[:es]¿Por qué a la centroizquierda no le preocupa el imperialismo?, por Gabriel Delacoste.[:]

[:es]

La noción de imperialismo: vigencia y debates.

Lunes, 3 de septiembre de 2018 | Escribe: Gabriel Delacoste en Dínamo

El concepto de imperialismo es central para los principios, valores y definiciones de la izquierda. Movimientos y partidos de izquierda en distintas partes del mundo, entre ellos el Frente Amplio, se definen como «antiimperialistas». ¿Cuál es la vigencia y pertinencia de esta definición? ¿Qué aspectos del concepto se mantienen y cuáles han cambiado en las últimas décadas? Esta será la discusión de Dínamo este mes.


¿Por qué a la centroizquierda no le preocupa el imperialismo?

La palabra «imperialismo» no suele generar reacciones muy fuertes, aunque sí muy predecibles. En el mejor de los casos, es ignorada como un saludo a la bandera, y las más de las veces es recibida como una muestra de ingenuidad, de vejez o de dogmatismo. Se asume que el uso de esa palabra es solamente una muestra de adhesión tribal. Decir «competitividad» es científico, riguroso, responsable; decir «imperialismo» es ideológico, sesentista, panfletario.

Esta observación puede sonar increíble para los que sostienen que existe una hegemonía cultural de izquierda, pero lo cierto es que en las discusiones sobre el imperialismo, tanto en la izquierda como en las ciencias sociales, en la medida en que las hay, se suelen escuchar frases que parecen citas textuales del «manual del perfecto idiota latinoamericano». La globalización y el capitalismo son tomados como dados para, por lo menos, la mayoría de la centroizquierda.

En esta columna quisiera proponer la idea de que la izquierda, y de hecho también los diferentes «centros» (liberales y progresistas, y los que se dicen socialdemócratas), deberían dudar de la ridiculización noventosa de palabras (y conceptos) como «imperialismo» y empezar a plantearse seriamente preguntas sobre el rol de las potencias y del capital transnacional en la región como problema político de primer orden.

Si uno se pone a pensar, es verdaderamente insólito que estas discusiones ya no ocurran, después de las guerras de Irak, Libia y Siria, después de los drones del ex presidente estadounidense Barack Obama, después de que la «troika» aplastó a Grecia como a una cucaracha por intentar moderar el ajuste, después de que se destapó que el gobierno de Estados Unidos tiene acceso a todas las comunicaciones de todas las personas del mundo por intermedio de las multinacionales estadounidenses de la información. Más aun si pensamos en la forma en que las potencias y las multinacionales exigen tratados de libre comercio y de inversiones en los que las controversias se definen en tribunales fuera de la soberanía de los países y que imponen reglas de propiedad intelectual que solidifican las brechas tecnológicas. O si tenemos en cuenta que las grandes empresas se hacen crear zonas francas alrededor de sus perímetros y exigen que el Estado cree legislación e infraestructuras «ad hoc» para recibirlas. O si nos preocupa mínimamente la destrucción medioambiental a escala mundial, consecuencia, en buena medida, de la industria petrolera (a la que corremos el riesgo de subordinarnos si tienen éxito las prospecciones en nuestro territorio) y los ejércitos que la apoyan.

También si estudiamos la formación de las tecnocracias, la circulación de los intelectuales, el financiamiento de los «think-tanks» por parte de las potencias. Y también el ascenso de las ultraderechas, así como las redes transnacionales que lo sustentan, que tienen como centro a Estados Unidos. Basta pensar en las iglesias llamadas neopentecostales o en redes como la Red Atlas. El dominio de las potencias sobre la ciencia, la tecnología y la cultura de masas y las redes sociales es un fenómeno muy real, y basta detenerse a pensar unos minutos para darse cuenta de la gravedad que esto puede tener si se desea hacer cosas que no estén siempre alineadas con las potencias y el capital transnacional.

Sobre todo si tenemos en cuenta las intensas y permanentes intervenciones de Estados Unidos en esta región, abiertamente y en secreto (comprobadas cada vez que se desclasifican documentos), económica y políticamente, con presiones y con violencia, pero siempre a favor de los intereses de las clases dominantes, de la apertura de la economía y contra la izquierda, apoyando dictaduras cuando le son útiles y a la democracia cuando ya no, o cuando le sirve de excusa para intervenir.

Esto que estoy diciendo fue dicho miles de veces, y seguramente, si algún centrista sigue leyendo, a esta altura ya está perdiendo la paciencia con este desfile de obviedades. Pero si es tan obvio, ¿por qué la discusión sobre estos asuntos sigue recibiendo impaciencia y ridículo? Que estas reacciones provengan de la derecha es comprensible, pero no debería serlo que lleguen desde los que no están lejos de ser compañeros de la izquierda y que quizá alguna vez aspirarían a cobrarles algún impuesto a las grandes inversiones, a lograr algún grado de desarrollo tecnológico o a tener algún grado de autonomía política. Es decir, incluso un programa democrático y desarrollista de mínima debería preocuparse un poco más por la cuestión imperial, como bien lo hicieron muchos desarrollistas y los dependentistas (permítaseme decirlo) de los años 60, sobre quienes cayeron, primero, la censura y la represión, y luego, la ridiculización por parte de libros como el «perfecto idiota» y sus repetidores (no es un dato menor el hecho de que Mario Vargas Llosa, prologuista de ese libro, forme parte de la Sociedad de Mont Pelerin, principal agrupamiento del neoliberalismo global, estudiado por el historiador de las ideas estadounidense Philip Mirowsky).

Remarco que se trata de una ridiculización y de ataques, y no de argumentaciones. A veces pareciera que decir «te quedaste en los 60» fuera suficiente para cerrar una discusión sin tomarse el trabajo ni de pensar si efectivamente quien menciona al imperialismo está pensando como algún autor de los 60, ni de cuestionarse si no habrá algunas cosas que ocurrían en los 60 (o en los 50, o en el siglo XIX) que siguen ocurriendo.

Este tipo de no-discusiones tiene un claro aire de época. Emana de un sentido común que se formó entre los 80 y los 90, acompañando el triunfo de Estados Unidos (y del capital) en la Guerra Fría. En esos años, se desplegó una narración liberal-conservadora, liderada por autores como Samuel Huntington (que por cierto, trabajó para el National Security Council de Estados Unidos), según la cual lo que había ocurrido era una «ola de democratización», al mismo tiempo que desplegó otra narración, neoliberal, según la cual estaba sucediendo un proceso de globalización que no sólo era positivo, sino que además era inevitable.

Claro que mientras sucedía esto las izquierdas eran derrotadas en toda regla, en buena medida por sus propios errores, pero también por acertadas estrategias capitalistas e imperiales. Se recuerda mucho la caída del muro de Berlín, especialmente entre quienes después se convertirían en arrepentidos profesionales, pero no tanto que, más o menos en los mismos años, se estaban quebrando también la socialdemocracia europea (piénsese en la «vuelta en U» de François Mitterrand en Francia, en los pactos de Felipe González con la «casta» en España, en la «tercera vía» de Tony Blair en Inglaterra) y el Movimiento de los No Alineados (en manos de la «crisis de la deuda», comandada por actores imperiales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial). Mientras tanto, aquí operaban para la transición democrático-neoliberal «centristas» como Julio María Sanguinetti y Enrique Iglesias, asiduos participantes del Diálogo Interamericano, gran espacio de intercambio entre élites latinoamericanas y estadounidenses, documentado ampliamente por la investigadora uruguayo-mexicana Beatriz Stolowicz.

El neoliberalismo se hizo entonces tan hegemónico que buena parte de los que hasta entonces fueron de izquierda (ex comunistas, ex socialdemócratas, ex desarrollistas) adoptaron como propia, primero como concesiones pragmáticas y luego como convencimientos ideológicos, buena parte de los postulados neoliberales (recordemos que, como dice David Harvey, «neoliberalismo» es una forma de llamar a la ofensiva imperial-capitalista que se inicia en la década de 1970).

Cabría preguntarse si estos anti-antiimperialistas de centro niegan la existencia del imperialismo, o si sostienen que el imperialismo existió pero no existe más, o si existe pero no es relevante para analizar la política a nuestra escala, o si importa pero no puede ser derrotado. O, quizá, que muchos de los desarrollos que mencioné antes en realidad son positivos porque implican una mayor eficiencia y posibilidades de crecimiento económico. A veces, estas ideas se confunden, y sería bueno que se aclararan, para que esta discusión pudiera encararse con menos eslóganes y más seriedad.

Si el imperialismo fuera un problema, habría que pensar en soluciones. Habría que pensar en cómo la idea de «competitividad» subordina a los países al capital, habría que buscar la forma de crear coaliciones sur-sur, habría que evaluar la posibilidad de deshacer los compromisos asumidos que nos atan a un sistema que beneficia a otros, y de no asumir nuevos. Habría que pensar en qué medida la integración regional podría ayudar a superar los límites que impone el tamaño de nuestra economía (lo que implicaría revisar por qué viene fracasando), en la posibilidad de acciones políticas (y sindicales) transnacionales que permitieran enfrentar al capital y a las potencias en escalas que superen la nacional, o en la posibilidad de firmar tratados en los que los países se comprometan a no hacer «dumping» social o impositivo en la competencia. O quizá saquemos la conclusión de que el Estado contemporáneo está tan atado al capitalismo global que hay que darlo por perdido y pasar a otro tipo de estrategias de resistencia y construcción. O que, al contrario, es posible recuperar la soberanía, ya que si el régimen capitalista global fue en buena medida creado por los estados, son estos los que tienen que deshacerlo, como dicen los investigadores canadienses Leo Panitch y Sam Gindin. En todo caso, son discusiones que es necesario tener.

Necesitamos entender que nuestras «estrategias de desarrollo», que no piensan políticamente los problemas y toman al capital sólo como un factor de producción y a las potencias sólo como mercados a acceder, son activamente contraproducentes para resolver estos problemas, y que sus soluciones «pragmáticas» hipotecan el futuro de nuestra economía, nuestra democracia y nuestro medioambiente. Si los anti-antiimperialistas dicen que echarle la culpa de todo al imperio es no hacerse cargo, habría que preguntarles a ellos en qué medida se están haciendo cargo de los problemas aquí planteados.

Para dar esta discusión existe una abundante literatura, producida en buena medida en algunas de las universidades más prestigiosas del mundo (hablando de imperialismo, ubicadas mayormente en el norte). Aquí mencionamos algunos de sus autores: Philip Mirowsky, David Harvey, Leo Panitch, Sam Gindin y Beatriz Stolowicz tendrían que ser mucho más discutidos, junto con Michael Hardt, Antonio Negri, Giovanni Arrighi y otros.

Los aparentes cambios de orientación de Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump, la crisis de las «economías emergentes» en Argentina y Turquía, el «apartheid» global que levanta muros entre las razas y los continentes, el ascenso de China, la conciliación de autoritarismos capitalistas en países como India o Brasil, la corrupción generalizada de las clases políticas (y de los empresarios que las corrompen), las revoluciones tecnológicas en manos de gigantes no especialmente benévolos como Google, Facebook y Bayer-Monsanto, y el desafío global de la crisis ambiental, nos presentan problemas urgentes, en los que el poder de las potencias capitalistas y del capital es ciertamente parte del problema y no de la solución.

Estos problemas tenemos que enfrentarlos con inteligencia y creatividad, mirando la información con la que contamos y consultando la historia, y no basándonos en dogmas ideológicos de hace 30 años (lo siento, centristas, ahora les toca a ustedes ponerse viejos) según los cuales el mundo avanza tranquilamente hacia una era de democracia de mercado o, si esta está en peligro, no es por la brutal desigualdad y la forma en que esta destruye la democracia, sino por malvados e irresponsables «populistas». La construcción de lo que enfrente esta situación está en pleno desarrollo, y cuanto antes dejemos de reproducir ideas que sirven a otros, antes vamos a poder pensar con nuestras propias cabezas.

Gabriel Delacoste es licenciado en Ciencia Política.

Enlace del artículo original en castellano:

https://ladiaria.com.uy/articulo/2018/9/por-que-a-la-centroizquierda-no-le-preocupa-el-imperialismo/

[:]

[:es]Facebook.[:]

[:es]

Facebook.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Facebook es una técnica atrapante, desnuda todo el pensamiento humano, desde el más bajo y ruin al más altruista, pero así somos y lo bueno es debatir.

El comunismo es uno de los temas más envolventes por aquello de que es un fantasma que sigue recurriendo el mundo.

Hay una publicación digital en facebook que se auto denomina Debate Batllista que dice esto que reproducimos y que motiva un intercambio del cual podemos sacar enseñanzas.


Debate batllista.

El dilema existencial del comunismo…

El Comunismo en su modelo que a nivel mundial prácticamente no existe. Sólo quedan algunos bastiones y nada más… aquellos países que lo padecieron sucumbieron en la miseria y en la pobreza absoluta padeciendo sus pueblos auténticas penurias…, pero el Comunismo es alrededor del Mundo con sus colectividades una extraña mezcla de personas que poco bueno le han brindado a la Sociedad que componen y que además están impregnados de «odios y resentimientos» hacia el prójimo, a veces poco explicables racionalmente, teniendo características muy peculiares, entre otras por ejemplo:


Sueñan, ambicionan y anhelan con repartir la riqueza… pero la ajena, no la propia. Jamás han dado un ejemplo propio de reparto de su propia riqueza por más pequeña que sea en pos de ayudar al otro y por más difíciles que sean las circunstancias que este tenga…

Siempre se sienten perseguidos y se victimizan, cuando en realidad imparten siempre «soberbia y prepotencia» cuando hablan y se refieren a los demás…

Siempre sus Derechos para ellos están por encima del resto, sino ya dicen ser discriminados… quedando claro que para los comunistas nunca sus Derechos terminan cuando empiezan el del otro…

Se creen los dueños de la «razón» por más que la verdad y la realidad demuestren lo contrario. A tal punto que usan el agravio, la mentira y el insulto para desvirtuar al prójimo mezclando muchas veces temas que no vienen al caso…

Odian a aquel que usa a la «verdad» con argumentos valederos cuando se debate una idea…

Odian a las dictaduras militares de Derecha pero idolatran y veneran a los dictadores militares de Izquierda que han hecho pasar penurias y angustias a sus Pueblos, como por ejemplo a Castro en Cuba, Chávez en Venezuela, etc…

Tienen un concepto distinto de democracia al resto de la Sociedad, dicen que existe la democracia unipartidaria cosa que va en contra del auténtico concepto de ésta o por ejemplo en Venezuela que según para ellos hay democracia pero con «presos políticos» que fueron detenidos por el solo hecho de pensar distinto y con ello bastó para encarcelarlos, cuando el verdadero concepto de democracia es otro muy distinto, lo que hay es una anarquía a lo cual los Comunistas gustan de esta palabra…

No aceptan muchas veces críticas ni opiniones de aquellos que piensan distinto a ellos, pero si ellos pueden criticar y opinar de los demás libremente si nos oponemos a que lo hagan nos argumentan que violamos la «Libertad de Expresión y Pensamiento»…

Tienen en su estigma una ambición desmedida por el «Poder»…

Dicen a los suyos odiar al «Capitalismo», pero viven, andan, y disfrutan de un bienestar como «Capitalistas»…

Muestran poca empatía por aquellos que están pasando por momentos difíciles y cuando aquellos que ya no los acompañan con sus propósitos son rechazados y dejados de lado…

Para los comunistas, hay ciertas «Libertades» que les molestan…

Viven atados y ligados al pasado en forma constante no permitiéndoles ver el presente tal cual es y menos proyectarse al futuro…

Usted votaría a un comunista de presidente… Yo no, y las razones para ello ya las nombré.

Gracias.


Buen descanso para todos…

Jorge Aniceto Molinari: Marx analizó el capitalismo como un modo de producción que iba a llegar a todo el planeta, que como los modos de producción anteriores, nacía, se desarrollaba y luego declinaba que es lo que hoy está sucediendo, pero jamás propuso un sistema competitivo con el capitalismo sino defender al pueblo de sus consecuencias para preparar la transición futura a un sistema superior. Tanto es así que hoy el centro del capitalismo está pasando a ser China que está gobernada por el Partido Comunista. El problema es que la mayoría de los que hoy se dicen comunistas nunca han leído y estudiado a los maestros y se manejan por las idioteces que hoy dice la derecha.

