Un nuevo ropaje para el viejo cuento del Tió.
(Abordando eso gris, que parece la teoría).
Allá por la década del 60 había un estudio jurídico en Montevideo, Uruguay, que recibía dinero y redituaba un interés a plazo fijo superior al establecido en las instituciones bancarias.
Establecía entonces una calesita, pagando como prueba de su idoneidad, los intereses estipulados y recibiendo cada vez más capitales hasta que el encanto se rompía y los iniciadores del proceso se hacían humo.
En el 94 en Rusia, con la ayuda de una intensa propaganda en la televisión, ocurrió un juego parecido con títulos, que decían iban a ser invertidos con grandes dividendos, el nombre de esos títulos «MMM», hasta que se rompió el encanto, y algunos de los estafados se suicidaron. Lo de las AFAPS (prestadores privados de jubilaciones y pensiones) no fue lo mismo aunque el argumento de grandes rentabilidades también se destacó y los organismos financieros internacionales aprovecharon para colocar deuda pública con la que se financiaba el inicio del sistema. El argumento de fondo era que el viejo sistema de seguridad social que le había dado estabilidad al Uruguay estaba quebrado y el nuevo tenía la promesa de una inversión privada exitosa aunque en el mundo esta comenzaba a tener las dificultades que hoy vemos acrecentadas.
No quiere decir que estos sean los únicos ejemplos del famoso cuento del Tió, sino que cada país los ha tenido con el mismo sentido en distintas formas y épocas.
En el 2002 cuando en el gobierno del Dr. Jorge Batlle y producto también de una crisis muy profunda en la economía argentina, este quedó agarrado del pincel, y fue auxiliado en la defensa de los ahorristas y del ahorro nacional, por Juan José Ramos, inolvidable dirigente bancario de AEBU, y el Dr. Alejandro Atchugarry que formaron un equipo para negociar una salida ante el Fondo Monetario Internacional, que ante la debacle y lo que ello suponía se avino a una salida acordada, que permitió a la democracia uruguaya salvar el duro trance que suponía la caída de todo el sistema financiero.
Hoy, cuando los grandes Estados emiten moneda sin ningún respaldo para paliar sus déficit presupuestales a gusto y placer de los grandes organismos financieros internacionales, el aumento constante y sin retroceso de los endeudamientos presupuestales de los distintos países, y cuando no hay nadie que desde el punto de vista económico no reconozca que hoy el valor de las monedas es una convención política, que puede fracturarse en cualquier momento, la llamada «volatilidad», ha surgido una moneda cuya cotización es como en los casos que reseñamos al principio un juego con el cual se genera un burbuja que beneficia a sus promotores y cuando revienta genera la perdida de sectores importantes de la sociedad que cayeron en el juego y quedan sin protección posible. Parecería ser que es esto lo que está pasando con el «Bitcoin», una estafa hecha y favorecida con el aprovechamiento de la inmoralidad de los organismos financieros internacionales.
En este caso además la llamada «cripto moneda» viene vestida de la aureola de la tecnología, aunque su función no es monetaria sino especulativa y como tal en algún momento se quiebra su hechizo. Usufructúa la situación caótica de los emisores monetarios que no tienen orientación clara en cuanto a cómo fijar el valor de la unidad monetaria, en tanto los paraísos fiscales, las evasiones, las elusiones, y el lavado son moneda corriente en el flujo de inversiones en todo el mundo, tendiendo a generar burbujas financieras en plazos cada vez más cortos.
Una cosa muy distinta es sustituir el papel moneda por el dinero digital, que es un ahorro y una comodidad en las transacciones y no pueden tener valor especulativo, como el que viene realizando a modo de experiencia el Banco Central del Uruguay con la aplicación E-peso, por ahora un sistema pionero en el mundo y con proyecciones de futuro si de crear un sistema financiero sano se trata.
