[:es]Chalecos Amarillos (II).[:]

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Chalecos Amarillos (II).

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Convengamos en que no es fácil entender el mundo actual. Un mundo con el líder del capitalismo, Donald Trump, aferrado al proteccionismo y poniendo trabas al libre comercio y por otro al país que comanda el actual desarrollo capitalista gobernado por un Partido Comunista y propiciando el libre comercio.

Lo que no cambia por otra parte es la OEA, consecuente, defendiendo la «democracia» de acuerdo a los planes del Comando Sur del Ejército de EE.UU. Sin embargo tenemos a la reserva Federal (privada) de los EE.UU. emitiendo dólares y a China teniendo la mayor reserva de ellos (dólares) mientras se condena a los pueblos al sometimiento de las dobles monedas en que la especulación monetaria campea contra la gente.

Es la distancia que hay entre Macri y Macron; Macri es parte del manejo de las diferencias cambiarias provocando una baja generalizada de salarios y pensiones (lo que en el lenguaje de los economistas se llama «ajuste»), a la vez que con el manejo de las tarifas intenta en un mercado mundial cada vez más complicado la competitividad de sus colegas burgueses e inversores en el país (los que hubo antes, ahora ya no vienen).

Macron atado al EURO, (eso que la izquierda europea no termina de entender, cultivando la leyenda de lo que se puede hacer con una moneda propia cuando la producción del mundo ha cambiado radicalmente), y entonces le queda para el equilibrio el manejo de las tarifas, desafiando lo que ello provoca: una conmoción social que está latente por el constante desequilibrio que la gente siente que sufre su economía personal y nacional.

Nunca antes en la historia un modo de producción se desarrolló tanto y a la vez agotó al extremo sus desequilibrios como lo hace el capitalismo en la actualidad. Lo que el Dr. Mario Bergara (pre candidato a la Presidencia de la República en nuestro país) denomina «las incertidumbres».

¿Por qué surgen los chalecos amarillos? Una primera respuesta: porque la izquierda no tiene programa para abordar esta etapa de la historia, y sus cartas son sólo la protesta y la resistencia. Claro está que la derecha también sólo puede ofrecer la guerra, el fascismo, soluciones, salidas, ninguna. No es la misma situación que al finalizar la segunda guerra mundial en que el nacimiento del neoliberalismo abría un margen de desarrollo que es lo que hoy predomina y está culminando en la economía mundial. Chalecos amarillos sin definición ideológica ejercen la protesta y la resistencia a las medidas gubernamentales, encuentran un eco social inorgánico.

Antes se decía: «una sola chispa puede encender toda la pradera», el combustible ideológico estaba dado por la necesidad de la universalización de derechos y de dos revoluciones, la francesa y la rusa que si lo tenían.

El actual índice de crecimiento universal de la economía, que es lo que le permite al capitalismo seguir viviendo, tiene su centro en China, y al propio crecimiento de ese capitalismo «nacional» con el que mantiene la respiración Trump tiene ahí su explicación pero también sus límites.

¿Qué pasaba entonces al finalizar la segunda guerra mundial?: se planificaban los organismos multinacionales que reglaban la conducta del desarrollo capitalista teniendo como marco al planeta todo y en competencia con lo que era el resultado en la izquierda de la derrota de Lenin en 1924, con la construcción de economías estatizadas y pensando en un mundo organizado de igual manera, que esa es la herencia del stalinismo. Y vaya si duró: más de 70 años. China, Cuba, Vietnam, actualmente ya son parte de otra realidad.

Se nos podrá decir que en el medio vivían y viven corrientes de los más diversos orígenes que planificaban desarrollos que no entran dentro de esto que clasificamos y es verdad, pero también es verdad que la perspectiva de esos desarrollos estuvo y está condicionada al marco de regulaciones de los organismos financieros multinacionales que predominaban y predominan.

Hoy en Europa, si hay algo que une a partes importantes de la derecha y de la izquierda es «el sueño de una moneda propia», ahora una vez que se tomó el camino del Euro, se puede ir a más pero no a menos. Se puede exigir que el mundo mida la actividad económica con una misma medida universal, pero no se puede pensar en que cada cual mida como quiera. Si una vez hubo espacio económico para poder hacerlo, construir planes propios de desarrollo económico, hoy ya no lo hay, cualquier mercancía reúne condicionantes materiales y técnicas que son ecuménicas.

Tanto es así que hoy el éxito del amurallamiento de la economía que conduce Trump está dependiendo directamente de que no se dolaricen las economías que rodean a EE.UU. Nos referimos a que la gente común y los empresarios midan y operen en una misma moneda.

Macron ha cedido, pero esto está siendo medido por el FMI, como antes pasó en Grecia, en España… y tiene en el corto plazo sólo una posibilidad: el permitirle a Francia un mayor endeudamiento, que es además lo que está sucediendo con cada una de las unidades nacionales que componen la realidad de la economía universal.

El profesor Atilio Borón recopilaba en una nota en Página 12 de Argentina, los antecedentes franceses en las luchas sociales. El socialismo francés es reconocido como una de las partes integrantes fundamentales del pensamiento de Carlos Marx, y un aporte esencial en las conquistas que la humanidad ha ido reivindicando a lo largo del tiempo.

Por lo tanto es una expresión que se da de esta manera, no sólo por la carencia de un programa para avanzar sino porque es la sociedad toda que siente que ha llegado a los límites en los cuales es necesario hacer pesar los sentimientos humanos que dieron base y fundamento a la toma de la Bastilla en 1789.

Sin embargo y el manejo de los números puede prestarse para cualquier cosa. Se nos dice que el número de manifestantes es muy menor al nivel de las adhesiones que el movimiento tiene en el conjunto de la sociedad.

Tal vez por aquello de que no hay acción revolucionaria sin teoría revolucionaria. Aún cuando los tiempos de cada una de estas acciones se retroalimentan, hacen a los episodios de la vida. Ahora el topo (del que hablaba Marx) trabaja en miles, millones de jóvenes que la realidad desafiante los enfrenta con los conocimientos que como nunca antes están al alcance de su computadora.

Es entonces lícito pensar que en algún momento todo ese bagaje de conocimientos que la humanidad reúne y hoy no consigue aún recopilar, lo sintetice en un programa, organizando la voluntad política para aplicarlo, que logre al fin el poder hacerlo.

Precisemos, una vez más. No estamos hablando del fin del capitalismo, estamos hablando del fin, si, de su predominancia. Capitalismo como modo de producción seguramente habrá por mucho tiempo aún. Lo que debe finalizar es su predominancia, la cual hay que procurar que muera en paz. Para ello dos herramientas: medir la actividad económica con una misma unidad monetaria, y hacer que la sociedad disponga de fondos para sus necesidades: salud, educación, vivienda, trabajo, previsión social, a través de que los impuestos se apliquen primordialmente sobre la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y aplicando esos fondos con rentabilidad y eficiencia a través de los organismos que la propia sociedad democráticamente determine o construya nuevos con ese fin y apuntando a la desburocratización estatal de la misma.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 18 de Diciembre de 2018.

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[:es]De 1999 al 2019.[:]

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De 1999 al 2019.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Para las elecciones nacionales en Uruguay del año 1999, AEBU1 dio forma a un documento sobre la situación del sistema financiero al que llamó «sistema financiero un asunto de Estado» y con él hizo una intensa campaña de difusión ante los candidatos, ante la sociedad y sus Instituciones representativas.

Tal vez el resultado más importante de esa campaña fue que el Cr. Enrique Iglesias, en ese entonces Secretario General del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) invitó a las autoridades de AEBU a exponer su posición ante el Directorio de esta Institución en Washington y también ante autoridades del Banco Mundial. Era un hecho nuevo, no acostumbrado, inusitado, que el gremio bancario se había ganado por la responsabilidad de sus dirigentes y por los antecedentes del propio gremio en su actuación cuando la crisis de 1965 (quiebra del Banco Transatlántico), en ese tiempo con la conducción de un núcleo destacado de dirigentes entre los cuales se distinguía Carlos Gómez, el flaco Gómez como lo conocíamos, en una huelga que fue del 22 de abril al 11 de Mayo de ese año, logró defender a los trabajadores y a los ahorristas; culminó con una ley que aprobó el Parlamento Nacional, un verdadero triunfo social.

Además el rol de AEBU y del gremio bancario en los años de la llamada dictadura cívico-militar fueron ejemplares, tal vez porque el prestigio ganado en la resolución de la crisis financiera de 1965, le daba credenciales que a los fascistas les era difícil ignorar, reflexionamos que esto sería muy bueno y necesario para un material a recopilar y dar forma por parte de los historiadores, para entender lo que realmente pasó en el país. Pendiente además en el aprendizaje de las nuevas generaciones.

Ya en 1999 y con la experiencia anterior, los nubarrones de una crisis del sistema financiero preocupaba a todos. AEBU realizaba particularmente a través del principal dirigente del sector de la banca privada un cuidadoso monitoreo de la situación. Juan José Ramos como antes Carlos Gómez tenían un dominio, un conocimiento profundo y completo del sistema en donde le tocaba a actuar a su gremio.

Ante la invitación del BID viajaron a Washington este dirigente: Juan José Ramos, el Presidente del sindicato Eduardo Fernández, el Presidente del sector Banca Oficial: Ángel Peñaloza, un asesor, el Cr. Julio Fornaro, Gustavo Weare y Leonardo Di Doménico, como representantes de las corrientes de opinión minoritarias en el Consejo Central de ese entonces, manteniendo el criterio histórico del sindicato de que todos estuvieran representados y comprometidos con los pasos que el gremio daba.

