[:es]100 años del Partido Comunista Chino.[:]

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(Abordando eso gris, que parece la teoría)

Transcribimos primero una nota de Sergio Rodríguez Gelfesntein que publica Resumen Latinoamericano. Luego agregamos algunos apuntes más de importancia que aporta un apreciado compañero y nuestro consabido comentario:

La nota es excelente y nuestro punto de vista diferente surge en la última frase, y sobre ella hacemos un comentario:

“Este 1° de julio se cumplen cien años de la fundación del Partido Comunista de China. Bajo su conducción, el país ha pasado de ser atrasado, pobre y excluido a convertirse en una potencia económica, tecnológica y científica en la perspectiva de transformarse en 2049, año del centenario de la fundación de la República Popular China, en un “poderoso país socialista moderno, próspero, democrático, civilizado, armonioso y bello” como lo proclamara el presidente Xi Jinping”.

La nota:

Por Sergio Rodríguez Gelfesntein,  Resumen Latinoamericano, 30 de junio de 2021.

Durante la última década del siglo XIX y primera del XX, se introdujeron en China las primeras ideas políticas provenientes de Occidente, sin embargo el pensamiento socialista tuvo una tardía aparición en el país. Parte importante de este hecho que contrasta con lo ocurrido en Europa o, incluso en el cercano Japón donde existía un partido socialista desde 1901 se debe a variadas razones, la más poderosa de las cuales era el profundo arraigo de una cultura y una filosofía milenaria propia que sirvió de freno a la “intrusión occidental”.

En este contexto, en Japón se tradujeron al chino las primeras obras marxistas que sirvieron para producir acalorados debates entre grupos de emigrantes. La primera de estas obras fue “El socialismo moderno” de Fukui Junzo, publicada en 1889 y traducida al chino en 1903. En 1906, el periódico de Sun Yat-sen en Japón publicó el “Manifiesto Comunista”, traducido por Chu Chih-hsin, uno de sus partidarios más radicales, no obstante, estas publicaciones eran escasamente divulgadas en China. Solo después de la caída de la monarquía se pudo llevar adelante una mayor distribución de publicaciones de autores marxistas, que solo alcanzó algún auge a partir de 1919.

La influencia de la revolución bolchevique en Rusia en 1917 no tardó en hacerse sentir en China. Los elementos progresistas del país comenzaron a explorar un camino de esperanza en el futuro, es así que el 4 de mayo de 1919, el Movimiento de la Nueva Cultura o del 4 de mayo, marcó un momento de gran auge en las luchas populares en el país. En 1915 cuando se había fundado en Shanghai la revista Nueva Juventud, se dio inicio a un gran debate de ideas y de sobresaliente actividad intelectual que llevó a la fundación de editoriales, asociaciones culturales, revistas y periódicos en casi todas las grandes ciudades del país, las que dieron un trascendental empuje a la lucha por la democracia y el avance de la ciencia.

Li Dazhao tomó como base la Universidad de Beijing para trabajar en el desarrollo del marxismo, por lo que es considerado el primer marxista chino. Todos estos hechos permitieron que esta doctrina, ahora con los aportes leninistas incorporados, empezara a influir en sectores de obreros, lo cual coadyuvó a que por primera vez en la historia de China, agrupaciones de trabajadores convocaran a una huelga política desde una perspectiva revolucionaria como parte del movimiento iniciado el 4 de mayo. La fusión de estos dos componentes: clase obrera e intelectuales revolucionarios que estaban siendo influidos por los recientes sucesos en Rusia comenzaron a propagar la idea de que China debería avanzar hacia el socialismo bajo las banderas del marxismo leninismo. Esta fue la base para el desarrollo de una gran labor de propaganda y organización entre los trabajadores.

En su libro “Sobre la Nueva Democracia”, Mao Zedong opinó que antes de 1919 la pequeña burguesía y la burguesía a través de los intelectuales ejercían la conducción de la revolución democrático-burguesa en China, toda vez que el proletariado no tenía la fuerza suficiente para ser un actor protagónico, consciente e independiente, pero después del 4 de mayo se produjo un cambio definitivo.

