[:es]Algunos apuntes al finalizar 2019.[:]

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Algunos apuntes al finalizar 2019.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Facebook. Logotipo.En Facebook intercambiamos opiniones, hasta diría que de algún modo debatimos –es lo que hay en una sociedad que es reticente a hacerlo–, estos apuntes –desordenados– son parte de lo que he venido haciendo, reflejan opinión y también estado de ánimo. Soy optimista, biológicamente optimista, pero siempre recuerdo aquella sentencia que dice que los pesimistas son aquellos que han visto como les ha ido a los optimistas.

1)

La «izquierda» se ha quedado sin programa en el mundo y no porque la derecha tenga razón. La crisis es cada día mayor en todo el mundo. Se ha quedado sin programa porque por todo un periodo en la historia luego de la derrota de Lenin en 1924, se difundió como su idea la de un capitalismo de estado. Pero a su vez ese es también el gran problema que viven los gobiernos progresistas cuando intentan desarrollar una economía nacional (Cristina, que es una suerte que haya vuelto al gobierno, dice que Argentina debería hacer lo que hace Trump), en un mundo donde el centro del capitalismo y del libre comercio está pasando a China y su entorno gobernada por el Partido Comunista.

Alberto Fernández trata de lograr cierto equilibrio y hacer que las cuentas favorezcan a las necesidades de la gente, que es a lo que en definitiva se opone Del Caño buscando capitalizar un descontento de «izquierda».

¿No debería el peronismo plantear este problema al mundo? Lula lo intentó en su primer gobierno y luego se quedó. La burguesía paulista que lo había combatido lo apoyó pensando en la marca Brasil en el mundo, pero luego a las primeras dificultades le dio un golpe de Estado y hoy tiene contra las cuerdas a Bolsonaro que ha ido a negociar con el Partido Comunista Chino. Mujica planteó el problema en la ONU (ver su intervención de setiembre del 2013 en internet), pero luego retrocedió.

Nuestros países, de la pobre América en lo social, todos sufren el manejo de las monedas nacionales que se utilizan para ajustar los sueldos y las pensiones y con ello todo lo que sea la mediana y pequeña producción. ¿Por qué hay una moneda para los dueños de la producción y otra para la gente, cuando China es el país en el mundo que más reservas de dólares tiene?

Los impuestos deben ser sobre la circulación del dinero, no sobre el consumo, los salarios y las pensiones, pero Argentina no lo puede hacer sola. Necesita planteárselo al mundo. Ninguna transacción con dinero debería ser lícita sino está debidamente registrada en los instrumentos que la sociedad democráticamente determine. Hay que dar muerte a los paraísos fiscales, entre ellos los que son destinatarios del despojo a los pueblos como el argentino.

Este es el debate que hay que abrir, es el debate que el mundo hoy necesita.

2)

Este es un asunto importante, y creo que Nelly fuerza un deseo que tenemos todos de la eliminación del narcotráfico, con la realidad.

Mujica eligió en este tema un camino y le dio publicidad en el mundo. Ese camino es el de la regulación estatal como en determinado momento se intentó con el alcohol y ahora se reintenta.

No podemos ni debemos estar en contra de ello, pero la realidad nos indica que hasta que el mundo no regule los movimientos del dinero, la actividad terapéutica que la sociedad debería realizar va a estar postergada.

3)

La riqueza del idioma español es indiscutible e invalorable, precisamente porque cada uno de esos sinónimos usados expresan a la vez matices y hasta contenidos distintos. De eso se trata el arte de utilizarlos. Arte el cual es un placer ejercitarlo porque a la vez constantemente estamos aprendiendo y reexaminando para ser más precisos. No es sencillo, más cuando a nuestras dificultades en el aprendizaje constante, se agrega el poder entender que pasa en el mundo material que nos rodea. Digo material pues el espiritual sabemos que tiene otras reglas y sus límites aún no los hemos podido descubrir.

4)

El problema de Europa no es la moneda, es su competencia con el mercado mundial, y el sistema impositivo, pero como de esto la «izquierda» no habla, la crisis es un campo fértil para el fascismo.

Acá en América, mientras se acentúan los negocios especulativos con las distintas monedas nacionales, la derecha trata de ganar tiempo y voltear gobiernos ahí donde no los tiene y la izquierda de ganar gobiernos sin saber mucho para qué.

«El rey está desnudo» decía la niña mientras los adulones, los alcahuetes, e inda mais alababan su traje. Alguien tiene que decir que la joda con las monedas debe terminar. No puede haber una moneda para los dueños de la producción y otra para la gente.

Alguien trasnochado nos podría decir: pero si adoptamos el dólar eso favorece al «imperialismo norteamericano». Sin embargo eso ignora que la principal reserva de dólares es la que está China y que su emisión, la que hace la Reserva Federal, está bajo la responsabilidad de los organismos financieros internacionales. Y que además si hoy por ejemplo la moneda de México fuera el dólar no habría muro que los pudiera separar.

Somos seres que hacemos el esfuerzo de razonar y pedimos no expliquen porque se mantiene esta absurda posición que favorece a los más ricos contra la inmensa mayoría de los más pobres.

5)

Lo que organiza es el programa. Los nombres son todos valiosos: Javier, Ernesto,…

¿Pero cuanto hace que en el Frente no se elabora una tesis sobre la situación política del mundo? Lo que llamamos programa es un compendio elaborado por gente muy valiosa en los distintos rubros, pero es eso, un compendio de buenas intenciones.

Hoy el país, ahora con gobierno multicolor, está dependiendo de la inversión de UPM2 y de los precios internacionales, pero sobre ellos y las perspectivas futuras no hay análisis.

La militancia es siempre importante, y viendo lo que pasaba en los países vecinos salió a trillar, pero no alcanza. No basta con decir vamos a hacerlo mejor, porque hemos demostrado que carecemos de rigor administrativo, ya desde los problemas con los casinos, pasando por Pluna, sobre la que se dejó caer porque se entendía que no se podía controlar y podríamos seguir.

Todo el Frente estaba embalado con Aratirí –recordemos que pusieron los inversores a Puntigliano como Gerente General– y con Aratirí iba el puerto de aguas profundas y la regasificadora. A mi algunas figuras que incluso hoy se bajaron y son críticas, me decían: «con Aratirí tenemos gobierno del Frente por 50 años», y cuando analizábamos que estaba pasando con la industria del hierro en el mundo, no se nos escuchaba.

Ahora, por ejemplo, tenemos un grave problema en los países de América con la cotización de las monedas nacionales, Chile, Colombia, Argentina, Venezuela, han sido víctimas de un deterioro del nivel de vida vía devaluación monetaria, y el Uruguay muy difícilmente se escape de ese medio de ajuste de los que manejan la producción contra el nivel de vida de la gente (la joda del llamado atraso cambiario).

Mujica en la ONU en setiembre del 2013 se lució ante el mundo insinuando la moneda única universal y el impuesto a las transacciones financieras, pero luego retrocedió y no habló más del tema y el sistema político de ello no habla.

Con todo respeto pienso que lo que se plantea es voluntarismo puro y a la larga produce un tremendo desgaste y el desaliento. Ahora si nos juntamos y empezamos a remar en este sentido las cosas van a cambiar.

6)

Entiendo y me siento solidario con este planteo pero no lo comparto.

