[:es]Algunos apuntes al finalizar 2019.[:]

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Algunos apuntes al finalizar 2019.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Facebook. Logotipo.En Facebook intercambiamos opiniones, hasta diría que de algún modo debatimos –es lo que hay en una sociedad que es reticente a hacerlo–, estos apuntes –desordenados– son parte de lo que he venido haciendo, reflejan opinión y también estado de ánimo. Soy optimista, biológicamente optimista, pero siempre recuerdo aquella sentencia que dice que los pesimistas son aquellos que han visto como les ha ido a los optimistas.

1)

La «izquierda» se ha quedado sin programa en el mundo y no porque la derecha tenga razón. La crisis es cada día mayor en todo el mundo. Se ha quedado sin programa porque por todo un periodo en la historia luego de la derrota de Lenin en 1924, se difundió como su idea la de un capitalismo de estado. Pero a su vez ese es también el gran problema que viven los gobiernos progresistas cuando intentan desarrollar una economía nacional (Cristina, que es una suerte que haya vuelto al gobierno, dice que Argentina debería hacer lo que hace Trump), en un mundo donde el centro del capitalismo y del libre comercio está pasando a China y su entorno gobernada por el Partido Comunista.

Alberto Fernández trata de lograr cierto equilibrio y hacer que las cuentas favorezcan a las necesidades de la gente, que es a lo que en definitiva se opone Del Caño buscando capitalizar un descontento de «izquierda».

¿No debería el peronismo plantear este problema al mundo? Lula lo intentó en su primer gobierno y luego se quedó. La burguesía paulista que lo había combatido lo apoyó pensando en la marca Brasil en el mundo, pero luego a las primeras dificultades le dio un golpe de Estado y hoy tiene contra las cuerdas a Bolsonaro que ha ido a negociar con el Partido Comunista Chino. Mujica planteó el problema en la ONU (ver su intervención de setiembre del 2013 en internet), pero luego retrocedió.

Nuestros países, de la pobre América en lo social, todos sufren el manejo de las monedas nacionales que se utilizan para ajustar los sueldos y las pensiones y con ello todo lo que sea la mediana y pequeña producción. ¿Por qué hay una moneda para los dueños de la producción y otra para la gente, cuando China es el país en el mundo que más reservas de dólares tiene?

Los impuestos deben ser sobre la circulación del dinero, no sobre el consumo, los salarios y las pensiones, pero Argentina no lo puede hacer sola. Necesita planteárselo al mundo. Ninguna transacción con dinero debería ser lícita sino está debidamente registrada en los instrumentos que la sociedad democráticamente determine. Hay que dar muerte a los paraísos fiscales, entre ellos los que son destinatarios del despojo a los pueblos como el argentino.

Este es el debate que hay que abrir, es el debate que el mundo hoy necesita.

2)

Este es un asunto importante, y creo que Nelly fuerza un deseo que tenemos todos de la eliminación del narcotráfico, con la realidad.

Mujica eligió en este tema un camino y le dio publicidad en el mundo. Ese camino es el de la regulación estatal como en determinado momento se intentó con el alcohol y ahora se reintenta.

No podemos ni debemos estar en contra de ello, pero la realidad nos indica que hasta que el mundo no regule los movimientos del dinero, la actividad terapéutica que la sociedad debería realizar va a estar postergada.

3)

La riqueza del idioma español es indiscutible e invalorable, precisamente porque cada uno de esos sinónimos usados expresan a la vez matices y hasta contenidos distintos. De eso se trata el arte de utilizarlos. Arte el cual es un placer ejercitarlo porque a la vez constantemente estamos aprendiendo y reexaminando para ser más precisos. No es sencillo, más cuando a nuestras dificultades en el aprendizaje constante, se agrega el poder entender que pasa en el mundo material que nos rodea. Digo material pues el espiritual sabemos que tiene otras reglas y sus límites aún no los hemos podido descubrir.

4)

El problema de Europa no es la moneda, es su competencia con el mercado mundial, y el sistema impositivo, pero como de esto la «izquierda» no habla, la crisis es un campo fértil para el fascismo.

Acá en América, mientras se acentúan los negocios especulativos con las distintas monedas nacionales, la derecha trata de ganar tiempo y voltear gobiernos ahí donde no los tiene y la izquierda de ganar gobiernos sin saber mucho para qué.

«El rey está desnudo» decía la niña mientras los adulones, los alcahuetes, e inda mais alababan su traje. Alguien tiene que decir que la joda con las monedas debe terminar. No puede haber una moneda para los dueños de la producción y otra para la gente.

Alguien trasnochado nos podría decir: pero si adoptamos el dólar eso favorece al «imperialismo norteamericano». Sin embargo eso ignora que la principal reserva de dólares es la que está China y que su emisión, la que hace la Reserva Federal, está bajo la responsabilidad de los organismos financieros internacionales. Y que además si hoy por ejemplo la moneda de México fuera el dólar no habría muro que los pudiera separar.

Somos seres que hacemos el esfuerzo de razonar y pedimos no expliquen porque se mantiene esta absurda posición que favorece a los más ricos contra la inmensa mayoría de los más pobres.

5)

Lo que organiza es el programa. Los nombres son todos valiosos: Javier, Ernesto,…

¿Pero cuanto hace que en el Frente no se elabora una tesis sobre la situación política del mundo? Lo que llamamos programa es un compendio elaborado por gente muy valiosa en los distintos rubros, pero es eso, un compendio de buenas intenciones.

Hoy el país, ahora con gobierno multicolor, está dependiendo de la inversión de UPM2 y de los precios internacionales, pero sobre ellos y las perspectivas futuras no hay análisis.

La militancia es siempre importante, y viendo lo que pasaba en los países vecinos salió a trillar, pero no alcanza. No basta con decir vamos a hacerlo mejor, porque hemos demostrado que carecemos de rigor administrativo, ya desde los problemas con los casinos, pasando por Pluna, sobre la que se dejó caer porque se entendía que no se podía controlar y podríamos seguir.

Todo el Frente estaba embalado con Aratirí –recordemos que pusieron los inversores a Puntigliano como Gerente General– y con Aratirí iba el puerto de aguas profundas y la regasificadora. A mi algunas figuras que incluso hoy se bajaron y son críticas, me decían: «con Aratirí tenemos gobierno del Frente por 50 años», y cuando analizábamos que estaba pasando con la industria del hierro en el mundo, no se nos escuchaba.

Ahora, por ejemplo, tenemos un grave problema en los países de América con la cotización de las monedas nacionales, Chile, Colombia, Argentina, Venezuela, han sido víctimas de un deterioro del nivel de vida vía devaluación monetaria, y el Uruguay muy difícilmente se escape de ese medio de ajuste de los que manejan la producción contra el nivel de vida de la gente (la joda del llamado atraso cambiario).

Mujica en la ONU en setiembre del 2013 se lució ante el mundo insinuando la moneda única universal y el impuesto a las transacciones financieras, pero luego retrocedió y no habló más del tema y el sistema político de ello no habla.

Con todo respeto pienso que lo que se plantea es voluntarismo puro y a la larga produce un tremendo desgaste y el desaliento. Ahora si nos juntamos y empezamos a remar en este sentido las cosas van a cambiar.

6)

Entiendo y me siento solidario con este planteo pero no lo comparto.

Sería absurdo pedirle a quien está ejerciendo la medicina por ejemplo que se manejara no por sus estudios sino por sus sentimientos.

La política es una ciencia que exige estudios, y esos estudios exigen el intercambio, el debate, el análisis profundo de los temas.

La izquierda que es el instrumento que tiene la gente para defenderse se está quedando sin programa en el mundo, sin un análisis completo de la realidad en un momento crucial en que la crisis de la predominancia del modo de producción capitalista es ya irreversible y uno los hechos que corrobora esto es que el centro del capitalismo y del libre comercio en el mundo se está desplazando a China y su entorno, gobernada por el Partido Comunista, mientras EE.UU. se encierra y se amuralla en su propia economía.

Cristina Fernández que por suerte para el pueblo argentino ha vuelto al gobierno, dice que la economía argentina debe cerrarse como lo hace Trump.

¿Es que nosotros no debemos analizar esto?, ¿O es un problema que cada nación resuelve por su lado?

Mujica hizo en discurso lleno de contenido en la ONU. Lo compartimos pero luego nadie, ni él mismo volvieron sobre los puntos de esa intervención, y su grupo lo ignora y plantea temas que están fuera de su contenido.

En Argentina, en Chile, en Colombia, en Venezuela, el manejo de la moneda: una para los que negocian la producción y otra la moneda nacional para retribuir los salarios y las pensiones, ha provocado una tremenda miseria del pueblo y el enriquecimiento de los menos.

Los impuestos son sobre el consumo, los salarios y las pensiones, mientras el gran negocio capitalista está exonerado por la necesidad de que se invierta.

¿Sobre todo esto no tenemos nada que decir?

A mí la vida me dio el privilegio de participar en la fundación de la CNT y del Frente Amplio, y no reniego de nada de lo que he defendido, por eso digo que hay que abrir el debate.

7)

La base material es siempre lo que cuenta. No dejamos de señalar que el triunfo de Alberto Fernández en Argentina era un hecho positivo, y que el triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil negativo. Pero a la vez señalamos las contradicciones y los desafíos, Fernández era la reacción ante el caos de Macri y su banda, y Bolsonaro la reacción de la burguesía brasileña ahogada por la crisis y ajustando a su propio pueblo. Sin embargo la vida te da sorpresas. El mundo, el mundo del libre comercio que comanda el capitalismo, está trasladando su centro a un país gobernado por el Partido Comunista, y hacia ahí va Bolsonaro presionado por su burguesía y por sectores del propio ejército que miden la crisis de EE.UU. Por el contrario, Fernández a la vez que toma medidas para aliviar el deterioro del nivel de vida de la gente, centra su accionar económico en cerrar su economía, lo cual hoy puede traer beneficios coyunturales como los están usufructuando Trump, pero son eso sólo, coyunturales.

Es necesario hacer el esfuerzo y tomar la economía como lo que es un hecho universal y que necesita que la política a través del programa lo aborde. Estamos en medio de una crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista y para que esta muera en paz necesitamos la voluntad política expresada en un programa y en decisiones colectivas.

La moneda y los impuestos son las herramientas que hay que utilizar ya por parte de partidos, sindicatos, organizaciones sociales, Estados, para hacer la tarea que hoy es imprescindible para que el mundo salga de esta crisis.

8)

¿El fenómeno de la dolarización llegó para quedarse en Venezuela?

