[:es]Relación trabajo capital.[:]

[:es]

Relación trabajo capital.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Los que en la actualidad vivimos sobre el planeta no hemos conocido otro modo de producción predominante que no sea el capitalista. Nos hemos educado en su existencia y en su desarrollo. La inmensa mayoría de la humanidad creyéndolo como el fin de la historia e ignorando que los modos de producción también nacen, se desarrollan y declinan hasta morir.

¿Pudo ser de otro modo? Los «ideólogos», que nacieron fundamentalmente del stalinismo y de las claudicaciones de la socialdemocracia europea (con honrosas excepciones como las de Rosa Luxemburgo y Karl Liebknecht) ante las guerras inter capitalistas, aún hoy tratan de explicarnos que es necesario construir un sistema estatal alternativo que compita y derrote al capitalismo. También dentro de estas corrientes existen los que teorizan sobre la existencia de una especie de super imperialismo.

Días atrás en Facebook se mostraba la devoción de un sector importante del pueblo ruso ante el Mausoleo a Lenin, en esa oportunidad me permití opinar esto:

Aún tiene un inmenso valor lo que don José Batlle y Ordoñez escribiera a la muerte de este maestro. La historia mostró que Batlle tenía razón y razones, aún cuando ignoraba los detalles de la lucha que en ese momento estaba librando Lenin contra la burocracia, que ya estaba dando pasos hacia el capitalismo de Estado. La acción de la revolución como antes la de la revolución francesa trajeron a la humanidad avances inmensos, pero también fue terrible la reacción también como en la revolución francesa. El legado de Lenin no es el mausoleo que él jamás hubiera permitido se hiciera, sino los 55 tomos de sus obras que pasaron indemnes el stalinismo –hazaña de la intelectualidad revolucionaria–, y hoy son un material formidable para retomar el estudio del desarrollo de las sociedades dentro del capitalismo y la necesaria transición a un sistema superior si logramos que la predominancia de este modo de producción muera en paz.

¿Qué tiene que ver esto en la relación capital‑trabajo? Y tiene que ver porque el origen del capital es el trabajo y de allí nace una relación en la que el conjunto de la sociedad no tiene una idea clara de cómo nace, como se desarrolla y como será en el futuro.

La revolución rusa conmovió el mundo y para muchos era el nacimiento de un nuevo modo de producción basado en la propiedad estatal del capital. Marx explicaba que ello no era posible, Batlle lo leyó y lo interpretó correctamente aún cuando conociendo el papel de Lenin, no había en esa época posibilidad como hoy de conocer prácticamente en forma instantánea, cual era la reacción de este, ante el desafío histórico al que sometió la burocracia a la revolución rusa. Recordemos que en forma muy similar a la revolución francesa, prácticamente todos los cuadros dirigentes de la misma fueron eliminados.

Ahora no nos podemos saltear esta etapa de la historia, porque la URSS, vivió 70 años y porque sus consecuencias aún persisten en actuales formaciones estatales incluida la propia China, o en la resistencia burocrática –muchas veces necesaria– desde el aparato del Estado a las acciones demenciales a las que someten a los pueblos las multinacionales con gendarmes como EE.UU.

Hasta llegar hoy a la paradoja, de que China sea la abanderada del libre comercio y EE.UU. del de la economía amurallada.

Todo esto hoy luego que la humilde plusvalía inicial originó que para reproducirse se transformara en capital y llegara como en la actualidad a todos los confines del planeta.

Esto lo explicaron con claridad primero Marx y Engels y luego Lenin, y nosotros pensamos que hasta la fecha sus argumentos no han sido rebatidos, si tergiversados dándole interpretaciones que nada tienen que ver con el detallado desarrollo que de sus ideas ellos hicieron.

El trabajo dio en determinada etapa de la historia nacimiento al capital, que en su desarrollo rompió las cadenas del feudalismo e impuso el libre comercio, de este nacieron los derechos democráticos de las masas, las propias naciones en su forma actual y el desarrollo internacional capitalista.

Cuando el capitalismo asentó su poder sus ideólogos proclamaron el fin de la historia. Según ellos el mundo ya no iba a conocer una forma superior de organizarse, pero eso suponía ignorar u ocultar el crecimiento demencial de los paraísos fiscales y la incapacidad del propio capital en conseguir fuentes permanentes de rentabilidad.

El trabajo creado por la rentabilidad de la inversión capitalista en un marco de predominancia de este modo de producción está llegando a su fin, no es el fin del trabajo, es el fin por agostamiento de la rentabilidad capitalista y del trabajo que ella genera. No es para mañana ni de golpe, es un proceso en el que necesariamente surgirán, madurarán las ideas para superarlo, el proceso está abierto y no es lineal.

En estos días mucho se habla a nivel político en el Uruguay de que luego de la creación de trabajo en la primeras etapas de gobierno del Frente Amplio, ahora se nota ostensiblemente una gran preocupación por que ello no sólo deja de ocurrir sino que son más los trabajos que se pierden que los que se crean.

En el debate político el problema de fondo está ausente, se habla de dificultades en la educación, de falta de cultura de trabajo, de excesiva carga de la seguridad social, del costo de los servicios del Estado, de la burocratización, etc. etc…, todas ellas razones válidas para el debate pero que no salen de un círculo vicioso en su razonamiento.

No se habla del fondo del asunto, que no es otro que aún en la pérdida de la rentabilidad el capitalismo sigue creciendo1, creando un nuevo centro como lo es China y su entorno, y de allí surgen las iniciativas de inversiones que necesariamente marcan las condicionantes del desarrollo del sistema productivo en toda la humanidad. Los Estados, sus burocracias, agarran lo que pueden, cada vez menos y acotados.

Ahora a nivel político, sin duda que es importante reclamar códigos, respetar, porque es en la crisis que aparecen los apurados por hacer el peso a como sea y el menosprecio por pensar. Pero sin ver lo que pasa con el aparato productivo a nivel mundial y en pensar soluciones a la crisis irreversible que vive dentro de la predominancia del modo de producción capitalista, es imposible pensar en soluciones locales que no sean más que paliativos. No es honesto ocultarlo.

Por eso reclamamos que ese sea el debate; Mujica lo insinuó y lo expuso en la ONU en setiembre del 2013, pero luego no sabemos porque abandonó ese centro de desarrollo en su pensamiento; lo asustaron, se asustó, o como afirma el Tambero Zabalza, «te dejaste engañar hermano» el Pepe siempre fue así: «vendedor de versos». No comparto, creo que algo pasó, pero la verdad es que no lo sé. Su grupo político habla de Renta Básica Universal, que opera como descolgada de los problemas centrales que fueron planteados en la ONU: la fuente de los impuestos y el valor de la moneda.

Pero lo dicho, dicho está, está escrito, tiene un enorme valor, es lo que debería decir hoy un comunista y desgraciadamente no se dice, porque se duda a la hora de reivindicar el pensamiento de los maestros. Que es en definitiva el asunto que ellos desarrollaron, escribieron y documentaron exhaustivamente.

O es que hay conformidad con un cuarto gobierno del Frente Amplio en el Uruguay que es casi ya inevitable –lo cual no me disgusta– se da porque no tiene oposición, o por lo menos nadie se plantea sustituirlo realmente. El objetivo opositor es tener más cargos pero no competir por el trono. ¿Es que vamos a pensar recién ahí que hacer por ejemplo con los impuestos y con la moneda, argumentando que requieren un debate ecuménico, lo cual también es verdad?

Claro está que esto si el juego de los «servicios» que actúan por encima de los partidos políticos y en conexión directa con los grandes medios de prensa, como lo muestran claramente los actuales acontecimientos internacionales, no intentan que ocurra otra cosa, más cuando los desequilibrios son una constante en todas partes del mundo y es notorio el nerviosismo y el estado general de ánimo que ello provoca.

Porque convengamos que de los paraísos fiscales, de las emisiones demenciales de moneda en EE.UU. y Europa, que son señales inequívocas de la época en que la predominancia del capitalismo necesita morir en paz, de eso no se habla. Y en eso no se diferencian Gobierno y Oposición.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 16 de Febrero de 2019.

Nota:

1 Datos: El FMI pronostica un crecimiento en el PIB de China del 6,2% en 2019, superior al del 3,5% previsto para todo el mundo, el 2% para las «economías avanzadas», el 2,5% en Estados Unidos, el 1,6% en la Eurozona y el 1,3% en Alemania.

[:]

[:es]Las redes sociales.[:]

[:es]

Las redes sociales.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Es apasionante. Acudimos a las redes sociales para debatir. Encontramos de todo. Ahora nos ayuda a tener la cabeza despejada para entender algunas expresiones, para tratar de comprender como se reacciona cuando se piensa que se es libre para opinar. Marx daba un enorme valor a todas las opiniones humanas, en la medida que ellas reflejaban situaciones que debían ser estudiadas, ello quiere decir que en muchas de ellas se refleja la miseria no sólo material sino espiritual en que se desarrolla la lucha de clases y la vida.

Nuestro manejo técnico es limitado, envidiamos a los que saben y siempre queremos saber más, esto que ahora reproduzco son algunos juicios que he difundido en Facebook. León Trotsky, uno de los artífices de la revolución rusa e inspirador de la hazaña militar del siglo 20: la construcción del ejército rojo con su comando general funcionando en un tren. Decía que la lucha de ideas, de tendencias, es como el aire que respiramos, en el va el oxígeno pero también sustancias nocivas. Ahora, si dejamos de respirar morimos.

En algunas oportunidades he recurrido a transcribir íntegro los juicios de quienes tienen opiniones distintas a la mía, porque es lo correcto y a la vez me obliga a explicar mejor mi pensamiento. En esta oportunidad he recurrido a transcribir mis opiniones sobre cuestiones puntuales que me preocupan. Seguramente en la próxima nota volveremos a transcribir las otras opiniones y el juicio que me merecen.

Estos son algunos de los juicios emitidos utilizando la réplica en Facebook:

  1. Se está dando un fenómeno muy peligroso para la democracia. Todos los partidos de la oposición aspiran a aumentar su representación pero cada vez menos a la responsabilidad de conducir el Estado. No tienen candidatos para ganar. Por otra parte las Cámaras empresariales que conocen la realidad y no apuestan a un cambio, si apuestan a que las presiones sobre el gobierno impongan que los «ajustes» se hagan sobre la gente. Por eso sus objetivos son el llamado «atraso cambiario» y que los impuestos sean sobre el consumo, el salario y las pensiones. Que me preocupa que en la izquierda sobre moneda e impuestos no haya propuesta salvo el planteo de Mujica en la ONU (setiembre 2013) sobre el que ni su grupo habla.