La dirección política de la revolución democrático-burguesa de China dejó de pertenecer a la burguesía y pasó a manos del proletariado, aunque la burguesía nacional continuó participando en la revolución. El proletariado chino, gracias a su propio crecimiento y a la influencia de la Revolución Rusa, se convirtió rápidamente en una fuerza política consciente e independiente. Fue el Partido Comunista de China el que lanzó la consigna de “¡Abajo el imperialismo!” y planteó un programa consecuente para toda la revolución democrático-burguesa y él fue el único partido que llevó adelante la revolución agraria.

Por supuesto, todo ello ocurrió con posterioridad, porque el Partido Comunista de China aún no había sido fundado. No obstante, en el libro antes mencionado Mao expuso la idea leninista de que la cuestión nacional había comenzado a formar parte de la revolución mundial y en esa medida, la revolución china se insertaría en tal lógica, lo cual daba una explicación desde la perspectiva china al planteamiento de Vladimir I. Lenin quien en 1920, durante el II Congreso de la Internacional Comunista, había preparado un programa sobre la cuestión nacional y colonial.

Esta creciente agitación y esfuerzo organizativo devino en una vertiginosa oleada de fundación de sindicatos y estructuras sociales de base, además de una multiplicación de cursos en escuelas de formación de cuadros de todo tipo, lo cual fue creando condiciones -a partir de la primavera de 1920- para la estructuración de un partido marxista, lo cual coincidía con las intenciones de la III Internacional que en abril de ese año envió a uno de sus cuadros a China a fin de ofrecer ayuda para la fundación del partido.

En marzo se había creado la Asociación de Estudios de la Teoría Marxista en la Universidad de Beijing y en mayo la Sociedad de Estudios del Marxismo en Shanghái. En agosto, Chen Duxiu y otros formaron la primera organización comunista de China, simultáneamente se crearon células comunistas en Shanghái, Beijing, Wuhan, Changsha, Jinan y Guangzhou, mientras se adelantaba el mismo proceso entre los emigrados chinos en Japón y Francia. Sus primeras tareas fueron la organización y el estudio del marxismo, sobre todo entre los obreros y campesinos, lo cual tuvo un efecto retroactivo en los intelectuales que habían asumido las ideas marxistas y las transmitían a los trabajadores.

Finalmente, en julio de 1921 se reunió en la clandestinidad en Shanghái el Primer Congreso del Partido Comunista de China que tuvo carácter fundacional a pesar de que solo participaron 13 delegados de los aproximadamente 50 miembros que tenía el partido en ese momento en todas las regiones del país y en Japón, mientras que el representante de los emigrados en Francia no pudo llegar. A ellos se agregaron los delegados de la Internacional Comunista, Maring y Nikolsky. Aunque se consideran fundadores del partido Li Dazhao y Chen Duxiu no estuvieron presentes. La edad promedio de los participantes en el Congreso fue de 28 años, en el que el mayor tenía 45 y el menor, 18 años de edad.

Los participantes presentaron informes de la situación de sus regiones, intercambiaron experiencias y discutieron acerca del programa del partido y un nuevo plan de acción que generaron muchos debates, pero finalmente llegaron a un consenso. El día 30 de julio, el Congreso debió cambiar de sede por la llegada al lugar de la policía francesa, por lo que el evento debió concluir en una barca en el lago Nanhu, en la provincia de Zhejiang. Allí se aprobó el Programa del Partido y se proclamó su fundación.

En los debates se manifestaron distintas tendencias, que iban desde el liquidacionismo que consideraba prematura la fundación del partido, hasta una corriente extremista que propugnaba la ruptura con el movimiento democrático nacional y la lucha inmediata por la dictadura del proletariado. No obstante, prevaleció la idea de construir el partido, realizar una intensa actividad sindical y colaborar con el gobierno de Sun Yat-sen. Así mismo, se discutieron y aprobaron los estatutos, subrayando que a pesar de las diferencias era necesario mantener la unidad de la nueva organización.