De acuerdo a los más recientes estudios, actualmente un 53,8 % de las transacciones en el país se realizan en la divisa estadounidense.

Desde el sector oficial no existen cifras al respecto. Sin embargo, el pasado 17 de noviembre, el presidente Nicolás Maduro, evidenció por primera vez que el gobierno se encuentra al tanto de la situación.

«Yo, quizás lo que diré será un pecado para los dueños de los dogmas, no lo veo mal. Me declaro pecador: no lo veo mal. Evaluar cómo ese proceso, que llaman de dolarización, puede servir para la recuperación y despliegue de las fuerzas productivas y el funcionamiento de la economía. Es una válvula de escape, gracias a Dios existe», indicó Maduro, en unas declaraciones que repetiría el pasado martes.

El mandatario venezolano sostiene que la dolarización surgió por la «autoregulación necesaria» de la economía venezolana para procurar la «desaceleración de la inflación criminal inducida».

9)

El Partido Socialista en el Uruguay cumple 109 años. Felicitaciones y a recordar con orgullo su trayectoria. Es uno de los Partidos fundadores del Frente Amplio.

Su trayectoria está signada por los avatares del quehacer político en el país y en el mundo. Es verdad, sentimos cierta nostalgia de lo que llegó a ser en un determinado momento su vida política, signada por el desarrollo de tesis muchas veces contrapuestas que daban lugar a corrientes de pensamiento que tuvieron repercusión en la vida completa de la sociedad uruguaya.

De su seno nace en 1920 el Partido Comunista del Uruguay y ya eso hecho daría para un intenso análisis de cómo ocurrieron los hechos. El análisis de las 21 condiciones de la Tercera Internacional e incluso el augurio de la crisis en la revolución rusa que analiza Batlle y Ordoñez en un editorial de «El Día» a la muerte de Lenin.

Pero también lo que significó en su seno el triunfo de la revolución cubana y luego su integración en la construcción del Frente Amplio.

La influencia polémica de las distintas corrientes del llamado campo socialista y el accionar de dirigentes como Vivían Trias, lleno de elaboración teórica, en que cada paso que se daba se hacía aportando la misma. Tal vez hoy con la valoración actual se pueda tener una visión cuestionadora de lo que fue su accionar, preferimos rescatar el hecho de que cada paso se fundamentaba y en el error o en el acierto se actuaba de acuerdo a como se pensaba.

En el pensamiento socialista revolucionario ha hecho mucho daño el stalinismo y hay confusiones que aún perduran. Por ejemplo, cuando un compañero dice que primero discute en su organismo y luego en función de ello actúa. NO, las ideas se analizan siempre en cualquier marco, no necesitan del secretismo, lo que tiene cabina interna y el respecto a las resoluciones son las medidas administrativas. Claro, hoy a falta de análisis y de debate todo queda reservado para el ámbito administrativo.

La izquierda necesita del Partido Socialista porque necesita de ámbitos donde enriquecer sus ideas, porque así lo fue con el nacimiento del Frente Amplio y debe volver a serlo para que nuestro pueblo recupere protagonismo.

10)

Nadie puede hacerse ilusiones sobre que las intenciones de la derecha ante un ahogo presupuestal son inexorablemente los ajustes. Y los caminos para ello pueden ser varios. Tal vez el que tengan más a mano sea el que están usando en varios países y es el del juego con el valor de la moneda, al que presentan como «un hecho de la realidad».

Nosotros no tenemos otro camino que denunciarlo y a la vez hacer propuestas que vayan al centro del problema. No puede haber una moneda para los «negocios» y otra para los laburantes. Y los impuestos deben ser sobre el movimiento del dinero, buscando dar muerte a los impuestos al consumo, los salarios y las pensiones y a los paraísos fiscales.

¿Por qué en la izquierda de esto no se habla? Ellos hasta quieren eliminar la bancarización y nos hablan de la libertad individual. Confunden la libertad empresarial con la libertad individual, como confunden la libertad de prensa con también la libertad empresarial de los medios monopólicos de difusión.

11)

Las ideologías no son instrumentos que se compran en un comercio del ramo. Son una elaboración permanente de la sociedad y de cada uno de nosotros. Hablar de una cosa adquirida y cerrada para siempre es un tremendo error. Si, es cierto, cada uno se presenta a la faena diaria con lo que ha venido adquiriendo, pero luego los hechos ponen en juego lo que sabemos y como los enfrentamos. Por eso hoy la crisis pone a prueba todos los conocimientos y todas las estructuras culturales que poseemos, y lo primero es comprender que hablar de una ideología completa es imposible. Lo que si deberíamos hablar es de guías para comprender la realidad y actuar en ella.

El modo de producción que predomina y en el que vivimos actualmente fue estudiado minuciosamente por Marx, Engels y Lenin –los más destacados que dejaron una obra inmensa–. De ellos se desprendió una guía para la acción que en particular se manifestó con una enorme fuerza en la revolución rusa, pero luego esa conducción fue derrotada en 1924 y sus componentes asesinados.

Ahora los problemas se agravan porque este modo de producción se encamina a perder su predominancia o a generar una tragedia aún mayor que la que vivimos actualmente, y es cuando surge la necesidad de volver a analizar aquellos textos que enseñaban a comprenderla.

Y por si fuera poco para los que se enredan con esto de las ideologías, el modo de producción capitalista ahora tiende a tener un nuevo centro, del libre comercio mundial en China y su entorno gobernada por el Partido Comunista mientras EE.UU. se amuralla.

12)

Dentro de la modestia de mis conocimientos considero que es muy bueno para él, para el Frente y para la sociedad toda, que el compañero José Mujica haya pedido disculpas. Y mucho más cuando su accionar se valora fuera de fronteras.

Admito su justificación, pero no comparto la explicación política. El Frente pudo desde el gobierno no haber cometido ningún error u horror, pero aún así hubiera sido insuficiente porque la crisis que se traslada al Frente y particularmente a su conducta en el accionar político, abarca a toda la humanidad. Y también llega a los nuevos gobernantes, que aún creen que con algunos ajustes se sale.

Esto no justifica lo que está sucediendo que no se resuelve con más voluntad –que siempre es importante– sino yendo al fondo del asunto: el programa.

El Pepe que hizo un brillante discurso en la ONU que no fue comentado, pero que llegó a todo el mundo, luego se ha cerrado en forma sistemática volver a encararlo y todas sus explicaciones y hasta diríamos sin despreciarlos sus sermones, tienen destino individual en el ser humano quién es quien sufre las condiciones que impone el sistema, imposible de cambiar sólo por el esfuerzo individual, que nunca deja de ser importante.

A ello se agrega un condimento: ¿la lucha feminista está por encima de la lucha de clases? Sin duda que trasvasa las distintas clases sociales y aporta justicia, como aporta justicia la lucha sindical, la lucha por los derechos humanos en general, pero sería imposible pedirle que resolviera los problemas de rentabilidad del modo de producción actualmente predominante. Ese es el rol que hoy no se está cumpliendo y que corresponde a la necesidad del programa que contemplando estas realidades aborde una salida.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 24 de Diciembre de 2019.

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[:es]El derecho a criticar.[:]

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El derecho a criticar.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El haber sido por muy poco tiempo universitario en mi juventud tal vez me restrinja el derecho a ser crítico con los universitarios de hoy. No me ocurre lo mismo con la militancia política que la he asumido en sus distintos niveles prácticamente desde que tengo uso de razón.

¿A qué quiero llegar? A que siento la necesidad de hacer una fuerte crítica a los sectores universitarios que tienen que ver con la ciencia política –no conozco que el fenómeno se extienda a otras disciplinas– por su falta de iniciativa para promover en la sociedad nuestra y en su vinculación con el mundo, el debate de los problemas graves que hoy se viven.

No escapa a mi conocimiento que en el mundo actual los motores generadores de ideas deberían ser los partidos políticos (en especial los llamados de ideas, aunque en definitiva todos deberían serlo) y que ello no está ocurriendo.

Tomemos el ejemplo de nuestro Partido Comunista, fundador del Frente Amplio, de la Central Sindical, participe activo bajo el liderazgo de Rodney Arismendi de la vida política de toda nuestra América. De activa incidencia además en la propia vida universitaria. Hoy es un partido nacional, sin opinión sobre cómo transcurre el desarrollo capitalista en el mundo. Tienen declaraciones donde ubican siempre el bando al que apoyan, pero todos sabemos que en política esa no es la enseñanza de los maestros y que no alcanza.

Nuestro Partido Comunista aún no reconoce que Lenin fue derrotado en 1924 y que la vida confirmó el juicio de José Batlle y Ordoñez a la muerte de Lenin. En que además Batlle valoró lo que significó para el pueblo ruso y para la humanidad el triunfo de esa revolución.

El no hacerlo le trae consecuencias como el de tener que explicar permanentemente por ejemplo la dictadura del proletariado, que para los maestros era la necesidad de los trabajadores de arrancar conquistas elementales para el desarrollo de su vida a la dictadura de la burguesía. En cosas tan elementales como por ejemplo acá, en el Uruguay reciente, la responsabilidad empresarial frente a los accidentes en el trabajo. Es cierto esa conquista se plasmó a través de la ley, ¿pero hubiera sido posible sin los trabajadores movilizados?

Los sectores conservadores de la sociedad admiten la organización de los trabajadores como una imposición de la que siempre buscan liberarse o de buscar sectorialmente de asociarlo a sus fines, cosa que muchas veces han logrado, a través de la burocratización del aparato sindical.

Confundir el trabajo de Lenin en el desarrollo de las libertades democráticas en el propio Estado soviético, e incluso en todo ese periodo de lucha ideológica en que combatió con las ideas de Trotsky sobre el comunismo de guerra (Trotsky reconoció luego su error) y de Bujarin sobre el socialismo a paso de tortuga, cuyo desarrollo teórico fuera tomado como propio por Stalin en el texto «Cuestiones del leninismo» –Stalin era incapaz de desarrollar un planteo teórico de esa entidad– que culminaron también con el asesinato del propio Bujarin, y el desarrollo a ultranza del capitalismo de estado. Recordemos que Lenin en sus análisis le daba al capitalismo de estado un valor coyuntural, necesario para salvar el aparato productivo de la destrucción de la burguesía.