Guillermo: Idioteces que le escuché en innumerables ocasiones a Rodney Arismendi, que por supuesto de esto algo sabía y conscientemente nos engañaba a todos. Evidentemente no había leído ni analizado a Marx, por favor Molinari no culpes a la derecha de culpas del PC.

Jorge Aniceto Molinari: Querido Guillermo, deberías hacer un exámen de tu vida, para valorar lo que has aprendido y de lo que nos queda por aprender. Cuando se dicen cosas de Marx que son falsas, y las dice la derecha y la izquierda, las marco y tú me hablas de culpas pero una vez más omites analizarlas. Lo que repite Ramón de Marx es falso y no es él el culpable cuando tipos como vos que siguieron a Arismendi en su momento, reparten culpas.

Guillermo: Para recordar lo que Arismendi y otros nos decían de Marx no necesito examinar mi vida y menos toda mi vida. Tanto la derecha como la izquierda me han mentido, cosa que hoy en día no me sorprende, pero lo que más me pesa es haberlas creído en su momento. ¿Cómo puedo analizar algo que en el fondo es mentira y además me interesa muy poco?

Jorge Aniceto Molinari: Es importante, pero casi seguro que no me expresé bien. En el Uruguay quienes mejor conocieron el pensamiento de Marx, fueron José Batlle y Ordoñez y Carlos Quijano. Batlle además tuvo posibilidad de aplicarlo y lo aplicó, pero como Marx nunca se dijo «marxista» y tipos como vos que se dijeron marxistas nunca estudiaron a Marx se manejaron por sus supuestos mentores. No es nuevo esto. Los cristianos pocas veces tienen que ver con Cristo.

Guillermo: Y lo que pasó pasó, me alegro que Marx no sea Marxista, Lenín no es leninista y Batlle no es batllista, si marxista y Quijano no es blanco sino filocomunista. Me vas a enloquecer…

Jorge Aniceto Molinari: Ese es tu problema por seguir la corriente y no analizar dónde estás parado. No me creas a mí, estudia. Hoy hay muchos anticomunistas que de China no se animan a hablar, no entienden. Ahora que en supuestos izquierdistas ocurra lo mismo es de terror. Y te repito, China es en desarrollo el centro del capitalismo mundial y eso no niega los análisis de Carlos Marx, los confirma, pero obliga además a pensar una transición que Mujica insinuó en la ONU –septiembre 2013– y que luego reculó en chancletas.

Hasta aquí el intercambio.

Producto de la crisis la ciencia que hoy está más retrasada es la economía. Ahora como esa misma crisis golpea duramente, nosotros sentimos la necesidad de poner en discusión centros que necesariamente deben debatirse para entender dónde estamos y que medidas hay que adoptar.

Con el juego de las monedas la derecha creía que solo iba a acogotar a Venezuela y hoy surge lo de Argentina que a nosotros no nos toma de sorpresa en tanto lo venimos analizando.

En las últimas horas ha estado en el tapete en Argentina la dolarización, y aparentemente han optado por la política de retenciones tan vapuleada por la derecha en el gobierno de Cristina Fernández.

Solo aparentemente porque el impuesto que ahora se instrumenta se licua con el aumento del dólar, el impuesto es en pesos argentinos, un siniestro pasaje de recursos del pueblo a la oligarquía, que es lo que hoy hace también en América una derecha alentada por la incapacidad de gestión de la izquierda donde pululan los oportunistas, ante la falta clara y precisa de un programa que defina en forma concreta su conducta frente al manejo de las monedas y de los impuestos (Mujica septiembre del 2013 en la ONU).

Recordemos que EE.UU. es el país más endeudado en dólares y que China es a su vez el que tiene mayores reservas en esa moneda. Hemos dicho además que si por ejemplo México dolarizara su economía no habría muro posible de separación entre esos dos países y quienes hoy se oponen a esa medida son precisamente los que usufructúan del juego de que haya diferentes monedas.

Argentina hoy juega al borde del precipicio con las penurias del propio FMI que no la puede dejar caer, pero tanto da el cántaro a la piedra que al final…

De todos modos lo prioritario es analizar y concluir en un programa ecuménico para afrontar la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista que tan magistralmente analizara Carlos Marx y Federico Engels y posteriormente Lenin, mal que les pese a los analistas de derecha y a los malos izquierdistas.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 1º de setiembre de 2018.

Enlace del artículo original en castellano:

http://www.uypress.net/auc.aspx?89631

[:]

[:es]El programa: una necesidad.[:]

[:es]

El programa: una necesidad.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Si acordamos que sin programa revolucionario no hay acción revolucionaria, y que son necesarios cambios para que la sociedad salga de la crisis actual, es indudable que la primera tarea es analizar de la manera más completa posible la realidad y concluir en qué programa necesitamos.

Salvado el torpe dilema de que un programa que se proponga estatizar a la sociedad es revolucionario y por el contrario quién no lo haga es reformista o conformista con el sistema vigente, pasemos a analizar que el hoy para superar una crisis irreversible en la predominancia del capitalismo, sin encarar medidas económicas universales no es posible.

Aún cuando puedan existir circunstancias coyunturales de agudeza en los conflictos en los cuales tampoco están descartadas las estatizaciones o la constitución de cooperativas dentro del ordenamiento capitalista de cada Estado y con un objetivo claro de cara a la gente: mantener el funcionamiento del aparato productivo y no causar aún mayores perjuicios.

Ahora analizar todo el funcionamiento del aparato productivo, nos lleva a comprender la supeditación del mismo a lo que en el capitalismo se llama el mercado mundial. Podemos hablar de la reforma agraria, de la distribución de la tierra, de las distintas matrices productivas posibles, pero la voluntad de establecer parámetros propios en cualquiera de estos términos desvinculados del mundo, es actualmente más que una utopía, supone una quimera irrealizable.

Carlos Marx y Federico Engels, fueron sin duda –y aún hoy no han sido superados– los que siempre culminaban sus análisis sobre el desarrollo del capitalismo con puntos programáticos para que la clase obrera, los trabajadores, hicieran centro con sus objetivos de mejoras en su situación. La historia de la humanidad está llena de hechos en que las conquistas que beneficiaron a millones de trabajadores, (mientras, aunque parezca contradictorio, que no lo es, pues en ello radica el crecimiento natural del sistema) a la vez dieron una mayor base de sustentación al propio capitalismo en el cumplimiento de su ciclo histórico. El voto, las 8 horas, los derechos de la mujer, etc. etc. etc., en suma la conquista de la democracia en cada uno de los Estados.

Lenin, ya en otra etapa del desarrollo capitalista, agregó partiendo de esos análisis nuevos elementos, particularmente en lo que tiene que ver con el pasaje del gobierno del modo de producción, (el llamado mando gerencial de las empresas) de los Estados a los conglomerados empresariales multinacionales, transformación que ha ido sufriendo en su desarrollo ascendente el capitalismo.

Recordemos que el basamento ideológico de este proceso tuvo su culminación a la salida de la segunda guerra mundial en Mont Pelerin (Friedrich Hayek y Milton Friedman, entre otros, como el uruguayo Ramón Díaz), con el nacimiento del neo-liberalismo, dando una vez más razón a los maestros en que los cambios en la economía son los que determinan los cambios ideológicos en la organización social, todo lo que vino después es historia conocida.

Avance planetario que hace al retroceso de las conquistas democráticas a nivel de los Estados y, a la vez, impone la dictadura de las condiciones globales de la economía que en su primera etapa significó un adelanto impresionante en el marco de la tecnología y ahora, en la agudización de la crisis, situaciones trágicas que están superando a las peores vividas en la historia humana.

Recordemos que una de las premisas era y es que ningún modo de producción abandona el escenario de la historia humana sin agotar todas su posibilidades pero a la vez viviendo también una ley que hace que los modos de producción, como los seres humanos nazcan, se desarrollen y mueran, aún cuando su dinámica no es la misma que acompaña a éstos, los seres vivos.

Por lo tanto no puede ser igual el programa «marxista» en tiempos del Manifiesto, en tiempos de Lenin, o en los tiempos actuales, donde el modo de producción predominante ha llegado a los límites del planeta.

Tal vez el problema más grave desde el punto de vista ideológico, es que esto en la generalidad de las inteligencias partidarias no se encara así y por el contrario se entra en la variante ideológica propia al capitalismo de la confrontación de «modelos», algo así como la competencia de ideologías trasladada a la competencia de «modelos». De ello, sectores conservadores deducen la siguiente afirmación: el modelo capitalista: EE.UU., ha sido superior al modelo comunista: Unión Soviética; el capitalismo ha vencido al comunismo. Claro, ahora en tiempos del Estado amurallado de Trump y de China bajo la dirección de su Partido Comunista liderando el capitalismo, los naipes están entreverados.

Álvaro García Linera –Vicepresidente de Bolivia– analiza que vivimos tiempos de gran confusión donde el principal enemigo del libre comercio es el jefe del «Imperialismo» Yanqui, Donald Trump, y que a su vez quién comanda el libre comercio en el mundo es China, gobernada por un poderoso Partido Comunista. Es cierta la inserción en el mundo de países como Bolivia parecería ser a primera vista que son beneficiados por una actitud comercial que hoy proviene de China. Sin embargo, no deja de advertir que estas incertidumbres son graves para el mundo todo.

Es aquí donde surge el principal problema que hoy no se encara política e ideológicamente por los Partidos que quieran establecer lineamientos programáticos, no existe una caracterización de la etapa actual, y sin ello es absolutamente imposible establecer bases programáticas con solidez.

Lo que hacen todos los partidos es establecer, en una perspectiva de tiempo sumamente acotada, aspiraciones programáticas que no van más allá de eso, dejando para los saludos a la bandera todo el bagaje de estatizaciones que adornaron los programa stalinistas y no sólo stalinistas, luego de la derrota de Lenin en 1924. No decimos que no sea importante esto para la democracia, si decimos que es completamente insuficiente.

Frente a ello y en polémica, que asumimos, decimos que hoy ningún programa es válido desde el punto de vista de las enseñanzas del marxismo que no contemple una posición con respecto al tema de la moneda y al de los impuestos. Por supuesto, que cada quién puede hacer el programa que le plazca y lucirlo en las ceremonias que correspondan para defender su «pureza».

¿Qué está asumido hoy con el valor de un catecismo en la izquierda?: que la revolución debe expropiar a los expropiadores, y entonces toda base programática en lugar de abordar el desarrollo de la economía aborda los problemas del derecho de propiedad dentro de la legalidad «burguesa».

Lo que no se entiende desde nuestro modesto punto de vista, es que un solo punto de diferencia en la bolsa de valores de los principales centros del capitalismo mundial hace que se modifique la propiedad en un monto mayor al que se produjo con la revolución rusa. O que las emisiones monetarias billonarias, sin ningún respaldo del dólar y el euro, en distintas circunstancias, hacen en definitiva del derecho de propiedad algo que hoy el capitalismo maneja agitadamente en medio de la crisis y de la amenaza constante y trágica de extender la guerra, como único desahogo posible en su manejo de la economía.

Para que este modo de producción que hoy predomina en el planeta pueda morir en paz, la humanidad necesita de la voluntad política que le imponga medidas de transición, que hasta ahora documentadamente nadie nos convence que no sean las que proponemos.

El derecho de propiedad hay que entender que no lo cuestiona una revolución que pretenda sobre la base de la propiedad estatizada competir con el capitalismo, lo cuestiona el desarrollo tecnológico de la humanidad, que hace que si esta dispusiera socialmente de los medios necesarios podría hoy poner en marcha planes para terminar con la violencia, con la guerra, con las cárceles, con la falta de trabajo, organizando con la mayor eficiencia el trabajo, la educación necesaria, y la salud de todos los seres humanos, y que hoy no se hace porque al capitalismo ya no le son rentables.

¿Es esto una utopía? No, utopía es lo otro, cuando se cree que un sistema a imagen y semejanza al que se quiere superar, como lo es el capitalismo de Estado, puede ser la solución.

Ahora, ¿cual es el principal problema?: Que hoy tenemos en las formas, luchas Estado por Estado, y sin abandonar lo conquistado para la gente –que hoy resulta muy difícil mantener, aún con triunfos electorales–, debemos ampliar para defender a la propia gente, el frente de lucha ideológica a la humanidad toda.

Cuando el entonces Presidente Mujica abordó de esta forma su análisis en la ONU (septiembre 2013), creímos ver que se retomaba el camino correcto. Por eso dijimos que era un discurso comunista en la línea de Marx, Engels y Lenin. Sin embargo, luego volvió el silencio, como que lo dicho era sólo para la solemnidad del momento. Además comunistas, con excepciones que me constan, no se sintieron tocados por el discurso, lo que expresa una pérdida notoria de sensibilidad.

De todos modos que quede claro. Es el momento de reivindicar la moneda única y universal, la eliminación en su mayoría de los sistema impositivos actuales, por el impuesto al movimiento del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales en tanto para que una transacción sea válida necesita del registro en la forma que la sociedad determine. Establecer el gobierno de esos fondos a través de instrumentos universales, cuyo objetivo sean las necesidades de la gente, en salud, en educación, en trabajo, en vivienda, en su atención social, en el desarrollo cultural de cada una de sus nacionalidades para ampliar el desarrollo cultural de toda la humanidad.

No es el fin del capitalismo que seguramente como modo de producción y como ha ocurrido con los modos de producción anteriores irá dejando culturalmente su influencia al perder su predominancia en el transcurso de los años, tal vez siglos. Si de la gestación de una sociedad superior que podrá abordar sanamente todos los males que hoy el capitalismo muestra en la crisis irreversible de su predominancia. Si de la muerte de los paraísos fiscales y de la acumulación de capitales sin un fin social.

Escritas estas líneas nos llega la noticia del triunfo de Andrés Manuel López Obrador en las elecciones presidenciales de México. Sin duda que es una buena noticia para las causas populares, pero a la vez sentimos como más imperiosa la necesidad del programa que tratamos de identificar en esta nota.

Las causas populares convocan multitudes en todo el mundo, como ahora en las elecciones mejicanas, sus dificultades vienen acompañadas de las oscilaciones de los «capitalistas nacionales» que han sido prácticamente en todos los casos los que han ido inclinando la balanza hacia un lado o hacia el otro. Primero apoyan, como ha sucedido con Chávez, con Lula, con Cristina. Luego golpean y buscan hacer retroceder las conquistas populares, pero si la izquierda no eleva su mira a la concreción de un programa universal, será imposible sacar a la humanidad de la crisis actual, y de estos vaivenes, que también son una expresión de la misma.

Hoy Trump conmueve a los burgueses de todo el mundo, y conmueven todas las murallas ideológicas donde la desorientación se generaliza y donde se pasa de las volcadas como esta de ahora en México a las abstenciones que en el último periodo han venido marcando las elecciones nacionales.

En definitiva, queda la perspectiva de encontrar puntos programáticos de avance o el avance de la tragedia de la guerra, con el aumento de sus terribles consecuencias en la vida de millones y millones de seres humanos.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 2 de julio de 2018.

[:]

[:es]Mijail Gorbachov.[:]

[:es]

Mijail Gorbachov.

El objetivo de esta nota es mostrar la fuerza del «capitalismo yanqui», hoy en el mundo en una de sus crisis, está ya irreversible.

Y una nota complementaria a esta sería mostrar como se mueve Trump «fortaleciendo» al Estado mientras sus familiares actúan directamente con sus inversiones en los complejos empresariales multinacionales a los que se dice combatir.

O explicar lo que Álvaro García Lineras (Vice Presidente de Bolivia) señala como la gran contradicción de la época: China y su Partido Comunista abanderada del libre mercado en el mundo y Trump abanderado de las restricciones nacionalistas estatistas.

Mijail Gorbachov creyó que lo que estaba enfrentando era un fenómeno de la construcción estatista en los llamados países socialistas y no, una parte de la crisis global de todo el sistema capitalista, por eso no sabemos si los que utilizan su fracaso entienden de qué se trata o simplemente buscan desesperadamente reverdecer un estalinismo que pudo superar la segunda guerra mundial a través del ejercito rojo al que trató vanamente de destruir ayudando la invasión nazi y la peor tragedia vivida por el pueblo soviético.

Si sabemos que este tipo de análisis que no se ajustan a la verdad histórica son impulsados por la defensa del sistema capitalista, porque como lo hicieron siempre buscan en la vía muerta del stalinismo su defensa.

Saludos.

Jorge Aniceto Molinari.
Jueves, 21 de Junio de 2018.

Mijail Gorbachov se confiesa: «El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo».

