Esto de las vacunas ha puesto en discusión todo.
Esto de las vacunas ha puesto en discusión todo. Aparecen los extremos: capitalismo si, capitalismo no, comunismo si, comunismo no.
Creo que no estamos analizando lo suficiente sobre lo que está pasando en el mundo.
La revolución rusa, como antes la revolución francesa fue una respuesta de la sociedad a una tremenda crisis que ahogaba a las generaciones de trabajadores de esa época, llevados además a los crímenes de la guerra.
Pero ellas de por si no podían de inmediato ir a una construcción nueva de sociedad, y porque además los sistemas de producción nacen, se desarrollan y comienzan a desaparecer en distintas etapas y lo nuevo necesita desarrollarse.
La revolución rusa, Batlle y Ordoñez es uno de los que mejor la define a la muerte de Lenin. Como la revolución francesa conoció en medio de enormes conquistas un retroceso en la conducción política que llevó al poder a quienes creían que a través del Estado –siendo propietario este de todo- podían construir una nueva sociedad procediendo además a perseguir y eliminar a los revolucionarios del 17. No se puede negar el valor para el progreso de la sociedad, del Estado, pero cuando pasa a ser para un sector de la sociedad el único instrumento de avance en medio de sus privilegios se convierte en una rémora.
Ahora la revolución como nunca antes mostró el poder ideológico de la clase obrera, y a partir de allí los avances han sido permanentes, y la propia vida ha hecho que se volviera a las ideas de los maestros, Marx, Engels, Lenin.
Tanto es así que hoy el centro del capitalismo y del libre comercio comienzan a ser comandados por China y su entorno, gobernada por el Partido Comunista.
Por eso no es nada extraño avances en el mundo de la ciencia, en Cuba, en Rusia, en China, como tampoco en los anteriores centros del capitalismo: EE.UU., Reino Unido… cuando en todo el mundo los intereses comerciales entran en una gran crisis.
Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 20 de febrero de 2021.