[:es]Día internacional de la mujer.[:ca]Dia internacional de la dona.[:]

[:es]

Día internacional de la mujer.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Las sufragistas inglesas –Suffragettes– Annie Kenney y Christabel Pankhurst portando un cartel reivindicativo del sufragio femenino. Autor desconocido: http://www.hastingspress.co.uk/history/sufpix.htm, Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15154048En 1910, en la II Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reunida en Copenhague, se reiteró la demanda de sufragio universal para todas las mujeres y, a propuesta de Clara Zetkin, se proclamó el 8 de marzo como el Día Internacional de la Mujer. La propuesta de Zetkin fue respaldada unánimemente por la conferencia a la que asistían más de 100 mujeres procedentes de 17 países, entre ellas las tres primeras mujeres elegidas para el parlamento finés. El objetivo era promover la igualdad de derechos, incluyendo el sufragio para las mujeres. Además de Clara Zetkin hay que señalar los nombres de otras pioneras en la reivindicación de los derechos de las mujeres como Rosa Luxemburgo, Aleksandra Kolontái, Nadezhda Krúpskaya e Inessa Armand.

Recurrimos a la aguda memoria que nos presta hoy internet, para refrescar datos que no están suficientemente difundidos y son importantes, aunque la cita que transcribimos es limitada.

El origen es claro y contundente. La represión y el asesinato de obreras textiles, en EE.UU. Esto motiva para transformarlo en un mojón de luchas, también reconocidas, muchos años después por la ONU, y que llega nuestros días con renovada potencia. Fruto también de la acentuación de la crisis irreversible en la que ha entrado la predominancia del modo de producción capitalista.

¿Es la reivindicación de igualdad en los derechos suficiente?, está claro que no alcanza con eso, sin embargo el reconocimiento es muy importante como base de partida de las reivindicaciones.

No las colma, pues la desigualdad nace en la lucha de clases y en el uso que de ella hace el modo de producción capitalista en su objetivo de abaratar costos y ampliar mercados, cuyo límite material y natural es el Planeta.

La incorporación de la mujer al trabajo en las fábricas era para los empresarios capitalistas una de las formas de abaratar el trabajo asalariado.

Lo que no podía prever el burgués empresario es que iniciaba un proceso de transformaciones de las relaciones sociales que llega profundamente hasta nuestros días.

El trabajo de la mujer era «más barato» y por eso abusó de su uso, e incluso aplicó en él, las medidas represivas más repudiables en el capitalismo, como el asesinato que da nacimiento a esta fecha.

En el auge de la expansión capitalista, esto significó por la repercusión y significado de las luchas un progreso enorme en derechos sociales en toda la humanidad. Progreso desigual y combinado, que tiene puntos altos en las conquistas que en la materia se han logrado en los países desarrollados y puntos pendientes a reivindicar en muchas zonas del planeta.

En América el Uruguay ha sido pionero en la materia. Sería bueno, no lo vamos hacer en esta nota, repasar una reseña histórica de los hitos que se han marcado en este proceso.

En la actualidad la situación es otra. El capitalismo ha entrado en una crisis irreversible, y sus corrientes más estúpidas hablan de abaratar costos sociales y de preparar la represión y la guerra contra la sociedad en su conjunto y en particular contra los avances de los derechos de las mujeres trabajadoras.

Lo que nos preocupa es que el movimiento que felizmente va creciendo en todo el mundo tenga claro que los objetivos para ser logrados no basta con la igualdad de derechos del hombre y la mujer, –que es importante–, sino que es necesario preparar la transición para la muerte en paz de la predominancia del modo de producción capitalista.

Y esto no se logra en la confrontación de modelos sino en medidas de transición que hoy están alcance de toda la humanidad en la medida que exista la voluntad política de aplicarlas. Voluntad política que el movimiento de las mujeres en todo el mundo es prueba de que ella puede ser rápidamente construida.

