Lenin Moreno presidente de Ecuador.
(Abordando eso gris, que parece la teoría).
Tenemos en esta nota, que transcribimos, información muy valiosa, pero a la vez juicios que particularmente en la izquierda se deben debatir, pues lo que se afirma no sólo que no está demostrado sino que en la realidad al no ser debatido correctamente, se convierten en un arma de la derecha. Lo que apuntamos está resaltado y luego al final lo comentamos.
El triunfo de Lenín Moreno en Ecuador.
Tomado de Other News.
Roberto Pizarro – El Desconcierto.cl
El banquero guayaquileño fue derrotado por Lenín Moreno. Sin embargo, igual que Trump y apoyado vigorosamente por los medios de comunicación, sostuvo en su campaña que sólo el fraude lo podría derrotar.
Guillermo Lasso, dueño del banco de Guayaquil, sabe de dinero y banca. Construyó su fortuna gracias a la especulación financiera con los bonos emitidos en el feriado bancario en 1999; el corralito que impuso el Presidente Jamil Mahuad a los depositantes, que luego culminó en la dolarización de la economía y en el empobrecimiento de la mayorías de los ecuatorianos.
El banquero guayaquileño fue derrotado por Lenín Moreno. Sin embargo, igual que Trump y apoyado vigorosamente por los medios de comunicación, sostuvo en su campaña que sólo el fraude lo podría derrotar. Como Lasso perdió, en vez de aceptar el fracaso, reiteró sus dichos de campaña; pero, sus partidarios más lúcidos, como Jaime Nebot, el alcalde de Guayaquil, lo desmienten, al señalar que «el que acusa tiene que probar»; y Lasso está denunciando sin pruebas.
En realidad, el camino que sigue Lasso no lo conduce a ninguna parte. Todos los presidentes de América Latina, así como el Secretario General de la OEA, han reconocido el triunfo de Lenín, convencidos de la limpieza electoral. La presencia de representantes de ambos candidatos en cada una de las mesas de votación, así como los tres mil observadores internacionales ha garantizado el proceso electoral.
El triunfo de Moreno no emerge en el vacío. Es consecuencia del exitoso periodo de diez años de gobierno del Presidente Correa. No se trata sólo de los avances económicos y el progreso social. Hoy día, Ecuador es un país que ha recuperado su dignidad. El embajador norteamericano ha dejado de ser un procónsul en Quito y los ecuatorianos son vistos con respeto en el mundo.
La soberanía nacional se convirtió en realidad cuando Correa notificó a los Estados Unidos, a principios del año 2008, la no renovación del convenio que permitía a ese país utilizar desde 1999 el puerto pesquero de Manta para «interceptar vuelos del narcotráfico». Esta decisión forma parte del mandato constitucional que expresamente prohíbe «el establecimiento de bases militares extranjeras en el territorio ecuatoriano».
La independencia nacional del Ecuador también ha quedado de manifiesto con el asilo otorgado a Julián Assange, líder de Wikileaks. Correa resistió las presiones de gobiernos y poderes fácticos internacionales, mientras el candidato Lasso señalaba que lo primero que haría en su gobierno sería retirar el asilo a Assange.
Además, la soberanía económica se hace efectiva en Ecuador con la renegociación de los contratos entre el Estado y las empresas petroleras. Ahora, las empresas pasan a ser prestadoras de servicios y a recibir una tarifa fija, mientras el dueño legal del petróleo es el Estado. De esta forma, el Estado pasó a beneficiarse exclusivamente del cualquier aumento en el precio del barril del petróleo y así mejoró sustancialmente su participación en la renta petrolera.
La emergencia de Correa fue consecuencia de una crisis profunda en el país. La inestabilidad política y la crisis económica se hacían insostenibles. La triste herencia de Mahuad no sólo fue haber recibido dinero de la banca para su elección y luego beneficiarla, sino dolarizar la economía. Esto ha hecho dependiente la política monetaria y cambiaria ecuatoriana del Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos y limitado los espacios de maniobra de la política económica.
Frente a la crisis, el Presidente Correa tomó el toro por las astas e impulsó una Asamblea Constituyente, para reconstruir toda la institucionalidad del país, iniciativa que obtuvo el apoyo del 80 % del voto ciudadano. A partir de ese momento, Ecuador ha experimentado la mayor estabilidad política, crecimiento económico y progreso social de su historia.