  1. Hagamos un esfuerzo, razonemos. Los organismos financieros internacionales, de los cuales ningún país puede vivir al margen, imponen que los impuestos sean sobre el consumo, los salarios, y las pensiones (jubilaciones), sino no hay inversiones. La moneda además, con tarjeta, o sin tarjeta, debería ser medida universalmente de la misma forma eliminando la especulación que con sus valores se hacen. Entonces, porque no plantear (como lo insinuó Mujica en la ONU) que los impuestos sean sobre la circulación del dinero y que ninguna operación sea válida si no está debidamente registrada donde la sociedad determine dando muerte a los paraísos fiscales. Lo que estamos viviendo no es el fin del trabajo, si estamos viviendo el fin del trabajo que da rentabilidad a las inversiones capitalistas.

  2. El sistema está organizado para que ocurra de esta manera. Los impuestos que se necesitan para la salud, para la enseñanza, para cumplir con las funciones sociales se recaudan sobre el consumo, los salarios y las jubilaciones, no sobre el giro del dinero que obligaría para que una operación con dinero fuera válida a que esté registrada donde la sociedad determine dando muerte a los paraísos fiscales. El trabajo que hoy existe es porque le es rentable al capitalismo y ese trabajo tiende a desaparecer, aumentando la crisis social.

  3. Entender y hacer entender que los seres vivos, nacen, se desarrollan y mueren y que lo mismo sucede con los modos de producción creados por el ser humano. Hoy asistimos a la crisis mayor e irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista. ¿Qué significa? que todo lo que no les dé rentabilidad está de más, con el agravante de que eso mismo determina la muerte de sus posibles consumidores. El modo de producción que está naciendo involucrará a todos. Pero no a través del Estado (que sin duda ha cumplido y cumple importante papel) sino de la sociedad toda. Muchos dirán: pero eso es utópico. Más utópico es pensar que esto puede seguir así y no reviente en mil pedazos. Tenemos dos herramientas que necesitan de la voluntad política para ser aplicadas. Una misma medida monetaria para todos, y que los impuestos se apliquen sobre la circulación del dinero, dar muerte a los paraísos fiscales. ¿Es el fin del capitalismo? No, es el fin de su predominancia, como ha ocurrido con los modos de producción anteriores.

Y para finalizar volvamos al estilo que preferimos. Un compañero nos hace una crítica a lo que expresamos en este último apartado (el D), su crítica y nuestra respuesta:

Comparto parcialmente el diagnóstico (sospecho que menosprecia la resiliencia del capitalismo). Crisis irreversible, vi varias. Es asunto discutible. Conozco y respeto los fundamentos de Cesar. No. comprendo, salvo que se trate de un respeto a mi juicio excesivo de la dialéctica, cual es el nuevo modo de producción que la crisis irreversible del capitalismo está creando. Perdón por insistir, respetado compañero. Quisiera creer pero no puedo aflojarle a la crítica.

Mi respuesta:

Y es muy bueno, de eso se trata. Hasta ahora el desarrollo de la economía mundial con la predominancia del capitalismo ha venido cumpliendo con lo analizado por Marx y Engels y luego por Lenin. Lo que no asegura que en el futuro haya quienes puedan demostrar que estaban equivocados. Es más, tampoco asegura que la interpretación que se hace masivamente de esos estudios sea la correcta. El capitalismo ha estado siempre en expansión. Sí, ha tenido muchas crisis, muchas de ellas estudiadas por los maestros, pero nunca dejó de expandirse y creó la mentalidad de que es el único sistema posible, y más aún cuando del otro lado se respondía con una suerte de capitalismo de Estado. ¿Qué es lo que hoy está pasando? Hay muchos que cuestionan al capitalismo, nosotros no lo cuestionamos, –es un fenómeno histórico– si analizamos que está llegando a su fin y es necesario ayudar a que su predominancia muera en paz.

En febrero del 2006, en la audición «Buscadores» de la Televisión Nacional nos hicieron una nota que mucho tiene que ver con esto que estamos exponiendo. Se puede ver en YouTube con esta dirección.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 31 de Diciembre 2018.

[:]

[:es]Teoría práctica.[:]

[:es]

Teoría práctica.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Preferimos siempre para nuestros análisis tomar una nota bien elaborada y a partir de ahí marcar y desarrollar en que discrepamos. En este caso es una nota de Emir Sader, luego agregamos nuestro comentario. Es un tema además que tiene amplísima literatura.

Miércoles, 19 de Diciembre de 2018. Página 12.

Teoría práctica.

Por Emir Sader 1.

La separación entre teoría y práctica es algo que acompañó a la izquierda a lo largo de casi un siglo. Quedaron atrás los momentos en que los grandes dirigentes políticos de la izquierda eran, a la vez, grandes intelectuales. Marx, Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo, Gramsci fueron marcados ejemplos de aquel momento en que teoría y práctica se imbricaban mutuamente.

A partir de la estalinización de los PCs y del abandono de parte de la socialdemocracia del anticapitalismo, la teoría pasó, la teoría tendió a estar recluida en las universidades y centros de estudio, sin tener ninguna injerencia en la realidad, teorías sin trascendencia práctica. Mientras que la práctica política se fue amoldando a las estructuras existentes de los sistemas políticos, sin análisis más profundos de la realidad y sin capacidad de diseñar futuros alternativos.

Latinoamérica tiene una larga tradición de pensamiento crítico, que tiene como fundador Mariátegui, con su capacidad creativa de captar, en el marco del marxismo, nuestra realidad en sus particularidades. En este siglo la intelectualidad crítica vivió nuevos desafíos, frente a la ola neoliberal, no solamente como proyecto económico, sino como modelo hegemónico renovador del capitalismo.

En un primer momento, se trató de resistir a la ofensiva neoliberal, defendiendo a las empresas públicas de las privatizaciones, los derechos de los trabajadores, las regulaciones estatales, la soberanía externa. Ello exigió solamente firmeza de principios. Pero incluso al interior del Foro Social Mundial hubo quienes –especialmente intelectuales europeos– optaron por criticar al Estado desde el punto de vista de la sociedad civil, rindiéndose a tesis de carácter liberal. En lugar de proponer procesos de democratización del Estado, han preferido caracterizar al Estado como reaccionario, conservador, adversario de los movimientos sociales. Pero han sido posiciones minoritarias, que no han sobrevivido con fuerza al surgimiento de los gobiernos antineoliberales en América latina.

Fue el momento de Chávez, Lula, Néstor y Cristina, Pepe Mujica, Evo, Rafael Correa. Una parte solamente de la intelectualidad latinoamericana ha comprendido el carácter profundamente antineoliberal de esos gobiernos, que respondían concretamente a los desafíos de construir alternativas al neoliberalismo.

Otros han mantenido puntos de vista críticos y distancias, cuando no oposición frontal. Unos, afirmando que esos gobiernos no eran distintos de los gobiernos neoliberales que los habían antecedido y a los cuales se oponían. No veían cómo la Venezuela de Chávez era radicalmente distinta de la que él había heredado. Ni cómo el Brasil de Lula era absolutamente otro que el país que Cardoso le había dejado. Ni que la Argentina de Menem era un país frontalmente diferente al que los Kirchner habían reconstruido. Ni que los gobiernos del Frente Amplio uruguayo habían cambiado radicalmente a la sociedad de ese país. Ni que entre los gobiernos anteriores y el de Evo Morales había un abismo de diferencias. Ni que el Ecuador de Rafael Correa era otro país que el de gobiernos anteriores.

Otros han tratado de descalificar a esos nuevos gobiernos, como caracterizándolos de modelos de exportadores primarios, dilapidadores de la naturaleza. No vieron las trasformaciones económicas, sociales y políticas que esos países han tenido, por ejemplo, en comparación con países que habían mantenido políticas neoliberales como Perú y México. Son intelectuales que se han alejado de la ola progresista que había barrido el continente, que no consiguen ningún tipo de apoyo popular y que tampoco logran proponer alternativas de gobierno, haciendo que las alternativas a esos gobiernos hayan estado siempre a la derecha, como la posterior crisis de algunos de esos gobiernos lo han demostrado.

Aun la parte de la intelectualidad que se ha identificado con esos gobiernos en general no ha tenido una participación activa en la formulación de las políticos antineoliberales, que han sido más mérito de los líderes de esos procesos. Gran parte de la intelectualidad de esos países ha votado por esos gobiernos, pero bajo la forma de un consenso pasivo –los han preferido a los de derecha o de ultraizquierda–, pero sin participar activamente de la construcción de las nuevas políticas y muchas veces sin siquiera participar del intenso debate ideológico.

La retomada de la ofensiva conservadora puso en crisis a los gobiernos progresistas, que fueron sustituidos en varios casos –Argentina, Brasil, Ecuador– por gobiernos de restauración neoliberal o sometidos a duras ofensivas de la derecha, como en los casos de Venezuela, de Bolivia e incluso Uruguay.

En este período la distancia entre la práctica intelectual y los desafíos políticos concretos de la realidad latinoamericana se ha vuelto más evidente. Los líderes políticos de la izquierda, los partidos, los movimientos populares no cuentan, en general, con las contribuciones de intelectuales que puedan ayudar a hacer balances, ubicar las debilidades, apuntar hacia la superación, comprender el nuevo período político que tenemos por delante. Los partidos, los líderes, los movimientos populares tienden a sufrir el aislamiento respecto a la intelectualidad.

Una tendencia al encierro en las universidades, centros de estudio, instituciones, se corresponde con los procesos de despolitización y de burocratización en los medios intelectuales. Rasgos típico de épocas de reveses, de repliegue de la izquierda, de pérdida de iniciativa y de ofensiva de la derecha. En el período actual es notoria la falta de participación de la intelectualidad en los debates públicos, la pérdida de perfil de la presencia de gran parte del pensamiento social latinoamericano, revelando un período de baja de la creatividad teórica y del compromiso político.

