[:es]Se la llama: crisis catalana.[:ca]Se l’anomena: crisi catalana.[:]

[:es]

Se la llama: crisis catalana.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Por segunda vez en pocos días recurro a la buena tarea de difusión de textos para la reflexión y el debate, que hace Néstor, para aportar mis opiniones.

Viernes, 27 de octubre de 2017.

¿Cuán efímera será la república catalana?

Cataluña. Manifestación.Los medios de comunicación españoles, la mayoría de sus dirigentes políticos, insisten en sostener que la independencia catalana no se sostendrá más que unas pocas horas.

El desprecio a la voluntad de más de 2 millones de personas que el pasado primero de octubre votó por la independencia y la república, es evidente. Los independentistas son acusados de irresponsables como mínimo, y aseguran que la independencia no se concretará de ninguna manera.

Olvidan que en las últimas elecciones legislativas, votaron poco más de 4,3 millones de habilitados para votar, por lo que 2,1 millones que votaron por la república y la independencia el primero de octubre, en una consulta popular sin grandes garantías y con la intervención de la policía nacional que cerró centros de votación. Es una base importante y un reflejo de que no se trata de algunos desquiciados que emprendieron un camino sin perspectivas.

La votación por la independencia en el parlamento catalán fue por 70 votos en 82, después que 53 diputados de la oposición se retiraran de sala.

Los dirigentes del Partido Popular (derecha) acusan a los independentistas de «golpistas», «sediciosos» y que se debe aplicar todas las medidas necesarias para «restituir» la democracia y la legalidad.

Es probable que el aparato del Estado español intervenga en gobierno catalán, destituya al gobierno regional y el parlamento regional, y se produzcan muchas detenciones, sin embargo el entusiasmo popular que ha ido creciendo en las últimas semanas, está sembrando una semilla que no será fácil de evitar que algún día germine.

La única vez que Catalunya se constituyó en república, fue en el 6 de octubre de 1934 cuando toda España era una república. Pero los catalanes resisten a la familia real de los Borbón desde 1714, cuando la ciudad de Barcelona fue sitiada por un año, y tras su caída, cientos de resistentes fueron fusilados, toda la escasa autonomía catalana eliminada, y hasta el idioma prohibido. El rey español que ordenó entonces esas medidas, era Felipe V. El actual rey tomó su nombre al ser ungido, y se denominó Felipe VI.

Dos horas y media después de la declaración de independencia catalana, el consejo de ministros español comenzó a poner en práctica el artículo 155 de su Constitución que permite intervenir los gobiernos autónomos. El artículo nunca fue reglamentado y su aprobación por el Senado es un cheque en blanco para que el gobierno de Mariano Rajoy lo aplique según su criterio.

Por lo pronto ya trascendió que el consejo de ministros aprobó la destitución del presidente del gobierno autónomo catalán, Carles Puigdemont, y todos sus consejeros, y disolver el parlamento catalán. No está en claro de qué manera procederá a esa disolución.

En estos días también se han manifestado contra la independencia algunos importantes dirigentes de izquierda, y varios ex comunistas ortodoxos.

Argumentan que esa ideología propugna un mundo sin fronteras y que constituir nuevos Estados es contraproducente y no fortalece la lucha contra el neoliberalismo.

De hecho, los fundadores del marxismo, si bien anunciaban un mundo sin fronteras, no hablaban de un gobierno mundial único, sino más bien la acción de las comunidades para mantener las relaciones sociales. En un mundo ya gobernado por las potencias económicas con la concepción de que el capitalismo es el fin de la historia, quizás el «paso atrás» de volver a las comunidades, sea una respuesta provisoria para avanzar después a un mundo como soñaba John Lennon en «imagine».

Todavía este viernes en la noche, miles de personas festejan en las calles y los edificios públicos retiran las banderas de España y por ahora la sustituyen con la bandera de la Unión Europea, organismo que ha dicho que el único interlocutor es el gobierno de Madrid.

Ricardo.

Mi respuesta:

Jorge Aniceto Molinari.El centro de mi análisis está en la frase que me he permitido remarcar.

La economía mundial hoy está comandada por los conglomerados empresariales multinacionales con cabezas visibles en los grupos financieros, los estados mayores empresariales. A cargo de los Estados va quedando un cada vez más reducido espacio como resultado del agostamiento cada vez más pronunciado de la tasa general de ganancia y de los cada vez más duros enfrentamientos por su consecución.