Trotsky, uno de los grandes líderes de esa revolución y uno de los perseguidos hasta el asesinato por Stalin, siempre supo diferenciar la dirección enfermiza de ese Estado de lo que significaba la Unión Soviética como conquista para la humanidad, como sustento para otras revoluciones, y para llegar a lo que es hoy, en que el desarrollo capitalista, con su predominancia en una crisis irreversible, a tener a China gobernada por un Partido Comunista como el nuevo centro de su actividad actual. Liderando además el libre comercio mundial que fue lo que en sus inicios (el comercio) dio origen a la etapa capitalista de la humanidad y a la superación del feudalismo.

Hoy no hay una explicación a esto, y ello se siente también en el ambiente universitario y no solo ahí, en las investigaciones, en la actividad de las distintas cátedras. No es lo mismo reunir datos e investigar que tener la iniciativa de caminos a recorrer. A esto están referidos en gran parte los aportes de Antonio Gramsci. No es otra cosa la hegemonía de la que él habla.

Es muy común escuchar y leer opiniones en las que se dice, por ejemplo: hay que juntarse y estudiar un camino para la crisis de la seguridad social.

Y está bien. Ahora eso no es lo más importante, lo más importante es tener una posición y jugarse documentada por ella, sin la cual las reuniones, los congresos, las conferencias transcurren sin consecuencia.

Es cierto para ello se necesita estudio, certezas, intercambios, pero el problema es pegar el salto y jugarse por una posición, eso hacían los maestros, eso hacía Batlle, Quijano, Seregni, Arismendi.

Eso es lo que explica la necesidad de la lucha de tendencias en cualquier organización que tenga vida activa. Trotsky explicaba que esto es necesario como el aire que respiramos, donde también absorbemos toxinas pero si dejamos de respirar morimos.

El capitalismo en sus inicios también fue pujante, y continuó, conquistando todo el planeta, en su predominancia la humanidad ha conocido avances increíbles, la rentabilidad lo explicaba todo y el mercado regulaba esa rentabilidad que era la madre de todas las realizaciones.

El llegar a los límites posibles trae como consecuencia que esa rentabilidad, comienza a agostarse, y con ello el crecimiento de todas las lacras de la decadencia, uno de cuyos ejemplos más dramático es el permanente crecimiento de los paraísos fiscales, el endeudamiento frenético de los Estados, la industria de la guerra, los juegos, la droga. La corrupción comienza a ser una necesidad para la subsistencia del sistema, una especie de opio. En eso cayó Lula, Correa, la propia Cristina, y podríamos seguir. Muchos de los juicios contra ellos son inventados por la propia corrupción capitalista, como está saltando hoy en cada uno de estos Estados. También ha pasado y pasa en nuestro Uruguay con otra intensidad y tal vez con otro traqueteo.

Una de las críticas más comunes es de que la izquierda gobernando también es corrupta, o de que no ha podido gobernar sin corrupción y es correcta la crítica, salvo que la humanidad no ha salido del capitalismo y de él no se puede salir por Estados. Con el agravante de que el gobierno de la economía del mundo ya no radica en los Estados.

Es aquí donde llegamos al meollo del asunto.

Chávez nos dijo en una oportunidad: la campaña electoral que me llevó a la Presidencia de la república de Venezuela la financió el Zar de las comunicaciones Cisneros. Ganadas las elecciones se presentó Cisneros ante Chávez y le dijo: «los ministros van a ser tal y cual», a lo que Chávez respondió: «el Presidente soy yo y a los ministros los designo yo», y ahí comenzó otra historia que Uds. Conocen.

Se está dando un fenómeno democrático formidable en México con Andrés Manuel López Obrador. Ahora la económica está estancada o tiende a estancarse. La derecha espera su momento porque las contradicciones de esta sociedad son enormes.

Entonces no hay nada más importante –no importa el lugar desde donde desarrolle la actividad– para quién siente la causa de la humanidad, que ayudar a preservar lo conquistado, sabiendo a la vez que ello no va a ser posible si no se avanza en un programa de transición que permita a la humanidad ayudar a la predominancia del modo de producción capitalista a morir en paz.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 24 de Agosto de 2019.

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[:es]La importancia de explicar.[:]

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La importancia de explicar.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El compañero Luis Turiansky hace sus análisis en la revista digital Vadenuevo que se caracteriza por la seriedad y documentación de sus enfoques y en lo personal eso nos sirve para tratar de explicar más a fondo nuestros puntos de vista.

Dice el compañero:

Cuando la agitación recorre el mundo.

10/07/2019.

Esperando a Godot.

A nadie escapa que el mundo está en un callejón sin salida. Mientras el descontento aumenta y no se encuentran soluciones ni alternativas, la agitación y las protestas se extienden. Esto se juega también en el marco del proceso electoral uruguayo, aunque no parezca.

Por Luis C. Turiansky.

Hace dos números, aludiendo a un tango famoso en el que se afirma que «al mundo le falta un tornillo», desarrollé la imagen de un mundo enfermo en espera de curación, sin la cual la catástrofe final se hace inexorable. Con el objeto de animar la discusión, tuve el atrevimiento de presentar una fórmula impositiva destinada a rescatar de las arcas de los grandes capitalistas tan solo una porción mínima de la plusvalía acumulada a partir del trabajo humano y los beneficios de la especulación (entendidos en su conjunto como «valor excedente»), con el fin de financiar los programas sociales, entre ellos la «renta universal».

Está claro que ni la renta universal resolverá todos los problemas de la crisis del capitalismo, ni los potenciales contribuyentes aceptarán de buen grado desprenderse de una parte de su fortuna, por más que se trate de una cantidad irrisoria en relación con lo que poseen. La idea está destinada, no obstante, a movilizar las mentes y entregar a todos los que hoy salen a las calles a protestar sin tener claro adónde ir, un objetivo comprensible y convincente. Porque actualmente es común que la protesta se limite a rechazar lo que hay, sin proponer cambios.

Hasta aquí el inicio de la nota.

La idea no es ajena a lo que se debate aquí en el Uruguay y coincide con un planteo similar del MPP, grupo que lidera José Mujica. Aún cuando en la ONU (setiembre 2013) el Pepe insinuó otra cosa.

En lo personal no nos oponemos a la idea, como no nos oponemos a que en determinas circunstancias para conservar lugares de trabajo se construyan cooperativas o se apele a estatizaciones coyunturales. Acordemos que esto es cada vez más difícil en la medida que el principio de rentabilidad que rige la lógica capitalista es cada vez más esquiva.

Lo que constata Turiansky es lo que de alguna manera todos los estudiosos de estos temas también llegan a una misma conclusión, que no es otra cosa que el agostamiento de la tasa general de ganancia, (como diría el Dr. Carlos Quijano: «siempre se vuelve a Marx»), y que tampoco es un índice de que en determinados nichos de la economía las tasas de ganancia sean aún exuberantes a costa particularmente de los vicios sociales, que va en detrimento del rendimiento de la propia tasa general.

Habría que explicar China y su entorno y el propio Trump, con la pregunta de para cuanto tienen en estas condiciones del mercado mundial.

Cuando decimos que está en juego la predominancia del modo de producción capitalista, precisamente lo que decimos es que el sistema es incapaz de dar una finalidad a los billones y billones de moneda fuerte que genera su actividad y eso a la larga es letal. Ver además el crecimiento de los paraísos fiscales y de las deudas de los Estados.

Los viejos marxistas fruto de la crisis del stalinismo quedaron encerrados en una lógica de Estado donde comunismo es propiedad estatizada y todo lo demás, posibles reformas para ir tirando hasta que esto se pueda realizar.

En este caso en que se analiza la posibilidad de un impuesto a las grandes fortunas para mitigar la pobreza creciente en una inmensa población del planeta, cuando aumenta la evasión y elusión fiscales a montos siderales parecería que debería empezarse por impedir estos fenómenos del campo tributario.

Esto incluye hoy un nuevo fenómeno digno de ser estudiado: China y su entorno, liderada por el Partido Comunista, comandando el libre comercio en el mundo y constituyéndose en un nuevo centro del capitalismo mundial, en tanto EE.UU. bajo el gobierno de Trump (de alguna manera hay que llamarlo) amurallándose, y no sin que surjan en distintos países sectores políticos importantes como el de Cristina Fernández en Argentina que propongan hacer lo mismo y sin que a nadie se lo ocurra debatirlo por el contrasentido que ello significa en el mundo actual.

La Humanidad ha concentrado suficiente inteligencia en millones de seres humanos preparados como para pretender y a planificar otra cosa. Y cuando además los recursos existen y no se movilizan por la sencilla razón de que al modo de producción predominante no le son rentables.

¿Existe un modo de cambiar esto?: Si y se puede hacer ya. Así como hoy el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial estudian cómo atender situaciones que como bien analiza Luis son cada vez más complejas y amenazan con nuevas y más profundas crisis, se podría revertir esa situación si estos organismos u otros que los mejoren, dispusieran de capitales para movilizar toda la economía mundial y poder recuperar a millones de seres humanos en la órbita del trabajo y del desarrollo de la sociedad.

Para eso son necesarias dos herramientas: la moneda y los impuestos. La primera en todas sus versiones posibles (cripto e inda mais) con un valor único y universal cumpliendo con las funciones para la que fue creada allá en los inicios de los tiempos, y el sistema impositivo basado en la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales y por consiguiente con la predominancia del modo de producción capitalista, que no desaparece como tal pero se pone al servicio de un desarrollo armónico de toda la sociedad que este modo de producción ya no está en condiciones de comandar, porque ha llegado a sus límites posibles.

Qué lejos y sin embargo que cerca: algunos viejos comunistas confundidos, soñando con la sociedad estatizada y esto que es la posibilidad real poniendo en marcha a lo mejor de la Humanidad de construir la sociedad del pan y de las rosas.

La crisis está allí. Sus consecuencias pueden ser terribles. La salida más que nunca está al alcance de lo mejor de la humanidad. Los maestros en su momento lo advirtieron aunque la Humanidad no respetó sus aportes. Hoy necesita volver a ellos, incluso para superarlos, de ser posible.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 16 de Julio de 2019.

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[:es]Perlas del debate.[:]

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Perlas del debate.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Sé compañeros que hay una gran preocupación luego de lo que viene ocurriendo en particular en nuestra América. Se trata de no retroceder, pero eso no nos puede llevar a no razonar donde estamos parados. La crisis que vive la predominancia del modo de producción capitalista es irreversible y se agrava.

El economista Javier de Haedo actual técnico del Partido de la Gente en Uruguay ha propuesto frente al déficit fiscal, el aumento del IVA. Hay que debatirlo mostrando que la sociedad tiene otras posibilidades y no precisamente en la que propiedades productivas pasen a manos del Estado. Lo que noto es que en la izquierda hay resistencia a discutir un sistema impositivo que vaya más allá de las fronteras o a hablar de gravar los actuales emprendimientos.

