[:es]Disyuntiva de hierro.[:]

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Disyuntiva de hierro.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Al día de hoy el desarrollo de la tecnología es tal que las «actividades administrativas» que se realizan a nivel de los Estados, los municipios, las comunas, por seres humanos, pueden ser sustituidas con la consiguiente economía en los costos presupuestales del Estado que ello significa.

Un ejemplo: en el Uruguay estamos de elecciones, primero las internas de cada Partido, luego las nacionales para elegir autoridades parlamentarias y si se logra determinada mayoría al Poder Ejecutivo y si no, ir a una segunda vuelta para la elección presidencial, luego en Mayo tenemos las elecciones municipales.

El costo de todo este proceso, al que acompaña una profusa campaña también con costos de difícil cálculo, es para la sociedad tremendamente oneroso, y a la vez fácilmente sustituible, y no precisamente con el sueño de los fascistas de eliminar las elecciones y la democracia, sino por el contrario, haciéndola más ventajosa y aplicable más fácilmente, haciendo a la sociedad más democrática y pudiendo consultársele de continuo.

El Uruguay tiene hoy una tarjeta de identificación de la identidad (la llamada cédula de identidad y también el pasaporte), práctica, completa, sencilla y de rápida tramitación.

Pensemos en una copia digital de esta inscripción de los habitantes del país pasada a la autoridad electoral –La Corte Electoral–, constituida con las garantías constitucionales correspondientes. Esta tiene ahí todos los datos y no precisa hacer una trabajosa reinscripción para poder ejercer el ciudadano el derecho al voto. El colmo está que cuando hay elecciones y estas son obligatorias, el ciudadano debe presentar ante el organismo particular correspondiente a su trabajo o al cobro de jubilaciones o pensiones una papeleta que le expiden cuando vota. Absurdo, cuando debería ser la Corte la que comunicara automáticamente quién no cumplió con su obligación constitucional de votar para hacer los descargos correspondientes.

Y no vamos a reiterar el análisis de cómo se dilapidan millones y millones de pesos en editar listas, en el papeleo, en las mesas, etc. etc. sabiendo además que la garantía de la cuarta acta del escrutinio en las mesa de recepción de votos1, se puede preservar con total seguridad en un sistema digitalizado.

También hemos analizado en notas anteriores que lo mismo es posible hacerlo para un rubro tan importante como el de la salud, donde con un «simple» enlace todos los datos necesarios de cada ser humano puedan ser accedidos en circunstancias en que ello fuera necesario. Y si a ello de agregamos que hoy ya existe en la humanidad medios de muy bajo costo que con un simple análisis se está en condiciones de saber que enfermedades padeció y que enfermedades está propenso a padecer. No quiero imaginarme lo que un avance en este sentido y con este modo de producción puede provocar en desocupación en la industria vinculada a la salud en el mundo. Pero si quiero imaginarme lo que ello significaría en la salud de toda la humanidad.

Si nos ponemos a pensar en todo los que los Estados no sustituyen, incorporando tecnología que ya está disponible, para no sustituir a seres humanos que hoy se ganan la vida con tareas que esta ha superado, es lo que llamamos una disyuntiva de hierro.

Lo que se proyecta hoy, lo que se realiza de ello, tiene que estar en directa consonancia con la rentabilidad capitalista, y ello aquí en el Uruguay como en el resto del mundo es cada vez más: imposible. Como imposible es ampliarle al conjunto del modo de producción predominante su tasa de ganancia2. Que se inició con la humilde plusvalía, en su proceso de reinversión capitalista, el desarrollo, y ahora la declinación que pone a la humanidad toda en la tarea de dar muerte en paz a esa predominancia del modo de producción capitalista o someterse a las consecuencias de una enorme catástrofe.

El gobierno del mundo en plena pugna intercapitalista ha pasado a los complejos empresariales multinacionales, a los gobiernos de los Estados cada vez le queda menos márgenes de maniobras.

Los puestos de trabajo en todas partes del mundo son el Talón de Aquiles3 del actual modo de producción, pues están directamente vinculados a la rentabilidad y ella depende no solo de la capacidad de inversión sino del mercado capaz de absorber lo que se le ofrece. Esto hace que florezcan industrias vinculadas con lo peor del ser humano, las drogas, la guerra, las tratas de las más diversas índoles, que se estimule la actividad deportiva de elite en detrimento de la generalizada en beneficio de la salud de la gente.

El deporte profesionalizado, es una industria en la que se invierten millones y millones de dólares, la tasa de ganancia en este sector altamente competitivo sigue siendo alta pero a la vez de alto riesgo, en la medida que en el mundo avancen los controles bancarios y crezca la consciencia sobre la necesidad de eliminar los paraísos fiscales y el lavado de dinero.

¿A qué vamos con estos análisis? A que en un Estado determinado con el gobierno de un Partido socialdemócrata se puede defender a la gente de la explotación capitalista, establecer leyes, ayudas, instrumentos para generalizar la educación, la salud, la vivienda, pero a la larga, y ya no tan larga, la tecnología y la alta competencia capitalista para obtener lo que va quedando del agostamiento de la tasa general de ganancia, hacen a los gobiernos nacionales cada vez más estrechos en sus posibilidades a no ser que solo se les quiera para proteger los privilegios de un determinado sector como está ocurriendo ahora prácticamente en la casi totalidad de los países.

A la vez esta disyuntiva de hierro está en condiciones de ser quebrada fácilmente una vez lograda la voluntad política para hacerlo, siendo el escenario imprescindible la humanidad toda.

Para ello es que se necesita el programa, que tiene dos llaves: la moneda y los impuestos.

¿Está la humanidad en condiciones de iniciar este camino? No solo que lo está, sino que es imprescindible que lo haga, a riesgo de pérdidas incalculables en el desarrollo del aparato productivo y del bagaje cultural que se ha ido acumulando a través de la historia.

Esta nota la estamos escribiendo un 22 de Abril a 149 años del nacimiento de Lenin, que una de sus grandes virtudes fue la de dejar escrito todo (55 tomos de sus obras completas) lo que fue su actividad, y la hazaña aún mayor es que pudo atravesar el stalinismo y hoy son un documento fundamental para entender lo que la humanidad está viviendo y necesita hacer de aquí en adelante.

El trabajo, los puestos de trabajo son un problema que va en aumento en la organización actual de la economía en el mundo. ¿Soluciones?: las hay de todo tipo, las estatistas, la neoliberales… que acuden a lo mismo que ha venido fracasando hasta ahora, porque no atienden el problema fundamental que es la crisis irreversible de la predominancia de este modo de producción. La necesidad de ayudarla a morir en paz y comenzar a instrumentar la transición que ayude a preservar el aparato productivo que la humanidad ha construido y planificar un avance gigantesco para el cual ya están todas las condiciones técnicas y humanas pero que es necesario para que ello sea posible construir la voluntad política capaz de realizarlo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 22 de Abril de 2019.

Notas:

1La garantía de la cuarta acta de escrutinio, consiste en que la mesa entrega a los delegados de las distintas opciones electorales obligatoriamente un acta con el resultado de esa Mesa. Recordemos que en Dictadura, Germán Araujo organizó para que de cada mesa el resultado del plebiscito constitucional se conociera rápidamente en el exterior, particularmente en España, por lo que el resultado con la derrota de la misma se hizo conocer a todo el mundo e imposibilitó maniobras. Llama la atención como la derecha venezolana jamás instrumentó un sistema similar, ¿o será que no hay el tal fraude?

2Un concepto desarrollado magistralmente a lo largo de su obra por Carlos Marx.

3El talón de Aquiles es una expresión popular que se emplea para referirse al punto vulnerable o débil de un individuo o cosa.

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[:es]En polémica.[:]

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En polémica.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Con el compañero y amigo Juan Pedro Ciganda, hemos tenido oportunidad y el gusto de polemizar en innumerables oportunidades y seguramente lo seguiremos haciendo, porque ese es en definitiva uno de los instrumentos que nos da la vida para aprender y avanzar.

Esta que se hizo vía Facebook se inicia con una recomendación que me hace de un texto, sobre la Revolución Rusa1, y una observación inicial que realizo al método empleado:

«Para eso el método con el cual se aborda cada momento estudiado se convierte en una cuestión central, que debería poder iluminar y dar un esqueleto firme a la carne del asunto. Al pueblo en movimiento que, mal que nos pese, es el auténtico responsable de los cambios históricos». Este juicio llega a ser contradictorio con el de Engels en «El papel del trabajo…»2, Idealiza a las masas.

Juan Pedro:

Por eso mismo y coincidiendo contigo en la necesidad de un programa para el mundo, para la Humanidad, la contradicción de la hora –y más que nunca– no es capitalismo vs. algo diferente. Es democracia o fascismo, más allá que éste cambie de ropajes. El capitalismo no tiene pareja estable con el liberalismo económico, el proteccionismo, el librecambismo, el control de cambios, la sustitución de importaciones, el estado interventor. Puede casarse con todas las formas mientras lo que importa es el margen de ganancia. Entonces todo programa para el mundo pasa por democracia o fascismo, hoy más que nunca.

Mi opinión:

¿De qué disponen hoy los Estados? Supuestamente de los impuestos y de poder expropiar, ¿por qué supuestamente? porque existen reglas universales que el que no las acate queda fuera del circuito económico, incluido Corea del Norte y EE.UU. que se amuralla. Por otro lado, en los paraísos fiscales se acumulan billones y billones que no encuentran rentabilidad. Si se quebrara ese circuito (eso es hoy la revolución), el nuevo circuito estaría en condiciones de invertir y reactivar toda la economía. Para quebrarlo se necesita voluntad política. Mujica en la ONU (2013) llegó al punto y luego retrocedió en chancletas. Las bases para manejar globalmente la situación ya existen y la tecnología también. La humanidad ya está en condiciones de ingresar a una etapa superior o sumirse en la barbarie. Es la distancia entre consciencia e inconsciencia.

Juan Pedro:

Si lo atinente a la moneda no se abraza con democracia, es un buen programa que será inaplicable. Obviamente que no se puede ser esquemático y pensar que le vamos a enseñar a la cultura milenaria de los chinos o al Islam, que tienen que tener comisión electoral. No hay recetas. Mas en esta América de Sur abierta en cruz, como decía la Negra Mercedes, y en lo que conocemos como Occidente, la pelea por la democracia no es accesoria sino esencial.

Tampoco tengo recetas. Por ahí el oncólogo tiene.

Reconozco que en este asunto tengo presente el postrero artículo de setiembre de 1989, el último, del Flaco, antes de morirse.

Me han tildado de excesivamente arismendiano, al respecto3.