Sinapsis. Sábado, 24 marzo de 2018.

https://puntosinapsis.wordpress.com/2018/03/24/mijail-gorbachov-se-confiesa-el-objetivo-de-mi-vida-fue-la-aniquilacion-del-comunismo

El documento que presentamos a continuación fue publicado el 21 de septiembre de 2017 en el Heraldo Cubano por Arthur Gonzales. En esta publicación aparecen las confesiones de Mihail Gorbachov, ex-jefe de Gobierno soviético y ex-Secretario General del Partido Comunista de la Unión Soviética (PCUS), en una conferencia dictada el año 2000 en la Universidad americana de Turquía.

Hoy, a más de 17 años de la «confesión» de Gorbachov, comparamos la realidad de la vida y la acción del más descarado e insigne traidor que fue Gorbachov al infiltrarse en el PCUS para destruir la Unión Soviética, el Partido Comunista y todo el experimento de construcción socialista.

El documento pone en el ridículo más grande a los que, en la época, profirieron alabanzas y expresiones de «admiración socialista» a la Perestroika, como el caso paradigmático de Martha Harnecker y Kiva Maidanik, que llegaron a editar un mamotreto de alabanzas al «experimento» denominándolo como «La revolución de las esperanzas» en 1987; así como de los «comunistas» revisionistas, nacionalistas y trotskistas de tierra adentro: Marcos Domic, Filemón Escobar, Guillermo Bedregal, Jorge Lazarte y Pablo Solón que en un artículo de un diario boliviano declararon con el título de «El Fin de la Historia y la Perestroika» el 15. De octubre de 1989, su admiración por la Perestroika, desde distintas posiciones sus alabanzas a Gorbachov y a su Perestroika como la superación del Leninismo y del Marxismo, cuando en realidad era, precisamente todo lo contrario, es decir el comienzo del fin del socialismo, del Partido Comunista, del campo socialista por la infiltración más inédita y cínica de todos los tiempos.

Nuestro Partido, en fecha 15 de octubre de 1989, denunció valientemente el carácter anti-socialista, anticomunista y retrógrado de la Perestroika y la Glasnost. En consecuencia, constatamos que, una vez más, tuvimos toda la razón cuando combatimos ese engendro reaccionario como continuación de la traición de Nikita S. Jruschov en 1956.

Mijaíl Gorbachov se confiesa: «El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo».

Arthur González, El Heraldo Cubano.

Gorbachov confesó durante un discurso en la universidad norteamericana de Turquía:

«El objetivo de mi vida fue la aniquilación del comunismo… mi esposa me apoyó plenamente y lo entendió incluso antes que yo […] para lograrlo logré encontrar compañeros de lucha, entre ellos A. N. Yakovlev y Shevardnadze».

Recientemente la CIA desclasificó algunos documentos donde se afirma que «el magnate financiero George Soros y la CIA, ayudaron a Gorbachov a proporcionar la posterior disolución de la URSS».

Sobre ellos el analista y ex empleado de la NSA, Agencia de Seguridad Nacional, Wayne Madsen, afirmó que el multimillonario George Soros, proporcionó en 1987 cobertura económica, al gobierno de Mijaíl Gorbachov, a través de una ONG de la CIA conocida como el Instituto de Estudios de Seguridad Este-Oeste, IEWSS, por sus siglas en inglés.

La información expone que Soros y la CIA promovieron la difusión de dos términos orquestados desde Occidente en aquellos años, la «Perestroika» (apertura) y la «Glasnost» (transparencia) para que ambas sirvieran como ente desestabilizador en acelerar la desaparición de la URSS.

Esos documentos de la CIA prueban que lo sucedido no fue producto de un acto «espontáneo y democratizador» de Gorbachov, debido a que el sistema socialista estaba «agotado y quebrantado», como quieren hacerle creer al mundo.

En Turquía el propio Gorbachov afirmó:

«Para lograrlo aproveché mi posición en el Partido y en el país, tuve que sustituir a toda la dirección del PCUS y de la URSS, así como a la dirección de todos los países socialistas de Europa».

La verdad es que fue la CIA con el dinero de la Organización Soros, quien diseñó y ejecutó esa gran operación, con todo el apoyo del entonces líder soviético.

Gorbachov con Bush padre, ambos jugaron el papel de sepultureros de la URSS.

El ex analista Wayne Madsen asegura que el plan diseñado para eliminar el bloque socialista de Europa oriental, fue organizado por dos copresidentes del IEWWS de Soros, Joseph Nye, economista de Harvard, y Withney MacMillan, presidente del agro multinacional Cargill, quien había mantenido relaciones comerciales con la Unión Soviética en los años setenta del siglo XX.

No satisfechos con los resultados alcanzados, en 1991 la CIA y Soros centraron sus esfuerzos en provocar un fuerte golpe en la nueva Federación de Rusia, estimulando el separatismo en sus regiones con el fin de debilitarla al máximo.

El informe de Nye y MacMillan, augura el fin de la Unión Soviética y los elementos del nuevo modelo para las futuras relaciones de Moscú con Estados Unidos, para pasar a la era capitalista, y, según ellos, «cualquier nueva evaluación de las relaciones de Occidente con una Unión Soviética aperturista, tiene que partir de una posición de fuerza en vez de un equilibrio de poder».

El informe del IEWWS fechado en 1987, y su aplicación práctica, fue una forma incruenta de ir despedazando a la URSS por etapas.

En dicho documento se exhorta a Occidente a tomar ventajas respecto de la agonizante Unión Soviética, en el nuevo mapa geopolítico que se avecinaba, en particular en el Tercer Mundo, un área que hasta entonces había sido de influencia soviética.

Madsen apunta que Soros y sus aliadas organizaciones de «derechos humanos», trabajaron activamente para destruir la Federación de Rusia, apoyaron los movimientos independentistas en Kuzbass (Siberia), a través de los derechistas alemanes que buscaban restaurar Königsberg y Prusia Oriental, y estos financiaron a nacionalistas lituanos y de otras repúblicas autónomas y regiones como Tartaristán, Osetia del Norte, Ingushetia, Chechenia, entre otras, con el propósito de estimular el separatismo en las llamadas Repúblicas Autónomas Socialistas Soviéticas.

La actividad injerencista de Soros contra Rusia no se ha detenido, se ha incrementado provocativamente a través de sus bases operativas repartidas en los territorios aledaños, en particular Ucrania, Estonia, Letonia, Lituania, Finlandia, Suecia, Moldavia, Georgia, Azerbaiyán, Turquía, Rumania, Mongolia, Kirguistán, Kazajstán, Tayikistán y Uzbekistán, unido a grupos de corte terroristas en coalición con fascistas ucranianos y neonazis moldavos sionistas.

Recientemente, el presidente ruso Vladimir Putin, expulsó a varias organizaciones de Soros como, la Fundación Open Society Foundation y otras ONG de la CIA que operaban en similares circunstancias en territorio ruso, incluidas la NED (Fundación Nacional para la Democracia), el Instituto Republicano Internacional, la Fundación MacArthur y la Freedom House, considerándolas como indeseables y una amenaza para la seguridad del Estado ruso.

No por gusto Mijaíl Gorbachov fue premiado con el Nobel de la Paz, pues siguió diligentemente las orientaciones de la CIA y de George Soros.

La CIA no descansa y pretende eliminar todo vestigio de socialismo en la tierra, por eso sus planes contra Cuba y ahora en Venezuela, donde nada es casual ni por obra y gracias del espíritu santo, pero como dijo San Juan: 8-32, «Y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres».

Por eso cada día el mundo comprueba de lo que son capaces los yanquis para lograr sus intereses hegemónicos y las mentiras que tejen, creando patrones preconcebidos entre las grandes masas mediante sus campañas de prensa; de ahí que sabiamente José Martí afirmara: «Hallar una verdad regocija tanto como ver nacer un hijo».

Fuente: Diario Octubre:

https://diario-octubre.com/2018/03/13/la-confesion-cinica-de-gorbachov/

[:]

[:es]A 50 años del mayo francés.[:]

[:es]

A 50 años del mayo francés.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Hace 10 años la Dirección Departamental de Cultura de la Intendencia Municipal de Paysandú, a cargo de la profesora Nelly de Agostini, propició un intercambio sobre el llamado Mayo francés, que en ese entonces cumplía 40 años.

En esa oportunidad fui invitado a exponer sobre el mismo, adjunto lo que dije, que hoy podría ajustar pero no me parece necesario y si vale lo allí dicho, más allá de detalles perfectibles.

Ahora a 200 años del nacimiento de Carlos Marx.

16 de mayo de 2008. Análisis del mayo francés en 1968.

El evento fue organizado por la Dirección de Cultura de la Intendencia Municipal de Paysandú, en la sede que esa Dirección posee denominada «Espíritu de Paysandú».

El evento fue grabado por panelistas participantes, con algunas dificultades que esperamos puedan superarse para tener la versión total. En este caso las desgrabaciones corresponden a las intervenciones de Jorge Aniceto Molinari, actual delegado de los jubilados bancarios en la Caja Bancaria, y en su época dirigente estudiantil de CUDES (Centro único de estudiantes sanduceros) y de FEI (Federación de estudiantes del Interior).

Primera intervención.

Muy buenas noches para todos, creo que es muy buena cosa lo que se está haciendo; agradezco la invitación felicito por la idea y veremos si en lo personal podemos aportar algo a este esfuerzo de contribuir a comprender en que época estamos… que acontecimientos suceden y que fue en última instancia el Mayo francés.

Este año, 2008, se conmemoran cien años de la publicación de un texto formidable –que aconsejo a todos leer– que se llama «Materialismo y empiriocriticismo» de Lenin, que es un libro que trata de despejar todo lo que sea idealismo en la comprensión de los fenómenos económicos sociales y políticos, para entrar en la base material del conocimiento. Es un libro realmente formidable y que nos ayuda, en cuanto a su método, a entender algunas cosas que pasan en el mundo, y a entender el porqué de algunas cosas.

¿Qué fue el Mayo francés y a que época histórica correspondía? Y no es poca pregunta en este momento… porque… yo tengo la absoluta convicción de que la humanidad se encamina a una de sus peores crisis, no se si la última del capitalismo, pero tal vez a la peor crisis de la historia. Superior a la del año ’29 en que hubo hambrunas, en que mi padre me contaba, por ejemplo, de que en la Barraca Americana (aquí en Paysandú) habían colas de cuadra y media pidiendo trabajo.

Nos aproximamos, inexorablemente, a una de las crisis más graves… ¿Qué nos da el Mayo francés para entender este proceso…? Las tres fuentes del pensamiento de Carlos Marx, fueron la filosofía alemana, el socialismo francés, las bases económicas inglesas. Pero el socialismo francés significaba un peso muy grande… porque antes existió la Comuna de Paris en 1871, que cuestionó todo el sistema y que no se pudo aguantar. Pero cuestinó todo el sistema.

Tanto es así que en el ’68 Charles de Gaulle arengaba a los blindados franceses en Alemania, para rodear Paris en el caso de que no bajaran los decibeles o el voltaje del Mayo francés. Pero antes del Mayo francés y después de la Comuna de Paris existió la Revolución de Octubre. Y la Revolución de Octubre cuestionó todo el sistema. Lenin llegó al programa de la Revolución de Octubre en abril de 1917 y lo aplicó, frente a la inexorable contradicción que planteaba la guerra, al hambre, a la crisis brutal, a la movilización general de la sociedad producto de esa terrible guerra.

Y, producto de esa terrible guerra, en la respuesta fue… la economía tiene que estar en manos del Estado, tiene que ser estatizada. Triunfa la revolución y Lenin inmediatamente trata de reorganizar la economía. Y ya no en la base estatal, exclusivamente, sino trata de darle otra base. Pero en ese momento en el mundo, a raíz del proceso de guerra empiezan a generarse desarrollos estatales violentos, decisivos, es decir los estados tenían el mando empresarial y se desarrollaban brutalmente para favorecerse como Estados. Eso fue utilizado por todos los sectores burocráticos de la sociedad rusa, de la vieja sociedad rusa que, en mixtura con sectores revolucionarios lograron, en última instancia frenar la revolución y someterla a su encasillamiento estatal.

Lenin fue derrotado, la NEP fue derrotada, y hoy la izquierda no la reivindica a la NEP. No la entiende. No ha habido discusión sobre la NEP. Ahora… ¿Que tiene que ver el Mayo francés con todo esto…? Porque después de la Revolución de Octubre se produjo la Revolución de España. Y la izquierda nunca discutió a fondo la Revolución española… pero… ¿Qué es lo que hay que discutir de la Revolución española? Si el Estado podía tener todo en sus manos… o la otra idea de los anarquistas de que la sociedad se gobernara por sí sola. La Revolución española fue terrible desde el punto de vista de la crisis ideológica producida en el seno de la sociedad.

Pero después de la Revolución española se produce la segunda guerra mundial. Y se produce otra revolución, pero una revolución de derecha, pero revolución al fin. Que todavía no ha sido analizada profundamente. Y es el nacimiento de las corrientes neoliberales con Hayek –Ramón Díaz en Uruguay– de Mont Pellerain. Que establecían que el desarrollo empresarial no podía tener metas nacionales… tenía que tener metas internacionales… y que las empresas no podían ser sometidas a los marcos nacionales.

Y surgen planteos como el de Lord Keynes que dice… «este es el momento de implantar la moneda única universal…». No puede ser que haya varias monedas, tiene que haber una moneda sola que permita regular el sistema general. Estados Unidos se opone tenazmente a eso y mantiene su desarrollo estatal. Luego viene el Plan Marshall sobre la base de mantener el centro de su actividad en manos del dólar.

Pero el mundo seguía avanzando. El capitalismo seguía generando monopolios y deterioros brutales en el seno de la sociedad dividida en clases. ¿Como se respondió a eso? La Revolución cubana fue una respuesta al viejo estilo. Pero respuesta al fin y necesidad al fin. La Revolución cubana estatizó todo porque no tuvo más remedio que estatizar todo. Hasta los puestos de diarios fueron estatizados. Hoy Fidel Castro dice… «Lo que nosotros hicimos ya hoy no se puede hacer». Y en el ínterin, antes de la Revolución Cubana, la Revolución China y todos los procesos que se dieron.

El Mayo francés… ¿Qué podía significar entonces? Sobre esto que esta planteado hoy, ustedes lo ven acá en el Uruguay, la discusión política, todavía soterrada que no sale a luz, de los sectores que dicen… «El Frente Amplio frente a la fractura social debería estatizar todo…». O tener una economía estatizada, una ingerencia más de la sociedad… o los sectores que dicen… «Eso no es posible en la sociedad de hoy». Estamos todos integrados en el mundo… y entonces… ¿Cual es el programa para que el mundo no acogote a la sociedad y la haga brutalmente fracturada como al día de hoy? Los franceses largaron una serie de consignas en el ’68. Valiosas, pero además por una razón de edad, por una razón humana, los revolucionarios del ’68 habían sufrido las guerras mundiales en la carne de sus padres. La mayoría, cuando terminó la guerra recién estaban naciendo.

Ellos no se podían sujetar a una sociedad que había demostrado que no podía resolver los problemas humanos. Y ellos no se podían someter a eso. Y entonces claro «Prohibir lo prohibido…» o «Eliminar lo prohibido». Y todas las consignas en relación con eso. Y el mayo francés atemorizó a la burguesía, atemorizó al imperialismo, atemorizó al mundo empresarial. Pero el mundo empresarial reaccionó de la manera que tenia que reaccionar. Cuando la clase obrera salio a respaldar la movilización… y bueno cuanto reclaman ustedes… ¿Tanto? Bueno ahí lo tienen…

Pero ojo, esto no es la primera vez que pasa en la historia. Cuando la revolución rusa, los patrones desarrollaron un sistema de seguridad social que todavía rige hoy en el Uruguay y en el mundo. El capitalismo aflojó de su acumulación para que la sociedad pudiera asimilar ese aflojamiento y desarrollarse de otra manera. La seguridad social fue, centralmente, un proceso encabezado por Bismarck en Alemania. Acá en el Uruguay, los abanderados fueron Batlle, Carnelli, Frugoni, que trajeron leyes, organizaron un capitalismo nacional, con bases estructuradas sólidas, que hoy son las que todavía nos rigen y permiten que el Uruguay sea como es a pesar que el deterioro cada vez es mayor.