Entonces las reivindicaciones de las nacionalidades que tienen una justificación histórica, desde el punto de vista económico pueden significar un cierto respiro, que en la práctica puede incluso resultar contraproducente por el miedo de los empresarios capitalistas en la inestabilidad política como se informa que está ocurriendo hoy en Catalunya.

Pero de ahí a concluir que el destino futuro de la humanidad está en el desarrollo autónomo de las comunidades en la realidad presente del capitalismo ya no es tan sencillo.

Por lo pronto el tema en su momento y teniendo en cuenta otra época fue analizado por Federico Engels, interviniendo directamente en una rica polémica ideológica con las corrientes anarquistas, con un texto: «sobre la autoridad», que tiende a mostrar que este modo de producción que hoy predomina en el mundo, necesita de comandos unificados para realizar la producción y que para superarlos sin producir una catástrofe en el aparato productivo de la humanidad, debe crear un mando superior, al que deben ser impuestas las normas democráticas con las que ha venido costosamente avanzando la humanidad.

Hemos insistido tozudamente en que para imponer esas pautas democráticas es necesario que haya una medida monetaria única y universal, y que se convenga también en forma ecuménica, de que los impuestos deben ser única y exclusivamente dirigidos hacia el movimiento del dinero, que aquello producido debe ser para atender en forma eficiente y rentable (sin costos burocráticos para el común de la gente) la salud, la enseñanza, la vivienda, y el trabajo de toda la gente, sin exclusiones, planificando obras universales que hoy ya resultan imprescindibles pero que a los inversores capitalistas no les resultan rentables, que para la humanidad significarían un salto en calidad de vida.

Tal vez, logrado esto, el conflicto estaría ubicado en cómo se administra, pero es tan grande la posibilidad de liberar recursos, que hoy retiene la crisis capitalista, que la humanidad entraría en una etapa superior, donde seguramente la gestión tomaría formas cooperativas como también lo analizara el propio Federico Engels. Haciendo de esta formas organizativas empresariales un instrumento de organización de políticas globales con un rol superior de la democracia, y no como ocurre actualmente con las cooperativas sometidas a la lucha por la subsistencia empresarial.

Hoy en el planeta podrían proclamarse una infinidad de repúblicas independientes, como tantas son las distintas comunidades, construirse kilómetros y kilómetros de muros estableciendo nuevas fronteras o protegiendo las actuales, pero no podrían superar una crisis ya irreversible de la predominancia del modo de producción capitalista.

La base real del reclamo actual catalán es salir de la asfixia con que el desarrollo actual del capitalismo los acucia, ahora unir este objetivo a la identidad nacional propia, puede ser tremendamente contraproducente, generar un objetivo muy limitado, que pudiendo tener justificaciones históricas múltiples, no resuelve el problema central que hoy las estimula, como ha venido ocurriendo en Europa. La canción sigue siendo sabia: «no hay salvación sino es con todos».

Sabemos que hay quienes en su utopía piensan –están en su derecho– que esta nacionalidad tiene salida si estatiza su economía en una especie de «stalinismo tardío» posiciones que incluso se sostienen para el conjunto de España y aún soñando con manejar esto con una afectación mínima de las estructuras de clase, que la sociedad española mantiene, como si tamaña empresa pudiera hacerse en los marcos nacionales y sin una superación en avance del aparato productivo, que hoy tiene su llave no en los Estados sino en la economía mundial.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Domingo, 29 de octubre de 2017.


Nota:

La administración del sitio web del Centro de Estudios Joan Bardina se limita a reproducir y traducir este artículo, en función al derecho que tiene su autor a la libertad de expresión y a la necesidad de que este artículo desvele el debate sobre las ideas y propuestas que transmite, pero sin que por ello comparta el mismo juicio sobre su contenido.

[:ca]

Se l’anomena: crisi catalana.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Per segona vegada en pocs dies recorreixo a la bona tasca de difusió de textos per a la reflexió i el debat, que fa Néstor, per aportar les meves opinions.

Divendres, 27 d’octubre de 2017.

Com d’efímera serà la república catalana?

Catalunya. Manifestació.Els mitjans de comunicació espanyols, la majoria dels seus dirigents polítics, insisteixen en sostenir que la independència catalana no se sostindrà més que unes poques hores.

El menyspreu a la voluntat de més de 2 milions de persones que el passat primer d’octubre va votar per la independència i la república, és evident. Els independentistes són acusats d’irresponsables com a mínim, i asseguren que la independència no es concretarà de cap manera.