Las tendencias críticas, que no valoran las conquistas de este siglo, tienden a predominar. El alejamiento de partidos y movimientos populares, la adhesión a otras alternativas. Pero, principalmente, la despolitización, el refugio en temas e intercambios académicos, lejos de las prioridades y las urgencias políticas de sus países, del continente y del mundo. Las críticas a los partidos y liderazgos de izquierda vuelven a encontrar espacio, a veces de forma muy coincidente con las de la derecha, después de haber prácticamente desaparecido, en los años de auge de los gobiernos progresistas, frente a los cuales habían perdido su discurso.

Es muy significativo que Álvaro García Linera, quien fuera considerado el más importante intelectual latinoamericano, reciba manifestaciones de rechazo en el medio intelectual del continente. Que Rafael Correa no sea reivindicado también por el medio intelectual, como si él no fuera, además de gran líder político, un importante intelectual latinoamericano. Señales de que la contraofensiva conservadora hace sentir sus efectos también, de forma directa o indirecta, en la intelectualidad latinoamericana.

Solamente la comprensión de la perspectiva histórica en la que se ubica Latinoamérica, de la naturaleza de los problemas que enfrenta la izquierda, del carácter de los reveses actuales, de la dimensión de los nuevos desafíos, de los elementos de continuidad con la lucha antineoliberal y de los elementos nuevos, que exigen readecuaciones de parte de la izquierda, permitirán un nuevo ciclo de compromiso de la intelectualidad latinoamericana con la historia contemporánea de nuestro continente. No caben más iniciativas que no se traduzcan en contribuciones concretas, en nuevas interpretaciones de lo que vivimos.

La intelectualidad del pensamiento crítico latinoamericano necesita más profundidad, creatividad, trabajo colectivo, compromiso político, ideas, acercamiento a los movimientos y partidos populares. Agregar a la resistencia al neoliberalismo, la participación concreta, con análisis y propuestas, en la recuperación de las fuerzas antineoliberales. De lo contrario la teoría se volverá a apartar de la práctica, se perpetuará como ideas sin trascendencia hacia la realidad concreta y se facilitará la ofensiva política e ideológica de la derecha.

Sin teoría, la práctica se vuelve impotente. Sin práctica, la teoría se vuelve inocua.

Nuestro comentario:

Tomamos de Carlos Marx estos juicios:

«Una formación social no desaparece nunca antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen relaciones de producción nuevas y superiores antes de que hayan madurado, en el seno de la propia sociedad antigua, las condiciones materiales para su existencia. Por eso la humanidad se plantea siempre únicamente los problemas que puede resolver, pues un examen más detenido muestra siempre que el propio problema no surge sino cuando las condiciones materiales para resolverlo ya existen o, por lo menos, están en vías de formación. A grandes rasgos, el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el burgués moderno pueden designarse como épocas de progreso en la formación social económica. Las relaciones de producción burguesas son la última forma antagónica del proceso social de producción, antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que emana de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para resolver dicho antagonismo. Con esta formación social se cierra, pues, la prehistoria de la sociedad humana»2.

Demás está decir que es en esto que centramos nuestra discrepancias con el planteo de Emir Sader. Los movimientos sociales en nuestra América han logrado imponer por un tiempo relativamente importante conquistas y reivindicaciones a nivel de los pueblos. Con la dificultad de que los movimientos políticos que han sido sus impulsores han alentado el concepto equivocado de que estaban construyendo una sociedad distinta a la que predominaba a nivel general del mundo. Y eso no sólo que no es posible sino que alienta caminos burocráticos que luego no tienen salida.

Es erróneo que alentemos la posibilidad de construir alternativas que compitan con lo que se ha dado en llamar el modelo capitalista, cuando de lo que se trata es de avanzar en derechos y conquistas para los pueblos, sabiendo que el sistema tiene un límite dentro del cual es posible avanzar pero que en medio plazo la predominancia del sistema tiende a que su rentabilidad sea insostenible y necesite que esa predominancia muera en paz.

Brasil es un ejemplo de esto. La burguesía paulista que hizo todos los esfuerzos para que Lula y el PT no llegaran al gobierno, cuando vieron que eso era imparable se volvieron de su lado para lanzar al mundo sus marcas, sus mercancías, y cuando el llamado viento de cola terminó procedieron a destruirlo. Así de sencillo.

Lula no estaba construyendo un nuevo modo de producción, hubiera sido imposible hacerlo, si estaba avanzando en derechos para su pueblo que son los que hoy molestan a los burgueses «nativos» y hacen de Lula «el enemigo».

¿Se equivocó Lula? ¿Se equivocó Mujica en el Uruguay? Tomamos estos dos casos como paradigmáticos pero todos conocemos la variedad y vastedad de casos similares. Lula antes que Mujica tomó una dimensión universal para su accionar, recordamos el nacimiento del Foro Social Mundial, y sus propias intervenciones que insinuaban un programa para el mundo, y luego Mujica en la ONU (septiembre 2013) que fue un poco más allá e insinuó un programa con las dos herramientas que consideramos fundamentales para iniciar una transición: la moneda y los impuestos. Pero los dos no pudieron zafarse de la rosca con que envuelve el capitalismo su accionar económico. Y ante esto no hay inocencia, cada quién debe asumir su responsabilidad.

No es la diferencia entre la teoría y la práctica de la que habla Sader sino del agotamiento de las teorías que han pretendido negar los análisis de Marx sobre el desarrollo del capitalismo y la forma posible de una transición a un modo de producción que lo supere, agotadas sus posibilidades de desarrollo como lo afirma en el texto que reproducimos.

Ahora hoy no debería existir ningún impedimento para avanzar en ese programa, que por lo demás es la única posibilidad de salvar a los pueblos de la acentuación de la guerra y el fascismo, en la teoría y en la práctica.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 21 de Diciembre de 2018.

Notas:

1Emir Simão Sader es un sociólogo y politólogo brasileño.
2Marx, Introducción a la crítica de la economía política, 1857.

[:]

[:es]De 1999 al 2019.[:]

[:es]

De 1999 al 2019.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Para las elecciones nacionales en Uruguay del año 1999, AEBU1 dio forma a un documento sobre la situación del sistema financiero al que llamó «sistema financiero un asunto de Estado» y con él hizo una intensa campaña de difusión ante los candidatos, ante la sociedad y sus Instituciones representativas.

Tal vez el resultado más importante de esa campaña fue que el Cr. Enrique Iglesias, en ese entonces Secretario General del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) invitó a las autoridades de AEBU a exponer su posición ante el Directorio de esta Institución en Washington y también ante autoridades del Banco Mundial. Era un hecho nuevo, no acostumbrado, inusitado, que el gremio bancario se había ganado por la responsabilidad de sus dirigentes y por los antecedentes del propio gremio en su actuación cuando la crisis de 1965 (quiebra del Banco Transatlántico), en ese tiempo con la conducción de un núcleo destacado de dirigentes entre los cuales se distinguía Carlos Gómez, el flaco Gómez como lo conocíamos, en una huelga que fue del 22 de abril al 11 de Mayo de ese año, logró defender a los trabajadores y a los ahorristas; culminó con una ley que aprobó el Parlamento Nacional, un verdadero triunfo social.

Además el rol de AEBU y del gremio bancario en los años de la llamada dictadura cívico-militar fueron ejemplares, tal vez porque el prestigio ganado en la resolución de la crisis financiera de 1965, le daba credenciales que a los fascistas les era difícil ignorar, reflexionamos que esto sería muy bueno y necesario para un material a recopilar y dar forma por parte de los historiadores, para entender lo que realmente pasó en el país. Pendiente además en el aprendizaje de las nuevas generaciones.

Ya en 1999 y con la experiencia anterior, los nubarrones de una crisis del sistema financiero preocupaba a todos. AEBU realizaba particularmente a través del principal dirigente del sector de la banca privada un cuidadoso monitoreo de la situación. Juan José Ramos como antes Carlos Gómez tenían un dominio, un conocimiento profundo y completo del sistema en donde le tocaba a actuar a su gremio.

Ante la invitación del BID viajaron a Washington este dirigente: Juan José Ramos, el Presidente del sindicato Eduardo Fernández, el Presidente del sector Banca Oficial: Ángel Peñaloza, un asesor, el Cr. Julio Fornaro, Gustavo Weare y Leonardo Di Doménico, como representantes de las corrientes de opinión minoritarias en el Consejo Central de ese entonces, manteniendo el criterio histórico del sindicato de que todos estuvieran representados y comprometidos con los pasos que el gremio daba.

El hecho no pasó desapercibido aún cuando la prensa no lo reflejó. Pero el espaldarazo que la dirección del BID dio a AEBU, permitió sin dudas que el sindicato estallada la crisis del 2002 y con el aval del Presidente de la República (a pesar de la gravedad de la crisis y de la imprevisión del Gobierno, fue una suerte para el país que el Presidente fuera Jorge Batlle, pues ante la posibilidad cierta de su renuncia y el de avalar la acción de un sindicalista, prefirió esto último) y el timón en economía de Alejandro Atchugarry tomara directamente las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y condujera la crisis salvaguardando los intereses de trabajadores y ahorristas a la vez que permitiera al país continuar sin quiebre con su vida democrática, que en el 2005 ya significaría un cambio de enorme trascendencia.

En el 2002, las crisis que se venía produciendo tenía determinados epicentros y la tarea de los organismos financieros internacionales era conjurarlas, y dependía del carácter de las negociaciones que sus consecuencias fueran asimiladas por sectores menos pudientes de la sociedad. La banca y los banqueros se reacomodaban y seguían su camino, en medio de las desventuras de la gente.

Cuando AEBU hace el documento que mencionamos en 1999, apuntando a las elecciones nacionales, era evidente la preocupación porque el grueso del ahorro nacional marchaba hacia el exterior sin lograr una política de inversiones en el país, y en esos eventos tenía un peso enorme la evasión y elusión impositiva que tenía su origen en Argentina y venía por refugio o por una posible escala por Uruguay, con otro destino: los paraísos fiscales.

Algo ha cambiado para bien en nuestro país, no así en la Argentina, lo que es sin duda un elemento de preocupación.

Hoy a casi 20 años la situación tiene en principio en el Uruguay una base distinta, hay inversiones y un ahorro con respaldos que no existía en ese entonces. Pero… la crisis es sustancialmente diferente y amenaza a todo el sistema, lo que se llama la generalización de las incertidumbres.