En esto último probablemente existan formas impositivas mejores que las actuales, sin duda, pero hemos vivido en un país donde las inversiones producto de la evasión fiscal del vecino han tenido un rol predominante. Trump se amuralló y su economía ha crecido un 3,5%, Cristina Fernández propone que Argentina haga lo mismo. Se entiende que esto puede ayudar a ganar una elección pero que es suicida. ¿Cuál es la alternativa?: aprovechar el comando mundial de la economía que se desplaza a China y abrir al análisis de lo mejor de la humanidad para convertir las inversiones en una palanca que termine con la pobreza en el mundo. Libertad de planificación por encima de las fronteras nacionales, una medida monetaria única y universal. Que los impuestos sean sobre la circulación del dinero dando muerte a los paraísos fiscales, y a los impuestos al consumo, el trabajo y las pensiones.

Agarrar el Poder Ejecutivo hoy en cualquier país del mundo es una brasa ardiente, por eso la derecha aspira al control y a bajar los beneficios de la gente pero no tiene ni una puta idea de cómo hacer para solucionar los problemas actuales.

Un debate televisivo:

El sistema electoral uruguayo establece que haya una primera elección no obligatoria para los electores, si para los partidos donde estos eligen su candidato único por lema partidario.

En este caso el debate fue entre un precandidato del Partido que está en el gobierno y uno de los partidos de la oposición, tampoco mayoritario.

Más que un debate que sirviera para analizar la postura de cada uno y que tuvo las limitaciones que analizamos de acuerdo a nuestra opinión, el mismo pudo realizarse porque servía a los contendientes en la lucha interna de sus partidos.

Si a esto agregamos los intereses de la empresa de televisión que los realiza y que tiene su propios intereses, llegamos a la conclusión de que hay una omisión legislativa y que existen propuestas aún no consideradas.

Debatieron en un escenario armado por canal 4, Ernesto Talvi –economista–, el candidato más preparado de la derecha, que no quiere decir que la derecha lo elija en definitiva como su candidato, con Oscar Andrade –dirigente obrero del gremio de la construcción– uno de los más destacados de la nueva camada del movimiento obrero uruguayo. Talvi arremetió con la batería de argumentos en los cuales el capitalismo es un dato de la realidad y los efectos de la crisis son responsabilidad de los que gobiernan. Pero con un claro deslindamiento de lo que habían sido las administraciones anteriores al Frente Amplio, le es un lastre muy pesado y Andrade se lo marcó con lujo de detalles y desarrollando con brillo los avances en estos años. No le correspondía a Andrade desmentirlo pero lo que más me dolió es como se miente sobre la crisis del 2001-2002 en la que Talvi estuvo involucrado como lo muestra claramente el libro de Claudio Paolillo, –«Con los días contados»–, a pesar de que el libro miente en el mismo sentido. El mérito del Presidente Jorge Batlle en medio de la debacle originada en la crisis Argentina pero en la que Uruguay veía pasar los dólares por sus instituciones financieras hacia los paraísos fiscales, fue la de perdido por perdido –Fernando de la Rua, ya había renunciado a la Presidencia de Argentina, el libro analiza que aquí en el Uruguay se iba en el mismo camino confiar las negociaciones con el FMI en un dirigente sindical de AEBU, (gremio bancario) Juan José Ramos, que con Alejandro Atchugarry –como Ministro de Economía, formaron un gran equipo y negociaron una salida lo mejor posible para la gente.

En síntesis el debate televisivo mostró en qué situación estamos, en la que el futuro necesita de un programa que hoy no existe y el pueblo uruguayo necesita defender lo que ha conquistado.

Todos recordarán que don José Batlle y Ordoñez se oponía al impuesto a la renta, y en la izquierda hacíamos caudal con esa posición para diferenciarnos del pensamiento de aquel Batlle sin analizar que significaba. Era la época en que socialismo y estatizaciones eran sinónimos. Sin embargo la caída del capitalismo de estado, en la llamada Unión Soviética, nos ha obligado a estudiar estos temas y a volver a los maestros. Hoy tampoco se puede plantear un sistema tributario que no tenga en cuenta el tema de las inversiones, al menos hasta que el país y su izquierda vuelvan a replantear en el plano mundial la necesidad de cambiar radicalmente los sistemas impositivos que existen en el mundo. Los impuestos deben ser sobre la circulación del dinero, dando muerte a sistemas basados en el consumo, el trabajo y las pensiones. Haciendo que ninguna transacción sea válida sino está debidamente registrada donde la sociedad lo determine.

Por otra parte hay una falsa percepción en la sociedad sobre donde está radicado el gobierno del mundo, la izquierda no ayuda en precisamente en lo que debería ser su papel histórico: incorporar los aportes de la ciencia para que la sociedad pueda resolver conscientemente sus problemas.

La predominancia de este modo de producción está llegando a sus límites y necesita de una revolución para transformarse, para transitar a un modo de producción superior y para ello necesita ideas, que ya existen pero que aún no predominan porque el modo de producción que está llegando a sus límites hasta ahora ha logrado encapsularlas ideológicamente en una suerte de gobiernos estatales.

En 1916 Lenin escribe: «El imperialismo fase superior del capitalismo» donde analiza como el gobierno de la economía se iba desplazando hacia los conglomerados empresariales multinacionales. Luego de la segunda guerra mundial y del fracaso de Lord Keynes de imponer una unidad monetaria universal, el centro del capitalismo se desplazó del Reino Unido hacia EE.UU. ahora la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista que se expresa claramente en el creciente e imparable endeudamiento junto con el aumento exponencial de los paraísos fiscales, lo que hace que el centro del capitalismo se esté desplazando hacia China y su entorno. China gobernada por el Partido Comunista y convertida en líder del libre comercio, mientras EE.UU. en una crisis muy intensa amuralla su economía contra todas sus tradiciones y consigue un aumento del 3,5% de su PBI. A su vez Putin informa públicamente que las reservas en dólares en Rusia son de 500.000 millones de dólares.

Estas son cosas fundamentales que hoy en la izquierda no se discuten y se aceptan conceptos de desarrollo nacional que son irrealizables sino están planificados a nivel universal. Mujica hizo un intento en la ONU en setiembre del 2013, pero luego se replegó totalmente.

Se lo escuché a un hombre de ciencias: «En la ciencia se puede errar, pero se sabe rectificar».

«Los científicos solemos reconocer al arte y a la creación artística la capacidad de fantasear ilimitadamente con la sola condición de que tales fantasías satisfagan nuestros gustos, nos provoquen placer, enriquezcan nuestra condición humana y sean reconocidas desde el principio como tales fantasías. En política, desgraciadamente, algunas fantasías han sido admitidas como verdades y han costado muy caro».

Este es el desafío y no otro.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 18 de
Junio de 2019.

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[:es]El después qué.[:]

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El después qué.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

En el mundo actual se puede decir, que son muy pocos los gobiernos que hoy saben que van a hacer a la mañana siguiente. Los propios complejos empresariales multinacionales que en pugna gobiernan el mundo preguntados por una perspectiva a mediano y largo plazo su respuesta sin dudas que estaría también llena de interrogantes e incertidumbres.

Eso tiene una lógica: las grandes decisiones hoy se toman a un nivel empresarial que está muy por encima del nivel decisorio de los Estados. El margen para ello está dentro del agostamiento de la tasa general de ganancia del modo de producción capitalista.

Tal vez el único lugar del mundo donde está incertidumbre podría postergarse es en el que tiende a ser el centro actual del capitalismo en el mundo: China y su entorno. Pero aún así nada podría cambiar el panorama complicado que presenta el pensar en la mañana siguiente como decía el líder del Frente Amplio de Uruguay el inolvidable General Liber Seregni.

En el Uruguay se ha emprendido el camino de una inversión que es la mayor en su historia para la construcción de una nueva planta de celulosa y una línea de ferrocarril (restableciendo en las mejores condiciones actuales la que existía muy precariamente). Ante ello el abogado Hoenir Sarthou ha iniciado una demanda de inconstitucionalidad.

El planteo de Sarthou es jurídico, y tiene escaso respaldo político. El propio Dr. Sarthou no tiene una propuesta alternativa para realizar por otros medios lo que pretende el gobierno, que es mover la economía y dar un respiro a la crítica situación económica que comienza a vivir con sus efectos esta parte del planeta.

No es nuestro propósito entrar en lo estrictamente jurídico, aunque llegado el caso también tendremos que hacerlo, al menos en el terreno filosófico del problema, aunque no en lo estrictamente técnico, terreno en el que no estamos preparados. Sí en el político donde el propio gobierno y su fuerza política están renuentes a agarrar el toro por las guampas. Donde prácticamente la mayoría de las fuerzas políticas renuncian a pronunciarse, o lo hacen a través de agentes secundarios, como lamentablemente está ocurriendo con el llamado movimiento «un sólo Uruguay», que de no denunciar el costo financiero de las inversiones rurales ha pasado a cuestionar las inversiones en otros sectores de la economía.

Las izquierdas nacionalistas tienen en el mundo cada vez menos margen, y de ello no hay la debida consciencia. Es más, se hace un culto a los esfuerzos nacionales, a los que sin duda hay que prestar atención a la vez que advertir los exiguos de los márgenes que tienen los desarrollos nacionales en una competencia desigual y despareja con los espacios económicos que hoy tienen en la realidad del mundo los complejos empresariales multinacionales incluso a pesar de la intensa pugna que se da entre ellos.

Un ejemplo es Argentina, el gobierno Macri ha llegado a donde inexorablemente iba a llegar, a una situación cada vez más dramática de la economía de ese país y sin ninguna perspectiva de cambio dentro de la actual conducción, lo que ha concitado la preocupación de la dirección del Fondo Monetario Internacional que teme fundadamente en un contagio internacional del recrudecimiento de la crisis.

La Dra. Cristina Fernández, quién había sido momentáneamente la gran derrotada, en condiciones de ser procesada por una justicia que actúa con los mismos criterios políticos (podría decirse que con prácticas muy alejadas de la moral de la gente) que la que condenó a Lula y forma parte –también la justicia– de las mismas prácticas de corrupción de la que no supieron o no pudieron diferenciarse estos gobernantes y que parece ser una de las fallas más comunes en este ejercicio de gobernar: ha sorprendido, ¿o no?, proponiendo para Argentina una protección del desarrollo industrial al estilo Trump. Planteo realizado en la presentación de su libro: «Sinceramente».