Mi opinión:

La llave del asunto, no está en ningún punto programático por separado, sino en comprender la necesidad de abordar con una política de paz el fin de la predominancia capitalista y las herramientas. Son la moneda y el sistema impositivo para que el mundo pueda mover los recursos que hoy ya no mueve porque al capitalismo no les son redituables. Los invalorables aportes del Flaco por eso no llegaron al nivel de Batlle y Quijano que si los tenían en cuenta y en la izquierda nos ha costado entender. Ellos no eran estatistas.

Juan Pedro:

El problema no es estatista o privatista. Al capitalismo no le interesa. Se lleva bien con la democracia, con el fascismo como instrumento imprescindible, con el Partido Chino, con los samurais y con todo aquel que pueda ser funcional a la rentabilidad que a la fecha tiene –como tu bien has advertido– como uno de los principales centros el complejo bélico. Por demás, si los tiros van por ahí, se me ocurre, hay que decirle a la gente algo más. So riesgo de la parálisis. Pero, me consta, tampoco tengo la receta.

¿De que disponen hoy los Estados? Supuestamente de los impuestos y de poder.

En la Rusia zarista la tierra, el pan, fueron temas para un proceso de cambio, independientemente del posterior desarrollo del proceso. La conciencia y la inconsciencia requieren de algo más que ubicar la moneda como el eje. Por demás, es casi tonto, no charlar de que del mismo modo que el dólar es la fuente de poder para ser manejado por USA y el sistema, la dictadura mundial de la seguridad nacional se ejerce militarmente, si hace falta. Por lo que, democracia y fascismo, siguen siendo la contradicción básica para avanzar. También para avanzar en la comprensión de temas como el rol de la moneda como instrumento de poder. Porque lo que avanza o no es la conciencia de los bichos humanos. No alcanza con citar a Einstein para explicar la teoría de la relatividad.

Mi opinión:

La paz, el mantener el funcionamiento del aparato productivo, y sancionar los excesos del zarismo… la paz… y el incorporar a lo cotidiano de la vida las conquistas ya alcanzadas en Europa. Eran aún predominantemente economías nacionales con sus monedas. Hoy el mundo capitalista es otro y en los países las monedas diferentes sirven para engordar burocracias nacionales. Ya en el socialismo real, el dólar era manejado por la burocracia y los diplomáticos, la gente se movía con las monedas locales, diferencias que se hacían patentes en épocas de crisis. ¿Dificultades para entenderlo?: en la izquierda que nunca lo ha debatido, porque cuando se ha aplicado como en Ecuador la iniciativa vino de otro lado, y en Argentina y Venezuela se ha estado discutiendo en ese juego de los intereses económicos.

Juan Pedro:

Jorge: de acuerdo con que se haya discutido poco, por incomprensión y dificultades de otro orden. Coincidirás conmigo en que el caso ecuatoriano no es el mejor. Si tu moneda pasa a ser el dólar, en forma más enfática, tu realidad será determinada por la Reserva Federal. No trato de invalidar la necesidad de tener una plataforma común que pueda ser bandera racional de las mejores causas de la humanidad. Y tampoco invalido la propuesta concreta relativa a la moneda. Eso sí, del mismo modo que tu machaconamente y con perseverancia trabajas ese tema, yo entiendo que hay que vincularlo con lo que algunos autores definen como la «dictadura mundial de la seguridad nacional» y que yo prefiero (no excluyendo el concepto anterior) seguir definiendo como nuevas formas de fascismo. En todo caso, también, junto a la visibilización del tema que tu reiteras, hay que hacer por la gente algo más que quererla y decirle cuál es el programa para el mundo como contraposición a la llegada de los monstruos de la que hablaba Gramsci. Eso pasa por la radical reivindicación de la democracia. Esto no es idealismo (contrapuesto a materialismo) sino la posibilidad de hacer política concreta en el mundo y en lo que nos toca en especial, Latinoamérica.

Sigo reconociendo que no tengo fórmulas mágicas, salvo estudiar, escribir y difundir que a mi edad lo veo como más posible que ir al a mil actos.

Mi opinión:

«Tu realidad será determinada por la Reserva Federal» ¿Esto es así? ¿qué está pasando con la Reserva Federal? Primero es importante estudiar el tema. El país con más reservas en dólares en el mundo es China. Las emisiones de la Reserva Federal que se hacían para enjuagar los déficit de guerra del presupuesto de EE.UU. y en paralelo con las emisiones de Euros del Banco Central Europeo son intensamente debatidas. El centro programático debe ser necesariamente la economía. Y no digo que sea fácil, Lenin recién en las tesis de abril desarrolló el programa para la revolución de octubre en lo concreto en lo económico y luego de la revolución su preocupación era como se seguía. La izquierda a esto no le ha dado pelota. Se estatizaba y ta. Nosotros hemos tenido la ventaja de vivir adentro del monstruo y poder conocerlo mejor a partir de gigantes como el flaco Gómez y el gordo Juanjo.

Juan Pedro:

1. Lo que no me queda claro es con quien polemizas. Los que querían estatizar todo están, en buen grado, en seguro de paro o en hogares de la tercera edad.

2. Los nombres de Juanjo, del Flaco, de Batlle o de Quijano son todos valiosos, en lo político y en lo humano. Pero no son el asunto. No me contestas que sugerencias tenés sobre el asunto moneda, aunque sea para avanzar en la conciencia de algún amigo y cómo eso lo invertimos en una batalla por la democracia contra el fascismo y la dictadura mundial de la seguridad nacional.

3. Marx, Engels y Lenin vieron muchas cosas. Otras no pudieron imaginarlas siquiera por razones obvias. Somos, cada uno de nosotros, un fenómeno histórico, cambiante, dependiente de nuestro contexto, formación, tiempo, circunstancias.

4. Hay un amplio desarrollo del pensamiento marxista o marxiano a lo largo y ancho del planeta en todo el siglo veinte y en lo que van del veintiuno. A título de ejemplo, ¿cómo se traspola a las grandes batallas del siglo en curso y la etapa presente del capitalismo, la contradicción de clases mirada ya no desde 1848 sino en 2020?

5. Hardt y Negri escribieron Imperio y conmovieron a mucha gente y fueron best seller hace un par de décadas. Subrayaban la importancia de la «mundialización» del capital y la necesidad de borrar esquemas anteriores. Eran corresponsables de darle carné de libre acceso a la tesis de que los «estados nacionales ya fueron». No solamente le restaban responsabilidades a las potencias centrales, le daban impunidad. El problema no eran los estados capitalistas centrales.

6. Algunos prestigiosos cientistas e historiadores marxistas subrayan hasta el día de hoy (Osorio es un ejemplo) como los estados sieguen siendo imprescindibles para administrar el sistema. Incluso el asunto progresivo y confrontado con el fascismo es el fortalecimiento de organismos internacionales. Una prueba de ello, es que la obscena dictadura norteamericana ha derogado a las Naciones Unidas como ámbito relevante, por no controlarla.

7. Hay algunos temas convocantes –que pueden ser diversionistas del eje central– pero que importan, de hecho, el cuestionamiento de la realidad. Lo atinente al medio ambiente es un ejemplo. Lo referido al rol de la mujer, etc. son convocantes. Pueden ser diversionistas (opción uno) o pueden ser nucleadores de gente donde es más viable la posibilidad de introducir la necesidad de un programa para el mundo, como es tu vocación.

8. Yo aprendí de los «viejos» pero también de los teóricos (no maestros, porque a los maestros no se les discute, al menos para algunas cabezas) más notables, la necesidad de la acción con la gente para materializar avances en la conciencia individual y colectiva. No entender el riesgo concreto de Latinoamérica de hoy, en aras de plantear la única respuesta programática mundial, por ejemplo lo relativo a la moneda, es ladrarle a la luna. El otro día estaba viendo pasar una manifestación machaza por la Avenida Santa Fe, en Buenos Aires. Movimientos sociales diversos. Gran cantidad. Mucha gente joven. Fotos y dibujos de Evita, etc. Una señora se me acerco y me dijo «¿sabe lo que pasa? El gobierno nos quita el derecho al trabajo pero está lleno de venezolanos y bolivianos que lo tienen». Nos saludamos cordialmente y ella siguió su marcha. Pensé para mis adentros. Esta es una manifestación enérgica de desesperación y lucha contra el liberalismo macrista, los ajustes, etc. Y la xenofobia está presente. Fijate que lío para convencerla de que el problema es un programa mundial.

En fin. Por ahora paro. No te digo que esté contento con lo que veo y escucho y leo. Solamente comparto contigo para ayudarme y ayudarnos a pensar.

Por fin los bolsos están aprendiendo a jugar a lo Peñarol. Juegan horrible y se llevan los puntos. Congratulaciones y espero que nos crucemos en semi finales.

Mi opinión:

Polemizo contigo porque con Alvarito Gutiérrez4 por ahora no puedo. ¿Lo de la Reserva Federal quedó claro? Tampoco puedo leer todo lo que hoy se escribe, no tengo más remedio que seleccionar. A los maestros no sólo los discuto sino que los pongo a prueba en todo momento, sinó no son como maestros. Ahora no trato de convencer a nadie, sino de buscar entender el curso material de las cosas. Que ese es en definitiva nuestro problema porque si analizas los índices de la economía no podes llegar a otra conclusión de que estamos ante una situación que se va a convertir insostenible. Va a explotar. Pero no va a explotar la economía sino las teorías que hoy están en ejecución.

Lamentablemente no son pocos los que en la actividad política que piensan que socialismo es propiedad estatizada, y a muchos los rascas un poco y arman un arcoíris en que los radicales son los estatistas y renovadores los que no lo son tanto. ¿Y entonces? hasta los fachos tendrán que abrir sus entendederas. Trotsky construyó el Ejército Rojo que luego en el tiempo venció a los nazis e izó la bandera roja con la hoz y el martillo a su modo en el reducto nazi, con muchos militares del zarismo.

Juan Pedro:

Sí, pero Míguez y el Pata Loca ya no juegan5.

Mi opinión:

Si pero hay dos arcos, una pelota, once de un lado y once del otro, cuando lleguemos al socialismo cada jugador tendrá su arco y su pelota o no, porque se estaría promoviendo el individualismo.viendo el individualismo.

Juan Pedro:

El Profe De León una vez me explicó que el sistema de él servía mientras se siguiera jugando con una pelota. «Si hay dos, entonces tengo que repensar», dijo, tomando una.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 13 de Abril de 2019.

Notas:

1Se refiere a un comentario en Página 12 de Buenos Aires de Fernando Bogado sobre el libro, El huracán rojo: De Francia a Rusia 1789/1917, de Alejandro Horowicz.