Sería absurdo pedirle a quien está ejerciendo la medicina por ejemplo que se manejara no por sus estudios sino por sus sentimientos.

La política es una ciencia que exige estudios, y esos estudios exigen el intercambio, el debate, el análisis profundo de los temas.

La izquierda que es el instrumento que tiene la gente para defenderse se está quedando sin programa en el mundo, sin un análisis completo de la realidad en un momento crucial en que la crisis de la predominancia del modo de producción capitalista es ya irreversible y uno los hechos que corrobora esto es que el centro del capitalismo y del libre comercio en el mundo se está desplazando a China y su entorno, gobernada por el Partido Comunista, mientras EE.UU. se encierra y se amuralla en su propia economía.

Cristina Fernández que por suerte para el pueblo argentino ha vuelto al gobierno, dice que la economía argentina debe cerrarse como lo hace Trump.

¿Es que nosotros no debemos analizar esto?, ¿O es un problema que cada nación resuelve por su lado?

Mujica hizo en discurso lleno de contenido en la ONU. Lo compartimos pero luego nadie, ni él mismo volvieron sobre los puntos de esa intervención, y su grupo lo ignora y plantea temas que están fuera de su contenido.

En Argentina, en Chile, en Colombia, en Venezuela, el manejo de la moneda: una para los que negocian la producción y otra la moneda nacional para retribuir los salarios y las pensiones, ha provocado una tremenda miseria del pueblo y el enriquecimiento de los menos.

Los impuestos son sobre el consumo, los salarios y las pensiones, mientras el gran negocio capitalista está exonerado por la necesidad de que se invierta.

¿Sobre todo esto no tenemos nada que decir?

A mí la vida me dio el privilegio de participar en la fundación de la CNT y del Frente Amplio, y no reniego de nada de lo que he defendido, por eso digo que hay que abrir el debate.

7)

La base material es siempre lo que cuenta. No dejamos de señalar que el triunfo de Alberto Fernández en Argentina era un hecho positivo, y que el triunfo de Jair Bolsonaro en Brasil negativo. Pero a la vez señalamos las contradicciones y los desafíos, Fernández era la reacción ante el caos de Macri y su banda, y Bolsonaro la reacción de la burguesía brasileña ahogada por la crisis y ajustando a su propio pueblo. Sin embargo la vida te da sorpresas. El mundo, el mundo del libre comercio que comanda el capitalismo, está trasladando su centro a un país gobernado por el Partido Comunista, y hacia ahí va Bolsonaro presionado por su burguesía y por sectores del propio ejército que miden la crisis de EE.UU. Por el contrario, Fernández a la vez que toma medidas para aliviar el deterioro del nivel de vida de la gente, centra su accionar económico en cerrar su economía, lo cual hoy puede traer beneficios coyunturales como los están usufructuando Trump, pero son eso sólo, coyunturales.

Es necesario hacer el esfuerzo y tomar la economía como lo que es un hecho universal y que necesita que la política a través del programa lo aborde. Estamos en medio de una crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista y para que esta muera en paz necesitamos la voluntad política expresada en un programa y en decisiones colectivas.

La moneda y los impuestos son las herramientas que hay que utilizar ya por parte de partidos, sindicatos, organizaciones sociales, Estados, para hacer la tarea que hoy es imprescindible para que el mundo salga de esta crisis.

8)

¿El fenómeno de la dolarización llegó para quedarse en Venezuela?

De acuerdo a los más recientes estudios, actualmente un 53,8 % de las transacciones en el país se realizan en la divisa estadounidense.

Desde el sector oficial no existen cifras al respecto. Sin embargo, el pasado 17 de noviembre, el presidente Nicolás Maduro, evidenció por primera vez que el gobierno se encuentra al tanto de la situación.

«Yo, quizás lo que diré será un pecado para los dueños de los dogmas, no lo veo mal. Me declaro pecador: no lo veo mal. Evaluar cómo ese proceso, que llaman de dolarización, puede servir para la recuperación y despliegue de las fuerzas productivas y el funcionamiento de la economía. Es una válvula de escape, gracias a Dios existe», indicó Maduro, en unas declaraciones que repetiría el pasado martes.

El mandatario venezolano sostiene que la dolarización surgió por la «autoregulación necesaria» de la economía venezolana para procurar la «desaceleración de la inflación criminal inducida».

9)

El Partido Socialista en el Uruguay cumple 109 años. Felicitaciones y a recordar con orgullo su trayectoria. Es uno de los Partidos fundadores del Frente Amplio.

Su trayectoria está signada por los avatares del quehacer político en el país y en el mundo. Es verdad, sentimos cierta nostalgia de lo que llegó a ser en un determinado momento su vida política, signada por el desarrollo de tesis muchas veces contrapuestas que daban lugar a corrientes de pensamiento que tuvieron repercusión en la vida completa de la sociedad uruguaya.

De su seno nace en 1920 el Partido Comunista del Uruguay y ya eso hecho daría para un intenso análisis de cómo ocurrieron los hechos. El análisis de las 21 condiciones de la Tercera Internacional e incluso el augurio de la crisis en la revolución rusa que analiza Batlle y Ordoñez en un editorial de «El Día» a la muerte de Lenin.

Pero también lo que significó en su seno el triunfo de la revolución cubana y luego su integración en la construcción del Frente Amplio.

La influencia polémica de las distintas corrientes del llamado campo socialista y el accionar de dirigentes como Vivían Trias, lleno de elaboración teórica, en que cada paso que se daba se hacía aportando la misma. Tal vez hoy con la valoración actual se pueda tener una visión cuestionadora de lo que fue su accionar, preferimos rescatar el hecho de que cada paso se fundamentaba y en el error o en el acierto se actuaba de acuerdo a como se pensaba.

En el pensamiento socialista revolucionario ha hecho mucho daño el stalinismo y hay confusiones que aún perduran. Por ejemplo, cuando un compañero dice que primero discute en su organismo y luego en función de ello actúa. NO, las ideas se analizan siempre en cualquier marco, no necesitan del secretismo, lo que tiene cabina interna y el respecto a las resoluciones son las medidas administrativas. Claro, hoy a falta de análisis y de debate todo queda reservado para el ámbito administrativo.

La izquierda necesita del Partido Socialista porque necesita de ámbitos donde enriquecer sus ideas, porque así lo fue con el nacimiento del Frente Amplio y debe volver a serlo para que nuestro pueblo recupere protagonismo.

10)

Nadie puede hacerse ilusiones sobre que las intenciones de la derecha ante un ahogo presupuestal son inexorablemente los ajustes. Y los caminos para ello pueden ser varios. Tal vez el que tengan más a mano sea el que están usando en varios países y es el del juego con el valor de la moneda, al que presentan como «un hecho de la realidad».

Nosotros no tenemos otro camino que denunciarlo y a la vez hacer propuestas que vayan al centro del problema. No puede haber una moneda para los «negocios» y otra para los laburantes. Y los impuestos deben ser sobre el movimiento del dinero, buscando dar muerte a los impuestos al consumo, los salarios y las pensiones y a los paraísos fiscales.

¿Por qué en la izquierda de esto no se habla? Ellos hasta quieren eliminar la bancarización y nos hablan de la libertad individual. Confunden la libertad empresarial con la libertad individual, como confunden la libertad de prensa con también la libertad empresarial de los medios monopólicos de difusión.