La crisis actual es infinitamente más grave que la que se vislumbraba en 1999, con una característica muy particular y es que detectado un foco inmediatamente corren los organismos financieros internacionales a tratar de paliar la situación, y con ellos hoy el análisis profundo del sistema está prácticamente bloqueado. Los ejemplos actuales de Francia y Argentina son más que ilustrativos.

Hay una permanente acumulación de desequilibrios, con el agravante de que quienes los analizan, se autoimponen un límite que inexorablemente también los bloquea.

Eso también está pasando en AEBU, claro se nos podría decir que la diferencia es que hoy ya no alcanza con analizar «lo nuestro». Es necesario tener un enfoque universal que la izquierda y el movimiento popular han ido perdiendo con el triunfo en su seno de las corrientes estatistas que se inició con la derrota de Lenin en 1924.

Los «chalecos amarillos» en Paris son un síntoma, no son un programa. Ahora no son sólo ellos, también en última instancia, el propio Trump, o Bolsonaro también lo son.

Macri por ejemplo, sin tanto escándalo utilizó lo que ya se venía realizando con el dólar «blue», para bajar radicalmente el valor de los salarios y la pensiones atribuyéndoselo a un avatar de la economía y no a una medida premeditada que hizo a los ricos más ricos y a los pobres más pobres y numerosos.

AEBU en 1965 y en 1999, trabajó una salida con la sociedad uruguaya que ya contaba con una centralización sindical y política que fue gestando instrumentos muy potentes que hacen de nuestra sociedad un ejemplo.

Sin embargo, es imprescindible romper el bloqueo ideológico y comenzar a elaborar salidas que ya no alcanzan con el marco de las fronteras nacionales. Necesitan ser planteadas al mundo.

Todos sabemos que las emergencias que atienden hoy los desequilibrios van a llegar a un punto en el mundo en que su gestión va a ser infructuosa.

No somos agoreros de la catástrofe. Por el contrario, estamos convencidos de que organizada la voluntad política las medidas programáticas a adoptar y en medio de un formidable avance tecnológico se van a poder instrumentar rápidamente.

Pero así como en 1965 y 1999, se trabajó la voluntad política y alcanzaba con los marcos nacionales, hoy es necesario que lo que en 1999 tuvo su eco en el BID dirigido por el Cr. Iglesias también lo tenga a nivel de propuesta en todos los organismos multinacionales.

Tómese esto desde la modestia de mi opinión como un llamado a la acción, siguiendo la trayectoria de aquellos gigantes del sindicalismo como fueron Carlos Gómez y Juan José Ramos.

Y también como un reproche hacia los historiadores que en AEBU, los hay y muy buenos, que están en mora en la realización de trabajos que relaten estos acontecimientos, para abonar los desarrollos que necesariamente tendrán que venir y necesitan de la compresión más plena de lo vivido.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 10 de Diciembre de 2018.

Nota:

1AEBU, gremio en Uruguay de los trabajadores del sistema financiero, integrante activo de la Central de Trabajadores desde su fundación en 1966.

[:]

[:es]Explicar: un desafío.[:]

[:es]

Explicar: un desafío.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Muy buen desafío. No es común por lo general que los amigos digan claramente lo que piensan y en este caso tiene un doble valor. La sinceridad y además un desafío para explicar más claramente lo que pienso que siempre tiene la dificultad de no saber uno si la recepción de la idea es correcta, es o no completa.

Este es el texto crítico que me envían:

«No es fácil arrancar con un tema sin antes cuestionarse cosas importantes. Una de ellas es el enfoque. Mi ánimo no es criticar, sino intentar un enfoque diferente y abrir ventanas. Analicemos, por ejemplo, la frase siguiente de tu trabajo:

«Las leyes económicas son más fuertes que los inventos ideológicos, que no tienen una base material sustentable, los capitalismos de Estado comenzaron a derrumbarse en una competencia desigual con el viejo capitalismo y sus nuevas formas…» 1.

Esta forma de enfocar el análisis está limitando nuestros pensamientos, haciéndonos mirar como por un caño, dejando de lado cosas del entorno que nos quitan visión y perspectiva. Tan es así que, al no observar el entorno y quedarnos con la frase, sucede que la realidad es lo contrario a lo que parece decir tu frase. Las leyes económicas no son más fuertes que la realidad, sino que la realidad ha demostrado una y mil veces que las leyes económicas se diseñan de acuerdo al interés de los poderosos, y una y mil veces la propia realidad ha tirado abajo la veracidad y la vigencia de muchas de esas leyes.

El ser humano ha ido evolucionando desde sus comienzos siendo muy habilidoso para construir esos «inventos ideológicos» que mencionas, que han tenido la virtud y el cometido de nuclear voluntades a su alrededor, convenciéndonos de cosas (que algunos llaman ficciones), tales como la patria, la bandera, el sentimiento nacional, la autorregulación del mercado, etc. Esas ficciones de alguna manera han sido justificaciones para dejar de lado valores genéricos muy importantes para la convivencia social, tales como los valores éticos y morales, por ejemplo.

No podemos enfocar el análisis de cómo funciona la economía, solamente en base a leyes inventadas para explicar lo que nos conviene. ¿Por qué algo exitoso debe ser necesariamente algo con crecimiento constante, por qué no podemos ni pensar en concretar cosas como las que planteas sobre la moneda única universal, o el salario básico necesario aunque no tengas trabajo? Uno de los motivos, creo importante recalcar, es la falta de valores fundamentales como los mencionados, dentro de los cuales uno de los básicos debe ser la solidaridad.

Creo que tenemos que apoyarnos más en esas cosas, en lugar de arrancar aceptando como válidas leyes que se inventaron para justificar lo injustificable».

Mi respuesta:

Siempre existe dificultad cuando se trata de sintetizar y para ello la necesidad de hacer abstracción.

¿La economía tiene leyes en su desarrollo?, y no me estoy refiriendo a las leyes emanadas de los parlamentos, sino leyes que como en el caso de la física, la ley de la gravedad por ejemplo, deben ser desentrañadas para tener un conocimiento más completo de la realidad.

Federico Engels tiene un trabajo monumental sobre el papel de trabajo en la transformación del mono en hombre, donde muestra como las «leyes» económicas han ido modelando las formas supra estructurales en el plano político.

Marx, Lenin, Batlle y Ordoñez son muy precisos en marcar que cada uno de los avances sociales conquistados legítimamente por el avance de la humanidad no se pueden transformar en quimeras administrativas para hacer lo que se quiera con los Estados. Que es lo que trató de hacer el stalinismo, y el batllismo post Batlle y Ordoñez.

«Esta forma de enfocar el análisis está limitando nuestros pensamientos, haciéndonos mirar como por un caño, dejando de lado cosas del entorno que nos quitan visión y perspectiva».

No soy yo el que quita visión y perspectiva, sino la falta de rigurosidad científica para analizar la realidad tal cual es. Relaté en una de mis notas que cuando estaba en su apogeo la idea de Aratirí en un encuentro con un dirigente del Frente Amplio este me decía que con Aratirí, el puerto de aguas profundas y la regasificadora había Frente Amplio para 50 años. Cuando le señalaba que las decisiones sobre el manejo del hierro en el mundo eran muy erráticas, se me indicaba que no podía poner piedras en el camino.

¿A que voy con todo esto?, que el desarrollo del capitalismo tiene en su pugna por la tasa general de ganancia a concentrarse en decisiones que tienen carácter universal.

En la nota que ahora sale en Uypress 2 vuelvo sobre este tema de la matriz productiva que hoy no es posible diseñar para ningún país del mundo.

Un apunte sobre el tema de la moneda. Se insiste en un rol propio de la moneda, para justificar su manejo por parte de roscas financieras, que atentan contra el nivel de vida de la gente. Es una de las vías más canallescas de ajuste en los salarios y las pensiones. El ejemplo Macri es paradigmático.

Lo de la renta básica universal ya es otro problema y en el caso del MPP 3 de Uruguay se utiliza para no definirse sobre las bases del discurso de Mujica en la ONU 4.

Ahora ¿que puede pasar si nos negamos a analizar precisamente esas leyes generales de la economía en aras de proyectos nacionales sin ningún fundamento económico? Creo que los ejemplos que tenemos a la vista son más que elocuentes.

¿De qué se trata entonces? De tratar de entender las leyes de la economía para en consonancia con estas organizar en el mundo un mejor desarrollo para la vida de la humanidad. Que de eso trata la obra de los maestros. Y para nada cuestionan los valores éticos, de solidaridad, de inventiva que tú mencionas 5.

Saludos y gracias por opinar.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 30 de
Noviembre de 2018.

Notas:

1 Se refiere a la columna en Uypress del 22 de Noviembre: «De izquierda» (https://eso-gris.blog.pangea.org/2018/11/13/de-izquierda/).

2 Se refiere a la columna del 30 de Noviembre en el mismo medio digital: «Grave vacío conceptual» (https://eso-gris.blog.pangea.org/2018/11/24/grave-vacio-conceptual/).

3 6 MPP, Movimiento de Participación Popular, agrupación que encabeza el ex Presidente José Mujica, integrante mayoritario actualmente del Frente Amplio, Partido de Gobierno en el Uruguay.

4 La predisposición de Mujica hacia el MPP 6 no es buena, es más, existe en la izquierda un concepto profundamente nocivo de que el MPP desaparecido Mujica, desaparece también. No somos quién para aconsejar a nadie, pero sería muy bueno para la izquierda que el Pepe sometiera sus ideas al debate interno de su organización empezando por su intervención en la ONU (Septiembre 2013) en que sus ejes centrales en materia económica fueron la moneda y los impuestos, problemas que hoy están candentes en todo el mundo a la vez que hay una resistencia generalizada a analizarlos. Recordemos que el MPP definió su apoyo a la llamada Renta Básica Universal sin llegar a determinar cuál debería ser su financiación.

5 El debate sobre materialismo e idealismo y entre materialistas e idealistas ya lleva siglos, y promete ser cada vez más intenso en la medida que la humanidad afronta crisis como la actual en que llega a su fin la predominancia de un modo de producción, la necesidad de que muera en paz, y el desarrollo de uno nuevo que aún no se vislumbra con claridad.

[:]

[:es]Grave vacío conceptual.[:]

[:es]

Grave vacío conceptual.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

-Jorge, concuerdo con el excelente análisis de tu artículo (*).