El hecho no pasó desapercibido aún cuando la prensa no lo reflejó. Pero el espaldarazo que la dirección del BID dio a AEBU, permitió sin dudas que el sindicato estallada la crisis del 2002 y con el aval del Presidente de la República (a pesar de la gravedad de la crisis y de la imprevisión del Gobierno, fue una suerte para el país que el Presidente fuera Jorge Batlle, pues ante la posibilidad cierta de su renuncia y el de avalar la acción de un sindicalista, prefirió esto último) y el timón en economía de Alejandro Atchugarry tomara directamente las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional y condujera la crisis salvaguardando los intereses de trabajadores y ahorristas a la vez que permitiera al país continuar sin quiebre con su vida democrática, que en el 2005 ya significaría un cambio de enorme trascendencia.

En el 2002, las crisis que se venía produciendo tenía determinados epicentros y la tarea de los organismos financieros internacionales era conjurarlas, y dependía del carácter de las negociaciones que sus consecuencias fueran asimiladas por sectores menos pudientes de la sociedad. La banca y los banqueros se reacomodaban y seguían su camino, en medio de las desventuras de la gente.

Cuando AEBU hace el documento que mencionamos en 1999, apuntando a las elecciones nacionales, era evidente la preocupación porque el grueso del ahorro nacional marchaba hacia el exterior sin lograr una política de inversiones en el país, y en esos eventos tenía un peso enorme la evasión y elusión impositiva que tenía su origen en Argentina y venía por refugio o por una posible escala por Uruguay, con otro destino: los paraísos fiscales.

Algo ha cambiado para bien en nuestro país, no así en la Argentina, lo que es sin duda un elemento de preocupación.

Hoy a casi 20 años la situación tiene en principio en el Uruguay una base distinta, hay inversiones y un ahorro con respaldos que no existía en ese entonces. Pero… la crisis es sustancialmente diferente y amenaza a todo el sistema, lo que se llama la generalización de las incertidumbres.

La crisis actual es infinitamente más grave que la que se vislumbraba en 1999, con una característica muy particular y es que detectado un foco inmediatamente corren los organismos financieros internacionales a tratar de paliar la situación, y con ellos hoy el análisis profundo del sistema está prácticamente bloqueado. Los ejemplos actuales de Francia y Argentina son más que ilustrativos.

Hay una permanente acumulación de desequilibrios, con el agravante de que quienes los analizan, se autoimponen un límite que inexorablemente también los bloquea.

Eso también está pasando en AEBU, claro se nos podría decir que la diferencia es que hoy ya no alcanza con analizar «lo nuestro». Es necesario tener un enfoque universal que la izquierda y el movimiento popular han ido perdiendo con el triunfo en su seno de las corrientes estatistas que se inició con la derrota de Lenin en 1924.

Los «chalecos amarillos» en Paris son un síntoma, no son un programa. Ahora no son sólo ellos, también en última instancia, el propio Trump, o Bolsonaro también lo son.

Macri por ejemplo, sin tanto escándalo utilizó lo que ya se venía realizando con el dólar «blue», para bajar radicalmente el valor de los salarios y la pensiones atribuyéndoselo a un avatar de la economía y no a una medida premeditada que hizo a los ricos más ricos y a los pobres más pobres y numerosos.

AEBU en 1965 y en 1999, trabajó una salida con la sociedad uruguaya que ya contaba con una centralización sindical y política que fue gestando instrumentos muy potentes que hacen de nuestra sociedad un ejemplo.

Sin embargo, es imprescindible romper el bloqueo ideológico y comenzar a elaborar salidas que ya no alcanzan con el marco de las fronteras nacionales. Necesitan ser planteadas al mundo.

Todos sabemos que las emergencias que atienden hoy los desequilibrios van a llegar a un punto en el mundo en que su gestión va a ser infructuosa.

No somos agoreros de la catástrofe. Por el contrario, estamos convencidos de que organizada la voluntad política las medidas programáticas a adoptar y en medio de un formidable avance tecnológico se van a poder instrumentar rápidamente.

Pero así como en 1965 y 1999, se trabajó la voluntad política y alcanzaba con los marcos nacionales, hoy es necesario que lo que en 1999 tuvo su eco en el BID dirigido por el Cr. Iglesias también lo tenga a nivel de propuesta en todos los organismos multinacionales.

Tómese esto desde la modestia de mi opinión como un llamado a la acción, siguiendo la trayectoria de aquellos gigantes del sindicalismo como fueron Carlos Gómez y Juan José Ramos.

Y también como un reproche hacia los historiadores que en AEBU, los hay y muy buenos, que están en mora en la realización de trabajos que relaten estos acontecimientos, para abonar los desarrollos que necesariamente tendrán que venir y necesitan de la compresión más plena de lo vivido.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 10 de Diciembre de 2018.

Nota:

1AEBU, gremio en Uruguay de los trabajadores del sistema financiero, integrante activo de la Central de Trabajadores desde su fundación en 1966.

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[:es]La economía en la Venezuela actual.[:]

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La economía en la Venezuela actual.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Reproducimos una nota de Pascualina Curcio y luego la comentamos:

Últimas Noticias Venezuela.

 

 

Enigmas.

Por: Pascualina Curcio | Martes, 04/12/2018.

  1. Pascualina Curcio.¿Qué explicación tendrán los economistas neoliberales acerca de la variación del bolívar en 558.035.614 % desde el 2013? No hemos visto cálculos que les permitan sustentar tal «depreciación». ¿Será que no hallan cómo incluir la variable política «ataque a la moneda» en las teorías económicas y por eso evitan hablar de Dolartoday?

  2. ¿Qué método de cálculo estarán utilizando los monetaristas para justificar que el valor de la moneda es 500 BsS/US$, si para que ello ocurra se requiere 21 veces la cantidad de bolívares que actualmente circula en la economía?

  3. ¿Por qué insisten en que la culpa de la hiperinflación es del gobierno que imprime dinero «no respaldado», si por el contrario, la cantidad de dinero con respecto al tamaño de la economía ha disminuido 91 % desde el año 2014? Hoy, la cantidad de dinero con respecto al PIB es 6 %, en 2014 era 66 %. ¿Será un cuento lo del dinero inorgánico?

  4. ¿Cómo estarán resolviendo los monetaristas la contradicción teórica en la que incurren cuando afirman que la causa de la hiperinflación es la emisión de dinero? Su teoría supone que la mayor cantidad de dinero «inorgánico» llega a los bolsillos de los venezolanos y por lo tanto, demandamos más bienes y servicios, lo que presiona los precios al alza ¿Algún venezolano está demandando más bienes que en 2013?

  5. Mucha alharaca hicieron los empresarios y sus voceros para liberar el mercado cambiario. Presionaron con el argumento de que no tenían dónde transar sus divisas y que por tal motivo no las traían. Se aventuraron a decir que la liberación detendría el ataque al bolívar porque ingresarían capitales. Ahora que ya fue liberado dicen no tener las divisas, dicen que el Estado debe «inyectarlas». Sin comentarios.

  6. Pascualina Curcio.Consecomercio está sugiriendo incrementos de salarios. Se han percatado de que los venezolanos hemos perdido el poder adquisitivo y que no lograrán vender su mercancía. ¿Se les habrá ocurrido que dicha pérdida se debe al aumento de los precios? ¿Por qué en lugar de solicitar ajustes de salarios no detienen la escalada de los precios? ¿Por qué no se suman a la campaña contra Dolartoday?

  7. La guerra económica contra los venezolanos ha sido declarada por Donald Trump. Hay quienes todavía la niegan. Siempre será un gran enigma la actitud antipatriota de algunos.

Tomado del diario Últimas Noticias Venezuela.

Nuestro comentario:

Jorge Aniceto Molinari.Lo que señala Pascualina Curcio es irrebatible.

Un ejemplo a tener en cuenta es el de Macri en Argentina que ha venido realizando a través de la cotización del dólar (moneda con la que se comercializa la producción argentina) un ajuste descomunal en los salarios y pensiones. (En realidad con la desvalorización permanente del peso argentino como ocurre en otros países con las monedas nacionales).

El problema es que ellos pensaron que manejando el gobierno iban a tener la posibilidad de participar en el mercado mundial de capitales que le estaba vedado a Cristina Kirschner, y la verdad es que en la realidad actual la situación se está convirtiendo en un gran problema para el FMI que no puede dejar caer a ese país, a la vez que si aún Macri no ha caído es porque la izquierda no tiene un programa para sustituirlo.

Manejar en un país dos monedas, una para los burgueses vinculados a los productos y a la producción, tarde o temprano se convierte en una forma directa de atacar el nivel de vida de la gente, y otra a la gente misma que siente que el gobierno la quiere defender pero le es imposible amurallar el país para que ello ocurra.

El tema de las monedas debería discutirse a nivel mundial aprovechando además de que el Estado Popular Chino es el que tiene mayor cantidad de dólares como reserva.

Debería terminarse ya con la joda de las diferentes cotizaciones de las monedas e ir a la moneda única y universal. No hay una sola razón que si podría haber existido en otra época para que los Estados tengan su propia moneda.

Y si a eso le agregamos los notables avances tecnológicos podríamos ir con enorme facilidad a un sistema impositivo basado en la circulación del dinero que de muerte a los paraísos fiscales, y permita a la humanidad realizar proyectos que hoy al capitalismo ya no le son rentables que permitirían hacer planes universales en la salud, la enseñanza, la vivienda, el trabajo. Desmontar la industria de la guerra.

La izquierda se desgasta en el mundo realizando una protesta tras otra, mientras la derecha sin rumbo enfila hacia la guerra y el fascismo. La necesidad del programa es imperiosa.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 6 de Diciembre de 2018.

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[:es]Grave vacío conceptual.[:]

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Grave vacío conceptual.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

-Jorge, concuerdo con el excelente análisis de tu artículo (*).

Hace pocos días le pregunté a uno de los precandidatos si consideraba que podría plantearse el gravamen a las transacciones financieras (tasa Tobin) y me contestó: «de eso ya nadie habla y además con el desarrollo de la tecnología es impracticable, no hay formas de controlarlo» (sic).

(*) Se refiere a la columna: «De izquierda» publicada en Uypress el 22 de noviembre. Sobre la cual también he recibido buenas críticas, que merecerán respuesta.