Independientemente del gobierno que esté, el capitalismo se viene deteriorando como sistema. Esa es una de las enseñanzas del Mayo francés. Pero nosotros aun todavía no comprendemos montones de cosas de este proceso. Compañeros, yo a fines del ’50 discutía con Raúl Sendic el tema de la lucha armada. Fui uno de los primeros que hablé con Raúl del tema de la lucha armada. A mi no me pudo convencer, porque estaba absolutamente convencido que el camino era ese, que había señalado la Revolución Rusa.

Yo ya estaba enamorado de la Revolución Rusa. Y no de la Revolución Rusa de los mausoleos, que nada tiene que ver con Lenin. Estaba enamorado de la Revolución Rusa, en el hecho político de transformar a la sociedad y en dar un programa para el conjunto de la sociedad. Y bueno, se vivió la experiencia de los Tupamaros. No la hemos discutido a fondo todavía. Algún día tendremos que discutirla a fondo. Y saber realmente que significó. Y su profundidad. No estoy desmereciendo ni el coraje, ni la valentía ni la abnegación de los compañeros que estuvieron en ese proceso, bajo ningún concepto.

Pero vamos a estudiarlo desde el punto de vista filosófico, histórico y saber como se dio todo eso. Incluso lo de la Teología de la Liberación que lo traía muy bien el compañero Luís, que son todos hechos a analizar. ¿Cuál es la importancia de todo esto? La importancia de todo esto es ver que armas tenemos de aquí para adelante. Y las armas que tenemos de aquí para adelante y yo termino para no abusar del tiempo, son las ideas políticas capaces de unir a la Humanidad. Y las ideas políticas, capaces de unir a la Humanidad son reformas. No es la revolución al estilo clásico, tomando el Poder en algún Estado, que eso el Capitalismo lo estimula, como lo está estimulando en Colombia en estos momentos. Estimula la lucha guerrillera y estimula división de la sociedad, a los efectos de que la sociedad se mantenga fracturada. Como lo hace en Bolivia, o como lo hace en la agresión permanente a Cuba.

Tratar de mantener la fractura de la sociedad. Y las ideas esas, las reformas que hoy necesitamos… ¿Cuáles son? Necesitamos la moneda única universal, con el dólar, vamos a empapelare los baños, para que la gente sea desagraviada del dolor que le significó a la Humanidad el dólar. Pero además algunas medidas que son fundamentales. Y que hay que discutir acá. Por ejemplo, no se puede grabar el trabajo ni el consumo. Hay que gravar el giro del capital. Y eso hay que discutirlo, no acá en la interna nuestra. Hay que discutirlo universalmente, hay que discutirlo en los foros latinoamericanos. Hay que discutirlo en el mundo. Porque hoy el mundo está sufriendo esa fractura y hoy en los centros mundiales se esta discutiendo eso. Ese es el mensaje del Mayo francés en cuanto a este progreso. A mover todo. A mover las estructuras. A enseñarnos a pensar.

Y a no pensar en forma idealista, sino en utilizar el materialismo dialéctico. Utilizar las armas que nos dieron, particularmente Marx y Lenin, entre otros…

Un primer comentario.

Me gustaría hacer un pequeño comentario, a algo que se ha dicho acá, comparando el ’83 con el ’68, que en el 83 fuimos autodidactas… y yo pregunto lo siguiente… ¿Quién le enseñó a Fidel Castro… quién le enseñó a Evo Morales… quién le enseñó a Hugo Chávez… quien le enseñó a Rafael Correa…? Son todos autodidactas… pero a la vez todos guiados por pensamientos por aportes ideológicos que se fueron dando a traves de los años… nadie como Fidel Castro vivió la guerra de España porque la familia de él es de origen gallego. La vivió con amargura. Y actuó en función de esa situación. Ahora analicemos los otros casos. Veamos el caso de Hugo Chávez, esto que es un fenómeno del punto de vista político. Hijo de maestros rurales, que en el año ’73 estaba en la frontera entre Venezuela y Colombia en su tarea de soldado, cuando fue derrocado Salvador Allende. Escuchaban Radio Habana, para saber que pasaba con Salvador Allende. Y que con el compañero con el que estaba en ese momento, tenían entre sí una consigna. Que cada vez que se encontraban repetían el discurso de Fidel Castro, cuando dijo que… «Si cada soldado tuviera una metralleta en Chile, si cada estudiante tuviera una metralleta, si cada obrero tuviera una metralleta Allende no hubiera sido derrocado».

Entonces cada vez que se encontraban uno le decía al otro… si cada obrero… y el otro contestaba… tuviera una metralleta… Se forjaron en los hechos políticos. Ahora el gran problema que tenemos nosotros… y en eso discrepo con lo que acá se ha dicho, no es valorar tesis filosóficas, es analizar la realidad del mundo como se desarrolla. Cuales son las consecuencias. Porque estamos enfrentados hoy no solamente al problema de la contaminación ambiental… estamos enfrentados a una de las crisis más grandes de la Historia.

Yo no se si será el final del capitalismo, pero es el capitalismo el que ha regido, no es el socialismo el que ha regido el mundo… es el capitalismo y como tal se llega a determinada situación. Por eso lo que yo digo es que todos de alguna manera nos hemos formado. A veces desconocemos las fuentes de formación, pero todos nos hemos ido formando con esos acontecimientos…

Intervención final.

Hay algunos hechos que siempre hay que tener en cuenta. Uno de los primeros traductores de los textos de Carlos Marx al castellano, fue José Pedro Varela. José Batlle y Ordóñez dedicó varios editoriales del diario «El Día» a la muerte de Lenin diciendo… «De pié, Lenin ha muerto… Este hombre que ha tratado de llevar la educación y desarrollar un país tremendamente atrasado, a los niveles más adelantados ha muerto sin lograr lo que soñó, pero haciendo una obra maravillosa. Sin embargo se salteó etapas –decía Batlle– y ha ido demasiado apresurado y el capitalismo va a durar, porque tiene etapas de desarrollo. Lo decía Batlle y Ordoñez.

Que conocía de marxismo más que muchos de nosotros. Y son hechos que están mostrando, en definitiva, que la verdad era ésa. Lo que pasa es que él no sabía que Lenin había planteado una estrategia para enfrentar la segunda guerra mundial, que él la veía a fines de la década del 20. Y que evidentemente necesitaba preparar una estrategia.

Ahora ¿Cuál es el problema que tenemos hoy? Hay acumulación… sin ninguna duda hay acumulación… Ahora, esa acumulación… ¿Para que nos tiene que servir? Nos tiene que servir para afrontar los acontecimientos que se vienen, que se vienen inexorablemente y tenemos que prepararnos… y coincido con los compañeros, pero por ejemplo Luís decía que el mundo es unipolar… y no… Ese es el sueño del capitalismo pero no lo va a lograr… el mundo no es unipolar… porque hoy el mundo es multipolar y está enfrentado en mil formas y un ejemplo es la crisis… Cuando el capitalismo sea unipolar deja de existir, no tiene mas razón de ser… ahora… ¿Qué pasa? Es que nosotros nos apresuramos. Y es lógico, queramos saltear etapas… pero las etapas no se pueden saltear.

El asalto al poder no es producto de la voluntad… es producto de que la Humanidad llega a determinado nivel de maduración, como lo dice Marx en la «Crítica a la Economía Política». Ahora esa maduración política, el programa de eso es lo que hoy está faltando. Porque uno rasca en la izquierda, rasca hoy… y ¿Cuál es el programa de la izquierda? Y sigue siendo la estatización de la economía… uno los rasca un poquito a los revolucionarios y… «hay que estatizar todo… si me dejan estatizar todo, estatizo todo…». Y no camina eso. Y no lo digo yo, lo dice Fidel Castro que algo más sabe de estos fenómenos de las revoluciones.

Y además, porque los hechos del mundo están interconectados. Nosotros fuimos condiscípulo, compartimos los años liceales con los hermanos Engler. A Henry Engler le decíamos «el nazi» de sobrenombre. Yo tuve un intercambio de correo con Henry Engler al que nunca más lo he visto. Era sobre la ida o no a Estados Unidos. Los científicos norteamericanos invitaron a Henry Engler a ir a Estados Unidos y el hizo una carta diciendo que… «yo a Estados Unidos no voy». Y yo le mandé un correo diciéndole «Estás equivocado». La revolución no se para en la frontera de Estados Unidos, vos tenías que haber ido porque en Estados Unidos hay gente que va a apoyar el desarrollo humano. No va a apoyar la guerra y la fractura en la sociedad humana, va a apoyar el progreso humano. Hay gente que lo esta haciendo y lo está peleando.

Yo invito a los compañeros a leer libros como los de Rifkin –«El fin del trabajo» «La era del hidrógeno»– pero además como se viene desarrollando la discusión y como… en el ’68 no existía el Mouse… no existía el ratón… y hoy la comunicación es permanente en el mundo. Por eso el optimismo nuestro en el futuro y probablemente nosotros no lo veamos. No veamos que este sistema va a ser transformado en otro. Ahora ¿Qué pasa? Que el falso dilema de revolución o reforma no existe. No hay tal dilema. No se puede revolucionar este sistema a partir de esto de tomar el poder en un determinado Estado pero el sistema se puede reformar ¿Cómo…? Uniendo a lo mejor que la Humanidad tiene… ¿Con respecto a qué? Con respecto a los sectores guerreristas, que estimulan la guerra en todo el mundo. Y eso hay que hacerlo todos los días. Esa es una exigencia del Gobierno uruguayo de hoy. El gobierno uruguayo no puede estar al margen de las grandes discusiones internacionales que hoy están planteadas.

Lamentablemente, en todo este periodo el Gobierno ha estado al margen. Eso no significa que no haya participado muy activamente, como en la Conferencia de Mar del Plata, pero necesitamos más… que se interconecte más con el mundo. Que sea incluso más artiguista. Porque Artigas era un hombre que estaba interconectado con el mundo. Y cuando le clausuraron las Aduanas y lo querían ahogar, sobre la base de que no podía recaudar impuestos, inventó con los piratas, inventó los corsarios y salió por el mundo. Y tuvo el apoyo de Bolívar y de los revolucionarios norteamericanos. Y se abrió al mundo.

Pero en Artigas penetraban las ideas mas avanzadas de la Humanidad. Y hoy también en nosotros tienen que penetrar las ideas más avanzadas. Porque hay instrumentos para hacerlo. Y no hay ninguna generación que haya fracasado como generación si deja ideas para el futuro. Todas han ido dejando ideas para el futuro.

Ahora, el Apocalipsis está en la Biblia. Pero no esperemos un Apocalipsis. Esperemos transformaciones. Ahora tampoco esto es un invento mío compañeros, Si ustedes leen atentamente «El imperialismo fase superior del capitalismo» de Lenin, Lenin dice… «el capitalismo está generando a través de los monopolios empresariales internacionales los mecanismos para un cambio… pacífico incluso ¿y cómo?… ¿este icono de la revolución plantea la transformación pacífica? A muchos se les debe haber caídos las medias. Esperaban oir… «El imperialismo y vamos arriba y vamos a pegarle y vamos a hacer la huelga…». Ah, pará un momento… no es voluntarismo… es pegar en los centros ideológicos.

Hoy hay determinados puntos programáticos que tienen que ser levantados internacionalmente. Yo insisto en dos, siempre. La moneda única universal y el Impuesto a las Transacciones Financieras. Ahora… ¿Es una utopía? ¿Es una reforma que no se va a llevar a cabo? Esperemos. Pero incidamos sobre las crisis actuales y como ellas se desarrollan. Creo que ese es el tema que está planteado. Pero es un inicio de discusión. Confieso que hay mucha cosa para hablar. Mucha cosa para hablar… y me alegro profundamente… vamos a mirar donde estamos parados… Estamos en la Intendencia Municipal de Paysandú de un gobierno progresista, discutiendo temas que debieron discutirse toda la vida pero que empiezan a discutirse en profundidad ahora. Y soy agradecido porque esto significa entre otras cosas avances impresionantes. Y lo que pasa y a nivel universitario también se están haciendo cosas… se están impulsando, se están empujando… La Internet es un arma imponente… y bueno avancemos, discutamos, y no tengamos miedo e impulsemos lo que los revolucionarios del ’68 impulsaban… acá no vale prohibir, acá hay que profundizar la discusión. Y el análisis teórico. Y sobre todo leer. Estudiar. Yo les decía a los compañeros míos del gremio bancario… el día que dejemos de estudiar perdemos la juventud… No hay que dejar de estudiar nunca… Hay que estudiar los fenómenos sociales, comprenderlos, intercambiar, corregirse. A mi un día me dijeron que lo de Lenin era una cosa maravillosa y un día me mostraron un manuscrito de Lenin… todo tachado… Ah, entonces se equivocaba, corregía. Un día me mostraron un manuscrito de Marx, está todo tachado, va para adelante, va para atrás… ah… entonces era como nosotros. Y claro que era como nosotros. El que tenga temor a equivocarse que no se meta en esto…

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 19 de abril de 2018.

[:]

[:es]Los llamados problemas de Venezuela.[:ca]Els anomenats problemes de Veneçuela.[:]

[:es]

Los llamados problemas de Venezuela.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Venezuela. Mapa y bandera.En un mundo que va de desequilibrio en desequilibrio, los llamados problemas de Venezuela no son diferentes de los que viven los países en todo el mundo. Tienen formas y características diferentes, situaciones particulares, en un marco de problemas que son universales.

Es cierto que incluso a muchos sectores de la izquierda ha sorprendido la alta votación de la Constituyente; las convocatorias electorales siempre tienen una alta presencia de las presiones, como la económica, con el desabastecimiento, con el envilecimiento del signo monetario; recordemos las votaciones en el stalinismo, o el manejo del llamado dólar blue en Argentina.

Aquí se trata de una situación en que la sociedad necesita expresarse y lo hace defendiendo sus conquistas sociales, o defendiendo su ubicación económica por parte de los sectores conservadores reaccionando contra Maduro.

Se está dando el caso de que los que han votado la Constituyente son más chavistas que el propio gobierno. Nos ha ocurrido a nosotros aquí en el Uruguay donde la gente durante años votó al batllismo que ya no existía en el Partido Colorado donde se había originado. O con el peronismo en la Argentina y podríamos mencionar otros numerosos casos.

Lo peor que hoy podría ocurrir es que con ópticas sesgadas, se promoviera el enfrentamiento como inevitable, que sin duda tiene promotores dentro y fuera de Venezuela.

Las directivas del comando Sur del ejército de EE.UU. y de sus agentes son muy claras: hay que derrocar a Maduro, a como dé lugar, pero el ejercito lo ve en el marco de su accionar profesional, no en el plano político de la interna de EE.UU. cada día más complicada, y donde el registro de votantes en la Constituyente debe haber pegado muy duro.

En el otro bando (por así llamarlo, aunque no es simpático llamarlo así), se brega por el ajuste de cuentas, una especie de resurgimiento del comunismo de guerra: «tenemos que aprovechar el alto índice de votos para eliminar las resistencias reaccionarias» y vaya si ha habido crímenes organizados en nombre de la libertad y la democracia, o los realizados amparados en el poder del Estado.

¿Qué está faltando?: está faltando el programa para que la Constituyente –que se siente respaldada en esta sociedad dividida y polarizada– pueda imponer la paz y la unidad de los venezolanos.

Entonces aparece el primer asunto: ¿Cómo abordar hoy los problemas que presenta en Venezuela la economía?, y vaya menudo problema, que a su vez de entrada nos presenta un abanico de opiniones que reflejan la falta de un análisis profundo y a su vez la desorientación ideológica.

Lenin y Trotsky.Con chapa «marxista-leninista» se dirá que es el momento oportuno para que Estado tome el control total de la economía: estaticemos todo, como lo hizo Cuba en determinado momento, o como se lo propuso Trotsky a Lenin en 1921. Y seguramente el gobierno de Maduro encontrará funcionarios dispuestos a esta tarea, aunque la mayoría sometida a esta dura experiencia dispuestos a hacer lo necesario para el bienestar de la gente y con el sentimiento del que estaba imbuido Hugo Chávez.

Por el contrario, pensamos que Venezuela debe abrirse al mundo, como lo hizo en su momento ahogada económicamente la derecha ecuatoriana, abasteciéndose del mercado mundial, y eliminando todas las barreras monetarias con las que hoy trabaja la especulación –que no tiene banderas– en Venezuela.

Esto lo puede hacer la Constituyente buscando el apoyo interno y el apoyo internacional, que seguramente en un primer momento estará sorprendido –no está acostumbrado a analizar los problemas en estos términos– pero rápidamente reaccionará y será muy positivo para todos, como lo fue el discurso de Mujica en la ONU en Septiembre del 2013, y del que luego no se ha vuelto a hablar.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 1 de Agosto de 2017.