Sin embargo como en el proceso de los Foros Sociales Mundiales, donde la bastedad del movimiento y lo difuso de la concreción programática ha hecho que no falten los elementos de provocación para impedir que ello se plasme.

La manifestación en Montevideo fue importante. Ha habido muchas importantes, como la del sepelio de Líber Arce en 19681. En aquella, la provocación tenía un objetivo, desviar la atención de la acción masiva a la protesta individual sin sentido. En este caso fue muy menor pero no por ello debe dejar de censurarse.

El antídoto como en aquel entonces es la capacidad para construir programa, y esto vale para el Uruguay como para España, por ejemplo, donde también las manifestaciones marcaron un hito en un contexto social que ya no logra equilibrios.

La desigualdad es una realidad que exige ser superada. Las movilizaciones hablan por sí solas de una alto nivel de consciencia, pero a la vez emergen en un mundo donde la crisis del capitalismo es ya irreversible, y los efectos de la guerra particularmente en y contra las mujeres se extienden y la llamada igualdad de géneros no es suficiente como reivindicación programática, sino que debe estar acompañada por la construcción de la voluntad política para terminar con los paraísos fiscales, para hacer que el sistema impositivo provea de los fondos que la sociedad necesita, incluso para la labrar la igual, de la circulación del dinero y no del consumo, los salarios y las pensiones como es la realidad actual.

¿Se tiene consciencia de esto?: en el ejemplo de 1968 (Líber Arce), estábamos ya sumergidos en un proceso en que comenzaban a instaurarse las llamadas dictaduras «cívico-militares». Hoy la situación es aún más grave, hay que parar la extensión de la guerra y ello supone la organización de la sociedad para desmantelar la industria que la impulsa. Ello exige medidas programáticas universales que el movimiento de las mujeres en el mundo está mostrando que son posibles.

No tenemos dudas de cuál debería ser el próximo paso: construir la voluntad política sobre la base de un programa que efectivamente pueda transformar esta realidad traumática de hoy. Ese programa ya existe y en la propia ONU se le ha esbozado.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Domingo, 11 de marzo de 2018.

Nota:

1Estos hechos son paradigmáticos. Se cumplen 50 años y sobre ellos que nosotros conozcamos no ha habido una investigación exhaustiva que determine de donde surgió la orden del balazo que terminó con la vida de Líber Arce y de donde surgieron las ordenes para realizar los desmanes en el centro de Montevideo, que desviaran la atención luego de la impotente manifestación que acompañara el sepelio. Seguramente ya estaban trabajando los «servicios» para corromper a la policía y a las fuerzas armadas, que culminó con el golpe de Estado de junio del 1973 y la tragedia posterior cuyas secuelas aún vivimos.

Es la película que han tratado de repetir en Venezuela, con un marco distinto y con un panorama en el mundo donde frente a la crisis ya no pueden operar de la misma manera.

[:ca]

Dia internacional de la dona.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Les sufragistes angleses –Suffragettes– Annie Kenney i Christabel Pankhurst portant un cartell reivindicatiu del sufragi femení. Autor desconegut: http://www.hastingspress.co.uk/history/sufpix.htm, Domini públic, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=15154048El 1910, en la II Conferència Internacional de Dones Socialistes reunida a Copenhaguen, es va reiterar la demanda de sufragi universal per a totes les dones i, a proposta de Clara Zetkin, es va proclamar el 8 de març com el Dia Internacional de la Dona. La proposta de Zetkin va ser recolzada unànimement per la conferència a la qual assistien més de 100 dones procedents de 17 països, entre elles les tres primeres dones escollides per al parlament finès. L’objectiu era promoure la igualtat de drets, incloent el sufragi per a les dones. A més de Clara Zetkin cal assenyalar els noms d’altres pioneres en la reivindicació dels drets de les dones com Rosa Luxemburg, Aleksandra Kol·lontai, Nadejda Krúpskaia i Inessa Armand.