2Federico Engels y su más que recomendable texto: El papel del trabajo en la transformacion del mono en hombre.

3Es importante recordar que sobre este texto de Rodney Arismendi hemos realizado valoraciones diferentes.

4Director técnico del principal equipo futbolístico del Club Nacional de Fútbol.

5Futbolistas integrantes del equipo uruguayo campeón del mundo en 1950.

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[:es]Socialdemocracia.[:]

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Socialdemocracia.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

La Revolución francesa (1789) marcó un hito en la historia de la humanidad. El capitalismo naciente requería la libertad necesaria para poder desarrollarse y superar las trabas del feudalismo. Para ello debía recurrir a la esencia misma de la naturaleza humana y proclamó: fraternidad, libertad e igualdad aún cuando sabía que un avance con esos contenidos iba a tener los propios límites del sistema que se estaba imponiendo.

La socialdemocracia nació con la Revolución francesa, que equivale a admitir que es el producto político popular del propio surgimiento del capitalismo.

Su nacimiento de alguna manera está emparentado con la necesidad del propio capitalismo como sistema, de la mayor amplitud social para su desarrollo y aquí una disquisición. Cada empresario, cada capitalista consideraba que sus costos eran lo importante y por lo tanto su esfera de influencia debía ser avara en el reconocimiento de los derechos a la vez que sentía que sus competidores no lo fueran para tener para sí un mejor mercado.

La socialdemocracia nació entonces como una política de Estado capaz de dar la amplitud social que el capitalismo necesitaba arbitrando lo mejor posible las relaciones intercapitalistas. El primer partido con ese nombre data de 1863 en Alemania, un año antes de la fundación de la Primera Internacional (1864), aunque otros estiman que fue en 1869. Recordemos que el manifiesto del Partido Comunista de Marx y Engels es de 1848.

Es una época de una inmensa riqueza ideológica. Nosotros fieles a las enseñanzas de los maestros sentimos que el crisol material de esa época hacía que surgieran mentes capaces de resumir en textos formidables –conductores– toda la coyuntura que se estaba dando. Una concepción idealista nos daría vuelta el razonamiento y nos diría que fueron esas mentes las que alumbraron ese devenir histórico.

La socialdemocracia fue una necesidad del capitalismo pero a la vez la precursora de señalar los limites en los cuales este sistema debía inexorablemente de transitar.

Ese también fue su drama. Marx y Engels pretendieron de la primera Internacional un programa –elaboraron con ese fin– para transitar organizadamente lo que podría ser una transición a un sistema superior.

Su inmensa obra muestra claramente como le dieron al capitalismo el valor de poder llegar a través de su modo de producción hasta los confines del planeta pero a la vez desde el punto de vista de la dimensión humana los límites que el aparato productivo tenía en tanto nacía de la necesidad de invertir la plusvalía, que no es otro el origen del capital.

Fueron derrotados temporalmente por las necesidades inmediatas de capas superiores del propio proletariado expresadas de alguna manera en el bakuninismo. No se podía medir a todo el proletariado con el mismo rasero y más aún con la existencia de un proletariado avanzado en los países centros de avances imperialistas en ese mundo de desarrollo capitalista.

Además a ello hay que agregar la necesidad de las capas dirigentes de las burguesías de esas potencias imperialistas, de hacer cómplices a los dirigentes de ese proletariado de sus necesidades de guerra, de sus necesidades de conquista, de nuevos mercados. La socialdemocracia quebró históricamente su perspectiva de un capitalismo democrático cuando votó con los opresores imperialistas los créditos de guerra (1914).

Frente a ello un ala de la misma reivindicó en Alemania sus orígenes y combatió esa política: Rosa Luxemburgo y Carlos Liebknecht, en el combate por esas ideas fueron asesinados.

Lenin, mientras tanto elaborando política permanentemente, construía un Partido socialdemócrata profundamente aferrado a las enseñanzas de Marx y Engels, y conducía al pueblo ruso a la más grande revolución de la historia, que incorporaba derechos jamás conocidos en los pueblos del mundo (ver el brillante resumen de esto en el editorial de Batlle y Ordoñez en «El Día» a la muerte de Lenin). Asumía de sus maestros la denominación universal de comunistas, ya reivindicada en el manifiesto de 1848. Es cierto que su triunfo fue cimentado por la tremenda crisis provocada por la primera guerra mundial y la falta de perspectivas propias del capitalismo ruso para poder afrontar la necesidad del funcionamiento del aparato productivo, pero sin ese partido hubiera sido imposible lograrlo.

El capitalismo estaba lejos aún de llegar a sus límites, Lenin en 1916 analizaba en «El Imperialismo fase superior del capitalismo» que se avecinaba una etapa en la que el gobierno de la economía iba a pasar de los Estados a los complejos empresariales multinacionales que es lo que hoy está ocurriendo.

Luego de la primera guerra mundial el capitalismo se repuso, Lenin fue derrotado por una corriente que instauró el capitalismo de Estado con la falsa etiqueta de «comunista», que no renegó de las conquistas obtenidas por los bolcheviques pero que pasó a desarrollar un capitalismo de Estado en pretendida competencia con lo que existía en las naciones desarrolladas, con el beneplácito ideológico de estas que habían temido la proyección socialdemocráta universal del pensamiento de Lenin.

En un siniestro símil con lo ocurrido con la revolución francesa los bolcheviques fueron aniquilados.

La socialdemocracia así entró en la crisis en la que aún hoy está sumida, sin ninguna perspectiva histórica como tal y sin poder definirse ante las disyuntivas que la crisis del régimen globalmente les plantea.

Se nos habla de que luchan por un «socialismo democrático» que nadie sabe definir bien que es y a lo sumo balbucean de que es para diferenciarlo del socialismo totalitario instaurado por el stalinismo.

El terreno donde mejor se puede analizar esta realidad es en el programático. Los auténticos stalinistas (que aún los hay) siguen reivindicando la estatización de la economía, aun cuando no en pocas veces sea necesario reivindicarla para defender coyunturalmente el aparato productivo, pero ellos la piensan como programa como objetivo finalista para eliminar la propiedad privada.

Los socialdemócratas reformistas, herederos de los votantes de los créditos de guerra al inicio de la primera guerra mundial, se quedaron en el capitalismo, no lo sueñan como estación final pero ambicionan mejorarlo y eso va a contra pelo de los paraísos fiscales, de las deudas en crecimiento y de las emisiones monetarias en crecimiento, se aferran a solo definir la democracia que cada vez se hace más incómoda dentro de los marcos del capitalismo actual.

Mientras tanto la vida sigue, la crisis de la predominancia del modo de producción capitalista ya es irreversible y el mundo necesita que lo mejor de la humanidad se una en el tránsito hacia un sistema superior con un programa que permita hacerlo en paz.

La socialdemocracia debe aportar su experiencia abriéndose al debate.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 5 de Abril de 2019.

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[:es]Jubilaciones y/o pensiones.[:]

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Jubilaciones y/o pensiones.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Nacieron como las conocemos actualmente como una necesidad dentro del modo de producción capitalista, venían ya en la historia, de la solidaridad, de la atención a sectores menos protegidos de la sociedad, de la rica epopeya de la hermandad entre los seres humanos.

Hoy sufren las vicisitudes del modo de producción predominante y sería en vano analizarlas fuera del contexto pues su «costo» hoy forma parte del costo del sistema, que ya está llegando a los límites posibles de su desarrollo. A ninguno de los asesores empresariales que hoy son casi imprescindibles para el accionar de estas instituciones se les ocurriría calificarlo y tratarlo de otra manera a riesgo de perder su calificado y bien remunerado trabajo.

Sin duda que sobre esto podemos elaborar hermosos discursos, hermosas teorías sobre los derechos humanos, sobre las tradiciones de atención y sacrificio en todos los problemas que la vida del ser humano afronta, pero en definitiva quienes ejercen el poder llegan al final a la ecuación costo‑beneficio, y sobre ella abordan las definiciones.

No es otra la razón del porqué una parte mayoritaria de la humanidad vive en la indigencia y con la carencia de satisfacción en sus necesidades de vida. Al modo de producción predominante le es imposible en las actuales circunstancias sin abandonar esa predominancia atender lo que es una grieta creciente en la mayoría de las sociedades que pueblan el planeta. El capitalismo ya no tiene solución para organizar la sociedad de otra forma. Y conste que durante toda una etapa existió una camada importante de intelectuales y técnicos que aspiraron a una solución con el capitalismo de Estado. En cuyo seno hubo y hay distintas formas de abordar esta problemática y el de la burocratización.

Los funcionarios neoliberales que abundan en el sistema, a veces con disfraces distintos, nos hablan de cómo ajustar costos, o como acostumbrar a la gente a vivir con menos ingresos. O los políticos oportunistas que abundan que nos hablan no de soluciones sino de cómo hacer para en el compromiso abarcativo del conjunto político adormecer el tema. Es un tema grave nos dicen, debemos reunirnos todos y llegar a un acuerdo. Acuerdo para el cual no se les ocurre como dicen en el barrio: «ni una puta idea», y elucubran con las variables sin ir al fondo del problema: los recursos.

¿Por qué en determinada etapa de la historia el capitalismo se dispuso aún a costa de enlentecer su acumulación destinar recursos con este fin? El capitalismo eclosiona su predominancia a partir de la revolución francesa que rompe los diques del feudalismo y proclama, libertad, igualdad y fraternidad. Sintió la presión social que a su vez contradictoriamente al ampliar el mercado dio base a una mayor dimensión para su desarrollo. Explicación que nos lleva a entender el porqué de China y su entorno hoy.

Rápidamente entonces, de acuerdo a como se lo permiten las circunstancias asimila los derechos conquistados por las masas y acelera su camino de desarrollo, transformando millones y millones de la plusvalía en un capital universal, primero por el Estado y luego superando esas fronteras en capitales empresariales universales.

Reconoció todo lo que necesitó reconocer para transitar ese camino. Las masas impusieron conquistas y derechos que hicieron que el capitalismo se fuera adecuando en su desarrollo a las circunstancias que la conquista de esos derechos les imponía. Fue la época del gran desarrollo capitalista y de la que algún desprevenido diría: «es el fin de la historia» o a la que no faltó quién agregara: es el fin de la utopía comunista, aún cuando Joan Manuel Serrat advertía que los pobres se estaban juntando esperando al señor1.

Ningún país por más desarrollado que fuera pudo convertirse en un superimperialismo dentro del capitalismo (Lenin, 1916: «El Imperialismo fase superior del capitalismo»). El centro de este –del capitalismo–, pasó del Reino Unido a EE.UU. y ahora se traslada a China y su entorno. Los gobiernos estatales pasaron a perder facultades frente al desarrollo universal de los conglomerados empresariales multinacionales, que por supuesto nunca han abandonado la pugna intercapitalista que caracteriza al sistema.