[:ca]

Els anomenats problemes de Veneçuela.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Veneçuela. Mapa i bandera.En un món que va de desequilibri en desequilibri, els anomenats problemes de Veneçuela no són diferents dels que viuen els països d’arreu del món. Tenen formes i característiques diferents, situacions particulars, en un marc de problemes que són universals.

És cert que fins i tot a molts sectors de l’esquerra ha sorprès l’alta votació de la Constituent; les convocatòries electorals sempre tenen una alta presència de les pressions, com l’econòmica, amb el desproveïment, amb l’enviliment del signe monetari; recordem les votacions en el stalinisme, o el maneig de l’anomenat dòlar blue a l’Argentina.

Aquí es tracta d’una situació en què la societat necessita expressar-se i ho fa defensant les seves conquestes socials, o defensant la seva ubicació econòmica per part dels sectors conservadors reaccionant contra Maduro.

S’està donant el cas que els que han votat la Constituent són més chavistes que el propi govern. Ens ha passat a nosaltres aquí a l’Uruguai on la gent durant anys va votar el batllisme que ja no existia en el Partit Colorado on s’havia originat. O amb el peronisme a l’Argentina i podríem esmentar altres nombrosos casos.

El pitjor que avui podria passar és que amb òptiques esbiaixades, es promogués l’enfrontament com a inevitable, que sens dubte té promotors dins i fora de Veneçuela.

Les directives del comando Sud de l’exèrcit dels EUA i dels seus agents són molt clares: cal enderrocar a Maduro, sigui com sigui, però l’exèrcit el veu en el marc del seu accionar professional, no en el pla polític del interior dels EUA cada dia més complicat, i on el registre de votants a la Constituent ha d’haver pegat molt dur.

A l’altre bàndol (per així dir-ho, encara que no és simpàtic cridar-ho així), es brega per l’ajustament de comptes, una mena de ressorgiment del comunisme de guerra: «hem d’aprofitar l’alt índex de vots per eliminar les resistències reaccionàries» i tant que hi ha hagut crims organitzats en nom de la llibertat i la democràcia, o els realitzats emparats en el poder de l’Estat.

Què està mancant?: està mancant el programa perquè la Constituent –que se sent recolzada en aquesta societat dividida i polaritzada– pugui imposar la pau i la unitat dels veneçolans.

Llavors apareix el primer assumpte: Com abordar avui els problemes que presenta l’economia a Veneçuela?, i vagi quin problema, que al seu torn d’entrada ens presenta un ventall d’opinions que reflecteixen la falta d’una anàlisi profunda i al seu torn la desorientació ideològica.

Lenin i Trotsky.Amb la xapa «marxista-leninista» es dirà que és el moment oportú perquè Estat prengui el control total de l’economia: estatitzem tot, com ho va fer Cuba en determinat moment, o com l’hi va proposar Trotski a Lenin el 1921. I segurament el govern de Maduro trobarà funcionaris disposats a aquesta tasca, tot i que la majoria sotmesa a aquesta dura experiència disposada a fer el necessari per al benestar de la gent i amb el sentiment del que estava imbuït Hugo Chávez.

Per contra, pensem que Veneçuela s’ha d’obrir al món, com ho va fer en el seu moment ofegada econòmicament la dreta equatoriana, proveint del mercat mundial, i eliminant totes les barreres monetàries amb les que avui treballa l’especulació –que no té banderes– a Veneçuela.

Això ho pot fer la Constituent buscant el suport intern i el suport internacional, que segurament en un primer moment estarà sorprès –no està acostumat a analitzar els problemes en aquests termes– però ràpidament reaccionarà i serà molt positiu per a tots, com ho va ser el discurs de Mujica a l’ONU al setembre del 2013, i del que després no s’ha tornat a parlar.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 1 d’agost de 2017.

[:]

[:es]Las mejoras graduales.[:ca]Les millores graduals.[:]

[:es]

Las mejoras graduales.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Ascendiendo escalera.Es lo cotidiano en la izquierda, el preguntarse si estamos o no mejorando nuestra situación, la situación de nuestra gente. En el Uruguay desde marzo del 2005 gobierna el Frente Amplio, que se reivindica de izquierda y progresista.

La respuesta mucho tiene que ver con la ubicación personal de cada quién, lo que no puede sustraernos de la necesidad de abordar seriamente una respuesta.

Desde de la primera Asociación Internacional de los trabajadores (Primera Internacional) de la segunda mitad del siglo XIX impulsada por Marx y Engels, en el propio Manifiesto Comunista (1848), además del análisis del capitalismo y de las acciones sociales, sindicales y políticas en defensa de la clase obrera, siempre se desarrollaba un programa que producto de miles de luchas se fue imponiendo en el conjunto de la humanidad: el voto, luego el voto secreto, la representación democrática, la ley de 8 horas, la previsión y seguridad social, la legislación sobre los trabajos insalubres, el trabajo de los niños, la situación de la mujer, etc. etc. Sin ignorar que también hubo aportes importantes de otras vertientes del pensamiento humano en el mismo sentido reivindicatorio.

Manifiesto del Partido Comunista. Portada de la primera edición.Además y como parte del estudio de estos maestros, el capitalismo que analizaban, iba a avanzar hasta agotar sus posibilidades históricas de desarrollo, no antes; en cada una de estas mejoras graduales en la situación de la gente, encuentra sustento para una mayor expansión, lo que puede ser contradictorio, pero que en realidad no lo es, de acuerdo a los estudios que del capitalismo se hacen con rigor científico, que muestran en su etapa de desarrollo el ensanchamiento de la base, sabiendo y poniendo atención siempre, en que en su proyección histórica tiene límite.

La historia del capitalismo es también por otra parte y hasta ahora la historia de la superación de sus crisis, así supo asimilar la creación de un nuevo centro para la economía mundial como fue EE.UU., –epopeya que por lo general en la izquierda no se estudia y por lo tanto tampoco se entiende– o el propio triunfo de la revolución rusa que incorporó a un nivel de vida más elevado a millones de seres humanos, –Batlle y Ordóñez sí lo destacaba– o lo que ha venido pasando con la revolución china y el desarrollo impetuoso de esas zonas del planeta.

En el mundo actual el capitalismo usufructúa esto y a la vez ante la imposibilidad de nuevas epopeyas emancipativas va generando una fractura social en el conjunto de la humanidad que provoca las profundas catástrofes humanas actuales que superan con creces a las anteriores y ponen en riesgo a la civilización toda.

La historia de las crisis y las revoluciones imponiendo los «cambios graduales», tiene un límite que hoy se visualiza para quien lo quiera analizar, en el aumento exponencial de las deudas de los Estados, de las emisiones demenciales de moneda, ya sin ningún respaldo en la producción, en el aumento «incontrolable» de los paraísos fiscales, producto en última instancia de la incapacidad por el agostamiento general de la tasa de ganancia de generar para toda esa masa de dinero, «fiduciario», inversiones rentables. Con el agravante de que con el manejo diferenciado de los impuestos, de las monedas, acuden una vez más al proyecto de suicidio global con el incremento de la industria de la guerra, acogotando los presupuestos nacionales desplazando atender las necesidades incluso más urgentes de la gente.

Es muy común en nuestras izquierdas la controversia entre los que aprovechando la coyuntura imponen avances para los niveles de vida de los más humildes, como ocurre con los llamados gobiernos progresistas en Argentina, Brasil, Uruguay, Ecuador… con los que recriminan que son insuficientes y que además los ricos son cada vez más ricos o que la riqueza que se produce ayuda a la concentración de la misma a nivel mundial, lo que es incuestionable.

El problema es que contra la disyuntiva que el capitalismo plantea hoy a nivel mundial no hay recetas nacionales posibles a no ser el aprovechamiento puntual de la coyuntura que a la vez el no hacerlo por ir detrás de una quimera estatista, es siempre en detrimento de la gente. Lo que no quiere decir que en determinadas circunstancias el paso estatista e incluso cooperativista, sea necesario darlo para salvar puntualmente trabajadores de la coyuntura.

Claro está que puede suceder, lo que hoy está ocurriendo en Brasil y ocurre en la Argentina de que un traspié en la conducción política haga que todas esas mejoras graduales retrocedan.

No faltan entonces los análisis directos de lo que hoy está pasando en la industria «nacional», en los emprendimientos empresariales medios y pequeños, agobiados por la competencia, por el adaptarse a las nuevas tecnologías, por los impuestos, por las leyes sociales y fundamentalmente por lo que sobre ellos se descarga del costo burocrático de la democracia que viene de la mano de las necesidades del sistema y de la incapacidad de gestión que cuando está en manos del Estado produce daños irreparables, en la credibilidad del sistema. Entonces aparece en el juego de la democracia la derecha conservadora, que en el Uruguay por ejemplo se expresa contra la bancarización, contra el voto electrónico, etc. etc. y si a ello le agregamos el juego de las diferencias cambiarias hacen un panorama nada claro y el surgimiento entonces de propuestas políticas oportunistas que buscan capitalizar el momento.

En este terreno hemos leído y escuchado todo tipo de disparate. Que estamos blindados, que hemos creado una política económica que nos da tranquilidad y seguridad de crecimiento por muchos años y que así iremos «gradualmente» eliminando la pobreza.

Siendo un disparate esto, también lo es aquella que piensa que el Estado lo puede todo y que por lo tanto podemos alimentar nuestra utopía de una sociedad igualitaria, sin depender de la suerte del mundo, desenganchados, como sí analizaban los maestros, que era imprescindible pensar. Entre las que no faltan juicios como el de que la «democracia» todo lo puede o el de que los países que enfrentan duras reacciones de los sectores conservadores es pura y exclusiva responsabilidad de quienes gobiernan esos países.

Lo grave es que las dos posturas clásicas en la «izquierda» vienen acompañadas de la filosofía del no se puede, terrible porque la crisis en la predominancia del modo de producción capitalista, sólo puede resolverse universalmente, ayudando a ésta a morir en paz. No hay otras alternativas posibles, o al menos nadie ha podido demostrar lo contrario.

De esto nace la importancia de lo que insinuó y dijo Mujica en la ONU, en setiembre del 2013, y que luego ha sido ignorado hasta por su propio exponente, lo que no quiere decir que ese planteo no sea el que hoy está en el orden del día necesario para que el mundo pueda encarar la crisis actual, y que uno ve en cada una de las crisis presupuestales y monetarias de los países del mundo, la peligrosa generalización de los desequilibrios de los que no están a salvo ninguno de los países en los que hoy se segmenta el planeta.

Este razonamiento que hoy a nosotros nos parece sencillo y elemental para entender el mundo actual, es cierto que en nuestra juventud nos costaba entenderlo. También pensábamos en ese entonces, que reformistas eran los que auspiciaban los cambios graduales y revolucionarios los que estaban por las estatizaciones lo más completas posibles. Para Lenin, por el contrario, el punto pasaba por la guerra o la paz; los comunistas estaban por la paz, y los «reformistas» habían votado los créditos a sus gobiernos para hacer la guerra, y cada conquista debía ser defendida con la organización social y la independencia de sus organizaciones del aparato del Estado. A eso llamaban Marx, Engels, Lenin… «dictadura del proletariado».  Luego con el stalinismo ya es otra historia, que durante demasiado tiempo impidió que con cabeza abierta se analizaran puntos programáticos hacia los avances que la humanidad necesitaba y necesita.

Y hoy cuando desde la humildad de nuestros conocimientos nos atrevemos a señalar un programa mínimo de avance como el de la moneda única y universal, como el de un sistema impositivo basado exclusivamente en la circulación del dinero, eliminando toda imposición al consumo, a los salarios y a las pensiones, y eliminando también los paraísos fiscales, ninguna transacción debería ser válida si no está debidamente registrada en los organismos que la sociedad determine. Con los fondos así obtenidos equilibrar los presupuestos de las organizaciones de la sociedad sobre la base de la rentabilidad y la eficiencia y a la vez planificando obras para que la humanidad pueda con éxito terminar con el hambre y empezar a erradicar el mayor número de enfermedades posibles y a la vez preparar y dar trabajo a toda la población mundial. También sabemos que para ello se necesita un acuerdo universal para el que deben trabajar todas las organizaciones de la sociedad que hoy se pronuncian por el progreso humano. Se necesita construir la voluntad política que lo haga posible.

Es cierto que esto lo planteamos todas las veces que podemos, somos machacones y reiterativos, y salvo Mujica por 46 minutos en la ONU en setiembre del 2013, prácticamente no hemos obtenido respuesta, però… el topo de la historia sigue trabajando y removiendo las bases de un mundo que comienza a crujir por todos lados.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 24 de julio de 2017.

[:ca]

Les millores graduals.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Ascendint escala.És la quotidianitat en l’esquerra, el preguntar-se si estem o no millorant la nostra situació, la situació de la nostra gent. A l’Uruguai des del març del 2005 governa el Front Ampli, que es reivindica d’esquerra i progressista.

La resposta té molt a veure amb la ubicació personal de cada qui, el que no pot sostreure de la necessitat d’abordar seriosament una resposta.

Des de la primera Associació Internacional dels treballadors (Primera Internacional) de la segona meitat del segle XIX impulsada per Marx i Engels, en el propi Manifest Comunista (1848), a més de l’anàlisi del capitalisme i de les accions socials, sindicals i polítiques en defensa de la classe obrera, sempre es desenvolupava un programa que producte de milers de lluites es va anar imposant en el conjunt de la humanitat: el vot, després el vot secret, la representació democràtica, la llei de 8 hores, la previsió i seguretat social, la legislació sobre els treballs insalubres, la feina dels nens, la situació de la dona, etc. etc. Sense ignorar que també hi van haver aportacions importants d’altres vessants del pensament humà en el mateix sentit reivindicatori.

Manifest del Partit Comunista. Portada de la primera edició.A més i com a part de l’estudi d’aquests mestres, el capitalisme que analitzaven, anava a avançar fins a esgotar les seves possibilitats històriques de desenvolupament, no abans; en cadascuna d’aquestes millores graduals en la situació de la gent, troba suport per a una major expansió, la qual cosa pot ser contradictòria, però que en realitat no ho és, d’acord amb els estudis que del capitalisme es fan amb rigor científic, que mostren en la seva etapa de desenvolupament l’eixamplament de la base, sabent i posant atenció sempre, en què en la seva projecció històrica té límit.

La història del capitalisme és també d’altra banda i fins ara la història de la superació de les seves crisis, així va saber assimilar la creació d’un nou centre per a l’economia mundial com va ser EUA, –epopeia que en general a l’esquerra no s’estudia i per tant tampoc s’entén– o el mateix triomf de la revolució russa que va incorporar a un nivell de vida més elevat a milions d’éssers humans, –Batlle y Ordóñez si ho destacava– o el que ha vingut passant amb la revolució xinesa i el desenvolupament impetuós d’aquestes zones del planeta.

En el món actual el capitalisme genera usdefruit d’això i alhora davant la impossibilitat de noves epopeies emancipatives va generant una fractura social en el conjunt de la humanitat que provoca les profundes catàstrofes humanes actuals que superen amb escreix a les anteriors i posen en risc a tota la civilització.

La història de les crisis i les revolucions imposant els «canvis graduals», té un límit que avui es visualitza per a qui el vulgui analitzar, en l’augment exponencial dels deutes dels Estats, de les emissions demencials de moneda, ja sense cap recolzament en la producció, en l’augment «incontrolable» dels paradisos fiscals, producte en darrera instància de la incapacitat per l’esgotament general de la taxa de guany de generar per a tota aquesta massa de diners, «fiduciari», inversions rendibles. Amb l’agreujant que amb el maneig diferenciat dels impostos, de les monedes, acudeixen un cop més al projecte de suïcidi global amb l’increment de la indústria de la guerra, estorquint els pressupostos nacionals desplaçant atendre les necessitats fins i tot més urgents de la gent.

És molt comú a les nostres esquerres la controvèrsia entre els quals aprofitant la conjuntura imposen avenços per als nivells de vida dels més humils, com passa amb els anomenats governs progressistes a Argentina, Brasil, Uruguai, Equador… amb els quals recriminen que són insuficients i que a més els rics són cada cop més rics o que la riquesa que es produeix ajuda a la concentració de la mateixa a nivell mundial, fet que és inqüestionable.