Obliden que en les últimes eleccions legislatives, van votar poc més de 4,3 milions d’habilitats per votar, de manera que 2,1 milions que van votar per la república i la independència el primer d’octubre, en una consulta popular sense grans garanties i amb la intervenció de la policia nacional que va tancar centres de votació. És una base important i un reflex que no es tracta d’alguns trasbalsats que van emprendre un camí sense perspectives.

La votació per la independència al parlament català va ser per 70 vots de 82, després que 53 diputats de l’oposició es retiressin de sala.

Els dirigents del Partit Popular (dreta) acusen els independentistes de «colpistes», «sediciosos» i que s’ha d’aplicar totes les mesures necessàries per «restituir» la democràcia i la legalitat.

És probable que l’aparell de l’Estat espanyol intervingui en el govern català, destitueixi el govern regional i el Parlament regional, i es produeixin moltes detencions, però l’entusiasme popular que ha anat creixent en les últimes setmanes, està sembrant una llavor que no serà fàcil d’evitar que algun dia germini.

L’únic cop que Catalunya es va constituir en república, va ser en el 6 d’octubre de 1934 quan va tot Espanya era una república. Però els catalans resisteixen a la família reial dels Borbó des de 1714, quan la ciutat de Barcelona va ser assetjada durant un any, i després de la seva caiguda, centenars de resistents van ser afusellats, tota l’escassa autonomia catalana eliminada, i fins l’idioma prohibit. El rei espanyol que va ordenar llavors aquestes mesures, era Felip V. L’actual rei va prendre el seu nom en ser ungit, i es va denominar Felip VI.

Dues hores i mitja després de la declaració d’independència catalana, el consell de ministres espanyol va començar a posar en pràctica l’article 155 de la seva Constitució que permet intervenir els governs autònoms. L’article mai va ser reglamentat i la seva aprovació pel Senat és un xec en blanc perquè el govern de Mariano Rajoy l’apliqui segons el seu criteri.

D’antuvi ja va transcendir que el consell de ministres va aprovar la destitució del president del govern autònom català, Carles Puigdemont, i tots els seus consellers, i dissoldre el parlament català. No està en clar de quina manera ha de procedir a aquesta dissolució.

En aquests dies també s’han manifestat contra la independència alguns importants dirigents d’esquerra, i diversos ex comunistes ortodoxos.

Argumenten que aquesta ideologia propugna un món sense fronteres i de constituir nous estats és contraproduent i no enforteix la lluita contra el neoliberalisme.

De fet, els fundadors del marxisme, tot i que anunciaven un món sense fronteres, no parlaven d’un govern mundial únic, sinó més aviat l’acció de les comunitats per mantenir les relacions socials. En un món ja governat per les potències econòmiques amb la concepció que el capitalisme és la fi de la història, potser el «pas enrere» de tornar a les comunitats, sigui una resposta provisoria per avançar després a un món com somiava John Lennon a «imagine».

Encara aquest divendres a la nit, milers de persones festegen als carrers i els edificis públics retiren les banderes d’Espanya i per ara la substitueixen amb la bandera de la Unió Europea, organisme que ha dit que l’únic interlocutor és el govern de Madrid.

Ricardo.

La meva resposta:

Jorge Aniceto Molinari.El centre de la meva anàlisi està en la frase que m’he permès remarcar.

L’economia mundial avui està comandada pels conglomerats empresarials multinacionals amb caps visibles en els grups financers, els estats majors empresarials. A càrrec dels Estats va quedant un cada cop més reduït espai com a resultat de l’esgotament cada cop més pronunciat de la taxa general de guany i dels cada cop més durs enfrontaments per la seva consecució.

Llavors les reivindicacions de les nacionalitats que tenen una justificació històrica, des del punt de vista econòmic poden significar un cert respir, que a la pràctica pot fins i tot resultar contraproduent per la por dels empresaris capitalistes en la inestabilitat política com s’informa que està passant avui a Catalunya.

Però d’aquí a concloure que el destí futur de la humanitat està en el desenvolupament autònom de les comunitats en la realitat present del capitalisme ja no és tan senzill.

D’antuvi el tema en el seu moment i tenint en compte una altra època va ser analitzat per Frederic Engels, intervenint directament en una rica polèmica ideològica amb els corrents anarquistes, amb un text: «sobre l’autoritat», que tendeix a mostrar que aquesta forma de producció que avui predomina al món, necessita d’ordres unificats per realitzar la producció i que per superar-les sense produir una catàstrofe en l’aparell productiu de la humanitat, ha de crear un comandament superior, al qual han de ser imposades les normes democràtiques amb què ha vingut costosament avançant la humanitat.