La economía ecuatoriana creció un promedio de 3,9% entre 2007 y 2015, comparado con el 2,9 por ciento de Latinoamérica, según cifras de la CEPAL. Ese crecimiento ha permitido que el Gobierno haya destinado el 9% de su PIB para inversión pública, lo que se ha traducido en inéditas obras de infraestructura a lo largo y ancho del país.
Las cifras de desempleo destacan muy especialmente, con un 4,3% en el 2015, la tasa más baja de Sudamérica. Esas cifras, junto al aumento del salario básico de 366 dólares (que antes de la Revolución Ciudadana era de 160 dólares) constituyen indicadores manifiestos de los avances en justicia social. El porcentaje de personas pobres se ha reducido desde el 37% en 2007 hasta el 23% en 2015, con más de un millón de ecuatorianos que superaron la pobreza. Además, Ecuador es uno de los países que más redujo la desigualdad en América Latina.
Uno de los problemas más serios que tuvo el Ecuador, previo a la llegada de Correa, fue la gran evasión de impuestos. Desde el 2000 hasta el 2006, los gobiernos recaudaron apenas 21.338 millones de dólares, mientras que la Revolución Ciudadana ha triplicado esa cifra, con 88.177 millones de dólares.
Lamentablemente, las condiciones económicas se han deteriorado en Ecuador en los dos últimos años, como resultado de la abrupta caída de los precios del petróleo, fuente principal de divisas del país. Ello ha afectado también el presupuesto nacional. Porque en una economía dolarizada los márgenes de maniobra son estrechos. No existe la alternativa de devaluación como en países con moneda propia. Cae el precio del petróleo y se reducen los ingresos fiscales y ello afecta la inversión pública y los programas sociales.
No todo ha sido fácil con el gobierno de Correa. Su fuerte personalidad le ha significado duros enfrentamientos con la prensa, convirtiéndose en la principal oposición a su gobierno. Pero además algunas organizaciones indígenas y ambientalistas se movilizaron contra su gobierno en protesta a proyectos petroleros y mineros en la selva amazónica.
No hay duda que el éxito de Lenín Moreno es consecuencia de los diez años de la revolución ciudadana que lideró Correa. Por cierto, el nuevo Presidente tendrá sus propios énfasis y con su estilo, conciliador y dialogante, muchos esperan que ayudará a reducir las tensiones que actualmente se observan en el país. Por otra parte, su triunfo seguramente ayudará a recuperar las esperanzas de los sectores progresistas en América Latina, que habían perdido fuerza con la instalación de gobiernos conservadores en la región, especialmente en Argentina y Brasil. Viernes, 7 de abril de 2017.
Roberto Pizarro. Economista chileno. Profesor universitario. Ex ministro de Planificación y ex embajador de Chile en Ecuador.
Nuestro comentario:
Se escribe: «que luego culminó en la dolarización de la economía y en el empobrecimiento de la mayoría de los ecuatorianos» nos preguntamos: ¿esto no fue al revés?
Pues cuando asume Correa y aplica su política, aprovechando una coyuntura muy particular de la economía mundial, se realiza eso que expone la nota y que fue beneficioso para el pueblo de Ecuador, manejando un proceso económico con dificultades, donde también hubo denuncias de corrupción, con expectativas insatisfechas de sectores que aún siguen pensando que la economía de Ecuador se puede desprender de la economía mundial y emprender un proceso voluntarista de igualdad social que ningún país puede solucionar por decisión propia, más allá de todo lo que se ha avanzado y bien señala la nota. Ahora manejándose con una realidad monetaria –el dólar– que ha impedido a sectores del capital financiero operar en la especulación contra la gente como lo han hecho sin que los gobiernos pudieran –o con la duda de que quisieran– impedirlo en Argentina y Venezuela.
Se escribe luego: «sino dolarizar la economía. Esto ha hecho dependiente la política monetaria y cambiaria ecuatoriana del Banco de la Reserva Federal de los Estados Unidos y limitado los espacios de maniobra de la política económica».
Luego se escribe más adelante: «Porque en una economía dolarizada los márgenes de maniobra son estrechos. No existe la alternativa de devaluación como en países con moneda propia. Cae el precio del petróleo y se reducen los ingresos fiscales y ello afecta la inversión pública y los programas sociales».