El problema és que contra la disjuntiva que el capitalisme planteja avui a nivell mundial no hi ha receptes nacionals possibles tret l’aprofitament puntual de la conjuntura que al mateix temps el no fer-ho per anar darrere d’una quimera estatista, és sempre en detriment de la gent. La qual cosa no vol dir que en determinades circumstàncies el pas estatista i fins i tot cooperativista, sigui necessari donar-lo per salvar puntualment treballadors de la conjuntura.

És clar que pot succeir, el que avui està passant al Brasil i passa a l’Argentina que una ensopegada en la conducció política faci que totes aquestes millores graduals retrocedeixin.

No falten llavors les anàlisis directes del que avui està passant a la indústria «nacional», a les iniciatives empresarials mitjans i petits, aclaparats per la competència, per adaptar-se a les noves tecnologies, pels impostos, per les lleis socials i fonamentalment per la qual cosa sobre ells es descarrega del cost burocràtic de la democràcia que ve de la mà de les necessitats del sistema i de la incapacitat de gestió que quan està en mans de l’Estat produeix danys irreparables, en la credibilitat del sistema. Llavors apareix en el joc de la democràcia la dreta conservadora, que en l’Uruguai per exemple s’expressa contra la bancarització, contra el vot electrònic, etc. etc. i si a això li afegim el joc de les diferències canviàries fan un panorama gens clar i el sorgiment llavors de propostes polítiques oportunistes que busquen capitalitzar el moment.

En aquest terreny hem llegit i escoltat tota mena de disbarats. Que estem blindats, que hem creat una política econòmica que ens dóna tranquil·litat i seguretat de creixement per molts anys i que així anirem «gradualment» eliminant la pobresa.

Sent un disbarat això, també ho és aquell que pensa que l’Estat ho pot tot i que per tant podem alimentar la nostra utopia d’una societat igualitària, sense dependre de la sort del món, desenganxats, com sí analitzaven els mestres, que era imprescindible pensar. Entre les que no falten judicis com el de que la «democràcia» tot ho pot o el que els països que enfronten dures reaccions dels sectors conservadors és pura i exclusiva responsabilitat dels qui governen aquests països.

El que és greu és que les dues postures clàssiques a la «esquerra» vénen acompanyades de la filosofia del no es pot, terrible perquè la crisi en la predominança de la manera de producció capitalista, només es pot resoldre universalment, ajudant a aquesta a morir en pau. No hi ha altres alternatives possibles, o almenys ningú ha pogut demostrar el contrari.

D’això neix la importància del que va insinuar i va dir Mujica a l’ONU, el setembre del 2013, i que després ha estat ignorat fins pel seu propi exponent, la qual cosa no vol dir que aquest plantejament no sigui el que avui està en l’ordre del dia necessari perquè el món pugui encarar la crisi actual, i que una veu en cadascuna de les crisis pressupostàries i monetàries dels països del món, la perillosa generalització dels desequilibris dels que no estan fora de perill en cap dels països en els que avui es segmenta el planeta.

Aquest raonament que avui a nosaltres ens sembla senzill i elemental per entendre el món actual, és cert que en la nostra joventut ens costava entendre-ho. També pensàvem en aquest llavors, que reformistes eren els que afavorien els canvis graduals i revolucionaris respecte els que estaven per les estatitzacions el més completes possibles. Per Lenin, per contra, el punt passava per la guerra o la pau; els comunistes estaven per la pau, i els «reformistes» havien votat els crèdits als seus governs per fer la guerra, i cada conquesta havia de ser defensada amb l’organització social i la independència de les seves organitzacions de l’aparell de l’Estat. A això deien Marx, Engels, Lenin… «dictadura del proletariat». Després amb l’estalinisme ja és una altra història, que durant massa temps va impedir que amb el cap obert s’analitzaren punts programàtics cap als avenços que la humanitat necessitava i necessita.

I avui quan des de la humilitat dels nostres coneixements ens atrevim a assenyalar un programa mínim d’avenç com el de la moneda única i universal, com el d’un sistema impositiu basat exclusivament en la circulació dels diners, eliminant tota imposició al consum, als salaris i a les pensions, i eliminant també els paradisos fiscals, cap transacció hauria de ser vàlida si no està degudament registrada en els organismes que la societat determini. Amb els fons obtinguts d’equilibrar els pressupostos de les organitzacions de la societat sobre la base de la rendibilitat i l’eficiència i alhora planificant obres perquè la humanitat pugui amb èxit acabar amb la fam i començar a eradicar el major nombre de malalties possibles i alhora preparar i donar feina a tota la població mundial. També sabem que per a això es necessita un acord universal per al qual han de treballar totes les organitzacions de la societat que avui es pronuncien pel progrés humà. Es necessita construir la voluntat política que ho faci possible.

És cert que això ho plantegem totes les vegades que podem, som pesats i reiteratius, i llevat Mujica per 46 minuts a l’ONU al setembre del 2013, pràcticament no hem obtingut resposta, però… el talp de la història segueix treballant i remenant les bases d’un món que comença a cruixir per totes bandes.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 24 de juliol del 2017.

[:]

[:es]Los tupamaros.[:ca]Els tupamaros.[:]

[:es]

Los tupamaros.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

A propósito de un debate en el Senado del Uruguay, la información y luego nuestro comentario:

Mujica sobre «tupabandas»: «es probable que 3 o 4 militantes hayan emprendido otro camino».

Durante el debate en el Senado, Mujica dijo que esos militantes estaban «fueran de su disciplina» y repudió que se lo acuse de «manejar millones».

Jueves, 21 de junio de 2017.

Bandera de los Tumpamaros. Por Walden69 - Muy común en Uruguay, vista en el FOTW y otros, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1264934.El senador José Mujica reconoció este miércoles en el Senado que algunos ex militantes del Movimiento de Liberación Nacional Tupamaros podrían haber incurrido en actividades delictivas durante la democracia.

Mujica tomó la palabra durante el debate de este miércoles en el Senado en el que los legisladores discutieron si correspondía iniciar una investigación parlamentaria sobre posibles vínculos entre las «polibandas» y el MLN.

El ex presidente comenzó su alocución considerando que «cuando la Justicia está procediendo hay que callarse la boca, porque de lo contrario es una manera de presionar». También señaló que existen «técnicas largamente pergeniadas» para «horadar la confianza de los gobiernos de signos adversos» en América Latina.

Mujica recordó que antes de salir de la cárcel hubo una reunión entre los presos encabezada por Raúl Sendic. «Nos juramentamos militar en la legalidad y sin cartas en la manga porque sencillamente con un pueblo vacilante y dolorido que salía de la dictadura no podíamos servir de pretexto para el miedo y para que las vacilantes instituciones trastabillaran», contó.

El senador señaló que, sin embargo, al salir a la calle se encontraron con que una «democracia liberalmente balbuceante» en el que «el aparato represivo había quedado incólume y a la vista». Por ese motivo, sostuvo, muchos ex tupamaros mantenían «la desconfianza en el aparato golpista de la dictadura que estaba vivo».

Mujica explicó que en esa etapa «empezaron algunas deserciones: algunos ser refugiaron en la militancia social y otros abandonaron para siempre el compromiso militante».

El líder del MPP puntualizó que otros «se fueron al exterior y buscaron el amparo de organizaciones revolucionarios que estaban en lucha» y otros murieron. Enseguida, Mujica recordó que a partir de un episodio concreto la dirigencia del MLN comprendió «que había algo que pasaba» con «gente que estaba en otra cosa».

«Es muy probable que tres o cuatro militantes fuera de nuestra disciplina hubieran emprendido otro camino. No sabemos si por otro proyecto político o una desviación de carácter bandidista», sostuvo.

De todos modos, aclaró que en su momento «no tenía pruebas» de que esto sucedía. «Teníamos indicios de desconfianza pero nada más», complementó.

«Ahora apareció un libro que dice que pudimos haber recibido millones de dólares y otros preguntan cómo compraron la chacra, la radio y Mate Amargo», continuó.

El senador contó que compró la chacra en la que vive con Lucía Topolansky con una entrega de 9 mil dólares y «mil dólares cada tres meses hasta completar 15 mil». Mujica recordó que la operación se hizo «en un escritorio que todavía existe en Colón» y apuntó que el dinero de la entrega inicial le fue prestado por una ong dedicada a ayudar a la reinserción de los ex presos políticos.

Mujica rememoró cuando concurría junto con Topolansky a la feria de Perú y Cuba en el Cerro «con un carrito que tiraba una moto». El senador recordó que «esa feria estaba muy cerca del Cementerio del Cerro y el día que vendimos más fue cuando murió Obdulio Varela».

«Un año comiendo remolacha y huevo y 15 años yendo con una motito a una feria y nos vienen a decir que manejábamos millones de dólares», exclamó Mujica, que también dijo que tuvo «un nudo en el corazón» cuando tuvo que vender la radio 44.

«Y me vienen a decir que manejaba millones. Es por esto que dije qué lástima que no exista el duelo porque hay dolores que no se arreglan con palabras», complementó.

Montevideo Portal.


Nuestro comentario:

¿Que es ser tupamaro?

Jorge Aniceto Molinari.Analicemos: en mi caso me defino como comunista, porque llego a la conclusión de que este mundo donde predomina el capitalismo necesariamente debe ser superado, debe morir esa predominancia para abrir a la humanidad un nuevo peldaño superior en su evolución. Procuro además con mi grano de arena contribuir para que esa muerte sea en paz.

El capitalismo cuyo origen es la humilde plusvalía reinvertida y extendida billones de veces, nace dentro de una sociedad envuelta en la lucha de clases, lucha de clases que el propio capitalismo utiliza y ayuda a clarificar, que va a subsistir en tanto aún superada su predominancia la humanidad necesite preservar y desarrollar su aparato productivo organizando estructuras superiores.

Esto significa enfrentamientos, luchas, combates, proyectos y contra proyectos. ¿A que nos lleva la actual predominancia del capitalismo en lo que tiene que ver con la lucha ideológica, política, social?: a la competencia. Nos lleva a la llamada lucha de modelos, a la cual sirvió aún con los bien intencionados, el stalinismo con su capitalismo de Estado.

¿Entonces ser tupamaro qué significa dentro de esta disyuntiva?: ¿Lo que dijo Mujica en la ONU o la vía muerta de los proyectos estatistas nacionales?

En lo personal a principios de la década de los 60 tuve largas charlas en el Centro Socialista de Paysandú con Raúl Sendic; Raúl no era estatista, es más, era antistalinista, leía y subrayaba detenidamente los textos de León Trotsky, su hermano mayor, Alberto, ya era un destacado dirigente trotskista; nuestras diferencias radicaban en cómo organizar las fuerzas sociales y fundamentalmente en comprender como eran utilizados los ejércitos en nuestros países, donde ya se veía claramente la lucha interna entre la organización comandada por los servicios de inteligencia de EE.UU. y las tradiciones nacionalistas, estimuladas claramente por el triunfo de la revolución cubana. Pero aún sin entender que había pasado realmente en la valoración que estos servicios habían hecho de la guerrilla cubana y como se les había ido de las manos.

Creo que Mujica es honesto consigo mismo, pero aún intelectualmente no ha comprendido –y perdonen la inmodestia– la importancia del debate político de cara a la verdad.

Mujica en la ONU, con su pasado tupamaro hizo un discurso comunista, que la sociedad en su conjunto se resiste y él mismo, a comentarlo y desarrollarlo. Ayer en el senado hizo la defensa de su vida, que nuestra sociedad ya ha premiado con la Presidencia de la República, y que salvo para los hijos del fascismo no está en discusión. Lo que sí está en discusión es ¿que línea política para superar esta crisis?: ¿la de los años 60 de asalto al poder para estatizar la economía o la que insinuó el propio Mujica en la ONU? Pero además como se muestra en el caso Trump, la derecha tampoco tiene ya salidas a no ser la suicida de profundizar la guerra y el de tratar de conservar todos sus privilegios.

En mi caso no tengo dudas y para ello me apoyo en el inmenso material de estudio, de análisis y de propuestas elaborados por Marx, Engels, Lenin, por nombrar a los más destacados.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 22 de junio de 2017.

[:ca]

Els tupamaros.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

A propòsit d’un debat al Senat de l’Uruguai, la informació i després el nostre comentari:

Mujica sobre «tupabandes»: «és probable que 3 o 4 militants hagin emprès un altre camí».

Durant el debat al Senat, Mujica va dir que aquests militants estaven «fora de la seva disciplina» i va repudiar que l’hi acussessin de «gestionar milions».

Dijous, 21 de juny de 2017.

Bandera dels Tumpamaros. Per Walden69 - Molt comuna a Uruguai, vista al FOTW i altres, Domini públic, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=1264934.El senador José Mujica va reconèixer aquest dimecres al Senat que alguns ex militants del Moviment d’Alliberament Nacional Tupamaros podrien haver incorregut en activitats delictives durant la democràcia.

Mujica va prendre la paraula durant el debat d’aquest dimecres al Senat en què els legisladors van discutir si corresponia iniciar una investigació parlamentària sobre possibles vincles entre les «polibandes» i el MLN.

L’expresident va començar la seva al·locució considerant que «quan la Justícia està procedint cal callar la boca, perquè en cas contrari és una manera de pressionar». També va assenyalar que hi ha «tècniques llargament realitzades» per «foradar la confiança dels governs de signes adversos» a Amèrica Llatina.

Mujica va recordar que abans de sortir de la presó hi va haver una reunió entre els presos encapçalada per Raúl Sendic. «Ens juramentàrem militar dins la legalitat i sense cartes a la màniga perquè senzillament amb un poble vacil·lant i adolorit que sortia de la dictadura no podíem servir de pretext per a la por i perquè les vacil·lants institucions trotollaren», va explicar.

El senador ha assenyalat que, però, en sortir al carrer es van trobar amb una «democràcia liberalment balbucejant» en què «l’aparell repressiu havia quedat incòlume i a la vista». Per aquest motiu, ha sostingut, molts ex tupamaros mantenien «la desconfiança en l’aparell colpista de la dictadura que estava viu».

Mujica va explicar que en aquesta etapa «van començar algunes desercions: alguns es van refugiar en la militància social i altres van abandonar per sempre el compromís militant».

El líder del MPP va puntualitzar que altres «van anar a l’exterior i van cercar la protecció d’organitzacions revolucionaris que estaven en lluita» i altres van morir. De seguida, Mujica va recordar que a partir d’un episodi concret la dirigència del MLN va comprendre «que hi havia alguna cosa que passava» amb «gent que estava en una altra cosa».

«És molt probable que tres o quatre militants fora de la nostra disciplina haguessin emprès un altre camí. No sabem si per un altre projecte polític o una desviació cap al bandidatge», va sostenir.

De totes maneres, va esclarir que en el seu moment «no tenia proves» que això succeïa. «Teníem indicis de desconfiança però res més», va complementar.

«Ara ha aparègut un llibre que diu que vam poder haver rebut milions de dòlars i altres pregunten com van comprar la xacra, la ràdio i Mate Amargo», va continuar.

El senador va explicar que va comprar l’habitatge en què viu amb Lucía Topolansky amb un lliurament de 9 mil dòlars i «mil dòlars cada tres mesos fins a completar 15 mil». Mujica va recordar que l’operació es va fer «en un escriptori que encara existeix a Colón» i va apuntar que els diners del lliurament inicial li va ser prestats per una ONG dedicada a ajudar a la reinserció dels ex presos polítics.

Mujica va rememorar quan concorria juntament amb Topolansky a la fira de Perú i Cuba en el Turó «amb un carret que tirava una moto». El senador va recordar que «aquesta fira estava molt a prop del Cementiri del Turó i el dia que vam vendre més va ser quan va morir Obdulio Varela».

«Un any menjant remolatxa i ou i 15 anys anant amb una moto petita a una fira i ens vénen a dir que ja teníem milions de dòlars», va exclamar Mujica, que també va dir que va tenir «un nus al cor» quan va haver de vendre la ràdio 44.

«I em vénen a dir que manejava milions. És per això que vaig a dir quina llàstima que no existeixi el duel perquè hi ha dolors que no s’arreglen amb paraules», va complementar.

Montevideo Portal.


El nostre comentari:

Que és ésser tupamaro?

Jorge Aniceto Molinari.Analitzem: en el meu cas em defineixo com a comunista, perquè arribo a la conclusió que aquest món on predomina el capitalisme necessàriament ha de ser superat, ha de morir aquesta predominança per obrir a la humanitat un nou esglaó superior en la seva evolució. Procuro a més amb el meu gra de sorra contribuir perquè aquesta mort sigui en pau.