Hem insistit tossudament que per imposar aquestes pautes democràtiques cal que hi hagi una mesura monetària única i universal, i que es convingui també en forma ecumènica, que els impostos han de ser únicament i exclusivament dirigits cap al moviment dels diners, que allò produït ha de ser per a atendre en forma eficient i rendible (sense costos burocràtics per al comú de la gent) la salut, l’ensenyament, l’habitatge, i el treball de tota la gent, sense exclusions, planificant obres universals que avui ja són imprescindibles però que a els inversors capitalistes no els resulten rendibles, que per a la humanitat significarien un salt en qualitat de vida.

Potser, aconseguit això, el conflicte estaria ubicat en com s’administra, però és tan gran la possibilitat d’alliberar recursos, que avui reté la crisi capitalista, que la humanitat entraria en una etapa superior, on segurament la gestió prendria formes cooperatives com també l’analitza el propi Frederic Engels. Fent d’aquesta formes organitzatives empresarials un instrument d’organització de polítiques globals amb un paper superior de la democràcia, i no com passa actualment amb les cooperatives sotmeses a la lluita per la subsistència empresarial.

Avui al planeta podrien proclamar-se infinitat de repúbliques independents, com tantes són les diferents comunitats, construir quilòmetres i quilòmetres de murs establint noves fronteres o protegint les actuals, però no podrien superar una crisi ja irreversible de la predominança de la manera de producció capitalista.

La base real del reclam actual català és sortir de l’asfíxia amb què el desenvolupament actual del capitalisme els acuita, ara unir aquest objectiu a la identitat nacional pròpia, pot ser tremendament contraproduent, generar un objectiu molt limitat, que poden tenir justificacions històriques múltiples, no resol el problema central que avui les estimula, com ha passat a Europa. La cançó segueix sent sàvia: «no hi ha salvació sinó és amb tots».

Sabem que hi ha qui en el seu utopia pensen –estan en el seu dret– que aquesta nacionalitat té sortida si estatitza la seva economia en una mena de «stalinisme tardà» posicions que fins i tot es sostenen per al conjunt d’Espanya i encara somiant amb manejar això amb una afectació mínima de les estructures de classe, que la societat espanyola manté, com si tan gran empresa pogués fer-se en els marcs nacionals i sense una superació en avanç de l’aparell productiu, que avui té la seva clau no als Estats sinó en l’economia mundial.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Diumenge, 29 d’octubre de 2017.


Nota:

L’administració del lloc web del Centre d’Estudis Joan Bardina es limita a reproduir i a traduir aquest article, en funció al dret que té el seu autor a la llibertat d’expressió i a la necessitat que aquest article desvetlli el debat sobre les idees i propostes que transmet, però sense que per això comparteixi el mateix parer sobre el seu contingut.

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[:es]Crisis, crisis eran las de antes. A propósito de la elección argentina.[:ca]Crisis, crisis eren les d’abans. A propòsit de l’elecció argentina.[:]

[:es]

Crisis, crisis eran las de antes. A propósito de la elección argentina.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Bandera de Argentina.¿Ganó Macri o perdió Cristina Fernández?

Para nosotros sigue sin aparecer, por ahora, la clase obrera argentina: así de sencillo.

No está dormida ni de parranda, hay una tensa expectativa por un montón de motivos que trataremos de explicar, someramente, aunque poco para iniciar un análisis que necesitamos seguir haciendo para que sea más completo.

Hasta el 2002, el ejército como Partido de los conservadores, intervino en todos los procesos políticos de Argentina, hoy ya no lo puede hacer a ese nivel. EE.UU. de la organización de sus «servicios» haciendo pesar su potencia imperialista, ha pasado a ser un mero estado «gendarme» y el apoyo que puede brindar ya no tiene el peso anterior, o por lo menos es más rápidamente cuestionado.

El peronismo organizó y se apoyó en un Poder Sindical; sindicatos y ejército era su base de sustento en el Estado y en la población, contando con un aliado internacional: la necesidad de fuerzas sociales para el desarrollo del capitalismo (1945). Hecho este que despertaba como hoy en Venezuela, el odio, y la acción temeraria de la derecha tradicional y rancia de la oligarquía.

Ahora la administración del capitalismo tiene sus bemoles, entre ellos la corrupción, no se trata de ser iguales (que nadie sea más que nadie), sino de sacar ventajas, la competencia te mata.

La debilidad ideológica de la izquierda para organizar sindicatos, ha sido el talón de Aquiles para darle un programa que permitiera su desarrollo.