Los estatutos establecían que el objetivo del partido era derrocar a la burguesía a partir del papel protagónico de los trabajadores para establecer un Estado de todo el pueblo, eliminar las diferencias de clases hasta su total supresión. Se adoptó como método de organización el centralismo democrático y una férrea disciplina. Se eligió la primera dirección en la que Chen Duxiu fue designado como Secretario, Li Da encargado del trabajo de propaganda y Zhang Guotao como encargado de Organización.

La introducción del marxismo-leninismo y la fundación del Partido Comunista de China significaron un momento trascendente en la milenaria historia de este país que vivía rezagado de la dinámica mundial, pero que contaba con una gran tradición cultural y un extraordinario arraigo histórico que iban a ser transformados a partir de una idea introducida desde Occidente. Ese era el reto que estaba asumiendo ese pequeño grupo de 50 militantes que se proponían desarrollar el país a partir del marxismo y la comprensión de sus particularidades. Ante todo, en ese momento se debía emprender el camino de la independencia nacional y la liberación del pueblo para mejorar sus condiciones de vida y materializar el bienestar como objetivo supremo.

Este 1° de julio se cumplen cien años de la fundación del Partido Comunista de China. Bajo su conducción, el país ha pasado de ser atrasado, pobre y excluido a convertirse en una potencia económica, tecnológica y científica en la perspectiva de transformarse en 2049, año del centenario de la fundación de la República Popular China, en un “poderoso país socialista moderno, próspero, democrático, civilizado, armonioso y bello” como lo proclamara el presidente Xi Jinping.

Hasta aquí la nota en Resumen Latinoamericano.

Nuestro comentario:

La idea “nacional” de que un país consigue un equilibrio “socialista nacional”, es errónea y no condice con las enseñanzas que en ese sentido realizaron los maestros. China es hoy gobernada por el Partido Comunista un centro en desarrollo del capitalismo y del libre comercio mundial, y su suerte está ligada a la propia suerte de la economía del mundo, en la que se necesita se planifique democráticamente la muerte en paz de la predominancia del capitalismo en el mundo.

Hemos señalado que las herramientas para encarar esa tarea son la moneda y los impuestos, justamente el punto crucial hoy en el mundo, en que una emisión monetaria gigantesca de dólares, libras y euros, sin ningún respaldo, condicionan todo el futuro económico y a la vez cae por su peso la necesidad de un sistema impositivo basado en la circulación del dinero, haciendo inválida toda operación que no esté debidamente registrada donde la sociedad democráticamente lo determina, dando muerte a los paraísos fiscales y a los sistema impositivos basados en el consumo, los salarios y las pensiones.

Ahora un comentario crítico:

Jorge, ciertamente yo comparto tu propuesta sobre la cuestión fiscal…. ahora, tú dices “China es hoy gobernada por el Partido Comunista, China es un centro en desarrollo del capitalismo y del libre comercio mundial, y su suerte está ligada a la propia suerte de la economía del mundo, en la que se necesita se planifique democráticamente la muerte en paz de la predominancia del capitalismo en el mundo., y su suerte está ligada a la propia suerte de la economía del mundo, en la que se necesita se planifique democráticamente la muerte en paz de la predominancia del capitalismo en el mundo.” Supongo que entre ambas premisas, a riesgo de convertirnos más que en metafísicos en fanáticos de la magia, no establecés una relación causal. Porque … ¿Cuál sería el incentivo, la motivación, para que el Partidosellamecomosellame -además asegurando bajísimos impuestos a todas las corporaciones y cero conflicto con los sindicatos oficiales aunque hay mucha huelga “salvaje” o ilegal en China según múltiples testimonios – que es gobierno de A “China es hoy gobernada por el Partido Comunista un centro en desarrollo del capitalismo y del libre comercio mundial” … opere en dirección de B “se necesita se planifique democráticamente la muerte en paz de la predominancia del capitalismo en el mundo”???? Cuando justamente prospera por A, NO por B y, evidentemente por efluvios misteriosos los intereses de la clase obrera china o sus innovadores no pesan en esa elite dirigente del capitalismo chino. Capitalismo NO neoliberal claro que es el capitalismo chino. Cobrador de impuestos bajos, salarios todavía bastante bajos en comparación con los países centrales de Occidente también. Digamos que entramos en un mundo donde los mercados desregulados tienen más problemas … pero no sólo se refugia el dinero excedente y creado por las prosperas y salvajes economías ilegales en paraísos fiscales sino también allí donde pagan menos impuestos. Y en China comparado, nomás, con Estados Unidos son muy bajos.