Hace pocos días le pregunté a uno de los precandidatos si consideraba que podría plantearse el gravamen a las transacciones financieras (tasa Tobin) y me contestó: «de eso ya nadie habla y además con el desarrollo de la tecnología es impracticable, no hay formas de controlarlo» (sic).

(*) Se refiere a la columna: «De izquierda» publicada en Uypress el 22 de noviembre. Sobre la cual también he recibido buenas críticas, que merecerán respuesta.

Transcribo la preocupación de un apreciado compañero, y no solo para satisfacer mi autoestima –aunque en la lucha ideológica nunca está demás– sino para señalar y apuntar a un peligroso vacío que se está dando en la comprensión de los problemas de esta época en que se agranda una crisis cada vez más irreversible para la predominancia del modo de producción capitalista.

Coincide además con la difusión vía facebook que ha hecho el reconocido tributarista Dr. Leonardo Costa sobre la conferencia realizada en Punta del Este: «Reunión del Foro Global sobre Transparencia de la OCDE», señalando la importancia de la misma, y donde el gobierno de nuestro país ha tenido una importante participación.

Reunión que de acuerdo a las versiones de prensa ha sido de enorme utilidad para avanzar internacionalmente en el intercambio de datos. (Transparentar la información). No son pocos los economistas que en el mundo observan con preocupación cómo crecen demencialmente los paraísos fiscales y como en los países (podríamos decir que en todos) circulan capitales por fuera de los controles estatales, aprovechando además una tributación permisiva (o mejor dicho una no tributación) que les permite eludir controles y utilizar los medios judiciales, nacionales e internacionales, cuando de hacer cumplir obligaciones se trata. Como ocurrió con el chantaje de los buitres en el caso de Argentina, en el cual activaron políticamente una candidatura a la Presidencia –con éxito– a uno de sus socios para poder obtener enormes ganancias de sus especulaciones. No necesitaron bolsos ni papel moneda, lo hicieron por Internet. Aún no entiendo como el gobierno anterior argentino dejó hacer la maniobra, que era el objetivo de los que triunfaron electoral y económicamente y hoy se manejan al borde del precipicio con la preocupación manifiesta del propio FMI. Tal vez la explicación provenga por el lado de que las figuras que manejan los hilos de la verdadera economía (la monetaria es parte de ella) son parte del equipo anterior y del actual.

Volviendo a lo nuestro; podríamos interpelar a ese precandidato a que alude nuestro amigo, sobre cómo piensa encarar el déficit creciente de la seguridad social, de la financiación de la salud, el costo cada vez más restrictivo de los medicamentos, de las limitaciones cada vez mayores en el número de los puestos de trabajo, etc. etc. En relación directa con la baja de la rentabilidad (índice fundamental en el capitalismo) en todas aquellas actividades beneficiosa para la humanidad y los seres humanos.

Y conste que no estamos cuestionando la orientación económica aplicada hasta ahora, que debiendo acentuar las prolijidades (errores y hasta horrores que los hubo y los hay), es lo mejor que los gobiernos del Frente Amplio han realizado y ofrecido al país.

Ahora hay que seguir navegando, y la hoja de ruta que teníamos y al país le ha significado progreso (nadie se ofreció con coherencia para hacerlo mejor) está agotada, y agotada particularmente en la fuente recursos que en el periodo inicial con el precio de los comodities y el desarrollo del consumo interno pareció que podíamos tocar el cielo con las manos.

Porque los peligros en la financiación por parte del Estado (de todos los Estados) son de dos naturalezas, una que toda capacidad impositiva en el modo de producción actual restringe el mercado y otra que la capacidad empresarial estatal conlleva siempre formas de burocratización y clientelismo a la larga insostenibles. Lo que no quiere decir que en determinadas coyunturas no sea absolutamente necesaria como lo demuestra la historia en el Uruguay del llamado primer batllismo (Batlle y Ordoñez), que supo amalgamar esos factores para lo que era en concreto esa etapa del desarrollo capitalista, si bien luego en el tiempo vinieron otros batllismos.

Hoy por ejemplo hablar de industria nacional sin asociarla a lo que es la actividad económica y particularmente la empresarial en el mundo es de una ingenuidad completa. Tenemos predominando en el país dos cadenas de supermercados que son gigantescas en el mundo, que imponen sus condiciones de rentabilidad empresarial al mercado interno, y ningún partido ni siquiera los que están o estuvieron relacionados con cadenas de supermercados en otras partes del mundo (particularmente en Europa) están en condiciones de modificar esta realidad.

No es de recibo decir: «para encarar el déficit creciente de la seguridad social luego de las elecciones tendremos que convocar a todos los partidos para encontrar una salida». ¿Es que no vamos a llevar a esa reunión una propuesta? La respuesta de ese precandidato hay que atarla con esto, porque si no encaramos el tema de por donde circula en el mundo la riqueza es imposible abordar soluciones a estos problemas, tal vez si parches, pero el problema es que ya no alcanza con eso.

No temamos a la derecha. Ella tampoco tiene soluciones por fuera de lo que es el imponer el trabajo esclavo o dejar fuera de los avances de la sociedad a la mayoría de la gente. Hemos visto además que su gran aliado fue el desbarajuste monetario hecho a espesas de la complicidad con los propios gobiernos. En el que el accionar de los gobiernos de izquierda fue por lo menos desprolijo, sin estudiar ni entender el papel que cumple la moneda en las relaciones económicas. Aún cuando en el Uruguay el mérito es haber avanzado en controles y estimulado el camino de la transparencia.

Como diría el inolvidable Dr. Carlos Quijano: «siempre se vuelve a Marx…».

Cuando se habla además de cómo encarar la soluciones para el tema de la creciente violencia en la sociedad, dos son las claves a tener en cuenta: la primera el trabajo, la calidad del mismo, el nivel de su remuneración –un número cada vez menor de buenas remuneraciones y mayor de insuficientes– y por otro lado el mundo de la droga que está financiando merced al no contralor sobre la circulación de los capitales esos que el precandidato dice que no se pueden controlar y sobre los cuales el Estado tiene la potestad de declarar ilegales en su circulación sino están debidamente registrados en las Instituciones que la propia sociedad determine, que es precisamente lo que hoy la tecnología facilita, y ubica el no hacerlo a un problema grave de falta de voluntad política.

Resulta claro que ningún Estado lo puede hacer por separado, pues la medida inmediata del capitalista es ir ahí, a los países donde los controles no existan.

Cuando dimos un gran valor a la intervención del ex Presidente Mujica en la ONU (setiembre 2013) era precisamente porque iba en esta línea, claro después el silencio de todos y del propio disertante, y ahora el retroceso que significa no comprender que el mundo está en condiciones de pegar una gran salto en el tema impositivo, salto imprescindible si queremos ver el futuro con esperanza. Es además precisamente la tecnología lo que nos permite pensar que ellos son plenamente alcanzables ya.

La alarma compartible con la que el compañero me trasmite esta respuesta del precandidato nos muestra claramente el atraso que hoy existe en la izquierda para comprender la gravedad del momento y poder encarar el futuro con un moderado optimismo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 24 de Noviembre de 2018.

Enlace del artículo original en castellano:

https://www.uypress.net/auc.aspx?92001

[:]

[:es]De izquierda.[:]

[:es]

De izquierda.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Vamos a tratar de debatir con la postura ideológica del compañero Esteban Valenti. Para ello recurrimos al copete (no sé si es correcto llamarlo así) de una sus últimas notas en Uypress.

La crisis de la izquierda latinoamericana. Esteban Valenti.

12-11-2018.

«Sobre este mismo tema escribí hace tiempo varias columnas, pero ahora se trata de una crisis más profunda. No hay ninguna duda de que la tendencia de principios de este siglo de un avance importante de las ideas de izquierda y de los gobiernos de izquierda en América Latina se ha revertido y coleccionamos graves derrotas, no solo por la pérdida de gobiernos, algunos de dudosa orientación de izquierda, sino por la profundidad ideológica y política de las derrotas sufridas».

¿Dónde debemos radicar la crisis para analizarla y llegar a conclusiones sobre ella? Porque a esta altura no hay dudas de que la humanidad está viviendo una de sus mayores crisis, tal vez definitoria para lo que serán los próximos siglos. De la que necesita salir en paz.

Aún con sus particularidades la izquierda está dentro de ella, si es que acordamos en la base materialista de nuestro razonamiento.

El modo de producción que hoy predomina en el mundo y marca las características actuales es plenamente el capitalista. Que nació hace relativamente en la historia poco tiempo, pero que se desarrolló y llegó a los confines de todo el planeta.

Tal vez lo más difícil de comprender es lo que previó Lenin en 1916: que el sistema iba a propender en su pugna –intrínseca a la competencia capitalista– a un gobierno ecuménico muy por encima de cualquiera de los Estados. Apreciables hasta en la dificultades que tiene hoy para desarrollar su política el gobierno de Trump.

Se constata con claridad que las fuerzas económicas que impulsaron la candidatura de Trump, han logrado un primer y presumible efímero crecimiento económico, que son todo un enigma por su proyección crítica en la economía mundial.

Macri ni siquiera ha tenido ese respiro y aún aquellos economistas (no fueron pocos), que avizoraban una mejora en la situación cuando el proceso electoral que determinó su triunfo, hoy ven con alarma la forma en que su gobierno se acerca al precipicio. Con Bolsonaro la alarma es aún mayor, y si ha ganado merced a la crisis del PT, es aún mayor la incertidumbre porque no existe un programa posible para el desarrollo de la economía de ese país.

Esto supone acordar que en el proceso de desarrollo de la economía lo que puedan hacer los Estados siempre va a estar supeditado a lo que suceda en el desenvolvimiento enfermizo de la economía global. Cada día que pasa más aún.

En sus inicios el Reino Unido ejerció la centralidad del sistema económico, su pérdida tiene mucho que ver con lo que los propios trabajadores y pueblo de ese reino fueron conquistando en derechos.

El propio desarrollo del capitalismo necesitó a determinada altura de otro centro, no olvidemos que para llegar a ello pasamos nada más y nada menos que dos guerras denominadas mundiales, producto de otras tantas crisis.