Sabemos que a Bolsonaro le preocupa un triunfo del peronismo –lo ha dicho–. A nosotros también nos preocupa pero por una razón diametralmente opuesta. Nos preocupa porque sería un nuevo intento de desarrollar una política acorde a las necesidades de la gente destinada al fracaso, si es que el peronismo no procesa con el conjunto de la sociedad argentina el debate político que hoy no se está dando, de cara a una crisis que abarca a todo el sistema en el mundo.

No es sólo llegar al gobierno, es elevar la vida de la gente a un nivel de dignidad, que el peronismo ha intentado dar aún siendo partícipe de la corrupción capitalista y en combates contra los llamados fondos buitres como el que dio en su momento el economista Axel Kicillof. Ahora no hay un proyecto político que lo pueda hacer, porque además se auto imponen los límites nacionales de hacer política, que sólo pareció quebrar Mujica en su intervención en la ONU en setiembre del 2013, que luego abandonó.

Para el Uruguay la nueva planta de celulosa de UPM es un respiro económico, en un panorama político donde los llamados partidos tradicionales no sólo que prácticamente no les interesa ganar el ejecutivo del gobierno, sino que además de no tener otra política, su objetivo es el de tener la mayor cantidad de cargos a nivel parlamentario y de contralor.

Si no fuera así y hubiera un cambio en la conducción política del poder ejecutivo, aparte de arremeter contra el nivel de vida de la gente como han hecho Macri y Bolsonaro no tendrían la menor idea de que hacer como ocurre hoy también con estos mismos actores de los países vecinos.

No es lo mismo que nos preguntemos nosotros: ¿después qué? A que se lo pregunten en China al amparo de la economía de esa zona del mundo. Sin embargo y a pesar de nuestra cultura estatista, cualquier respuesta que pretenda dar una respuesta coherente necesita ser analiza hoy en el espacio económico que abarca todo el planeta.

A su vez nada de esto anula la necesidad de que en cada región, en cada empresa, en cada Estado, se administre correctamente dando combate a las prácticas de corrupción y desarrollando los protocolos que amparen a la sociedad frente a estas debilidades de los seres humanos que el propio sistema predominante en su decadencia ha ido estimulando.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 20 de Mayo de 2019.

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[:es]Imperialismo.[:]

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Imperialismo.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El mundo cambió. El avance tecnológico parece transformarlo todo. Sin embargo, hay compañeros y organizaciones políticas a las que pertenecen esos compañeros que cuando tienen que definir una situación cualquiera, comienzan definiendo a un enemigo: el imperialismo y quién no lo haga corre el riesgo de considerársele, que pasa a revistar filas en ese enemigo.

No se puede negar las relaciones asimétricas que existe entre las naciones y tampoco que mucho del desarrollo industrial de alguna de ellas tiene mucho que ver con su accionar fuera de fronteras, y con recursos naturales de ese origen, eso no tiene otra definición que la de imperialismo, pero lo que cambió es el gobierno del mundo. Lo cual entorpece la búsqueda del enemigo sino comprendemos el cambio y seguimos aplicando anteriores esquemas.

Ejemplos como el del imperialismo inglés y toda su red de influencia, económica, cultural, etc. etc., es innegable.

Ahora la vida es un poco más compleja, y así como es por lo menos irracional no comprobar la intervención criminal de los servicios de EE.UU. en Venezuela, también lo es resumir la realidad en sólo la denuncia del hecho y no ver lo que objetivamente está pasando y las dificultades de esa sociedad no solo para repeler la injerencia yanqui sino para organizarse socialmente.

Es cierto Cuba pudo hacerlo y con mil sacrificios, que aún perduran. Hoy es vanguardia en el mundo en muchos aspectos de la vida humana, pero existía la Unión Soviética y el capitalismo de Estado aún no conocía el derrumbe que luego sobrevendría.

Existía todo un desarrollo que explicaba a contrapelo de lo que su momento habían analizado Marx, Engels, Lenin, los más destacados, y que hablaban de esa experiencia como la del socialismo realmente existente. Si existían análisis profundamente críticos que advertían que eso no era socialismo sino una construcción que pretendía ser alternativa y competir con el capitalismo «realmente» existente.

Ahora pretender ignorar lo que ello significaba y que muchos avances sociales se dieron en el marco de esa confrontación, no es correcto. Es ignorar las alternativas de la propia lucha de clases que no se desplazan en línea recta sino sinuosa.

Otra cosa hubiera sido teorizar que ese sistema estatista podía superar al propio sistema capitalista expandido a todo el planeta, con esta realidad actual de EE.UU. y China.

Lo nuevo que hay que comprender y es una lección para los venezolanos, es que los cambios en el mundo son de tal magnitud que hoy el centro del capitalismo mundial está pasando a ser China gobernada por un Partido Comunista, liderando además el libre comercio en el mundo, mientras EE.UU. amuralla su economía.

Sin embargo el cambio no es fácilmente asimilable. ¿Cuántos partidos Comunistas en el mundo, y cuantos partidos que se reclaman de izquierda, siguen elaborando propuestas donde el centro es el aparato productivo estatizado o la idea de líneas de producción propios o de agregados de valor libremente determinados? Y que cuando tienen dificultades sin resolver acuden a la imagen de que el obstáculo viene por el lado de la existencia del Imperialismo. Pero una cosa es una cosa, y otra cosa es otra cosa. La diferencia en el potencial económico de los países existe, no se puede ignorar. EE.UU. hoy puede amurallar su economía y crecer un 3,5% en su PBI. Incluso Trump puede pensar en su reelección. Y a la vez dar alce a la industria de guerra, para el respiro de esa economía, comandando agresiones de todo tipo en el mundo. Pero no lo puede hacer Uruguay, no lo puede hacer Venezuela, pero tampoco España, y ni siquiera ya Inglaterra.

Tampoco lo puede hacer Argentina, aunque la Dra. Cristina Fernández hable en la presentación de su libro de que el gobierno argentino debería tomar como ejemplo la política proteccionista de EE.UU.

Trump puede pensar hoy lo importante que es que a los demás países no se les ocurra utilizar al dólar como su moneda porque ello haría imposible a EE.UU. cerrar sus fronteras. Y hoy especula con una producción propia sin la competencia del mercado mundial, pero ¿cuánto puede durar esto?

Este es además un debate a dar fundamental, el de la moneda, –es una materia pendiente en los cursos de economía– pues incluso se habla de la vuelta al patrón oro, como si fuera posible retrotraerse en el tiempo y volver a convertir el oro en una mercancía privilegiada para el intercambio de las otras mercancías. Es claro que lo que en última instancia marca el valor monetario es el valor real de la producción que es el que pueden determinar los que están en el centro de su realización y que hoy especulan con los paraísos fiscales y la acumulación trágica de millones y millones de valores en distintas monedas, aún las digitales, que no pueden ser aplicadas con rendimiento y rentabilidad en la organización de la producción actual. ¿Es que alguien ha podido descubrir otro árbitro para determinar los valores de la moneda?

Hemos oído hablar en distintas ocasiones en que se reivindica la producción en un determinado país del valor de una matriz productiva nacional, de agregar valor a las distintas líneas de la producción. Todo ello es loable pero debe tener en cuenta el desarrollo productivo a nivel mundial que barre con todas las barreras nacionales que lo puedan obstaculizar.

Una realidad económica a observar para comprobar esto que estamos exponiendo es la actual de EE.UU. y las presiones que comienzan a señalarse en el plano interno.

El problema es que no barra con las necesidades de la gente y precisamente para eso que debemos darnos un programa que transforme esta realidad donde las inversiones productivas son tales sólo sin son rentables y redituables dentro de la predominancia del marco capitalista.

A eso es que debe apuntar el programa que reivindique medir los hechos económicos de igual manera en todo el planeta: una sola medida monetaria universal. Que los recursos que la sociedad en su conjunto necesita para la salud, la enseñanza, la vivienda, también para organizar el trabajo –nadie debería no aportar su esfuerzo a las necesidades propias y de la sociedad– deben provenir de un sistema impositivo basado en la circulación del dinero dando muerte a los paraísos fiscales, y a los impuestos al consumo, al trabajo y a las jubilaciones y pensiones. Ninguna operación con dinero puede ser legal sin estar debidamente registrada donde la sociedad lo determine.

Establecer entonces los organismos universales que puedan planificar en el marco de la mayor expresión democrática los planes para que todo el mundo tenga trabajo y aporte su esfuerzo a la sociedad en el marco de planes de construcción de ciudades autosustentables y extendidas en jardines terrenales. ¿Es solo un sueño? No, hoy ya es posible, hay que construir la voluntad política para hacerlo.

O es que hoy por ejemplo se deja contaminar a la Naturaleza porque es un problema de dejadez de los seres humanos: ¡¡¡no!!!, se deja contaminar porque las inversiones en ese plano no le son rentables al capitalismo. No es un problema del ser humano en sí, es un problema por la existencia de la predominancia de un modo de producción que necesita morir en paz e iniciar el transito a uno superior.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 9 de Mayo de 2019.

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[:es]Ahora, Argentina.[:]

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Ahora, Argentina.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Van a coincidir la campaña electoral en el Uruguay con la de Argentina. Y siempre es importante saber que está pasando ahí para saber cómo va a influir acá. Un amigo me manda una nota de página 12 que reproduzco y su comentario. Me permito analizar las dos cosas:

Por José Pablo Feinmann. Página 12. Domingo, 24 de Febrero del 2019.

Si lo que pasa en Venezuela es el espejo de lo que pasará en América Latina en los tiempos venideros es prioritario averiguarlo. Porque es grave. Todo lo que se está haciendo contra el gobierno de Nicolás Maduro tiene la perfecta, acabada figura del golpe de Estado. Con aires de matón, de gendarme mundial, Donald Trump ha intervenido del modo más descarado posible. Lo hizo por medio de su vicepresidente Mike Pence, un rudo republicano hecho para esos menesteres desestabilizadores. Ahora se encuentra a punto de viajar a la frontera con Colombia para estar cerca del lugar de los acontecimientos. Nunca se vio algo tan abiertamente golpista. Un vice de EE.UU. al frente de una conspiración en América Latina. Tampoco se vio a un presidente reconocer a una embajadora falsa, ilegal, como la que Juan Guaidó puso en Argentina. Eso hizo Macri. Que se desvive por hacer buena letra ante el amo del Norte.

