[:es]Esto es ahora: 2019.[:]

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Esto es ahora: 2019.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias dándose un abrazo.Se perfila como novedad un gobierno en España del PSOE y Podemos. Se están discutiendo cargos lo cual no es novedad, pero la preocupación es que programa para España y ahora ya con eso no alcanza, es necesario avanzar en un programa para el mundo.

No somos optimistas. Ahora la situación va agregando cada vez más ingredientes en la crisis en un mundo cuyo gobierno y en la pugna está en manos de los cuerpos gerenciales de los conglomerados empresariales multinacionales, sus instrumentos para aplicar su política a los Estados son el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Es una dictadura por ahora no cuestionada y donde todo lo demás viene por añadidura.

Tal vez la historia nos esté reservando novedades, son demasiados los ingredientes que se le vienen poniendo a la olla de la crisis, para que de ella la humanidad no saque enseñanzas para avanzar.

Y porque no, desde España, desde Uruguay; miren lo que está pasando en Bolivia, todo el odio de clase al desnudo como que hubiera estado escondido por la afrenta que para ellos significaba que un «Indio» fuera Presidente, con el apoyo del pueblo.

Hasta la sociedad en EE.UU. parece más tolerante luego del gobierno de Obama, ahora el problema sigue siendo el mismo: ¿cuál es el programa que necesitamos para abordar la crisis y sus consecuencias?

La derecha lo quiere todo aunque no sabe para qué. En el poder se siente segura. En Venezuela ganaron una elección entre más de 10 (la abstención de la izquierda fue notoria). En Bolivia aún con crecimiento económico importante, Evo dio un paso en falso, y fuera, sus mayorías no califican en el mercado capitalista. Recordemos que su derrota en la propuesta constitucional de continuidad fue precedida de una campaña de prensa, sucia sobre su moralidad, que luego se demostró falsa.

Un amigo me escribe coincidiendo con mis enfoques, pero me señala que insisto con la revolución bolchevique que está fuera del conocimiento de las generaciones actuales.

Tal vez tenga razón en que me faltan elementos en el desarrollo, y que no explique suficientemente en que todos los cambios sociales para afirmarse necesitan de la teoría y del conocimiento profundo de la realidad. En 1917 llegó en plena crisis al poder, un partido que tenía toda una estructura ideológica que no la enarbolaba como dogma sino como guía para la acción y a su vez la enriquecía permanentemente con nuevos textos. Eso se cortó en 1924 y aún hoy la humanidad lo sufre porque no ha podido reemplazarlo y continuar la tarea de elaboración que es lo que hoy necesitamos imperiosamente. Hoy la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista abarca a todo el planeta.

Los partidos actuales, todos, elaboran programas para su país como si el resto del mundo no existiera y no fuera determinante.

Sin embargo el propio Marx tenía una respuesta para esta interrogante:

«…El conjunto de las relaciones de producción forma la estructura económica de la sociedad, la base real sobre la que se eleva un edificio (Uberbau) jurídico y político y a la que corresponden determinadas formas de conciencia social. El modo de producción de la vida material determina (bedingen) el proceso de la vida social, política y espiritual en general. No es la conciencia del hombre la que determina su ser, sino por el contrario, el ser social es lo que determina su conciencia».

Esta estructura económica es hoy ecuménica. De eso la conciencia social ha comenzado a tomar nota y necesita tiempo y experiencia para conformar la voluntad política necesaria para avanzar.

Estamos en presencia de una crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista y no solo necesitamos que su muerte sea en paz, sino que sea reconocida como tal.

Cuánto ha costado en términos de desarrollo de la economía, que se entendiera que tal como venía el desarrollo económico de la humanidad, el capitalismo que conociera uno de sus centros de mayor desarrollo en el Reino Unido, necesitó, en una determinada etapa, construir un nuevo centro sobre la base en gran parte de la herencia cultural del propio Reino Unido en EE.UU., rica en luchas sociales y la aplicación de todos los avances de la tecnología, recordemos el rol del ferrocarril en medio de la guerra civil en la construcción de la unidad nacional.

Similitud en la utilización de ferrocarril para construir el ejército rojo, y la propia unidad de la Unión Soviética sobre esa base en medio de la guerra civil.

La vida hacía añicos la teoría del súper imperialismo y daba la razón a los análisis de Lenin.