Transcribo la preocupación de un apreciado compañero, y no solo para satisfacer mi autoestima –aunque en la lucha ideológica nunca está demás– sino para señalar y apuntar a un peligroso vacío que se está dando en la comprensión de los problemas de esta época en que se agranda una crisis cada vez más irreversible para la predominancia del modo de producción capitalista.

Coincide además con la difusión vía facebook que ha hecho el reconocido tributarista Dr. Leonardo Costa sobre la conferencia realizada en Punta del Este: «Reunión del Foro Global sobre Transparencia de la OCDE», señalando la importancia de la misma, y donde el gobierno de nuestro país ha tenido una importante participación.

Reunión que de acuerdo a las versiones de prensa ha sido de enorme utilidad para avanzar internacionalmente en el intercambio de datos. (Transparentar la información). No son pocos los economistas que en el mundo observan con preocupación cómo crecen demencialmente los paraísos fiscales y como en los países (podríamos decir que en todos) circulan capitales por fuera de los controles estatales, aprovechando además una tributación permisiva (o mejor dicho una no tributación) que les permite eludir controles y utilizar los medios judiciales, nacionales e internacionales, cuando de hacer cumplir obligaciones se trata. Como ocurrió con el chantaje de los buitres en el caso de Argentina, en el cual activaron políticamente una candidatura a la Presidencia –con éxito– a uno de sus socios para poder obtener enormes ganancias de sus especulaciones. No necesitaron bolsos ni papel moneda, lo hicieron por Internet. Aún no entiendo como el gobierno anterior argentino dejó hacer la maniobra, que era el objetivo de los que triunfaron electoral y económicamente y hoy se manejan al borde del precipicio con la preocupación manifiesta del propio FMI. Tal vez la explicación provenga por el lado de que las figuras que manejan los hilos de la verdadera economía (la monetaria es parte de ella) son parte del equipo anterior y del actual.

Volviendo a lo nuestro; podríamos interpelar a ese precandidato a que alude nuestro amigo, sobre cómo piensa encarar el déficit creciente de la seguridad social, de la financiación de la salud, el costo cada vez más restrictivo de los medicamentos, de las limitaciones cada vez mayores en el número de los puestos de trabajo, etc. etc. En relación directa con la baja de la rentabilidad (índice fundamental en el capitalismo) en todas aquellas actividades beneficiosa para la humanidad y los seres humanos.

Y conste que no estamos cuestionando la orientación económica aplicada hasta ahora, que debiendo acentuar las prolijidades (errores y hasta horrores que los hubo y los hay), es lo mejor que los gobiernos del Frente Amplio han realizado y ofrecido al país.

Ahora hay que seguir navegando, y la hoja de ruta que teníamos y al país le ha significado progreso (nadie se ofreció con coherencia para hacerlo mejor) está agotada, y agotada particularmente en la fuente recursos que en el periodo inicial con el precio de los comodities y el desarrollo del consumo interno pareció que podíamos tocar el cielo con las manos.

Porque los peligros en la financiación por parte del Estado (de todos los Estados) son de dos naturalezas, una que toda capacidad impositiva en el modo de producción actual restringe el mercado y otra que la capacidad empresarial estatal conlleva siempre formas de burocratización y clientelismo a la larga insostenibles. Lo que no quiere decir que en determinadas coyunturas no sea absolutamente necesaria como lo demuestra la historia en el Uruguay del llamado primer batllismo (Batlle y Ordoñez), que supo amalgamar esos factores para lo que era en concreto esa etapa del desarrollo capitalista, si bien luego en el tiempo vinieron otros batllismos.

Hoy por ejemplo hablar de industria nacional sin asociarla a lo que es la actividad económica y particularmente la empresarial en el mundo es de una ingenuidad completa. Tenemos predominando en el país dos cadenas de supermercados que son gigantescas en el mundo, que imponen sus condiciones de rentabilidad empresarial al mercado interno, y ningún partido ni siquiera los que están o estuvieron relacionados con cadenas de supermercados en otras partes del mundo (particularmente en Europa) están en condiciones de modificar esta realidad.

No es de recibo decir: «para encarar el déficit creciente de la seguridad social luego de las elecciones tendremos que convocar a todos los partidos para encontrar una salida». ¿Es que no vamos a llevar a esa reunión una propuesta? La respuesta de ese precandidato hay que atarla con esto, porque si no encaramos el tema de por donde circula en el mundo la riqueza es imposible abordar soluciones a estos problemas, tal vez si parches, pero el problema es que ya no alcanza con eso.

No temamos a la derecha. Ella tampoco tiene soluciones por fuera de lo que es el imponer el trabajo esclavo o dejar fuera de los avances de la sociedad a la mayoría de la gente. Hemos visto además que su gran aliado fue el desbarajuste monetario hecho a espesas de la complicidad con los propios gobiernos. En el que el accionar de los gobiernos de izquierda fue por lo menos desprolijo, sin estudiar ni entender el papel que cumple la moneda en las relaciones económicas. Aún cuando en el Uruguay el mérito es haber avanzado en controles y estimulado el camino de la transparencia.

Como diría el inolvidable Dr. Carlos Quijano: «siempre se vuelve a Marx…».

Cuando se habla además de cómo encarar la soluciones para el tema de la creciente violencia en la sociedad, dos son las claves a tener en cuenta: la primera el trabajo, la calidad del mismo, el nivel de su remuneración –un número cada vez menor de buenas remuneraciones y mayor de insuficientes– y por otro lado el mundo de la droga que está financiando merced al no contralor sobre la circulación de los capitales esos que el precandidato dice que no se pueden controlar y sobre los cuales el Estado tiene la potestad de declarar ilegales en su circulación sino están debidamente registrados en las Instituciones que la propia sociedad determine, que es precisamente lo que hoy la tecnología facilita, y ubica el no hacerlo a un problema grave de falta de voluntad política.

Resulta claro que ningún Estado lo puede hacer por separado, pues la medida inmediata del capitalista es ir ahí, a los países donde los controles no existan.

Cuando dimos un gran valor a la intervención del ex Presidente Mujica en la ONU (setiembre 2013) era precisamente porque iba en esta línea, claro después el silencio de todos y del propio disertante, y ahora el retroceso que significa no comprender que el mundo está en condiciones de pegar una gran salto en el tema impositivo, salto imprescindible si queremos ver el futuro con esperanza. Es además precisamente la tecnología lo que nos permite pensar que ellos son plenamente alcanzables ya.

La alarma compartible con la que el compañero me trasmite esta respuesta del precandidato nos muestra claramente el atraso que hoy existe en la izquierda para comprender la gravedad del momento y poder encarar el futuro con un moderado optimismo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 24 de Noviembre de 2018.

Enlace del artículo original en castellano:

https://www.uypress.net/auc.aspx?92001

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[:es]El impuesto al valor agregado.[:]

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El impuesto al valor agregado.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Ese gran tema: los impuestos. De entrada para que no haya dudas vamos a cortar grueso: todos los sistemas impositivos que hoy existen en el mundo son de derecha.

Entendiendo por derecha la política que predomina beneficiando a determinados sectores en detrimento de los más.

No podría ser de otra manera porque el modo de producción que predomina es el capitalista, y el objetivo impositivo es contribuir a su desarrollo, también en los proyectos que aún perduran de capitalismo de Estado.

En otro periodo de la historia en que el capitalismo necesitaba de la acumulación para desarrollarse en la inversión, la política de izquierda era plasmar conquistas sociales que obligaran a los capitalistas en general, a tener en cuenta ese proceso.

Ahora digámoslo con claridad, esa fue la razón tal vez más importante de que el centro del capitalismo se desplazara del Reino Unido a EE.UU. y hoy a China. El inversor capitalista no cambió su carácter y siempre va buscando la menor resistencia social aunque hoy en China sabe qué el país está gobernado por el Partido Comunista y la duda que nos queda y resolverá la historia es si los líderes del PC Chino, en su praxis son plenamente conscientes o no de ello.

Por eso cuando un gobernante nos dice que su propuesta impositiva es justa –algunos le agregan que es de izquierda– o se engaña o nos está tratando de engañar.

El impuesto al valor agregado más conocido como IVA, o con otras denominaciones según el país en que se aplica, es el impuesto al consumo, que en el Uruguay cuando la crisis del 2001-2002 llegó al 27% sobre el valor nominal de la mercadería.

En esa etapa la evasión y elusión impositiva superaba el 40% de la actividad económica, era muy común la existencia de estudios jurídicos, notariales, contables, especializados en eludir su pago. Aprovechaban la falta de controles y la actividad fraudulenta para llevar tres tipos de contabilidades por empresa, una para declarar ante la Dirección General Impositiva, otra ante el Banco de Previsión social y finalmente una verdadera para saber realmente lo que pasaba en la empresa. Las dos primeras iban dirigidas a la evasión o elusión en cada uno de esos institutos.

En el Uruguay por ejemplo, los impuestos fundamentales, porque abarcan la mayor parte de lo recaudado, son precisamente provenientes de la imposición al consumo, los sueldos y las pensiones. Y se señala que el objetivo de no gravar al capital tiene como destino estimular la inversión y por lo tanto la creación de puestos de trabajo, punto crítico del desarrollo económico actual. El capitalista incluye los impuestos en el costo de la producción, forman parte de la evaluación de la rentabilidad o no de la actividad, y cuando esta no se da se van.

Las llamadas clases medias asalariadas o cuenta propistas, que no puedan evadir impuestos, –siempre hay especialistas en el sistema para intentar hacerlo– son las más castigadas, que por supuesto no tienen la movilidad del gran capital, que cuando siente que puede ser gravado huye hacia otros horizontes. También lo hemos visto en distintas etapas de la vida política de los distintos países con el abandono emigratorio de sectores profesionales o altamente especializados. Son los que también comentan que «el país es caro».