La nota describe lo realizado y de ello debemos extraer la conclusión de que se ha hecho sin los espacios de maniobra de la política económica. En hora buena porque esos espacios manejando la moneda han sido funestos para los gobiernos progresistas; luego maneja la posibilidad de hacer devaluaciones como medida de reactivación económica, que en el marco actual de la economía mundial es un veneno letal para el desarrollo económico, pues va directamente contra el nivel de ingresos en moneda fuerte conquistado por los asalariados, sin tener posibilidades de inversiones que el mercado mundial condiciona también a la estabilidad monetaria.
EE.UU. y la Unión Europea, han utilizado impunemente la posibilidad de la emisión monetaria –ha llegado a límites demenciales– para equilibrar sus presupuestos y salvar el equilibrio de sus instituciones financieras, dinero que por la crisis que origina el agostamiento de la tasa general del capitalismo, han ido a parar a los paraísos fiscales y no para beneficio de su gente. Ello se paga, y hoy la soberanía de este gran país del norte como la de los propios países europeos ya prácticamente es inexistente, producto de un creciente endeudamiento del que ya no pueden retornar, entonces que un país asuma que el dólar es su moneda, está marcando que ya no va a hacer devaluaciones y que lo que se mide para el trabajo en el mercado mundial se mide para su país.
Por supuesto que eso no alcanza, es necesario dar un paso más, tender y propiciar una unidad de medida monetaria mundial y un ingreso fiscal proveniente no de los impuestos al consumo, al trabajo y las pensiones, sino sobre la propia circulación del dinero, haciendo ilegal toda circulación que no esté debidamente registrada en los organismos que la sociedad determine, dando muerte a los paraísos fiscales. Pues de no hacerse la crisis no tiene salidas, como lo viene mostrando claramente la realidad actual.
Ecuador nos marca un antes y un después si la lección de economía que hoy nos está dando, y aun conociendo los desafíos que enfrenta, sabemos asimilarla. El trabajador ecuatoriano comprende que «la revolución ciudadana» ha defendido su nivel de vida, pero también debe saber que el porvenir ya no depende solo de lo que se haga en Ecuador sino de lo que hagan las instituciones políticas, sindicales, sociales, etc. para lograr un programa en el mundo que imponga la paz y a la vez la muerte en paz de la predominancia del modo de producción capitalista que es lo que impide que hoy se hagan emprendimiento de interés social que al capitalismo ya no le son rentables como por ejemplo el cuidado del medio ambiente, la salud y la educación.
Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 7 de abril de 2017.
Lenin Moreno president de l’Equador.
(Abordant això gris, que sembla la teoria).
Tenim en aquesta nota, que transcrivim, informació molt valuosa, però alhora judicis que particularment dins l’esquerra s’han de debatre, doncs el que s’afirma no sols que no està demostrat sinó que en la realitat en no ser debatut correctament, es converteixen en una arma de la dreta. El que apuntem està remarcat i després al final ho comentem.
El triomf de Lenin Moreno a Equador.
Provinent d’Other News.
Roberto Pizarro – El Desconcierto.cl.
El banquer guayaquileny va ser derrotat per Lenin Moreno. No obstant això, igual que Trump i recolzat vigorosament pels mitjans de comunicació, va sostenir en la seva campanya que només el frau el podria derrotar.
Guillermo Lasso, propietari del banc de Guayaquil, sap de diners i banca. Va construir la seva fortuna gràcies a l’especulació financera amb els bons emesos en el firat bancari el 1999; el corralito que va imposar el president Jamil Mahuad als dipositants, que després va culminar en la dolarització de l’economia i en l’empobriment de la majories dels equatorians.
El banquer guayaquileny va ser derrotat per Lenin Moreno. No obstant això, igual que Trump i recolzat vigorosament pels mitjans de comunicació, va sostenir en la seva campanya que només el frau el podria derrotar. Com Lasso va perdre, en comptes d’acceptar el fracàs, va reiterar les seves dites de campanya; però, els seus partidaris més lúcids, com Jaime Nebot, l’alcalde de Guayaquil, ho desmenteixen, en assenyalar que «el que acusa ha de provar»; i Lasso està denunciant sense proves.
En realitat, el camí que segueix Lasso no el condueix enlloc. Tots els presidents d’Amèrica Llatina, així com el secretari general de l’OEA, han reconegut el triomf de Lenin, convençuts de la transparència electoral. La presència de representants dels dos candidats en cadascuna de les taules de votació, així com els tres mil observadors internacionals han garantit el procés electoral.
El triomf de Moreno no sorgeix del buit. És conseqüència de l’exitós període de deu anys de govern del President Correa. No es tracta només dels avenços econòmics i el progrés social. Avui dia, Equador és un país que ha recuperat la seva dignitat. L’ambaixador nord-americà ha deixat de ser un procònsol a Quito i els equatorians són vistos amb respecte al món.