Recorrem a l’aguda memòria que ens presta avui internet, per refrescar dades que no estan prou difoses i són importants, encara que la cita que transcrivim és limitada.

L’origen és clar i contundent. La repressió i l’assassinat d’obreres tèxtils, als EUA. Això motiva per transformar-la en una fita de les lluites, també reconegudes, molts anys després per l’ONU, i que arriba als nostres dies amb renovada potència. Fruit també de l’accentuació de la crisi irreversible en què ha entrat la predominança de la manera de producció capitalista.

N’hi ha prou amb la reivindicació d’igualtat en els drets?, està clar que no s’aconsegueix amb això, però el reconeixement és molt important com a punt de partença de les reivindicacions.

No les satisfà, doncs la desigualtat neix en la lluita de classes i en l’ús que d’ella fa la manera de producció capitalista en el seu objectiu d’abaratir costos i ampliar mercats, el límit material i natural dels quals és el Planeta.

La incorporació de la dona al treball de les fàbriques era per als empresaris capitalistes una de les formes d’abaratir el treball assalariat.

El que no podia preveure el burgès empresari és que iniciava un procés de transformacions de les relacions socials que arriba profundament fins als nostres dies.

El treball de la dona era «més barat» i per això va abusar del seu ús, i fins i tot va aplicar en aquest, les mesures repressives més rebutjables en el capitalisme, com l’assassinat que dóna naixement a aquesta data.

En l’auge de l’expansió capitalista, això va significar per la repercussió i significat de les lluites un progrés enorme en drets socials per tota la humanitat. Progrés desigual i combinat, que té punts alts en les conquestes que en la matèria s’han aconseguit en els països desenvolupats i punts pendents a reivindicar en moltes zones del planeta.

A Amèrica, l’Uruguai ha estat pioner en la matèria. Seria bo, no ho farem en aquesta nota, repassar una ressenya històrica de les fites que s’han marcat en aquest procés.

En l’actualitat la situació és una altra. El capitalisme ha entrat en una crisi irreversible, i els seus corrents més estúpids parlen d’abaratir costos socials i de preparar la repressió i la guerra contra la societat en el seu conjunt i en particular contra els avenços dels drets de les dones treballadores.

El que ens preocupa és que el moviment que feliçment va creixent a tot el món tingui clar que els objectius per a ésser assolits no n’hi ha prou amb la igualtat de drets de l’home i la dona, –que és important–, sinó que cal preparar la transició per la mort en pau de la predominança de la manera de producció capitalista.

I això no s’aconsegueix en la confrontació de models sinó en mesures de transició que avui estan abast de tota la humanitat en la mesura que hi hagi la voluntat política d’aplicar-les. Voluntat política que el moviment de les dones a tot el món és prova que aquesta pot ser ràpidament construïda.

No obstant això com en el procés dels Fòrums Socials Mundials, on l’extensió del moviment i el difús de la concreció programàtica ha fet que no faltin els elements de provocació per impedir que això es plasmi.

La manifestació a Montevideo va ser important. Hi ha hagut moltes importants, com la del sepeli de Liber Arce el 19681. En aquella, la provocació tenia un objectiu, desviar l’atenció de l’acció massiva cap a la protesta individual sense sentit. En aquest cas va ser molt menor però no per això s’ha de deixar de censurar.

L’antídot com en aquell temps és la capacitat per construir programa, i això val tant per a l’Uruguai com per a Espanya, per exemple, on també les manifestacions van marcar una fita en un context social que ja no aconsegueix equilibris.

La desigualtat és una realitat que exigeix ser superada. Les mobilitzacions parlen per si soles d’una alt nivell de consciència, però alhora emergeixen en un món on la crisi del capitalisme és ja irreversible, i els efectes de la guerra particularment en i contra les dones s’estenen i l’anomenada igualtat de gèneres no és suficient com a reivindicació programàtica, sinó que ha d’estar acompanyada per la construcció de la voluntat política per acabar amb els paradisos fiscals, per fer que el sistema impositiu proveeixi dels fons que la societat necessita, fins i tot per a la conrear la mateixa, de la circulació dels diners i no del consum, els salaris i les pensions com és la realitat actual.