En un capitalismo de Estado, más allá de los títulos pomposos que el mismo tenga, «socialismo real», «socialismo del siglo XXI», más allá de las mejores intenciones, la injusticia del sistema impositivo tiene más directa relación con la moneda, donde los que manejan el poder tienen una y el pueblo otra. No decimos que se pueda hacer otra cosa, estamos explicando el por qué en esta etapa de la predominancia del modo de producción capitalista en el mundo, todos los sistemas impositivos encierran una concepción de derecha en tanto no se lucha para terminar en paz con la predominancia capitalista y poder encarar en el mundo un sistema impositivo basado en la circulación del dinero, que de otra manera no es posible.

Por eso nos parece hipócrita la actitud de la derecha, cuando en su persecución política habla de la ruta del dinero K, cuando en el Uruguay, el de las SAFI (Sociedades anónimas financieras), han existido y existen rutas de dinero que el país ha aprovechado, –muchas veces no tan bien como en el proceso de la crisis del 2001–, para que algo de eso quede en el país y genere trabajo, como supieron aprovechar de la coyuntura en una primera etapa los gobiernos del Frente Amplio.

De esto por lo general no se habla, como por ejemplo del novedoso impuesto aplicado por el gobierno de Macri en la Argentina a las exportaciones, en que por cada dólar exportado, el exportador paga una imposición fija en «pesos argentinos», es decir es un incentivo a la permanente devaluación del peso argentino que es en el que se cobran los sueldos y las pensiones. Es la concreción diabólica del sueño del ajuste permanente a los sectores dependientes de un ingreso fijo y en esa moneda. Ya aparecen comercios –carnicerías en Córdoba– que expenden sus productos al público en dólares.

Tal vez sea por eso la preocupación del Fondo Monetario y las constantes misiones, pues lo que para ellos es un peligro: la eliminación lisa y llana –como ocurrió en su momento en Ecuador– de la moneda nacional puede volver a ocurrir. El ataque al nivel de vida del pueblo argentino es brutal, lo que también preocupa al comando sur del ejército de EE.UU. por lo que una reacción frente a esto puede provocar en las fuerzas armadas argentinas por la tradición de sectores nacionalistas no atados a los imperialismo de turno, el inglés y luego el norteamericano, esté hoy asumiendo su función de gendarme de los complejos empresariales multinacionales que en pugna gobiernan el mundo. La Argentina de hoy es el de las bases militares de EE.UU, lo que afecta a la moral de su ejército.

Hoy que un país se dolarice y elimine su moneda nacional, no es ninguna afrenta a su soberanía, en el mundo el país más endeudado en dólares es EE.UU. y el país con mayor reservas en dólares es quién se va constituyendo en el centro del capitalismo mundial: China; lo que en economía política se estudió en su momento de la ventaja del señoreaje (la emisión de una moneda propia) ya prácticamente no existe.

Sostenemos que el mundo debe ir a una unidad monetaria única y universal, pero cuando hay países donde se esquilma al pueblo con un manejo por un lado del dólar y por otro de la moneda nacional, el que se hable un mismo lenguaje económico siempre es mejor para la gente.

En el Uruguay por esta razón no existen economistas partidarios opositores y aún de los otros, que propongan un cambio impositivo. Hablan de achicar el Estado, de achicar su asistencia, de poner trabas a los Consejos de Salarios.

El concepto de derecha con que se aplican los impuestos en el mundo colma sus expectativas y cargan sus dardos en estos centros y a la vez contra aquellos países que llaman populistas y responden a las necesidades populares, que por lo general al operar en el mercado capitalista muestran dificultades de gestión y corrupción para hacer algo diferente a lo que han sido las gestiones y prácticas corruptas en el hacer capitalista.

El desafío sigue siendo en la izquierda, aquí y en todo el mundo, el de abrir el debate en algo que se discute por parcelas y sin abordar el fondo del problema, que está estrechamente ligado a la caracterización de la crisis actual del sistema predominante y el programa necesario para poder encararla con beneficio para la humanidad.

En recientes declaraciones el prestigioso economista Cr. Enrique Iglesias destaca los valores de la política económica del Estado uruguayo, ubicándola en ese contexto cada vez más incierto de la economía mundial. Sin embargo también el omite caracterizar la crisis. Está faltando audacia para abrir el análisis a medidas que cada vez son más necesarias por el porvenir ecuménico.

Jorge Aniceto Molinari.
Lavalleja, 17 de setiembre de 2018.

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[:es]¿Por qué a la centroizquierda no le preocupa el imperialismo?, por Gabriel Delacoste.[:]

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La noción de imperialismo: vigencia y debates.

Lunes, 3 de septiembre de 2018 | Escribe: Gabriel Delacoste en Dínamo

El concepto de imperialismo es central para los principios, valores y definiciones de la izquierda. Movimientos y partidos de izquierda en distintas partes del mundo, entre ellos el Frente Amplio, se definen como «antiimperialistas». ¿Cuál es la vigencia y pertinencia de esta definición? ¿Qué aspectos del concepto se mantienen y cuáles han cambiado en las últimas décadas? Esta será la discusión de Dínamo este mes.


¿Por qué a la centroizquierda no le preocupa el imperialismo?

La palabra «imperialismo» no suele generar reacciones muy fuertes, aunque sí muy predecibles. En el mejor de los casos, es ignorada como un saludo a la bandera, y las más de las veces es recibida como una muestra de ingenuidad, de vejez o de dogmatismo. Se asume que el uso de esa palabra es solamente una muestra de adhesión tribal. Decir «competitividad» es científico, riguroso, responsable; decir «imperialismo» es ideológico, sesentista, panfletario.

Esta observación puede sonar increíble para los que sostienen que existe una hegemonía cultural de izquierda, pero lo cierto es que en las discusiones sobre el imperialismo, tanto en la izquierda como en las ciencias sociales, en la medida en que las hay, se suelen escuchar frases que parecen citas textuales del «manual del perfecto idiota latinoamericano». La globalización y el capitalismo son tomados como dados para, por lo menos, la mayoría de la centroizquierda.

En esta columna quisiera proponer la idea de que la izquierda, y de hecho también los diferentes «centros» (liberales y progresistas, y los que se dicen socialdemócratas), deberían dudar de la ridiculización noventosa de palabras (y conceptos) como «imperialismo» y empezar a plantearse seriamente preguntas sobre el rol de las potencias y del capital transnacional en la región como problema político de primer orden.

Si uno se pone a pensar, es verdaderamente insólito que estas discusiones ya no ocurran, después de las guerras de Irak, Libia y Siria, después de los drones del ex presidente estadounidense Barack Obama, después de que la «troika» aplastó a Grecia como a una cucaracha por intentar moderar el ajuste, después de que se destapó que el gobierno de Estados Unidos tiene acceso a todas las comunicaciones de todas las personas del mundo por intermedio de las multinacionales estadounidenses de la información. Más aun si pensamos en la forma en que las potencias y las multinacionales exigen tratados de libre comercio y de inversiones en los que las controversias se definen en tribunales fuera de la soberanía de los países y que imponen reglas de propiedad intelectual que solidifican las brechas tecnológicas. O si tenemos en cuenta que las grandes empresas se hacen crear zonas francas alrededor de sus perímetros y exigen que el Estado cree legislación e infraestructuras «ad hoc» para recibirlas. O si nos preocupa mínimamente la destrucción medioambiental a escala mundial, consecuencia, en buena medida, de la industria petrolera (a la que corremos el riesgo de subordinarnos si tienen éxito las prospecciones en nuestro territorio) y los ejércitos que la apoyan.

También si estudiamos la formación de las tecnocracias, la circulación de los intelectuales, el financiamiento de los «think-tanks» por parte de las potencias. Y también el ascenso de las ultraderechas, así como las redes transnacionales que lo sustentan, que tienen como centro a Estados Unidos. Basta pensar en las iglesias llamadas neopentecostales o en redes como la Red Atlas. El dominio de las potencias sobre la ciencia, la tecnología y la cultura de masas y las redes sociales es un fenómeno muy real, y basta detenerse a pensar unos minutos para darse cuenta de la gravedad que esto puede tener si se desea hacer cosas que no estén siempre alineadas con las potencias y el capital transnacional.

Sobre todo si tenemos en cuenta las intensas y permanentes intervenciones de Estados Unidos en esta región, abiertamente y en secreto (comprobadas cada vez que se desclasifican documentos), económica y políticamente, con presiones y con violencia, pero siempre a favor de los intereses de las clases dominantes, de la apertura de la economía y contra la izquierda, apoyando dictaduras cuando le son útiles y a la democracia cuando ya no, o cuando le sirve de excusa para intervenir.

Esto que estoy diciendo fue dicho miles de veces, y seguramente, si algún centrista sigue leyendo, a esta altura ya está perdiendo la paciencia con este desfile de obviedades. Pero si es tan obvio, ¿por qué la discusión sobre estos asuntos sigue recibiendo impaciencia y ridículo? Que estas reacciones provengan de la derecha es comprensible, pero no debería serlo que lleguen desde los que no están lejos de ser compañeros de la izquierda y que quizá alguna vez aspirarían a cobrarles algún impuesto a las grandes inversiones, a lograr algún grado de desarrollo tecnológico o a tener algún grado de autonomía política. Es decir, incluso un programa democrático y desarrollista de mínima debería preocuparse un poco más por la cuestión imperial, como bien lo hicieron muchos desarrollistas y los dependentistas (permítaseme decirlo) de los años 60, sobre quienes cayeron, primero, la censura y la represión, y luego, la ridiculización por parte de libros como el «perfecto idiota» y sus repetidores (no es un dato menor el hecho de que Mario Vargas Llosa, prologuista de ese libro, forme parte de la Sociedad de Mont Pelerin, principal agrupamiento del neoliberalismo global, estudiado por el historiador de las ideas estadounidense Philip Mirowsky).