Es más, esta experiencia muestra claramente que hoy es posible y necesario ya promover un acuerdo universal para que el valor unitario de la moneda efectivamente lo sea con un valor perfectamente delimitado, acabando con el manejo de esos valores, en detrimentos de los sectores menos beneficiados de la sociedad. Hoy cuando por ejemplo se habla de atraso cambiario, lo que se está buscando no es otra cosa que un subsidio indiscriminado por medio de las diferencias en la cotización de la moneda. Es más, la diferencia entre el valor de comercialización en el mundo, generalmente en dólar, con el valor interno con el que se pagan las prestaciones de los salarios y jubilaciones hace posible un juego contra la gente y su nivel de vida, como ha ocurrido, en unos ejemplos claros, en Argentina y Venezuela.
La aprensión que en algunos sectores produce la aplicación de la tecnología, se acrecienta pues no hay una explicación pública fehaciente de estos hechos, pues de alguna manera los organismos financieros internacionales en su conducción hoy se hacen cómplices de este tipo de maniobras, al permitir los paraísos fiscales, el lavado de dinero, aún cuando aparecen haciendo esfuerzos de control extremadamente limitados a un sector muy menor de las transacciones que hoy se hacen en el mundo.
Podemos presumir que hoy en los países lo que pasa efectivamente por la contabilidad de los bancos es una proporción menor de lo que es en su conjunto la actividad financiera que efectivamente genera el desarrollo de la actividad productiva.
Si a esto le agregamos la creencia bastante desarrollada de que la actividad financiera puede operar por fuera del aparato productivo, con leyes propias, tenemos el combo completo, como si controlándola –a la actividad financiera– se lograra «enderezar» la actividad del aparato productivo en beneficio de la gente. Cuando es precisamente la crisis del aparato productivo –la falta de rentabilidad de las inversiones, el agostamiento de la tasa general de ganancia– lo que alimenta este fenómeno, junto con el incremento de la industria de la guerra entre otras, como la de los medicamentos, por ejemplo.
Por eso sostenemos que hoy los ingresos impositivos para atender y desarrollar las necesidades de la gente deben provenir de impuestos aplicados al giro del dinero, ninguna transacción financiera o con uso de dinero debería ser válida sin estar debidamente registrada en los organismos que la sociedad determine, dando muerte a los paraísos fiscales, y a los sistemas impositivos basados en el consumo, los salarios y las pensiones.
Las llamadas cripto-monedas son una demostración de que la sociedad está en una etapa donde es totalmente posible ayudar a la predominancia del modo de producción capitalista a morir en paz. Esto es lo que Mujica insinuó en setiembre del 2013 en la ONU. Es, además, lo que expresamos en carta –diciembre del 2008– al entonces Presidente Electo Obama y sobre la que nunca tuvimos respuesta. Nuestro objetivo era y es dejar planteado al más alto nivel posible, para abrir el debate, el programa necesario a esta etapa.
Sin embargo, hay que prestar atención a la enorme desprotección en la que vive la sociedad ante el tipo de maniobras como la que describimos al inicio de esta nota. Y frente a las cuales ya existen medidas necesarias e imprescindibles que se deben tomar a nivel universal, por las que hemos venido abogando, y precisamente insinuó Mujica en la ONU. En la modestia de nuestro conocimientos tal vez podamos decir como se dijo alguna vez: «e pour se mouve».
También a modo de autocrítica:
Hace ya unos cuantos años que venimos escribiendo sobre los bitcoin. Advertíamos sobre los peligros, y a la vez nos entusiasmaba más el uso de los avances tecnológicos. Hoy cuando estos avances son fácilmente utilizables, empieza a pesar el uso con fines de estafa que se hace con los mismos, y el peligro que ello significa. Los fines especulativos se multiplican y los desequilibrios también. Hoy comprendemos que esto pesa más que los propios adelantos que para la sociedad son irrenunciables en la medida que pueda hacer de su control un avance. La sociedad debe imponer su control democrático sobre la economía. Esa es hoy la tarea impostergable.
Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Sábado, 23 de diciembre de 2017.
Un nou vestit per al vell conte del Tió.
(Abordant això gris, que sembla la teoria).
Allà per la dècada del 60 hi havia un estudi jurídic a Montevideo, Uruguai, que rebia diners i atorgava un interès a termini fix superior a l’establert en les institucions bancàries.
Establia llavors com un joc dels cavallets, pagant com a prova de la seva idoneïtat, els interessos estipulats i rebent cada vegada més capitals fins que l’encant es trencava i els iniciadors del procés es feien fum.
Al 94 a Rússia, amb l’ajuda d’una intensa propaganda a la televisió, va ocórrer un joc semblant amb títols, que deien anaven a ser invertits amb grans dividends, el nom d’aquests títols «MMM», fins que es va trencar l’encant, i alguns dels estafats es van suïcidar. El de les AFAPS (prestadors privats de jubilacions i pensions) no va ser el mateix encara que l’argument de grans rendibilitats també es va destacar i els organismes financers internacionals van aprofitar per col·locar deute públic amb la qual es finançava l’inici del sistema. L’argument de fons era que el vell sistema de seguretat social que li havia donat estabilitat a l’Uruguai estava trencat i el nou tenia la promesa d’una inversió privada reeixida encara que al món aquesta començava a tenir les dificultats que avui veiem augmentades.
No vol dir que aquests siguin els únics exemples del famós conte del Tió, sinó que cada país els ha tingut amb la mateixa orientació en diferents formes i èpoques.
El 2002 quan en el govern del Dr. Jorge Batlle i producte també d’una crisi molt profunda en l’economia argentina, aquest va quedar agafat del pinzell, i va ser auxiliat en la defensa dels estalviadors i de l’estalvi nacional, per Juan José Ramos, inoblidable dirigent bancari de AEBU, i el Dr. Alejandro Atchugarry que van formar un equip per negociar una sortida davant el Fons Monetari Internacional, que davant el desastre i el que això suposava es va avenir a una sortida acordada, que va permetre a la democràcia uruguaiana salvar el dur tràngol que suposava la caiguda de tot el sistema financer.
Avui, quan els grans Estats emeten moneda sense cap suport per pal·liar els seus dèficit pressupostaris a gust i plaer dels grans organismes financers internacionals, l’augment constant i sense retrocés dels endeutaments pressupostaris dels diferents països, i quan no hi ha ningú que des del punt de vista econòmic no reconegui que avui el valor de les monedes és una convenció política, que pot fracturar-se en qualsevol moment, l’anomenada «volatilitat», ha sorgit una moneda la cotització de la qual és com en els casos que ressenyem al principi, un joc amb el qual es genera un bombolla que beneficia als seus promotors i quan rebenta genera la pèrdua de sectors importants de la societat que van caure en el joc i queden sense protecció possible. Semblaria ser que és això el que està passant amb el «Bitcoin», una estafa feta i afavorida amb l’aprofitament de la immoralitat dels organismes financers internacionals.
En aquest cas a més l’anomenada «cripto moneda» ve vestida de l’aurèola de la tecnologia, encara que la seva funció no és monetària sinó especulativa i com a tal en algun moment es trenca el seu encanteri. Genera la situació caòtica dels emissors monetaris que no tenen orientació clara pel que fa a com fixar el valor de la unitat monetària, en tant els paradisos fiscals, les evasions, les elusions, i el rentat de diner negre són moneda corrent en el flux d’inversions en tot el món, tendint a generar bombolles financeres en terminis cada cop més curts.
Una cosa molt diferent és substituir el paper moneda pel diner digital, que és un estalvi i una comoditat en les transaccions i no poden tenir valor especulatiu, com el que realitza a manera d’experiència el Banc Central de l’Uruguai amb l’aplicació Correu pes, per ara un sistema pioner al món i amb projeccions de futur si de crear un sistema financer es tracta.