Sin embargo, la vida iba a depararnos nuevas vueltas, EE.UU. comandaba el libre mercado en el mundo, y a la vez la Unión Soviética, luego de la derrota de Lenin, se convertía en el modelo alternativo al capitalismo que se esboza desde un capitalismo de estado y se amuralla.

Renacía nuevamente la teoría del súper imperialismo. Y otra vez la vida no sólo que da por tierra con esta teoría sino que nos hace vivir hoy la paradoja en la construcción de un nuevo centro predominante del capitalismo mundial en China y su entorno, gobernada esta por el Partido Comunista y liderando el libre comercio mundial.

El ministro del área en el gobierno Bolsonaro de Brasil acaba de informar –no ocultando su satisfacción– que ese país va a firmar un tratado de libre comercio con China. Cosas vedere Sancho, le haría decir don Miguel de Cervantes a don Quijote.

Y por si esto fuera poco es EE.UU. ahora el que se amuralla, y no son pocos los izquierdistas que sueñan en el mundo con sus propias murallas con el objetivo de desarrollos nacionales.

«El modo de producción de la vida material determina (bedingen) el proceso de la vida social». El proceso de la economía china y su entorno necesariamente luego de su auge va a conocer la necesidad de planificar su vida posterior, se pondrá en juego en el nuevo centro del capitalismo la capacidad de los comunistas para rectificar una compresión de los fenómenos sociales luego de la derrota de Lenin, que no ha permitido comprender en su plenitud el pensamiento de los maestros y frenó por todo un período la compresión de los fenómenos que estábamos viviendo.

Tal vez lo que ha costado pasar de los límites nacionales a los internacionales, para elaborar respuestas en beneficio de la gente. Hoy todavía los comunistas y los socialistas son nacionales. La literatura sobre la derrota de Lenin en 1924, es aún muy escasa. En el Uruguay tenemos el privilegio de tener un texto de José Batlle y Ordoñez sobre el tema.

Sin embargo, la tarea central para procesar este cambio aún no está planificada –falta la voluntad política que lo realice y es nada más ni nada menos que la toma del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional para imponer un cambio sustancial en su política, que necesitará de dos herramientas primarias para poder ser aplicada: la moneda y los impuestos.

Ahora creo entender que está pasando con quienes leen mis notas: Toda la vida se basaron en la idea de que socialismo es propiedad estatizada, y que alguien venga y les diga que eso es un error, que el socialismo se construye no creando un modelo alternativo al capitalismo, sino desarrollando éste hasta sus límites, para luego ayudar a que su predominancia muera en paz y se comience a planificar la economía con un carácter mundial y sobre la base de una moneda única universal y que los impuestos que la sociedad necesita para abordar las necesidades de este etapa deben provenir de la propia circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y haciendo no válida toda transacción que no esté debidamente registrada en los instrumentos que la sociedad democráticamente determine.

No desconocemos que en toda una etapa de la historia, el Estado cumplió una función y muchas veces fue el escudo de los débiles, cuando los débiles pudieron hacerse fuertes para defender sus derechos. Ahora, siempre fue un medio y no un fin en sí mismo.

No renegamos de ninguno de los programas nacionales que en su momento reivindicó la izquierda en la lucha de clases, si aportamos que estos tenían y tiene un período a cumplir que hoy necesita de una perspectiva superior.

Y nos hacemos cargo, ahora que está de moda decir que uno se hace cargo, de todos los errores cometidos en el capitalismo de estado con el objetivo de contribuir a liberar a la sociedad de las consecuencias de la explotación capitalista. De lo que no nos hacemos cargo es de convertir esas acciones en la teoría necesaria para superar la etapa capitalista de la sociedad, y menos de emparentarla con las ideas que en su momento desarrollaron los maestros. Y menos aun de la corrupción y de los crímenes que se cometieron en nombre de los ideales revolucionarios.

La vuelta a esas ideas es lo que nos permite pensar que un mundo mejor es posible.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 14 de Noviembre de 2019.

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[:es]Reflexión.[:ca]Reflexió.[:]

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Reflexión.

Pedro Sánchez y Pablo Iglesias dándose un abrazo.Se perfila como novedad un gobierno en España del PSOE y Podemos. Se están discutiendo cargos lo cual no es novedad, pero la preocupación es qué programa para España, y ahora ya con eso no alcanza. Es necesario avanzar en programa para el mundo.