Perón y más que Perón, Eva Perón, fue capaz de dar en conjunción con una coyuntura en la conducción del ejército de un programa a nivel de la conducción del Estado, que rápidamente contó un apoyo masivo.

Hoy ese programa está agotado o no es suficiente para resolver los problemas que  plantea la organización del trabajo.

Cristina Fernández ha tratado de usufructuar la herencia peronista, pero no se ha podido desprender de su entorno burocrático emparentado directamente con la corrupción en sus formas de administración y de gestión. Macri usufructuando la crisis del peronismo ha accedido al poder pero más allá de sus intenciones, utiliza al máximo los miedos de los inversionistas hacia el peronismo –que acá en el Uruguay sabemos que existen y hemos tenido beneficios con ello– sus intereses hacen que en un plazo, no muy largo, esté despertando a ese proletariado, golpeado de mil maneras, y ahora también golpeado por el avance tecnológico y la falta de una respuesta programática al mismo.

Lula en Brasil partió de una profunda renovación en el movimiento sindical, hacia el movimiento político. En el curso de ese proceso ha tenido contratiempos similares, en un paisaje, política, sindical y militar, con muchas similitudes; difícilmente hoy pueda recuperar posiciones sin un programa que le dé entidad ideológica al movimiento popular.

Por eso hablar de vencedores, o de situaciones cerradas en el actual desarrollo de Argentina, es al menos una visión muy corta de los fenómenos sociales que están latentes y que no van a faltar elementos que hagan que se reaviven.

No tenemos elementos suficientes, pero todo indica que la «desaparición» de Santiago Maldonado, fue un acto de las fuerzas aún existentes,  que tuvieron a cargo las represiones del terrorismo de Estado, para indicarle a Macri que estaban presentes y debía tenerlas en cuenta. Así como su aparición previa a las elecciones.

Macri por ahora ha mantenido lejos del comentario público sus manejos financieros y empresariales pero difícilmente lo pueda mantener si el nivel de vida y de seguridad en el trabajo de los argentinos decae. El llamado argentino medio por ahora confía en que ello no suceda, pero su paciencia también tiene límites.

Los procesos políticos argentinos han sido muy ricos, y también terriblemente dramáticos en su desprecio a los derechos humanos. Argentina ha sido un campo de ensayo para lo peor del fascismo actual, la oligarquía centenaria, y una clase obrera formada rápidamente por una industrialización que se desarrolló y entró en crisis en un margen relativamente pequeño de años. Su cultura directamente emparentada con la de nuestro país, el tango, el futbol, la sicología, etc. etc. hacen que pensemos que la bases para un resurgimiento están presentes, la tarea como la que emprendió Lenin en 1900, en Rusia, es darle una estructura ideológica a un proceso que hasta ahora no lo ha tenido, si bien hoy hay hasta un Papa argentino.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Miércoles, 25 de octubre de 2017.

[:ca]

Crisis, crisis eren les d’abans. A propòsit de l’elecció argentina.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Bandera de l'Argentina.¿Va guanyar Macri o va perdre Cristina Fernández?

Per a nosaltres segueix sense aparèixer, per ara, la classe obrera argentina: així de senzill.

No està adormida ni de festa, hi ha una tensa expectativa per un munt de motius que tractarem d’explicar, succintament, encara que poc per iniciar una anàlisi que necessitem seguir fent perquè sigui més complet.

Fins al 2002, l’exèrcit com Partit dels conservadors, va intervenir en tots els processos polítics de l’Argentina, avui ja no ho pot fer a aquest nivell. Els EUA de l’organització dels seus «serveis» fent pesar la seva potència imperialista, ha passat a ser un mer estat «gendarme» i el suport que pot oferir ja no té el pes anterior, o almenys està més ràpidament qüestionat.

El peronisme va organitzar i es va recolzar en un Poder Sindical; sindicats i exèrcit era la seva base de suport a l’Estat, i en la població, comptant amb un aliat internacional: la necessitat de forces socials per al desenvolupament del capitalisme (1945). Fet aquest que despertava com avui a Veneçuela, l’odi, i l’acció temerària de la dreta tradicional i rància de l’oligarquia.

Ara l’administració del capitalisme té els seus bemolls, entre ells la corrupció, no es tracta de ser iguals (que ningú sigui més que ningú), sinó de treure avantatges, la competència et mata.

La debilitat ideològica de l’esquerra per organitzar sindicats, ha estat el taló d’Aquil·les per donar-li un programa que permeti el seu desenvolupament.