Es té consciència d’això?: en l’exemple de 1968 (Liber Arce), estàvem ja submergits en un procés en què començaven a instaurar-se les anomenades dictadures «cívic-militars». Avui la situació és encara més greu, cal aturar l’extensió de la guerra i això suposa l’organització de la societat per desmantellar la indústria que la impulsa. Això exigeix mesures programàtiques universals que el moviment de les dones en el món està mostrant que són possibles.

No tenim dubtes de quin hauria de ser el proper pas: construir la voluntat política sobre la base d’un programa que efectivament pugui transformar aquesta realitat traumàtica d’avui. Aquest programa ja existeix i en la pròpia ONU se li ha esbossat.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Diumenge, 11 de març del 2018.

Nota:

1Aquests fets són paradigmàtics. S’acompleixen 50 anys i sobre ells que nosaltres coneguem no hi ha hagut una investigació exhaustiva que determini d’on va sorgir l’ordre del tret que va acabar amb la vida de Líber Arce i d’on van sorgir les ordres per realitzar els excessos en el centre de Montevideo, que desviessin l’atenció després de la impotent manifestació que acompanyés el sepeli. Segurament ja estaven treballant els «serveis» per corrompre a la policia i les forces armades, que va culminar amb el cop d’Estat de juny del 1973 i la tragèdia posterior les seqüeles de la qual encara vivim.

És la pel·lícula que han tractat de repetir a Veneçuela, amb un marc diferent i amb un panorama en el món on davant de la crisi ja no poden operar de la mateixa manera.

[:]

[:es]Atraso cambiario.[:ca]Endarreriment canviari.[:]

[:es]

Atraso cambiario.

Trataremos de opinar, corriendo el riesgo de ser censurados (no me refiero a esta columna donde tenemos libertad para hacerlo), sino a una tendencia general en la sociedad –que empecinadamente tratamos de quebrar– de no ir al análisis a fondo de los problemas.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Símbolos de la libra esterlina, dólar estadounidense y euro.Qué nos hace añorar algo que no vivimos (como dice alguna canción, que no hay dolor mayor que añorar lo no vivido), donde nos dicen que en los viejos cafés montevideanos –en los inicios del siglo 20– había tertulias donde el debate era permanente, y no había temas vedados.

Hoy cada uno de nosotros decimos lo nuestro y basta, cuando lo necesario y más en un periodo de crisis profunda generalizada en la sociedad humana, es profundizar en los conceptos, debatir y buscar empecinadamente salidas a situaciones que hacen cada vez más pronunciada la fractura social, que afecta no sólo a un sector de ella, que lleva la peor parte, sino al conjunto del convivir humano que aunque haya gente que trata de disimularlo, afecta inexorablemente a todos, y particularmente a la psiquis humana. Uruguay es un país de algo más de 3 millones de habitantes y casi 11.000 presos. Resultante de algún modo del deterioro empresarial del trabajo y de la cultura del trabajo. Apenas un bosquejo, en un índice, del deterioro de la sociedad global en todos los aspectos de la vida, y que el mundo ya conoció, pero a un nivel menor al actual, en el proceso previo a la segunda guerra mundial o antes en los años previos a la primera guerra mundial.

Hemos afirmado que en esta fase del desarrollo de una crisis irreversible del capitalismo, los dos puntos fundamentales para asumir la tarea de ayudar a la predominancia del capitalismo a morir en paz, son la moneda y los impuestos. Somos de los que pensamos que cada modo de producción cumple su ciclo histórico y luego comienza a perder su predominancia, a ser cuestionada y con el correr de los años a desaparecer, como por otra parte ha ocurrido con los modos de producción anteriores.