11)

Las ideologías no son instrumentos que se compran en un comercio del ramo. Son una elaboración permanente de la sociedad y de cada uno de nosotros. Hablar de una cosa adquirida y cerrada para siempre es un tremendo error. Si, es cierto, cada uno se presenta a la faena diaria con lo que ha venido adquiriendo, pero luego los hechos ponen en juego lo que sabemos y como los enfrentamos. Por eso hoy la crisis pone a prueba todos los conocimientos y todas las estructuras culturales que poseemos, y lo primero es comprender que hablar de una ideología completa es imposible. Lo que si deberíamos hablar es de guías para comprender la realidad y actuar en ella.

El modo de producción que predomina y en el que vivimos actualmente fue estudiado minuciosamente por Marx, Engels y Lenin –los más destacados que dejaron una obra inmensa–. De ellos se desprendió una guía para la acción que en particular se manifestó con una enorme fuerza en la revolución rusa, pero luego esa conducción fue derrotada en 1924 y sus componentes asesinados.

Ahora los problemas se agravan porque este modo de producción se encamina a perder su predominancia o a generar una tragedia aún mayor que la que vivimos actualmente, y es cuando surge la necesidad de volver a analizar aquellos textos que enseñaban a comprenderla.

Y por si fuera poco para los que se enredan con esto de las ideologías, el modo de producción capitalista ahora tiende a tener un nuevo centro, del libre comercio mundial en China y su entorno gobernada por el Partido Comunista mientras EE.UU. se amuralla.

12)

Dentro de la modestia de mis conocimientos considero que es muy bueno para él, para el Frente y para la sociedad toda, que el compañero José Mujica haya pedido disculpas. Y mucho más cuando su accionar se valora fuera de fronteras.

Admito su justificación, pero no comparto la explicación política. El Frente pudo desde el gobierno no haber cometido ningún error u horror, pero aún así hubiera sido insuficiente porque la crisis que se traslada al Frente y particularmente a su conducta en el accionar político, abarca a toda la humanidad. Y también llega a los nuevos gobernantes, que aún creen que con algunos ajustes se sale.

Esto no justifica lo que está sucediendo que no se resuelve con más voluntad –que siempre es importante– sino yendo al fondo del asunto: el programa.

El Pepe que hizo un brillante discurso en la ONU que no fue comentado, pero que llegó a todo el mundo, luego se ha cerrado en forma sistemática volver a encararlo y todas sus explicaciones y hasta diríamos sin despreciarlos sus sermones, tienen destino individual en el ser humano quién es quien sufre las condiciones que impone el sistema, imposible de cambiar sólo por el esfuerzo individual, que nunca deja de ser importante.

A ello se agrega un condimento: ¿la lucha feminista está por encima de la lucha de clases? Sin duda que trasvasa las distintas clases sociales y aporta justicia, como aporta justicia la lucha sindical, la lucha por los derechos humanos en general, pero sería imposible pedirle que resolviera los problemas de rentabilidad del modo de producción actualmente predominante. Ese es el rol que hoy no se está cumpliendo y que corresponde a la necesidad del programa que contemplando estas realidades aborde una salida.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 24 de Diciembre de 2019.

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[:es]El derecho a criticar.[:]

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El derecho a criticar.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

El haber sido por muy poco tiempo universitario en mi juventud tal vez me restrinja el derecho a ser crítico con los universitarios de hoy. No me ocurre lo mismo con la militancia política que la he asumido en sus distintos niveles prácticamente desde que tengo uso de razón.

¿A qué quiero llegar? A que siento la necesidad de hacer una fuerte crítica a los sectores universitarios que tienen que ver con la ciencia política –no conozco que el fenómeno se extienda a otras disciplinas– por su falta de iniciativa para promover en la sociedad nuestra y en su vinculación con el mundo, el debate de los problemas graves que hoy se viven.

No escapa a mi conocimiento que en el mundo actual los motores generadores de ideas deberían ser los partidos políticos (en especial los llamados de ideas, aunque en definitiva todos deberían serlo) y que ello no está ocurriendo.

Tomemos el ejemplo de nuestro Partido Comunista, fundador del Frente Amplio, de la Central Sindical, participe activo bajo el liderazgo de Rodney Arismendi de la vida política de toda nuestra América. De activa incidencia además en la propia vida universitaria. Hoy es un partido nacional, sin opinión sobre cómo transcurre el desarrollo capitalista en el mundo. Tienen declaraciones donde ubican siempre el bando al que apoyan, pero todos sabemos que en política esa no es la enseñanza de los maestros y que no alcanza.

Nuestro Partido Comunista aún no reconoce que Lenin fue derrotado en 1924 y que la vida confirmó el juicio de José Batlle y Ordoñez a la muerte de Lenin. En que además Batlle valoró lo que significó para el pueblo ruso y para la humanidad el triunfo de esa revolución.

El no hacerlo le trae consecuencias como el de tener que explicar permanentemente por ejemplo la dictadura del proletariado, que para los maestros era la necesidad de los trabajadores de arrancar conquistas elementales para el desarrollo de su vida a la dictadura de la burguesía. En cosas tan elementales como por ejemplo acá, en el Uruguay reciente, la responsabilidad empresarial frente a los accidentes en el trabajo. Es cierto esa conquista se plasmó a través de la ley, ¿pero hubiera sido posible sin los trabajadores movilizados?

Los sectores conservadores de la sociedad admiten la organización de los trabajadores como una imposición de la que siempre buscan liberarse o de buscar sectorialmente de asociarlo a sus fines, cosa que muchas veces han logrado, a través de la burocratización del aparato sindical.

Confundir el trabajo de Lenin en el desarrollo de las libertades democráticas en el propio Estado soviético, e incluso en todo ese periodo de lucha ideológica en que combatió con las ideas de Trotsky sobre el comunismo de guerra (Trotsky reconoció luego su error) y de Bujarin sobre el socialismo a paso de tortuga, cuyo desarrollo teórico fuera tomado como propio por Stalin en el texto «Cuestiones del leninismo» –Stalin era incapaz de desarrollar un planteo teórico de esa entidad– que culminaron también con el asesinato del propio Bujarin, y el desarrollo a ultranza del capitalismo de estado. Recordemos que Lenin en sus análisis le daba al capitalismo de estado un valor coyuntural, necesario para salvar el aparato productivo de la destrucción de la burguesía.

Trotsky, uno de los grandes líderes de esa revolución y uno de los perseguidos hasta el asesinato por Stalin, siempre supo diferenciar la dirección enfermiza de ese Estado de lo que significaba la Unión Soviética como conquista para la humanidad, como sustento para otras revoluciones, y para llegar a lo que es hoy, en que el desarrollo capitalista, con su predominancia en una crisis irreversible, a tener a China gobernada por un Partido Comunista como el nuevo centro de su actividad actual. Liderando además el libre comercio mundial que fue lo que en sus inicios (el comercio) dio origen a la etapa capitalista de la humanidad y a la superación del feudalismo.

Hoy no hay una explicación a esto, y ello se siente también en el ambiente universitario y no solo ahí, en las investigaciones, en la actividad de las distintas cátedras. No es lo mismo reunir datos e investigar que tener la iniciativa de caminos a recorrer. A esto están referidos en gran parte los aportes de Antonio Gramsci. No es otra cosa la hegemonía de la que él habla.