Un periodista de La Nación se preguntó si yo tenía la facultad de adivinar el futuro. No creo que la tenga. Sólo puedo descifrar el presente y decir qué líneas se establecen para trazar el futuro. Aquí, en nuestro país, el establishment tiene miedo de un regreso que es el más temido desde el de Perón. No saben ya qué hacer para frenar a CFK. Si llega a ganar (y esto es lo que veo en el futuro) se complotarán para impedirle gobernar. Y ahí intervendrá el amo Trump y el FMI que tiene atrapado a este país gracias a las gestiones calamitosas del gobierno Macri. Es un mal antecedente que Cristina no le haya entregado al recién asumido presidente la banda presidencial. Esto lo autoriza a obrar de igual manera e iniciar con malos modales la relación con el nuevo gobierno.

Si Trump y Guaidó y la Asamblea Nacional triunfan en Venezuela quedará instalado el precedente. Cualquier advenedizo se puede proclamar en una plaza pública primer mandatario de una nación. El neoliberalismo –que cunde como una peste– lo apoyará desde todos los países que ha hecho suyos. La globalización es nefasta para la autonomía de las naciones. Esto se ve en Venezuela. El apoyo de Bolsonaro y Macri a Guaidó, el apoyo de la Unión Europea son muestras del imperialismo globalizado. Ahora se puede hacer cualquier cosa. El mundo es de todos. O sea, de todos los poderosos y los fascistas que lo ocupan. Hay ayuda de Rusia y China a Venezuela. Pero están lejos. Putin ha dicho que apunta sus misiles contra EE.UU. Una frase que habría sido imprudente aun en medio de la Guerra Fría.

Argentina tiene un panorama complicado. Vive una situación de miseria, de exasperante escasez. Nada de esto pareciera perjudicar como sería justo a los corruptos de guante blanco que gobiernan. Siguen embistiendo a sus opositores por medio de una maquinaria judicial belicosa y cruel, por ella murió Héctor Timerman. Boudou está preso otra vez. D’Elía también. Se preparan nuevas agresiones. Sobre todo contra Cristina Kirchner, a quien temen. Ella aún no decidió su candidatura. Pero lo hará. Entre tanto, mantiene decisivas reuniones con las cabezas del peronismo. Sigue midiendo generosamente en las encuestas. Y cada vez medirá más. No es la vuelta al pasado, como con tanta interesada insistencia se dice. Nada ni nadie vuelve al pasado. Si llega a la presidencia, el país con que se encontrará CFK no es el del pasado. Tendrá que gobernar para ese presente distinto. Y distinto será lo que tendrá que hacer. No podrá atacar al capitalismo, como proponen los representantes de la izquierda. Sería suicidarse en la primera semana de gobierno. Tendrá que buscar las caras humanistas del capitalismo, que habrá que arrancárselas porque no las quiere mostrar. El populismo es la cara del capital que actúa erosionándolo. Un capitalismo humanista es subversivo porque el capital no se lleva bien con lo humano. Este gobierno del ajuste y del hambre es la cara inhumana del capital. La que mejor le va. Pero el populismo es la cara distribucionista e igualitaria. Más a la izquierda, hoy, está la pared.

Respondo:

No sé que pensas de esta nota. La verdad es que no la entiendo y poco aporta. Argentina, como Brasil, Venezuela, Uruguay necesitan un programa que aborde la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista. Que en unos se manifiesta de una forma en otros de otra pero en todas, la gente sufre el problema de la falta de trabajo y la amenaza constante del deterioro de la moneda con la cual se pagan los salarios y las pensiones. Esta es el arma de la derecha para sus ajustes.

Cristina puede ganar, pero no tiene programa. Si lo tuviera su vuelta sería imparable y en lo personal no me disgusta, pues a pesar de los gruesos errores de su gobierno, creo que está en condiciones de corregirse. Por ejemplo, en el tema de la moneda. Este es un punto esencial para los exportadores que ven con miedo que se adopte. Ellos con Macri cuanto más aumenta el dólar menos impuestos pagan. Y eso asusta a los fascistas, que saben que su apoyo es cada vez menor en un escenario democrático.

La respuesta de mi amigo:

JORGE, creo que el futuro inmediato es el más peligroso. La crisis económica mundial que tu has abordado en varias oportunidades hace que las potencias económicas-militares (EE.UU. Rusia, China) cuiden y sometan sus «patios». «Los rubios del Norte», como acostumbraba a llamarlo el líder blanco L. A. Herrera ya lo han comenzado, sin dificultades en Centro América, y al someter a Venezuela más temprano que tarde, nuestra América india y negra sufrirá otra vez las recetas del Imperio. De nada valdrá presentar un proyecto progresista, de llegar al gobierno difícil será obtener el poder. Los medios de difusión (la comunicación es otra cosa) en manos del gran capital, harán imposible el avance de las mayorías cada día más castigadas. Aquí ya la derecha tiene como eslogan que si gana Cristina, la Argentina se vuelve Venezuela. Tu bandera de imponer la Tasa sobre el movimiento monetario sin una aceptación mayoritaria de naciones, pasa a ser un solución virtual.

Mi respuesta:

Valoro tu respuesta. Macri llegó al gobierno fundamentalmente por el descontento de un sector de la población por el manejo de la moneda, el llamado dólar blue. En eso los sectores que especularon no se diferencian en sus preferencias, eran de Cristina y a la vez de Macri. Y Cristina a la vez que apoyaba a Kicillof, dejaba hacer a estos.

Ya en el gobierno, Macri se aseguró su capital y el capital de los buitres con la esperanza de una corriente de inversiones que diera respiro a la economía, cosa que no ocurrió y alarmó inmediatamente al FMI, por la estabilidad económica de Argentina que de ponerse en riesgo era una alarma grave para la economía mundial.

Macri no llamó al Fondo. Este intervino y Macri no tuvo más remedio que darle la cobertura de su «llamado». Tanto es así que hoy el Fondo está moviendo a Roberto Lavagna que fue su artífice en la salida del 2002 como ministro de economía de Kirchner luego. Su salida posterior estuvo directamente relacionada con el mayor peso en la interna kirchnerista de los sectores que hicieron la alianza con Chávez y su desarrollo político en toda América.

Hoy el Fondo está preocupado fundamentalmente por la interna de EE.UU. pues si bien Trump con su política de amurallamiento le dio un crecimiento a su economía, las reacciones en todos los terrenos no se han hecho esperar y no pueden fijar metas ni siquiera a mediano plazo.

En ese camino las acciones contra Venezuela que tenderían a favorecer a un grupo de multinacionales del petróleo cuentan con cada vez menos apoyo, lo que no quiere decir que esto disminuya el peligro de una acción militar. Trump lo sabe porque recuerda como murió Kennedy; en un giro dice en su discurso, EE.UU. nunca va a ser socialista, se dirige a la interna.

Por eso es muy importante comprender que un programa en la campaña electoral de Argentina también debe dirigirse a la sociedad norteamericana.

Las campañas que radicalizan el mensaje creyendo que ganan votos con el llamado antiimperialismo alejan el apoyo que deben tener en la interna de cada uno de los países del mundo.

Si hoy naciera en el mapa político argentino alguien capaz de levantar un programa que como el discurso de Mujica en la ONU (que hoy tiene olvidado, pero del que no ha renegado a pesar de su actual retroceso) levantara el tema de la moneda única, de los impuestos a las transacciones financieras y la muerte de los paraísos fiscales, concitaría un apoyo que hoy no tiene nadie de la izquierda argentina en el mundo donde pesa su desprestigio.

Esa es la razón de mi planteo, que no es virtual sino que va directo al centro del problema, que por ahora no se entienda es otra cosa. Recordemos que luego del discurso de Mujica en la ONU nadie habló del tema y si lo repasas veras que no es virtual y siempre es útil releerlo.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 26 de Febrero 2019.

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[:es]Fondo Monetario Internacional.[:]

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Fondo Monetario Internacional.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Tenemos la convicción de que con el Fondo Monetario Internacional (FMI) está ocurriendo algo que la prensa en general y la especializada en particular no refleja. Vamos a partir para ello de un ejemplo que para nosotros en el Uruguay es muy cercano: el gobierno de Macri.

Todo el mundo tiene la información de que fue el gobierno de Macri en Argentina quién solicitó la ayuda y la intervención de este Organismo.

Sabemos que esta información está corroborada de mil maneras. Nosotros llegamos a la conclusión de que fue a la inversa. Macri reabrió el camino a la inversión internacional en Argentina –así lo pensó él–, resarciendo a los buitres de un dinero mal habido porque fue de la utilización de la indefensión del pueblo argentino ante la crisis del 2001, enorme para lo que es el presupuesto de esa nación, a cambio de una apertura a grandes inversiones y su propio interés patrimonial, pero la respuesta de los posibles inversores ha sido y es paupérrima.

Recordemos que el entonces Ministro Axel Kicillof realizó una defensa formidable de la soberanía argentina enfrentando a estos fondos depredatorios del interés de la nación, y si bien el gobierno de Cristina Fernández respaldó esa defensa en los hechos dejó que el triunfo de Macri abriera el camino al éxito de los mismos. Me refiero a que no hubo una verdadera defensa política de lo realizado por el Ministro.

Kicillof también si bien hizo la defensa no exhibió un programa alternativo a esa política que realizan en el mundo este tipo de fondos que terminan siendo un cáncer para las naciones. Es la lumpen burguesía. En este mismo sentido es que valoramos lo que en septiembre del 2013 dijo en su discurso ante la ONU el entonces presidente Mujica insinuando salidas frente a esto que enferma y acelera la crisis de las relaciones financieras. Hay una relación directa entre fondos buitres, paraísos fiscales y el crecimiento de la lumpen burguesía y su accionar en el campo de la drogas, las armas, la prostitución…

Macri vio el campo libre, y aplicó para el mundo financiero la política que le permitió a él y su clan atesorar en el curso de los años una enorme fortuna. Esperó una respuesta favorable a realizar inversiones en su país de este mundo, pero la respuesta siempre iba a ser en esta materia utilitaria y por lo tanto, el mundo financiero estuvo agradecido por el regalo pero también entendió que el mismo debilitaba al gobierno gravemente desde el punto de vista político y ellos no están dispuestos a correr riesgos. Algún filósofo del mundo financiero acuñó la frase: «el capital es cobarde», y la verdad es que el capital que nació de la humilde plusvalía (todas las teorizaciones pretendiendo otro origen han ido quedando a la vera del camino) cumple siempre su función en la historia buscando «rentabilidad». Dejemos que los sociólogos, politólogos, etc. etc. hagan su trabajo para delinear el carácter de esa llamada cobardía, y de si es tal.