Perón i més que Perón, Eva Perón, va ser capaç de donar en conjunció amb una conjuntura en la conducció de l’exèrcit d’un programa a nivell de la conducció de l’Estat, que ràpidament va rebre un suport massiu.

Avui aquest programa està esgotat o no és suficient per resoldre els problemes que planteja l’organització del treball.

Cristina Fernández ha intentat usufructuar l’herència peronista, però no s’ha pogut desprendre del seu entorn burocràtic emparentat directament amb la corrupció en les seves formes d’administració i de gestió. Macri usufructuant la crisi del peronisme ha accedit al poder però més enllà de les seves intencions, utilitza al màxim les pors dels inversors cap al peronisme –que aquí a l’Uruguai sabem que existeixen i hem tingut beneficis amb això– els seus interessos fan que en un termini no gaire llarg, estigui despertant a aquest proletariat, colpejat de mil maneres, i ara també colpejat per l’avenç tecnològic i la falta d’una resposta programàtica a aquest.

Lula al Brasil va partir d’una profunda renovació en el moviment sindical, cap al moviment polític. En el curs d’aquest procés ha tingut contratemps similars, en un paisatge, política, sindical i militar, amb moltes similituds; difícilment avui pugui recuperar posicions sense un programa que li doni entitat ideològica al moviment popular.

Per això parlar de vencedors, o de situacions tancades en l’actual desenvolupament de l’Argentina, és almenys una visió molt curta dels fenòmens socials que estan latents i que no faltaran elements que facin que es revifin.

No tenim elements suficients, però tot indica que la «desaparició» de Santiago Maldonado va ser un acte de les forces encara existents, que van tenir a càrrec les repressions del terrorisme d’Estat, per assenyalar-li a Macri que estaven presents i havia de tenir-les en compte. Així com la seva aparició prèvia a les eleccions.

Macri per ara ha mantingut lluny del comentari públic els seus manejos financers i empresarials però difícilment ho pugui mantenir si el nivell de vida i de seguretat en el treball dels argentins decau. L’anomenat argentí mitjà per ara confia que això no succeeixi, però la seva paciència també té límits.

Els processos polítics argentins han estat molt rics, i també terriblement dramàtics en el seu menyspreu als drets humans. Argentina ha estat un camp d’assaig per al pitjor del feixisme actual, l’oligarquia centenària, i una classe obrera formada ràpidament per una industrialització que es va desenvolupar i va entrar en crisi en un marge relativament petit d’anys. La seva cultura directament emparentada amb la del nostre país, el tango, el futbol, la psicologia, etc. etc. fan que pensem que les bases per a un ressorgiment són presents, la tasca com la que va emprendre Lenin el 1900, a Rússia, és donar-li una estructura ideològica a un procés que fins ara no l’ha tingut, si bé avui hi ha fins i tot un Papa argentí.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Dimecres, 25 d’octubre de 2017.

[:]

[:es]La lección de Venezuela.[:ca]La lliçó de Veneçuela.[:]

[:es]

La lección de Venezuela.

(Abordando eso gris, que parece la teoría).

Venezuela. Bandera dentro del mapa.La crisis económica, sigue y va a seguir planteada, porque en definitiva ya no es un problema exclusivamente propio de cada uno de nuestros países.

Sino producto de la crisis general del capitalismo, que aún creciendo, desplegando su magnificencia –y vaya si la tecnología se la ha dado junto con las irritantes diferencias sociales–, sus distintos factores sienten que el fin de la predominancia de este modo de producción está próximo (los tiempos en economía son diferentes a los de los seres humanos). Lo común son los desequilibrios, la falta de certezas, el no poder planificar por periodos largos, la incertidumbre, que inexorablemente se traslada a la conducta de las personas.

Lo de Venezuela ha sido una afirmación de la democracia, frente a aquellos que no creían en la democracia venezolana y estaban y están urgidos por los tiempos que marcan las corrientes reaccionarias, impacientes porque los plazos de su predominio se terminan, y Venezuela no cedía ni cede a la presión de lo que tradicionalmente se imponía en esta parte del mundo –la historia es larga, con un proceso indígena, desde el momento mismo del llamado descubrimiento de América, luego los llamados Libertadores y las luchas sociales–; proceso que recordemos empezó a darse vuelta cuando la revolución cubana, «permitida» para cambiar al sargento de turno se les fue de las manos a los servicios, y con el apoyo de la Unión Soviética «post-stalinista» comenzó a dar pasos independientes, que se pudieron dar sin duda por ese apoyo que hoy ya no existe y que tenía como punto de referencia un desarrollo económico estatizado que hoy ya tampoco es posible, a no ser coyunturas muy puntales y generalmente reservadas a la explotación de recursos estratégicos que por lo general requieren de tecnología en manos de los grandes conglomerados empresariales multinacionales.