La sobirania nacional es va convertir en realitat quan Correa va notificar als Estats Units, a principis de l’any 2008, la no renovació del conveni que permetia a aquest país utilitzar des de 1999 el port pesquer de Manta per «interceptar vols del narcotràfic». Aquesta decisió forma part del mandat constitucional que expressament prohibeix «l’establiment de bases militars estrangeres al territori equatorià».
La independència nacional de l’Equador també ha quedat de manifest amb l’asil atorgat a Julián Assange, líder de Wikileaks. Correa va resistir les pressions de governs i poders fàctics internacionals, mentre el candidat Lasso assenyalava que el primer que faria en el seu govern seria retirar l’asil a Assange.
A més, la sobirania econòmica es fa efectiva a Equador amb la renegociació dels contractes entre l’Estat i les empreses petrolieres. Ara, les empreses passen a ser prestadores de serveis i a rebre una tarifa fixa, mentre l’amo legal del petroli és l’Estat. D’aquesta manera, l’Estat va passar a beneficiar-se exclusivament del qualsevol augment en el preu del barril del petroli i així va millorar substancialment la seva participació en la renda petroliera.
L’emergència de Correa va ser conseqüència d’una crisi profunda al país. La inestabilitat política i la crisi econòmica es feien insostenibles. La trista herència de Mahuad no només va ser haver rebre diners de la banca per la seva elecció i després beneficiar-la, sinó dolaritzar l’economia. Això ha fet dependent la política monetària i canviària equatoriana del Banc de la Reserva Federal dels Estats Units i limitat els espais de maniobra de la política econòmica.
Davant la crisi, el President Correa va prendre el toro per les banyes i va impulsar una Assemblea Constituent, per reconstruir tota la institucionalitat del país, iniciativa que va obtenir el suport del 80% del vot ciutadà. A partir d’aquest moment, l’Equador ha experimentat la major estabilitat política, creixement econòmic i progrés social de la seva història.
L’economia equatoriana va créixer una mitjana de 3,9% entre 2007 i 2015, comparat amb el 2,9 per cent de Llatinoamèrica, segons xifres de la CEPAL. Aquest creixement ha permès que el Govern hagi destinat el 9% del seu PIB per a inversió pública, la qual s’ha traduït en inèdites obres d’infraestructura al llarg i ample del país.
Les xifres d’atur destaquen molt especialment, amb un 4,3% el 2015, la taxa més baixa de Sud-amèrica. Aquestes xifres, juntament amb l’augment del salari bàsic de 366 dòlars (que abans de la Revolució Ciutadana era de 160 dòlars) constitueixen indicadors manifestos dels avenços en justícia social. El percentatge de persones pobres s’ha reduït des del 37% el 2007 fins al 23% el 2015, amb més d’un milió d’equatorians que van superar la pobresa. A més, Equador és un dels països que més va reduir la desigualtat a Amèrica Llatina.
Un dels problemes més seriosos que va tenir l’Equador, previ a l’arribada de Correa, va ser la gran evasió d’impostos. Des del 2000 fins al 2006, els governs van recaptar tot just 21.338.000 de dòlars, mentre que la Revolució Ciutadana ha triplicat aquesta xifra, amb 88.177.000 de dòlars.
Lamentablement, les condicions econòmiques s’han deteriorat a Equador en els dos darrers anys, com a resultat de l’abrupta caiguda dels preus del petroli, font principal de divises del país. Això ha afectat també el pressupost nacional. Perquè en una economia dolaritzada els marges de maniobra són estrets. No hi ha l’alternativa de devaluació com als països amb moneda pròpia. Cau el preu del petroli i es redueixen els ingressos fiscals i això afecta la inversió pública i els programes socials.
No tot ha estat fàcil amb el govern de Correa. La seva forta personalitat li ha suposat durs enfrontaments amb la premsa, convertint-se en la principal oposició al seu govern. Però a més algunes organitzacions indígenes i ambientalistes es van mobilitzar contra el seu govern en protesta a projectes petroliers i miners a la selva amazònica.