La dirección del FMI vio lo que sucedía y decidió salir ella en respaldo de la economía argentina, pues sentían que un simple rasguño podía conducir a una gangrena en la ya debilitada salud de la economía mundial.

Algo parecido ocurrió y viene ocurriendo en Grecia, aún con un gobierno que nació en lo que podríamos llamar una orientación inversa a la de Argentina, y así con cada una de las economías que tienen prendidas luces amarillas y hasta chalecos de ese color, pero hoy la economía debe ser cuidada de tal manera por estos Popes porque un desequilibrio que se expanda puede ser incontrolable y lo saben.

En Argentina nadie tiene un programa que sustituya la intervención del FMI y en la práctica en un nivel o en otro, todos los países aceptan el tutelaje que esta Institución ejerce en la gobernanza de la economía mundial, sin embargo hay reglas que aún se toleran, como por ejemplo: su intervención aparece siempre como solicitada, aún cuando todo el mundo sabe que su certificación es el salvoconducto de los países en la economía mundial y sin el cual nada les podría funcionar.

Es más, la defensa de Kicillof ante los fondos buitres, el Fondo no la podía aceptar públicamente pero hoy se da el caso de que ante el Fondo tiene más respeto la posición de Kicillof que la de Dubjone (Ministro de Economía de Macri).

Se está caminando por el filo de la navaja.

Nos responderán muchas voces diciendo que si, que hay un programa sin el FMI, y unos y otros nos hablarán de las políticas que desde el Estado se pueden hacer, y una vez más tendremos que explicar lo que Lenin en 1916 preveía y se viene cumpliendo inexorablemente: de que el gobierno económico del mundo ya no iba a residir en los Estados sino que esa gobernanza que no elimina la pugna inter capitalista. Ha pasado a las direcciones de los conglomerados empresariales multinacionales.

Todo esto tiene límites y estamos llegando a ellos, con el riesgo de destrucción masiva que supone. La dimensión del problema no es nacional, es universal.

Hasta ahora la diferencia entre izquierda y derecha en los gobiernos nacionales no radica en su posición con respeto al FMI, sino teniendo en cuenta lo inexorable de su monitoreo el de aún así realizar políticas en beneficio de la gente. Si bien hay gobiernos con fuertes desajustes monetarios –relación entre la moneda con que se maneja la producción y la moneda que maneja la gente– que hacen fuertes declaraciones contra el FMI, que más tiene que ver con lo que pasa en la tribuna que lo que sucede en el escenario de juego.

A su vez el desafío es tener un programa de gobierno de la economía que se imponga al actual de restricciones y ajustes de esta organización y sea compatible con la defensa del aparato productivo alcanzado por la humanidad en su desarrollo: «difícil para Sagitario».

En ninguno de los puntos en que la economía muestra su desequilibrio el Fondo tiene un programa diferente a aplicar, distinto a ajustar y reducir el déficit, instrumentar el pago de las deudas. La deuda y los déficits aumentan en el mundo sin solución de continuidad, que pasaría si cambiara su política y actuara sobre la moneda y los impuestos.

La hipótesis sobre la que trabaja la izquierda en general es que el FMI es un enemigo, aunque no tiene un proyecto de cómo sustituirlo, lo que implica un riesgo en la continuidad del aparato productivo. La derecha a su vez lo considera cada vez menos creíble pero un mal necesario para tutelar los equilibrios.

Estamos muy cerca de definiciones que siempre por su naturaleza son traumáticas, que implican entre otras cosas el cambio de orientación de organismos como el que venimos analizando, que si contamos con lo que son los avances tecnológicos, se pueden dar de inmediato.

Sabemos que para la cultura del socialismo por país (no es lo mismo revolución socialista por país que socialismo por país, lo primero se viene dando, lo segundo es imposible), concepción extendida y predominante en la izquierda aún esto no cabe en su compresión política, la crisis se va a encargar, si es que logramos una salida positiva, de poner las cosas en su lugar, por aquello tan recordado a 100 años del asesinato de Rosa de «socialismo o barbarie».

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 21 de Enero de 2019.

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[:es]Teoría práctica.[:]

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Teoría práctica.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Preferimos siempre para nuestros análisis tomar una nota bien elaborada y a partir de ahí marcar y desarrollar en que discrepamos. En este caso es una nota de Emir Sader, luego agregamos nuestro comentario. Es un tema además que tiene amplísima literatura.

Miércoles, 19 de Diciembre de 2018. Página 12.

Teoría práctica.

Por Emir Sader 1.

La separación entre teoría y práctica es algo que acompañó a la izquierda a lo largo de casi un siglo. Quedaron atrás los momentos en que los grandes dirigentes políticos de la izquierda eran, a la vez, grandes intelectuales. Marx, Lenin, Trotsky, Rosa Luxemburgo, Gramsci fueron marcados ejemplos de aquel momento en que teoría y práctica se imbricaban mutuamente.

A partir de la estalinización de los PCs y del abandono de parte de la socialdemocracia del anticapitalismo, la teoría pasó, la teoría tendió a estar recluida en las universidades y centros de estudio, sin tener ninguna injerencia en la realidad, teorías sin trascendencia práctica. Mientras que la práctica política se fue amoldando a las estructuras existentes de los sistemas políticos, sin análisis más profundos de la realidad y sin capacidad de diseñar futuros alternativos.

Latinoamérica tiene una larga tradición de pensamiento crítico, que tiene como fundador Mariátegui, con su capacidad creativa de captar, en el marco del marxismo, nuestra realidad en sus particularidades. En este siglo la intelectualidad crítica vivió nuevos desafíos, frente a la ola neoliberal, no solamente como proyecto económico, sino como modelo hegemónico renovador del capitalismo.

En un primer momento, se trató de resistir a la ofensiva neoliberal, defendiendo a las empresas públicas de las privatizaciones, los derechos de los trabajadores, las regulaciones estatales, la soberanía externa. Ello exigió solamente firmeza de principios. Pero incluso al interior del Foro Social Mundial hubo quienes –especialmente intelectuales europeos– optaron por criticar al Estado desde el punto de vista de la sociedad civil, rindiéndose a tesis de carácter liberal. En lugar de proponer procesos de democratización del Estado, han preferido caracterizar al Estado como reaccionario, conservador, adversario de los movimientos sociales. Pero han sido posiciones minoritarias, que no han sobrevivido con fuerza al surgimiento de los gobiernos antineoliberales en América latina.

Fue el momento de Chávez, Lula, Néstor y Cristina, Pepe Mujica, Evo, Rafael Correa. Una parte solamente de la intelectualidad latinoamericana ha comprendido el carácter profundamente antineoliberal de esos gobiernos, que respondían concretamente a los desafíos de construir alternativas al neoliberalismo.

Otros han mantenido puntos de vista críticos y distancias, cuando no oposición frontal. Unos, afirmando que esos gobiernos no eran distintos de los gobiernos neoliberales que los habían antecedido y a los cuales se oponían. No veían cómo la Venezuela de Chávez era radicalmente distinta de la que él había heredado. Ni cómo el Brasil de Lula era absolutamente otro que el país que Cardoso le había dejado. Ni que la Argentina de Menem era un país frontalmente diferente al que los Kirchner habían reconstruido. Ni que los gobiernos del Frente Amplio uruguayo habían cambiado radicalmente a la sociedad de ese país. Ni que entre los gobiernos anteriores y el de Evo Morales había un abismo de diferencias. Ni que el Ecuador de Rafael Correa era otro país que el de gobiernos anteriores.

Otros han tratado de descalificar a esos nuevos gobiernos, como caracterizándolos de modelos de exportadores primarios, dilapidadores de la naturaleza. No vieron las trasformaciones económicas, sociales y políticas que esos países han tenido, por ejemplo, en comparación con países que habían mantenido políticas neoliberales como Perú y México. Son intelectuales que se han alejado de la ola progresista que había barrido el continente, que no consiguen ningún tipo de apoyo popular y que tampoco logran proponer alternativas de gobierno, haciendo que las alternativas a esos gobiernos hayan estado siempre a la derecha, como la posterior crisis de algunos de esos gobiernos lo han demostrado.

Aun la parte de la intelectualidad que se ha identificado con esos gobiernos en general no ha tenido una participación activa en la formulación de las políticos antineoliberales, que han sido más mérito de los líderes de esos procesos. Gran parte de la intelectualidad de esos países ha votado por esos gobiernos, pero bajo la forma de un consenso pasivo –los han preferido a los de derecha o de ultraizquierda–, pero sin participar activamente de la construcción de las nuevas políticas y muchas veces sin siquiera participar del intenso debate ideológico.

La retomada de la ofensiva conservadora puso en crisis a los gobiernos progresistas, que fueron sustituidos en varios casos –Argentina, Brasil, Ecuador– por gobiernos de restauración neoliberal o sometidos a duras ofensivas de la derecha, como en los casos de Venezuela, de Bolivia e incluso Uruguay.

En este período la distancia entre la práctica intelectual y los desafíos políticos concretos de la realidad latinoamericana se ha vuelto más evidente. Los líderes políticos de la izquierda, los partidos, los movimientos populares no cuentan, en general, con las contribuciones de intelectuales que puedan ayudar a hacer balances, ubicar las debilidades, apuntar hacia la superación, comprender el nuevo período político que tenemos por delante. Los partidos, los líderes, los movimientos populares tienden a sufrir el aislamiento respecto a la intelectualidad.

Una tendencia al encierro en las universidades, centros de estudio, instituciones, se corresponde con los procesos de despolitización y de burocratización en los medios intelectuales. Rasgos típico de épocas de reveses, de repliegue de la izquierda, de pérdida de iniciativa y de ofensiva de la derecha. En el período actual es notoria la falta de participación de la intelectualidad en los debates públicos, la pérdida de perfil de la presencia de gran parte del pensamiento social latinoamericano, revelando un período de baja de la creatividad teórica y del compromiso político.

Las tendencias críticas, que no valoran las conquistas de este siglo, tienden a predominar. El alejamiento de partidos y movimientos populares, la adhesión a otras alternativas. Pero, principalmente, la despolitización, el refugio en temas e intercambios académicos, lejos de las prioridades y las urgencias políticas de sus países, del continente y del mundo. Las críticas a los partidos y liderazgos de izquierda vuelven a encontrar espacio, a veces de forma muy coincidente con las de la derecha, después de haber prácticamente desaparecido, en los años de auge de los gobiernos progresistas, frente a los cuales habían perdido su discurso.