És més, aquesta experiència mostra clarament que avui és possible i necessari i promoure un acord universal perquè el valor unitari de la moneda efectivament ho sigui amb un valor perfectament delimitat, acabant amb el maneig d’aquests valors, en detriments dels sectors menys beneficiats de la societat. Avui quan per exemple es parla d’endarreriment canviari, el que s’està buscant no és altra cosa que un subsidi indiscriminat per mitjà de les diferències en la cotització de la moneda. És més, la diferència entre el valor de comercialització al món, generalment en dòlar, amb el valor intern amb el qual es paguen les prestacions dels salaris i jubilacions fa possible un joc contra la gent i el seu nivell de vida, com ha passat, en uns exemples clars, a l’Argentina i Veneçuela.
La aprensió que en alguns sectors produeix l’aplicació de la tecnologia, augmenta ja que no hi ha una explicació pública fefaent d’aquests fets, doncs d’alguna manera els organismes financers internacionals en la seva conducció avui es fan còmplices d’aquest tipus de maniobres, en permetre els paradisos fiscals, el rentat de diners, tot i que apareixen fent esforços de control extremadament limitats a un sector molt menor de les transaccions que avui es fan al món.
Podem presumir que avui els països en allò que passa efectivament per la comptabilitat dels bancs és una proporció menor del que és en el seu conjunt l’activitat financera que efectivament genera el desenvolupament de l’activitat productiva.
Si a això li afegim la creença bastant desenvolupada que l’activitat financera pot operar per fora de l’aparell productiu, amb lleis pròpies, tenim la combinació completa, com si controlant –a l’activitat financera– s’aconseguís «redreçar» l’activitat de l’aparell productiu en benefici de la gent. Quan és precisament la crisi de l’aparell productiu –la manca de rendibilitat de les inversions, l’esgotament de la taxa general de guany– la que alimenta aquest fenomen, juntament amb l’increment de la indústria de la guerra entre d’altres, com la dels medicaments, per exemple.
Per això sostenim que avui els ingressos impositius per atendre i desenvolupar les necessitats de la gent han de provenir d’impostos aplicats al gir dels diners, cap transacció financera o amb ús de diners hauria de ser vàlida sense estar degudament registrada en els organismes que la societat determini, donant mort als paradisos fiscals, i als sistemes impositius basats en el consum, els salaris i les pensions.
Les trucades cripto-monedes són una demostració que la societat està en una etapa on és totalment possible ajudar a la predominança de la manera de producció capitalista a morir en pau. Això és el que Mujica va insinuar al setembre del 2013 a l’ONU. És, a més, allò que expressem en carta –desembre del 2008– al llavors president electe Obama i sobre la qual no hem tingut mai resposta. El nostre objectiu era i és deixar plantejat al més alt nivell possible, per obrir el debat, el programa necessari a aquesta etapa.
No obstant això, cal prestar atenció a l’enorme desprotecció en què viu la societat davant el tipus de maniobres com la que descrivim a l’inici d’aquesta nota. I enfront de les quals ja existeixen mesures necessàries i imprescindibles que s’han de prendre a nivell universal, per què hem vingut advocant, i precisament va insinuar Mujica a l’ONU. A la modèstia del nostre coneixements potser podrem dir com es va dir alguna vegada: «e pour es mouve».
També a manera d’autocrítica:
Ja fa uns quants anys que venim escrivint sobre els bitcoin. Advertíem sobre els perills, i alhora ens entusiasmava més l’ús dels avenços tecnològics. Avui quan aquests avenços són fàcilment utilitzables, comença tot l’ús amb fins d’estafa que es fa amb els mateixos, i el perill que això significa. Les finalitats especulatius es multipliquen i els desequilibris també. Avui comprenem que això pesa més que els propis avenços que per a la societat són irrenunciables en la mesura que pugui fer del seu control un avenç. La societat ha d’imposar el seu control democràtic sobre l’economia. Aquesta és avui la tasca inajornable.
Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Dissabte, 23 de desembre del 2017.