Remarco que se trata de una ridiculización y de ataques, y no de argumentaciones. A veces pareciera que decir «te quedaste en los 60» fuera suficiente para cerrar una discusión sin tomarse el trabajo ni de pensar si efectivamente quien menciona al imperialismo está pensando como algún autor de los 60, ni de cuestionarse si no habrá algunas cosas que ocurrían en los 60 (o en los 50, o en el siglo XIX) que siguen ocurriendo.

Este tipo de no-discusiones tiene un claro aire de época. Emana de un sentido común que se formó entre los 80 y los 90, acompañando el triunfo de Estados Unidos (y del capital) en la Guerra Fría. En esos años, se desplegó una narración liberal-conservadora, liderada por autores como Samuel Huntington (que por cierto, trabajó para el National Security Council de Estados Unidos), según la cual lo que había ocurrido era una «ola de democratización», al mismo tiempo que desplegó otra narración, neoliberal, según la cual estaba sucediendo un proceso de globalización que no sólo era positivo, sino que además era inevitable.

Claro que mientras sucedía esto las izquierdas eran derrotadas en toda regla, en buena medida por sus propios errores, pero también por acertadas estrategias capitalistas e imperiales. Se recuerda mucho la caída del muro de Berlín, especialmente entre quienes después se convertirían en arrepentidos profesionales, pero no tanto que, más o menos en los mismos años, se estaban quebrando también la socialdemocracia europea (piénsese en la «vuelta en U» de François Mitterrand en Francia, en los pactos de Felipe González con la «casta» en España, en la «tercera vía» de Tony Blair en Inglaterra) y el Movimiento de los No Alineados (en manos de la «crisis de la deuda», comandada por actores imperiales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial). Mientras tanto, aquí operaban para la transición democrático-neoliberal «centristas» como Julio María Sanguinetti y Enrique Iglesias, asiduos participantes del Diálogo Interamericano, gran espacio de intercambio entre élites latinoamericanas y estadounidenses, documentado ampliamente por la investigadora uruguayo-mexicana Beatriz Stolowicz.

El neoliberalismo se hizo entonces tan hegemónico que buena parte de los que hasta entonces fueron de izquierda (ex comunistas, ex socialdemócratas, ex desarrollistas) adoptaron como propia, primero como concesiones pragmáticas y luego como convencimientos ideológicos, buena parte de los postulados neoliberales (recordemos que, como dice David Harvey, «neoliberalismo» es una forma de llamar a la ofensiva imperial-capitalista que se inicia en la década de 1970).

Cabría preguntarse si estos anti-antiimperialistas de centro niegan la existencia del imperialismo, o si sostienen que el imperialismo existió pero no existe más, o si existe pero no es relevante para analizar la política a nuestra escala, o si importa pero no puede ser derrotado. O, quizá, que muchos de los desarrollos que mencioné antes en realidad son positivos porque implican una mayor eficiencia y posibilidades de crecimiento económico. A veces, estas ideas se confunden, y sería bueno que se aclararan, para que esta discusión pudiera encararse con menos eslóganes y más seriedad.

Si el imperialismo fuera un problema, habría que pensar en soluciones. Habría que pensar en cómo la idea de «competitividad» subordina a los países al capital, habría que buscar la forma de crear coaliciones sur-sur, habría que evaluar la posibilidad de deshacer los compromisos asumidos que nos atan a un sistema que beneficia a otros, y de no asumir nuevos. Habría que pensar en qué medida la integración regional podría ayudar a superar los límites que impone el tamaño de nuestra economía (lo que implicaría revisar por qué viene fracasando), en la posibilidad de acciones políticas (y sindicales) transnacionales que permitieran enfrentar al capital y a las potencias en escalas que superen la nacional, o en la posibilidad de firmar tratados en los que los países se comprometan a no hacer «dumping» social o impositivo en la competencia. O quizá saquemos la conclusión de que el Estado contemporáneo está tan atado al capitalismo global que hay que darlo por perdido y pasar a otro tipo de estrategias de resistencia y construcción. O que, al contrario, es posible recuperar la soberanía, ya que si el régimen capitalista global fue en buena medida creado por los estados, son estos los que tienen que deshacerlo, como dicen los investigadores canadienses Leo Panitch y Sam Gindin. En todo caso, son discusiones que es necesario tener.

Necesitamos entender que nuestras «estrategias de desarrollo», que no piensan políticamente los problemas y toman al capital sólo como un factor de producción y a las potencias sólo como mercados a acceder, son activamente contraproducentes para resolver estos problemas, y que sus soluciones «pragmáticas» hipotecan el futuro de nuestra economía, nuestra democracia y nuestro medioambiente. Si los anti-antiimperialistas dicen que echarle la culpa de todo al imperio es no hacerse cargo, habría que preguntarles a ellos en qué medida se están haciendo cargo de los problemas aquí planteados.

Para dar esta discusión existe una abundante literatura, producida en buena medida en algunas de las universidades más prestigiosas del mundo (hablando de imperialismo, ubicadas mayormente en el norte). Aquí mencionamos algunos de sus autores: Philip Mirowsky, David Harvey, Leo Panitch, Sam Gindin y Beatriz Stolowicz tendrían que ser mucho más discutidos, junto con Michael Hardt, Antonio Negri, Giovanni Arrighi y otros.

Los aparentes cambios de orientación de Estados Unidos bajo el gobierno de Donald Trump, la crisis de las «economías emergentes» en Argentina y Turquía, el «apartheid» global que levanta muros entre las razas y los continentes, el ascenso de China, la conciliación de autoritarismos capitalistas en países como India o Brasil, la corrupción generalizada de las clases políticas (y de los empresarios que las corrompen), las revoluciones tecnológicas en manos de gigantes no especialmente benévolos como Google, Facebook y Bayer-Monsanto, y el desafío global de la crisis ambiental, nos presentan problemas urgentes, en los que el poder de las potencias capitalistas y del capital es ciertamente parte del problema y no de la solución.

Estos problemas tenemos que enfrentarlos con inteligencia y creatividad, mirando la información con la que contamos y consultando la historia, y no basándonos en dogmas ideológicos de hace 30 años (lo siento, centristas, ahora les toca a ustedes ponerse viejos) según los cuales el mundo avanza tranquilamente hacia una era de democracia de mercado o, si esta está en peligro, no es por la brutal desigualdad y la forma en que esta destruye la democracia, sino por malvados e irresponsables «populistas». La construcción de lo que enfrente esta situación está en pleno desarrollo, y cuanto antes dejemos de reproducir ideas que sirven a otros, antes vamos a poder pensar con nuestras propias cabezas.

Gabriel Delacoste es licenciado en Ciencia Política.

Enlace del artículo original en castellano:

https://ladiaria.com.uy/articulo/2018/9/por-que-a-la-centroizquierda-no-le-preocupa-el-imperialismo/

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[:es]Facebook.[:]

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Facebook.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Facebook es una técnica atrapante, desnuda todo el pensamiento humano, desde el más bajo y ruin al más altruista, pero así somos y lo bueno es debatir.

El comunismo es uno de los temas más envolventes por aquello de que es un fantasma que sigue recurriendo el mundo.

Hay una publicación digital en facebook que se auto denomina Debate Batllista que dice esto que reproducimos y que motiva un intercambio del cual podemos sacar enseñanzas.


Debate batllista.

El dilema existencial del comunismo…

El Comunismo en su modelo que a nivel mundial prácticamente no existe. Sólo quedan algunos bastiones y nada más… aquellos países que lo padecieron sucumbieron en la miseria y en la pobreza absoluta padeciendo sus pueblos auténticas penurias…, pero el Comunismo es alrededor del Mundo con sus colectividades una extraña mezcla de personas que poco bueno le han brindado a la Sociedad que componen y que además están impregnados de «odios y resentimientos» hacia el prójimo, a veces poco explicables racionalmente, teniendo características muy peculiares, entre otras por ejemplo:


Sueñan, ambicionan y anhelan con repartir la riqueza… pero la ajena, no la propia. Jamás han dado un ejemplo propio de reparto de su propia riqueza por más pequeña que sea en pos de ayudar al otro y por más difíciles que sean las circunstancias que este tenga…

Siempre se sienten perseguidos y se victimizan, cuando en realidad imparten siempre «soberbia y prepotencia» cuando hablan y se refieren a los demás…

Siempre sus Derechos para ellos están por encima del resto, sino ya dicen ser discriminados… quedando claro que para los comunistas nunca sus Derechos terminan cuando empiezan el del otro…

Se creen los dueños de la «razón» por más que la verdad y la realidad demuestren lo contrario. A tal punto que usan el agravio, la mentira y el insulto para desvirtuar al prójimo mezclando muchas veces temas que no vienen al caso…

Odian a aquel que usa a la «verdad» con argumentos valederos cuando se debate una idea…

Odian a las dictaduras militares de Derecha pero idolatran y veneran a los dictadores militares de Izquierda que han hecho pasar penurias y angustias a sus Pueblos, como por ejemplo a Castro en Cuba, Chávez en Venezuela, etc…

Tienen un concepto distinto de democracia al resto de la Sociedad, dicen que existe la democracia unipartidaria cosa que va en contra del auténtico concepto de ésta o por ejemplo en Venezuela que según para ellos hay democracia pero con «presos políticos» que fueron detenidos por el solo hecho de pensar distinto y con ello bastó para encarcelarlos, cuando el verdadero concepto de democracia es otro muy distinto, lo que hay es una anarquía a lo cual los Comunistas gustan de esta palabra…

No aceptan muchas veces críticas ni opiniones de aquellos que piensan distinto a ellos, pero si ellos pueden criticar y opinar de los demás libremente si nos oponemos a que lo hagan nos argumentan que violamos la «Libertad de Expresión y Pensamiento»…

Tienen en su estigma una ambición desmedida por el «Poder»…

Dicen a los suyos odiar al «Capitalismo», pero viven, andan, y disfrutan de un bienestar como «Capitalistas»…

Muestran poca empatía por aquellos que están pasando por momentos difíciles y cuando aquellos que ya no los acompañan con sus propósitos son rechazados y dejados de lado…

Para los comunistas, hay ciertas «Libertades» que les molestan…

Viven atados y ligados al pasado en forma constante no permitiéndoles ver el presente tal cual es y menos proyectarse al futuro…

Usted votaría a un comunista de presidente… Yo no, y las razones para ello ya las nombré.