No hi ha dubte que l’èxit de Lenin Moreno és conseqüència dels deu anys de la revolució ciutadana que va liderar Correa. Per cert, el nou president tindrà els seus propis èmfasi i amb el seu estil, conciliador i dialogant, molts esperen que ajudarà a reduir les tensions que actualment s’observen al país. D’altra banda, el seu triomf segurament ajudarà a recuperar les esperances dels sectors progressistes a Amèrica Llatina, que havien perdut força amb la instal·lació de governs conservadors a la regió, especialment a Argentina i Brasil. Divendres, 7 d’abril del 2017.
Roberto Pizarro. Economista xilè. Professor universitari. Exministre de Planificació i ex ambaixador de Xile a l’Equador.
El nostre comentari:
S’escriu: «que després va culminar en la dolarització de l’economia i en l’empobriment de la majoria dels equatorians» ens preguntem: ¿això no va ser a l’inrevés?
Doncs quan assumeix Correa el càrrec i aplica la seva política, aprofitant una conjuntura molt particular de l’economia mundial, es realitza això que exposa la nota i que va ser beneficiós per al poble d’Equador, manejant un procés econòmic amb dificultats, on també hi va haver denúncies de corrupció, amb expectatives insatisfetes de sectors que encara segueixen pensant que l’economia de l’Equador es pot desprendre de l’economia mundial i emprendre un procés voluntarista d’igualtat social que cap país pot solucionar per decisió pròpia, més enllà de tot el que s’ha avançat i ben assenyala la nota. Ara manejant amb una realitat monetària –el dòlar– que ha impedit a sectors del capital financer operar amb l’especulació contra la gent com ho han fet sense que els governs poguessin –o amb el dubte de que volguessin– impedir-ho a Argentina i Veneçuela.
S’escriu després: «sinó dolaritzar l’economia. Això ha fet dependent la política monetària i canviària equatoriana del Banc de la Reserva Federal dels Estats Units i limitat els espais de maniobra de la política econòmica».
Després s’escriu més endavant: «Perquè en una economia dolaritzada els marges de maniobra són estrets. No hi ha l’alternativa de devaluació com a països amb moneda pròpia. Cau el preu del petroli i es redueixen els ingressos fiscals i això afecta la inversió pública i els programes socials».
La nota descriu el que s’ha fet i d’això hem d’extreure la conclusió que s’ha fet sense els espais de maniobra de la política econòmica. Enhorabona perquè aquests espais manejant la moneda han estat funestos per als governs progressistes; després maneja la possibilitat de fer devaluacions com a mesura de reactivació econòmica, que en el marc actual de l’economia mundial és un verí letal per al desenvolupament econòmic, doncs va directament contra el nivell d’ingressos en moneda forta conquistat pels assalariats, sense tenir possibilitats d’inversions que el mercat mundial condiciona també a l’estabilitat monetària.
EUA i la Unió Europea, han utilitzat impunement la possibilitat de l’emissió monetària –ha arribat a límits demencials– per equilibrar els seus pressupostos i salvar l’equilibri de les seves institucions financeres, diners que per la crisi que origina l’escurçament de la taxa general del capitalisme, han anat a parar als paradisos fiscals i no per a benefici de la seva gent. Això es paga, i avui la sobirania d’aquest gran país del nord com la dels propis països europeus ja pràcticament és inexistent, producte d’un creixent endeutament del que ja no es pot retornar, llavors que un país assumeixi que el dòlar és la seva moneda, està marcant que ja no farà devaluacions i que el que es mesura per al treball en el mercat mundial es mesura pel seu país.
Per descomptat que això no arriba, cal fer una passa més, estendre i propiciar una unitat de mesura monetària mundial i un ingrés fiscal provinent no dels impostos al consum, a la feina i les pensions, sinó sobre la pròpia circulació dels diners, fent il·legal tota circulació que no estigui degudament registrada en els organismes que la societat determini, donant mort als paradisos fiscals. Doncs de no fer-se la crisi no té sortides, com ho ve mostrant clarament la realitat actual.
Equador ens marca un abans i un després si la lliçó d’economia que avui ens està donant, i fins i tot coneixent els desafiaments que enfronta, sabem assimilar-la. El treballador equatorià comprèn que «la revolució ciutadana» ha defensat el seu nivell de vida, però també ha de saber que el futur ja no depèn només del que es faci a Equador sinó del que facin les institucions polítiques, sindicals, socials, etc. per aconseguir un programa al món que imposi la pau i alhora la mort en pau de la predominança de la manera de producció capitalista que és el que impedeix que avui es facin emprenedoria d’interès social que al capitalisme ja no li són rendibles com ara la cura del medi ambient, la salut i l’educació.
Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 7 d’abril del 2017.