Es muy común escuchar y leer opiniones en las que se dice, por ejemplo: hay que juntarse y estudiar un camino para la crisis de la seguridad social.

Y está bien. Ahora eso no es lo más importante, lo más importante es tener una posición y jugarse documentada por ella, sin la cual las reuniones, los congresos, las conferencias transcurren sin consecuencia.

Es cierto para ello se necesita estudio, certezas, intercambios, pero el problema es pegar el salto y jugarse por una posición, eso hacían los maestros, eso hacía Batlle, Quijano, Seregni, Arismendi.

Eso es lo que explica la necesidad de la lucha de tendencias en cualquier organización que tenga vida activa. Trotsky explicaba que esto es necesario como el aire que respiramos, donde también absorbemos toxinas pero si dejamos de respirar morimos.

El capitalismo en sus inicios también fue pujante, y continuó, conquistando todo el planeta, en su predominancia la humanidad ha conocido avances increíbles, la rentabilidad lo explicaba todo y el mercado regulaba esa rentabilidad que era la madre de todas las realizaciones.

El llegar a los límites posibles trae como consecuencia que esa rentabilidad, comienza a agostarse, y con ello el crecimiento de todas las lacras de la decadencia, uno de cuyos ejemplos más dramático es el permanente crecimiento de los paraísos fiscales, el endeudamiento frenético de los Estados, la industria de la guerra, los juegos, la droga. La corrupción comienza a ser una necesidad para la subsistencia del sistema, una especie de opio. En eso cayó Lula, Correa, la propia Cristina, y podríamos seguir. Muchos de los juicios contra ellos son inventados por la propia corrupción capitalista, como está saltando hoy en cada uno de estos Estados. También ha pasado y pasa en nuestro Uruguay con otra intensidad y tal vez con otro traqueteo.

Una de las críticas más comunes es de que la izquierda gobernando también es corrupta, o de que no ha podido gobernar sin corrupción y es correcta la crítica, salvo que la humanidad no ha salido del capitalismo y de él no se puede salir por Estados. Con el agravante de que el gobierno de la economía del mundo ya no radica en los Estados.

Es aquí donde llegamos al meollo del asunto.

Chávez nos dijo en una oportunidad: la campaña electoral que me llevó a la Presidencia de la república de Venezuela la financió el Zar de las comunicaciones Cisneros. Ganadas las elecciones se presentó Cisneros ante Chávez y le dijo: «los ministros van a ser tal y cual», a lo que Chávez respondió: «el Presidente soy yo y a los ministros los designo yo», y ahí comenzó otra historia que Uds. Conocen.

Se está dando un fenómeno democrático formidable en México con Andrés Manuel López Obrador. Ahora la económica está estancada o tiende a estancarse. La derecha espera su momento porque las contradicciones de esta sociedad son enormes.

Entonces no hay nada más importante –no importa el lugar desde donde desarrolle la actividad– para quién siente la causa de la humanidad, que ayudar a preservar lo conquistado, sabiendo a la vez que ello no va a ser posible si no se avanza en un programa de transición que permita a la humanidad ayudar a la predominancia del modo de producción capitalista a morir en paz.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 24 de Agosto de 2019.

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[:es]De lo simple a lo complejo, de lo complejo a lo simple.[:]

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De lo simple a lo complejo, de lo complejo a lo simple.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Intentamos explicar lo más simple que podemos lo que pensamos. Para así ayudar al intercambio y que el mismo nos enriquezca y nos ayude a abordar los fenómenos complejos en los que estamos inmersos.

Acá en el Uruguay un ex presidente, ahora Secretario General de su Partido, que llegó a la Presidencia con el principal líder opositor preso y con el líder de la izquierda proscripto, con detenidos desaparecidos, declara que el principal asunto de la campaña electoral en Uruguay es definir si Venezuela es o no, una dictadura.

Conste además que no estamos renegando del proceso de salida a la dictadura que vivió Uruguay, que mucho tuvo que ver además con la etapa de valoración que los servicios de EE.UU. hacían del desgaste que los ejércitos de América Latina estaban sufriendo al convertirse en árbitros en el manejo político que normalmente hacen los partidos y que mucho tiene que ver con la suerte del propio aparato productivo del país.

Y, por si fuera poco, la voluntad política del pueblo uruguayo reivindicando siempre mayoritariamente el funcionamiento de las instituciones de todo tipo que la sociedad se ha venido dando en democracia.

Tampoco desconocer, el papel muy particular del entonces Presidente Sanguinetti de recibir al Comandante Fidel Castro durante su segundo gobierno. Sí que lo que se juega no es tan simple como la definición democrática abstracta que pretende ahora el Dr. Sanguinetti, extrapolándola de la propia intervención declarada públicamente del comando sur del ejército de EE.UU.

Ahora una pregunta simple: ¿quién o quiénes gobiernan la economía del mundo?: ¿los Estados? Porque si así fuera, los gobiernos que se eligen para cada país serían representativos de la voluntad de la gente en el gobierno de esa economía.

Sabemos que la planificación de esos conglomerados empresariales multinacionales poco o nada tienen que ver con la planificación de algún Estado en particular.

En 1916, un año antes del triunfo de la revolución rusa, Lenin escribió «El Imperialismo fase superior del capitalismo» en el que afirmaba que la economía del mundo se encamina a ser gobernada por encima de la voluntad de los Estados por los complejos empresariales multinacionales a la vez en pugna por una tasa de ganancia cuya tendencia a agostarse sería cada vez más notoria en relación a la propia posibilidad de expansión del sistema capitalista, destinado además a llegar a los confines de todo el planeta.

Esto es lo que hoy está ocurriendo, a la vez que se da en medio de un fenómeno que es que el centro del modo de producción capitalista que conoció un primer auge en el Reino Unido y luego se desplazó a EE.UU., hoy se está desplazando a China que además lidera el libre comercio a nivel mundial, gobernada por el Partido Comunista.

A la vez agreguemos una contradicción más, el gobierno actual de EE.UU. amuralla su economía para posibilitar un desarrollo de los empresarios que quedaron relegados al escenario nacional. Es naturalmente un escenario coyuntural porque en un plazo mediano esta situación es insostenible.

Y todavía una contradicción más, en la izquierda o de la mano de gobiernos que dicen representar un sentimiento progresista se insiste en desarrollos nacionales sin tener en cuenta un programa de integración en la economía universal que es vital.

Ahora, ¿Qué tiene la derecha para gobernar esta dictadura económica del planeta?: la moneda y los impuestos, a los cuales la izquierda aún no accede, como que está impedida ideológicamente de analizarlos, salvo el lapsus de Mujica en la ONU en setiembre del 2013, análisis al que luego no volvió.

Entonces no nos podemos dar el lujo de crucificar al gobierno constitucional de Maduro, calificándolo de dictadura en esta situación de la economía mundial. Algo de esto ya pasó con la llamada primavera árabe, que fue utilizada por la derecha armamentista para desarrollar su industria y sembrar, en toda esa zona, hambre y miseria.

Tampoco esto nos debe impedir analizar los errores y horrores que cometen los gobiernos de izquierda en el mundo, más particularmente cuando no han podido rendir examen aún sobre materias tan sencillas como la moneda y los impuestos.