Mi comentario de respuesta:

Apreciado compañero, tu crítica es de una enorme importancia, porque va al centro de la comprensión de la problemática actual de la economía del mundo.

El Partido comunista chino, tiene un programa nacional, y su política es nacional, ¿podría tener una política internacional? Si, debería tenerla y ese es su déficit en la actualidad pues se suma al atraso que existe en el mundo para diseñar una política y un programa en defensa de la gente. No tener una política internacional hace que en lo inmediato su objetivo en ese plano no marque diferencias para en lo inmediato desarrollar el espacio de la zona de libre comercio que el capitalismo siente como imprescindible para mantener su desarrollo.

¿Pero los comunistas que pensamos luego de? Porque nadie pode negar en su sano juicio que de esta emisión gigantesca de dólares, libras, euros, sin respaldo ninguno, la economía del mundo va a necesitar de parámetros que la bajen a tierra.

Este impuesto que ahora se aprueba en las sociedades llamadas desarrolladas en este marco de emisión y sin afectar los paraísos fiscales, es un desahogo que va a tener dos respuestas. Una diciendo que por ese camino se debe ir, sin analizar lo que esconde, como hacen sectores de izquierda en Europa que no denuncian las emisiones. Y por otra la de ir a fondo con los paraísos fiscales, que es el tema que deben abordar los comunistas en el mundo imponiendo un programa que debería tener como centro el impuesto aplicado sobre la circulación del dinero haciendo invalido todo movimiento que no esté debidamente registrado donde la sociedad democráticamente lo determine, junto con imponer que la economía debe tener una sola medida única y universal.

Ahora, entonces, ¿hubiera podido hacer el partido comunista chino una política de desarrollo nacional distinta a la que en medio de grandes debates han venido haciendo?

Lenin en 1917, envió a Londres al mejor estudiante de su generación para que se desarrollara con el mayor nivel científico de la época, ese estudiante nacido en 1899, era Pyotr Kapitsa, que vuelto a la Unión Soviética durante la guerra se constituyó en el padre de la física nuclear rusa. De él dijo Albert Einstein cuando le preguntaron si la Unión Soviética tenía la posibilidad de energía atómica, que el hombre que no puede hacer una manzana en un laboratorio, puede tener energía atómica a través de los conocimientos y ellos tienen a Kapitsa, profundamente leninista, antistalinista, estuvo varias veces a punto de ser fusilado por los stalinistas, pero Stalin sabía lo que valía y en un acto de auto conservación preservó su vida. A que voy con esto en que Lenin siempre buscó la conexión con los conocimientos en el resto del mundo.

China concentra hoy parte de lo mejor del mundo en materia de desarrollo científico, que hasta la historia actual de la humanidad ha venido con el desarrollo capitalista.

Eso no nos exonera de la necesidad de que ante la crisis que se avecina tengamos el programa necesario para afrontarla, los partidos comunistas y la izquierda hoy en el mundo no lo tienen, porque hasta ahora han visto la economía a través de los Estados y han soñado el socialismo como un socialismo nacional.

¿Surgirá la dirección capaz de comandar el cambio? Soy optimista, la vida lo dirá, aunque en lo personal pueda no alcanzarme para verlo.

 

Salud!!!, a los 100 años del Partido Comunista Chino.

Jorge Aniceto Molinari

Enlace del artículo original en castellano:

https://www.uypress.net/Columnas/Jorge-Aniceto-Molinari-uc113771

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