Hoy, la relación económica en el mundo es otra, pero la actividad en sí sigue midiéndose por la tasa general de ganancia, que es la que determina en la historia el principio y el fin de este modo de producción, con un paso previo poco entendido por los que estudian el tema: el fin primero de su predominancia, dando lugar a una etapa de transición que es la que promueven con su lucha procesos como el actual venezolano, y aún con características contradictorias y de retroceso, en otras zonas del planeta, como en la reivindicación propia de la nacionalidad catalana, entre las muchas nacionalidades que pujan en el mundo por una expresión libre de su identidad y que encuentran trabas en la actual organización del modo de producción capitalista, y en este caso sin ni siquiera llegar a cuestionar la predominancia de este modo de producción.

Dentro de las 22 elecciones en esto 18 años de «chavismo»,  cuando el precio del petróleo comenzó caer, la derecha vio que ganando una elección (la abstención hizo el resto) podía acelerar el paso e imponer un referéndum (para el que no consiguieron las firmas) e imponer la caída de Maduro; para ello utilizaron todo tipo de atentados, volcando sobre el gobierno constitucional la responsabilidad de las víctimas de los mismos con la amplificación cómplice de los actuales regentes de la OEA y de la gran prensa internacional.

El desafío no era fácil, pues hay sectores radicalizados en los que es común ser caldo de cultivo para corrientes que abogan por el enfrentamiento, sin tener en cuenta los limites materiales en que ellos se desenvuelven, –tanto en el gobierno como en la oposición–, los servicios del otrora poderoso imperialismo yanqui (hoy convertido en un Estado gendarme) son especialistas en desarrollar acciones tanto en una como en otra facción.

Es más, se nos llegó a hablar de un nuevo stalinismo, –aprovechando lo que éste significó contra el pensamiento democrático leninista–, destacaban el rol del ejercito, al que Chávez había dado una moral identificada con su pueblo, a la que definió como bolivariana, y que además ha servido para reverdecer en toda América la misma moral en todos los ejércitos; tarea ni fácil ni sencilla luego del trabajo de la Escuela de las Américas dirigida con las practicas más aberrantes a desmantelar la conciencia popular de sus orígenes. Fuimos claros en señalar que aunque se construyeran muros impenetrables a lo largo de las fronteras nacionales eso ya no era posible, pues el aparato productivo del mundo estaba muy por encima de las fronteras nacionales. Tema este poco desarrollado pues entra en contradicción con el desarrollo de planes cada vez más irrealizables de matrices económicas nacionales que se ubican en los entornos gubernamentales y de las políticas burocráticas de los Estados, compitiendo con las verdaderas necesidades de la gente y la necesidad de su atención.

Si a esto le agregamos denuncias de corrupción que no son difíciles de imaginar por el estado en el que se desarrolla la actividad económica, y que no siempre han sido combatidos adecuadamente, toda vez que hay determinadas actividades económicas que aparecen como intocables para la dirección política –recordemos el manejo del llamado dólar blue en la Argentina y sus operadores jugando en las dos canchas, la del gobierno y la de la oposición–.

Por eso esta jornada del 15 de octubre de 2017, debe ser señalada, más allá de los peligros que subsisten, como un mojón ineludible en la lucha por la liberación de los pueblos.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Lunes, 16 de octubre de 2017.

[:ca]

La lliçó de Veneçuela.

(Abordant això gris, que sembla la teoria).

Veneçuela. Bandera dins del mapa.La crisi econòmica, segueix i seguirà plantejada, perquè en definitiva ja no és un problema exclusivament propi de cada un dels nostres països.

Sinó producte de la crisi general del capitalisme, que encara creixent, desplegant la seva magnificència –i tant que la tecnologia se l’ha donat juntament amb les irritants diferències socials–, els seus diferents factors senten que la fi de la predominança d’aquesta manera de producció està pròxima (els temps en economia són diferents als dels éssers humans). El comú són els desequilibris, la manca de certeses, el no poder planificar per períodes llargs, la incertesa, que inexorablement es trasllada a la conducta de les persones.