Sin embargo, hoy asistimos a una contradicción como lo es la de que en EE.UU. una de las cunas del neoliberalismo capitalista, asume el gobierno una corriente que defiende al capitalismo amurallado, y por otro lado el capitalismo mundial toma como centro y desarrollo del libre comercio a China y su entorno comandado por el Partido Comunista.

Los sistemas de seguridad social, de previsión social, que fueron compatibles con la ideología del capitalismo comienzan a derrumbarse en todo el mundo y la humanidad siente la indefección que su crisis causa. Siente que todo lo logrado está cuestionado, no hay recursos para atender a los problemas de la gente.

En el Uruguay caminando ya el año electoral, todos amenazan con blandir el tema. A su vez todos coinciden en no tener la menor idea de qué hacer, pues es precisamente en el marco de los recursos donde existen las dificultades para comprender que esos recursos deben provenir de la circulación del dinero y que este debe ser medido universalmente. Se entiende pero no se acuerda.

En Europa por ejemplo, el informalismo crece inexorablemente sin solución de continuidad, y las tareas que hoy se deben organizar a través del Estado se hacen doblemente costosas, si de competir con el informalismo se trata.

El debate inaplazable sobre la seguridad social, sobre la previsión social no es otro que el debate sobre la muerte en paz de la predominancia del modo de producción capitalista y tiene que abordar inexorable el valor universal de las mediciones monetarias así como que los impuestos deben ser sobre la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y a los que se aplican sobre el consumo, los salarios y las pensiones. El inmenso monto que hoy ya se puede recaudar, si se produjera este giro en la economía, no puede ser destinado a engordar los aparatos estatales sino a que el mundo encuentre los mecanismos de administración y gestión que permitan rápidamente administrar y ejecutar, organizando el trabajo de todos los seres humanos en el Planeta, atendiendo, su salud, su enseñanza, y todas sus necesidades vitales. ¿Es posible hacerlo? Si es posible hacerlo ya, existen todos los medios técnicos y científicos. Se necesita como única condición la voluntad política para la cual ya existe una vasta experiencia y un importante bagaje de conocimientos.

La forma de desarrollar el aparato productivo aún sin la predominancia del capitalismo, continuará siendo capitalista aún por mucho tiempo imponiendo la rentabilidad y la eficiencia que los organismos de la sociedad deberán controlar en beneficio de esta. Hasta que la sociedad en su progreso haga el aprendizaje para una organización de la producción superior, como por otra parte ha ocurrido con los modos de producción anteriores.

Seguramente se nos dirá, ¿y mientras tanto?: defender organizadamente todo lo conquistado pero sabiendo que sus límites son cada vez más estrechos y propicios a situaciones trágicas, sino abrimos paso a soluciones como las que hemos marcado.

Seguramente en alguna nota posterior abordaremos el urticante tema de las diferencias en los montos de jubilaciones y pensiones, así como las que existen de notorio privilegio, y no sólo algunas de las militares, que son las que ahora en el Uruguay están en el debate. Y que no es otra cosa que el traslado a la realidad de la seguridad social, de las injusticias que existen en el mundo laboral actual.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 29 de Marzo de 2019.

Nota:

1Canción Disculpe el señor.

Disculpe el señor
si le interrumpo, pero en el recibidor
hay un par de pobres que
preguntan insistentemente por usted.

No piden limosnas, no…
Ni venden alfombras de lana,
tampoco elefantes de ébano.
Son pobres que no tienen nada de nada.

No entendí muy bien
sin nada que vender o nada que perder,
pero por lo que parece
tiene usted alguna cosa que les pertenece.

¿Quiere que les diga que el señor salió…?
¿Que vuelvan mañana, en horas de visita…?
¿O mejor les digo como el señor dice:
«Santa Rita, Rita, Rita,
lo que se da, no se quita…»?

Disculpe el señor,
se nos llenó de pobres el recibidor
y no paran de llegar,
desde la retaguardia, por tierra y por mar.

Y como el señor dice que salió
y tratándose de una urgencia,
me han pedido que les indique yo
por dónde se va a la despensa,
y que Dios, se lo pagará.

¿Me da las llaves o los echo? Usted verá
que mientras estamos hablando
llegan más y más pobres y siguen llegando.

¿Quiere usted que llame a un guardia y que revise
si tienen en regla sus papeles de pobre…?
¿O mejor les digo como el señor dice:
«Bien me quieres, bien te quiero,
no me toques el dinero…»?

Disculpe el señor
pero este asunto va de mal en peor.
Vienen a millones y
curiosamente, vienen todos hacia aquí.

Traté de contenerles pero ya ve,
han dado con su paradero.
Estos son los pobres de los que le hablé…
Le dejo con los caballeros
y entiéndase usted…

Si no manda otra cosa, me retiraré.
Si me necesita, llame…
Que Dios le inspire o que Dios le ampare,
que esos no se han enterado
que Carlos Marx está muerto y enterrado.

Joan Manuel Serrat.

[:]

[:es]Decíamos ayer…[:]

[:es]

Decíamos ayer…

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

León Trotsky, el notable revolucionario comunista ruso, analizaba que la palabra escrita tenía el valor ante la expresión verbal de la fuerza de un documento. Hoy tal vez la tecnología ha acercado los valores. En este caso vamos a recordar algo que escribimos en el 2004, podríamos hacerle ajustes o precisiones, además hemos hechos desarrollos posteriores, pero en este caso hemos preferido mantener el texto original.

Publicado en la revista del CDA (Consejo Directivo Autónomo) de jubilados y pensionistas en AEBU (Asociación de Bancarios del Uruguay) en mayo del 2004:

¿Qué mierda es un inversor?

Bueno, no se asusten por el título, pero el debate político me obliga a seguir sus reglas y hoy se habla así. Lamentablemente o no, pero se habla así: viste.

Por lo tanto develemos el misterio sobre que es un inversor.

Unos dicen que es un ser malvado que viene a llevarse las ganancias, otros que es el que nos va a salvar dándonos empleo, dándonos trabajo, haciendo ingresar al país todo el bienestar que se nos está yendo y con él, nuestros hijos, nuestros hermanos, nuestros amigos, etc. etc.

Ya de por sí, la palabra inversor es un producto de esta época, en otras se hablaría de empresario. Y acordemos que no es lo mismo inversor que empresario. Empresario está referido directamente a una actividad específica. Inversor es un término más poderoso porque se refiere a aquel que tiene una actividad donde su accionar se vuelca a aquello que es redituable, y además tiene los medios para saberlo y hacerlo, y puede accionar los contactos para que lo sea. Es más, son estos contactos (estudios jurídicos, estudios contables, asesores de distinta laya, vendedores de influencia) los que por lo general salen a prevenir sobre que tal o cual política ahuyenta a los inversores. La contracara es la de aquellos que nos previenen que luego del pasaje de estos señores no queda nada, ni empleo, ni naturaleza, sólo campo pelado.

El tema es que el mundo sigue su marcha, y que la actividad económica, quiéramoslo o no, tiene forma empresarial, empresarial privada, multinacional o empresarial estatal. Pero tiene forma empresarial. Y es un tema al que hay que meterle el bisturí a fondo.

Pero además es un fenómeno que sigue su desarrollo, y hoy no podemos hablar de un mundo empresarial sin analizar su concentración económica a través de la actividad de un sistema financiero multinacional como jamás se ha conocido antes. Es decir, hoy la iniciativa de la inversión en el mundo está en manos de los grandes centros financieros internacionales que superan con creces las dimensiones de los estados nacionales más desarrollados, a los cuales a su vez ponen al servicio de sus resoluciones.

Por eso hablar del inversor o hablar de las inversiones como un fenómeno puro aislado del mundo en que vivimos es una reverenda idiotez, o una canallada para servir intereses propios, a costa del interés colectivo.

Ahora bien, esto en lo macro, pero en la micro cada uno de nosotros es un inversor, que decide en cada momento que hacer con sus ingresos, (recordar el tema de los ahorristas estafados, 2002). El problema es que el pragmatismo del sistema dominante lleva el razonamiento a ver el pequeño problema, importante en lo individual, sin ver la globalidad de la tendencia, que es la que en definitiva se impone.

Por eso hay ciudadanos que con muy buenas intenciones hablan del desenganche del país, (nuestro Uruguay, otros países pueden tener más margen), de la vuelta a una política de nacionalizaciones o estatizaciones, que no tiene margen para operar, y que a lo sumo puede defender lo ya adquirido con grandes dificultades en el terreno empresarial, pero con muchos adeptos en el plano ideológico, reminiscencia de lo que fue el mal llamado campo socialista.

En este esquema están encerrados los llamados gobiernos y partidos progresistas, los llamados despectivamente por el ilustre Dr. Julio María Sanguinetti, los «populistas», como si el querer comer todos los días, tener derecho a la salud, a la vivienda, a la enseñanza fuera «populismo».

Pero el esquema se rompe. Luego se recompone, y más tarde vuelve a romperse y en una dimensión mayor. El tema es si nos da la vida para ver cuando se sustituya. Pero además qué hacemos para que se sustituya por uno superior o por un no-esquema.

Y en la de todos los días nos hablan de dejar entrar al inversor, de no espantarlo con impuestos, o en el otro bando del impuesto a la renta, de la no venta de la tierra a sociedades anónimas, etc., etc., etc.

No está en discusión que desde el gobierno mucho se puede hacer en beneficio de la gente. Y ojo, digo de la gente en general; porque también se puede hacer mucho por los amigos, y esto por lo general en detrimento del beneficio de la gente. Pero tampoco está en discusión que los límites son cada vez más agobiantes, porque las condiciones que se exigen para la inversión son cada vez más indignas, y más aún cuando se compite con zonas del planeta donde nunca existió la seguridad social.

¿Qué corre a nuestro favor?, el avance tecnológico, las comunicaciones, las opiniones que cruzan todo el planeta, en síntesis: la democracia; pero la crisis es de una enorme profundidad.

¿Se acuerdan Uds. de los ilustres compatriotas que defendían la invasión a Irak, y hablaban de una micro cirugía? Cuando vemos estas fotos sobre la tortura, ¿cuántos de nosotros hemos recordado la tarea en el Uruguay de Dan Mitrione? ¿Fue en democracia? Y ya estaban preparando la dictadura cívico-militar, y promovían el enfrentamiento guerrillero como vía para desarticular el movimiento popular y justificar el avasallamiento de las instituciones. ¡Cuántas enseñanzas!