Ese nuevo centro cargado de dinamismo, que en su crecimiento interno jugó un papel primordial los avances tecnológicos de la época y en particular las comunicaciones económicas realizadas a través del ferrocarril, pareció ser o se le describió como la meca definitiva del capitalismo (el fin de la historia). La teoría del super imperialismo de Kaustky moría con el declive del Reino Unido pero renacía con EE.UU.

Luego una nueva relativa sorpresa, a EE.UU. se oponía la URSS y se nos explicaba que esa era la gran pelea entre capitalismo y socialismo. Lo cual era de conveniencia de unos y otros contendores. Los maestros ya no estaban para defender sus tesis. Sí había intérpretes, que como ocurría con el cristianismo y los intérpretes del viejo y nuevo testamento, hacían prevalecer las enmiendas y no el soneto.

Las leyes económicas son más fuertes que los inventos ideológicos, que no tienen una base material sustentable. Los capitalismos de Estado comenzaron a derrumbarse en una competencia desigual con el viejo capitalismo y sus nuevas formas, absorbiendo la tecnología, aún cuando que hayan durado más de 70 años no es poca cosa. Además de hacer crecer a distintas teorías sobre la condición humana que tratan de demostrarnos que el deseo de propiedad es parte de esa condición y que el hombre nuevo será tan nuevo que no tendrá esa condicionante.

Resumiendo; las luchas sociales lograron avances en las conquistas de los trabajadores e impusieron sistemas de seguridad y de previsión social, esto le dio una mayor base social al capitalismo, pero a la vez hizo que los capitalistas que primero traían la materia prima de las colonias se trasladaran a ellas con sus inversiones y sus nuevos y lujosísimos hábitat, aprovechando el atraso en las conquistas sociales, aunque inevitablemente trasladándolas también a ellas.

En muchas de esas colonias la lucha contra la conquista pasó a la lucha contra el imperialismo por imponer cosas elementales como el voto en el derecho de los trabajadores. Y porque no con el sueño de capitalismos propios que el propio sistema general se ha encargado de generar y luego de ir derrotando.

Los partidos de izquierda nacidos en el viejo continente se trasladaban a los nuevos buscando incorporar derechos pero a la vez soñando con tener la oportunidad de gobernar. Combinaciones que muchas de ellas recibieron el nombre de «bonapartistas» en alusión a hechos políticos de siglos anteriores.

En Rusia a principios del siglo 20 se dio la combinación del atraso con el adelanto industrial. La revolución campesina con la revolución socialista. Marx habla de esa posibilidad en uno de los prólogos del Manifiesto Comunista; su motor fue la guerra a la que llegó la crisis capitalista. No es que Lenin y los bolcheviques se propusieran el socialismo y luego construir el comunismo en Rusia. Sí se proponían hacer que las conquistas sociales llegaran al conjunto de la población –imponer la paz– y para eso tenían que mantener y desarrollar el aparato productivo que el capitalismo había logrado construir para llegar a esa etapa.

Batlle y Ordóñez en el Uruguay lo dice claramente a la muerte de Lenin y en su homenaje por la obra realizada en beneficio de la gente.

La tarea de construir un Partido impoluto, para construir el socialismo y luego el comunismo por Estados, nada tiene que ver con Marx, con Engels, con Lenin, ni con Gramsci.

Si compartimos que haya principios éticos y morales para organizar Partidos y Gobiernos que defiendan el mejor interés de la gente, dentro de la propia existencia del capitalismo y separando claramente los tantos para que este no imponga sus propias reglas éticas que devienen de la competencia intercapitalista y de la cual los poderes del Estado son siempre un instrumento.

Entonces el avance en cada país de la izquierda mucho tiene que ver con la propia estructura social del país y como se muevan las propias organizaciones de la sociedad. Lula en Brasil dio una lucha gigantesca para organizar sindicalmente y políticamente a los trabajadores, pero esa lucha que fue resistida por la burguesía –particularmente la paulista– contó con su apoyo en el momento que esta vio que Brasil tenía posibilidades de desarrollo industrial con perspectivas universales. El ex presidente Mujica llegó a hablar de que era la oportunidad de viajar en el pescante de la economía de Brasil. Ahora ese romance que no dejó de lado ninguno de los vicios de esa burguesía, se quebró cuando esta sintió que las conquistas de los trabajadores y el mercado mundial le podían ser adversos.

¿Qué nos propone Esteban? Una pureza ética en la construcción política partidaria que compartimos y no difiere de la que pretendía Lenin para su organización pero que deben remar diariamente en una realidad que es inexorable y se filtra por todos los poros.

El modo de producción que predomina es el capitalista y en él hay que navegar, defendiendo y extendiendo el derecho de la gente, cerrando el paso al retroceso que tiene una identidad: la del fascismo y la guerra.

Ello no se logra sólo defendiendo la democracia, que es de enorme importancia hacerlo, sino desarrollando un programa. Programa que no es para construir un Estado alternativo como es el sueño que encandiló a la izquierda luego de la derrota de Lenin (en 1924), sino para ampliar los derechos y conquistas de los trabajadores, marcando los centros que es necesario marcar en el funcionamiento capitalista, para que este sistema pueda una vez llegado a su límite morir en paz. Esos centros son la moneda y los impuestos. Aunque de ello todavía no se hable lo necesario.

Esto hoy debería ser el objetivo central de toda militancia de izquierda, y no creo que haya otro objetivo superior y que por el contrario los que hoy se esgrimen no van más de allá de los apetitos por los cargos que aún el capitalismo sigue brindando en los Estados, aunque ellos provengan de posiciones ganadas por la prédica de izquierda y las mieles de la burguesía.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 13 de Noviembre de 2018.

 

[:]

[:es]El relato…[:]

[:es]

El relato…

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Todos los acontecimientos que la humanidad ha vivido, y las proyecciones para el futuro en todas las ramas del conocimientos humano necesitan de registros, hoy muy favorecidos y enriquecidos por el avance de la tecnología. Esto constituye una ciencia muy importante, y como tal se le trata a nivel de cátedra universitaria.

En política adquiere aún una importancia mayor y no son pocos los hechos de enorme importancia para la historia humana que aún tienen documentación insuficiente.

Tal vez sea por eso que Lenin tenía especial cuidado en documentar cada uno de sus pasos y hoy tenemos 55 tomos de sus obras que hicieron el milagro de pasar a través del stalinismo, que brindan la posibilidad de analizar cada uno de los episodios de la primera revolución socialista triunfante. Hay una historia documentada durante la vida de Lenin, y otra posterior que ya pertenece al secretismo. Como si esto fuera un mojón distintivo, que lo es, entre una etapa y la otra.

Ahora esto se ha dado en forma solapada en todos los países del mundo. En el Uruguay, por ejemplo, sus partidos políticos, las instituciones sindicales, han registrado de alguna manera, tal vez no lo codificada que exigiera, cada uno de sus pasos, la documentación existe. El Frente Amplio, la CNT, ahora el PIT-CNT, y cada uno de los partidos y sindicatos han tratado de hacerlo. Tal vez un debe y no menor, es que, Juan José Ramos, Alejandro Atchugarry y el propio Jorge Batlle, no hayan dejado un registro relatando la crisis del 2002, por lo que sobre ella hoy tenemos historias que para nada se ajustan a la realidad, la falsean.

Un debe para nuestra AEBU (Asociación de empleados bancarios del Uruguay) que previo a la campaña electoral de 1999, elaboró un documento para ese evento: «el sistema financiero un asunto de Estado», que motivó que el Secretario General del Banco Interamericano de Desarrollo, Contador Enrique Iglesias, invitara institucionalmente a AEBU a hacerse presente en Washington ante ese organismo y ante el Banco Mundial. Era claro que a todos preocupaba la crisis que se avecinaba en esta zona del mundo. La crisis se desató en Argentina y arrastró a nuestro país, AEBU y Juan José Ramos, en particular, tuvieron un rol fundamental en la elaboración negociada de la salida.

¿Que estamos sugiriendo?: que ante la magnitud de los disparates que se han dicho sobre esos episodios y cuando las tormentas de nuevas crisis acechan al mundo y a la zona, sería de una importancia enorme rescatar y publicar ordenadamente cada uno de los episodios vividos en aquella oportunidad. Por suerte historiadores abundan, la dificultad está en valorar crudamente los hechos tal como fueron en la realidad.

Lo mismo ocurre con el movimiento tupamaro, lleno de libros, y películas, pero carente de un registro de cómo se decidieron los hechos. Los propios organismos oficiales, los servicios de EE.UU. actores fundamentales en los hechos entre otros, guardan celosamente documentos que en algún momento van a servir para desvelar algunas incógnitas como la planteada por el ex Presidente Mujica cuando afirma que fueron usados. Duele aún más porque en esas acciones se frustró una parte importante y valiosa de la juventud de nuestro país a la que se le aplicó la táctica del aborto: acelerar los movimientos sociales con acciones guerrilleras para poder aniquilarlos como si ellos no fueran fruto de la propia crisis del capitalismo y de problemas que se replantean inexorablemente.

Es cierto, el capitalismo se maneja con el secreto: el comercial, el industrial, el bancario, etc. etc.

Esto que ahora es la vedette: el tema de la corrupción tiene mucho que ver con esto y particularmente porque la «izquierda» tendría que ideológicamente sentirse incómoda en su postura intelectual ante la misma.

En el capitalismo es más cómodo el secreto que el registro, es su modo operando, al menos para los que pueden manejar algo y en esto no se diferencian los grandes burgueses de los que no lo son.

Llegamos al colmo de que en un país, como el Uruguay, donde la actividad financiera en su mayor parte se realiza por fuera de los bancos, su no registración sea defendida por un abanico multicolor en el plano político: es la oposición a la bancarización. Conscientes de que la tecnología impone condiciones, su defensa de la no registración toma la forma de oposición a la llamada bancarización obligatoria. Nos hablan además de que los que se benefician son los bancos y en particular los privados como si estos no fueran partícipes a través de todos sus medios precisamente de todo aquello que financieramente se realizan por fuera de los mismos y redundan en beneficio de sus casas centrales.

Es verdad que un país aislado en materia de registración financiera poco o nada puede avanzar, pero hoy en el mundo donde los grandes capitales, financian y promueven la droga, las armas, las industrias del medicamento, de la seguridad, etc. etc. y los políticos discuten como atender sus efectos y no su origen, sería necesario plantear el empezar a agarrar al toro por los cuernos. Este punto no figura en el programa de ninguno de los partidos políticos.