No somos optimistas. Ahora la situación va agregando cada vez más ingredientes en la crisis en un mundo cuyo gobierno y en la pugna está en manos de los cuerpos gerenciales de los conglomerados empresariales multinacionales. Sus instrumentos para aplicar su política a los Estados son el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional. Es una dictadura por ahora no cuestionada y donde todo lo demás viene por añadidura.

Tal vez la historia nos esté reservando novedades. Son demasiados los ingredientes que se le vienen poniendo a la olla de la crisis, para que de ella la Humanidad no saque enseñanzas para avanzar.

Y porque no desde España, desde Uruguay, miren lo que está pasando en Bolivia. Todo el odio de clase al desnudo como que hubiera estado escondido por la afrenta que para ellos significaba que un «Indio» fuera Presidente, con el apoyo del pueblo.

Hasta EE.UU. parece más tolerante luego del gobierno de Obama. Ahora el problema sigue siendo el mismo: ¿cuál es el programa que necesitamos para abordar la crisis y sus consecuencias?

Un amigo me escribe coincidiendo con mis enfoques, pero me señala que insisto con la revolución bolchevique que está fuera del conocimiento de las generaciones actuales.

Tal vez tenga razón en que me faltan elementos en el desarrollo, y que no explique suficientemente en que todos los cambios sociales para afirmarse necesitan de la teoría y del conocimiento profundo de la realidad. En 1917 llegó, en plena crisis al poder, un partido que tenía toda una estructura ideológica que no la enarbolaba como dogma sino como guía para la acción y a su vez la enriquecía permanentemente con nuevos textos. Eso se cortó en 1924 y aún hoy la Humanidad lo sufre porque no ha podido reemplazarlo y continuar la tarea de elaboración que es lo que hoy necesitamos imperiosamente. Hoy la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista es irreversible y abarca a todo el planeta.

Los partidos actuales, todos, elaboran programas para su país como si el resto del mundo no existiera y no fuera determinante.

Jorge Aniceto Molinari.
Miércoles, 13 de Noviembre de 2019.

[:ca]

Reflexió.

Pedro Sánchez i Pablo Iglesias donant-se una abraçada.Es perfila com a novetat un govern a Espanya del PSOE i Podemos. S’estan discutint càrrecs la qual cosa no és cap novetat, però la preocupació és quin programa per a Espanya, i ara ja amb això no s’hi arriba. És necessari avançar en programa per al món.

No som optimistes. Ara la situació va agregant cada vegada més ingredients en la crisi en un món el govern del qual i en la pugna està en mans dels cossos gerencials dels conglomerats empresarials multinacionals. Els seus instruments per a aplicar la seva política als Estats són el Banc Mundial i el Fons Monetari Internacional. És una dictadura ara com ara no qüestionada i on tota la resta ve per afegiment.

Tal vegada la història ens estigui reservant novetats. Són massa els ingredients que se li venen posant a l’olla de la crisi, perquè d’ella la Humanitat no tregui ensenyaments per a avançar.

I perquè no des d’Espanya, des de l’Uruguai, mireu el que està passant a Bolívia. Tot l’odi de classe al descobert com que hagués estat amagat pel greuge que per a ells significava que un «Indi» fos President, amb el suport del poble.

Fins els EUA semblen més tolerants després del govern d’Obama. Ara el problema continua sent el mateix: quin és el programa que necessitem per a abordar la crisi i les seves conseqüències?

Un amic m’escriu coincidint amb els meus enfocaments, però m’assenyala que insisteixo amb la revolució bolxevic que està fora del coneixement de les generacions actuals.

Tal vegada tingui raó en què em falten elements en el desenvolupament, i que no explico prou en què tots els canvis socials per a afirmar-se necessiten de la teoria i del coneixement profund de la realitat. El 1917 va arribar, en plena crisi al poder, un partit que tenia tota una estructura ideològica que no l’enarborava com a dogma sinó com a guia per a l’acció i al seu torn l’enriquia permanentment amb nous textos. Això es va tallar el 1924 i encara avui la Humanitat ho pateix perquè no ha pogut reemplaçar-ho i continuar la tasca d’elaboració que és el que avui necessitem imperiosament. Avui la crisi irreversible de la predominança de la manera de producció capitalista és irreversible i abasta a tot el planeta.

Els partits actuals, tots, elaboren programes per al seu país com si la resta del món no existís i no fos determinant.

Jorge Aniceto Molinari.
Dimecres, 13 de novembre del 2019.

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