L’origen del capitalisme és la humil plusvàlua reinvertida i estesa bilions de vegades, neix dins d’una societat embolicada en la lluita de classes, lluita de classes que el mateix capitalisme utilitza i ajuda a esclarir, que va subsistir en tant encara superada la seva predominança la humanitat necessiti preservar i desenvolupar el seu aparell productiu organitzant estructures superiors.

Això vol dir enfrontaments, lluites, combats, projectes i contra projectes. A que ens porta l’actual predominança del capitalisme en el que té a veure amb la lluita ideològica, política, social?: a la competència. Ens porta a l’anomenada lluita de models, a la qual va servir encara amb els ben intencionats, l’estalinisme amb el seu capitalisme d’Estat.

Llavors ser tupamaro què significa dins d’aquesta disjuntiva?: El que va dir Mujica a l’ONU o la via morta dels projectes estatistes nacionals?

En la vessant personal a principis de la dècada dels 60 vaig tenir llargues xerrades al Centre Socialista de Paysandú amb Raúl Sendic; Raúl no era estatista, és més, era antistalinista, llegia i subratllava detingudament els textos de Lleó Trotski, el seu germà gran, Alberto, ja era un destacat dirigent trotskista; les nostres diferències radicaven en com organitzar les forces socials i fonamentalment en comprendre com eren utilitzats els exèrcits en els nostres països, on ja es veia clarament la lluita interna entre l’organització comandada pels serveis d’intel·ligència dels EUA i les tradicions nacionalistes, estimulades clarament pel triomf de la revolució cubana. Però encara sense entendre que havia passat realment en la valoració que aquests serveis havien fet de la guerrilla cubana i com se’ls havia anat de les mans.

Crec que Mujica és honest amb si mateix, però encara intel·lectualment no ha comprès –i perdonin la immodèstia– la importància del debat polític de cara a la veritat.

Mujica a l’ONU, amb el seu passat tupamaro va fer un discurs comunista, que la societat en el seu conjunt es resisteix i ell mateix, a comentar-lo i desenvolupar-lo. Ahir al senat va fer la defensa de la seva vida, que la nostra societat ja ha premiat amb la Presidència de la República, i que excepte per als fills del feixisme no està en discussió. El que sí està en discussió és ¿quina línia política per superar aquesta crisi?: la dels anys 60 d’assalt al poder per estatizar l’economia o la que va insinuar el propi Mujica a l’ONU? Però a més com es mostra en el cas Trump, la dreta tampoc té ja sortides a no ser la suïcida d’aprofundir la guerra i la de tractar de conservar tots els seus privilegis.

En el meu cas no tinc dubtes i per això em suporto en l’immens material d’estudi, d’anàlisi i de propostes elaborats per Marx, Engels, Lenin, per nomenar els més destacats.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 22 de juny de 2017.

[:]

Marxista leninista.

[:es]

Marxista leninista.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Jorge Aniceto Molinari.Me preguntaron si era marxista-leninista y mi respuesta no es sencilla.

Los que saben dicen que las huellas dactilares son exclusivas a cada persona en todo el planeta. A su vez sostengo que es evidente que no existen tampoco dos personas que piensen igual. Sin embargo el pensamiento humano es una elaboración que se expresa individualmente, producto de una conjunción imponente de conocimientos colectivos que se han ido acumulando a lo largo del tiempo. Con el agravante de que la más de las veces no somos conscientes de ello.

Esos conocimientos agrupados y organizados a través de distintas ciencias, han sido generalmente etiquetados, muchas veces etiquetados bien, otras mal, pero etiquetados la fin.

José Batlle y Ordóñez (1856-1929).La obra de Marx, de Engels, de Lenin, a la que podría agregar la de Trotsky, la de Gramsci, la de Rosa Luxemburgo, y tantos otros, es esencial si se quiere saber cómo han sido estos tiempos de predominancia del modo de producción capitalista sobre todo ahora que esa predominancia ha entrado en una crisis irreversible. En el Uruguay, el pensamiento de José Batlle y Ordoñez, de Carlos Quijano, de Rodney Arismendi, de Julio Rodríguez por citar algunos de los más destacados. José Batlle y Ordoñez, que yo sepa nunca acreditó su conocimiento del marxismo, sin embargo su nota en «El Día» ante la muerte de Lenin, sólo pudo ser realizada por alguien que conocía muy bien el pensamiento de Marx, y que además valorando a Lenin no tenía conocimientos directos de los problemas que éste estaba pasando en el momento de su muerte, precisamente con el curso que la revolución estaba tomando. Además su obra responde a un conocimiento de la organización social que aún hoy el país no ha superado.

Marx decía que él no era marxista, luego que le preguntaran sobre un grupo que si se decía marxista.

Lo importante es que lo escrito por ellos está y puede ser estudiado. Con Lenin, como también con Marx se conocieron en la época del stalinismo lo que se llamaron «las obras escogidas» que en su momento quisieron ser utilizadas para sustituir el estudio de toda la obra, sin embargo hay que precisar que los textos no fueron alterados y que los intelectuales soviéticos tuvieron la lealtad y el heroísmo de brindar a la humanidad los textos completos, en el caso de Lenin, 55 tomos, en los cuales es posible conocer todo su pensamiento, incluso textos en las que figuran las correcciones manuales de los propios autores. Si es cierto que algunos de ellos precisaron para ser conocidas, de la muerte de Stalin. No ocurrió lo mismo con fotos y otros documentos de la revolución y textos como la historia oficial del Partido Bolchevique difundida en la era stalinista, un verdadero compendio denigrante de falsificaciones.

Sin embargo y esa es nuestra responsabilidad, aún hoy se toman fragmentos de Marx, de Lenin y se los constituyen en una verdad aparte del conjunto de la obra, que es coherente en un todo y de una enorme profundidad.

Lenin escribió en 1916 «El imperialismo fase superior del capitalismo», obra en la que llega a la conclusión de que la humanidad va a pasar a ser gobernada por los complejos empresariales multinacionales, por encima de los Estados más poderosos, que es lo que hoy está ocurriendo.

El otrora imperialismo yanqui, montado sobre una nación cuya historia también es necesario estudiar para saber entre otras cosas como devino su potencia, y el desplazamiento de los otros imperialismo anteriores, con más historia; hoy es un país que ha perdido su soberanía, con un endeudamiento demencial, utilizado en toda su potencia militar y estratégica como el principal gendarme del modo de producción capitalista (el rol importante que cumple la industria de guerra en la reactivación de la economía), y a la vez internándose en una crisis donde hoy incluso se llega a decir públicamente, que el gobierno del actual Presidente Trump, fue producto de una intervención de la inteligencia rusa. Dramático y dantesco a la vez. Cosas vedere Sancho…

Sin embargo esto tiene explicación. Hay una inercia ideológica que hace a las respuestas de la izquierda ir siempre desfasadas en el tiempo, cosa que no ocurría en los tiempos del accionar de Marx, y luego en los de Lenin. Si en medio de un intenso y profundo debate ideológico, que hoy no existe abierto y a la luz pública y en el que ellos incidían directamente en los temas.

El curso de la lucha de clases impone triunfos y derrotas. Los maestros impusieron con sus ideas avances formidables en la historia humana, y a la vez el sistema cobró con sus derrotas un espacio que hoy necesita de la paz para que comience a terminarse, nada diferente a lo que ha venido ocurriendo en las distintas ramas de la ciencia. «Eppur si mouve» diría Galileo.

Es más, se esgrime comúnmente, que la política de estatizar la economía que aplicó el stalinismo, (cuyo teórico inicial fue Nicolás Bujarin –con un gran bagaje de conocimientos ideológicos–, que incluso polemizó con Lenin y a nuestro entender –surge de las documentaciones históricas– que fue el verdadero autor de «Cuestiones del leninismo» texto que apareció con la firma de Stalin, y luego asesinado por éste), es lo que marca cuando un gobierno o un partido, es más o menos de izquierda. Algo totalmente reñido con el razonamiento aplicado por los maestros.

Lo cual no quiere decir que en determinadas circunstancias y para preservar y/o desarrollar el aparato productivo no sea necesario realizar estatizaciones, como mostró claramente la revolución rusa o en nuestro país la política de José Batlle y Ordoñez.

Análisis que reaparecen cada vez que un proceso histórico revolucionario entra en crisis. Ya pasó trágicamente en España, donde la lucha de tendencias y el peso del stalinismo le sirvió la victoria al fascismo en bandeja, lo cual no quita mérito al heroísmo de los militantes comunistas españoles, ni exime de responsabilidad a las otras corrientes, aún en estas circunstancias terribles desde el punto de vista ideológico.

Cuba ya fue otra cosa, la guerrilla se les fue de las manos a los servicios de inteligencia yanqui, y la juventud cubana reivindicó un camino que para ese entonces ya parecía cerrado, pero que la Unión Soviética ya sin Stalin contribuyo a abrirlo.

Se reabría un nuevo panorama para todo el continente, todos fuimos influidos por el proceso de los guerrilleros cubanos. Los movimientos de masa, los movimientos sociales, los propios ejércitos tenían un nuevo contenido, aun cuando el desafío de la construcción económica no estaba suficientemente claro, y la propia Cuba pasó por circunstancias extremadamente duras, que sorteó o está sorteando con un pueblo que avanzó notablemente en temas como la salud y la enseñanza.

Los servicios de inteligencia yanqui en esto trataron de aggiornarse, asimilaron la derrota, estamos hablando de la década del 60 en adelante y pasaron al estimulo de la lucha guerrillera para boicotear los movimientos de masa que ellos intuían como difíciles de detener. Sabemos que estamos haciendo conjeturas pues la documentación sobre estos hechos así como sobre las dictaduras militares permanece inaccesible y con siete sellos de seguridad, pero los hechos son porfiados, están allí y los archivos en algún momento serán abiertos.

En este desafió es que entre otros surgió Hugo Chávez, que desde el ejército se propuso cambiar en beneficio de la gente al estado venezolano.

Tamaña tarea, en un país con el 80% de economía informal, y con un presupuesto nacional totalmente dependiente de la renta petrolera.

La derecha trató desde el inicio de utilizarlo (recordemos el rol de Cisneros, con su apoyo inicial y su poder en los medios de comunicación), cuando no pudo se dedicó con el apoyo de la derecha internacional a intentar derribarlo.

Hoy con el Presidente constitucional Nicolás Maduro, la ofensiva se ha recrudecido, particularmente aprovechando las debilidades del gobierno en el campo del manejo económico que concretamente se expresa en la moneda. Un campo siempre propicio a la corrupción en un país de enormes ingresos en dólares por la renta petrolera y donde la gente común debe manejarse con bolívares. El ejemplo de Ecuador aún con enormes dificultades es paradigmático.

A su vez la derecha siente que lo que antes tenía a su favor para defender sus privilegios hoy no lo tiene, que son las fuerzas armadas, que han roto con el cordón umbilical que las unía al comando sur del ejército de EE.UU. cosa que para beneficio de la sociedad sucede en casi todo el continente.

Sin embargo existe un escollo de no menor importancia, y es la carencia ideológica de la izquierda que en lugar de examinar cuales son las circunstancias históricas y que enseñan los textos de los maestros solo atinan a pronunciarse por una mayor estatización de la economía y a aislarse del mundo, cuando para la economía venezolana ello es imposible.

La fuerza del pueblo venezolano, como antes la del pueblo cubano es enorme, ahora necesita de un proyecto político y programático que hoy la izquierda que conocemos no tiene y que para tenerlo necesitaría volver a las fuentes.

La izquierda hoy debería tener como programa a la luz de las enseñanzas de Marx, Engels, Lenin,… la necesidad de una moneda única y universal, de un sistema tributario cuyos recursos provengan de gravar la circulación del dinero, ir a la muerte de los paraísos fiscales, saber que un trabajador en Venezuela, en Rusia, en EE.UU., en Uruguay o donde sea debe tener los mismos derechos y beneficios que los avances de la sociedades actuales están en condiciones de brindarles.

Reconozco que lo que pienso no concuerda con el pensamiento oficial que se reivindica marxista y/o leninista, pero valdría la pena poder debatirlo pues en ello nos va la vida y el destino de todos. Son además estas corrientes de pensamiento, si nos atenemos a lo que han sido sus textos formidables, los que al día de hoy han dado una mayor respuesta a lo que es el nacimiento, desarrollo y declinación del capitalismo en la historia de la humanidad, pues precisamente de eso se trata la etapa actual, a como elaborar la transición para que la predominancia del modo de producción capitalista muera en paz, impidiendo la profundización de la guerra, lo que sería una tragedia inimaginable como epílogo de la que hoy estamos viviendo en las circunstancias actuales.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 7 de junio de 2017.

[:ca]

Marxista leninista.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Jorge Aniceto Molinari.Em van preguntar si era marxista-leninista i la meva resposta no és senzilla.

Els que saben diuen que les empremtes dactilars són exclusives a cada persona en tot el planeta. Al seu torn sostinc que és evident que no hi ha tampoc dues persones que pensin igual. No obstant això el pensament humà és una elaboració que s’expressa individualment, producte d’una conjunció imponent de coneixements col·lectius que s’han anat acumulant al llarg del temps. Amb l’agreujant que la majoria de les vegades no en som conscients.

Aquests coneixements agrupats i organitzats mitjançant diferents ciències, han estat generalment etiquetats, moltes vegades etiquetats bé, altres malament, però etiquetats a la fi.

José Batlle y Ordóñez (1856-1929).L’obra de Marx, d’Engels, de Lenin, a la qual podria afegir la de Trotski, la de Gramsci, la de Rosa Luxemburg, i tants d’altres, és essencial si es vol saber com han estat aquests temps de predominança de la manera de producció capitalista sobretot ara que aquesta predominança ha entrat en una crisi irreversible. En l’Uruguai, el pensament de José Batlle y Ordóñez, de Carlos Quijano, de Rodney Arismendi, de Julio Rodríguez per esmentar alguns dels més destacats. José Batlle y Ordóñez, que jo sàpiga mai va acreditar el seu coneixement del marxisme, però la seva nota a «El Día» davant la mort de Lenin, només va poder ser realitzada per algú que coneixia molt bé el pensament de Marx, i que a més valorant a Lenin no tenia coneixements directes dels problemes que aquest estava passant en el moment de la seva mort, precisament amb el decurs que la revolució estava prenent. A més la seva obra respon a un coneixement de l’organització social que encara avui el país no ha superat.

Marx deia que ell no era marxista, després que li preguntessin sobre un grup que sí es deia marxista.

L’important és que l’escrit per ells està i pot ésser estudiat. Amb Lenin, com també amb Marx es van conèixer en l’època de l’estalinisme el que es van anomenar «les obres escollides» que en el seu moment van voler ser utilitzades per a substituir l’estudi de tota l’obra, però cal precisar que els textos no van ser alterats i que els intel·lectuals soviètics van tenir la lleialtat i l’heroisme de brindar a la humanitat els textos complets, en el cas de Lenin, 55 toms, en els quals és possible conèixer tot el seu pensament, fins i tot textos en què figuren les correccions manuals dels propis autors. Si és cert que alguns d’ells van precisar per ser conegudes, de la mort de Stalin. No va passar el mateix amb fotos i altres documents de la revolució i textos com la història oficial del Partit Bolxevic difosa en l’era estalinista, un veritable compendi denigrant de falsificacions.

No obstant això i aquesta és la nostra responsabilitat, encara avui es prenen fragments de Marx, de Lenin i se’ls constitueixen en una veritat a part del conjunt de l’obra, que és coherent en un tot i d’una enorme profunditat.

Lenin va escriure en 1916 «L’imperialisme fase superior del capitalisme», obra en la qual arriba a la conclusió que la humanitat passarà a ésser governada pels complexos empresarials multinacionals, per sobre dels Estats més poderosos, que és el que avui està passant.

L’altre temps imperialisme ianqui, muntat sobre una nació la història de la qual també és necessari estudiar per saber entre altres coses com va esdevenir la seva potència, i el desplaçament dels altres imperialisme anteriors, amb més història; avui és un país que ha perdut la seva sobirania, amb un endeutament demencial, utilitzat en tota la seva potència militar i estratègica com el principal gendarme de la manera de producció capitalista (el paper important que compleix la indústria de guerra a la reactivació de l’economia), i alhora internant-se en una crisi on avui fins i tot s’arriba a dir públicament, que el govern de l’actual President Trump, va ser producte d’una intervenció de la intel·ligència russa. Dramàtic i dantesc alhora. Coses vedere Sancho…

No obstant això això té explicació. Hi ha una inèrcia ideològica que fa a les respostes de l’esquerra anar sempre desfasades en el temps, cosa que no passava en els temps de l’acció de Marx, i després en els de Lenin. Si enmig d’un intens i profund debat ideològic, que avui no existeix obert i a la llum pública i en el que ells incidien directament en els temes.