Gracias.


Buen descanso para todos…

Jorge Aniceto Molinari: Marx analizó el capitalismo como un modo de producción que iba a llegar a todo el planeta, que como los modos de producción anteriores, nacía, se desarrollaba y luego declinaba que es lo que hoy está sucediendo, pero jamás propuso un sistema competitivo con el capitalismo sino defender al pueblo de sus consecuencias para preparar la transición futura a un sistema superior. Tanto es así que hoy el centro del capitalismo está pasando a ser China que está gobernada por el Partido Comunista. El problema es que la mayoría de los que hoy se dicen comunistas nunca han leído y estudiado a los maestros y se manejan por las idioteces que hoy dice la derecha.

Guillermo: Idioteces que le escuché en innumerables ocasiones a Rodney Arismendi, que por supuesto de esto algo sabía y conscientemente nos engañaba a todos. Evidentemente no había leído ni analizado a Marx, por favor Molinari no culpes a la derecha de culpas del PC.

Jorge Aniceto Molinari: Querido Guillermo, deberías hacer un exámen de tu vida, para valorar lo que has aprendido y de lo que nos queda por aprender. Cuando se dicen cosas de Marx que son falsas, y las dice la derecha y la izquierda, las marco y tú me hablas de culpas pero una vez más omites analizarlas. Lo que repite Ramón de Marx es falso y no es él el culpable cuando tipos como vos que siguieron a Arismendi en su momento, reparten culpas.

Guillermo: Para recordar lo que Arismendi y otros nos decían de Marx no necesito examinar mi vida y menos toda mi vida. Tanto la derecha como la izquierda me han mentido, cosa que hoy en día no me sorprende, pero lo que más me pesa es haberlas creído en su momento. ¿Cómo puedo analizar algo que en el fondo es mentira y además me interesa muy poco?

Jorge Aniceto Molinari: Es importante, pero casi seguro que no me expresé bien. En el Uruguay quienes mejor conocieron el pensamiento de Marx, fueron José Batlle y Ordoñez y Carlos Quijano. Batlle además tuvo posibilidad de aplicarlo y lo aplicó, pero como Marx nunca se dijo «marxista» y tipos como vos que se dijeron marxistas nunca estudiaron a Marx se manejaron por sus supuestos mentores. No es nuevo esto. Los cristianos pocas veces tienen que ver con Cristo.

Guillermo: Y lo que pasó pasó, me alegro que Marx no sea Marxista, Lenín no es leninista y Batlle no es batllista, si marxista y Quijano no es blanco sino filocomunista. Me vas a enloquecer…

Jorge Aniceto Molinari: Ese es tu problema por seguir la corriente y no analizar dónde estás parado. No me creas a mí, estudia. Hoy hay muchos anticomunistas que de China no se animan a hablar, no entienden. Ahora que en supuestos izquierdistas ocurra lo mismo es de terror. Y te repito, China es en desarrollo el centro del capitalismo mundial y eso no niega los análisis de Carlos Marx, los confirma, pero obliga además a pensar una transición que Mujica insinuó en la ONU –septiembre 2013– y que luego reculó en chancletas.

Hasta aquí el intercambio.

Producto de la crisis la ciencia que hoy está más retrasada es la economía. Ahora como esa misma crisis golpea duramente, nosotros sentimos la necesidad de poner en discusión centros que necesariamente deben debatirse para entender dónde estamos y que medidas hay que adoptar.

Con el juego de las monedas la derecha creía que solo iba a acogotar a Venezuela y hoy surge lo de Argentina que a nosotros no nos toma de sorpresa en tanto lo venimos analizando.

En las últimas horas ha estado en el tapete en Argentina la dolarización, y aparentemente han optado por la política de retenciones tan vapuleada por la derecha en el gobierno de Cristina Fernández.

Solo aparentemente porque el impuesto que ahora se instrumenta se licua con el aumento del dólar, el impuesto es en pesos argentinos, un siniestro pasaje de recursos del pueblo a la oligarquía, que es lo que hoy hace también en América una derecha alentada por la incapacidad de gestión de la izquierda donde pululan los oportunistas, ante la falta clara y precisa de un programa que defina en forma concreta su conducta frente al manejo de las monedas y de los impuestos (Mujica septiembre del 2013 en la ONU).

Recordemos que EE.UU. es el país más endeudado en dólares y que China es a su vez el que tiene mayores reservas en esa moneda. Hemos dicho además que si por ejemplo México dolarizara su economía no habría muro posible de separación entre esos dos países y quienes hoy se oponen a esa medida son precisamente los que usufructúan del juego de que haya diferentes monedas.

Argentina hoy juega al borde del precipicio con las penurias del propio FMI que no la puede dejar caer, pero tanto da el cántaro a la piedra que al final…

De todos modos lo prioritario es analizar y concluir en un programa ecuménico para afrontar la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista que tan magistralmente analizara Carlos Marx y Federico Engels y posteriormente Lenin, mal que les pese a los analistas de derecha y a los malos izquierdistas.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 1º de setiembre de 2018.

Enlace del artículo original en castellano:

http://www.uypress.net/auc.aspx?89631

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[:es]La cruz de los caminos.[:]

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La cruz de los caminos.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El feriante de mi barrio me comenta como va a encarar el cambio y los costos que le significa el traslado del mercado del cual se abastece y reflexiona sobre porque hay gente que siendo muy rica siempre quiere más.

Me dice de su incógnita por saber que han llegado al Uruguay, cubanos y venezolanos con una excelente preparación, buscando hacer dinero, pensando que en esos países se vive peor que en el nuestro. Se lamenta no haber seguido estudiando cómo le decían sus familiares que lo hiciera, aunque dadas estas circunstancias se cuestiona que el trabajo decente y esforzado esté dando hoy satisfacciones a la gente.

Esteban Valenti culmina una de sus notas con esta frase: «No los puedo convocar a nada, no tengo la autoridad, ni la fuerza y posiblemente ni siquiera las ganas, solo puedo compartir mis naufragios y mi tristeza» (Uypress, columna del 30‑5‑2018).

¿Qué tienen que ver una cosa con la otra?: que me sirven para explicar algo de lo que hoy está pasando en el mundo y de cuál es mi visión sobre ello.

Hay países en el mundo, donde la crisis aún no se expresa, hoy el motor del capitalismo, su centro, está en China y en los países de su entorno. ¿Paradoja?: el centro del desarrollo actual del capitalismo «gobernado» por un poderoso Partido Comunista.

Lo hemos explicado con claridad (suponemos) de que todas las revoluciones han ensanchado la base social del capitalismo, no podía ser de otra manera, han aumentado la capacidad de los «consumidores», lo que fue el Reino Unido, como base central del capitalismo, pasó luego a EE.UU. y hoy está pasando rápidamente a China. Los límites económicos «capitalistas» posibles del planeta están ahí.

El feriante proyecta y acomoda su vida a las vicisitudes que el mercado le plantea todos los días, su horizonte es cumplir con una tarea que le permite vivir, y aún así siente que algo no está marchando bien.

Esteban, en la lucha de clases, siempre ha levantado modelos para confrontar con los existentes –particularmente en estos últimos tiempos en el plano nacional y nos confiesa su fracaso y nos acerca sus reflexiones al menos contradictorias, pero válidas.

En las ciencias sociales, a diferencia de las otras ciencias, siempre es más difícil comprender que hay reglas que respetar hasta tanto la humanidad no esté en condiciones de superarlas. No es como en la física que quién intenta un modelo diferente al que establece la vigencia de la ley de la gravedad está destinado al fracaso, por ejemplo, claro si ello se lo quiere aplicar a la lógica en que se desenvuelve la naturaleza.

En las ciencias sociales tal vez cuesta entender que es el propio sistema económico predominante que en su necesidad de competencia estimula la existencia de modelos confrontativos, de corta vida (algunos han durado 70 años) y destinados al fracaso. Así intenta justificar su vigencia y su «atemporalidad».

Salir de esta lógica no es sencillo, más cuando en la izquierda ha predominado la que impuso la derrota de Lenin en 1924, derrota que la derecha por la propia dinámica de su pensamiento trató de utilizar para arrastrar a la condena a todo el trabajo ideológico de Marx y Engels.

Sin embargo la crisis y sus naufragios, hace que con más fuerza que nunca emerjan todas aquellas enseñanzas que sobre la sociedad y su desarrollo aún no han sido superadas.

Algunos ejemplos sencillos: los seres vivos, nacen, se desarrollan y mueren, los modo de producción también nacen, se desarrollan y mueren, aunque su dinámica tiene reglas propias, como por ejemplo de que ningún modo de producción abandona el escenario de la historia sin agotar todas sus posibilidades y que su superación no se produce por el choque de modelos sino que en el propio proceso de agotamiento y agostamiento surgen medidas que al tomarse señalan el nacimiento de un nuevo modo de producción superior.

En la izquierda predomina aún el estatismo que introdujo la derrota de Lenin en 1924 –siempre aclaramos que en casos puntuales y coyunturales el estatizar puede ser el único camino para preservar el aparato productivo, que fue lo que hizo la revolución rusa– y hasta ahora ha predominado la incapacidad para visualizar medidas universales que permitan entrar en la transición, como la moneda única y universal y un sistema impositivo basado en la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y a los sistemas impositivos basados en el consumo, el salario y las pensiones. De la rentabilidad como motor de capitalismo y de todo su sistema empresarial, a la rentabilidad en beneficio de la sociedad toda, administrada y controlada por los organismos que esta determine. Dar a la democracia el marco universal sobre las organizaciones existentes que hoy no tiene. Dar al trabajo su valor de beneficio para la sociedad y no para la rentabilidad de los capitales, que hace que hoy su crisis, su escasez afecte duramente a la composición orgánica del tejido social. El llamado fenómeno de la violencia en todas sus formas.