Son los dos puntos insinuados como centrales por Mujica en la ONU en setiembre del 2013. Por supuesto que no desconocemos que a la casi totalidad de los «analistas», el manejo de estas herramientas –dándole importancia– las consideran irrelevantes para transformar una realidad que de acuerdo a la educación que han recibido sólo piensan que se transforma en la confrontación de sistemas –dura herencia del stalinismo y de la derrota de Lenin en 1924–.

Hoy se vuelve a hablar de «atraso cambiario» que es la forma de definir por parte de un sector de la economía, de una solicitud de subsidio encubierto, bajo la forma de devaluación monetaria, que carga sobre el conjunto de los sectores desprotegidos de la sociedad que no tienen forma de cotizar su trabajo en la misma moneda que se cotizan las exportaciones.

Para las inversiones que tienen su origen en los capitales multinacionales, que no tienen patria ni fronteras, la moneda es una noticia para regular sus inversiones, pero su interés va directamente a las cargas impositivas nacionales, y ni siquiera a los salarios, pues sus cargos mejor remunerados ya pertenecen a un sector que manejan las empresas que se encargan de los asesoramientos y asumen las tareas más importantes. Los salarios son una carga que la tecnología se encarga permanentemente de relativizar. A ellos no los afecta el llamado costo del Estado, que es una variante de lo que nos gusta llamar costo de la Democracia, tienen además Estados para elegir. Esa grosera contradicción entre el costo del Estado y el costo de la Democracia, seguramente será motivo de próximas notas.

El problema es entonces para los empresarios nacionales, las medianas y pequeñas empresas que viven las vicisitudes del mercado y de la propia vida de su gente. Alguno de sus voceros calificados entonces nos explica lo que para él es «el atraso cambiario», que se resume en una frase: –trabajo bien, pero no puedo competir y necesito ayuda, corro el riesgo de ser inviable– y lo grave es que se lo piden a un presupuesto general de la nación basado en un 60% a los impuestos al consumo, otra parte importante en impuestos a salarios y jubilaciones con algún nivel adquisitivo, porque es en definitiva donde terminan todas las reclamaciones económicas y porque es ahí de donde el gobierno toma los recursos para timonear la economía, la moneda propia y el Presupuesto General del Estado (a dónde van los reclamos del 6% del PBI para la enseñanza, los recursos para la salud, para la seguridad, para la vivienda, etc. etc.).

Otro ingrediente traumático junto al reclamo de envilecer la moneda, es contra los controles bancarios, que obligan a sincerar las relaciones económicas y hacen más directa la imposibilidad de evadir aporte fiscales a la Dirección General Impositiva y al Banco de Previsión Social y sin duda que en ese marco los empresarios «nacionales» corren en desventaja frente al inversionista multinacional.

El Ministro Astori ha reafirmado algo que la realidad confirma todos los días: la crisis en el número de empleos, los mayores generadores además del Estado, son los medianos y pequeños empresarios, y entonces el coctel está completo. Las multinacionales hablan otro lenguaje, el de la aplicación de la tecnología, que aprovechan plenamente, y que nadie puede soñar en frenar. Como por ejemplo Trump que trata de estimular la industria yanquee sobre la base de la alta tecnología, moviendo el mercado interno de capitales pero sin resolver la crisis en el número de empleos –particularmente en la calidad de los mismos–, y que en el tiempo agravan la crisis, pero hoy con el impulso a la industria de guerra algo desahoga, como para ir tirando.

Ninguna de las fuerzas políticas de las que actúan en el país, tiene una solución programática para el problema. (Y cuando decimos todas, son todas). Actúan sobre las desventuras de quienes gobiernan y tienen que atender un aparato político en democracia que cada vez está más acotado por las urgencias sociales, aun cuando el Uruguay ha venido con su economía en crecimiento.