El decurs de la lluita de classes imposa triomfs i derrotes. Els mestres van imposar amb les seves idees avenços formidables en la història humana, i alhora el sistema va cobrar amb les seves derrotes un espai que avui necessita de la pau perquè comenci a acabar-se, res diferent al que ha passat en les diferents branques de la ciència. «Eppur si mouve» diria Galileu.

És més, s’esgrimeix comunament, que la política de estatalizar l’economia que va aplicar l’estalinisme, (el teòric inicial va ser Nicolás Bukharin –amb un gran bagatge de coneixements ideològics–, que fins i tot va polemitzar amb Lenin i al nostre entendre –sorgeix de les documentacions històriques– que va ser el veritable autor de «Qüestions del leninisme» text que va aparèixer amb la signatura de Stalin, i després assassinat per aquest), és el que marca quan un govern o un partit, és més o menys d’esquerra. Una cosa totalment renyida amb el raonament aplicat pels mestres.

La qual cosa no vol dir que en determinades circumstàncies i per preservar i/o desenvolupar l’aparell productiu no sigui necessari realitzar estatitzacions, com va mostrar clarament la revolució russa o al nostre país la política de José Batlle y Ordóñez.

Anàlisi que reapareixen cada vegada que un procés històric revolucionari entra en crisi. Ja va passar tràgicament a Espanya, on la lluita de tendències i el pes de l’estalinisme li va servir la victòria al feixisme en safata, la qual cosa no treu mèrit a l’heroisme dels militants comunistes espanyols, ni eximeix de responsabilitat a les altres corrents, encara en aquestes circumstàncies terribles des del punt de vista ideològic.

Cuba ja va ser una altra cosa, la guerrilla se’ls va anar de les mans als serveis d’intel·ligència ianqui, i la joventut cubana va reivindicar un camí que per a aquest llavors ja semblava tancat, però que la Unió Soviètica ja sense Stalin va contribuir a obrir-lo.

Es reobria un nou panorama per a tot el continent, tots forem influïts pel procés dels guerrillers cubans. Els moviments de massa, els moviments socials, els propis exèrcits tenien un nou contingut, tot i que el desafiament de la construcció econòmica no estava prou clar, i la pròpia Cuba va passar per circumstàncies extremadament dures, que va sortejar o està sortejant amb un poble que va avançar notablement en temes com la salut i l’ensenyament.

Els serveis d’intel·ligència ianqui a això van tractar de adaptar-se, van assimilar la derrota, estem parlant de la dècada del 60 en endavant i van passar a l’estímul de la lluita guerrillera per boicotejar els moviments de massa que ells intuïen com difícils d’aturar. Sabem que estem fent conjectures doncs la documentació sobre aquests fets així com sobre les dictadures militars roman inaccessible i amb set segells de seguretat, però els fets són evidents, hi són i els arxius en algun moment seran oberts.

En aquest desafiar és que entre d’altres va sorgir Hugo Chávez, que des del exèrcit es va proposar canviar en benefici de la gent a l’estat veneçolà.

Una gran tasca, en un país amb el 80% d’economia informal, i amb un pressupost nacional totalment dependent de la renda petroliera.

La dreta va tractar des de l’inici d’utilitzar (recordem el paper de Cisneros, amb el seu suport inicial i el seu poder en els mitjans de comunicació), quan no va poder es va dedicar amb el suport de la dreta internacional a intentar enderrocar-lo.

Avui amb el President constitucional Nicolás Maduro, l’ofensiva s’ha intensificat, particularment aprofitant les febleses del govern en el camp del maneig econòmic que concretament s’expressa en la moneda. Un camp sempre propici a la corrupció en un país d’enormes ingressos en dòlars per la renda petroliera i on la gent comuna ha de manejar amb bolívars. L’exemple de l’Equador encara amb enormes dificultats és paradigmàtic.

Al seu torn la dreta sent que el que abans tenia al seu favor per defensar els seus privilegis avui no el té, que són les forces armades, que han trencat amb el cordó umbilical que les unia al comando sud de l’exèrcit dels EUA cosa que per benefici de la societat succeeix en gairebé tot el continent.

No obstant això hi ha un escull de no menor importància, i és la manca ideològica de l’esquerra que en lloc d’examinar quines són les circumstàncies històriques i que ensenyen els textos dels mestres només encerten a pronunciar-se per una major estatització de l’economia i a aïllar-se del món, quan per a l’economia veneçolana això és impossible.

La força del poble veneçolà, com abans la del poble cubà és enorme, ara necessita d’un projecte polític i programàtic que avui l’esquerra que coneixem no té i que per tenir-lo necessitaria tornar a les fonts.

L’esquerra avui hauria de tenir com a programa a la llum dels ensenyaments de Marx, Engels, Lenin,… la necessitat d’una moneda única i universal, d’un sistema tributari els recursos dels qual provinguin de gravar la circulació dels diners, adreçar-nos a la mort dels paradisos fiscals, saber que un treballador a Veneçuela, a Rússia, als EUA, a l’Uruguai o on sigui ha de tenir els mateixos drets i beneficis que els avenços de la societats actuals estiguin en condicions d’oferir.

Reconec que el que penso no concorda amb el pensament oficial que es reivindica marxista i/o leninista, però valdria la pena poder debatre doncs en això ens hi va la vida i el destí de tots. Són a més aquests corrents de pensament, si ens atenim al que han estat els seus textos formidables, els que al dia d’avui han donat una major resposta al que és el naixement, desenvolupament i declinació del capitalisme en la història de la humanitat, doncs precisament d’això es tracta l’etapa actual, a com elaborar la transició perquè la predominança de la manera de producció capitalista mori en pau, impedint l’aprofundiment de la guerra, el que seria una tragèdia inimaginable com a epíleg de la qual avui estem vivint a les circumstàncies actuals.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 7 de juny de 2017.

[:]

[:es]El pensamiento comunista.[:ca]El pensament comunista.[:]

[:es]

El pensamiento comunista.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Jorge Aniceto Molinari.Hay toda una legión de viejos militantes comunistas, en el Uruguay y en el mundo, de la época de Rodney Arismendi, que viven y analizan todos los acontecimientos políticos que hoy ocurren, pero sin poder recorrer los andariveles en los que discurría la vida política en aquellos tiempos.

Tal vez donde mejor se visualiza esta problemática es en su relación con el programa y el Estado. En 1960 revolución cubana mediante, la tarea era la de promover programas nacionales, donde para ingresar a la lucha universal de los trabajadores, el camino era desarrollar el rol del Estado. Y no pocos militantes entendían que socialismo y estatización eran sinónimos. Sostener lo contrario era catalogado de reformismo puro.

Socialismo debía ser la conjunción de Estados Obreros en oposición al Imperialismo y a sus Estados de orientación burguesa. Esos Estados además el diario «El País» de Montevideo, en un mapamundi los pintaba de rojo, contraponiendo el «mundo libre» al «mundo comunista».

Noam Chomsky.Uno de esos compañeros, valiosos, consecuentes, me envía un texto de Noam Chomsky en que este autor, valioso en los análisis que incorpora, y en los datos con los que ilustra sus desarrollos, analiza que la caída del llamado campo socialista fue de alguna manera una liberación para el pensamiento de la humanidad en tanto permitió volver a la fuente original de los problemas.

Sin embargo el desarrollo de Chomsky adolece de un desconocimiento del pensamiento marxista, que es precisamente el que fue desconocido por el desarrollo de esa mal llamada economía socialista.

Esta es la respuesta que dí al compañero que me decía que el pensamiento de Chomsky le parecía de alguna manera novedoso:

Todo es importante, y a la vez todo lo complejo debe ser transformado en simple, para poder ser comprendido, en eso se basa la importancia del pensamiento de los maestros.

El problema es que ese pensamiento solo es reconocido socialmente como tal, cuando la humanidad está en condiciones de asumirlo. Hoy el carácter de la crisis parece remover todos los escollos y el topo de la historia aparece con fuerza.

El pensamiento de Chomsky aporta muchos elementos de gran importancia, pero se autolimita en esquemas que no van más allá de razonamientos que ya han sido superados, pues no se trata de problemas que tengan una solución nacional, aun cuando la llamada cuestión nacional siempre es necesario analizarla y engarzarla en el contexto general, respetando las identidades y las formas particulares de sus contenidos originarios.

Es lo que constatan estos comunistas sin comprender sus propias limitaciones, en cuanto a saber dar una correcta dimensión a su pensamiento comunista, que debe dar una respuesta tomando a la humanidad en su conjunto.

El stalinismo no fue derrotado en una enfrenamiento de sistema contra sistema, sino que los modelos alternativos al sistema general del capitalismo implosionaron, no tenían posibilidades de un sustento económico en tanto su única perspectiva era la de desarrollarse como un modelo alternativo en competencia con el capitalismo, sin salir de él, cosa que tanto Marx, Engels y Lenin se encargaron de demostrar en una infinidad de trabajos que ello no era posible, por la propia esencia del modo de producción.

Los que hoy hablan de Imperialismo, por lo general desconocen o no han leído a Lenin, que de una manera genial trazó lo que era la perspectiva general del sistema que hoy se confirma totalmente.

Ello no cuestiona el análisis del desarrollo imperialista que la humanidad ha reconocido y soportado durante siglos, sino que trata de analizar donde radica hoy el poder en el mundo. El desarrollo del capitalismo luego de la segunda guerra mundial dio nacimiento al neoliberalismo con el cual fueron superadas las fronteras nacionales y el gobierno del mundo pasó de los Estados a los conglomerados empresariales multinacionales que en dura pugnan afrontan hoy la mayor crisis –ya irreversible- del sistema en su historia.

Entonces hoy un programa de liberación nacional, no es tal sino toma el mundo tal cual es y desarrolla un programa acorde con esa necesidad. En ese marco los viejos comunistas, valiosos en su militancia, cometen el grave error de no reconocer que los comunistas que hicieron posible la revolución de octubre fueron asesinados –hablan sí de los excesos del stalinismo- por quienes creyéndose iluminados vanguardistas construyeron un Estado que pudo capitalizar los avances que la revolución significó en un marco ajeno a las enseñanzas de los maestros. Muchos creyeron honestamente estar construyendo el socialismo, otros simplemente usufructuando también de alguna manera la sociedad dividida en clases.

Eso los dirigentes capitalistas como Churchill lo recibieron con enorme regocijo, los obreros tenían su Estado, y harían su «dura» experiencia, como ocurre con el razonamiento de muchos empresarios cuando se instala una cooperativa. Por supuesto que antes hacen todo lo necesario para que ello no ocurra y si ocurre que sea en las peores condiciones.

Las tragedias como la Siria, que es la que analiza el estudio de Chomsky, que hoy se extienden prácticamente en todo el mundo, hace más que nunca retomar el pensamiento de los maestros, y obliga a los que nos sentimos comunistas a buscar los medios por los cuales se pueda avanzar en un programa en todo el mundo que pare la extensión de la guerra y se asuma lo necesario para el inicio de una transición.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 26 de mayo de 2017.

[:ca]

El pensament comunista.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Jorge Aniceto Molinari.Hi ha tota una legió de vells militants comunistes, a l’Uruguai i al món, de l’època de Rodney Arismendi, que viuen i analitzen tots els esdeveniments polítics que avui tenen lloc, però sense poder recórrer els senderols en què discorria la vida política en aquells temps.

Potser on millor es visualitza aquesta problemàtica és en la seva relació amb el programa i l’Estat. El 1960 en el decurs de la revolució cubana, la tasca era la de promoure programes nacionals, on per ingressar a la lluita universal dels treballadors, el camí era desenvolupar el rol de l’Estat. I no pocs militants entenien que socialisme i estatització eren sinònims. Sostenir el contrari era catalogat de reformisme pur.

Socialisme havia de ser la conjunció d’Estats Obrers en oposició a l’Imperialisme i als seus Estats d’orientació burgesa. Aquests Estats més el diari «El País» de Montevideo, en un mapamundi els pintava de vermell, contraposant el «món lliure» al «món comunista».

Noam Chomsky.Un d’aquests companys, valuosos, conseqüents, m’envia un text de Noam Chomsky en què aquest autor, valuós en les anàlisis que incorpora, i en les dades amb què il·lustra els seus desenvolupaments, analitza que la caiguda de l’anomenat camp socialista va ser d’alguna manera un alliberament per al pensament de la humanitat en tant va permetre tornar a la font original dels problemes.

No obstant això el desenvolupament de Chomsky pateix d’un desconeixement del pensament marxista, que és precisament allò que va ser desconegut pel desenvolupament d’aquesta mal anomenada economia socialista.

Aquesta és la resposta que vaig donar al company que em deia que el pensament de Chomsky li semblava d’alguna manera nou:

Tot és important, i alhora tot allò complex ha de ser transformat en simple, per poder ser comprès, en això es basa la importància del pensament dels mestres.

El problema és que aquest pensament només és reconegut socialment com a tal, quan la humanitat està en condicions de assumir-ho. Avui el caràcter de la crisi sembla remoure tots els esculls i el talp de la història apareix amb força.

El pensament de Chomsky aporta molts elements de gran importància, però s’autolimita en esquemes que no van més enllà de raonaments que ja han estat superats, ja que no es tracta de problemes que tinguin una solució nacional, tot i que l’anomenada qüestió nacional sempre és necessari analitzar-la i entomar-la en el context general, respectant les identitats i les formes particulars dels seus continguts originaris.

És el que constaten aquests comunistes sense comprendre les seves pròpies limitacions, quant a saber donar una correcta dimensió al seu pensament comunista, que ha de donar una resposta prenent a la humanitat en el seu conjunt.

El stalinisme no va ser derrotat en una enfrontament de sistema contra sistema, sinó que els models alternatius al sistema general del capitalisme implosionaren, no tenien possibilitats d’un suport econòmic en tant la seva única perspectiva era la de desenvolupar-se com un model alternatiu en competència amb el capitalisme, sense sortir-ne, cosa que tant Marx, Engels i Lenin es van encarregar de demostrar en una infinitat de treballs que això no era possible, per la pròpia essència de la forma de producció.

Els que avui parlen de Imperialisme, en general desconeixen o no han llegit a Lenin, que d’una manera genial va traçar el que era la perspectiva general del sistema que avui es confirma totalment.

Això no qüestiona l’anàlisi del desenvolupament imperialista que la humanitat ha reconegut i suportat durant segles, sinó que tracta d’analitzar on radica avui el poder al món. El desenvolupament del capitalisme després de la segona guerra mundial va donar naixement al neoliberalisme amb el qual van ser superades les fronteres nacionals i el govern del món va passar dels estats als conglomerats empresarials multinacionals que en dura pugnen afronten avui la major crisi -ja irreversible- del sistema en la seva història.

Llavors avui un programa d’alliberament nacional, no és tal sinó pren el món tal com és i desenvolupa un programa d’acord amb aquesta necessitat. En aquest marc els vells comunistes, valuosos en la seva militància, cometen el greu error de no reconèixer que els comunistes que van fer possible la revolució d’octubre van ser assassinats -parlen sí dels excessos de l’estalinisme- pels que creient-se il·luminats avantguardistes van construir un Estat que va poder capitalitzar els avenços que la revolució va significar en un marc aliè als ensenyaments dels mestres. Molts van creure honestament estar construint el socialisme, altres simplement usufructuant també d’alguna manera la societat dividida en classes.

Això els dirigents capitalistes com Churchill el van rebre amb enorme alegria, els obrers tenien el seu Estat, i farien la seva «dura» experiència, com passa amb el raonament de molts empresaris quan s’instal·la una cooperativa. Per descomptat que abans fan tot el necessari perquè això no passi i si passa que sigui en les pitjors condicions.

Les tragèdies com la Síria, que és la que analitza l’estudi de Chomsky, que avui s’estenen pràcticament a tot el món, fa més que mai reprendre el pensament dels mestres, i obliga els que ens sentim comunistes a buscar els mitjans per els quals es pugui avançar en un programa a tot el món que pari l’extensió de la guerra i s’assumeixi el necessari per a l’inici d’una transició.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo 26 de maig de 2017.

[:]