¿Serán las Naciones Unidas, será el Banco Mundial, será el Fondo Monetario Internacional?, no lo sé en concreto, si sé que deberán crearse instrumentos organizativos que permitan que lo mejor de la humanidad pese y decida en la organización democrática del desarrollo futuro.

Hoy la guerra que se extiende destruye pueblos y acorta los plazos de la convivencia, ¿qué puede hacer el mundo organizado para detenerla y proyectar una acción de reconstrucción humana en todo el planeta? Pues precisamente levantar de inmediato el programa de moneda única universal, y la provisión de recursos presupuestales para esta tarea a partir de los impuestos basados pura y exclusivamente sobre la circulación del dinero.

Cuando esto escribo sucede lo de España, cae Rajoy, líder –sin proponérselo– de la derecha que hace punta universal contra el gobierno de Maduro en Venezuela, victima –otra más, ahora en la derecha– de la corrupción o de lo que ella impone en las relaciones sociales actuales en que prevalecen los paraísos fiscales y los estudios jurídicos y contables encargados de la circulación «legal» del llamado dinero «sucio» del capitalismo real.

¿Podrá Pedro Sánchez emerger del descreimiento general y liderar una transformación que el mundo necesita y de la cual España solo es una parte? ¿Podremos ayudarlo a pensar con cabeza universal, cuando hoy lo que abundan son las estrecheces de las miradas regionales y de comarca? Somos de los que pensamos en que es posible y tratamos de ayudar a que lo sea, por aquello de: España bendita tierra, que nos tiene atragantados desde la derrota de la República.

Escrita esta nota Esteban Valenti recuerda en un nuevo análisis en Uypress estas dos frases de Carlos Marx, que bien valen para ejemplificar lo que analizamos:

«Si la burguesía «mantiene la injusticia en las relaciones de propiedad» políticamente, es decir, por medio del poder del Estado, no quiere decir que la cree. «La injusticia en las relaciones de propiedad» condicionada por la moderna división del trabajo, por la forma moderna del cambio, por la competencia, la concentración, etc. no brota ni mucho menos del poder político de la clase burguesa, sino que, por el contrario, es el poder político de clase burguesa el que brota de estas modernas relaciones de producción, que los economistas burgueses proclaman como leyes necesarias y eternas».

Y agrega «Por tanto, si el proletariado derroca el poder político de la burguesía, su victoria no pasaría de ser pasajera, sería solamente un cambio al servicio de la misma revolución burguesa, como lo fue en el año 1794, mientras la historia misma, en su desarrollo, en su «movimiento», no se encargue de crear las condiciones materiales que hagan necesaria la abolición del modo de producción burgués y, por tanto y a la par con ello, el derrocamiento definitivo del poder político de la burguesía». Lo escribió en 1847…

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 30 de mayo de 2018.

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[:es]Argentina dividida por la moneda.[:]

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Argentina dividida por la moneda.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Un sector predominante en la sociedad argentina –no es exclusivo, sucede en el mundo- maneja la llamada «moneda fuerte»; los trabajadores y el muy común de la gente, en este caso, el peso argentino. La oligarquía y los descamisados o más groseramente dicho: en el Uruguay los «auto convocados» y los trabajadores rurales asalariados.

Aunque sería más prolijo en el caso de Uruguay distinguir en el manejo particularmente del dólar a quienes manejan el precio de la tierra y la financiación de la actividad, en su mayor parte, por fuera del control bancario, minoría en medio de emprendimientos grandes, medianos y pequeños, que asumen riesgos empresariales.

Diría don Atahualpa Yupanqui «hay diferentes montones, cuando el pobre va para el montón del rico, tras los equivoco vienen los perjudico».

No compartimos el juicio de don Ata, pues se trata de no legitimar la existencia de esos montones, pero cuanto de verdad de vida encierran.

En el mundo, particularmente después de la dolarización de Ecuador y de la crisis irreversible de la predominancia del capitalismo, que donde se expresa es entre otros centros en la moneda; nadie nos ha podido explicar qué ventaja aparte de la que significa a determinados grupos, tiene para las nacionalidades el manejo de una moneda propia en la economía actual.

Mientras en el gobierno de Macri, como antes en el de Jorge Batlle en el Uruguay los dólares hacen cola en los «aeropuertos» –internet mediante– para colocarse a buen resguardo en el mundo financiero internacional, el Fondo Monetario Internacional discute los ajustes en pesos argentinos que el gobierno deberá hacer para poder cumplir con sus obligaciones en dólares y mantener así su vinculación con el mercado mundial.

Demasiado simple de entender sino fuera parte de la trama canallesca que hoy se hace contra el nivel de vida de los pueblos por la sencilla razón de la existencia en aumento de la baja de la rentabilidad de las colocaciones capitalistas. El agostamiento de la tasa general de ganancia que analizara Carlos Marx.

¿Qué se está negociando entonces? El FMI no puede dejar caer a Argentina, como antes no pudo dejar caer a Grecia, antes tenía a las estructuras militares de su lado, Chávez les arruinó el pastel. Para hablar de un ejemplo puntual dentro de muchos que fueron creando esta realidad.

Sabe que si en el mundo existiera una sola moneda universal como insinuó Mujica en la ONU (setiembre 2013) la joda tendría fin, al menos en el tema moneda, nos quedaría el otro ítem fundamental: los impuestos, que en el caso de Argentina se muestran claramente que el objetivo Macri es aplicárselo a los que no manejan el dólar, dejando libre de impuestos a los que manejan el dólar.

¿Terrible, no? Pero real, sin embargo nosotros no decimos que no haya que negociar con el FMI, por el contrario que pasaría si la propuesta de moneda única universal y sistema impositivo basado en la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y a los actuales sistema impositivos basados sobre el consumo, los salarios y las pensiones, fuera propuesto con fuerza de masas en su seno, en el Banco Mundial, en la propia ONU, y en cada uno de los organismos que tienen que ver con la vida de la gente.

¿Deberemos pasar por nuevas experiencias traumáticas, mayores aún de las que hoy vivimos en el mundo para que la «izquierda» asuma su responsabilidad de tener un programa para el mundo?

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 13 de mayo de 2018.

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[:es]La muralla china, el muro con México.[:ca]La muralla xinesa, el mur amb Mèxic.[:]

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La muralla china, el muro con México.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

A continuación y de acuerdo a nuestra práctica, una nota para pensar y luego la comentamos:

China es dueña de la reserva en divisas más elevada del mundo.

Bandera china.China es dueña de la reserva en divisas más elevada del mundo, dijo hoy el gobernador del Banco Central del país asiático, Zhou Xiaochuan, quien aconsejó sin embargo «no sobrerreaccionar» ante la acumulación monetaria.

En declaraciones al Diario del Pueblo, Zhou dijo que «China todavía posee la mayor reserva de divisas del mundo, mucha más que el segundo país de la lista».

Aún así, apuntó, no hay necesidad de que el país sobrerreaccione a las amplias existencias de divisas, a la hora de elaborar sus políticas.

En una conferencia de prensa en el marco de las «Dos Sesiones», el gobernador del ente central chino dijo que las reservas ascendían a tres billones 500 mil millones de dólares a fines de febrero, un aumento de seis mil 900 millones de dólares respecto a enero. El leve aumento también puso fin a una baja de siete meses.

Los últimos datos publicados por la Administración Estatal de Divisas de China demuestran que el gobernador destacó que dichas reservas también incluían algunas partidas innecesarias de dinero, y explicó que la reserva de divisas de China inició una rápida carrera desde el 2002.

Tras la crisis financiera mundial, el flujo de capitales desde los países desarrollados adoptó un aumento considerable de medidas cuantitativas flexibles hacia los mercados emergentes.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) calcula la liquidez creada por los países desarrollados en unos unos 4.2 billones de dólares.

Zhou agregó que al menos un tercio de ese dinero fluyó hacia China. Con la recuperación económica de algunos países desarrollados, esos capitales de menor afluencia y estabilidad fluirán de nuevo, señaló.

«Por tanto, la tendencia en la caída de las reservas en moneda extranjera de China es un fenómeno normal», argumentó.

A su vez, el vicegobernador del Banco Popular de China, Yi Gang, destacó que el RMB, la divisa china, se encuentra en el primer nivel de monedas internacionales después de que fue incluido por el FMI en el Derecho Especial de Giro (DEG).

Pan Gongsheng, diputado de la APN, en su intervención en la misma conferencia de prensa, informó que se han producido algunos cambios estructurales hacia una mejor dirección en los tenedores de activos.

«Hace varios años, alrededor del 70-80 por ciento de las reservas fueron retenidas por los órganos gubernamentales, mientras que al final del año pasado, alrededor del 50 por ciento de ellas fueron mantenidas en órganos gubernamentales y otro 50 por ciento en entidades del mercado», dijo.

(Información de Notimex).


Nuestro comentario:

Jorge Aniceto Molinari.El Presidente Trump va a completar el muro de separación de EE.UU. con Méjico, tal lo que dicen las informaciones más recientes.

Ahora que pasaría si en función de la nota que comentamos, Méjico decidiera por sí y ante sí eliminar su signo monetario y pasarse al dólar, como hizo la derecha en Ecuador hace ya unos cuantos años y cuando aún no teníamos la baja pronunciada en el precio del petróleo.

Bueno, bueno,… ya estaríamos escuchando las críticas impiadosas de todos los teóricos monetaristas, con raíz en los siglos pasados, que para desarrollar sus teorías necesitan de las llamadas soberanías monetarias, punto de apoyo de las «burguesías nacionales» en una importante etapa del desarrollo del capitalismo.