Carlos Marx y Federico Engels que dedicaron su vida a analizar y tratar de entender el funcionamiento del sistema capitalista, análisis que siguen siendo rectores para comprender el origen, el desarrollo, y su etapa de superación en la que estamos entrando, nos dicen que el propio sistema va creando los elementos capaces de sustituirlo en un ciclo de superación de la humanidad.

El maestro de taller inicial, que se transformaba en empresario a través de la aplicación de aquella humilde plusvalía –nadie ha demostrado que esto fuera distinto en cuanto al origen del capital– se ha convertido en impresionantes complejos empresariales capaces de hacerlo todo, pero para ello los núcleos centrales de técnicos y accesores se han convertido en la clave de ese notable crecimiento.

Así como al inicio era aquella humilde plusvalía de la que nacía luego el desarrollo capitalista, hoy eso está en manos de millares y millares –tal vez millones– de seres humanos que tienen una ubicación privilegiada en el aparato productivo, acumulando todo el conocimiento empresarial que la humanidad tiene en el desarrollo de su aparato productivo.

Cuando el capitalismo como sistema va trasladando su centro a China va en busca de preservar esa riqueza en el funcionamiento del aparato productivo.

Sin embargo, esa proyección tiene un límite y es la rentabilidad sin la cual el sistema como tal no puede ser.

La crisis se proyecta en forma inexorable, no es ya coyuntural, la continuidad del sistema está hoy montada en el crecimiento de China y su entorno. No lo veamos como la proximidad de una catástrofe porque esto tiene salida, en la medida que construyamos la voluntad política que ayude a superarlo.

Sin embargo los riesgos existen, fundamentalmente provienen de la industria de la guerra, industria que en su historia se constituye en válvula de oxigeno de las crisis del capitalismo, aún cuando existe una mayor consciencia de los peligros a partir de las tragedias de la segunda guerra mundial.

La demora en la concreción de una transición podría ser letal.

Una vez más, no estamos hablando de construir una alternativa que confronte con el capitalismo como modo de producción. Estamos si hablando de construir una transición que ayude a la predominancia del capitalismo a morir en paz aún cuando este modo de producción seguramente seguirá existiendo aún por muchos años, decenas tal vez. Como por otra parte ha ocurrido con los modos de producción anteriores, con menor grado de desarrollo en su expansión global.

Esa transición tiene dos llaves: la moneda y los impuestos. Luego la construcción de organismos de la sociedad para que democráticamente se vuelquen en ellos las necesidades de desarrollo y planificación que la población humana tiene en el planeta.

Hoy no se puede hablar de democracia en ninguna parte del planeta, porque el gobierno de la economía está en manos de los conglomerados empresariales multinacionales que en pugna entre sí deciden el destino de la gente y de la producción.

El funcionamiento de todo el aparato productivo más allá de que entre los gobiernos podamos distinguir a aquellos que defienden o dicen defender a los sectores más humildes, o por el contrario los que se consagran a la defensa de sus intereses sectoriales, aún escondiendo sus intenciones.

Lo que hoy se está en condiciones de hacer en toda la humanidad, liberada de estas trabas, no debería hacer dudar a nadie que forme parte de ese sector de alguna manera privilegiado (técnicos y accesores) que participa de mil maneras y hace posible el desarrollo del aparato productivo, de acompañar el avance que se necesita para iniciar una etapa gigantesca de desarrollo social que acompañe las maravillas de la ciencia que ya se anuncian y que serían criminal se frenaran por la falta de voluntad política para dar este salto en la evolución humana.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 19 de Agosto de 2019.

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[:es]Perlas del debate.[:]

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Perlas del debate.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Sé compañeros que hay una gran preocupación luego de lo que viene ocurriendo en particular en nuestra América. Se trata de no retroceder, pero eso no nos puede llevar a no razonar donde estamos parados. La crisis que vive la predominancia del modo de producción capitalista es irreversible y se agrava.

El economista Javier de Haedo actual técnico del Partido de la Gente en Uruguay ha propuesto frente al déficit fiscal, el aumento del IVA. Hay que debatirlo mostrando que la sociedad tiene otras posibilidades y no precisamente en la que propiedades productivas pasen a manos del Estado. Lo que noto es que en la izquierda hay resistencia a discutir un sistema impositivo que vaya más allá de las fronteras o a hablar de gravar los actuales emprendimientos.

En esto último probablemente existan formas impositivas mejores que las actuales, sin duda, pero hemos vivido en un país donde las inversiones producto de la evasión fiscal del vecino han tenido un rol predominante. Trump se amuralló y su economía ha crecido un 3,5%, Cristina Fernández propone que Argentina haga lo mismo. Se entiende que esto puede ayudar a ganar una elección pero que es suicida. ¿Cuál es la alternativa?: aprovechar el comando mundial de la economía que se desplaza a China y abrir al análisis de lo mejor de la humanidad para convertir las inversiones en una palanca que termine con la pobreza en el mundo. Libertad de planificación por encima de las fronteras nacionales, una medida monetaria única y universal. Que los impuestos sean sobre la circulación del dinero dando muerte a los paraísos fiscales, y a los impuestos al consumo, el trabajo y las pensiones.

Agarrar el Poder Ejecutivo hoy en cualquier país del mundo es una brasa ardiente, por eso la derecha aspira al control y a bajar los beneficios de la gente pero no tiene ni una puta idea de cómo hacer para solucionar los problemas actuales.

Un debate televisivo:

El sistema electoral uruguayo establece que haya una primera elección no obligatoria para los electores, si para los partidos donde estos eligen su candidato único por lema partidario.

En este caso el debate fue entre un precandidato del Partido que está en el gobierno y uno de los partidos de la oposición, tampoco mayoritario.

Más que un debate que sirviera para analizar la postura de cada uno y que tuvo las limitaciones que analizamos de acuerdo a nuestra opinión, el mismo pudo realizarse porque servía a los contendientes en la lucha interna de sus partidos.

Si a esto agregamos los intereses de la empresa de televisión que los realiza y que tiene su propios intereses, llegamos a la conclusión de que hay una omisión legislativa y que existen propuestas aún no consideradas.

Debatieron en un escenario armado por canal 4, Ernesto Talvi –economista–, el candidato más preparado de la derecha, que no quiere decir que la derecha lo elija en definitiva como su candidato, con Oscar Andrade –dirigente obrero del gremio de la construcción– uno de los más destacados de la nueva camada del movimiento obrero uruguayo. Talvi arremetió con la batería de argumentos en los cuales el capitalismo es un dato de la realidad y los efectos de la crisis son responsabilidad de los que gobiernan. Pero con un claro deslindamiento de lo que habían sido las administraciones anteriores al Frente Amplio, le es un lastre muy pesado y Andrade se lo marcó con lujo de detalles y desarrollando con brillo los avances en estos años. No le correspondía a Andrade desmentirlo pero lo que más me dolió es como se miente sobre la crisis del 2001-2002 en la que Talvi estuvo involucrado como lo muestra claramente el libro de Claudio Paolillo, –«Con los días contados»–, a pesar de que el libro miente en el mismo sentido. El mérito del Presidente Jorge Batlle en medio de la debacle originada en la crisis Argentina pero en la que Uruguay veía pasar los dólares por sus instituciones financieras hacia los paraísos fiscales, fue la de perdido por perdido –Fernando de la Rua, ya había renunciado a la Presidencia de Argentina, el libro analiza que aquí en el Uruguay se iba en el mismo camino confiar las negociaciones con el FMI en un dirigente sindical de AEBU, (gremio bancario) Juan José Ramos, que con Alejandro Atchugarry –como Ministro de Economía, formaron un gran equipo y negociaron una salida lo mejor posible para la gente.