En esto como en muchos otros temas del desarrollo humano, así como la preocupación por el avance de las corrientes fascistas –en relación directa con las dificultades cada vez mayores del capitalismo en cada país– es en Europa y EE.UU. donde ya debería surgir una decisión programática que permitiera enfrentar el desafío, ya no hay nada que justifique que el sistema impositivo, los impuestos, no deban ser sobre la circulación del dinero, haciendo ilícita toda operación que no esté debidamente registrada a través de los mecanismos que la propia sociedad determine, dando muerte a los paraísos fiscales y a los impuestos al consumo, el salario y las pensiones. Disponiendo así de montos de capital que podrían perfectamente aplicarse a obras que al capitalismo ya no le son rentables y a la sociedad le significaría un enorme avance, ya sea en salud, educación, vivienda, trabajo…

No estamos hablando de estatizar, que en determinadas circunstancias concretas puede ser necesario, sí de organizar la actividad económica utilizando los medios que hoy existen desarrollados y que van más allá de la organización económica de los Estados. Se trata de organizar el trabajo para todos sin crear burocracia. Es más, tendiendo a eliminarla que es lo que permite la tecnología. No estamos proponiendo la eliminación de la organización empresarial en la que hoy el mundo apoya su desarrollo productivo. Sí estamos proponiendo su sometimiento consciente al interés colectivo, salto en el desarrollo humano que ya el mundo está en condiciones objetivas de realizar.

En la actualidad seres humanos –lamentablemente no pocos– que están involucrados en la guerra, tienen injerencia directa en el gobierno del mundo. Se trata de que la pierdan, y sí la tengan los millones de ellos, que en las distintas ramas del saber humano se han preparado para construir. Aquello es el capitalismo que ha cumplido su ciclo de predominancia, que necesita morir en paz. Esto es el socialismo que necesita también crecer en paz. Lo decisivo es la voluntad política, los registros, los relatos, el estudio, parte de la construcción de la educación para poder hacerlo. Cuanto antes reiniciemos este camino mejor.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 9 de Noviembre de 2018.

[:]

[:es]De cocina…[:]

[:es]

De cocina…

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

En uno de esos intercambios frecuentes que realizamos en Facebook, me quedó grabada la expresión de una compañera: «vos decís que no nos están cocinando».

A partir de esa expresión, que es en su lógica inconformista, mi respuesta me ubica directamente en la realidad política de hoy.

Todos los aspectos de nuestra vida se conjugan, pero en ellos tiene un claro predominio la economía, la base material de la misma.

Hoy noviembre del 2018, la economía en el mundo se sigue concentrando en cada vez menos manos, pero eso no quiere decir que en muchos países del mundo actual muchos derechos en la vida de la gente no hayan conocido avances. Claro en medio de la tragedia, la guerra, y la miseria de la vida de la mayor parte.

Los límites de esos avances van a depender en un determinado momento de las propias condicionantes universales de la economía, que es lo que prácticamente la totalidad de los postulantes políticos en cada uno de los países trata de eludir pronunciarse en sus propuestas de futuro, como si ellos en cada país dispusieran de recursos propios e inagotables. Que eso es lo que hoy parece pasar con países como China y en determinado momento del auge de algún tipo de comoditie pasó con otros países particularmente los petroleros. La realidad se ha encargado luego de hacerse sentir.

En el Uruguay en determinado momento –Presidencia Mujica–, este declaraba que debíamos viajar en el estribo de Brasil, y no faltaban los operadores políticos que nos dijeran que con Aratirí (hoy en juicio contra el Estado), con el puerto de aguas profundas, con la regasificadora, el país tenía un gobierno estable por 50 años. Hasta algún optimista nos dijo: «hay Frente Amplio en el gobierno para 50 años». Se hablaba hasta de tener un matriz productiva propia, soñando con las posibilidades de nuestro «espacio económico». Matriz productiva propia no tiene ni siquiera China, la mayor parte de lo que en ella actualmente se planifica tiene más que ver con el desarrollo del capitalismo en el mundo que en su propio territorio aún cuando esa sea hoy la preocupación expresada por sus líderes. Es más ese será el tenor del desafío para sus dirigentes en los años próximos e inmediatos.

La burguesía paulista en un principio entusiasmada con Lula, comenzó a sentir la incertidumbre de un mundo en permanentes tribulaciones y lo que los brasileños estaban obteniendo con un Estado benefactor a serle preocupante por sus costos.

Lo que antes era el curso normal del despilfarro capitalista pasó a ser la corrupción de una izquierda que fue proclive a ello, y arrastró a sus mejores cuadros.

Hoy con Bolsonaro tratan de frenar esto último pero la incertidumbre permanece, pues el capitalismo es un sistema que extrae sus recursos en el inicio de su camino de la plusvalía pero luego necesita un mercado que consuma. Y Brasil aún teniendo un periodo de reorganización económica interna, el mundo lo espera para ajustar cuentas en un mercado mundial cada vez más exigente. Algo de esto está pasando con Trump y su economía amurallada.

Así como el centro del capitalismo pasó en el curso del siglo 20 del Reino Unido a EE.UU. hoy está pasando a China, con los cambios que ello supone en la relación económica interna de cada Estado.

Aquello de que nosotros podemos hacer lo que queramos dentro de nuestras fronteras nada tiene que ver con la realidad actual del mundo, mal que les pese a cada uno de los postulantes a regir el destino político de cada Estado.

Por supuesto que cada gobierno va a imprimir a su gestión la tónica del sector social que prevalece en su estructura.

Sin embargo los «estatistas» llevan todas las de perder, y sin duda que no pueden impedir que nos sigan «cocinando» como aseveraba la compañera que mencionábamos al inicio.

¿Qué herramientas tenemos para cambiar este curso de los acontecimientos que parece aguardarnos con cada vez más desafíos de tragedias humanas?

La economía madura rápidamente en todo el mundo hacia un cambio, por ahora predomina el concepto estatista, y cada uno de los proyectos se auto limitan sin ir más allá de los Estados y sus regiones, ¿de dónde surgirá entonces la señal para el cambio?: ese salto que tiene raíces muy profundas en el terreno ideológico en obras escritas que comienzan a ser más frecuentemente consultadas y necesita que lo mejor de la humanidad se reúna y debata hacia salidas ecuménicas, que esas obras señalaron en determinado momento en que fue necesario como hoy el esfuerzo colectivo para avanzar.

Es muy importante gestionar bien, con decencia, –no es común– ahora no alcanza con ello es necesario desarrollar ideas que permitan transitar con éxito esta etapa, con la condicionante de que ese programa deben acordarse además imprescindiblemente en el marco universal con el retraso de que quienes lo han hecho se han limitado a los intereses de sus propios Estados.

En el Uruguay rodeados por el retroceso social de Argentina y Brasil nos aprestamos a una campaña electoral que por ahora tiene en sus inicios la chatura de esto que estamos analizando, de programa nada, solo candidatos a ser buenos gestionadores desde el gobierno y con una oposición que cada día aspira menos a la Presidencia y más a los cargos en el aparato del Estado, lo que se ve como una comodidad en la atención de su clientela política directa. Lo cual no es bueno.

Los candidatos del Frente Amplio en el gobierno, que se han postulado parten de esta realidad y cada uno de ellos merece nuestro apoyo y la vez nuestra interrogante de cómo van a encarar el futuro, por ahora es su debe. Bergara ha sido tal vez el que más se ha preocupado por mostrar los desafíos tecnológicos en el mundo del trabajo, pero el debate aún no se abre y el programa que el Frente se apresta a aprobar es un saludo a la bandera en el que los impuestos y la moneda están fuera, como si el destino de la gente no dependiera de ellos. Por supuesto que la oposición lamentablemente menos que nada, y que una posible abstención –siempre amenazante– está siendo conmovida por los sucesos de Argentina y Brasil.

Jorge Aniceto Molinari.
Paysandú, 3 de Noviembre de 2018.

[:]

[:es]En debate.[:]

[:es]

En debate.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Los intercambios en Facebook tienen ese picante que muchas veces les falta a los debates acartonados, académicos, este es uno de ellos, también con sus limitaciones.

Gabriel  Mucho Lula y Bolsonaro pero por casa entregamos el agua y le hacemos los mandados al Fondo Monetario.

Graciela  Lamentable una vez más!!!

Jorge Aniceto Molinari  No es tan sencillo por eso en la izquierda no se habla de la política actual de Cuba ni de China. Tanto es así que hoy el centro del capitalismo en el mundo tiende a ser China, que lidera en el mercado mundial el libre comercio mientras EE.UU, organiza murallas en sus fronteras.

Graciela BJorge Aniceto, podrías aclarar??? Tú decís que no nos siguen cocinando?? Sos un estudioso y tenes dignidad, pero no será demasiada teoría?? Si podes explicar se agradece

Jorge Aniceto Molinari  Lo he tratado de explicar, los complejos empresariales multinacionales en pugnas entre sí gobiernan el mundo o si te gusta mejor nos cocinan, nuestros gobiernos algo logran pero la crisis es cada vez más profunda, lo mejor del mundo debe unirse para buscar salidas posibles como qué por ejemplo los impuestos sean sobre la circulación del dinero.

Gabriel  Molina muy hábil declarante, son años pero la verdad muy profundo o muy vaga la respuesta no sé, igual siempre es según del lado que se esté parado. Opino que no se puede acomodar el discurso, después de tanta tinta gastada en prometer otras cosas.

Jorge Aniceto Molinari  Lo tuyo me dices, desde un iPhone fabricado en China, ¿cuál es tu propuesta?

Alicia  No LLEGAMOS?? LPM….

Carlos  La realidad: vivimos en un mundo globalizado por el capitalismo y las transnacionales. Es decir, estamos en una jaula a los gritos para ver si nos abren la puerta. Por supuesto, hay quien se beneficia de esto y otros que ni se preocupan.

Jorge Aniceto Molinari  Pero todos perciben la crisis, unos se preparan para matar por sus bienes, y de lo que se trata es unir lo mejor de la humanidad, y enfrentar al fascismo.

