Después de la guerra de Corea.
(Abordando eso gris, que parece la teoría).
Cuando veo o escucho noticias sobre Corea del Norte me queda como un sabor amargo, porque se informa condenando lo que allí sucede y sin ninguna explicación de porqué sucede, quedando la conclusión entonces de que la culpa es de los comunistas y de qué comunistas.
Entonces nada mejor que recurrir a una opinión acreditada y, luego sí, nuestro comentario:
Palabras de Ernesto Guevara sobre su visita a Corea en 1960.
«De los países socialistas que visitamos personalmente, Corea es uno de los más extraordinarios. Quizás es el que nos impresionara más de todos ellos. Tiene solamente diez millones de habitantes y tiene el tamaño de Cuba, poquito menos, unos ciento diez mil kilómetros cuadrados. La misma extensión territorial que la parte sur de Corea, pero la mitad de habitantes, fue asolado por una guerra tan fantásticamente destructiva que de sus ciudades no quedó nada, y cuando uno dice nada, es nada. Es como los pequeños poblados de guano que Merob Sosa y Sánchez Mosquera y esa gente quemaba aquí, y de los cuales no quedaban nada más que cenizas. Así quedó, por ejemplo, Pyonyang, que es una ciudad de un millón de habitantes. Hoy no se ve un solo resto de toda aquella destrucción, todo es nuevo. El único recuerdo que queda es, en todos los caminos, en todas las carreteras, y en todas las vías férreas, los huecos de las bombas que caían unas al lado de otras.
Ellos me mostraron muchas de las fábricas, todas ellas reconstruidas y otras hechas nuevas, y cada fábrica de esas había soportado entre 30 y 50 mil bombas. Si nosotros nos hacemos una idea de lo que eran 10 ó 12 bombas tiradas alrededor nuestro en la Sierra, que significaba un bombardeo terrible, y había que tener su dosis de valor para aguantar esas bombas, ¡lo que significaban 30 mil bombas tiradas en un espacio de tierra, a veces menor que una caballería!
Corea del Norte salió de la guerra sin una industria en pie, sin una casa en pie, hasta sin animales. En una época en que la superioridad aérea de los norteamericanos era tan grande, y ya no tenía qué cosa destruir, los aviadores se divertían matando bueyes, matando lo que encontraban. Era, pues, una verdadera orgía de muerte lo que se cernió sobre Corea del Norte durante dos años solamente. En el tercer año aparecieron los Mig-15 y ya la cosa cambió. Pero esos dos años de guerra significaron, quizás, la destrucción sistemática más bárbara que se ha hecho.
Todo lo que se pueda contar de Corea parece mentira. Por ejemplo, en las fotografías se ven gentes con el odio, ese odio de los pueblos cuando llega a la parte más profunda del ser, que se ve en las fotos de cuevas donde se meten 200, 300 y 400 niños, de una edad de 3 ó 4 años, se asesinan allí con fuego y otras veces con gas. Los descuartizamientos de las gentes, matar a mujeres embarazadas a bayonetazos para hacerle salir el hijo de las entrañas, quemar heridos con lanzallamas… Las cosas más inhumanas que pueda imaginar la mente fueron realizadas por el ejército norteamericano de ocupación. Y llegó casi hasta el confín de Corea con China, y ocupó, en un momento dado, casi todo el país. Sumado a eso que en la retirada lo destruían todo, podemos decir que Corea del Norte es un país que se hizo de muertes. Naturalmente, recibió la ayuda de los países socialistas, sobre todo la ayuda de la Unión Soviética, en una forma generosa y amplísima.
Pero lo que más impresiona es el espíritu de ese pueblo. Es un pueblo que salió de todo esto tras una dominación japonesa de treinta años, de una lucha violenta contra la dominación japonesa, sin tener siquiera un alfabeto. Es decir, que era de los pueblos más atrasados del mundo en ese sentido. Hoy tiene una literatura y una cultura nacionales, y un orden nacional y un desarrollo ilimitado, prácticamente, de la cultura. Tienen enseñanza secundaria, que allá es hasta el noveno grado, obligatoria para todo el mundo.
Tiene en toda la industria el problema que ojalá nosotros tuviéramos hoy –que tendremos dentro de 2 o 3 años–, que es el problema de la falta de mano de obra. Corea está mecanizando aceleradamente toda la agricultura para lograr mano de obra y poder realizar sus planes, y también está preparándose para llevar a los hermanos de Corea del Sur el producto de fábricas de tejidos y otras, para ayudarlos a sobrellevar el peso de la dominación colonial norteamericana.
Es, realmente, el ejemplo de un país que gracias a un sistema y a dirigentes extraordinarios, como es el mariscal Kim II Sung, ha podido salir de las desgracias más grandes para ser hoy un país industrializado. Corea del Norte podría ser para cualquiera aquí en Cuba, el símbolo de uno de los tantos países atrasados del Asia. Sin embargo, nosotros le vendemos un azúcar semielaborado como es el azúcar crudo, y otros productos aún sin elaborar, como es el henequén, y ellos nos venden tornos fresadores, toda clase de maquinaria, maquinaria de minas, es decir, productos que necesitan una alta capacidad técnica para producirlos. Por eso es uno de los países que nos entusiasma más».