Hoy en el mundo predominan los inversores de la guerra, los que generaron el 11 de Septiembre (en Chile y en Nueva York), el 11 de Marzo en Madrid, y la masacre de Irak y de Medio Oriente.

Para que predominen los otros inversores, los de la paz, es necesario reglas democráticas, algunas sencillas de tomar, pero que aparecen muy lejanas aún.

  1. Tenemos que ir a la moneda única universal; así como existe el metro, el kilo, el litro, tiene que existir una medida única de moneda, y para ello hay que ir a un nuevo acuerdo de Bretton Woods.

  2. Radical transformación de los regímenes impositivos, sobre la base del impuesto a las transacciones financieras. Para ello debemos ir a acuerdos banco centralistas.

  3. Certeza jurídica a través de la bancarización.

  4. Creación de un fondo universal de desarrollo, para la asistencia inmediata de los sectores más empobrecidos, atendiendo la salud, la enseñanza, la vivienda, promoviendo el trabajo, la investigación científica.

  5. Reexamen de la deuda: externa e interna. Desarrollo de instrumentos de arbitraje.

  6. Despenalización de las drogas y del aborto, como instrumento de combate al negocio de la droga y del aborto y a su vez promover la vida.

  7. Defensa de la identidad cultural de los pueblos, de las regiones de las nacionalidades, de sus costumbres.

Y, sin duda, que quedan muchos puntos programáticos más, Basta recordar lo que han sido los Foros Sociales Mundiales para tener una idea de la riqueza de las propuestas que circulan en el mundo. Si he puesto estas a consideración es porque desde mi modesto punto de vista, estas son las que están en el centro de la decisión política.

Y por último una muestra: Funsa. Es un triunfo, como pudo ser y no fue lo de Cristalería. Tal vez si aquello hubiera sido en tiempos preelectorales hubiera cristalizado. Una razón más para entender el tema de los inversores.

Porque un mundo mejor es posible.

Sábado, 15 de Mayo de 2004.
Jorge Aniceto Molinari.

Está escrito y publicado en Mayo de 2004. Aún no había llegado al gobierno el Frente Amplio. Ahora parece como que el tiempo no hubiera transcurrido para los problemas que afronta la humanidad y ya en el desarrollo de un nueva campaña electoral siguen y cada vez son más grave los mismos problemas, con el agravante de que esta campaña cada vez está más enfocada para la gente en el dilema de conservar lo que se ha avanzado o experimentar un retroceso conservador. Y no nos gusta el retroceso, ni el no emprender las soluciones que nuestra humanidad necesita.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 27 de Marzo de 2019.

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[:es]El rumbo.[:]

[:es]

El Rumbo.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Barómetro Latinoamericano. Sábado, 16 de Marzo de 2019.Barómetro Latinoamericano. Logotipo.

Por Jorge Aniceto Molinari.

En todas las ciencias los avances suponen desafíos. Marx y Engels asumieron el desafío de construir una base de desarrollo para la ciencia política establecido en textos que aún hoy, o mejor dicho, fundamentalmente hoy se cuestionan pero que tienen una solidez conceptual que ninguna forma ideológica e intelectual del capitalismo incluido el de Estado han podido sortear.

Lenin retomó esos trabajos y los desarrolló en la praxis de construir un instrumento que fue el que posibilitó el triunfo de la revolución rusa (Batlle lo destaca en un editorial de «El Día» a la muerte de Lenin).

Manifestación del Frente Amplio de Uruguay.

En octubre (elecciones presidenciales en Uruguay) seguramente va a volver a ganar el Frente Amplio, fundamentalmente porque la campaña que la derecha hace choca contra la realidad de Argentina y Brasil, que la gente ve y siente en vivo y en directo. Nuestro problema no es lo que la gente pueda votar en Octubre, que es un problema particularmente para la burocracia y sus cargos en el Estado, sino construir un programa que hoy la izquierda se niega a reconocer como imprescindible frente a los avatares de esta crisis irreversible de la predominancia del capitalismo1. Un ejemplo: el empuje a la cotización del dólar en Argentina producto del ajuste criminal que se está haciendo contra el nivel de vida de la gente va a tener tremendas repercusiones aquí, y por ahora nadie habla del tema, ni derecha, ni centro, ni izquierda.

Si disfrutan de ello son conscientes de que hoy en economía los paréntesis favorables pueden ser cortos. Las organizaciones empresariales muy vinculadas a la estructura financiera ligadas directamente a los rubros exportadores, las que pasan y las que no pasan por los circuitos bancarios formales. Recordemos que, en el mundo actual, el peso de los paraísos fiscales tiene de alguna manera conexión con el aparato productivo global y en cada uno de los países, aún cuando se eluda reconocerlo oficialmente.

Sepamos que los gestores del modo de producción capitalista han puesto especial énfasis en no legislar controles estrictos sobre el movimiento de capitales en el mundo. Por lo tanto, lo que hoy hacen importantes estudios jurídicos y contables también en el Uruguay no son «ilegales». De eso es de lo que hablamos en el párrafo anterior.

Ahora, el peso de los paraísos fiscales es tal en el mundo actual que el propio sistema corre peligro de aplastamiento. Los números son de terror, a la vez que incontrastables.

El ministro Astori, que más allá de los cuestionamientos goza de un bien ganado prestigio a nivel nacional e internacional, a quién el Dr. Sanguinetti trata de usar en sus ejemplos contra el Frente Amplio, tratando de mostrar como que hay dos Frentes Amplios, y el ex presidente Mujica que intentó administrar de otra forma, así nos fue–, termina admitiendo que es impolítico pero que es poco menos que imprescindible administrando.

El Ministro Astori, ante la crisis argentina, que preocupa a todos y que exige una explicación a nivel de nuestros técnicos y políticos, recuerden lo que dijeron, entre otros el economista Gabriel Odonne antes de las elecciones del vecino país. Astori solo vuelve a decir: «vamos bien», omitiendo una explicación al menos de lo que está pasando con la economía nacional, regional y global. Tal vez estoy exigiendo mucho, pero es lo que me auto exijo para tratar de ser coherente ante el mundo actual.

Y la verdad es que nadie en la paleta de opciones políticas tiene autoridad para marcar o proponer otro rumbo a no ser el lamentable del ajuste al nivel de vida de la gente, que no es otra cosa que la receta constantemente fracasada de la política actual del FMI y a la que ya le queda muy poco tiempo, pues la contradicción China-mercado libre y EE.UU.-economía amurallada, va a terminar por hacer estallar todos los esquemas de los economistas oficialistas u ortodoxos actuales.

Y conste que hago la precisión: «estallar todos los esquemas de los economistas oficialistas u ortodoxos actuales» y no digo estallar la economía, porque que esta ya tiene instrumentos tecnológicos para ser usados en un salto gigantesco del aparato productivo mundial, y que precisamente no se aplican por la ceguera de esta gente, que hoy tiene el control del aparato político y los lleva la vorágine de «su» aparato productivo.

Admitamos que se nos pueda decir: «a un ministro y más al de economía le está prácticamente vedado hacer apreciaciones sobre una perspectiva política y que siempre es delicado» y aceptémoslo, pero es ahí donde el rol del partido político está totalmente ausente, y no sólo en las responsabilidades de gobierno, es un mal a nivel de todo el espectro político, sin excepciones.

Veamos, sinó, cuales son las proyecciones políticas que en este marco de la economía mundial se hacen. Son paupérrimas y no van a más de un cuarto de nariz de quienes las hacen y no porque estén conformes con lo que hoy está pasando. No sólo que no hay rumbo, sino que en la actual todos son contestes a que asumen el agravamiento permanente de la grieta social que no sólo ocupa a los países con más rezago en la economía, sino a aquellas potencias que pudieron ser símbolo en determinada etapa de la historia de crecimiento social.

De esto en esta etapa de la historia está todavía fuera, el nuevo centro China y su entorno que viene generando el modo de producción capitalista y que es lo que permite que aún la crisis no sea general de todo el sistema, y calcular, como lo hace el FMI, un aumento global de la producción de un 3,5 %, que es con lo que respira todo el sistema. ¿El rumbo futuro?: ¿la utopía?: no la negamos pero nuestro rumbo es el programa, en él es que nos sentimos seguros.

En «Crece desde el pie» Zitarrosa nos dice:

«Crece desde el pueblo el futuro
crece desde el pie,
ánima del rumbo seguro
crece desde el pie».

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 16 de Marzo de 2019.

Enlace del artículo original en castellano:

http://barometrolatinoamericano.blogspot.com/2019/03/el-rumbo.html


Nota:

1Tal vez no sea esta la expresión correcta. La izquierda arrastra un trauma producto de los créditos de guerra que votó la socialdemocracia para la primera guerra mundial, y luego la derrota de Lenin en 1924 en que el sector predominante de la misma tomó como objetivo de su política el capitalismo de Estado, más allá de definirlo como más o menos democrático, abandonando así los proyectos de la Primera Internacional, sobre los cuales aún no ha vuelto.

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[:es]El fin de la predominancia.[:]

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El fin de la predominancia.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Es necesario estudiar, analizar, los elementos tal cual hoy se vienen dando. Los modos de producción nacen, se desarrollan y declinan, la predominancia del modo de producción capitalista está en una crisis irreversible, ¿qué quiere decir? que necesita morir en paz. No se trata del fin del capitalismo sino del fin de su predominancia.

Hoy en el mundo el centro del capitalismo tiende a ser China y su entorno, que es la que lidera el libre comercio, premisa esencial para el desarrollo capitalista. Pero China está gobernada por el Partido Comunista y tiene la mayor reserva de dólares del mundo. A su vez EE.UU., el centro que declina, terriblemente endeudado, una corriente minoritaria que hoy ejerce el poder actúa amurallando la economía y tratando de favorecer al núcleo duro militar que hoy gobierna.

Hoy en el mundo ningún país puede planificar ante sí y por si una matriz productiva, tampoco Noruega o cualquier otro ejemplo, el gobierno económico del mundo está en manos de los complejos empresariales multinacionales tal cual lo planteara Lenin en 1916 (El Imperialismo fase superior del capitalismo). No se trata de buscar el lado humanitario de un sistema cuya predominancia está llegando al fin. Se trata de desarrollar un programa de transición que ponga en manos de la sociedad el control de la economía.

El rol del Estado ha sido importante como escudo de los débiles y en muchos casos para impedir que el aparato productivo se destruyera pero nunca como salida en manos de un capitalismo de Estado. Por eso el planteo de moneda única y universal e impuesto a las transacciones financiera dando muerte a los paraísos fiscales haciendo que ninguna transacción sea válida si no está debidamente registrada donde la sociedad determine. Que esto pueda ser la base de una organización social superior, no tengo dudas.