En síntesis el debate televisivo mostró en qué situación estamos, en la que el futuro necesita de un programa que hoy no existe y el pueblo uruguayo necesita defender lo que ha conquistado.

Todos recordarán que don José Batlle y Ordoñez se oponía al impuesto a la renta, y en la izquierda hacíamos caudal con esa posición para diferenciarnos del pensamiento de aquel Batlle sin analizar que significaba. Era la época en que socialismo y estatizaciones eran sinónimos. Sin embargo la caída del capitalismo de estado, en la llamada Unión Soviética, nos ha obligado a estudiar estos temas y a volver a los maestros. Hoy tampoco se puede plantear un sistema tributario que no tenga en cuenta el tema de las inversiones, al menos hasta que el país y su izquierda vuelvan a replantear en el plano mundial la necesidad de cambiar radicalmente los sistemas impositivos que existen en el mundo. Los impuestos deben ser sobre la circulación del dinero, dando muerte a sistemas basados en el consumo, el trabajo y las pensiones. Haciendo que ninguna transacción sea válida sino está debidamente registrada donde la sociedad lo determine.

Por otra parte hay una falsa percepción en la sociedad sobre donde está radicado el gobierno del mundo, la izquierda no ayuda en precisamente en lo que debería ser su papel histórico: incorporar los aportes de la ciencia para que la sociedad pueda resolver conscientemente sus problemas.

La predominancia de este modo de producción está llegando a sus límites y necesita de una revolución para transformarse, para transitar a un modo de producción superior y para ello necesita ideas, que ya existen pero que aún no predominan porque el modo de producción que está llegando a sus límites hasta ahora ha logrado encapsularlas ideológicamente en una suerte de gobiernos estatales.

En 1916 Lenin escribe: «El imperialismo fase superior del capitalismo» donde analiza como el gobierno de la economía se iba desplazando hacia los conglomerados empresariales multinacionales. Luego de la segunda guerra mundial y del fracaso de Lord Keynes de imponer una unidad monetaria universal, el centro del capitalismo se desplazó del Reino Unido hacia EE.UU. ahora la crisis irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista que se expresa claramente en el creciente e imparable endeudamiento junto con el aumento exponencial de los paraísos fiscales, lo que hace que el centro del capitalismo se esté desplazando hacia China y su entorno. China gobernada por el Partido Comunista y convertida en líder del libre comercio, mientras EE.UU. en una crisis muy intensa amuralla su economía contra todas sus tradiciones y consigue un aumento del 3,5% de su PBI. A su vez Putin informa públicamente que las reservas en dólares en Rusia son de 500.000 millones de dólares.

Estas son cosas fundamentales que hoy en la izquierda no se discuten y se aceptan conceptos de desarrollo nacional que son irrealizables sino están planificados a nivel universal. Mujica hizo un intento en la ONU en setiembre del 2013, pero luego se replegó totalmente.

Se lo escuché a un hombre de ciencias: «En la ciencia se puede errar, pero se sabe rectificar».

«Los científicos solemos reconocer al arte y a la creación artística la capacidad de fantasear ilimitadamente con la sola condición de que tales fantasías satisfagan nuestros gustos, nos provoquen placer, enriquezcan nuestra condición humana y sean reconocidas desde el principio como tales fantasías. En política, desgraciadamente, algunas fantasías han sido admitidas como verdades y han costado muy caro».

Este es el desafío y no otro.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo, 18 de
Junio de 2019.

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[:es]A propósito del imperialismo y de los imperialismos, por Manuel Laguarda.[:]

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A propósito del imperialismo y de los imperialismos.

Jueves, 6 de septiembre de 2018 | Escribe: Manuel Laguarda en Dínamo.

La noción de imperialismo: vigencia y debates.

El concepto de imperialismo es central para los principios, valores y definiciones de la izquierda. Movimientos y partidos de izquierda en distintas partes del mundo, entre ellos el Frente Amplio, se definen como «antiimperialistas». ¿Cuál es la vigencia y pertinencia de esta definición? ¿Qué aspectos del concepto se mantienen y cuáles han cambiado en las últimas décadas? Esta será la discusión de Dínamo este mes.


La definición antiimperialista es parte de la identidad de la izquierda. Esto es así porque la categoría imperialismo sigue siendo válida para comprender muchos de los dramas e injusticias del mundo contemporáneo, así como algunas de las restricciones que pesan para limitar la capacidad de construir democráticamente el futuro por parte de la comunidad nacional o de la región latinoamericana.

En América Latina la referencia al imperialismo y al antiimperialismo apunta indiscutiblemente a Estados Unidos, la potencia hegemónica en la región desde que sustituyó en ese lugar a Gran Bretaña, por lo menos después de la Segunda Guerra Mundial. Y las tropelías y agresiones imperialistas jalonan la historia de nuestra región hasta el presente.

¿El imperialismo es uno solo? Si la respuesta es afirmativa, ¿se trata del imperialismo norteamericano o del imperialismo global? ¿O, por el contrario, son varios los imperialismos, y en ese caso igual se podría hablar de un imperialismo global que los abarca o enmarca?

El término «imperialismo» puede emplearse por lo menos con dos acepciones. En un sentido muy amplio, aplicable a cualquier época histórica o contexto, se utiliza como hegemonismo o dominación de un poder internacional sobre otro, al cual condiciona o limita. En un sentido más restringido, como lo teorizaron Hobson, Lenin, Hilferding y Luxemburgo hace más de un siglo, el imperialismo es una etapa de desarrollo y expansión del capitalismo, el cual para sobrevivir necesita de la expansión permanente.

Dentro de la teoría marxista, otros aportes deben ser tenidos en cuenta. Robert Cox (1983) ha aplicado los conceptos gramscianos de hegemonía a las relaciones internacionales para explicar el actual fenómeno del imperialismo. David Harvey, en «El nuevo imperialismo» (2003), retoma los desarrollos de Rosa Luxemburgo para plantear lo que él llama «solución espacial», la cual, junto con la acumulación por desposesión (privatizaciones, reestructuraciones de las sociedades, guerras y reconstrucciones posteriores), marca la expansión y la dinámica mundial del imperialismo, que no se limita así a actuar subordinando a las clásicas periferias.

Leo Panitch (2004) critica a la teoría marxista clásica del imperialismo por haber sobrestimado lo económico y subestimar lo político. La globalización ha disuelto la coherencia de las burguesías nacionales y ha creado una clase dominante transnacional. En esta última perspectiva podría hablarse del imperialismo en singular, si nos ubicamos a nivel del modo de producción capitalista en su conjunto actuando a escala mundial, y también podría hablarse de múltiples imperialismos y de la competencia y lucha entre ellos como rasgo justamente de la época que define al fenómeno imperialista.

Hay autores que plantean que a partir de la tercera revolución industrial y del fuerte empuje de la globalización de los 80 y 90, el capitalismo habría entrado en una tercera fase, o una segunda fase del imperialismo. Es lo que describimos como hegemonía del capital financiero transnacional, cuyo resultado es la crisis civilizatoria actual que abarca a todo el planeta.