Nuestro comentario:
Corea del Norte es el resultado de una de las tantas derrotas puntuales del Imperialismo Yanqui, cuando aún lo era, hoy ya no es más que el principal Estado gendarme al servicio del accionar de los complejos empresariales multinacionales y no por eso menos peligroso para la paz mundial.
Ese accionar destructivo, canallesco aplicado en la guerra, originó como reacción la acción heroica de un pueblo, y la construcción que observaba «El Che».
Que la reacción ha llevado a la construcción de un Estado al estilo stalinista, también está de alguna manera explicado en la nota que comentamos.
Era lo que el capitalismo provocaba y a la vez estimulaba cuando aún se sentía seguro en el desarrollo de sus propias fuerzas territoriales.
Se sentía a gusto en el desarrollo de la llamada «guerra fría».
Pero así como en los siglos 18 y 19 necesitó construir un nuevo centro desplazándolo del Reino Unido (el principal) a EE.UU., el inexorable agostamiento de la tasa general de ganancia lo lleva a crear un nuevo centro, lo que actualmente comienza a generarse en China, en la China gobernada por un Partido Comunista (por aquello de las paradojas, que lo son en tanto no tienen una explicación).
Y ahora ¿por qué Corea del Norte parecería ser la única que no se asocia a esta perspectiva, hoy comandada por China?
Para nosotros la explicación que los medios informativos que están al servicio de las multinacionales expresan, de que es la responsabilidad de su gobierno, es una verdad a medias.
La existencia de este conflicto y su permanencia es una necesidad de la industria de guerra, una vorágine hacia el vacío que debe preocupar a todos.
Lo que más preocupa es la falta de este tipo de análisis, que como excepción intentó insinuar Mujica1 en la ONU en setiembre del 2013. ¿Es que todos estamos embarcados en una nave sin piloto y sin control remoto?: que es la distancia entre la consciencia y la inconsciencia.
Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 15 de noviembre de 2017.
Nota:
1He insistido en que más allá de los errores y horrores que han acompañado a su gestión, lo que dijo en la ONU es el camino correcto, también en algún momento daremos una opinión más, de porqué las cosas son así, donde hay una generalidad de opiniones sobre este hecho, unánimes en ignorarlo.
[:ca]Després de la guerra de Corea.
(Abordant això gris, que sembla la teoria).
Quan veig o escolto notícies sobre Corea del Nord em queda com un sabor amarg, perquè s’informa condemnant el que hi passa i sense cap explicació de perquè passa, i la conclusió llavors que la culpa és dels comunistes i de quins comunistes.
Llavors res millor que recórrer a una opinió acreditada i, després sí, el nostre comentari:
Paraules d’Ernesto Guevara sobre la seva visita a Corea el 1960.
«Dels països socialistes que vam visitar personalment, Corea és un dels més extraordinaris. Potser és el que ens impressiona més de tots ells. Té només deu milions d’habitants i té la mida de Cuba, una miqueta menys, uns cent deu mil quilòmetres quadrats. La mateixa extensió territorial que la part sud de Corea, però la meitat d’habitants, va ser assolada per una guerra tan fantàsticament destructiva que de les seves ciutats no va quedar res, i quan hom diu res, és res. És com els petits poblats de guano que Merob Sosa i Sánchez Mosquera i aquesta gent cremava aquí, i dels quals no quedaven res més que cendres. Així va quedar, per exemple, Pyonyang, que és una ciutat d’un milió d’habitants. Avui no es veu un sola resta de tota aquella destrucció, tot és nou. L’únic record que queda és, en tots els camins, en totes les carreteres, i en totes les vies fèrries, els buits de les bombes que queien unes al costat d’altres.
Ells em van mostrar moltes de les fàbriques, totes elles reconstruïdes i altres fetes noves, i cada fàbrica d’aquestes havia suportat entre 30 i 50 mil bombes. Si nosaltres ens fem una idea del que eren 10 o 12 bombes tirades al voltant nostre a la Serra, que significava un bombardeig terrible, i calia tenir la seva dosi de valor per aguantar aquestes bombes, ¡què significaven 30 mil bombes tirades en un espai de terra, sovint menor que una cavalleria!
Corea del Nord va sortir de la guerra sense una indústria en peu, sense una casa en peu, fins i tot sense animals. En una època en què la superioritat aèria dels nord-americans era tan gran, i ja no tenia cap cosa per destruir, els aviadors es divertien matant bous, matant allò que trobaven. Era, doncs, una veritable orgia de mort allò que va planar sobre Corea del Nord durant dos anys només. En el tercer any van aparèixer els Mig-15 i ja la cosa va canviar. Però aquests dos anys de guerra van significar, potser, la destrucció sistemàtica més bàrbara que s’hagi fet.