También estaríamos perjudicando a los que manejan la moneda particularmente en Méjico, lo cual es todo un negocio, como lo viene mostrando aún en posiciones antagónicas los procesos de Argentina y Venezuela.

No conozco, –no estoy diciendo que no exista, trabajo alguno–, partiendo de la hipótesis de una moneda única y universal, en tanto Lord Keynes hizo la propuesta a la salida de la segunda guerra mundial y los grandes conglomerados empresariales multinacionales trabajan en sus movimientos económicos y financieros sobre la base de una canasta de monedas y los seguros correspondientes, una especie de valor universal, aun cuando en sus pugnas siempre es un elemento de inestabilidad intrínseca al propio sistema.

De lo que si estamos seguros es que en esta hipótesis el muro del Presidente Trump pasaría a mejor suerte. Hoy los muros y los impedimentos fronterizos son un duro negocio contra la gente, el gran capital, el gobierno del mundo en manos de los complejos empresariales multinacionales no tiene problemas de fronteras, en su poder están hoy todas las posibilidades tecnológicas de la humanidad y el dinero se derrama –con todas sus consecuencias– hasta los límites mismos de las posibilidades concretas de rentabilidad para los inversores del sistema.

Sus problemas devienen con que los límites posibles de la tasa de ganancia cada vez se agostan más.

Las reservas chinas son hoy un poderoso instrumento que podría ser utilizado en beneficio de la humanidad si esta, o mejor dicho lo mejor de esta se pusiera de acuerdo en dar muerte en paz a la predominancia del capitalismo e instrumentara una moneda única y universal, y diera lineamientos para dar muerte a los paraísos fiscales e implantar un sistema impositivo exclusivo sobre la base de la circulación del dinero.

¿Qué falta para ello?: voluntad política; hoy a 100 años de la revolución rusa sabemos leyendo a Lenin, que eso se construye, fundamentalmente cuando las condiciones han ido madurando.

Es esa falta de voluntad política lo que hoy traba la posibilidad para la humanidad de planificar una actividad económica en beneficio de la gente, en la rentabilidad de las empresas del modo de producción capitalista ya no es posible.

Planificar el trabajo humano, preparando y utilizando –remunerada adecuadamente– toda la mano de obra disponible en la humanidad a la predominancia de este sistema le es inalcanzable.

Podríamos si entonces hablar de un objetivo importante para construir un «modelo socialista» para la humanidad, definición que hoy es factor de desorientación en la izquierda auto enredada en sus construcciones estatistas.

La contradicción que debemos resolver –la voluntad política– es entre la perdida permanente de puestos de trabajo dignos en la predominancia de este modo de producción y la posibilidad real de desarrollar emprendimientos de beneficio colectivo e individual capaces esos si de preparar y utilizar esa mano de obra disponible.

No faltara quien nos diga: «eso lo deben hacer los Estados», nuestra respuesta es contundente: el tiempo de esa posibilidad para los Estados ya pasó –sin desconocer que aún pueden tener tareas muy importes, coyunturales, de defensa de la gente– pero el futuro de la humanidad ya no estará en manos de las burocracias estatales y se abre entonces todo un capitulo de análisis sobre que organismos necesita la humanidad que sin burocracia construyan el futuro superando esta etapa donde la extensión y profundización de la guerra es una tragedia suicida.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 18 de marzo de 2017.

[:ca]

La muralla xinesa, el mur amb Mèxic.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

A continuació i d’acord a la nostra pràctica, una nota per pensar i després la comentem:

Xina és propietària de la reserva en divises més elevada del món.

Bandera xinesa.Xina és propietària de la reserva en divises més elevada del món, va dir avui el governador del Banc Central del país asiàtic, Zhou Xiaoxuan, qui va aconsellar però «no sobrereaccionar» davant l’acumulació monetària.

En declaracions al Diari del Poble, Zhou Va dir que «la Xina encara posseeix la major reserva de divises del món, molta més que el segon país de la llista».

Tot i això, apunten, no hi ha necessitat que el país sobrerreaccioni a les àmplies existències de divises, a l’hora de treballar sobre polítiques.

En una conferència de premsa en el marc de les «Dues Sessions», el governador de l’ens central xinès va dir que les reserves ascendien a tres bilions 500.000.000.000 de dòlars a finals de febrer, un augment de sis mil 900 milions de dòlars respecte a gener. El lleu augment també va posar fi a una baixa de set mesos.

Les últimes dades publicades per l’Administració Estatal de Divises de la Xina demostra que el governador destaca que aquestes reserves també incloïen algunes partides innecessàries de diners, i explica que la reserva de divises de la Xina va iniciar una ràpida carrera des del 2002.

Després de la crisi financera mundial, el flux de capitals des dels països desenvolupats ha adoptat un augment considerable de mesures quantitatives flexibles cap als mercats emergents.

El Fons Monetari Internacional (FMI) calcula la liquiditat creada pels països desenvolupats en uns uns 4.2 bilions de dòlars.

Zhou ha afegit que almenys un terç d’aquests diners va fluir cap a la Xina. Amb la recuperació econòmica d’alguns països desenvolupats, aquests capitals de menor afluència i estabilitat fluiran de nou, ha assenyalat.

«Per tant, la tendència a la caiguda de les reserves en moneda estrangera de la Xina és un fenomen normal», va argumentar.

Al seu torn, el vicegovernador del Banc Popular de la Xina, Yi Gang, va destacar que el RMB, la divisa xinesa, es troba en el primer nivell de monedes internacionals després que va ser inclòs per l’FMI en el Dret Especial de Gir (DEG).

Pan Gongsheng, diputat de la APN, en la seva intervenció en la mateixa conferència de premsa, ha informat que s’han produït alguns canvis estructurals cap a una millor direcció en les forquilles d’actius.

«Fa uns quants anys, al voltant del 70-80 per cent de les reserves van ser retingudes pels òrgans governamentals, mentre que al final de l’any passat, al voltant del 50 per cent d’elles van ser mantingudes en òrgans governamentals i un altre 50 per cent en entitats del mercat», va dir.

(Informació de Notimex).


El nostre comentari:

Jorge Aniceto Molinari.El president Trump va a completar el mur de separació dels EUA amb Mèxic, tal el que diuen les informacions més recents.

Ara què passaria si en funció de la nota que comentem, Mèxic decidís per si mateix i davant seu eliminar el seu signe monetari i passar-se al dòlar, com va fer la dreta a Equador fa ja uns quants anys i quan encara no teníem la baixa pronunciada en el preu del petroli.

Bé, bé,… ja estaríem escoltant les crítiques impietoses de tots els teòrics monetaristes, amb arrel en els segles passats, que per desenvolupar les seves teories necessiten de les trucades sobiranies monetàries, punt de suport de les «burgesies nacionals» en una important etapa del desenvolupament del capitalisme.

També estaríem perjudicant als qui manegen la moneda particularment a Mèxic, la qual cosa és tot un negoci, com es veu mostrant encara en posicions antagòniques els processos d’Argentina i Veneçuela.

No conec, –no estic dient que no existeixi, cap treball–, partint de la hipòtesi d’una moneda única i universal, en tant Lord Keynes va fer la proposta a la fi de la segona guerra mundial i els grans conglomerats empresarials multinacionals treballen en els seus moviments econòmics i financers sobre la base d’una cistella de monedes i les assegurances corresponents, una mena de valor universal, tot i que en les seves pugnes sempre és un element d’inestabilitat intrínseca al propi sistema.

Del que si estem segurs és que en aquesta hipòtesi el mur del President Trump passaria a millor sort. Avui els murs i els impediments fronterers són un dur negoci contra la gent, el gran capital, el govern del món en mans dels complexos empresarials multinacionals no té problemes de fronteres, en el seu poder estan avui totes les possibilitats tecnològiques de la humanitat i el diners es vessen –amb totes les seves conseqüències– fins als límits mateixos de les possibilitats concretes de rendibilitat per als inversors del sistema.

Els seus problemes esdevenen amb que els límits possibles de la taxa de guany cada vegada s’esgoten més.

Les reserves xineses són avui un poderós instrument que podria ser utilitzat en benefici de la humanitat si aquesta, o millor dit el millor d’aquesta es posés d’acord en donar mort en pau a la predominança del capitalisme i instrumentés una moneda única i universal, i donés alineaments per donar mort als paradisos fiscals i implantar un sistema impositiu exclusiu sobre la base de la circulació dels diners.

¿Quan manca per això?: voluntat política; avui a 100 anys de la revolució russa sabem, llegint a Lenin, que això es construeix, fonamentalment quan les condicions han anat madurant.

És aquesta manca de voluntat política el que avui trava la possibilitat per a la humanitat de planificar una activitat econòmica en benefici de la gent, en la rendibilitat de les empreses de la manera de producció capitalista ja no és possible.

Planificar el treball humà, preparant i utilitzant –remunerat adequadament– tota la mà d’obra disponible de la humanitat dins la predominança d’aquest sistema li és inabastable.

Podríem sí llavors parlar d’un objectiu important per construir un «model socialista» per a la humanitat, definició que avui és factor de desorientació en l’esquerra acte enredada en les seves construccions estatistes.

La contradicció que hem de resoldre –la voluntat política– és entre la pèrdua permanent de llocs de treball dignes a la predominança d’aquesta manera de producció i la possibilitat real de desenvolupar iniciatives de benefici col·lectiu i individual capaços aquests de preparar i utilitzar aquesta mà d’obra disponible.

No faltaria qui ens digui: «això ho han de fer els Estats», la nostra resposta és contundent: el temps d’aquesta possibilitat per als Estats ja va passar –sense desconèixer que encara poden tenir tasques molt imports, conjunturals, de defensa de la gent– però el futur de la humanitat ja no estarà en mans de les burocràcies estatals i s’obre llavors tot un capítol d’anàlisi sobre quins organismes necessita la humanitat que sense burocràcia construeixin el futur superant aquesta etapa on l’extensió i aprofundiment de la guerra és una tragèdia suïcida.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 18 març 2017.

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