Asumir la globalización del capitalismo como fenómeno incuestionable –por encima de países y de fronteras– no nos lleva al extremo de negar el papel de los centros de poder nacionales que se disputan la hegemonía mundial y que dan lugar a una suerte de lucha interimperialista, que recuerda a la que precedió a la Primera Guerra Mundial. Y ahí entran en juego –por lo menos– los imperialismos de Estados Unidos, de Rusia y de China.

En el mundo unipolar de la década de los 90 era indiscutible la hegemonía del imperialismo de Estados Unidos, contestada en el multipolarismo de los años más recientes. Hoy asistimos a procesos de reestructuración del capitalismo que podrían llevar a una rehegemonizacion de Estados Unidos. Pero pueden darse contradicciones a múltiples niveles, entre las potencias imperialistas y, a su vez, entre ellas o cada una de ellas y el capital transnacional. Por ejemplo, algunas de las líneas que representa Trump y que le permitieron triunfar van en esa última dirección.

¿Cómo nos paramos ante esa realidad? Afirmando la soberanía nacional, buscando la integración regional, apostando al multipolarismo y al derecho internacional, enfrentando y denunciando a todos los imperialismos. Un mundo equilibrado, con múltiples centros de poder, es preferible a un mundo unipolar, cualquiera sea el polo.

Pero nuestra perspectiva es más radical que la de, por ejemplo, el Foro de San Pablo (FSP), que plantea el dilema como una oposición entre Estados Unidos y los BRICS (Rusia o China). El capitalismo global es una totalidad. El camino no pasa por sustituir a Estados Unidos por Rusia o China. La opción es socialismo o barbarie, y hay que plantearse una gobernanza mundial democrática: globalizar la democracia para que ella prime sobre los mercados.

Visiones como las del FSP niegan la realidad de que Rusia y China son potencias capitalistas e imperialistas, tanto se entienda al imperialismo en la clásica acepción marxista, o como la necesidad del capitalismo, que ha llegado a cierto nivel de desarrollo de expansión y actuación a una escala mayor, entendida como dominación y hegemonismo.

En el caso de la ex Unión Soviética, sus específicas contradicciones trabaron en su momento el tránsito al socialismo y hoy Rusia asume un desarrollo abiertamente capitalista, con fuerte peso del Estado y rasgos autoritarios y mafiosos. En su pretensión de hegemonizar Eurasia, el gobierno de Putin desarrolla una política imperialista en esa parte del mundo en continuidad con los intereses y metas geopolíticas de la época zarista y comunista. Y financia y sostiene a la extrema derecha europea, además de cruzar elogios con Trump, exaltar los valores más tradicionales y conservadores de la iglesia ortodoxa y la Santa Rusia y apoyarse en ideólogos neofascistas como Alexander Duguin.

Y China es socialista sólo de nombre. Es una formación económico-social sui géneris sin democracia, con sindicatos controlados por el Estado: el paraíso ideal de los capitalistas. Es el lugar donde se extrae la mayor plusvalía de los trabajadores en el mundo. Y sus grandes empresas, que campean por el mundo –China es el paradigma exitoso de la globalización–, son asociaciones entre el Estado (o sea, el Partido Comunista) y la burguesía china (muchos de sus miembros integran dicho partido), con participación de las multinacionales en algunos casos.

Todo lo anterior no implica negar u olvidar todos los crímenes del imperialismo occidental, ni exculpar a Estados Unidos de sus antecedentes.

En el caso de los BRICS, no son una alianza estructurada o estable. Tienen potencialidades, tienen proyectos (como fondos de financiamiento y bancos comunes), tienen contradicciones e intereses contrapuestos entre ellos mismos. Pero la sola presencia de Rusia y China en el mundo actual es positiva, porque equilibra el mundo en el sentido del multilateralismo y contrabalancea el poder de Estados Unidos.

Una real perspectiva antiimperialista pasa por denunciar a todos los imperialismos y por defender y promover la paz, el diálogo, la democracia y el derecho internacional.

Manuel Laguarda integra el Comité Ejecutivo del Partido Socialista.

Enlace del artículo original en castellano:

https://ladiaria.com.uy/articulo/2018/9/a-proposito-del-imperialismo-y-de-los-imperialismos/

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[:es]¿Qué hacer en Venezuela después de las elecciones?[:]

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¿Qué hacer en Venezuela después de las elecciones?

Ven qué hacer.

¿Qué hacer en Venezuela después de las elecciones?
por Marta Harnecker. 09-06-2018.


Recordando el contexto en que nace[1].

1. Cuando Chávez triunfa en las elecciones presidenciales de 1998 ya el modelo capitalista neoliberal estaba haciendo aguas por todas partes. El dilema no era otro que refundar el modelo capitalista neoliberal, evidentemente con cambios, entre ellos una mayor preocupación por lo social, pero movido por la misma lógica de la búsqueda del lucro; o avanzar en la construcción de otro modelo.[2]

2. Chávez optó por esta última alternativa. Para denominarla decidió rescatar la palabra socialismo a pesar de la carga negativa de la que había sido históricamente contaminada, pero especificando que se trataba del socialismo del siglo XXI para diferenciarlo del socialismo soviético implementado durante el siglo XX, advirtiendo que no se debía «caer en los errores del pasado», en la «desviación estalinista» que burocratizó al partido y terminó por eliminar el protagonismo popular; en el capitalismo de Estado que puso el acento en la propiedad estatal y no en la participación de los trabajadores en la conducción de las empresas.

Hugo Chávez Frías.

3. Chávez concebía el socialismo como un sistema económico centrado en el ser humano y no en la ganancia, con una cultura pluralista y anticonsumista en que el ser tuviese primacía sobre el tener. Un socialismo provisto de una democracia verdadera y profunda donde el pueblo asumiese el rol protagónico. Este es un elemento que lo distancia de otras propuestas de socialismo democrático. Para él, la participación de la gente en todos los espacios era lo que podía permitir que las personas ganasen confianza en sí mismas y se desarrollasen humanamente.


Los desafíos post electorales.

4. Luego de esta breve introducción pasemos a analizar los desafíos que se presentan en el horizonte. Los recientes resultados electorales dejan claro que ese día, si bien Nicolás Maduro ganó ampliamente entre los votantes, entre quienes votaron por la oposición y aquellos que no votaron en estas elecciones existe una significativa mayoría. La correlación de fuerzas después de la contienda electoral ha dado una señal que no podemos ignorar. Interpretar lo más objetivamente posible estos datos es fundamental. No cabe dudas que existen intereses contrapuestos entre los diferentes sectores de la burguesía venezolana.

Señalando.

La oposición no es una unidad homogénea. Hay contradicciones enormes en su seno. Hay un sector de la oposición que en lugar de preocuparse de resolver los problemas del país, juega a derrocar al gobierno usando todos los medios a su alcance, especialmente el estrangulamiento económico. Y a ello contribuyen los sectores corruptos de la burocracia estatal importadora que se hacían pasar por chavistas. Con estos sectores es imposible llegar a acuerdos. Pero hay otros sectores con los se podría llegar a acuerdos si se siguiese una táctica correcta, aquellos que están dispuestos a poner por encima los intereses del país y eso lo ha entendido muy bien Nicolás Maduro.