Graciela B.  Sabes que no puedo creer más en espejitos de colores. La humanidad no creo que se una. Cada uno cada día más se cuida a sí mismo y en esto le debo agradecer a la izquierda quien considero fracturó la sociedad del Uruguay. Contra el Poder, donde están metidos los poderosos psseudoizquierdistas, no se les vencerá jamás. A nadie le interesa terminar con la pobreza, el hambre, las guerras, con nada. No quiero más teorías, quiero ejecutividad

Jorge Aniceto Molinari  Hablar de ejecutividad también es teoría, el problema está en lo que se propone, mira los problemas de los países vecinos.

Gabriel  Me pregunto sin ser tan profundo, el renegar de las consultas populares, el no votar investigadoras, el proteger delincuentes, el favorecer a los familiares, el privatizar todo, etc. etc., tendrá que ver China o quizás llegaron al poder con cuentos chinos y quieren continuar con los incondicionales como también supo tener Pacheco en su tiempo, esto ya no se cambia de adentro.

Graciela B.  Me Importa mejorar mi país. Vivo AQUÍ y quiero estar bien. Ya sé que no puedo cambiar nada que estemos en un mundo globalizado. Mejoremos lo importante de este país, pero el FA está destruyendo todo. Primero nuestras empresas.

Vero  Está bien q haya pasado esto viven pendientes de lo q pasa en Argentina Brasil y de lo q pasa acá nada ahora se viene la época electoral y todos publicando contra el FA PERO DESPUES VAN Y LOS VOTAN así q ajo aguantarse y a joderse y antes de votar el próximo año PIENSENNNN !!!!

Jorge Aniceto Molinari  Graciela dice: no puedo cambiar nada. Todo está en cambio y nosotros somos parte de él. Antes usábamos una máquina de escribir y un teléfono ahora usamos un iphone. Gabriel hace la más fácil, se escuda en los errores y horrores, notorios y justifica su acción negativa, pero no hace ninguna propuesta, aún no piensa en que salida tiene esto, a no ser la clásica de que todo debe manejarlo el Estado y que nosotros debemos reclamarlo todo de quienes han asumido su manejo. Y eso que es producto de deformaciones estatistas (Trump es el último hijo de esto) que ha vivido el mundo hoy no corre en ninguna parte. Pero tampoco corre el de que cada uno haga la suya, por lo que debemos ayudar a una salida que nos beneficie a todos, si esto sigue así quienes ganan son los que más se han enriquecido.

Martha  Sin tener ninguna base ideológica, humildemente me pregunto también quien tiene una propuesta mejor. Económica y que además detenga o disminuya una inseguridad palpable y rampante. No nos engañemos con soluciones radicales ni iluminados peligrosos como Bolsonaro o Trump. Tampoco con prácticas totalitarias que no han resultado.

Martha  Que necesitamos un cambio nadie lo duda, pero tampoco hemos caído en una situación desesperante…

Martha  Si nadie propone algo mejor… sigo observando los inmigrantes con sus rutas desesperadas por llegar al Uruguay y eso me hace pensar que no estamos tan mal…esos otros paraísos que muchos de ustedes admiraron se convirtieron en una trampa mortal… Creo que muchas cosas no se hicieron de mala fe, sino que simplemente no resultaron… En cuanto a los gobernantes no han sido tan malos…

Martha  Que podrían ser mejores… pero es nuestra naturaleza apasionarnos con reclamos (yo también lo hago) y a veces desconocemos cada ley y el trabajo que la precedió.

Martha  No me gustan los verticalismos vengan de donde vengan por eso no me adhiero a ningún grupo pero respeto y observo.

Alicia  Yo solamente recuerdo… del otro lado del mostrador salíamos a juntar firmas para defender las empresas públicas, decíamos NO AL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA!!! Ahora todo esto cambió y no hay explicación de globalización ni de macro economía que lo me explique…

Jorge Aniceto Molinari  Todos tenemos una base ideológica. De ella tenemos más o menos consciencia. Con ella afrontamos una realidad. Muchos se acomodan a ella, aún aquellos que hacen de la crítica su arma de autodefensa, pero acomodados a esa realidad. Nos cuesta entender que este mundo en que los uruguayos estamos relativamente bien, está en plena crisis, y que queramos o no, debemos ser participes de soluciones que hoy nos parecen ajenas o lejanas. Batlle y Ordoñez significó un cambio, el Frente en menor proporción también, pero se agotan y es necesario pensar salidas que hoy ya no alcanza con pensarlas para un país. Por ejemplo con la moneda, hay que terminar con la joda de las diferentes monedas que solo favorece a los que la manejan. Con los impuestos, en el Uruguay hasta los ultras aceptan este sistema, que el Uruguay debe adoptar obligadamente de impuestos al consumo, los salarios y las pensiones, cuando todos deberíamos estar empujando en el mundo para que los impuestos sean sobre la circulación del dinero, y que ningún movimiento de dinero sea válido sino está debidamente registrado dando muerte a los paraísos fiscales.

Alicia: Jorge Aniceto Molinari respeto profundamente tu conocimiento pero quiero respuestas a cosas concretas en las que en realidad me siento estafada…. Porque no defendemos el agua como lo hicimos hace años con todas las empresas públicas?? Por qué está guardada en el ropero la bandera de NO AL PAGO DE LA DEUDA EXTERNA???

Martha  Quizá fue un error juvenil y en la práctica no sirve?

Martha  A quién le dio resultado…

Martha  Hay que ser más pragmático.

Jorge Aniceto Molinari  El país en el mundo más endeudado es EE.UU. y el que tiene mayores reservas en dólares es China, gobernada por el Partido Comunista. La crisis hoy no reconoce fronteras y si cada país se cierra en sí mismo como parece ser lo de Bolsonaro, más rápido aún vamos a ver las consecuencias, el caso inverso es el que se abrió al mundo financiero de Macri, ya estamos viendo los resultados. Por lo tanto consignas que en su momento tuvieron fundamento como la nacionalización de la banca defendida por el Frente y por Wilson, hoy necesitan ir a un plano superior como es que los impuestos se cobren sobre la circulación del dinero y se liquiden los paraísos fiscales. Mujica lo insinuó en la ONU (septiembre 2013) pero luego reculó retrocedió.

Jorge Aniceto Molinari  Lo del agua creo que muchas de las advertencias particularmente las que vienen de la cátedra son atendibles, ahora de eso se pretendió hacer una operación política para algo que el país ha garantizado en la constitución y necesita ser reglamentado para que cuando hay sequía las pérdidas no sean las de la última. Una infamia en un país en que la mayor parte del año abunda el agua. A la que también hay que cuidar, y no se lo está haciendo correctamente.

Martha  yo también me equivoqué hasta que un productor me lo hizo ver y además señaló que llevaban un año de estudio en el Parlamento.

Martha  En cuanto a comunismo en China… tu mismo dijiste que es capitalista…

Martha Yo lo que se que son pragmáticos…

Martha  De nada te sirven las ideologías si no implican avanzar. En definitiva el pueblo necesita el pan cada día y esperanza.

Jorge Aniceto Molinari  En mi última columna en Uypress (se entra con cualquier navegador) escribo sobre esto. Porqué China gobernada por el Partido Comunista tiende a ser el centro del capitalismo mundial, porque los comunistas chinos han entendido perfectamente lo que analizaba Marx de que este sistema debe desarrollarse hasta las últimas posibilidades para dar luego si paso a una transición. No hay ni puede haber países comunistas o socialistas confrontando como sistema con el capitalismo.

Martha  También respeto tu trayectoria y también tu participación actual. No debe haber confrontación sino participación productiva, más en nuestro querido país cuna de hijos y nietos.

Polaco  Leí un libro, sobre China, (que a esta altura de la vida, me removió totalmente). Es de un periodista catalán, que vivió años en esa sociedad. Una previa descripción del país: viven en China más del 25% de los seres humanos, entre ellos e India, está la mitad de nuestra especie; en la descripción geográfica, hay partes rotalmente áridas. Por nuestra cultura y nuestra historia, América, comparando, está todavía, media desierta. Concluyo, que para nosotros, tiene una importancia central, «la libertad» (agregale que soy un pequebu) para ellos es «la Vida». Tarde me día cuenta, que para cualquier ser vivo, la primer y fundamental lucha es la sobrevivencia. Somos el país más despoblado de latinoamérica, Cuba, con una superficie, que será menos de la mitad del Uruguay, tiene 11 millones y nosotros 3. En cuanto al proceso político (dice el periodista, que entrevista dirigentes de ese país) la época de Mao, fue el socialismo, un ordenamiento de la sociedad, para su desarrollo. (nada que ver reforma agraria, si estaba la tierra dividida, y solares de poco más que un solar de nuestros balnearios, Vivian abuelos hijos nietos, todos de ese pequeño pedazo de tierra) lo que sí, ordenaron, el éxodo del campo a la ciudad, que provoco la revolución industrial, de cada uno de esas familias iba uno a la ciudad, los demás lo mantenían en el campo, viendo de esos pequeños pedazos de tierra. Por 1970/80, del siglo pasado, los dirigentes del PCCh deciden, entrar al desarrollo capitalista, mandaron millones de jóvenes, a estudiar a la meca del capital, EEUU. Cuando discutían la medida, alguien planteo, pero se van a querer quedar, Le contesto el líder: no te preocupe algunos van a volver, y nos alcanza. Y la concentración hacia las fábricas fue mucho más fluida. En pocas palabras empezó el desarrollo capitalista. No sigo porque te estoy aburriendo chau.

Jorge Aniceto Molinari  Muy bueno lo del Polaco: aporta. Insisto en el estudio. Nosotros hemos repetido muchas cosas como papagayos, sin estudiar. En este país nadie conoció y aplicó las ideas de Marx mejor que José Batlle y Ordoñez. Ni Marx, ni Lenin hablaron nunca de países comunistas o socialistas, si escribieron que el mundo iba a pasar a ser gobernado no desde los Estados sino desde los complejos empresariales multinacionales que es lo que hoy ocurre, pero tiene límites y necesita de que su fin sea lo menos traumático posible luego de desarrollar todo su potencial económico. ¿Que podemos hacer desde nuestro país? Hacer que la vida de la gente sea lo mejor posible sin jodas, ni corrupción y a la vez proponer en el mundo posibles soluciones como lo hizo Mujica en la ONU, y luego se asustó o lo asustaron y no volvió a hablar del tema.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 27 de octubre de 2018.

[:]