Això de Veneçuela ha estat una afirmació de la democràcia, davant d’aquells que no creien en la democràcia veneçolana i estaven i estan urgits pels temps que marquen les corrents reaccionàries, impacients perquè els terminis del seu predomini s’acaben, i Veneçuela no cedia ni cedeix a la pressió del que tradicionalment s’imposava en aquesta part del món –la història és llarga, amb un procés indígena, des del moment mateix de l’anomenat descobriment d’Amèrica, després els anomenats Libertadores i les lluites socials–; procés que recordem va començar a donar-se la volta quan la revolució cubana, «permesa» per canviar el sergent de torn se’ls va anar de les mans als serveis, i amb el suport de la Unió Soviètica «post-stalinista» va començar a fer passes independents, que es van poder donar sens dubte per aquest suport que avui ja no existeix i que tenia com a punt de referència un desenvolupament econòmic estatitzat que avui ja tampoc és possible, tret de conjuntures molt puntals i generalment reservades a l’explotació de recursos estratègics que pel general requereixen de tecnologia en mans dels grans conglomerats empresarials multinacionals.

Avui, la relació econòmica en el món és una altra, però l’activitat en si segueix mesurant-se per la taxa general de guany, que és la que determina dins la història el principi i la fi d’aquesta manera de producció, amb un pas previ una mica entès pels que estudien el tema: la fi primer de la seva predominança, donant lloc a una etapa de transició que és la que promouen amb la seva lluita processos com l’actual veneçolà, i encara amb característiques contradictòries i de retrocés, en altres zones del planeta, com en la reivindicació pròpia de la nacionalitat catalana, entre les moltes nacionalitats que es liciten en el món per una expressió lliure de la seva identitat i que troben traves en l’actual organització de la manera de producció capitalista, i en aquest cas sense ni tan sols arribar a qüestionar la predominança d’aquesta manera de producció.

Dins de les 22 eleccions en aquests 18 anys de «chavisme», quan el preu del petroli va començar a decaure, la dreta va veure que guanyant una elecció (l’abstenció va fer la resta) podia accelerar el pas i imposar un referèndum (per al qual no van aconseguir les signatures) i imposar la caiguda de Maduro; per això van utilitzar tot tipus d’atemptats, bolcant sobre el govern constitucional la responsabilitat de les víctimes dels mateixos amb l’amplificació còmplice dels actuals regents de l’OEA i de la gran premsa internacional.

El desafiament no era fàcil, ja que hi ha sectors radicalitzats en què és comú ser brou de cultiu per a corrents que advoquen per l’enfrontament, sense tenir en compte els límits materials en què ells es desenvolupen, –tant en el govern com en l’oposició–, els serveis de l’altre temps poderós imperialisme ianqui (avui convertit en un Estat gendarme) són especialistes en desenvolupar accions tant en una com en una altra facció.

És més, se’ns va arribar a parlar d’un nou stalinisme, –aprofitant el que aquest va significar contra el pensament democràtic leninista–, destacaven el paper de l’exèrcit, al qual Chávez havia donat una moral identificada amb el seu poble, a la qual va definir com bolivariana, i que a més ha servit per reverdir en tota Amèrica la mateixa moral en tots els exèrcits; tasca ni fàcil ni senzilla després de la feina de l’Escola de les Amèriques dirigida amb les pràctiques més aberrants per desmantellar la consciència popular dels seus orígens. Vam ser clars en assenyalar que encara que es construïssin murs impenetrables al llarg de les fronteres nacionals això ja no era possible, doncs l’aparell productiu del món estava molt per sobre de les fronteres nacionals. Tema aquest poc desenvolupat doncs entra en contradicció amb el desenvolupament de plans cada cop més irrealitzables de matrius econòmiques nacionals que s’ubiquen en els entorns governamentals i de les polítiques burocràtiques dels estats, competint amb les veritables necessitats de la gent i la necessitat de la seva atenció.

A això hi afegim denúncies de corrupció que no són difícils d’imaginar per l’estat en què es desenvolupa l’activitat econòmica, corrupció que no sempre han estat combatuda adequadament, doncs hi ha determinades activitats econòmiques que apareixen com a intocables per a la direcció política –recordem el maneig de l’anomenat dòlar blue en l’Argentina i els seus operadors jugant a les dues pistes, la del govern i la de l’oposició–.

Per això aquesta jornada del 15 d’octubre de 2017 ha de ser assenyalada, més enllà dels perills que subsisteixen, com una fita ineludible en la lluita per l’alliberament dels pobles.

Jorge Aniceto Molinari.
Montevideo. Dilluns, 16 d’octubre de 2017.

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