Abandonar ataques verbales y mantener un diálogo constructivo.

Nicolás Maduro.

5. Se debería ser suficientemente hábil como para explotar estas contradicciones y llevar adelante un proceso de diálogo coherente llamando a quienes se oponen a Nicolás Maduro a buscar soluciones para el país, evitando ataques verbales que impiden crear un ambiente de mínima confianza, que es una de las condiciones fundamentales para poder mantener un dialogo constructivo.

6. Y en relación con este tema no puedo sino citar extensamente al Papa Francisco. Veamos algunas de las cosas que dijo en su visita a Paraguay en 2015[3]:

«[El diálogo no puede ser un] diálogo-teatro en el que juguemos al diálogo [y sólo nos escuchemos entre nosotros].

[…] el diálogo presupone y nos exige buscar una cultura del encuentro […] que sabe reconocer que la diversidad no sólo es buena, es necesaria. […] Por lo que el punto de partida no puede ser: Voy a dialogar pero aquel está equivocado. No, no, no podemos presumir que el otro esté equivocado. Yo voy con lo mío y voy a escuchar qué dice el otro, en qué me enriquece el otro, en qué el otro me hace caer en la cuenta que yo estoy equivocado, y qué cosas le puedo dar yo al otro. Es una ida y vuelta, ida y vuelta pero con el corazón abierto. Con presunciones de que el otro está equivocado, mejor irse a casa y no intentar un diálogo, […].

[…]. Dialogar no es negociar. Negociar es procurar sacar la propia tajada. […] Si vas con esa intención no pierdas tiempo. Es buscar el bien común para todos. Discutir juntos, pensar una mejor solución para todos.

[…] Al tratar de entender las razones del otro, al tratar de escuchar su experiencia, sus anhelos, podemos ver que en gran parte son aspiraciones comunes».

Elaboración de una amplia plataforma de lucha para enfrentar la crisis.

7. Otro de los desafíos que se debe asumir es la elaboración de una amplia plataforma de lucha para enfrentar la crisis que se está viviendo. Consideramos que esta plataforma no puede ser radical, porque el proceso bolivariano hoy no es lo suficientemente fuerte como para proponerse cambios muy profundos. En estas condiciones no se puede pretender lanzar una ofensiva exitosa, lo que no niega que en las empresas del estado y en las comunas se pueda avanzar en el sentido propuesto por Chávez.

Explicar al pueblo las dificultades.

Compraventa.

8. Otro de los retos que se plantean es el de ser capaces de explicar al pueblo las dificultades que el país está enfrentando: Hay quienes piensan que no hay que decirle a este los problemas que existen porque se puede deprimir. Yo creo todo lo contrario, estoy convencida de que nuestros pueblos son lo suficientemente inteligentes como para entender y apretarse el cinturón cuando es necesario hacerlo, si somos capaces de explicarle con toda claridad el origen de la situación de crisis que existe, reconociendo con honestidad que la derecha se está aprovechando de las debilidades y errores que el chavismo ha cometido. Claro que eso debe ir acompañado por el ejemplo de la alta dirección del gobierno y del partido: Si ella pide austeridad al pueblo, debe que partir con el ejemplo de sus líderes.


Lo que no hicimos bien y lo que fuimos aprendiendo en el camino.

9. Por último, así como nadie le echaría la culpa a la receta de cocina por el flan que se quemó al poner muy fuerte el horno, de la misma manera, las dificultades actuales por las que atraviesa Venezuela no pueden servir de argumento para sostener que la historia ha demostrado que el proyecto de socialismo del siglo XXI propuesto por Hugo Chávez es inviable. Lo que hay que analizar seriamente es qué no hicimos bien y qué fuimos aprendiendo en el camino que no debemos repetir. Muchos de esos errores son comprensibles dado que no existían modelos pre-hechos que indicaran el camino a seguir y por eso podríamos hablar de que muchos han sido errores necesarios. Como decía Simón Rodríguez, tutor de Simón Bolívar: hay que «inventar para no errar».


Formemos un cordón de defensa del proceso revolucionario bolivariano.

10. Venezuela fue el inicio de un ciclo de cambios en América Latina. Fue el renacimiento de la esperanza, fue gobernar para resolver los problemas de los más desfavorecidos, entendiendo que no se podía resolver el problema de la pobreza si no se daba poder a los pobres. Fue la encarnación de la solidaridad con los pueblos hermanos de la región que estaban en dificultades económicas. Hoy, que esta nación está sufriendo más que otros países, los embates de la crisis mundial del capitalismo y de la guerra económica desplegada contra ella, concentrando las mayores agresiones de las fuerzas reaccionarias del mundo, merece toda nuestra solidaridad. Sepamos corresponder a su noble e increíblemente extendida generosidad con las naciones y pueblos más pobres de la región y del mundo conformando con todas las fuerzas externa que apoyan el proceso un cordón de defensa del proceso revolucionario bolivariano.

11. Para terminar, creo que podemos ser optimistas. Sin duda alguna la siembra de Chávez ha marcado a su pueblo y lo ha hecho madurar, como pude constatar en persona durante los años que viví en ese país y como se puede demostrar con la alta votación obtenida por Nicolás Maduro en las recientes elecciones. Pienso que toda esa gente, a la que se le otorgó la oportunidad de estudiar, de pensar, de participar, de construir, de decidir –y que creció enormemente en autoestima y maduró humanamente– defenderá el proceso. Yo siempre he dicho que hay que medir al proceso revolucionario venezolano no tanto por las medidas transformadoras adoptadas –que son muchas–, sino por el crecimiento del sujeto revolucionario, y esa obra es obra de Chávez.

12. El proceso podrá haber cometido errores y tener muchas debilidades –y con mucho dolor yo en su momento las fui señalando– pero lo que él logró con su pueblo, eso ¡nadie lo podrá borrar jamás!

Enlace del artículo original en castellano:

http://questiondigital.com/marta-harnecker-que-hacer-despues-de-la-elecciones/

Notas:

[1]. Este corto artículo retoma gran parte de lo que expuse en un artículo mucho más extenso de septiembre del 2016 titulado: Venezuela: Guerra económica y errores del gobierno. Ver link en: https://www.rebelion.org/noticia.php?id=217215. En él desarrollo ampliamente las razones de la crisis económica y fundamento lo que aquí expongo. El lector o lectora tendrá una visión mucho más profunda de lo que ocurre en Venezuela si lo lee. A ese trabajo solo agregaría un elemento que es que faltaba y que es fundamental para el desarrollo exitoso del proceso: La unidad cívico-militar. Ver sobre este punto artículo de Steve Ellner publicado en Granma el 28 de mayo, donde hay un esfuerzo por explicar por qué el pueblo venezolano resiste a los ataques de la oposición.

[2]. Las ideas que desarrollo en esta parte del artículo proviene de: Marta Harnecker, El principal legado de Chávez: Construir con la gente una sociedad alternativa al capitalismo, La Segunda, Stgo. de Chile, 6 marzo 2013. En: http://rebelion.org/docs/164878.pdf

[3]. Palabras en encuentro con representantes de la sociedad civil en Paraguay, Estadio León Condou del colegio San José, Asunción, sábado 11 de julio de 2015. Extraje sólo lo esencial, el Papa aborda el tema con mayor amplitud.

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