El «gasten e inviertan» del periodo de Mujica, no ha sido bueno a la hora de calificar para los cuadros gobernantes; pues las tecnologías de punta son por ahora una reserva inexpugnable de los complejos empresariales multinacionales, lo que no quiere decir que lo sea en el futuro. La inteligencia humana no está atada a un modo de producción en particular pero si vive todas las contingencias del que predomina.

Aún así la comparación con otros gobiernos favorece al nuestro, pero la perspectiva no es buena, porque la crisis global se profundiza, y el motor del aparato económico ya no es alimentado por una rentabilidad basada en atender las necesidades de la sociedad, ahora, por el contrario, esa crisis se refleja en el aparato financiero que inventa uno y mil recursos para tratar de mantener la tasa general de ganancia. Hasta se molesta por la venta regulada, fuera del narcotráfico, de la marihuana en el Uruguay. Y aún hoy su mayor ganancia está en lo que circula por fuera de la órbita formal de los Bancos, y que los Bancos monitorean en su pasaje a la «formalidad», y en ello seguramente hay operaciones santas y nonsantas.

Uno de esos instrumentos es precisamente el juego de las monedas, donde ya no queda una sola moneda en el mundo que esté relacionada con el aparato productivo del país que la emite.

Hoy nadie puede demostrar que la soberanía monetaria sea necesidad de algún Estado o zona en el mundo. Se usa muy generalmente como un instrumento que beneficia a sectores determinados para precisamente beneficiarse por ese medio de las penurias populares.

No sabemos cuál es la causa, de que gobernantes que han llegado a plantear una necesidad universal como es la medida monetaria única, luego no hayan insistido en el tema y no tengan propuestas para avanzar en la medida en las reuniones internacionales. En nuestro país el ex Presidente José Mujica lo llegó a plantear en la ONU en septiembre del 2013.

Un aspecto más del problema pero que no cambia la esencia del mismo: los instrumentos bancarios, y las monedas digitales.

La moneda nace en la historia de la humanidad, como una mercancía más, necesaria, para permitir el comercio y su desarrollo ha ido en el mismo sentido, aún cuando su emisión ha sido utilizada en forma oportunista por sectores económicos que la han utilizado para hacer valer su ubicación privilegiada en los aparatos burocráticos de los Estados.

La moneda digital acelera estas contradicciones y pone a la humanidad en camino de que con el dinero necesite como con el kilo, el metro o el litro, llegar a una medición universal.

Ahora no sólo facilita las mediciones sino que permiten pensar que debe nacer un nuevo sistema impositivo sobre la base de la circulación del dinero, dando muerte a los paraísos fiscales, a los impuestos al consumo, al salario y a las pensiones.

Una fuente de recursos para que la humanidad aborde una nueva organización del trabajo, para abordar las obras en materia de educación, de salud, de cultura, de vivienda que hoy a la predominancia del modo de producción capitalista en el marco actual ya no le son rentables.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 11 de septiembre de 2017.

[:ca]

Endarreriment canviari.

Tractarem d’opinar, corrent el risc de ser censurats (no em refereixo a aquesta columna on tenim llibertat per fer-ho), sinó a una tendència general en la societat que tossudament tractem de trencar– de no anar a l’anàlisi a fons dels problemes.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Símbols de la lliura esterlina, dòlar estatunidenc i euro.Què ens fa enyorar una cosa que no vivim (com diu alguna cançó, que no hi ha dolor més gran que enyorar allò que no hem viscut), on ens diuen que en els vells cafès de Montevideo –en els inicis del segle 20– hi havia tertúlies on el debat era permanent, i no hi havia temes vedats.