Tot el que es pugui comptar de Corea sembla mentida. Per exemple, en les fotografies es veuen gents amb l’odi, aquest odi dels pobles quan arriba a la part més profunda de l’ésser, que es veu en les fotos de coves on es fiquen 200, 300 i 400 nens, d’una edat de 3 o 4 anys, s’assassinen allà amb foc i altres cops amb gas. Els esquarteraments de les gents, matar dones embarassades a cops de baioneta per fer-li sortir el fill de les entranyes, cremar ferits amb llançaflames… Les coses més inhumanes que pugui imaginar la ment van ser realitzades per l’exèrcit nord-americà d’ocupació. I va arribar gairebé a l’altre cap de Corea amb la Xina, i va ocupar, en un moment donat, gairebé tot el país. Sumat a això que en la retirada ho destruïen tot, podem dir que Corea del Nord és un país que es va fer a base de morts. Naturalment, va rebre l’ajut dels països socialistes, sobretot l’ajut de la Unió Soviètica, en una forma generosa i amplíssima.
Però allò que més impressiona és l’esperit d’aquest poble. És un poble que va sortir de tot això després d’una dominació japonesa de trenta anys, d’una lluita violenta contra la dominació japonesa, sense tenir si més no un alfabet. És a dir, que era un dels pobles més endarrerits del món en aquest sentit. Avui té una literatura i una cultura nacionals, i un ordre nacional i un desenvolupament il·limitat, pràcticament, de la cultura. Tenen ensenyament secundari, que allà és fins al novè grau, obligatori per a tothom.
Té en tota la indústria el problema que tant de bo nosaltres tinguéssim avui –que tindrem d’aquí a 2 o 3 anys–, que és el problema de la manca de mà d’obra. Corea està mecanitzant acceleradament tota la pagesia per aconseguir mà d’obra i poder realitzar els seus plans, i també està preparant-se per portar als germans de Corea del Sud el producte de fàbriques de teixits i d’altres, per ajudar-los a suportar el pes de la dominació colonial nord-americana.
És, realment, l’exemple d’un país que gràcies a un sistema i dirigents extraordinaris, com és el mariscal Kim II Sung, ha pogut sortir de les desgràcies més grans per a ser avui un país industrialitzat. Corea del Nord podria ser per a qualsevol aquí a Cuba, el símbol d’un dels tants països endarrerits de l’Àsia. No obstant això, nosaltres li venem un sucre semielaborat com és el sucre cru, i altres productes encara sense elaborar, com és el henequén, i ells ens venen torns fresadores, tota classe de maquinària, maquinària de mines, és a dir, productes que necessiten d’una alta capacitat tècnica per produir-los. Per això és un dels països que ens entusiasma més».
El nostre comentari:
Corea del Nord és el resultat d’una de les tantes derrotes puntuals de l’Imperialisme Ianqui, quan encara ho era. Avui ja no és més que el principal Estat gendarme al servei de l’accionar dels complexos empresarials multinacionals i no per això menys perillós per a la pau mundial.
Aquest accionar destructiu, canallesc aplicat a la guerra, va originar com a reacció l’acció heroica d’un poble, i la construcció que observava «El Che».
Que la reacció ha portat a la construcció d’un Estat a l’estil stalinista, també està d’alguna manera explicat dins la nota que comentem.
Era allò que el capitalisme provocava i alhora estimulava quan encara se sentia segur en el desenvolupament de les seves pròpies forces territorials.
Es sentia a gust en el desenvolupament de l’anomenada «guerra freda».
Però així com en els segles 18 i 19 va necessitar construir un nou centre desplaçant del Regne Unit (el principal) a EUA, l’inexorable esgotament de la taxa general de guany el porta a crear un nou centre, allò que actualment comença a generar a la Xina, a la Xina governada per un Partit Comunista (per allò de les paradoxes, que ho són en tant no tenen una explicació).
I ara, per què Corea del Nord semblaria ser l’única que no s’associa a aquesta perspectiva, avui comandada per la Xina?
Per a nosaltres, l’explicació que els mitjans informatius que estan al servei de les multinacionals expressen, que és la responsabilitat del seu govern, és una veritat a mitges.
L’existència d’aquest conflicte i la seva permanència és una necessitat de la indústria de guerra, una voràgine cap al buit que ens ha de preocupar a tots.
El que més preocupa és la manca d’aquest tipus d’anàlisi, que com a excepció intentar insinuar Mújica1 a l’ONU al setembre del 2013. És que tots estem embarcats en una nau sense pilot i sense control remot?: que és la distància entre la consciència i la inconsciència.
Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 15 de novembre del 2017.
Nota:
1He insistit que més enllà de les errades i horrors que han acompanyat a la seva gestió, allò que va dir a l’ONU és el camí correcte, també en algun moment donarem una opinió més, del perquè les coses són així, on hi ha una generalitat d’opinions sobre aquest fet, unànimes en ignorar-lo.
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