Antes estamos condenados a pasar vicisitudes dramáticas y muy complicadas. De eso se trata hoy el hacer político.

El grupo gobernante especialmente guerrerista (vinculado a la industria de la guerra) en EE.UU., ha entrado en una fase crítica, lo que no quiere decir que sus demandas de extender la guerra logren imponerse. Sus intereses puntuales ahora se contraponen con los que integran los conglomerados empresariales multinacionales que en pugna si gobiernan el mundo y también tienen injerencia en la interna de ese país.

El problema esencial que tenemos que resolver si o si, es el programa de aquí en adelante.

La predominancia del capitalismo en el mundo hoy no tiene otro plan de desarrollo diferente al que impone China y su importante entorno, con el libre comercio o la realidad amurallada de la economía de EE.UU., que por las realidades similares que ha vivido el mundo en los últimos 100 años podríamos considerar que ahora sus perspectivas, la actual de EE.UU., incluso son muy menores.

¿En que están hoy las personalidades de los destacados economistas que en estos tiempos han acaparado los premios Nobel? ¿En que están todas esas legiones de técnicos y especialistas que acompañan el desarrollo y para ello son imprescindibles en las distintas organizaciones empresariales?

Puede ser desesperanzador señalar su inanición, su falta de perspectivas siendo que las salidas están ahí prácticamente elaboradas. Admitamos que tampoco tenemos datos serios de que está pasando por sus cabezas.

El discurso de Mujica en la ONU en setiembre del 2013, parecería que no hubiera existido, y ni siquiera para su autor. Pero ahí está, como la puerta de Alcalá.

Sin embargo, se siguen desarrollando teorías para cómo se debe hacer en cada país para encarar el futuro.

Y acá no se trata de que cuando peor, mejor; acá se trata de razonar, de volver a la base material del razonamiento. No hay otro camino posible, la humanidad está frente a la necesidad de dar muerte a la predominancia del capitalismo e instaurar instrumentos de democracia económica que hoy no le pertenece, como la moneda y los impuestos.

Por supuesto –y no los obligo a creerme– que me gustaría que me dijeran: «estás equivocado» y me lo demostraran, así no seguiría perdiendo el tiempo en este camino. Que me demostraran que cada país debe tener una moneda propia, o que cada comarca debiera tener su moneda, pero hasta ahora nada, la necesidad de moneda única y universal para mi sigue siendo irrefutable, como el metro, el kilo o el litro para hablar de las medidas más comunes.

¿Y los impuestos?: el consumo o el giro del dinero.

Hay en la gente común, como nosotros, un aumento constante en la preocupación por la violencia y la ineficiencia e ineficacia de los gobiernos de derecha, de centro, de izquierda para combatirla, esto hay que sumarlo a la crisis en la cantidad y calidad del trabajo que hemos abordado en notas anteriores, ¿tiene esto que ver con los sistemas impositivos?: SI.

La baja en la calidad del trabajo para el conjunto de la gente, acompaña directamente el agravamiento del problema.

No es que sólo el cambio del sistema impositivo, que por las condiciones de la gobernanza económica del mundo no se puede hacer estableciendo fronteras dentro de las cuales se aplique –como de alguna manera fue el Euro– sino que necesariamente debe hacerse a lo largo y ancho del planeta, porque ello implica un control directo sobre el origen del problema que no es otro que lo que era antes una virtud: buscar la rentabilidad que ahora está convertida en un instrumento de putrefacción de las relaciones sociales.

Hoy hacer que ninguna transacción sea legal sino está debidamente registrada por los organismos que la sociedad democráticamente establezca, significa en los hechos no sólo la condena a muerte de los paraísos fiscales, sino también de todos los negocios que ellos estimulan, como el de la droga. Acá en el Uruguay estamos discutiendo si el cierre de más de 2.000 puestos de venta de pasta base, es efectivo o no. Claro que nos parece correcto que se cierren puestos de venta como se está haciendo, pero eso no alcanza. Hay que ir al movimiento de dinero que provoca la apertura de los puestos de venta. Sí se puede, pero debe ser una acción coordinada en el mundo contra los paraísos fiscales que son los que alimentan esa lacra social. Es esto además donde la izquierda debe exigir definiciones a todos los contendientes electorales y exigírselas a sí misma.

E insistimos: no es el fin del capitalismo, es el fin de su predominancia para que la humanidad transite hacia un modo de producción superior. Con los recursos de este sistema impositivo basado en la circulación del dinero, los organismos que la sociedad determine podrán realizar obras que hoy no se hacen porque no son «rentables».

¿Significa ello que la sociedad debe estatizar la economía para poder realizar estas obras?: no, porque ello significaría retroceder al capitalismo de Estado, al que muchas veces fue necesario recurrir para resolver problemas puntuales y no tan puntuales pero que no es una salida viable aún cuando pueda tener su peso en una planificación global de la economía donde todos los aspectos del desarrollo humano deben ser contemplados.

¿Estamos soñando?: no. Uds. lo pueden comprobar analizando los problemas que hoy tenemos y como con la crisis en la predominancia del modo de producción capitalista van en aumento.

Podemos entender, por ejemplo, que un cambio de gobierno en el Uruguay puede significar como lo fue en Argentina un retroceso tremendo en el nivel de vida de la gente, y los ejemplos abundan en el mundo. Hasta EE.UU. tendría problemas si no siguiera esta economía amurallada que ha impuesto Trump, y vaya si la disyuntiva es tremenda para ellos y para el mundo, gobernada esta nación como lo está siendo hoy a contrapelo de toda su rica historia.

Pero lo grave es que si no se encara de esta forma que estamos proponiendo las consecuencias serán aún más dramáticas.

En Uruguay, por ejemplo. es seguro que los exportadores mas inescrupulosos se están frotando las manos por la caída provocada de la moneda argentina con respecto al dólar, pero es un drama para cualquier gobierno porque su repercusión en la sociedad puede llegar a ser dramática como en la crisis del 2002.

Sin embargo como nunca antes (Mujica lo planteó en la ONU, pero luego lamentablemente retrocedió), estamos en condiciones de hacer un llamado a lo mejor de la humanidad para que esta tarea se asuma de inmediato.

No es importante, aunque en algunas circunstancias si lo es, quien tome la iniciativa, una sola chispa puede encender toda la pradera, porque es una necesidad social que el mundo busca buceando en innumerables textos pero sin reencontrarse todavía con el enorme trabajo de investigación realizado en su momento por los maestros.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 7 de Marzo de 2019.

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[:es]Ahora, Argentina.[:]

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Ahora, Argentina.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Van a coincidir la campaña electoral en el Uruguay con la de Argentina. Y siempre es importante saber que está pasando ahí para saber cómo va a influir acá. Un amigo me manda una nota de página 12 que reproduzco y su comentario. Me permito analizar las dos cosas:

Por José Pablo Feinmann. Página 12. Domingo, 24 de Febrero del 2019.

Si lo que pasa en Venezuela es el espejo de lo que pasará en América Latina en los tiempos venideros es prioritario averiguarlo. Porque es grave. Todo lo que se está haciendo contra el gobierno de Nicolás Maduro tiene la perfecta, acabada figura del golpe de Estado. Con aires de matón, de gendarme mundial, Donald Trump ha intervenido del modo más descarado posible. Lo hizo por medio de su vicepresidente Mike Pence, un rudo republicano hecho para esos menesteres desestabilizadores. Ahora se encuentra a punto de viajar a la frontera con Colombia para estar cerca del lugar de los acontecimientos. Nunca se vio algo tan abiertamente golpista. Un vice de EE.UU. al frente de una conspiración en América Latina. Tampoco se vio a un presidente reconocer a una embajadora falsa, ilegal, como la que Juan Guaidó puso en Argentina. Eso hizo Macri. Que se desvive por hacer buena letra ante el amo del Norte.

Un periodista de La Nación se preguntó si yo tenía la facultad de adivinar el futuro. No creo que la tenga. Sólo puedo descifrar el presente y decir qué líneas se establecen para trazar el futuro. Aquí, en nuestro país, el establishment tiene miedo de un regreso que es el más temido desde el de Perón. No saben ya qué hacer para frenar a CFK. Si llega a ganar (y esto es lo que veo en el futuro) se complotarán para impedirle gobernar. Y ahí intervendrá el amo Trump y el FMI que tiene atrapado a este país gracias a las gestiones calamitosas del gobierno Macri. Es un mal antecedente que Cristina no le haya entregado al recién asumido presidente la banda presidencial. Esto lo autoriza a obrar de igual manera e iniciar con malos modales la relación con el nuevo gobierno.

Si Trump y Guaidó y la Asamblea Nacional triunfan en Venezuela quedará instalado el precedente. Cualquier advenedizo se puede proclamar en una plaza pública primer mandatario de una nación. El neoliberalismo –que cunde como una peste– lo apoyará desde todos los países que ha hecho suyos. La globalización es nefasta para la autonomía de las naciones. Esto se ve en Venezuela. El apoyo de Bolsonaro y Macri a Guaidó, el apoyo de la Unión Europea son muestras del imperialismo globalizado. Ahora se puede hacer cualquier cosa. El mundo es de todos. O sea, de todos los poderosos y los fascistas que lo ocupan. Hay ayuda de Rusia y China a Venezuela. Pero están lejos. Putin ha dicho que apunta sus misiles contra EE.UU. Una frase que habría sido imprudente aun en medio de la Guerra Fría.

Argentina tiene un panorama complicado. Vive una situación de miseria, de exasperante escasez. Nada de esto pareciera perjudicar como sería justo a los corruptos de guante blanco que gobiernan. Siguen embistiendo a sus opositores por medio de una maquinaria judicial belicosa y cruel, por ella murió Héctor Timerman. Boudou está preso otra vez. D’Elía también. Se preparan nuevas agresiones. Sobre todo contra Cristina Kirchner, a quien temen. Ella aún no decidió su candidatura. Pero lo hará. Entre tanto, mantiene decisivas reuniones con las cabezas del peronismo. Sigue midiendo generosamente en las encuestas. Y cada vez medirá más. No es la vuelta al pasado, como con tanta interesada insistencia se dice. Nada ni nadie vuelve al pasado. Si llega a la presidencia, el país con que se encontrará CFK no es el del pasado. Tendrá que gobernar para ese presente distinto. Y distinto será lo que tendrá que hacer. No podrá atacar al capitalismo, como proponen los representantes de la izquierda. Sería suicidarse en la primera semana de gobierno. Tendrá que buscar las caras humanistas del capitalismo, que habrá que arrancárselas porque no las quiere mostrar. El populismo es la cara del capital que actúa erosionándolo. Un capitalismo humanista es subversivo porque el capital no se lleva bien con lo humano. Este gobierno del ajuste y del hambre es la cara inhumana del capital. La que mejor le va. Pero el populismo es la cara distribucionista e igualitaria. Más a la izquierda, hoy, está la pared.