Avui cada un de nosaltres diem la nostra i prou, quan allò necessari i més en un període de crisi profunda generalitzada en la societat humana, és aprofundir en els conceptes, debatre i buscar obstinadament sortides a situacions que fan cada cop més pronunciada la fractura social, que afecta no només a un sector d’ella, que porta la pitjor part, sinó al conjunt del conviure humà que encara hi hagi gent que tracta de dissimular-ho, afecta inexorablement a tots, i particularment a la psique humana. Uruguai és un país de poc més de 3 milions d’habitants i gairebé 11.000 presos. Resultant d’alguna manera del deteriorament empresarial del treball i de la cultura del treball. Tot just un esbós, en un índex, del deteriorament de la societat global en tots els aspectes de la vida, i que el món ja va conèixer, però a un nivell menor a l’actual, en el procés previ a la segona guerra mundial o abans en els anys previs a la primera guerra mundial.

Hem afirmat que en aquesta fase del desenvolupament d’una crisi irreversible del capitalisme, els dos punts fonamentals per assumir la tasca d’ajudar a la predominança del capitalisme a morir en pau, són la moneda i els impostos. Som dels que pensem que cada mode de producció compleix el seu cicle històric i després comença a perdre la seva predominança, a ser qüestionada i amb el córrer dels anys a desaparèixer, com d’altra banda ha passat amb els modes de producció anteriors.

Són els dos punts insinuats com centrals per Mujica a l’ONU al setembre del 2013. Per descomptat que no desconeixem que a la quasi totalitat dels «analistes», el maneig d’aquestes eines –donant-li importància– les consideren irrellevants per transformar una realitat que d’acord a l’educació que han rebut només pensen que es transforma en la confrontació de sistemes –dura herència de l’estalinisme i de la derrota de Lenin en 1924–.

Avui es torna a parlar d’«endarreriment canviari» que és la forma de definir per part d’un sector de l’economia, d’una sol·licitud de subsidi encobert, sota la forma de devaluació monetària, que carrega sobre el conjunt dels sectors desprotegits de la societat que no tenen forma de cotitzar el seu treball en la mateixa moneda que es cotitzen les exportacions.

Per a les inversions que tenen el seu origen en els capitals multinacionals, que no tenen pàtria ni fronteres, la moneda és una notícia per regular les seves inversions, però el seu interès va directament a les càrregues impositives nacionals, i ni tan sols als salaris, doncs els seus càrrecs millor remunerats ja pertanyen a un sector que manegen les empreses que s’encarreguen dels assessoraments i assumeixen les tasques més importants. Els salaris són una càrrega que la tecnologia s’encarrega permanentment de relativitzar. A ells no els afecta l’anomenat cost de l’Estat, que és una variant del que ens agrada anomenar cost de la Democràcia, tenen a més Estats per triar. Aquesta grollera contradicció entre el cost de l’Estat i el cost de la Democràcia, segurament serà motiu de properes notes.

El problema és llavors per als empresaris nacionals, les mitjanes i petites empreses que viuen les vicissituds del mercat i de la pròpia vida de la seva gent. Algun dels seus portaveus qualificats llavors ens explica el que per a ell és «l’endarreriment canviari», que es resumeix en una frase: –faig bona feina, però no puc competir i necessito ajuda, corro el risc de ser inviable– i el més greu és que ho demanen a un pressupost general de la nació basat en un 60% als impostos al consum, una altra part important en impostos a salaris i jubilacions amb algun nivell adquisitiu, perquè és en definitiva on acaben totes les reclamacions econòmiques i perquè és aquí de on el govern pren els recursos per portar el timó l’economia, la moneda pròpia i el Pressupost General de l’Estat (a on van els reclams del 6% del PIB per a l’ensenyament, els recursos per a la salut, per a la seguretat, per a l’habitatge, etc. etc.).

Un altre ingredient traumàtic al costat del reclam de envilir la moneda, és contra els controls bancaris, que obliguen a sincerar les relacions econòmiques i fan més directa la impossibilitat d’evadir aportacions fiscals a la Direcció general Impositiva i al Banc de Previsió Social i sens dubte que en aquest marc els empresaris «nacionals» van en desavantatge enfront de l’inversor multinacional.