Es muy significativo que Álvaro García Linera, quien fuera considerado el más importante intelectual latinoamericano, reciba manifestaciones de rechazo en el medio intelectual del continente. Que Rafael Correa no sea reivindicado también por el medio intelectual, como si él no fuera, además de gran líder político, un importante intelectual latinoamericano. Señales de que la contraofensiva conservadora hace sentir sus efectos también, de forma directa o indirecta, en la intelectualidad latinoamericana.

Solamente la comprensión de la perspectiva histórica en la que se ubica Latinoamérica, de la naturaleza de los problemas que enfrenta la izquierda, del carácter de los reveses actuales, de la dimensión de los nuevos desafíos, de los elementos de continuidad con la lucha antineoliberal y de los elementos nuevos, que exigen readecuaciones de parte de la izquierda, permitirán un nuevo ciclo de compromiso de la intelectualidad latinoamericana con la historia contemporánea de nuestro continente. No caben más iniciativas que no se traduzcan en contribuciones concretas, en nuevas interpretaciones de lo que vivimos.

La intelectualidad del pensamiento crítico latinoamericano necesita más profundidad, creatividad, trabajo colectivo, compromiso político, ideas, acercamiento a los movimientos y partidos populares. Agregar a la resistencia al neoliberalismo, la participación concreta, con análisis y propuestas, en la recuperación de las fuerzas antineoliberales. De lo contrario la teoría se volverá a apartar de la práctica, se perpetuará como ideas sin trascendencia hacia la realidad concreta y se facilitará la ofensiva política e ideológica de la derecha.

Sin teoría, la práctica se vuelve impotente. Sin práctica, la teoría se vuelve inocua.

Nuestro comentario:

Tomamos de Carlos Marx estos juicios:

«Una formación social no desaparece nunca antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben dentro de ella, y jamás aparecen relaciones de producción nuevas y superiores antes de que hayan madurado, en el seno de la propia sociedad antigua, las condiciones materiales para su existencia. Por eso la humanidad se plantea siempre únicamente los problemas que puede resolver, pues un examen más detenido muestra siempre que el propio problema no surge sino cuando las condiciones materiales para resolverlo ya existen o, por lo menos, están en vías de formación. A grandes rasgos, el modo de producción asiático, el antiguo, el feudal y el burgués moderno pueden designarse como épocas de progreso en la formación social económica. Las relaciones de producción burguesas son la última forma antagónica del proceso social de producción, antagónica, no en el sentido de un antagonismo individual, sino de un antagonismo que emana de las condiciones sociales de vida de los individuos. Pero las fuerzas productivas que se desarrollan en el seno de la sociedad burguesa brindan, al mismo tiempo, las condiciones materiales para resolver dicho antagonismo. Con esta formación social se cierra, pues, la prehistoria de la sociedad humana»2.

Demás está decir que es en esto que centramos nuestra discrepancias con el planteo de Emir Sader. Los movimientos sociales en nuestra América han logrado imponer por un tiempo relativamente importante conquistas y reivindicaciones a nivel de los pueblos. Con la dificultad de que los movimientos políticos que han sido sus impulsores han alentado el concepto equivocado de que estaban construyendo una sociedad distinta a la que predominaba a nivel general del mundo. Y eso no sólo que no es posible sino que alienta caminos burocráticos que luego no tienen salida.

Es erróneo que alentemos la posibilidad de construir alternativas que compitan con lo que se ha dado en llamar el modelo capitalista, cuando de lo que se trata es de avanzar en derechos y conquistas para los pueblos, sabiendo que el sistema tiene un límite dentro del cual es posible avanzar pero que en medio plazo la predominancia del sistema tiende a que su rentabilidad sea insostenible y necesite que esa predominancia muera en paz.

Brasil es un ejemplo de esto. La burguesía paulista que hizo todos los esfuerzos para que Lula y el PT no llegaran al gobierno, cuando vieron que eso era imparable se volvieron de su lado para lanzar al mundo sus marcas, sus mercancías, y cuando el llamado viento de cola terminó procedieron a destruirlo. Así de sencillo.

Lula no estaba construyendo un nuevo modo de producción, hubiera sido imposible hacerlo, si estaba avanzando en derechos para su pueblo que son los que hoy molestan a los burgueses «nativos» y hacen de Lula «el enemigo».

¿Se equivocó Lula? ¿Se equivocó Mujica en el Uruguay? Tomamos estos dos casos como paradigmáticos pero todos conocemos la variedad y vastedad de casos similares. Lula antes que Mujica tomó una dimensión universal para su accionar, recordamos el nacimiento del Foro Social Mundial, y sus propias intervenciones que insinuaban un programa para el mundo, y luego Mujica en la ONU (septiembre 2013) que fue un poco más allá e insinuó un programa con las dos herramientas que consideramos fundamentales para iniciar una transición: la moneda y los impuestos. Pero los dos no pudieron zafarse de la rosca con que envuelve el capitalismo su accionar económico. Y ante esto no hay inocencia, cada quién debe asumir su responsabilidad.

No es la diferencia entre la teoría y la práctica de la que habla Sader sino del agotamiento de las teorías que han pretendido negar los análisis de Marx sobre el desarrollo del capitalismo y la forma posible de una transición a un modo de producción que lo supere, agotadas sus posibilidades de desarrollo como lo afirma en el texto que reproducimos.

Ahora hoy no debería existir ningún impedimento para avanzar en ese programa, que por lo demás es la única posibilidad de salvar a los pueblos de la acentuación de la guerra y el fascismo, en la teoría y en la práctica.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 21 de Diciembre de 2018.

Notas:

1Emir Simão Sader es un sociólogo y politólogo brasileño.
2Marx, Introducción a la crítica de la economía política, 1857.

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[:es]La economía en la Venezuela actual.[:]

[:es]

La economía en la Venezuela actual.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Reproducimos una nota de Pascualina Curcio y luego la comentamos:

Últimas Noticias Venezuela.

 

 

Enigmas.

Por: Pascualina Curcio | Martes, 04/12/2018.

  1. Pascualina Curcio.¿Qué explicación tendrán los economistas neoliberales acerca de la variación del bolívar en 558.035.614 % desde el 2013? No hemos visto cálculos que les permitan sustentar tal «depreciación». ¿Será que no hallan cómo incluir la variable política «ataque a la moneda» en las teorías económicas y por eso evitan hablar de Dolartoday?

  2. ¿Qué método de cálculo estarán utilizando los monetaristas para justificar que el valor de la moneda es 500 BsS/US$, si para que ello ocurra se requiere 21 veces la cantidad de bolívares que actualmente circula en la economía?

  3. ¿Por qué insisten en que la culpa de la hiperinflación es del gobierno que imprime dinero «no respaldado», si por el contrario, la cantidad de dinero con respecto al tamaño de la economía ha disminuido 91 % desde el año 2014? Hoy, la cantidad de dinero con respecto al PIB es 6 %, en 2014 era 66 %. ¿Será un cuento lo del dinero inorgánico?

  4. ¿Cómo estarán resolviendo los monetaristas la contradicción teórica en la que incurren cuando afirman que la causa de la hiperinflación es la emisión de dinero? Su teoría supone que la mayor cantidad de dinero «inorgánico» llega a los bolsillos de los venezolanos y por lo tanto, demandamos más bienes y servicios, lo que presiona los precios al alza ¿Algún venezolano está demandando más bienes que en 2013?

  5. Mucha alharaca hicieron los empresarios y sus voceros para liberar el mercado cambiario. Presionaron con el argumento de que no tenían dónde transar sus divisas y que por tal motivo no las traían. Se aventuraron a decir que la liberación detendría el ataque al bolívar porque ingresarían capitales. Ahora que ya fue liberado dicen no tener las divisas, dicen que el Estado debe «inyectarlas». Sin comentarios.

  6. Pascualina Curcio.Consecomercio está sugiriendo incrementos de salarios. Se han percatado de que los venezolanos hemos perdido el poder adquisitivo y que no lograrán vender su mercancía. ¿Se les habrá ocurrido que dicha pérdida se debe al aumento de los precios? ¿Por qué en lugar de solicitar ajustes de salarios no detienen la escalada de los precios? ¿Por qué no se suman a la campaña contra Dolartoday?

  7. La guerra económica contra los venezolanos ha sido declarada por Donald Trump. Hay quienes todavía la niegan. Siempre será un gran enigma la actitud antipatriota de algunos.

Tomado del diario Últimas Noticias Venezuela.

Nuestro comentario:

Jorge Aniceto Molinari.Lo que señala Pascualina Curcio es irrebatible.

Un ejemplo a tener en cuenta es el de Macri en Argentina que ha venido realizando a través de la cotización del dólar (moneda con la que se comercializa la producción argentina) un ajuste descomunal en los salarios y pensiones. (En realidad con la desvalorización permanente del peso argentino como ocurre en otros países con las monedas nacionales).

El problema es que ellos pensaron que manejando el gobierno iban a tener la posibilidad de participar en el mercado mundial de capitales que le estaba vedado a Cristina Kirschner, y la verdad es que en la realidad actual la situación se está convirtiendo en un gran problema para el FMI que no puede dejar caer a ese país, a la vez que si aún Macri no ha caído es porque la izquierda no tiene un programa para sustituirlo.

Manejar en un país dos monedas, una para los burgueses vinculados a los productos y a la producción, tarde o temprano se convierte en una forma directa de atacar el nivel de vida de la gente, y otra a la gente misma que siente que el gobierno la quiere defender pero le es imposible amurallar el país para que ello ocurra.

El tema de las monedas debería discutirse a nivel mundial aprovechando además de que el Estado Popular Chino es el que tiene mayor cantidad de dólares como reserva.

Debería terminarse ya con la joda de las diferentes cotizaciones de las monedas e ir a la moneda única y universal. No hay una sola razón que si podría haber existido en otra época para que los Estados tengan su propia moneda.

Y si a eso le agregamos los notables avances tecnológicos podríamos ir con enorme facilidad a un sistema impositivo basado en la circulación del dinero que de muerte a los paraísos fiscales, y permita a la humanidad realizar proyectos que hoy al capitalismo ya no le son rentables que permitirían hacer planes universales en la salud, la enseñanza, la vivienda, el trabajo. Desmontar la industria de la guerra.

La izquierda se desgasta en el mundo realizando una protesta tras otra, mientras la derecha sin rumbo enfila hacia la guerra y el fascismo. La necesidad del programa es imperiosa.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 6 de Diciembre de 2018.

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