Respondo:

No sé que pensas de esta nota. La verdad es que no la entiendo y poco aporta. Argentina, como Brasil, Venezuela, Uruguay necesitan un programa que aborde la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista. Que en unos se manifiesta de una forma en otros de otra pero en todas, la gente sufre el problema de la falta de trabajo y la amenaza constante del deterioro de la moneda con la cual se pagan los salarios y las pensiones. Esta es el arma de la derecha para sus ajustes.

Cristina puede ganar, pero no tiene programa. Si lo tuviera su vuelta sería imparable y en lo personal no me disgusta, pues a pesar de los gruesos errores de su gobierno, creo que está en condiciones de corregirse. Por ejemplo, en el tema de la moneda. Este es un punto esencial para los exportadores que ven con miedo que se adopte. Ellos con Macri cuanto más aumenta el dólar menos impuestos pagan. Y eso asusta a los fascistas, que saben que su apoyo es cada vez menor en un escenario democrático.

La respuesta de mi amigo:

JORGE, creo que el futuro inmediato es el más peligroso. La crisis económica mundial que tu has abordado en varias oportunidades hace que las potencias económicas-militares (EE.UU. Rusia, China) cuiden y sometan sus «patios». «Los rubios del Norte», como acostumbraba a llamarlo el líder blanco L. A. Herrera ya lo han comenzado, sin dificultades en Centro América, y al someter a Venezuela más temprano que tarde, nuestra América india y negra sufrirá otra vez las recetas del Imperio. De nada valdrá presentar un proyecto progresista, de llegar al gobierno difícil será obtener el poder. Los medios de difusión (la comunicación es otra cosa) en manos del gran capital, harán imposible el avance de las mayorías cada día más castigadas. Aquí ya la derecha tiene como eslogan que si gana Cristina, la Argentina se vuelve Venezuela. Tu bandera de imponer la Tasa sobre el movimiento monetario sin una aceptación mayoritaria de naciones, pasa a ser un solución virtual.

Mi respuesta:

Valoro tu respuesta. Macri llegó al gobierno fundamentalmente por el descontento de un sector de la población por el manejo de la moneda, el llamado dólar blue. En eso los sectores que especularon no se diferencian en sus preferencias, eran de Cristina y a la vez de Macri. Y Cristina a la vez que apoyaba a Kicillof, dejaba hacer a estos.

Ya en el gobierno, Macri se aseguró su capital y el capital de los buitres con la esperanza de una corriente de inversiones que diera respiro a la economía, cosa que no ocurrió y alarmó inmediatamente al FMI, por la estabilidad económica de Argentina que de ponerse en riesgo era una alarma grave para la economía mundial.

Macri no llamó al Fondo. Este intervino y Macri no tuvo más remedio que darle la cobertura de su «llamado». Tanto es así que hoy el Fondo está moviendo a Roberto Lavagna que fue su artífice en la salida del 2002 como ministro de economía de Kirchner luego. Su salida posterior estuvo directamente relacionada con el mayor peso en la interna kirchnerista de los sectores que hicieron la alianza con Chávez y su desarrollo político en toda América.

Hoy el Fondo está preocupado fundamentalmente por la interna de EE.UU. pues si bien Trump con su política de amurallamiento le dio un crecimiento a su economía, las reacciones en todos los terrenos no se han hecho esperar y no pueden fijar metas ni siquiera a mediano plazo.

En ese camino las acciones contra Venezuela que tenderían a favorecer a un grupo de multinacionales del petróleo cuentan con cada vez menos apoyo, lo que no quiere decir que esto disminuya el peligro de una acción militar. Trump lo sabe porque recuerda como murió Kennedy; en un giro dice en su discurso, EE.UU. nunca va a ser socialista, se dirige a la interna.

Por eso es muy importante comprender que un programa en la campaña electoral de Argentina también debe dirigirse a la sociedad norteamericana.

Las campañas que radicalizan el mensaje creyendo que ganan votos con el llamado antiimperialismo alejan el apoyo que deben tener en la interna de cada uno de los países del mundo.

Si hoy naciera en el mapa político argentino alguien capaz de levantar un programa que como el discurso de Mujica en la ONU (que hoy tiene olvidado, pero del que no ha renegado a pesar de su actual retroceso) levantara el tema de la moneda única, de los impuestos a las transacciones financieras y la muerte de los paraísos fiscales, concitaría un apoyo que hoy no tiene nadie de la izquierda argentina en el mundo donde pesa su desprestigio.

Esa es la razón de mi planteo, que no es virtual sino que va directo al centro del problema, que por ahora no se entienda es otra cosa. Recordemos que luego del discurso de Mujica en la ONU nadie habló del tema y si lo repasas veras que no es virtual y siempre es útil releerlo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 26 de Febrero 2019.

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[:es]El FMI pronostica.[:]

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El FMI pronostica.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El FMI pronostica un crecimiento en el PIB de China del 6,2% en 2019, superior al del 3,5% previsto para todo el mundo, el 2% para las «economías avanzadas», el 2,5% en Estados Unidos, el 1,6% en la Eurozona y el 1,3% en Alemania.

Con estos datos del Fondo Monetario Internacional cerraba la nota anterior sobre la relación entre el trabajo y el capital. Por lo general está fuente de información económica está en lo cierto o por lo menos bien rumbeada.

Reconozcamos además que sobre la tasa de crecimiento del capitalismo, o las tasas de crecimientos en cada país o zona, es un tema muy debatido departe de los economistas en primer lugar, pero también en las otras ramas del conocimiento social. No es esto lo que hoy queremos analizar sino las controvertidas situaciones políticas que este hecho en sí provoca.

El que ha escuchado los últimos discursos del Presidente Trump, podría decir como dice nuestro relator de fútbol Kesman: «grosero!!!!!», y se quedaría muy corto. ¿Sabe Trump y las distintas corrientes políticas, que en el país donde está la economía que más crece en el mundo, gobierna el Partido Comunista?, ¿Cuál es su explicación, la tienen?

Recordemos que la última agresión militar planificada contra un país definido como socialista fue la que llevó a la muerte a John F. Kennedy. El complejo militar tiene sus reglas y Trump no le está hablando al mundo, se está dirigiendo a la interna, en la que tiene un respiro muy transitorio, no está resolviendo la fractura social que en lo interno también aumenta.

Porque hoy también en EE.UU. los bolsones de pobreza son cada vez mayores, aunque aún como lo indica el Fondo su tasa de crecimiento hace que las corrientes migratorias de los países más pobres sigan en ese sentido. Pero además porque el actual crecimiento tiene una explicación directa no solo en la industria de guerra y sus derivados, las drogas, sino el amurallamiento de la economía, que los burgueses saben que es pan para hoy y hambre para mañana.

Compramos lo nuestro, gravamos lo que nos llega, pero las inversiones en la economía mundial tienen origen principal en los capitalistas norteamericanos y la potencia de la economía mundial es mayor que la de la economía en particular de cualquier país, de eso algo supo en su momento la economía de la Unión Soviética.

Sobre todo porque una de las causas porque EE.UU. aún puede hacer ese amurallamiento es por las diferencias monetarias, que las burguesías europeas trataron de eliminar en sus fronteras creando el Euro pero que no han tenido el coraje político de proponerle al mundo, una moneda única y universal que haría inviable ese amurallamiento.

En las corrientes de izquierda en lo que tiene que ver con la moneda, es una materia que cuando prepararon el examen para doctorarse se la saltearon.

Recordemos además que el entonces Presidente Mujica en la ONU, setiembre del 2013, advertía el empantanamiento en el que estaban los parlamentos de Europa en la discusión de un impuesto a las transacciones financieras.

¿Siguen con los impuestos al consumo?: ¡¡¡no habrá seguridad social y previsión social que aguante!!!. No hay capitalismo que aguante.

Acá en el Uruguay estamos discutiendo la inversión para instalar una nueva pastera, y muchos le recuerdan al Presidente Dr. Vázquez la campaña electoral previa a su primer gobierno en que se pronunciaba contra este tipo de inversiones.

El Dr. Vázquez nunca reflexionó públicamente sobre porque tuvo que cambiar de opinión. Además el Ministerio de Economía a cargo del Cr. Astori ya en la previa a la reforma del sistema impositivo que hoy nos rige decía que no se podía aumentar el gravamen al capital porque si no, no había inversiones, y con ello tampoco se generaban puestos de trabajo. Las dos cosas van en el mismo sentido.

Y acá no vamos a reiterar la posición de los que defienden el capitalismo de Estado, que en la historia en muchas oportunidades su intervención, la del Estado ha sido más que necesaria, teniendo en cuenta además la existencia de la Unión Soviética aún con su desarrollo a contrapelo de las ideas de Marx, Engels y Lenin que ellos decían defender. Pero existió y generó una realidad que hay que tener en cuenta.

¿Qué puede hacer un gobierno nacional, si no cambia el sentido de la economía en el mundo? ¿Lo que hacen Macri, Bolsonaro, Piñera, etc. etc.. para defender sus intereses de clase o lo que hace la izquierda a como pueda, con una cuchara, defendiendo sus posiciones burocráticas en el Estado y sin comprender que si no abre su accionar al mundo va a ser envuelta por una crisis inexorable?

China confirma a Lenin, como nadie lo hubiera podido hacer más contundentemente, pero necesita un programa de ahora en adelante. Es un desafío, más cuando el crecimiento la más de las veces acalla la capacidad crítica. Aunque nosotros somos de los que pensamos que es mucho mejor tener la cabeza libre de las escaseces de la economía para poder planificar y planear el futuro.

Material ideológico existe en abundancia, los maestros dejaron todo escrito, y además el camino recorrido en esta etapa de agostamiento de la tasa general de ganancia del capitalismo el aprendizaje se ha acelerado, el stalinismo, y las distintas corrientes de la socialdemocracia de post guerra han ido perdiendo pie en el mapa político.

Pero las ideas para un programa de transición en paz para la muerte de la predominancia capitalista aún no tienen la fortaleza del respaldo mayoritario de lo mejor de la humanidad y ello provoca incertidumbres, falta de definiciones claras y precisas sobre la economía y su democratización.

Hablar hoy de moneda única universal, de impuesto a las transacciones financieras, de que ninguna transacción pueda ser válida si no está debidamente registrada donde la sociedad determine, dando muerte a los paraísos fiscales, parece ser un grito en el desierto.