El ministre Astori ha reafirmat una cosa que la realitat confirma tots els dies: la crisi en el nombre de llocs de treball, els majors generadors més de l’Estat, són els mitjans i petits empresaris, i llavors el còctel està complet. Les multinacionals parlen un altre llenguatge, el de l’aplicació de la tecnologia, que aprofiten plenament, i que ningú pot somiar en frenar. Com per exemple Trump que tracta d’estimular la indústria yanquee sobre la base de l’alta tecnologia, movent el mercat intern de capitals però sense resoldre la crisi en el nombre de llocs de treball –particularment en la qualitat dels mateixos–, i que en el temps agreugen la crisi, però avui amb l’impuls a la indústria de guerra alguna cosa desfoga, com per anar tirant.

Cap de les forces polítiques de les que actuen al país, té una solució programàtica per al problema. (I quan diem totes, són totes). Actuen sobre les desventures dels que governen i han d’atendre un aparell polític en democràcia que cada cop està més acotat per les urgències socials, tot i que l’Uruguai ha vingut amb la seva economia en creixement.

El «gastin i inverteixin» del període de Mujica, no ha estat bo a l’hora de qualificar per als quadres governants; doncs les tecnologies de punta són per ara una reserva inexpugnable dels complexos empresarials multinacionals, la qual cosa no vol dir que ho sigui en el futur. La intel·ligència humana no està lligada a una manera de producció en particular però si viu totes les contingències d’allò que predomina.

Tot i així la comparació amb altres governs afavoreix al nostre, però la perspectiva no és bona, perquè la crisi global s’aprofundeix, i el motor de l’aparell econòmic ja no és alimentat per una rendibilitat basada en atendre les necessitats de la societat, ara, per al contrari, aquesta crisi es reflecteix en l’aparell financer que inventa un i mil recursos per tractar de mantenir la taxa general de guany. Fins es molesta per la venda regulada, fora del narcotràfic, de la marihuana a l’Uruguai. I encara avui el seu major guany està en el que circula per fora de l’òrbita formal dels Bancs, i que els Bancs monitoregen en el seu passatge a la «formalitat», i en això segurament hi ha operacions santes i no tant santes.

Un d’aquests instruments és precisament el joc de les monedes, on ja no queda una sola moneda al món que estigui relacionada amb l’aparell productiu del país que l’emet.

Avui ningú no pot demostrar que la sobirania monetària sigui necessitat d’algun Estat o zona al món. S’usa molt generalment com un instrument que beneficia a sectors determinats per precisament beneficiar-se per aquest mitjà de les penúries populars.

No sabem quina és la causa, que governants que han arribat a plantejar una necessitat universal com és la mesura monetària única, després no hagin insistit en el tema i no tinguin propostes per avançar en la mesura en les reunions internacionals. Al nostre país l’ex president José Mujica la va arribar a plantejar a l’ONU el setembre del 2013.

Un aspecte més del problema però que no canvia l’essència del mateix: els instruments bancaris, i les monedes digitals.

La moneda neix en la història de la humanitat, com una mercaderia més, necessària, per permetre el comerç i el seu desenvolupament ha anat en el mateix sentit, tot i que la seva emissió ha estat utilitzada en forma oportunista per sectors econòmics que l’han utilitzat per fer valer la seva ubicació privilegiada en els aparells burocràtics dels Estats.

La moneda digital accelera aquestes contradiccions i posa a la humanitat en camí que amb els diners necessiti com amb el quilo, el metro o el litre, arribar a un mesurament universal.

Ara no només facilita els mesuraments sinó que permet pensar que ha de néixer un nou sistema impositiu sobre la base de la circulació dels diners, donant mort als paradisos fiscals, als impostos al consum, al salari i a les pensions.

Una font de recursos perquè la humanitat abordi una nova organització del treball, per abordar les obres en matèria d’educació, de salut, de cultura, d’habitatge que avui a la predominança de la manera de producció capitalista en el marc actual ja no li són rendibles.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 11 de setembre del 2017.

[:]