
El presidente del Frente debe ser quién sea capaz de comandar esta tarea.