Lo cierto es que aun no hay ningún concierto de masas planificado en este sentido.

De todos modos como dice el Foro Social Mundial: «un mundo mejor es posible».

Precisamente uno de los fundadores de este foro, Roberto Savio publicaba una nota1 en la que abogaba por la necesidad de un Partido Mundial, a ella le hice el siguiente comentario:

«He sido miembro del primer partido internacional del mundo: el Partido Radical Transnacional, fundado en 1956 por los italianos Marco Pannella y Emma Bonino.» Esto decía Savio al inicio de su nota, y esta fue mi respuesta:

Apreciado compañero, y amigo, por esta magia que es la Internet, es muy interesante la nota pero no puedo compartir su inicio.

El primer partido internacional del mundo fue el de los que fundaron la Primera Internacional.

Y no es un hecho menor, porque precisamente el problema que hoy tenemos los que pensamos que es una necesidad, es lo que la Primera Internacional resolvió de entrada: el programa.

Luego podemos analizar si ese programa que se constituyó en un avance para toda la humanidad, estaba con la suficiente madurez como para resolver los problemas que en su desarrollo el capitalismo iba originando. Pero llegó a los niveles de una revolución social paradigmática en el mundo y que luego como la revolución francesa soportó la reacción que comenzó con la derrota de Lenin en 1924.

De esa derrota surgió la ideología del capitalismo de Estado, ideología que aún impide a destacados intelectuales tener la amplitud en su visión para comprender que lo primero es el programa.

Y ese programa tiene que abordar directamente el funcionamiento actual del capitalismo:

  1. los fenómenos económicos y del aparato productivo deben ser abordados con una misma unidad de medida que determine la misma ubicación democrática para todos sus actores.

  2. los impuestos que la sociedad necesita para su funcionamiento y planificar la participación de todos en el trabajo, deben provenir de la propia circulación del dinero, no siendo válida ninguna transacción que no esté debidamente registrada, dando muerte a los paraísos fiscales.

  3. no se plantea el fin del capitalismo, sino el fin de su predominancia, que necesitamos muera en paz.

¿Como puede y debe nacer este Partido Mundial?: una sola chispa puede encender toda la pradera.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 23 de Febrero de 2019.


Nota:

1La nota de Roberto Savio «Un Partido Mundial» puede leerse en las columnas de la publicación digital Uypress.

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[:es]Relación trabajo capital.[:]

[:es]

Relación trabajo capital.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Los que en la actualidad vivimos sobre el planeta no hemos conocido otro modo de producción predominante que no sea el capitalista. Nos hemos educado en su existencia y en su desarrollo. La inmensa mayoría de la humanidad creyéndolo como el fin de la historia e ignorando que los modos de producción también nacen, se desarrollan y declinan hasta morir.

¿Pudo ser de otro modo? Los «ideólogos», que nacieron fundamentalmente del stalinismo y de las claudicaciones de la socialdemocracia europea (con honrosas excepciones como las de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht) ante las guerras inter capitalistas, aún hoy tratan de explicarnos que es necesario construir un sistema estatal alternativo que compita y derrote al capitalismo. También dentro de estas corrientes existen los que teorizan sobre la existencia de una especie de super imperialismo.

Días atrás en Facebook se mostraba la devoción de un sector importante del pueblo ruso ante el Mausoleo a Lenin, en esa oportunidad me permití opinar esto:

Aún tiene un inmenso valor lo que don José Batlle y Ordoñez escribiera a la muerte de este maestro. La historia mostró que Batlle tenía razón y razones, aún cuando ignoraba los detalles de la lucha que en ese momento estaba librando Lenin contra la burocracia, que ya estaba dando pasos hacia el capitalismo de Estado. La acción de la revolución como antes la de la revolución francesa trajeron a la humanidad avances inmensos, pero también fue terrible la reacción también como en la revolución francesa. El legado de Lenin no es el mausoleo que él jamás hubiera permitido se hiciera, sino los 55 tomos de sus obras que pasaron indemnes el stalinismo –hazaña de la intelectualidad revolucionaria–, y hoy son un material formidable para retomar el estudio del desarrollo de las sociedades dentro del capitalismo y la necesaria transición a un sistema superior si logramos que la predominancia de este modo de producción muera en paz.

¿Qué tiene que ver esto en la relación capital‑trabajo? Y tiene que ver porque el origen del capital es el trabajo y de allí nace una relación en la que el conjunto de la sociedad no tiene una idea clara de cómo nace, como se desarrolla y como será en el futuro.

La revolución rusa conmovió el mundo y para muchos era el nacimiento de un nuevo modo de producción basado en la propiedad estatal del capital. Marx explicaba que ello no era posible, Batlle lo leyó y lo interpretó correctamente aún cuando conociendo el papel de Lenin, no había en esa época posibilidad como hoy de conocer prácticamente en forma instantánea, cual era la reacción de este, ante el desafío histórico al que sometió la burocracia a la revolución rusa. Recordemos que en forma muy similar a la revolución francesa, prácticamente todos los cuadros dirigentes de la misma fueron eliminados.

Ahora no nos podemos saltear esta etapa de la historia, porque la URSS, vivió 70 años y porque sus consecuencias aún persisten en actuales formaciones estatales incluida la propia China, o en la resistencia burocrática –muchas veces necesaria– desde el aparato del Estado a las acciones demenciales a las que someten a los pueblos las multinacionales con gendarmes como EE.UU.

Hasta llegar hoy a la paradoja, de que China sea la abanderada del libre comercio y EE.UU. del de la economía amurallada.

Todo esto hoy luego que la humilde plusvalía inicial originó que para reproducirse se transformara en capital y llegara como en la actualidad a todos los confines del planeta.

Esto lo explicaron con claridad primero Marx y Engels y luego Lenin, y nosotros pensamos que hasta la fecha sus argumentos no han sido rebatidos, si tergiversados dándole interpretaciones que nada tienen que ver con el detallado desarrollo que de sus ideas ellos hicieron.

El trabajo dio en determinada etapa de la historia nacimiento al capital, que en su desarrollo rompió las cadenas del feudalismo e impuso el libre comercio, de este nacieron los derechos democráticos de las masas, las propias naciones en su forma actual y el desarrollo internacional capitalista.

Cuando el capitalismo asentó su poder sus ideólogos proclamaron el fin de la historia. Según ellos el mundo ya no iba a conocer una forma superior de organizarse, pero eso suponía ignorar u ocultar el crecimiento demencial de los paraísos fiscales y la incapacidad del propio capital en conseguir fuentes permanentes de rentabilidad.

El trabajo creado por la rentabilidad de la inversión capitalista en un marco de predominancia de este modo de producción está llegando a su fin, no es el fin del trabajo, es el fin por agostamiento de la rentabilidad capitalista y del trabajo que ella genera. No es para mañana ni de golpe, es un proceso en el que necesariamente surgirán, madurarán las ideas para superarlo, el proceso está abierto y no es lineal.

En estos días mucho se habla a nivel político en el Uruguay de que luego de la creación de trabajo en la primeras etapas de gobierno del Frente Amplio, ahora se nota ostensiblemente una gran preocupación por que ello no sólo deja de ocurrir sino que son más los trabajos que se pierden que los que se crean.

En el debate político el problema de fondo está ausente, se habla de dificultades en la educación, de falta de cultura de trabajo, de excesiva carga de la seguridad social, del costo de los servicios del Estado, de la burocratización, etc. etc…, todas ellas razones válidas para el debate pero que no salen de un círculo vicioso en su razonamiento.

No se habla del fondo del asunto, que no es otro que aún en la pérdida de la rentabilidad el capitalismo sigue creciendo1, creando un nuevo centro como lo es China y su entorno, y de allí surgen las iniciativas de inversiones que necesariamente marcan las condicionantes del desarrollo del sistema productivo en toda la humanidad. Los Estados, sus burocracias, agarran lo que pueden, cada vez menos y acotados.

Ahora a nivel político, sin duda que es importante reclamar códigos, respetar, porque es en la crisis que aparecen los apurados por hacer el peso a como sea y el menosprecio por pensar. Pero sin ver lo que pasa con el aparato productivo a nivel mundial y en pensar soluciones a la crisis irreversible que vive dentro de la predominancia del modo de producción capitalista, es imposible pensar en soluciones locales que no sean más que paliativos. No es honesto ocultarlo.

Por eso reclamamos que ese sea el debate; Mujica lo insinuó y lo expuso en la ONU en setiembre del 2013, pero luego no sabemos porque abandonó ese centro de desarrollo en su pensamiento; lo asustaron, se asustó, o como afirma el Tambero Zabalza, «te dejaste engañar hermano» el Pepe siempre fue así: «vendedor de versos». No comparto, creo que algo pasó, pero la verdad es que no lo sé. Su grupo político habla de Renta Básica Universal, que opera como descolgada de los problemas centrales que fueron planteados en la ONU: la fuente de los impuestos y el valor de la moneda.

Pero lo dicho, dicho está, está escrito, tiene un enorme valor, es lo que debería decir hoy un comunista y desgraciadamente no se dice, porque se duda a la hora de reivindicar el pensamiento de los maestros. Que es en definitiva el asunto que ellos desarrollaron, escribieron y documentaron exhaustivamente.

O es que hay conformidad con un cuarto gobierno del Frente Amplio en el Uruguay que es casi ya inevitable –lo cual no me disgusta– se da porque no tiene oposición, o por lo menos nadie se plantea sustituirlo realmente. El objetivo opositor es tener más cargos pero no competir por el trono. ¿Es que vamos a pensar recién ahí que hacer por ejemplo con los impuestos y con la moneda, argumentando que requieren un debate ecuménico, lo cual también es verdad?

Claro está que esto si el juego de los «servicios» que actúan por encima de los partidos políticos y en conexión directa con los grandes medios de prensa, como lo muestran claramente los actuales acontecimientos internacionales, no intentan que ocurra otra cosa, más cuando los desequilibrios son una constante en todas partes del mundo y es notorio el nerviosismo y el estado general de ánimo que ello provoca.

Porque convengamos que de los paraísos fiscales, de las emisiones demenciales de moneda en EE.UU. y Europa, que son señales inequívocas de la época en que la predominancia del capitalismo necesita morir en paz, de eso no se habla. Y en eso no se diferencian Gobierno y Oposición.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 16 de Febrero de 2019.

Nota:

1 Datos: El FMI pronostica un crecimiento en el PIB de China del 6,2% en 2019, superior al del 3,5% previsto para todo el mundo, el 2% para las «economías avanzadas», el 2,5% en Estados Unidos, el 1,6% en la Eurozona y el 1,3% en Alemania.

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