[:es]DOS DISCURSOS PARA ANALIZAR, y una reflexión sobre el 8 de marzo.[:]

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DOS DISCURSOS PARA ANALIZAR, y una reflexión sobre el 8 de marzo.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El 1° de marzo en Argentina el Dr. Alberto Fernández y el 2 de marzo en Uruguay el Dr. Luis Lacalle Pou Presidentes de ambos países hicieron un balance de su gestión ante sus respectivos Congresos.

Los dos trataron de dar una respuesta en lo inmediato a la crisis interna con que los desafía la economía mundial. Provienen de vertientes ideológicas diferentes, tienen mucho en común, también provienen de herencias diferentes.

Uruguay del Frente Amplio aprovechó la coyuntura para que la pobreza retrocediera ostensiblemente y la sociedad progresara en índices como salud, educación, salarios, viviendas aún cuando no logró doblegar la tendencia general del capitalismo al empobrecimiento de la gente, y mismo en el país las inversiones de los más ricos siguieron amasando fortunas, además los impuestos importantes siempre fueron sobre el consumo, los salarios y las pensiones.

En Argentina, luego de un gobierno que atendió necesidades de la gente, vino el gobierno de Macri, y todos los índices que mejoraran volvieron a retroceder y la rapiña con el FMI fue irracional, el propio fondo lo está analizando.

Hay que agregar además que durante decenas y decenas de años en Argentina ningún gobierno electo en las urnas podía completar su mandato, y fue después de la crisis del 2001 que las fuerzas armadas se replegaron a sus cuarteles y gobiernos primero peronistas (los Kirchner) y luego el propio Macri pudieron completar sus mandatos.

Sin embargo el rol de control del aparato del Estado para los intereses de los sectores más regresivos de la sociedad pasó de las fuerzas armadas al poder judicial que sustituyó a estas en sus tareas de defensa de los intereses de la oligarquía.

Tal vez sería necesario analizar como EE.UU. no solo ha ido perdiendo su rol imperialista imponiendo gobiernos en todo el continente sino que en el seno de las propias fuerzas armadas, la principal fuerza de choque del otrora imperialismo, frente a lo que fueron importantes corrientes nacionalistas antes reprimidas a sangre y fuego, ahora deben convivir con una realidad diferente.

Podría señalarse que en todos estos gobiernos ha habido irregularidades –corrupción- es cierto y es un capítulo importante en la lucha por imponer las reivindicaciones populares. Alguien intentó explicármelo: están los que roban y dejan vivir a la gente y están los que roban y la matan de hambre.

El problema es que el capitalismo salvo en su centro (China y su entorno) no crece, por el contrario su crisis se agudiza.

Es en este marco que los Presidentes debieron desarrollar en sus discursos sobre cuál es su estrategia.

Los dos parten de ignorar el carácter de la crisis mundial, Fernández aspira a una pacificación –la derecha trata de cerrarle las puertas-, para con el aval del FMI, dar un respiro que permita a Argentina recuperarse, volcándose a un desarrollo interno con aspiración industrial. Se la califica como el granero del mundo, y su dependencia del precio de los commoditis siempre apunta al equilibrio interno.

Lacalle que partió de una base distinta, en salud, en educación, en trabajo, en vivienda, y aspira a que saneando la administración del Estado los sectores a los que responde continuén sin sobresaltos su vinculación con el mercado mundial, para ello el Frente Amplio les ha dicho “endéudense, es lo que ocurre hoy en el mundo”, el problema para él es que a esta prédica se han sumando sus socios de la coalición de gobierno.

La receta aplicada parece ser la misma: “Dios proveerá”.-

La estrategia del Presidente de Uruguay sigue siendo la misma, marcar un ajuste regresivo, medir y luego retroceder, hasta ahora con elegancia.

Los dos usufructúan de una larga siesta ideológica de nuestras izquierdas que aún no han salido del estatismo y no atinan a entender que está pasando en el mundo.

La reflexión:

SI CON EL PUÑO EN ALTO: SALUD COMPAÑERAS:

El patriarcado no nació con el capitalismo, nació con la lucha de clases cuando se empezaron a diferenciar tareas, ¿debió ser necesariamente así?, es un debate que aún está abierto y que vemos como se viene desarrollando en cada una de las actividades de nuestras vidas.

Con la necesaria sepultura del concepto de rentabilidad, seguramente la relación humana será distinta, pero el concepto de patriarcado obliga a una lucha especial como la que hoy se está dando.

Ahora no son independientes una va de la mano de la otra. Cuando se discuten los derechos, los salarios por ejemplo, el empresario tiene en cuenta no lo justo sino lo rentable; y lo mismo sucede a nivel de Estado- también empresa- con un agravante que es de donde provienen sus recursos, hoy en el impuesto al consumo, los salarios y las pensiones.

Eh aquí lo valioso de la llamada lucha feminista, porque no es lo mismo para en las condiciones de la lucha de clases partir de la igualdad de derechos, que la situación anterior donde se partía de la desigualdad como una realidad. Sin embargo es necesario que se sume en la lucha por las reivindicaciones de todos. Lo que no se puede hacer sin discutir los sistemas impositivos y la moneda.

Este 8 de marzo nos encuentra en medio de una pandemia, pero sabiendo que se ha avanzado en derechos en todo el mundo y a la vez entramos en una fase crítica de la cual sin programa la humanidad no podrá salir, lo cual es un desafío para el propio movimiento feminista y su integración a la lucha por liberación social de la cual han sido siempre tal vez su más importante sostén.

Compañeras salud!!!!!!!!

Jorge Aniceto Molinari.

Montevideo, 8 de marzo de 2021.

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